CERRATEANDO - COOPERATIVA DEL CAMPO DE BALTANÁS “SAN MILLÁN”
COOPERATIVA DEL CAMPO DE BALTANÁS “SAN MILLÁN”
UN CENTENARIO DE HISTORIA 1912 - 2012
Esta es la historia de una institución centenaria, que se creó en 1912, lo cual a la hora de escribir esto, ya cuenta con 107 años y que empezó denominándose como Sindicato Católico Agricola “San Millán”, para posteriormente convertirse en Cooperativa del Campo de Baltanás “San Millán”.
Quiero referirme en primer lugar a la historia del Sindicato Católico Agricola “San Millán”, en sus inicios.
Quiero referirme en primer lugar a la historia del Sindicato Católico Agricola “San Millán”, en sus inicios.
El Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, tiene su origen y se fundó en 1912, en concreto en el 5 de noviembre de se año, fecha en la que un grupo de agricultores de Baltanas y cercanías, con el párroco del municipio, don Cástulo Gutierrez, se reunieron para la constitución del sindicato.
La Junta Directiva fundadora, estuvo formada entre otros, por don Alberto Rodriguez. don Abilio Zamora, don Hilario González, don Cándido Casado y don Félix Jubete.
En sus primeros años, ya figuraban 220 socios de fundación y se vislumbraba un estado de prosperidad que habría de llegar con el tiempo. En 1929 contaba el Sindicato con 470 hombres de buena voluntad, agrupado bajo aquel ideal que distinguió la actuación de los Sindicatos Católico-Agricola.
Se solía decir que no solo de pan vive el hombre; es decir, no solo tienen los Sindicatos como base el facilitar a sus socios ventajas materiales; como fin primordial, eran una escuela de costumbre, en la que se rendía culto a una fe religiosa, a la instrucción y a todo aquello que tendiera a dignificar a la clase de labradores, sobre la que descansaba principalmente la base de la economía patria.
Según los documentos fundacionales, el Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, tenía como fin primordial, “la propagación y defensa de las enseñanzas y normas de la Iglesia y en ellas ha de inspirar toda su actuación social y económica, y si de ellas se apartare no cumplirá los fines para los que nos proponemos crearlo”.
Con esta finalidad surge el Sindicato, como una Sociedad Mutua que se denominará Sindicato Católico Agrícola “San Millán” y que estará bajo la que se denominará Sindicato Católico Agrícola “San Millán” y que estará bajo la Ley de Sindicatos de 28 de enero de 1906 y de las Asociaciones de 30 de junio de 1887, a efectos de su constitución.
Las sociedades de base mutualista constituyen lo que se llama economía social, y están formadas por un número de personas, normalmente más de dos, sin que sea posible la adopción de la unipersonalidad, como en las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada que hemos estudiado. La actividad de estas sociedades consiste en la satisfacción de las necesidades de los socios, no estando orientadas a la obtención de beneficios, aunque puedan alcanzarse de forma indirecta, como sucede en las cooperativas de consumo.
En esta etapa inicial del Sindicato se cuenta en la Junta Directiva con don Nicolás Moreno, como presidente, don Millán Masa, como vicepresidente, don Cándido Casado, tesorero, don Vicente del Campo, como vicepresidente, como secretario, don Ovidio Cabezudo y como vocales, don Agustín Puertas, don Vicente Curiel, don Jesús Nieto, don Aniano Prieto, don Gabriel Puertas y don Eusebio Calleja.
Existía un Consejo de Vigilancia, cuyo presidente fue don Luciano Calzada y como vocales fueron, don Paulino Jubete y don Miguel Ruifernandez.
Además a la Junta Directiva pertenecía el sacerdote que desempeñaba el cargo de párroco, en calidad de Consiliario de la entidad, don Cástulo Gutiérrez.
Los diferentes presidentes que se han ido sucediendo a lo largo de los años son:
Relación de Presidentes, que tiene Luis Antonio.
Luis Antonio Curiel Calleja
Tras la constitución del Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, surgió la necesidad de contar con un instrumento económico que sirviera de apoyo a los agricultores en sus necesidades crediticias y financieras, las cuales no podían ser atendidas por las instituciones financieras existentes en esos momentos.
Es así como surge el 30 de abril de 1917, el Reglamento para el Régimen de Caja Rural de Ahorros y Préstamos de este Sindicato, que fue aprobado por los socios que asistieron a la Junta General Extraordinaria que se había convocado para tratar el tema.
De esta manera se constituye la Caja Rural como una sección más del propio Sindicato. La actividad de esta nueva entidad financiera se postergó a la finalización de la Primera Guerra Mundial, ya que pese a no participar España en el conflicto bélico, la economía de todo el país y en especial la de zonas agrícolas dedicadas a comercio con el exterior, se vieron gravemente afectadas por la falta de estabilidad en los mercados.
Desde el momento de su inauguración siempre han sido utilizadas estas instalaciones como oficinas de la Caja Rural y todos los servicios de la "Mutua Agraria".
El desarrollo de la Caja Rural, fue magnífico, tuvo imposiciones por importe de 471.000 pesetas, de las de entonces y en préstamos se aproximó a igual cantidad.
Los fondos repartidos a los socios del Sindicato de Baltanás, consiguieron que desterrar la usura, muy arraigada en el pueblo, y hacer muchos pequeños propietarios, más de 200 obreros, pues antes vivían solamente de lo que les daba el jornal y entonces eran contados los que no tenían bienes, adquiridos en propiedad o en arrendamiento, que les ayudasen a vivir.
Esto se demuestra con las 460.000 pesetas que, como ya ha quedado dicho, tenían prestadas el Sindicato a sus asociados.
En abonos, el Sindicato repartió al año entre sus socios más de 40.000 pesetas y el movimiento general habido desde que se fundó el Sindicato, ascendió a la respetable cifra de nueve millones doscientas ochenta y tres mil ochocientas ventiséis pesetas (9.283.826 pesetas).
En 1929 el Sindicato poseía un capital propio de 70.000 pesetas, más el edificio social, que construyó con sus propios recursos.
Respecto a la historia del edificio del Sindicato en sí, su construcción se debe a la iniciativa de los socios, que desde el año 1917 fueron avanzando pequeñas cantidades para la adquisición de los diferentes terrenos que se unificarían para la construcción del edificio que sería la sede del Sindicato y muy principalmente al entonces párroco don Cástulo Gutiérrez, como impulsor y sostén del Sindicato.
En el edificio del Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, se puso la primera piedra en 1919 y se inauguró en 1920 y ya desde ese momento fue considerado como uno de los edificios más emblemáticos de Baltanás.
Se halla ubicado en la calle La Virgen y la entonces calle Alberto Rodríguez, hoy Avda. Juan José Lucas.
El constructor, fue Atilano Cepeda, padre de mi querido amigo, ya fallecido, Abundio Cepeda.
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