CERRATEANDO - COOPERATIVA DEL CAMPO DE BALTANÁS “SAN MILLÁN”

 HISTORIA DEL SINDICATO CATÓLICO AGRICOLA 

 COOPERATIVA DEL CAMPO 

“SAN MILLÁN” - BALTANÁS

COOPERATIVA DEL CAMPO DE BALTANÁS “SAN MILLÁN”


MÁS DE UN CENTENARIO DE HISTORIA 1912 - 2021

Esta es la historia de una institución centenaria, que se creó en 1912, lo cual a la hora de escribir esto, ya cuenta con 107 años y que empezó denominándose como Sindicato Católico Agricola “San Millán”, para posteriormente convertirse en Cooperativa del Campo de Baltanás “San Millán”.



Edificio social de la Cooperativa del Campo "San Millán" de Baltanás.

Es importante que se sepa quien fue el titular de la Cooperativa del Campo, San Millán.



San Millán de la Cogolla.

Emiliano de la Cogolla (en latín figura en ocasiones como Æmilianus, también conocido como Millán, fue un ermitaño, discípulo de Felices de Bilibio, considerado también santo. Hijo de un pastor, Millán ejerció ese oficio hasta la edad de veinte años. Desde finales del siglo IV se dio con cierta frecuencia entre los cristianos de Occidente la conversión ascética. Millán fue uno de estos que eligió ser un eremita ascético en un lugar retirado. El sitio escogido fue en medio de una exuberante vegetación, en la vertiente oriental de la sierra de la Demanda, que separa la meseta del valle del Ebro. En la roca del monte excavó su propia celda.

Fue ordenado sacerdote por el Obispo de Tarazona Dídimo, del pueblo de Berceo en el año 560. Tras haber experimentado la vida eremítica y clerical, decidió volver a la soledad a la vida monástica al monasterio de Suso, donde murió a los 101 años.

En la batalla de Simancas, año 939, el rey Ramiro II de León , el conde Fernán González de Castilla y García Sánchez I de Pamplona del reino de Pamplona-Nájera se enfrentan al califa cordobés Abd al-Rahman III y según la tradición, Santiago Apóstol acompaña a San Millán y ambos se aparecen en mitad del combate en defensa de los cristianos. San Millán fue elevado a patrono de castellanos y navarros comprometiéndose a pagar tributos; son los llamados "Votos de San Millán". Fernán González favorecerá enormemente al monasterio de San Millán con privilegios y donaciones.

Pese a la "imposición" del patronazgo de Santiago tras la unificación de Castilla y León, los castellanos continuaron reclamando que San Millán era su patrono y así en tiempos de Enrique II de Castilla en 1373, la Universidad de Ciudad y Tierra de Ávila llegó a negarse a pagar el voto a Santiago y sus procuradores llevaron el asunto a las Cortes. Los castellanos pagaban el Voto a San Millán.

En el siglo XVII, al desarrollarse un amplio debate sobre patronos, San Millán volverá a ser reclamado como patrón de Castilla y por lo mismo copatrón de España junto a Santiago, patronazgo que se mantuvo en los misales hasta la reforma litúrgica del concilio Vaticano II.

Esta es en breves trazos, la historia de San Millán, el titular de la Cooperativa del Campo de Baltanás, antes, Sindicato Católico Agricola “San Millán”.

Quiero referirme en primer lugar a la historia del Sindicato Católico Agricola “San Millán”, en sus inicios.

El Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, tiene su origen y se fundó en 1912, en concreto en el 5 de noviembre de se año, fecha en la que un grupo de agricultores de Baltanas y cercanías, con el párroco del municipio, don Cástulo Gutierrez, se reunieron para la constitución del sindicato.

La Junta Directiva fundadora, estuvo formada entre otros, por don Alberto Rodriguez. don Abilio Zamora, don Hilario González, don Cándido Casado y don Félix Jubete.

En sus primeros años, ya figuraban 220 socios de fundación y se vislumbraba un estado de prosperidad que habría de llegar con el tiempo. En 1929 contaba el Sindicato con 470 hombres de buena voluntad, agrupado bajo aquel ideal que distinguió la actuación de los Sindicatos Católico-Agricola.

Se solía decir que no solo de pan vive el hombre; es decir, no solo tienen los Sindicatos como base el facilitar a sus socios ventajas materiales; como fin primordial, eran una escuela de costumbre, en la que se rendía culto a una fe religiosa, a la instrucción y a todo aquello que tendiera a dignificar a la clase de labradores, sobre la que descansaba principalmente la base de la economía patria.

