HISTORIA DE UN PUEBLO CON HISTORIA - VALDECAÑAS DE CERRATO
HISTORIA DE UN PUEBLO CON HISTORIA - VALDECAÑAS DE CERRATO
“ Los pueblos que olvidan la historia de sus antepasados y renuncian a sus raices decaen miserablemente, porque pierden, además de la gratitud, la memoria, y con la memoria, la ciencia y el valimiento... “ (Emilio Castelar)
INDICE
1 Geografía y situación ……………………………………………….............
2 Climatología …..............................................................................................
3 Algunos nombres de lugares y parajes …………………………………….
4 Flora ……………………………………………….....................................
4 Fauna ………………………………………………....................................
4 Toponimía ………………………………………………............................
5 Historia de la comarca del Cerrato …………………………………………
6 Historia de Valdecañas de Cerrato ……………………………………….....
12 Edad Media ………………………………………………...........................
13 Edad Moderna ……………………………………………….......................
16 Fundación “Obra Pía de Tevar” ……………………………………………
20 Edad Contemporánea ………………………………………………............
21 Valdecañas y su pertenencia al “Alfoz de Palenzuela” …………………….
27 Vida y costumbres valdecañesas ……………………………………………
30 Fiestas ………………………………………………....................................
35 Gastronomía ………………………………………………..........................
38 Economía ………………………………………………...............................
40 Patrimonio cultural de Valdecañas de Cerrato …………………………......
42 Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari ………………………………….
43 Ermita de Nuestra Señora la Virgen del Campo ……………………………
46 Casa del Cordón ……………………………………………….....................
48 Antigua casa cural ………………………………………………..................
50 Edificio blasonado ………………………………………………..................
52 Casas de abolengo ………………………………………………..................
53 Casa típicas ……………………………………………….............................
54 Bodegas ………………………………………………..................................
56 Cabañas de pastor ………………………………………………...................
58 El Castillo ………………………………………………...............................
59 Cañada Real burgalesa y ruinas de Valdecañuelas ………………………….
60 Sobre el carácter “valdecañés” ………………………………………………
62 Léxico autóctono de la zona ………………………………………………....
64 Curiosidades sobre los apellidos y vínculos de personalidades ……………..
65 Historia de los apellidos más comunes de Valdecañas y sus origenes ………
74 Galería de imágenes valdecañesas...................................................................
1 Geografía y situación ……………………………………………….............
2 Climatología …..............................................................................................
3 Algunos nombres de lugares y parajes …………………………………….
4 Flora ……………………………………………….....................................
4 Fauna ………………………………………………....................................
4 Toponimía ………………………………………………............................
5 Historia de la comarca del Cerrato …………………………………………
6 Historia de Valdecañas de Cerrato ……………………………………….....
12 Edad Media ………………………………………………...........................
13 Edad Moderna ……………………………………………….......................
16 Fundación “Obra Pía de Tevar” ……………………………………………
20 Edad Contemporánea ………………………………………………............
21 Valdecañas y su pertenencia al “Alfoz de Palenzuela” …………………….
27 Vida y costumbres valdecañesas ……………………………………………
30 Fiestas ………………………………………………....................................
35 Gastronomía ………………………………………………..........................
38 Economía ………………………………………………...............................
40 Patrimonio cultural de Valdecañas de Cerrato …………………………......
42 Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari ………………………………….
43 Ermita de Nuestra Señora la Virgen del Campo ……………………………
46 Casa del Cordón ……………………………………………….....................
48 Antigua casa cural ………………………………………………..................
50 Edificio blasonado ………………………………………………..................
52 Casas de abolengo ………………………………………………..................
53 Casa típicas ……………………………………………….............................
54 Bodegas ………………………………………………..................................
56 Cabañas de pastor ………………………………………………...................
58 El Castillo ………………………………………………...............................
59 Cañada Real burgalesa y ruinas de Valdecañuelas ………………………….
60 Sobre el carácter “valdecañés” ………………………………………………
62 Léxico autóctono de la zona ………………………………………………....
64 Curiosidades sobre los apellidos y vínculos de personalidades ……………..
65 Historia de los apellidos más comunes de Valdecañas y sus origenes ………
74 Galería de imágenes valdecañesas...................................................................
GEOGRAFIA Y SITUACIÓN
Valdecañas de Cerrato es una localidad y también una pedanía del municipio de Baltanás, del que dista 9 km.
Está situada en la comarca del Cerrato (Palencia), en la comunidad autónoma de Castilla y León (España), y pertenece al partido judicial de Palencia.
Su geografía está salpicada de cerros rodeados de páramos; la población se levanta al pie del Pico Piyayo o Pico del Roble, llamado también «cerro del Carrascal», en un valle por el que discurren los arroyos el Castillo, el Pozo, el Valle y el Pozuelo, que se unen en el cementerio y abastecen de agua a los manantiales de Cañocaliente, Aguanal, Matilla, Águila, Mojapán, Piedra, Burros y Carropalenzuela que se dirigen hacia el río Pisuerga, los cuales desaparecen antes de llegar a su desembocadura.
Se encuentra a una distancia de 14 km de la A-62, a 37 km de Palencia, a 53 km de Burgos y a 68 km de Valladolid.
Limita al norte con Tabanera de Cerrato, Villahán, Palenzuela, Herrera de Valdecañas y Quintana del Puente; al sur con Baltanás, Cevico Navero, Cevico de la Torre, Villaviudas y Villaconancio; al este con Antigüedad, Cobos de Cerrato y Espinosa de Cerrato; y al oeste con Torquemada, Hornillos de Cerrato, Magaz de Pisuerga, Baños de Cerrato, Hontoria de Cerrato y Dueñas.
CLIMATOLOGIA
Su clima es continental, con inviernos fríos y secos. Los veranos son cálidos. Las primaveras y otoños, son cortos y placenteros.
Tiene un clima con las siguientes características:• La precipitación anual varía entre los 400 y los 500 ml. de lluvia
• Los días de precipitaciones al año superan los 100
• La temperatura media anual está entre los 11 y los 12° C
• La diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del más frío son unos 18°C
• En invierno las temperaturas medias son inferiores a los 6° C
• Son muy numerosas las heladas (desde noviembre hasta abril)
• El verano es la estación seca con altas temperaturas y escasez de agua.
ALGUNOS DE LOS NOMBRES DE LUGARES Y PARAJES
Nombres de lugares y parajes cercanos al municipio:
Valdecibillo, Lantadilla, el Pico del Roble (Pico Piyayo), la Mata de los Buitres, Santa Ana, Valcabao, Cañada Prauvilla, Valdesario, Valdepinillo, la Rosca, la Cotorra, Cospedrazo, la Senda Mojapán, la Lastra, Mataviudas, el Pozo, Barco Colmenarón, Cañada la Ramera, Lotero, Valdeco, la Somada, Fuente los Cantos, Carro Antigüedad, Fuente la Casa, Carro Valverde, la Poza, la Canaleja, la Cepera, Fuentevalilla, el Vallejo, los Picones, Villaboyaya, Villobayo -estuvo poblado en 24 de enero de 1479, y despoblado en 1516-, Valdecañuelas o Valdecañas de Yuso -despoblado, con restos de edificaciones, sito a 7,7 km del municipio, carretera de Torquemada-, la Vega, Carro Palenzuela, la Matilla, Aguanal. Fuente Ontanilla, Roblecinto y Villarmiro -estos tres, cerca del lugar llamado el Paredón, por las ruinas visibles todavía-, Villaflainvista, San Cristóbal -despoblado, a 150 m de «El Castillo»-, El Castillo, San Sebastián -despoblado, señalado en 1709-, etc.
En cuanto a la vegetación, el bosque autóctono es de tipo mediterráneo, de encina y carrasca, adaptado al clima y al suelo.
En medio de la sequedad del término, pueden verse bosquecillos a las orillas de los riachuelos. Allí crecen árboles como el chopo, el sauce y el olmo común, aunque este último va desapareciendo poco a poco por la enfermedad de la grafiosis.
Los pastos de la cuesta se han aprovechado para el pastoreo desde tiempos remotos, pero últimamente ha sido tan intenso el apacentamiento que ha dejado el suelo desnudo y expuesto a la erosión.
