CERRATEANDO - UN POCO DE HISTORIA DEL HISTÓRICO CEVICO DE LA TORRE





OJEADA HISTÓRICA DESDE EL SIGLO XI HASTA NUESTROS DÍAS


Sucesos que pudieron afectar a Cevico de la Torre

 

No pudiendo seguir paso a paso la historia de nuestro pueblo, por la carencia de datos concretos, como en el prólogo apuntamos, creemos necesario y utilísimo reseñar en este lugar, los principales acontecimientos de Castilla y de España desde el siglo XI , acontecimientos que necesariamente tuvieron que influir en Cevico de la Torre, cuyos habitantes, ya disfrutando del regocijo nacional en sucesos faustos, ó tomando parte activa dando sus hijos para las grandes guerras y conquistas.

 

Se dice, sin prefijar la época, que en la iglesia de Cevico hubo un incendio cuyas llamas devoraron por completo el importante archivo que en ella existía y donde se guardaban documentos importantísimos respecto á la fundación no sólo de Cevico de la Torre, sino de otros muchos pueblos, particularmente de los que hoy componen el arciprestazgo.

Los ceviqueños vivieron sujetos a los gobiernos e instituciones político-religiosas, según las épocas, las que contribuyeron a las progresivas evoluciones del pueblo.

El año 1000, y siendo rey de León Alfonso V el Noble y conde de Castilla Fernán González, se inauguró y abrió al culto público la primitiva iglesia parroquial de San Martín, templo consagrado al Santo Obispo de Tours, por llamarse así el conde que por entonces era dueño de aquel señorío feudal.

Por muerte del conde de Castilla, que al ir a casarse fue asesinado a las puertas del templo, heredó el condado su hermana Dª Mayor quien casó a su hijo D . Fernando con Dª Sancha de León, con cuyo matrimonio se unieron los dos reinos y empezó la dinastía castellana, el año 1032.

En este siglo se distinguió tanto el noble y valeroso castellano  Rodrigo Díaz de Vivar, que vivió algún tiempo en Palencia y en su casa fundó el hospital de San Lázaro, hoy casa de salud para alienados. 

Este gran capitán á quien los moros, por su valor indomable apellidaron el Cid, esto es. Señor; y que la suerte de vencer siempre le valió el título de Campeador, además de otros muchos hechos gloriosos y memorables, rindió á Toledo, conquistó a Valencia, y antes de prestar vasallaje al rey Alfonso VI I le hizo jurar en la iglesia de Santa Gadea de Burgos, no haber tenido parte en la muerte del rey D . Sancho.

Del último tercio del siglo XII data el suntuoso palacio de los condes de Oñate, sólido edificio de piedra sillar con sus cuatro torreones circulares en los ángulos, y defendido en los flancos por espesa muralla de mampostería. 




Torre perteneciente al castillo-palacio de los Oñate

 

Parte de este palacio, pero desfigurado por completo todavía subsiste; y en él hay una posada, una tienda, el teatro de la villa , el Círculo de la Unión y varias casas particulares; «edificio que ocupaba una extensión de más de mil metros cuadrados, y que da lugar á pensar en la magnificencia de su interior con solo observar el derroche de pinturas y artesonados de sus techos y maderas. 



Restos del castillo-palacio de los Oñate

Los primitivos dueños de este palacio disfrutaron, entre otros, el derecho de acuñar moneda.

Alfonso VIII por vengarse de los sarracenos, proclamó una Cruzada, y coaligados los reyes cristianos de España, sostuvo la gloriosa y memorable jornada de las Navas de Tolosa, el año 1212, en la que murieron cerca de 200.000 mahometanos con pocas pérdidas de los cristianos.

A principios del siglo XIII murió en Palencia el rey niño Enrique I a causa de una teja que, estando jugando en el patio del palacio llamado de D . Sancho, cayó y le hirió mortalmente en la cabeza.

El año 1252 murió en Sevilla el magnánimo y virtuoso rey Fernando III á quien por sus virtudes venera la iglesia como Santo. 

Este siglo termina con el hecho heroico de Gruzmán el Bueno, que en Tarifa consintió que le degollaran un hijo antes de entregar la plaza al enemigo.

El siglo XIV empezó con el reinado de Fernando IV, el Emplazado, cuya trágica muerte impresionó vivamente a cuantos llegaron a conocer sus detalles; terminado con el no menos impresionable de D. Pedro I, cuyos crímenes, que le valieron el dictado de Cruel, aterraron de tal modo a sus súbditos que no salieron del temor hasta después de la famos acción de Montiel (1369) en que la prudencia y donaciones de Enrique TI. el Bastardo, llevaron la tranquilidad al ánimo de todos. 

En 1313 y 1338 se celebraron cortes en la ciudad de Palencia.