Según los documentos fundacionales, el Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, tenía como fin primordial, “la propagación y defensa de las enseñanzas y normas de la Iglesia y en ellas ha de inspirar toda su actuación social y económica, y si de ellas se apartare no cumplirá los fines para los que nos proponemos crearlo”.

Con esta finalidad surge el Sindicato, como una Sociedad Mutua que se denominará Sindicato Católico Agrícola “San Millán” y que estará bajo la Ley de Sindicatos de 28 de enero de 1906 y de las Asociaciones de 30 de junio de 1887, a efectos de su constitución.



Placa conmemorativa.

Las sociedades de base mutualista constituyen lo que se llama economía social y están formadas por un número de personas, normalmente más de dos, sin que sea posible la adopción de la unipersonalidad, como en las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada que hemos estudiado.

La actividad de estas sociedades consiste en la satisfacción de las necesidades de los socios, no estando orientadas a la obtención de beneficios, aunque puedan alcanzarse de forma indirecta, como sucede en las cooperativas de consumo.

En esta etapa inicial del Sindicato se cuenta en la Junta Directiva con don Nicolás Moreno, como presidente, don Millán Masa, como vicepresidente, don Cándido Casado, tesorero, don Vicente del Campo, como vicepresidente, como secretario, don Ovidio Cabezudo y como vocales, don Agustín Puertas, don Vicente Curiel, don Jesús Nieto, don Aniano Prieto, don Gabriel Puertas y don Eusebio Calleja.

Existía un Consejo de Vigilancia, cuyo presidente fue don Luciano Calzada y como vocales fueron, don Paulino Jubete y don Miguel Ruifernandez.

Además a la Junta Directiva pertenecía el sacerdote que desempeñaba el cargo de párroco, en calidad de Consiliario de la entidad, don Cástulo Gutiérrez​.

Los primeros socios del Sindicato Católico Agricola "San Millán".

Tras la constitución del Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, surgió la necesidad de contar con un instrumento económico que sirviera de apoyo a los agricultores en sus necesidades crediticias y financieras, las cuales no podían ser atendidas por las instituciones financieras existentes en esos momentos.

Es así como surge el 30 de abril de 1917, el Reglamento para el Régimen de Caja Rural de Ahorros y Préstamos de este Sindicato, que fue aprobado por los socios que asistieron a la Junta General Extraordinaria que se había convocado para tratar el tema.

Según los documentos fundacionales, el Sindicato tiene como fin primordial, “la propagación y defensa de las enseñanzas y normas de la Iglesia y en ellas ha de inspirar toda su actuación social y económica, y si de ellas se apartare no cumplirá los fines para los que nos proponemos crearlo”.

Con esta finalidad surge en el sindicato, como una Sociedad Mutua y que estará bajo la Ley de Sindicatos de 28 de enero de 1906 y de las Asociaciones de 30 de junio de 1887, a efectos de su constitución.

De esta manera se constituye la Caja Rural como una sección más del propio Sindicato. La actividad de esta nueva entidad financiera se postergó a la finalización de la Primera Guerra Mundial, ya que pese a no participar España en el conflicto bélico, la economía de todo el país y en especial la de zonas agrícolas dedicadas a comercio con el exterior, se vieron gravemente afectadas por la falta de estabilidad en los mercados.

Las cajas rurales constituyen el conjunto más relevante dentro del cooperativismo de crédito español, tanto por su presencia territorial (en la mayor parte de las provincias españolas), como por su dimensión numérica, económica, societaria y laboral.

Su ámbito operativo puede ser local, comarcal, provincial o nacional, y generalmente fueron promovidas por cooperativas agrarias, que en épocas de crisis y penurias, fueron realmente vitales para el trabajo y la financiación del sector agrario y ganadero.

Las cajas rurales desempeñaron originariamente un papel casi exclusivo en la financiación del sector agropecuario y del medio rural en general, en todas las comarcas y provincias españolas.

Al tomar como alternativa, dar servicios como Caja Rural, el Sindicato adopta las finalidades de las Cajas Rurales.