Cangrejos (Astacidae) -muy apreciada su pesca en los arroyos del municipio-. En los páramos y valles: Perdices, Codornices (Phasianidae). Liebres, Conejos (Leporidae). Tórtolas. Palomas torcaces (Columba palumbus). Palomas zurita (Columba oenas). Tórtolas (Columbidae). Sisones, Avutardas (Otididae). Picazos o Urracas (Corvidae). Vencejos (Apodidae). Golondrinas. Pardales. Calandrias. Terreras. Bisbitas. Collalbas rubias. Currucas. Aguilucho cenizo.
TOPONIMIA
Valle Kannas (siglo XI). Bal de Kannas (siglo XI). Valdecannas (siglo XI). Valdecañas de Suso (siglo XIV y siglo XV). Baldecañas de Arriva (siglo XVIII). Val de Cañas (siglo XIX). Valdecañas (siglo XIX).
Val: 'valle'. Caña/s: del latín, canna, 'caña', 'junco'. Suso: del latín, sursum, 'arriba', 'en lo alto'. Cerrato: 'cerro'; del latín, cirrus o cirratus, 'territorio ondulado, coronado por cerros'. Elevación de tierra aislada de menor altura que el monte.
Significado: Valdecañas de Cerrato = Valle de los juncos del territorio ondulado.
Gentilicio: valdecañés, valdecañesa
HISTORIA DE LA COMARCA DEL CERRATO
CONTEXTO HISTÓRICO QUE AFECTÓ A VALDECAÑAS DE CERRATO
Mucho antes de los vacceos, el primer humano del que se tiene conocimiento en la zona es el Homo Antecessor. Su cultura se encuentra dentro del canto tallado.
Posteriormente aparece otra especie humana, el Homo Ergaster, con una antigüedad de más de 300 milenios. Su cultura se ha documentado en las terrazas del río Arlanzón, en Villafría, -Burgos-, y en el río Pisuerga, en Fuensaldaña.
A mitad y finales de la Edad de Bronce (2200-900 a. C.), existen vestigios del fenómeno campaniforme, procedente sobre todo de la zona cantábrica y Álava. En esta época predominó la metalurgia del cobre y a finales de ella se originaron los diferentes pueblos prerromanos, que los cartagineses y los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica. Enseres de la época prerromana.
Los romanos, dispusieron rápidamente de infraestructuras en Hispania Nova Citerior. Construyeron obras civiles como, acueductos, calzadas y puentes -Torquemada y Quintana del Puente, son un ejemplo-, como base para el asentamiento de sus poblaciones en Quintanilla de la Cueza -siglo IV d. C.- y La Olmeda, en Pedrosa de la Vega, cerca de Saldaña, descubierta en 1968.
Licinio Lúculo asumió el cargo de Cónsul y Pretor, en la Hispania Citerior -151 a. C.-, fue belicista, venció en Cauca y en otras poblaciones, pero fracasó en su intento de conquistar Pallantia.
En el verano del 142 a. C. y aprovechando las labores del cereal, el cónsul romano Cecilio Metelo, saqueó las tierras vacceas.
El Gobernador Metelo Nepote, sometió en el 56 a. C. una rebelión de las tribus vacceas.
En el 49 a. C., desembarcó Julio César y después de derrotar a los Pompeyanos, consiguió el apoyo de toda Hispania, y dejó como Gobernador de la Citeror a M. Emilio Lépido.
El 29 a. C., Estatilio Tauro, llevó a cabo una campaña contra los vacceos. Trasladó su campamento a Sasamón en Burgos, cerca de Castrojeriz.
En aquel tiempo, el Cerrato se denominaba Campus Gothorum.
Cerrato castellano |
EDAD ANTIGUA
Al analizar los orígenes de los primeros pobladores de la comarca cerrateña, cabe mencionar a los vacceos y los arévacos, pueblos de origen celta que se instalaron por estas tierras, allá por el siglo III a. C.
Ocuparon la zona, marcando los límites al Este, los ríos Pisuerga y Arlanza. Palenzuela, fue una población de gran importancia para el pueblo vacceo, cuyo castro dominaba toda la zona.
Los castros hispano-romanos, los ce-vicos, y castrillos, fueron con el tiempo derivando en las villas de origen medieval, fortificadas. Estas fortificaciones, estaban construidas en mampostería, sillarejo y sillería.
Hoy en día, muchas de las piedras de sillería de estas construcciones, han terminado siendo expoliadas y utilizadas para la construcción de otros edificios.
En el año 447, el emperador romano Teodosio II, arrasó Pallantia hasta que en el 510 comenzó el poblamiento visigodo del territorio.
El rey Leovigildo quedó como único monarca en un reino muy fragmentado.
En el 2008, todavía se puede observar que por estas tierras, conviven individuos con clara ascendencia de aquellos primeros pobladores. Sus rasgos más acusados son el color azul claro de sus ojos, la palidez de su piel, y la tonalidad rubio claro de su cabello, características que se corresponden con un cierto nivel de endogamia, que ha imperado en estos lares desde entonces.
EDAD MEDIA
Al finalizar el siglo IX, los ejércitos cristianos reconquistaron el lugar, con lo que se inició su repoblación, que sucedió reinando Alfonso III el Magno.
Hay que destacar que el antiguo Condado de Castilla, fue repoblado por personas procedentes de diversos pueblos como los godos, los astures, los vascones, los cántabros y los mozárabes.
Residentes en un principio en Vizcaya, los movimientos los hicieron hacia el Oeste, a un lugar tradicionalmente llamado Bardulia, desde donde ocuparon lo que luego formó el Reino de Castilla. Desde la Bardulia, en plena cuna de Castilla -Lezana de Mena y Leciñana en el Valle de Mena, en el norte de Burgos-, se inició la repoblación de los campos cerrateños.
Fue en esta zona, en el Valle de Mena, donde por primera vez se denominó el término “CASTILLA”. Torre de los Velasco Lezana de Mena (Burgos). Por esa razón, existen apellidos con tanto abolengo en la zona cerrateña, como los de los Velasco.
Linajes como los de la familia de los Velasco y los Quirós, fueron muy importantes en la zona castellana y más concretamente en la palentina.
Dicese que en Salamanca, durante una cena, los Señores de Velasco y Quirós, se enfrascaron en un duro enfrentamiento verbal, en presencia del Obispo de Salamanca, para zanjar la discusión, el Obispo intervino... “Antes de que Dios fuera Dios y los peñascos, peñascos, los Quirós eran Quirós y los Velasco, Velasco.” Con esta sentencia obispal, probablemente se evitó un más que posible conflicto.
La repoblación, proveniente del Norte, de Cantabria y Vizcaya, pudo deberse a motivos como el de la obtención de tierras de cultivo y a la debilidad del emirato de Córdoba. Llegaron a los territorios cerrateños, donde no existía ningún tipo de organización territorial. Realizaron presuras de terrenos, restauraron iglesias y recuperaron molinos con el fin de labrarse una nueva tierra donde vivir.
Cada familia recibía en base al derecho de presura, la superficie de tierra que se podía arar en un día. Parece ser que los abades o las familias más o menos poderosas, fueron las que protagonizaron las primeras repoblaciones.
Son varias aceifas musulmanas las que todavía pueblan la zona. Se crearon fortificaciones para detener a los musulmanes que comandaba Musa II.
Durante el reinado de Ramiro I, hubo un parón en la repoblación por tierras de Castilla. En esta época era II Conde de Castilla, "por la gracia de Dios",
Diego Rodríguez, hijo de Rodrigo, y con él, se creó una nueva línea defensiva siguiendo el curso del río Arlanza. De ahí que la zona estuviera jalonada de fortalezas como la de El Castillo, en Valdecañas de Cerrato, y los castillos defensivos de Hornillos, Baltanás y Palenzuela, en este, todavía en el 2008 pueden admirarse tramos de la muralla, así como una de sus puertas, la de "La Paz".
La primera repoblación se realizó entre el 850 y el 975.
Aplicando la tradición jurídica romana, todas las tierras abandonadas, siendo todas las de la meseta, pasaron a propiedad del Rey. Así éste se convirtió en propietario de todas las tierras que se repoblaron en los siglos IX y X.