El día 1.° de Noviembre de 1450 se sintió en toda la región un imponente terremoto que aterró sobremanera a los habitantes de estos pueblos, particularmente a Dueñas donde se sintió el fenómeno con mayor intensidad, y cuya iglesia se resintió grandemente sufriendo daños de importancia.

El año 1453 fue decapitado en Valladolid el hombre que por tantos años había gobernado  Castilla , el condestable D. Álvaro de Luna ; y en 1474 ocupó el trono de Castilla, Isabel I quien, casándose con Fernando de Aragón, unió las dos coronas.

Durante la monarquía de los Reyes Católicos se conquistó el reino de Granada, último baluarte de los sarracenos en nuestra península, el de Nápoles donde tanto se distinguió el gran Capitán Gonzalo de Córdoba, y gracias a la iniciativa y generosidad de la magnánima reina Isabel se descubrieron las Américas por el insigne genovés Cristóbal Colón quien, después de muerta su protectora la reina, falleció en Valladolid, víctima de la ingratitud, de la envidia y del hambre...

¡ Triste destino de los grandes hombres !

 

Isabel y Fernando, Reyes Católicos



Los Reyes Católicos establecieron el tribunal de la Inquisición que en Cevico de la Torre estuvo representado por el Corregidor, el Párroco y el Abad de los Agustinos del Aguachal; institución que si en su tiempo pudo cohonestarse, dió en los siglos sucesivos motivos para que la opinión  juzgase a la Inquisición de terrible.

Por último, organizaron la monarquía, pues conociendo que la grandeza, con su ilimitado poder en los señoríos feudales que poseía, era un obstáculo para centralizar y vigorizar el poder real, la desposeyeron de muchas prerrogativas, atrayendo a los nobles a la corte e incorporando a la corona los maestrazgos de Santiago, Alcántar a y Calatrava. 

En esta época y con este motivo, el Sr. Conde de Oñate dió muchas de sus haciendas en propiedad a los vecinos de Cevico de la Torre por una módica cantidad de censo perpétuo , censo que algunos continuaron pagando al Sr. Conde de Oñate , o sus descendientes.

El año 1523 el Emperador Carlos V celebró cortes en Palencia para pedir subsidios con que continuar la guerra con Francia, las dexorbitantes peticiones que este monarca hizo á los procuradores de las provincias, para allegar recursos con que poder ir a coronarse Emperador de Alemania, irritaron de tal modo á las ciudades castellanas que, uniéndose bajo el nombre de comunidades, reconocieron por regente a Dª Juana la Loca, madre del Emperador, y reunieron tropas con que sostener sus inmunidades, al mando de los capitanes Padilla, Bravo y Maldonado.



Bravo, Maldonado y Padilla, Los Comuneros de Castilla

Después de varios y sangrientos choques entre imperiales y comuneros, fueron éstos derrotados en los campos de Villalar y sus capitanes prisioneros y decapitados al siguiente día en la plaza pública del pueblo. 

El Emperador Carlos I, de España y V de Alemania murió retirado en el monasterio de Yuste el año 1548.

En este siglo tuvo lugar la milagrosa aparición de Nuestra Señora de Rasedo que se venera en su popular ermita del monte, de cuya descripción nos ocuparemos más adelante; y en la misma época se edificó la torre de la iglesia actual, torre que por su solidez y buena construcción quedó en pié al demoler al siglo siguiente la iglesia para edificar la actual  y a cuyo templo está adosada.

En el reinado de Felipe II se dieron y ganaron la célebre batalla de San Quintín, (10 Agosto 1557,) en la que los franceses perdieron 10.000 combatientes entre muertos y prisioneros; y la no menos memorable batalla naval de Lepanto (7 Julio 1571) en la que perdió el turco 200 naves y 25.000 hombres, rescatándose más de 30.000 cristianos cautivos. 

En tan gloriosa jornada peleó el inmortal escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quedando manco de la mano izquierda.

Felipe II incorporó Portugal a Castilla y agregó a España las islas Filipinas, muriendo pobremente en la más reducida estancia del Escorial el año 1598.

A principios del siglo XVI I y reinando Felipe III, se edificó en el mismo sitio que la primitiva y adosada a la torre de aquélla, la nueva y más capaz iglesia parroquial de San Martín de Tours; empleándose en su construcción la piedra y materiales del castillo feudal y de la casa conventual de los Templarios. 

En aquel tiempo se decretó la total expulsión de los moriscos que, en número de 900.000, fueron arrojados a los países africanos, con cuyo impolítico hecho se arrancaron innumerables brazos a la agricultura quedando yerma una considerable parte de España .