La Caja Rural de Baltanás, tenía estos fines entre otros:

  • Impulsar la confianza de la sociedad en las Cajas Rurales y, en general, en el crédito cooperativo y divulgar la filosofía y los principios que configuran su cultura empresarial específica y exclusiva.
  • Promocionar las actividades de la Caja Rural y coordinar su representación ante las Administraciones Públicas y ante otras Instituciones.
  • Fomentar el desarrollo de los principios de solidaridad y apoyo recíproco entre las otras Cajas Rurales.
  • Gestionar, administrar y disponer de los fondos de garantía mutua y solidaria constituidos.

Desde el momento de su inauguración siempre han sido utilizadas estas instalaciones como oficinas de la Caja Rural y todos los servicios de la "Mutua Agraria".


Primera caja fuerte del Sindicato Católico San Millán.





Llave de la caja fuerte.


Don Elias del Río, desde el comienzo estuvo vinculado a la Cooperativa y posteriormente, en la Caja Rural de Baltanás.

El desarrollo de la Caja Rural, fue magnífico, tuvo imposiciones por importe de 471.000 pesetas, de las de entonces y en préstamos se aproximó a igual cantidad.

Los fondos repartidos a los socios del Sindicato de Baltanás, consiguieron que desterrar la usura, muy arraigada en el pueblo, y hacer muchos pequeños propietarios, más de 200 obreros, pues antes vivían solamente de lo que les daba el jornal y entonces eran contados los que no tenían bienes, adquiridos en propiedad o en arrendamiento, que les ayudasen a vivir.

Esto se demuestra con las 460.000 pesetas que, como ya ha quedado dicho, tenían prestadas el Sindicato a sus asociados.

En abonos para el campo, el Sindicato repartió al año entre sus socios más de 40.000 pesetas y el movimiento general habido desde que se fundó el Sindicato, ascendió a la respetable cifra de nueve millones doscientas ochenta y tres mil ochocientas ventiséis pesetas (9.283.826 pesetas).

En 1929 el Sindicato poseía un capital propio de 70.000 pesetas, más el edificio social, que construyó con sus propios recursos.

Respecto a la historia del edificio del Sindicato en sí, su construcción se debe a la iniciativa de los socios, que desde el año 1917, fueron avanzando pequeñas cantidades para la adquisición de los diferentes terrenos que se unificarían para la construcción del edificio que sería la sede del Sindicato, muy principalmente al entonces párroco don Cástulo Gutiérrez, como impulsor y sostén del Sindicato.

En el edificio del Sindicato Católico Agrícola “San Millán”, se puso la primera piedra en 1919 y se inauguró en 1920 y ya desde ese momento fue considerado como uno de los edificios más emblemáticos de Baltanás.

Se halla ubicado en la calle La Virgen y la entonces calle Alberto Rodríguez, hoy Avda. Juan José Lucas.

El constructor, fue Atilano Cepeda, padre de mi querido amigo, ya fallecido, Abundio Cepeda.

Plano en planta del Edificio Social y dependencias anexas.

En su construcción, que duró un año, trabajaron en “cuadrillas” del pueblo, carpinteros, albañiles y otros gremios.

En un principio, el suelo del interior del edificio social era de tierra.

Podemos dar una ligera ojeada a las diferentes dependencias del edificio social del Sindicato entonces.

En la esquina del edificio, de la calle La Virgen, con la calle Alberto Rodriguez, se ubicaba la vivienda del conserje, hoy sigue existiendo una vivienda que se alquila y dos salones pequeños donde se reunían los socios, con su biblioteca; tenía y tiene un escenario para cine-teatro, con un patio de entonces bancos corridos y hoy de butacas; se habilitaba para las Juntas Generales, conferencias y otros actos similares, incluso tenía en el hall una barra de bar.

Había una planta alta con “vomitorios”, hoy desaparecidos y plateas. En esta segunda planta contaba con sala de visionado de las películas con su cámara.

El especialista que manejaba las maquinas que proyectaban las películas, era Maximiliano Puertas.

Como Sociedades Casinos en Baltanás, aparecen en el anuario de 1921, la del Sindicato Cooperativa “San Millán”.

Hubo una época, en el año 1945, en que el Cine Cooperativa de Baltanás, fue alquilado por la sociedad “BADI”, que tenía como socios a Enrique Baranda e Isaac Diezhandino que incluso tenía un bar ambigú a la entrada. Su actividad era como sala de cine, espectáculos y baile.

En el espacio de lo que hoy es el cine, cuando se hacía baile popular, se retiraban los "bancos corridos" y se subían al "gallinero".

En los años 70, sobre el escenario del Cine-Teatro de la Cooperativa, actuaron grandes artistas, algunos de la importancia de Antonio Molina, Rafael Farina o Manolo Caracol.