En el 873, el Conde Rodrigo que luchó primero contra Musa ibn Musa, y luego contra Mohamed I, consiguió consolidar el Condado de Castilla, que ya con Alfonso III el Magno, aparece configurado. De la cultura mozárabe, nos han quedado algunas aisladas muestras, en la toponimia y origen de muchos de los pueblos de la comarca cerrateña. También hay vestigios arquitectónicos y artísticos de mucho valor en la zona, de aquella época.
Tras el triunfo del rey Ramiro II, asciende un nuevo dirigente que a la larga será el verdadero conformador de Castilla como unidad política e histórica, Fernán González, hijo de Gonzalo Fernandez, Conde de Lara, (al cual se le consideraba como un héroe), identificando a España con Castilla.
Las fuentes naturales eran patrimonio de la comunidad, así como también los bosques, aguas y pastos. Esta propiedad colectiva coexistía con la privada de las casas y las tierras de labor.
Los concejos hacían rechazo de los mandatos reales que estimaban contrarios a los fueros, de ahí proviene la histórica frase castellana: «Las órdenes del Rey son de acatar, pero no son de obedecer si son contra fuero».
Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo señores cristianos en los territorios conquistados.
Estos convivieron con el colectivo judío existente por ejemplo en la judería de Palenzuela. Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
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Es conveniente analizar las circunstancias en las que se produjeron los nacimientos de los núcleos urbanos en la época medieval, tales como nuestro querido Valdecañas.
Las soberanías territoriales antes del año 975, consistían en el Rey, el cual reunía todos los poderes. Los Condes, que eran los delegados regios removibles que gobernaban diversas comarcas del reino. Existían también las behetrías, que eran una especie de repúblicas o señorios, que elegían por jefe o señor a quien les parecía, entre los de un determinado linaje.
Las Merindades, comprendían a bastantes municipios, al frente de las cuales estaba un Merino, que actuaba como representante del Rey. Entre las Merindades de Castilla, se encontraba la Merindad del Cerrato.
Los Jueces o los Sayones, desde un castillo regían pequeños territorios, llamados Alfoz o suburbios y las aldeas, centros de población local, de entre 5 y 20 familias, cada una con un Concejo de Villa, que era el que gobernaba. También se gobernaba por la costumbre.
Valdecañas fue una de las soberanías en la que el poder de la comunidad emanaba del pueblo. Los alcaldes se elegían democráticamente. Las asambleas solían celebrarse en los atrios exteriores de las iglesias o plaza pública, «estando ayuntados a campana repicada según lo habemos por uso e costumbre de nos ayuntar», dice textualmente un acta concejil. El pueblo se fortificó con una sólida muralla para defenderse de los sarracenos. Durante éste periodo existía una necrópolis alto-medieval en los alrededores. Castilla se dividía en dominios.
En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras.
Según el Fuero de Palenzuela, similar al Fuero de Castrojeriz y en el denominado como Alfoz de Palenzuela -los alfozes eran también conocidos como tierras-, se puede asegurar que Valdecañas de Cerrato existe al menos desde antes de 1074.
Valdecañas tuvo siempre mayor vinculación histórica con Palenzuela que con Baltanás. No se conoce la fecha exacta de su fundación, pero se cree que es mucho más antigua que lo que aparece en documentos fehacientes.
Valdecañas de Cerrato se fundó probablemente cuando los Condes de Castilla trataron de defender el territorio del Cerrato, en 1016.
Su posición en alto con respecto a otras poblaciones fue una delas causas a su favor. En 875, la cuenca del río Arlanza estaba fortificada por Palenzuela y otras villas. Fue entonces cuando surgió con toda probabilidad Valdecañas.Todo empezó al finalizar el siglo IX, los ejércitos cristianos reconquistaron el lugar, con lo que se inició su repoblación, que sucedió reinando Alfonso III el Magno, lo cual no quiere decir que con anterioridad no estuvieran estas tierras pobladas por los vacceos, los romanos, los árabes, los judios, en definitiva, los que hoy y desde siempre conocemos como "cerrateños" y más concretamente en Valdecañas, como "valdecañeses".
El Rey Alfonso III el Magno (866? 910) derrotó a los moros y reconquistó el Cerrato. Favoreció la venida de los mozárabes, así como de las gentes del Norte, cántabros y vascones, para repoblarlo, fueron gentes que con anterioridad, habían huido de la ocupación sarracena en la zona.
Durante el año 974, la zona contó con la presencia del Conde de Castilla, García Fernández y posteriormente de su hijo Sancho García.
.Valdecañas limitaba en esta época con Herrera de Valdecañas, con Espinosa de Cerrato y con el Condado de Monzón. Hay que destacar que el antiguo Condado de Castilla, fue repoblado por personas procedentes de diversos pueblos como los godos, los astures, los vascones, los cántabros y los mozárabes, a los que se les podría denominar como exiliados. Residentes en un principio en lo que hoy conocemos como Vascongadas, los movimientos los hicieron hacia el Oeste, a un lugar tradicionalmente llamado Bardulia, desde donde ocuparon lo que luego formó el Reino de Castilla. Desde la Bardulia, en plena cuna de Castilla -Lezana de Mena y Leciñana en el Valle de Mena, en el norte de Burgos-, se inició la repoblación de los campos cerrateños, juntamente con los cántabros que llegaron por la llamada ruta de los denominados "foramontanos".
Fue en esta zona, en el burgalés Valle de Mena, donde por primera vez se denominó el término CASTILLA.
Por esa razón, existen apellidos con tanto abolengo en la zona cerrateña, como los de los Velasco. Linajes como los de la familia de los Velasco y los Quirós, fueron muy importantes en la zona castellana y más concretamente en la palentina. Dicese que en Salamanca, durante una cena, los Señores de Velasco y Quirós, se enfrascaron en un duro enfrentamiento verbal, en presencia del Obispo de Salamanca, y para zanjar la discusión, el Obispo intervino...
"Antes de que Dios fuera Dios y los peñascos, peñascos, los Quirós eran Quirós y los Velasco, Velasco."
Con esta sentencia obispal, probablemente se evitó un más que posible conflicto.
La repoblación, proveniente del Norte, de Cantabria y Vizcaya, pudo deberse a motivos como el de la obtención de tierras de cultivo y a la debilidad del emirato de Córdoba. Los repobladores llegaron a los territorios cerrateños, donde no existía ningún tipo de organización territorial.
Realizaron presuras de terrenos, restauraron iglesias y recuperaron molinos con el fin de labrarse una nueva tierra donde vivir. Cada familia recibía en base al derecho de presura, la superficie de tierra que se podía arar en un día.
Parece ser que los abades o las familias más o menos poderosas, fueron las que protagonizaron las primeras repoblaciones. Son varias aceifas musulmanas las que todavía pueblan la zona. Se crearon fortificaciones para detener a los musulmanes que comandaba Musa II.
Durante el reinado de Ramiro I, hubo un parón en la repoblación por tierras de Castilla. En esta época era II Conde de Castilla, "por la gracia de Dios", Diego Rodríguez, hijo de Rodrigo, y con él, se creó una nueva línea defensiva siguiendo el curso del río Arlanza.
En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras.
En 875, la cuenca del río Arlanza estaba fortificada por Palenzuela y otras villas. Fue entonces cuando surgió con toda probabilidad Valdecañas.De ahí que la zona estuviera jalonada de fortalezas como la de El Castillo, en Valdecañas de Cerrato, y los castillos defensivos de Hornillos, Baltanás y Palenzuela, en este todavía pueden admirarse tramos de la muralla, así como una de sus puertas, la de "La Paz".
(2 * Restos de las murallas del castillo de Palenzuela. Puerta de la Paz.)
La primera repoblación se realizó entre el 850 y el 975. Aplicando la tradición jurídica romana, todas las tierras abandonadas, siendo todas las de la meseta, pasaron a propiedad del Rey. Así éste se convirtió en propietario de todas las tierras que se repoblaron en los siglos IX y X.
En el 873, el Conde Rodrigo que luchó primero contra Musa ibn Musa, y luego contra Mohamed I, consiguió consolidar el Condado de Castilla, que ya con Alfonso III el Magno, aparece configurado.