Desde entonces, y por la indolencia de sus reyes, empezó la decadencia nacional, perdiéndose los Países Bajos, el Milanesado, Portugal y otros muchos reinos; quedando reducidos nuestros dominios á solo España é Indias; imperando solamente en la corte la intriga y el favoritismo, y sujeta la nación, en tiempo de Carlos II, al fanatismo y egoístas miras del Jesuíta Nithar, Inquisidor General, e inspirador del pusilánime rey y de la reina Doña Mariana.

Las artes, ciencias y literatura, en el mayor decaimiento, los campos yermos, los espíritus enervados y la superstición más crasa, contribuían a enlutar más y más el lastimoso cuadro de la cadavérica España .

En el siglo XVIII , que empezó con el reinado de Felipe V, primer rey de la casa de Borbón, se fundó la ermita de Santa Ana.

Esto fue debido al aumento de población que tomó la villa en este siglo, y dadas las especiales condiciones que por su elevada situación reunía la parroquia de San Martin, causando dificultades para asistir a ella, particularmente a los ancianos que no podían subir una costosa y larga pendiente o las ochenta y tantas gradas de su escalinata; se edificó en sitio llano y casi en el centro del pueblo una bonita y cómoda iglesia dedicada a Santa Ana, destinándola a ser ayuda de la parroquia como sigue siendo en la actualidad.

En el reinado de Fernando VI se crearon los pósitos y se establecieron los Montes de Piedad, y el año 1759 inauguró su reinado Carlos III con grandes medidas económicas; se repartieron terrenos baldíos y se proporcionó trigo á los labradores perdonándoles los atrasos en las contribuciones.

Este rey decretó en 1787 la total expulsión de los jesuítas de España,cuya orden fue dada con tal sigilo que aquéllos no supieron nada hasta que fueron arrestados en sus conventos y embarcados para Italia.

Siglo XIX . El año 1801, nuestro gobierno impulsado por el francés declaró la guerra a Portugal, entrando en España un ejército de miles de franceses al mando de Leclerc , cuñado de Napoleón.

En 1808 la fiebre amarilla afligía por primera vez nuestras provincias meridionales, y el 21 de Octubre del mismo año se perdió nuestra marina en Trafalgar, donde perdieron su vida los gloriosos héroes Churruca, Gravina y otros muchos que vertieron su sangre en aquel día de execración.

El 19 de Marzo de 1808 ciñó la corona de España, Fernando VII el Felón.

El 24 hizo su entrada en Madrid y el 10 de Abril salió, llamado por Napoleón, con dirección á Bayona á donde llegó el día 20, obligándole el emperador francés á abdicar todos sus derechos a la corona de España .

Ocupada la península por ejércitos franceses, y prisioneros en Bayona Carlos IV y Fernando VII ,no pudo sufrir más el valeroso pueblo de Madrid el yugo que se le imponía, y se arrojó intrépido el día 2 de Mayo sobre el invasor; distinguiéndose entre otros muchos héroes, aun mujeres, los oficiales de artillería D. Luis Daoiz y D. Pedro Velarde, como así mismo el capitán Ruíz, cuyos nombres permanecerán indelebles en la Historia.

Resentido el francés de su enorme pérdida , trató de vengarla con inaudita alevosía, fusilando aquella noche a más de ciento cuarenta personas.

Atentado tan horroroso produjo la libertad e independencia de España , y todos, hombres y mujeres, ancianos y niños, se prepararon y juraron arrojar de su seno al inicuo usurpador de los tronos.

Innumerables son los grandes hechos que realizaron los españoles en los cinco años que duró la Guerra de la Independencia, también lucharon contra el ejército francés los "cerrateños", diremos únicamente que después de más de 480 acciones de guerra campal, las vencedoras en todo el mundo, águilas imperiales de Napoleón, traspasaban derrotadas el Pirineo, quedando sepultados en el suelo ibérico cerca de 400.000 de sus soldados.

El 19 de Marzo de 1812 se promulgó en Cádiz la Constitución, llamada popularmente "La Pepa".

El mismo año se padeció en toda España una terrible hambre, llegándose a pagar la fanega de trigo a más de trescientos reales y las dos libras de pan á 14 reales, cuya horrorosa escasez diezmó a innumerables familias.

En medio de tan angustiosa situación se cometió en nuestro pueblo, en Cevico de la Torre, un vandálico e inhumano acto por un individuo de las salvajes hordas de Bonaparte.

Hacía algún tiempo que un considerable número de soldados imperiales ocupaban Cevico de la Torre, terminando con los pocos comestibles que quedaban en la villa.

En una pobre cocina de la casa de un carpintero, un soldado francés se hallaba guisando unas judías para él y otro compañero de alojamiento; a un lado había una escuálida joven de unos 14 años y un débil niño hermano suyo, que apenas contaba tres de edad, estos miraban ansiosos aquel para ellos manjar, que su padre tenía escondido y que la sagacidad del francés los había arrebatado.