El Cine Cooperativa, fue alquilado en los 80 a los empresarios que tenían el cine en Cevico de la Torre, la encargada era Maruja.

El portero del cine era Valeriano Rodriguez. Uno de los últimos taquilleros que hubo, fue Abundío Espina.

Heliodóro Diago, fue el encargado y el molinero, que vivía en la vivienda integrada en el edificio de la Cooperativa.

En exterior del edificio social, anexas, se encontraban unos edificios, paneras amplísimas de 300 metros en cuadro, con un molino y una nave para almacenar abono, siendo el total de la parte edificada de unos 800 metros, ocupando los patios el resto de la superficie.

Pues asómbrese el lector, el costo de todo el edificio no costó más que 52.000 pesetas, de las de entonces.

Transformación del Sindicato Católico Agrario de Baltanás “San Millán” en

Cooperativa del Campo de Baltanás

La Sociedad Cooperativa del Campo de Baltanás, fue inscrita en la Sección Central del registro de Cooperativas el 31 de marzo de 1951 y fue clasificada como Cooperativa Agraria.

Sobre la base de lo que antecede y tras el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea se promulgó la Ley General de Cooperativas de 2 de abril de 1987, derogada por la de 16 de julio de 1999, Ley 27/1999.

La Cooperativa adaptó sus estatutos a la Ley 4/2002 de Cooperativas de Castilla y León, en la Oficina Territorial de Trabajo de la Junta de Castilla y León en Palencia. Su ámbito territorial era la provincia de Palencia.

El objeto de la Cooperativa eran las actividades y operaciones encaminadas al mejor aprovechamiento de las explotaciones de sus socios, de sus elementos o componentes y a la mejora de la población agraria y del desenvolvimiento del mundo rural y la comercialización de productos agropecuarios.

Existe en el Artículo 50 de los Estatutos de la Cooperativa, referencia a un Fondo de Formación y Promoción que tiene por objeto la difusión del cooperativismo.

En 1960, se inicia una gran reforma en la planta baja y los locales quedan destinados a sala de esparcimiento.

El tesorero que más tiempo estuvo en la Cooperativa fue don Rutilio Iglesias. Como gerentes estuvieron don Rodrigo, que era maestro, antes de Elías del Río.

El dinero estaba procedente del Banco de Crédito Agrícola y se repartía proporcionalmente a su aval económico propio.

Juan Nieto fue Presidente en el año 1966 hasta 1974, entrando luego como Presidente, don Cándido Curiel, que era Vicepresidente.

El edificio social sufrió al menos dos inundaciones, producto de las riadas, una en 1948, como se puede ver en la foto y otra en 1962.

Riada del 11 de Mayo de 1948.

El Presidente el 11 de abril de 2002, era don Agustín Calleja Toquero y como Secretario, don Gonzalo Andrés Cabezudo.

En el año 2000, la Cooperativa del Campo de Baltanás “San Millán”, se desprende de los terrenos anexos al edificio social, al Cine, para que se construya la Residencia de la Tercera Edad, en la nueva Avenida Juan Jose Lucas. Entonces era alcalde de Baltanás, don Miguel Puertas Cabezudo.

La Cooperativa del Campo en la actualidad es un icono de la actividad socio cultural de Baltanás, con múltíples actividades culturales, actuaciones musicales, teatro, cine, conferencias, exposiciones, eventos solidarios y otros.

Hoy día la Cooperativa del Campo de Baltanás “San Millán”, cuenta con 203 socios de pleno derecho.

La última Junta Directiva, salida de las elecciones de Junio de 2019, está constituida por :

Presidente y Secretario, Luis Antonio Curiel, Vicepresidente, Pablo Calleja, Tesorero, Jose Angel Masa, Vocales, Germán López Bravo, Matias García, Julio Fombellida, Alvaro Maté, Plasentino Manchón y Vicente Espina.

Baltanás antaño.

Una procesión pasa por delante del edificio de la Cooperativa - 1955

Algunos de los anuncios de la época, año 1929

Riada en Baltanás en 1948.

Ante la escultura de "El Sembrador", obra de del escultor Agustin Casillas, recordando a los socios fallecidos.

Los socios actuales en la escalinata de la Iglesia de San Millán, Patrono de la Cooperativa.



El edificio social en la actualidad


FIN



El autor del artículo, socio y miembro de la Junta Directiva actual, con la imágen y el estandarte

de San Millán.

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