De la cultura mozárabe, nos han quedado algunas aisladas muestras, en la toponimia y origen de muchos de los pueblos de la comarca cerrateña. También hay vestigios arquitectónicos y artísticos de mucho valor en la zona, de aquella época.
Tras el triunfo del rey Ramiro II, asciende un nuevo dirigente que a la larga será el verdadero conformador de Castilla como unidad política e histórica, Fernán González, hijo de Gonzalo Fernandez, Conde de Lara, al cual se le consideraba como un héroe, identificando a España con Castilla.
Las fuentes naturales eran patrimonio de la comunidad, así como también los bosques, aguas y pastos. Esta propiedad colectiva coexistía con la privada de las casas y las tierras de labor. Los concejos hacían rechazo de los mandatos reales que estimaban contrarios a los fueros, de ahí proviene la histórica frase castellana:
«Las órdenes del Rey son de acatar, pero no son de obedecer si son contra fuero».
Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo la autoridad de los señores cristianos en los territorios conquistados.
Estos convivieron con el colectivo judío existente por ejemplo en la judería de Palenzuela.
Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
Existía un despoblado llamado «Villobayo», situado a unos 4 km al este de Valdecañas, en las proximidades de la antigua ermita de Santa Ana, a la vera izquierda del arroyo del Castillo, cerca del cerro homónimo, en cuya cima posiblemente existió una fortaleza medieval.
(3 * Zona donde estuvo el Castillo de Valdecañas)
En el siglo XI, el rey Fernando I, agregó varios monasterios al de San Pedro de Arlanza, entre los que figuraba San Facundo y San Martín, de Valdecañas de Cerrato.
En 1070, una tal Domenga, donó al Monasterio de San Pedro de Cardeña, diversas heredades en "Bal de Kannas", conjuntamente con unas viñas de Soto de Yuso -Soto de Cerrato-.
En 1078, Valdecañas figura como población importante. El Padre Luciano Serrano y Pineda, en su Cartulario publicado sobre San Salvador de El Moral -1906-, identificó Valdecañas, con Valdecañas de Suso -arriba- y no Valdecañas de Yuso -abajo-, que debía estar al pie de la de Suso, con posterioridad.
En 1113, Jimena, esposa de El Cid, se dice que vendió el Monasterio de San Pelayo, de Valdecañas (...) o en el cercano Cevico Navero (...), de la Orden Mostense o Premostratense, al Cabildo de la Catedral de Burgos. El Monasterio de San Pelayo, en Cevico Navero, es de 934. En 1145, bajo la protección de Alfonso VII, pasa a los Canónigos Regulares y en 1156 o 1159 a los Premostratenses. Fue filial de Nuestra Sra. de la Vid (Burgos).
Aunque más bien Doña Jimena Díaz, no vendió el señorío de Valdecañas, lo que efectuó fue la venta de sus propiedades.
El documento dice así:"Es de mi agrado venderos aquella mi heredad de Valdecañas. Está aquella heredad integrada por el Monasterio de San Pelayo Mártir, con sus casas y solares, con tierras y viñas y molinos y prados y todo lo que a él pertenece, en el precio de 500 sueldos de plata."
4 * Restos del Monasterio de San Pelayo
En 1183, siendo canónigos de Burgos, Cristobal y Pedro, se vendió una heredad de Valdecañas, por 500 sueldos, según "Actas del Congreso Internacional sobre El Cid" (1999).
En el siglo XII, tal vez se construyó el primitivo templo parroquial de estilo románico y los lugares de "Valdecañas" y "Villobayo", seguían perteneciendo al Alfoz de Palenzuela.
En 1352, cuando se llamaba Valdecañas de Suso, consistía junto a Villavaya (despoblado de Villobayo) en lugares de behetría de la Merindad de El Cerrato, las cuales pertenecían a Juan Rodríguez de Sandoval, nombrado caballero en Burgos, por el Rey Alfonso XI de Castilla en 1330, junto al que lucho en la reconquista de Algeciras en 1344. Estuvo casado con Juana de Castañeda.
El señorío natural de ambos lugares pertenecía a la Casa (linaje) de los señores de Lara, Vizcaya y Valverde. También tuvo mucha influencia el linaje, la familia de los Velasco, Condestables de Castilla.
En el códice Becerro de las Behetrias de Castilla, aparece que dicha población perteneció en lo eclesiástico a la Diócesis de Burgos, hasta el año 1955, en que fue agregada al Obispado de Palencia, siendo obispo, José Souto Vizoso (1949-1970).
EDAD MODERNA
En 1475, durante el reinado de los Reyes Católicos, Valdecañas de Cerrato y el despoblado de Villovayo, respectivamente, seguían perteneciendo a la Merindad de el Cerrato y satisfacían de tributos, 6.864 y 607 maravedíes cada uno.
La Reina Católica, Isabel la Católica, expidió Real Cédula, imponiendo a los pueblos de la Merindad del Cerrato una contribución:
"A vos el Concejo de Valdecañas de Suso: seys mill e ochocientas e sesenta e quatro maravedís. A vos el Concejo de Valdecañas de Yuso: cuatro mill e trezientos e veynte e nueve maravedís"
De lo que se deduce que Valdecañas de Arriba -Suso-, era mayor que la de Abajo -Yuso- y que además, las dos poblaciones seguian existiendo durante el susodicho 1475.
Como curiosidad el costo de una sepultura, se pagaba hasta el 1516, 28 maravedís y después un real.
Por aquella época, la reina Juana I de Castilla, llamada la Loca (1479-1555), tercera hija de los Reyes Católicos, paseó después de muerto, el cadáver de su marido Felipe el "Hermoso" por las tierras del lugar, pernoctando en el castillo de Hornillos de Cerrato, en su camino hacía Tordesillas. En Torquemada, dio a luz a su hija póstuma Catalina de Austria, llamada la "Torquemadina", que posteriormente fue reina de Portugal.
En 1488, los mismos lugares y otros de la misma merindad pagaban a María de Castañeda, cierta cantidad de maravedíes. Tomó el hábito como Comendadora del Real Monasterio de Frailas Comendadoras de la Orden de Santiago de Santa Eufemia de Cozuelos o Cozollos - provincia de Palencia-, dejando el mayorazgo a su sobrino. Los Castañeda, se consideraron muy vinculados a los Zúñiga y a los Velasco.
En 1484, en 4 de febrero según documento, Bernardino Pérez de Sarmiento, Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia, título este que se lo otorgó Enrique II, en 1442, a su antepasado Pedro Ruiz Sarmiento y era el que le daba realmente el poder. Tenía la villa de Hornillos de Cerrato, como herencia. Tuvo problemas con los vecinos y por ello le reprimió el Rey.
Ésta villa de Hornillos arrendó los términos de Valdecañas de Yuso, que sembró, pero luego fueron alquilados a Alfonso Enriquez (Almirante de Castilla), que tomó posesión inmediata de los mismos. El nuevo arrendamiento no causaba efecto hasta que se hubiera recogido la cosecha del primero. Bernardino, era hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Casó con María Pimentel y Castro. Ella adujo malos tratos para separarse de el. Murió en 1522.
A primeros del siglo XVI, Valdecañas figuraba entre los bienes aportados por Teresa Sarmiento, hija del Conde de Santa Marta, en su matrimonio con Pedro Acuña «el Viejo», segundo Señor de Villaviudas. Según el inventario de bienes de la dote, incluían, casas, molinos, ovejas y heredades del lugar de Valdecañas. También aportó casa y vasallos de Baltanás. La dote se evaluó en más de 2.500.000 mrs. Pedro Acuña, se volvió a casar en segundas nupcias con María de Robles.
En 1543, Diego Acuña, «el gran cortesano», pariente de Pedro «el Viejo», era caballero de la Orden de Santiago y para que nos hagamos una idea de como se criticaba a los aristócratas, este es un ejemplo de texto satírico de la época:
"A ti, Fray Diego de Acuña, que eres medio bachiller, que puedes muy bien hacer, el testamento en una uña."
A mitad de éste siglo, se construyó la "Casa del Cordón", de estilo plateresco, que nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio. Fue mandada construir a expensas de Dª Mencia, esposa del Condestable de Castilla, gran devota de San Francisco.