De pronto el niño, prorrumpiendo en lastimero llanto, pidió a su hermana unas pocas de aquellas alubias, y conociendo el francés por los gestos y las miradas los deseos de la criatura, la coge y la arrojó en medio de la lumbre.

Un desesperado grito de la horrorizada hermana fue contenido por la presencia de un hombre que, dándose inmediatamente cuenta de la situación, cogió al niño y dándosele a la atribulada muchacha a la vez que una significativa señal, la mandó salir y cerró la puerta, quedándose solo con el soldado que impávido probaba las judías.

Entonces el providencial salvador, que no era otro que el desgraciado padre de aquellas criaturas, cogiendo una herramienta de su oficio (la garlopa) empezó a dar con ella tan terribles golpes al francés que indudablemente hubiera terminado con él, si los vecinos, acudiendo a los gritos de socorro que daba su hija y entrando en la cocina, no hubieran impedido que se realizara las más justa de las venganzas y que se espiara el más inhumano de los crímenes.

Enterado el jefe de la fuerza francesa (que vivía cerca), del acto salvaje de su subordinado, arrestó a su subordinado en el calabozo de la villa, que le sirvió de cárcel y hospital, y declaró estar exento de prestar más alojamiento al honrado y valeroso padre, que no fue otro que Gregorio López, padre del niño tan providencialmente salvado, Ruperto López y de la muchacha que presenció tan horroroso atentado.

Gregoria López, era la abuela paterna de los niños; verificándose el vandálico hecho en la casa núm. 14 de la calle de Las Damas y hallándose alojado el jefe francés en la casa de enfrente, propiedad y vivienda de D. Francisco Monedero.

Otras muchas hazañas nada cultas y en extremo inhumanas, como el quedar sueltas las cubas de vino después de sacar lo que necesitaban, realizaron en nuestro pueblo, los soldados del pérfido invasor francés; pero como enumerarlas todas sería pasar los limites, diremos siguiendo la Historia, que el año 1818 se apoderaron los Estados Unidos de nuestras posesiones de la Florida.

En 1820 juró el rey ante las cortes la Constitución que fue nuevamente abolida el 1823.

El 21 de Marzo de 1829 un horroroso terremoto quedó a Orihuela y otros pueblos de Valencia y Murcia arruinados casi del todo; tanto en los edificios como en la pérdida de habitantes, cosechas y ganados.

El 11 de Noviembre de este año contrajo su cuarto matrimonio Fernando VI I con Doña María Cristina; el 10 de Octubre del siguiente (1830) nació la serenísima princesa Doña María Isabel Luisa y el 29 de Septiembre de 1833 murió el rey, quedando Doña María Cristina de regente del reino, durante la menor edad de la infanta Isabel.

Inmediatamente los partidarios del infante Don Carlos, hermano del rey, dieron el grito de rebelión y desde aquel momento empezó la funestísima guerra civil de los siete años que arruinó a España, sembrando el luto y desolación por todas partes.

El 8 de Marzo de 1836 se suprimieron todos los monasterios y conventos de institutos regulares y órdenes militares, la desamortización de Mendizabal; quedando sus bienes incorporados al Estado, con el nombre de bienes nacionales y con los que se enriquecieron unos cuantos sin mejorar en nada la precaria situación financiera de la Patria.

El 12 de Octubre de 1840 la reina abdicó la regencia en el Duque de la Victoria ; el 8 de Noviembre de 1843 fué declarada mayor de edad Isabel ÍI, que a los dos días prestó juramento ante el presidente del Senado.

El día 3 de Febrero de 1844 se sublevaron Alicante y Cartagena y el 28 de Marzo se creó el Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil.

El 16 de Junio de 1846 el Sacro Colegio eligió para ocupar la silla de San Pedro al Cardenal Mastai Ferretti, quien tomó el nombre de Pío IX en el pontificado.

El 19 de Mayo de 1850 desembarcó en la isla de Cuba la primera expedición pirática filibustera que fue combatida por un puñado de valientes y en el mes de Noviembre de este año se abrió al servicio público el ferrocarril de Madrid a Aranjuez, primero en España .

En 1865 ocurrieron en Madrid los tristes sucesos de la célebre noche de San Daniel en que se hizo fuego sobre una indefensa y pacífica muchedumbre; y en 1866, la escuadra española al mando de Méndez Núñez bombardeó Valparaíso y sostuvo en el Callao un combate en que nuestros marinos emularon las glorias de Churruca y Cravina, en Trafalgar

En 1826, Cevico de la Torre era villa secular del Partido de Cerrato, en la Provincia de Palencia, con Alcalde Mayor de primera clase y dos Ordinarios. Su población era de 520 vecinos (1.861 habitantes).

En aquel tiempo, además del templo parroquial, existían cinco ermitas.

Nuestra Señora de Palacios o Santa Palacios, situada junto al cementerio actual, con restos góticos, que perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalen hasta la Desamortización en el siglo XIX y fue Iglesia de los Templarios en la Edad Media, hasta el siglo XII, siendo el templo más antiguo de la localidad.

Este pequeño edificio de apenas 75 m2., conserva aún restos románicos en el ábside y en su portada, aunque el aspecto que ofrece hoy es fruto de remodelaciones.

 

 

Ermita de Nuestra Señora de Palacios o Santa Palacios

 

Fue reedificada en 1933 con fondos de la Fundación Monedero y por ello contiene desde 1925 un mausoleo con los restos de D. Pedro Monedero Martín,  filántropo natural de esta villa y fundador del Asilo de Santa Eugenia, con una escultura del mismo que tiene su verdadero rostro, realizada a partir de una máscara mortuoria.

En su momento en este templo se encontraba expuesta la imagen de Nuestra Señora de Palacios, en un retablo del siglo XVIII sin dorar, con signos de expolio.

Asimismo, el edificio se encuentra en estado de ruina. La pequeña imagen románica de madera repintada, se encuentra hoy en día en la iglesia de San Martín de Tours.

Las otras ermitas, Nuestra Señora del Monte o del Rasedo (siglo XVI), con una pequeña imágen de la Virgen del Monte esculpida en alabastro y que según relata la tradición, apareció escondida en el tronco de un roble en 1548.

Esta ermita está situada sobre un cerro de 876 m. de elevación. El aspecto que ofrece hoy es fruto de una reconstrucción casi completa en 1942, en la que se amplió en un cuerpo la nave central y se construyó la espadaña. La portada original del templo era de estilo renacentista con un frontón triangular y un acceso porticado.


Vista aérea de la ermita



Ermita de la Virgen del Monte o de Rasedo


Contiene un retablo de principios del siglo XVIII de tipo camarín, que recientemente ha sido restaurado, en él está colocada la sagrada imagen.


Virgen de Rasedo o Virgen del Monte

 

Los lienzos que también contiene este altar representan las imágenes del Nacimiento y Muerte de la Virgen, San Ildefonso, Santa Cecilia, y Maria Inmaculada. Este altar se halla separado del resto de la ermita por una verja de hierro con púlpito.

En la sacristía se conserva el camarín propiamente dicho, que contiene una azulejería renacentista más antigua que el retablo, y se admiraron también en su momento en ella cinco tablas góticas de los misterios de la Encarnación, Visitación, Presentación en el templo, Circuncisión y Adoración de los Reyes Magos.

La ermita de Santa Ana, construida en el siglo XVIII, situada en el centro del pueblo, con fachada de espadaña, conserva en su interior retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII. Este templo está advocado a San Joaquín y Santa Ana y consta de una nave con crucero. En la sacristía se conserva una bóveda de exuberantes yeserías barrocas.


Ermita - Iglesia de Santa Ana

 

Fue en 1.631, aún sin terminar la edificación del templo parroquial de San Martín de Tours, cuando Doña María Gonzalez, esposa del Teniente Gobernador de la Villa, manda según testamento, 4.000 ducados para convertir la ermita de Santa Ana en Iglesia.

En su momento contuvo un retablo mayor central, presumiblemente de esta misma época y que hoy en día ha desaparecido, y a los laterales se encuentran dos retablos barrocos del siglo XVIII que contienen las imágenes de la Inmaculada y de San José.

En la zona del altar se conservan las esculturas de San Joaquín, Santa Ana con la Virgen y un Cristo Crucificado.

En 1847, Cevico de la Torre era villa con Ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás en la Provincia de Palencia. Su población era de 387 vecinos (2.300 habitantes) y había 413 casas.

Entonces, esta villa seguía siendo Cabeza de Arciprestazgo en la Diócesis de Palencia y además de la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, subsistían las Ermitas de Nuestra Señora del Monte o de Rasedo, Nuestra Señora de Palacios o Santa Palacios y Santa Ana.

La villa tenía tres plazas bastante grandes y en una de ellas, la Plaza de la Olma, había una olma - olmo muy corpulento y frondoso, autóctono - de seis varas de circunferencia.

La villa poseía también un Pósito y su paisaje era muy pintoresco, pues estaba rodeada de montes de encina por el Noroeste y sur.

Conserva en la actualidad algunos de los típicos soportales posteados de la característica arquitectura castellana.

La principal actividad de los habitantes de esta villa era la agricultura, la que se componía de 6.000 obradas labrantías y varias huertas. Hay además numerosas bodegas en la periferia del pueblo, dada la popular tradición de viñedos en la zona.

La industria estaba formada por dos molinos harineros, minas de yeso, canteras de piedra y dos alfarerías.

La cultura estaba representada por dos escuelas de primeras letras, una para niños y otra para niñas.