5 * Casa del Cordón, en Valdecañas
Durante 1516 la iglesia pertenecía al arciprestazgo de Palenzuela, figuraba en el «apeo» de los señoríos de los prelados burgaleses, realizado por mandato del obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca (1514-1524) y también la ermita de Nuestra Señora, la Virgen del Campo.
Durante esta época, los Enríquez, Almirantes de Castilla, recibían los tercios de la villa de Palenzuela y de su tierra, en la Mesa de Valdecañas. El término de Valdecañuelas lo sembraban los de Torquemada, Hornillos de Cerrato y los de Valdecañas.
También se cree que por esos días, «El Castillo» podría haber estado en uso hasta que en 1516 se despoblaron los poblados de Villovayo y Roblecinto, anejos al mismo.
6 * Ermita de la Virgen del Campo
La ermita de Nuestra Señora la Virgen del Campo se construyó en el siglo XVI y en el siglo XVII, construyeron la actual iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, de estilo barroco, edificada quizás sobre el solar que ocupaba la iglesia anterior.
Existían 6 Cofradías. La del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora, la Virgen del Campo -en honor a la patrona del municipio- y la de San Nicolás de Bari -patrono de la villa-.
En 1675, Valdecañas era señorío del Almirante de Castilla, Enriquez, señor de Palenzuela, y contaba con 50 vecinos. Por entonces la villa, poseía cinco templos. La Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y las ermitas de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, San Lorenzo, Santa Ana y La Magdalena. También existía un Hospital, con dos camas, cuyos gastos eran sufragados por el Concejo. Cursó en este año visita el Obispo, que participaba en el octavo de los diezmos.
En 1702, las ermitas de La Magdalena y la de Santa María de Cañuelas, se hallaban en ruinas y la población era de 36 vecinos.
En 1752, cuando se llamaba Baldecanas de Arriva, era villa de señorío del Partido de Palenzuela, en la provincia de Valladolid, con alcaldes ordinarios.
Sobre la pertenencia de dicho señorío había pleito pendiente entre la Duquesa de Alba y la Condesa de Benavente.Por los señores del Real Consejo, le había sido encargada la administración de la villa, quien percibía de la misma, por razón de alcabalas, solamente dos cántaros de miel y 300 maravedíes en dinero. Además pagaban en las «Reales Arcas de Valladolid», 144 reales por esta razón.Las autoridades civiles de la villa eran Gaspar Martín y Andrés Belasco, Alcaldes Ordinarios.
La autoridad eclesiástica de la villa era Manuel Prieto Martín, cura de la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari y el pueblo contaba por entonces con 66 vecinos, 86 casas habitables y 3 arruinadas que no pagaban al dueño tributo alguno.
El término de la villa comprendía 2.500 «obradas» de terreno. Los ingresos anuales que ésta percibía por los bienes propios del Común, ascendían a 509 reales.
Había también un molino harinero que pertenecía a Pedro Montoya -residente en San Cebrián de Buena Madre- y 28 colmenas diseminadas por el campo. Los ingresos anuales que percibía la villa por los bienes del Común, ascendían a 509 reales.
En 1779, pertenecía al Partido de Palenzuela de la Provincia de Valladolid, situado entre las provincias de Palencia y Burgos.
En 1783, una gran epidemia que se produjo por las aguas estancadas después de una inundación ocasionada por el desbordamiento de sus dos arroyos, diezmó la población del pueblo a 30 vecinos de los 110 con los que contaba. El Arzobispo de Burgos, Arellano, intervino para remediar en lo posible dicha calamidad pública.Por esta época se produjo otro hecho luctuoso, un rayo caído en el municipio, mató a varios niños que se encontraban juntos, los supervivientes se refugiaron en la iglesia.
En 1785, Val de Cañas era villa de señorío secular del Partido de Palenzuela en la Provincia de Valladolid, con Alcalde Pedáneo.
Como se puede comprobar por los datos enunciados, las familias que tradicionalmente han tenido su señorío e importancia a lo largo de cientos de años en la comarca cerrateña, que incluye Valdecañas de Cerrato, han sido pocas y con una estrecha relación en muchos casos, familiar, de casamiento o unión de conveniencia. Con el tiempo, su relación con la comarca se ha ido perdiendo, anulando en parte su personalidad histórica.Lo que está también demostrado, es la importancia que tenían en sus respectivas épocas estos linajes, los Sandoval, los Castañeda, los Sarmiento, los Pimentel, los Zúñiga, los Velasco, los Alba, los Lara y los Vizcaya, que contaron entre sus propiedades y heredades, a un pueblo con historia... Valdecañas de Cerrato, la antigua "Val de Cannas".
FIN
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Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo señores cristianos en los territorios conquistados.
Estos convivieron con el colectivo judío existente por ejemplo en la judería de Palenzuela. Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
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Es conveniente analizar las circunstancias en las que se produjeron los nacimientos de los núcleos urbanos en la época medieval, tales como nuestro querido Valdecañas.
Las soberanías territoriales antes del año 975, consistían en el Rey, el cual reunía todos los poderes. Los Condes, que eran los delegados regios removibles que gobernaban diversas comarcas del reino. Existían también las behetrías, que eran una especie de repúblicas o señorios, que elegían por jefe o señor a quien les parecía, entre los de un determinado linaje.
Las Merindades, comprendían a bastantes municipios, al frente de las cuales estaba un Merino, que actuaba como representante del Rey. Entre las Merindades de Castilla, se encontraba la Merindad del Cerrato.
Los Jueces o los Sayones, desde un castillo regían pequeños territorios, llamados Alfoz o suburbios y las aldeas, centros de población local, de entre 5 y 20 familias, cada una con un Concejo de Villa, que era el que gobernaba. También se gobernaba por la costumbre.
Valdecañas fue una de las soberanías en la que el poder de la comunidad emanaba del pueblo. Los alcaldes se elegían democráticamente. Las asambleas solían celebrarse en los atrios exteriores de las iglesias o plaza pública, «estando ayuntados a campana repicada según lo habemos por uso e costumbre de nos ayuntar», dice textualmente un acta concejil. El pueblo se fortificó con una sólida muralla para defenderse de los sarracenos. Durante éste periodo existía una necrópolis alto-medieval en los alrededores. Castilla se dividía en dominios.
En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras.
Según el Fuero de Palenzuela, similar al Fuero de Castrojeriz y en el denominado como Alfoz de Palenzuela -los alfozes eran también conocidos como tierras-, se puede asegurar que Valdecañas de Cerrato existe al menos desde antes de 1074.
Valdecañas tuvo siempre mayor vinculación histórica con Palenzuela que con Baltanás. No se conoce la fecha exacta de su fundación, pero se cree que es mucho más antigua que lo que aparece en documentos fehacientes.
Valdecañas de Cerrato se fundó probablemente cuando los Condes de Castilla trataron de defender el territorio del Cerrato, en 1016.
Su posición en alto con respecto a otras poblaciones fue una delas causas a su favor. En 875, la cuenca del río Arlanza estaba fortificada por Palenzuela y otras villas. Fue entonces cuando surgió con toda probabilidad Valdecañas.Todo empezó al finalizar el siglo IX, los ejércitos cristianos reconquistaron el lugar, con lo que se inició su repoblación, que sucedió reinando Alfonso III el Magno, lo cual no quiere decir que con anterioridad no estuvieran estas tierras pobladas por los vacceos, los romanos, los árabes, los judios, en definitiva, los que hoy y desde siempre conocemos como "cerrateños" y más concretamente en Valdecañas, como "valdecañeses".
El Rey Alfonso III el Magno (866? 910) derrotó a los moros y reconquistó el Cerrato. Favoreció la venida de los mozárabes, así como de las gentes del Norte, cántabros y vascones, para repoblarlo, fueron gentes que con anterioridad, habían huido de la ocupación sarracena en la zona.
Durante el año 974, la zona contó con la presencia del Conde de Castilla, García Fernández y posteriormente de su hijo Sancho García.
.Valdecañas limitaba en esta época con Herrera de Valdecañas, con Espinosa de Cerrato y con el Condado de Monzón. Hay que destacar que el antiguo Condado de Castilla, fue repoblado por personas procedentes de diversos pueblos como los godos, los astures, los vascones, los cántabros y los mozárabes, a los que se les podría denominar como exiliados. Residentes en un principio en lo que hoy conocemos como Vascongadas, los movimientos los hicieron hacia el Oeste, a un lugar tradicionalmente llamado Bardulia, desde donde ocuparon lo que luego formó el Reino de Castilla. Desde la Bardulia, en plena cuna de Castilla -Lezana de Mena y Leciñana en el Valle de Mena, en el norte de Burgos-, se inició la repoblación de los campos cerrateños, juntamente con los cántabros que llegaron por la llamada ruta de los denominados "foramontanos".
Fue en esta zona, en el burgalés Valle de Mena, donde por primera vez se denominó el término CASTILLA.
Castillo medieval de los Velasco, en Lezana de Mena |
Por esa razón, existen apellidos con tanto abolengo en la zona cerrateña, como los de los Velasco. Linajes como los de la familia de los Velasco y los Quirós, fueron muy importantes en la zona castellana y más concretamente en la palentina. Dicese que en Salamanca, durante una cena, los Señores de Velasco y Quirós, se enfrascaron en un duro enfrentamiento verbal, en presencia del Obispo de Salamanca, y para zanjar la discusión, el Obispo intervino...
"Antes de que Dios fuera Dios y los peñascos, peñascos, los Quirós eran Quirós y los Velasco, Velasco."
Con esta sentencia obispal, probablemente se evitó un más que posible conflicto.
La repoblación, proveniente del Norte, de Cantabria y Vizcaya, pudo deberse a motivos como el de la obtención de tierras de cultivo y a la debilidad del emirato de Córdoba. Los repobladores llegaron a los territorios cerrateños, donde no existía ningún tipo de organización territorial.
Realizaron presuras de terrenos, restauraron iglesias y recuperaron molinos con el fin de labrarse una nueva tierra donde vivir. Cada familia recibía en base al derecho de presura, la superficie de tierra que se podía arar en un día.
Parece ser que los abades o las familias más o menos poderosas, fueron las que protagonizaron las primeras repoblaciones. Son varias aceifas musulmanas las que todavía pueblan la zona. Se crearon fortificaciones para detener a los musulmanes que comandaba Musa II.
Durante el reinado de Ramiro I, hubo un parón en la repoblación por tierras de Castilla. En esta época era II Conde de Castilla, "por la gracia de Dios", Diego Rodríguez, hijo de Rodrigo, y con él, se creó una nueva línea defensiva siguiendo el curso del río Arlanza.
En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras.
En 875, la cuenca del río Arlanza estaba fortificada por Palenzuela y otras villas. Fue entonces cuando surgió con toda probabilidad Valdecañas.De ahí que la zona estuviera jalonada de fortalezas como la de El Castillo, en Valdecañas de Cerrato, y los castillos defensivos de Hornillos, Baltanás y Palenzuela, en este todavía pueden admirarse tramos de la muralla, así como una de sus puertas, la de "La Paz".
(2 * Restos de las murallas del castillo de Palenzuela. Puerta de la Paz.)
La primera repoblación se realizó entre el 850 y el 975. Aplicando la tradición jurídica romana, todas las tierras abandonadas, siendo todas las de la meseta, pasaron a propiedad del Rey. Así éste se convirtió en propietario de todas las tierras que se repoblaron en los siglos IX y X.
En el 873, el Conde Rodrigo que luchó primero contra Musa ibn Musa, y luego contra Mohamed I, consiguió consolidar el Condado de Castilla, que ya con Alfonso III el Magno, aparece configurado.
De la cultura mozárabe, nos han quedado algunas aisladas muestras, en la toponimia y origen de muchos de los pueblos de la comarca cerrateña. También hay vestigios arquitectónicos y artísticos de mucho valor en la zona, de aquella época.
Tras el triunfo del rey Ramiro II, asciende un nuevo dirigente que a la larga será el verdadero conformador de Castilla como unidad política e histórica, Fernán González, hijo de Gonzalo Fernandez, Conde de Lara, al cual se le consideraba como un héroe, identificando a España con Castilla.
Las fuentes naturales eran patrimonio de la comunidad, así como también los bosques, aguas y pastos. Esta propiedad colectiva coexistía con la privada de las casas y las tierras de labor. Los concejos hacían rechazo de los mandatos reales que estimaban contrarios a los fueros, de ahí proviene la histórica frase castellana:
«Las órdenes del Rey son de acatar, pero no son de obedecer si son contra fuero».
Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo la autoridad de los señores cristianos en los territorios conquistados.
Estos convivieron con el colectivo judío existente por ejemplo en la judería de Palenzuela.
Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
Existía un despoblado llamado «Villobayo», situado a unos 4 km al este de Valdecañas, en las proximidades de la antigua ermita de Santa Ana, a la vera izquierda del arroyo del Castillo, cerca del cerro homónimo, en cuya cima posiblemente existió una fortaleza medieval.
(3 * Zona donde estuvo el Castillo de Valdecañas)
En el siglo XI, el rey Fernando I, agregó varios monasterios al de San Pedro de Arlanza, entre los que figuraba San Facundo y San Martín, de Valdecañas de Cerrato.
En 1070, una tal Domenga, donó al Monasterio de San Pedro de Cardeña, diversas heredades en "Bal de Kannas", conjuntamente con unas viñas de Soto de Yuso -Soto de Cerrato-.
En 1078, Valdecañas figura como población importante. El Padre Luciano Serrano y Pineda, en su Cartulario publicado sobre San Salvador de El Moral -1906-, identificó Valdecañas, con Valdecañas de Suso -arriba- y no Valdecañas de Yuso -abajo-, que debía estar al pie de la de Suso, con posterioridad.
En 1113, Jimena, esposa de El Cid, se dice que vendió el Monasterio de San Pelayo, de Valdecañas (...) o en el cercano Cevico Navero (...), de la Orden Mostense o Premostratense, al Cabildo de la Catedral de Burgos. El Monasterio de San Pelayo, en Cevico Navero, es de 934. En 1145, bajo la protección de Alfonso VII, pasa a los Canónigos Regulares y en 1156 o 1159 a los Premostratenses. Fue filial de Nuestra Sra. de la Vid (Burgos).
Aunque más bien Doña Jimena Díaz, no vendió el señorío de Valdecañas, lo que efectuó fue la venta de sus propiedades.
El documento dice así:"Es de mi agrado venderos aquella mi heredad de Valdecañas. Está aquella heredad integrada por el Monasterio de San Pelayo Mártir, con sus casas y solares, con tierras y viñas y molinos y prados y todo lo que a él pertenece, en el precio de 500 sueldos de plata."
4 * Restos del Monasterio de San Pelayo
En 1183, siendo canónigos de Burgos, Cristobal y Pedro, se vendió una heredad de Valdecañas, por 500 sueldos, según "Actas del Congreso Internacional sobre El Cid" (1999).
En el siglo XII, tal vez se construyó el primitivo templo parroquial de estilo románico y los lugares de "Valdecañas" y "Villobayo", seguían perteneciendo al Alfoz de Palenzuela.
En 1352, cuando se llamaba Valdecañas de Suso, consistía junto a Villavaya (despoblado de Villobayo) en lugares de behetría de la Merindad de El Cerrato, las cuales pertenecían a Juan Rodríguez de Sandoval, nombrado caballero en Burgos, por el Rey Alfonso XI de Castilla en 1330, junto al que lucho en la reconquista de Algeciras en 1344. Estuvo casado con Juana de Castañeda.
El señorío natural de ambos lugares pertenecía a la Casa (linaje) de los señores de Lara, Vizcaya y Valverde. También tuvo mucha influencia el linaje, la familia de los Velasco, Condestables de Castilla.
En el códice Becerro de las Behetrias de Castilla, aparece que dicha población perteneció en lo eclesiástico a la Diócesis de Burgos, hasta el año 1955, en que fue agregada al Obispado de Palencia, siendo obispo, José Souto Vizoso (1949-1970).
EDAD MODERNA
En 1475, durante el reinado de los Reyes Católicos, Valdecañas de Cerrato y el despoblado de Villovayo, respectivamente, seguían perteneciendo a la Merindad de el Cerrato y satisfacían de tributos, 6.864 y 607 maravedíes cada uno.