A finales del siglo XIX comienza la construcción de una de las mayores obras de Beneficiencia que existieron en toda España, el Asilo de Pobres y Desamparados de “Santa Eugenia”. Su fundador fue Don Pedro Monedero Martín. El 20 de agosto de 1900, quedó definitivamente fundada.



Samaritana. Don Pedro Monedero


La fuente de Don Pedro, más conocida como “La Samaritana”, una estatua de hierro fundido, cuyo nombre artístico es “Ninfa de la Fuente”, está situada a la entrada del municipio, cuyo autor es el escultor Albert Carrier - Bellouse, se erigió en 1903, gracias a la generosidad y agradecimiento de Don Pedro Monedero.

En el municipio también existían situadas al norte en el regazo del pico Castillo y la Cueva Grande, un conjunto de más de cien cuevas habitadas hasta hace apenas 60 años, las del Cotarro de la Horca, las de Cameros y las de la Tejera.

Entre los activos que se ubican en los campos del término municipal, se encuentran siete cabañas o corrales de pastor, siendo los más importantes la denominada El Dragón o el Romeral

Entonces este municipio contaba con una población de 2,235 habitantes.

Por último, en 1930, la villa de Cevico de la Torre contaba con una población de derecho de 1.859 habitantes y poseía 550 edificios y 338 albergues.

En 1950 la villa contaba con 1.600 habitantes.

En la década de los 70, después de la emigración de los años 50 y 60, la villa contaba con 739 habitantes de derecho y 50,90 los km2 de superficie de su término municipal.

En la actualidad (2018) el municipio cuenta con 490 habitantes.

Un acontecimiento importante ...

Hallándose picando en una choza el vecino Crispulo Ebolet, aparecieron el año 1895, curiosísimos huevos fósiles, indudablemente antidiluvianos, que el sencillo e ignorante campesino, sin pararse a meditar sobre la causa y origen de tan feliz hallazgo, se los entregaba a los chicos, según los iba sacando, para que los pequeños jugasen; destruyendo así objetos tan estimados y que por sí solos constituían para el hombre estudioso, un completo tratado de geología y la historia de toda una religión.

Afortunadamente pronto corrió la noticia por el pueblo e ilustradas personas de él, recomendaron al  campesino que guardara los que pudiera hallar en lo sucesivo.

De este modo se pudieron reunir algunos ejemplares que en un principio se creyeron huevos de tortuga y que después se ha comprobaron que eran de ánade.

Cuantas consideraciones podamos hacernos de lo que fue o pudo haber en nuestro pueblo antes del Diluvio son extremadamente ficticias.

Otro acontecimiento a tener en cuenta ...

Otro hallazgo más moderno pero no menos curioso tuvimos el año 1887.

Con motivo de estar ahoyando una finca de don Tomás Coloma para plantarla de vides, se halló casi a flor de tierra, a medio metro de profundidad, una vasija de barro conteniendo infinidad de monedas, borradas en su mayor parte; monedas de plata, romanas unas (de los emperadores Julio Cesar, Tiberio y Calígula) y de la dominación árabe-española otras, siendo de extrañar que aparecieran juntas monedas de dos épocas tan diferentes, de dos dominaciones entre las que se interponen algunos siglos.

Por último, diremos que es en extremo curiosa y se presta a grandes conjeturas y reflexiones, la circunstancia de hallarse huesos humanos subterráneos en cualquiera sitio del pueblo y sus contornos.

No es posible exponer la causa de esta curiosa casualidad, pues si bien puede obedecer a la acumulación de cadáveres que las aguas del Diluvio (ironicamente dicho), produjeron en este lugar, es también posible que tales huesos procedan de los insepultos cuerpos de víctimas de alguna acción de guerra y cuyos despojos el tiempo se encargó de cubrir y la tierra de guardar.

Siendo aventurado cuanto pudiéramos decir de Cevico de la Torre, antes de la institución feudal, consignamos los anteriores descubrimientos, dejando a la consideración de los lectores cuantas conjeturas de ellos se puedan deducir y que con algún viso de verosimilitud, todas se pueden aceptar.




Feudalismo, proviene de las palabras alemanas fee que significa recompensa o bienes de fortuna; de donde sale feudo que quiere decir: Una posesión conferida por un alto Señor en premio de servicios prestados y con carga de otros nuevos.

La esencia del feudalismo es la unión íntima del vasallo con su señor, hasta llegar á identificarse con él. El vasallo no tenía deberes con nadie sino con su Señor; no reconocía nación ni rey, sino porque reconocía rey y nación, su Señor. No recibía justicia de nadie sino de su Señor, en cuyo provecho y honra redundaba todo.

Las jerarquías feudales formaban una cadena en la que cada clase dependía de la anterior y mandaba sobre la que le seguía. El origen de todo poder era Dios y vicario de Dios el Papa.

Este concedía al emperador y aún a los reyes el gobierno de las cosas temporales, reservándose para él, el de las eclesiásticas. El  que confería un feudo se llamaba sénior (señor) y el que lo recibía vasallo. 

El ser vasallo en una nación no impedía ser Señor y aún rey en otra; así vemos que el rey de Inglaterra era vasallo del de Francia, porque poseía la Normandía y éste lo era de los monjes de San Dionisio, porque de éstos era el Louvre y otros muchos soberanos eran vasallos del Papa.

Bajo el régimen feudal se rompió la unidad nacional, levantando tantos centros de sociedad y de poder cuantos eran sus señores. Cada uno de éstos ocupaba un castillo que se alzaba por lo común en la cumbre de una colina. 

En la torre del castillo tremolaba una bandera que indicaba que aquel Señor era dueño de todo el terreno desde donde dicha bandera se descubría. En torno del castillo se agolpaban multitud de casas donde vivían los campesinos o villanos. Nadie salía a trabajar ni dejaba el trabajo hasta que lo ordenara la campana del atalaya.



Atalaya feudal


Los derechos que los Señores tenían sobre sus vasallos llegaron a un gran número , siendo unos de estos criminales, otros ridículos y todos poco acomodados al espíritu del evangelio. Entre estos deben mencionarse están : El derecho de "mano muerta y el del fisco regio".

Por derecho de mano muerta, heredaba el Señor a toda persona servil de su feudo que muriera sin hijos, sin testar o de muerte repentina. El fisco regio hacía al Señor heredero de todo extranjero que falleciera en sus posesiones. 

Gregorio VI I y Alejandro III, lanzaron excomunión contra el que usaran este derecho, que con otros muchos dieron al feudalismo ese carácter feroz que solo pudo suavizar la intervención de la Iglesia, predicando la tregua de Dios, por la cual se suspendían, desde el miércoles por la tarde hasta el lunes por la mañana, las feroces contiendas que sostenían los Señores.

La consolidación del feudalismo fué el reinado de la violencia y la tiranía universal que pesaron sobre la masa general del pueblo cuya ignorancia y miseria eran tan completas en el siglo X , que hasta la nobleza llegó a tener a gloria no saber leer ni escribir; justificando así el título de siglo de hierro y de tinieblas con que la historia designa a este período.

El feudalismo subsistió durante los siglos X , X I y XII y si en él hubo cosas altamente censurables, otras fueron también dignas de elogio, dando origen a los tiempos heróicos de Europa, a las Cruzadas.

El feudalismo propiamente hablado y tal como le hemos descrito no existió en España, sin embargo, en Castilla y Aragón se notaron bien pronto reminiscencias feudales y los nobles aceptaron con bastante semejanza y mayor satisfacción, el nuevo, abusivo y despótico régimen.

En esta época y bajo la institución del feudalismo institución tiene su origen nuestro pueblo. 

Casi todo el perímetro que hoy ocupa Cevico de la Torre y su término era solamente a principios del siglo X un espesísimo monte poblado de airosos robles, fuertes encinas y gigantescos olmos, como lo demuestra el corpulento ejemplar que de estos últimos hubo en el municipio, llamado vulgarmente la Olma, estando solamente destinadas para terreno de sembradío, las escabrosas laderas del ala norte, el árido páramo del mismo lado y las vertientes y vega de Valle de Cerrato. 

El noble dueño de ambas vegas, montes y páramos, antecesor sin duda de los Condes de Oñate, constituido en señor feudal, tenía por súbditos y vasallos a los campesinos, necesarios para labrar sus tierras y a los guardas y pastores precisos para cuidar sus posesiones y rebaños.

Dos versiones y conjeturas se prestan respecto al lugar o sitio en que el Sr. Feudal tenía asentado su castillo, que mientras unos creen existió en el cerro que ocupa la parroquia de San Martín, fundándose para ello en que allí se halló la torre del Atalaya, otros aseguran que estaba enclavado sobre el pico llamado Castillo, a pesar del poco diámetro que tiene de cúspide la referida cuesta y que tuvo que servir de base a la fortaleza.

Esta creencia es sin duda alguna la más verosímil y generalizada, pues sabido es, como hemos dicho que los palacios o castillos feudales ocupaban los sitios más elevados, desde donde pudieran dominarse, no sólo todo el contorno de sus dominios, sino la mayor extensión posible, a fin de poder divisar y, en caso necesario, defenderse de improvisados enemigos.

Viene por último a confirmar esta creencia el tradicional nombre de Castillo y los huesos, cimientos y demás vestigios que en este siglo se han extraído de la referida cuesta.

Sin embargo, debemos consignar que hay también quien cree, mejor dicho supone, que este castillo existió en la cuesta aludida, pero subterráneo, como otro que parece se halló en el cerro más bajo, situado al oeste del promontorio de que se trata.