La Reina Católica, Isabel la Católica, expidió Real Cédula, imponiendo a los pueblos de la Merindad del Cerrato una contribución:
"A vos el Concejo de Valdecañas de Suso: seys mill e ochocientas e sesenta e quatro maravedís. A vos el Concejo de Valdecañas de Yuso: cuatro mill e trezientos e veynte e nueve maravedís"
De lo que se deduce que Valdecañas de Arriba -Suso-, era mayor que la de Abajo -Yuso- y que además, las dos poblaciones seguian existiendo durante el susodicho 1475.
Como curiosidad el costo de una sepultura, se pagaba hasta el 1516, 28 maravedís y después un real.
Por aquella época, la reina Juana I de Castilla, llamada la Loca (1479-1555), tercera hija de los Reyes Católicos, paseó después de muerto, el cadáver de su marido Felipe el "Hermoso" por las tierras del lugar, pernoctando en el castillo de Hornillos de Cerrato, en su camino hacía Tordesillas. En Torquemada, dio a luz a su hija póstuma Catalina de Austria, llamada la "Torquemadina", que posteriormente fue reina de Portugal.
En 1488, los mismos lugares y otros de la misma merindad pagaban a María de Castañeda, cierta cantidad de maravedíes. Tomó el hábito como Comendadora del Real Monasterio de Frailas Comendadoras de la Orden de Santiago de Santa Eufemia de Cozuelos o Cozollos - provincia de Palencia-, dejando el mayorazgo a su sobrino. Los Castañeda, se consideraron muy vinculados a los Zúñiga y a los Velasco.
En 1484, en 4 de febrero según documento, Bernardino Pérez de Sarmiento, Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia, título este que se lo otorgó Enrique II, en 1442, a su antepasado Pedro Ruiz Sarmiento y era el que le daba realmente el poder. Tenía la villa de Hornillos de Cerrato, como herencia. Tuvo problemas con los vecinos y por ello le reprimió el Rey.
Ésta villa de Hornillos arrendó los términos de Valdecañas de Yuso, que sembró, pero luego fueron alquilados a Alfonso Enriquez (Almirante de Castilla), que tomó posesión inmediata de los mismos. El nuevo arrendamiento no causaba efecto hasta que se hubiera recogido la cosecha del primero. Bernardino, era hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Casó con María Pimentel y Castro. Ella adujo malos tratos para separarse de el. Murió en 1522.
A primeros del siglo XVI, Valdecañas figuraba entre los bienes aportados por Teresa Sarmiento, hija del Conde de Santa Marta, en su matrimonio con Pedro Acuña «el Viejo», segundo Señor de Villaviudas. Según el inventario de bienes de la dote, incluían, casas, molinos, ovejas y heredades del lugar de Valdecañas. También aportó casa y vasallos de Baltanás. La dote se evaluó en más de 2.500.000 mrs. Pedro Acuña, se volvió a casar en segundas nupcias con María de Robles.
En 1543, Diego Acuña, «el gran cortesano», pariente de Pedro «el Viejo», era caballero de la Orden de Santiago y para que nos hagamos una idea de como se criticaba a los aristócratas, este es un ejemplo de texto satírico de la época:
"A ti, Fray Diego de Acuña, que eres medio bachiller, que puedes muy bien hacer, el testamento en una uña."
A mitad de éste siglo, se construyó la "Casa del Cordón", de estilo plateresco, que nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio. Fue mandada construir a expensas de Dª Mencia, esposa del Condestable de Castilla, gran devota de San Francisco.
5 * Casa del Cordón, en Valdecañas
Durante 1516 la iglesia pertenecía al arciprestazgo de Palenzuela, figuraba en el «apeo» de los señoríos de los prelados burgaleses, realizado por mandato del obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca (1514-1524) y también la ermita de Nuestra Señora, la Virgen del Campo.
Durante esta época, los Enríquez, Almirantes de Castilla, recibían los tercios de la villa de Palenzuela y de su tierra, en la Mesa de Valdecañas. El término de Valdecañuelas lo sembraban los de Torquemada, Hornillos de Cerrato y los de Valdecañas.
También se cree que por esos días, «El Castillo» podría haber estado en uso hasta que en 1516 se despoblaron los poblados de Villovayo y Roblecinto, anejos al mismo.
6 * Ermita de la Virgen del Campo
La ermita de Nuestra Señora la Virgen del Campo se construyó en el siglo XVI y en el siglo XVII, construyeron la actual iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, de estilo barroco, edificada quizás sobre el solar que ocupaba la iglesia anterior.
Existían 6 Cofradías. La del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora, la Virgen del Campo -en honor a la patrona del municipio- y la de San Nicolás de Bari -patrono de la villa-.
En 1675, Valdecañas era señorío del Almirante de Castilla, Enriquez, señor de Palenzuela, y contaba con 50 vecinos. Por entonces la villa, poseía cinco templos. La Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y las ermitas de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, San Lorenzo, Santa Ana y La Magdalena. También existía un Hospital, con dos camas, cuyos gastos eran sufragados por el Concejo. Cursó en este año visita el Obispo, que participaba en el octavo de los diezmos.
En 1702, las ermitas de La Magdalena y la de Santa María de Cañuelas, se hallaban en ruinas y la población era de 36 vecinos.
En 1752, cuando se llamaba Baldecanas de Arriva, era villa de señorío del Partido de Palenzuela, en la provincia de Valladolid, con alcaldes ordinarios.
Sobre la pertenencia de dicho señorío había pleito pendiente entre la Duquesa de Alba y la Condesa de Benavente.Por los señores del Real Consejo, le había sido encargada la administración de la villa, quien percibía de la misma, por razón de alcabalas, solamente dos cántaros de miel y 300 maravedíes en dinero. Además pagaban en las «Reales Arcas de Valladolid», 144 reales por esta razón.Las autoridades civiles de la villa eran Gaspar Martín y Andrés Belasco, Alcaldes Ordinarios.
La autoridad eclesiástica de la villa era Manuel Prieto Martín, cura de la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari y el pueblo contaba por entonces con 66 vecinos, 86 casas habitables y 3 arruinadas que no pagaban al dueño tributo alguno.
El término de la villa comprendía 2.500 «obradas» de terreno. Los ingresos anuales que ésta percibía por los bienes propios del Común, ascendían a 509 reales.
Había también un molino harinero que pertenecía a Pedro Montoya -residente en San Cebrián de Buena Madre- y 28 colmenas diseminadas por el campo. Los ingresos anuales que percibía la villa por los bienes del Común, ascendían a 509 reales.
En 1779, pertenecía al Partido de Palenzuela de la Provincia de Valladolid, situado entre las provincias de Palencia y Burgos.
En 1783, una gran epidemia que se produjo por las aguas estancadas después de una inundación ocasionada por el desbordamiento de sus dos arroyos, diezmó la población del pueblo a 30 vecinos de los 110 con los que contaba. El Arzobispo de Burgos, Arellano, intervino para remediar en lo posible dicha calamidad pública.Por esta época se produjo otro hecho luctuoso, un rayo caído en el municipio, mató a varios niños que se encontraban juntos, los supervivientes se refugiaron en la iglesia.
En 1785, Val de Cañas era villa de señorío secular del Partido de Palenzuela en la Provincia de Valladolid, con Alcalde Pedáneo.
Como se puede comprobar por los datos enunciados, las familias que tradicionalmente han tenido su señorío e importancia a lo largo de cientos de años en la comarca cerrateña, que incluye Valdecañas de Cerrato, han sido pocas y con una estrecha relación en muchos casos, familiar, de casamiento o unión de conveniencia. Con el tiempo, su relación con la comarca se ha ido perdiendo, anulando en parte su personalidad histórica.Lo que está también demostrado, es la importancia que tenían en sus respectivas épocas estos linajes, los Sandoval, los Castañeda, los Sarmiento, los Pimentel, los Zúñiga, los Velasco, los Alba, los Lara y los Vizcaya, que contaron entre sus propiedades y heredades, a un pueblo con historia... Valdecañas de Cerrato, la antigua "Val de Cannas".
FIN
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Valdecañas fue una de las soberanías en la que el poder de la comunidad emanaba del pueblo.