Lo que parece cierto es que en el cerro a que antes aludimos y donde se halla actualmente la iglesia parroquial, existió la torre llamada del Atalaya, con su conmovedora campana. Separándose en esto de la generalizada costumbre de que aquélla fuera parte integrante del mismo. 

En aquella época debido a la feracidad de las tierras y por la infinidad de cepos (raices) que se extraían de tan extensa roturación y a las muchas vides que en los nuevos terrenos se plantaron y a las que desde tiempo inmemorial se las venía llamando cepas

Lo cierto es que al pequeño y nuevo pueblo denominado "Cérico", se le empezó a llamar «Cepico» diminutivo de copo, cuyo nombre, con el tiempo y sólo cambiando una letra ha venido transformándose en Cevico. 

Por consiguiente el nombre de nuestro pueblo proviene de las palabras «cepa o cepo.» 

Sin embargo bueno es consignar la opinión de algunos, de que nuestro pueblo se llamó en la antigüedad «Cevillo», esta opinión no deja de ser una posibilidad. 



Cevico de la Torre


Más como ya hubiera otra colonia carbonera situada unas tres leguas, al Este y que por la misma razón sin duda ostentaba el mismo nombre, fue preciso y así lo determinaron nuestros antepasados, añadir al nombre de «Cepico o Cevico» el sobrenombre De la Torre, en atención a la del Atalaya, que coronaba aquel centenar de pobres casas, quedando con esto bien diferenciado del otro pueblo que se llamó y viene llamándose «Cevico Navero.»

En esta misma época, y en el sitio que hasta entonces había ocupado la torre del Atalaya , se fundó la primitiva iglesia parroquial de San Martín, dedicada a este Santo por llamarse así el Conde que por entonces era dueño de aquel señorío feudal.

Comenzaron a prometer y dar sus ofrendas al Señor Santiago y las villas que eran pobladas en este tiempo y así es como está escrito en los privilegios originales que fueron dados y otorgados al Sr. Santiago y al Señor San Millán. 

Melgar y Astudillo con sus villas y alfoces les pertenecía al Señor de Vizcaya, con cada casa y seudos pozales de vino, también Valdesalce, Valdeolmillos, con sus villas, Reinoso con sus villas, Quintana, Torquemada, Tariego, Palencia, Monzón, Baltanás con sus villas y Burgos con sus villas, Arlanzón arriba, allende del agua. 

Le correspondían también Torrebico y Frabero, estas con sus villas, con sus alfoces de un cabo del agua y del otro cual pertenece cada casa sendos arriencos (tortas de cera), igual que Castro Verde, Castril de Obico, Díaz con todo río de Esgueva hasta la villa Teresa Torde girando con Cervera y con todas las villas de un cabo y del otro del agua, cada casa sendas eminas de pan; etc., etc , (continúa la relación de ofrendas de infinidad de estos pueblos y villas al Señor Santiago y a San Millán) .

Como se ve en esta relación se cita a nuestro pueblo ofreciendo á Santiago y San Millán de la Cogulla seudos arriencos de cera, prueba inequívoca de los colmenares que por aquella antiquísima época existían ya en el montuoso término de Cevico de la Torre.

De aquel templo, que subsistió hasta el siglo XVII, es en que en el mismo sitio se levantó la actual iglesia parroquial, existe un libro de bautismos o parte de él, «que lleva la antiquísima fecha del año 1000. También de aquella iglesia, aunque más moderna, pues data del siglo XVI , es la torre actual en sus tres tramos inferiores.

De este modo el templo actual de San Martín de Tours, vino a reemplazar a la torre del despótico feudalismo y la conmovedora campana de la iglesia, que con su sonido simboliza la magestuosa llamamiento a la oración y sustituyó a la otra que con su tañido, dignificando el rudo mandato del tirano, hacia temblar de terror a cuantos la escuchaban.

De aquella época databan el cementerio antiguo y la ermita del Santo Cristo de la Agonía que existieron en lo alto de un cerro a doscientos metros al Este del pueblo; no quedando ya más vestigios de aquellos tan santos y venerados lugares que un día recogieron los despojos de nuestros antepasados, que la conmovedora imagen de Cristo que en relativo buen estado se conserva en Santa Ana, ni más recuerdo que el nombre venerado del camino que pasa cercano a aquellos sitios y que se llama «Camino del Cristo».

Así mismo existió también una ermita dedicada a San Pelayo, en el alto de un pequeño cerro, cerca del molino de abajo y también en el lugar o término llamado «El fraile» hubo en anterior época uno o más edificios, a juzgar por los escombros y vestigios que en aquel lugar se observan.

Esto ha sido todo lo que he podido recopilar sobre la historia de Cevico de la Torre y que quiero dedicar a mis paisanos, los "ceviqueños".


FIN



El autor del artículo. GLB, el Cerrateño

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