Los alcaldes se elegían democráticamente. Las asambleas solían celebrarse en los atrios exteriores de las iglesias o plaza pública, «estando ayuntados a campana repicada según lo habemos por uso e costumbre de nos ayuntar», dice textualmente un acta concejil.
El pueblo se fortificó con una sólida muralla para defenderse de los sarracenos. Durante éste periodo existía una necrópolis alto-medieval en los alrededores. Castilla se dividía en dominios.
En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras. Según el Fuero de Palenzuela, similar al Fuero de Castrojeriz y en el denominado como Alfoz de Palenzuela -los alfozes eran también conocidos como tierras-, se puede asegurar que Valdecañas de Cerrato existe al menos desde antes de 1074.
(Monumento al Fuero de Castrojeriz)
Valdecañas tuvo siempre mayor vinculación histórica con Palenzuela que con Baltanás. Se conoce la fecha exacta de su fundación, 1016. pero se cree que es mucho más antigua que lo que aparece en documentos fehacientes.
Valdecañas de Cerrato se fundó probablemente cuando los Condes de Castilla trataron de defender el territorio del Cerrato. . Su posición en alto con respecto a otras poblaciones fue una de las causas a su favor.
En 875, la cuenca del río Arlanza estaba fortificada por Palenzuela y otras villas. Fue entonces cuando surgió con toda probabilidad
(Valdecañas.Ruinas del Castillo de Palenzuela)
El Rey Alfonso III el Magno (866–910) derrotó a los moros y reconquistó el Cerrato. Favoreció la venida de los mozárabes, así como de las gentes del Norte, cántabros y vascones, para repoblarlo, fueron gentes que con anterioridad, habían huido de la ocupación sarracena en la zona.
Durante el año 974, la zona contó con la presencia del Conde de Castilla, García Fernández y posteriormente de su hijo Sancho García .
Valdecañas limitaba en esta época con Herrera de Valdecañas, con Espinosa de Cerrato y con el Condado de Monzón.
Los repobladores, realizaron presuras de terrenos, también restauraron iglesias y recuperaron molinos para poder labrarse una nueva tierra en la que vivir.
Castilla, Cantabria, Vasconia, he aquí unos nombres entrecruzados, unidos, en el momento en que como se dice en el Cantar de Mío Cid: “a priessa cantan los gallos / e quieren quebrar albores…” Esto significa que cuando los gallos de nuestra empresa histórica del Medioevo quieren quebrar albores para empujar a la morisma a sus lejanos reductos, se presenta lo cántabro, lo vascón y lo castellano como una masa común.
El Cerrato es uno de los goznes o rincones de la historia de España.
Existía un despoblado llamado «Villobayo», situado a unos 4 km al este de Valdecañas, en las proximidades de la antigua ermita de Santa Ana, a la vera izquierda del arroyo del Castillo, cerca del cerro homónimo, en cuya cima posiblemente existió una fortaleza medieval.
En el siglo XI, el rey Fernando I, agregó varios monasterios al de San Pedro de Arlanza, entre los que figuraba San Facundo y San Martín, de Valdecañas de Cerrato.
En 1070, una tal Domenga, donó al Monasterio de San Pedro de Cardeña, diversas heredades en "Bal de Kannas", conjuntamente con unas viñas de Soto de Yuso -Soto de Cerrato-.
En 1078, Valdecañas figura como población importante. El Padre Luciano Serrano y Pineda, en su Cartulario publicado sobre San Salvador de El Moral -1906-, identificó Valdecañas, con Valdecañas de Suso -arriba- y no Valdecañas de Yuso -abajo-, que debía estar al pie de la de Suso, con posterioridad.
En 1113, Jimena, esposa de El Cid, se dice que vendió el Monasterio de San Pelayo, de Valdecañas (...) o en el cercano Cevico Navero (…), de la Orden Mostense o Premostratense, al Cabildo de la Catedral de Burgos. Más bien Doña Jimena Díaz, no vendió el señorío de Valdecañas, lo que efectuó fue la venta de sus propiedades.
El documento dice así: “Es de mi agrado venderos aquella mi heredad de Valdecañas. Está aquella heredad integrada por el Monasterio de San Pelayo Mártir, con sus casas y solares, con tierras y viñas y molinos y prados y todo lo que a él pertenece, en el precio de 500 sueldos de plata.”
(Restos del Monasterio de San Pelayo)
En 1183, siendo canónigos de Burgos, Cristobal y Pedro, se vendió una heredad de Valdecañas, por 500 sueldos, según "Actas del Congreso Internacional sobre El Cid" (1999).
En el siglo XII, tal vez se construyó el primitivo templo parroquial de estilo románico y los lugares de "Valdecañas" y "Villobayo", seguían perteneciendo al Alfoz de Palenzuela.
En 1352, cuando se llamaba Valdecañas de Suso, consistía junto a Villavaya (despoblado de Villobayo) en lugares de behetría de la Merindad de El Cerrato, las cuales pertenecían a Juan Rodríguez de Sandoval, nombrado caballero en Burgos, por el Rey Alfonso XI de Castilla en 1330, junto al que lucho en la reconquista de Algeciras en 1344.
Estuvo casado con Juana de Castañeda. El señorío natural de ambos lugares pertenecía a la Casa (linaje) de los señores de Lara, Vizcaya y Valverde.
También tuvo mucha influencia el linaje, la familia de los Velasco, Condestables de Castilla.
En el códice Becerro de las Behetrias de Castilla, aparece que dicha población perteneció en lo eclesiástico a la Diócesis de Burgos, hasta el año 1955, en que fue agregada al Obispado de Palencia, siendo obispo, José Souto Vizoso (1949–1970).
En 1475, durante el reinado de los Reyes Católicos, Valdecañas de Cerrato y el despoblado de Villovayo, respectivamente, seguían perteneciendo a la Merindad de el Cerrato y satisfacían de tributos, 6.864 y 607 maravedíes cada uno.
La Reina Católica, Isabel la Católica, expidió Real Cédula, imponiendo a los pueblos de la Merindad del Cerrato una contribución: “A vos el Concejo de Valdecañas de Suso: seys mill e ochocientas e sesenta e quatro maravedís. A vos el Concejo de Valdecañas de Yuso: cuatro mill e trezientos e veynte e nueve maravedís “. De lo que se deduce que Valdecañas de Arriba -Suso-, era mayor que la de Abajo -Yuso- y que además, las dos poblaciones seguian existiendo durante el susodicho 1475.
En cuanto al costo de una sepultura, se pagaba hasta el 1516, 28 maravedís, después un real.
(Real Cédula de Isabel la Católica)
En 1488, los mismos lugares y otros de la misma merindad pagaban a María de Castañeda, cierta cantidad de maravedíes. Tomó el hábito como Comendadora del Real Monasterio de Frailas Comendadoras de la Orden de Santiago de Santa Eufemia de Cozuelos o Cozollos - provincia de Palencia-, dejando el mayorazgo a su sobrino. Los Castañeda, se consideraron muy vinculados a los Zúñiga y a los Velasco.
En 1484, en 4 de febrero según documento (AGS. Sello. fol. 56), Bernardino Pérez de Sarmiento, Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia, este título se lo otorgó Enrique II, en 1442, a su antepasado Pedro Ruiz Sarmiento y era el que le daba realmente el poder.
Tenía la villa de Hornillos de Cerrato, como herencia. Tuvo problemas con los vecinos y por ello le reprimió el Rey. Ésta villa arrendó los términos de Valdecañas de Yuso, que sembró, pero luego fueron alquilados a Alfonso Enriquez (Almirante de Castilla), que tomó posesión inmediata de los mismos. El nuevo arrendamiento no causaba efecto hasta que se hubiera recogido la cosecha del primero.
Bernardino, era hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Casó con María Pimentel y Castro. Ella adujo malos tratos para separarse de el. Murió en 1522.
A primeros del siglo XVI, Valdecañas figuraba entre los bienes aportados por Teresa Sarmiento, hija del Conde de Santa Marta, en su matrimonio con Pedro Acuña «el Viejo», segundo Señor de Villaviudas. Según el inventario de bienes de la dote, incluían, casas, molinos, ovejas y heredades del lugar de Valdecañas. También aportó casa y vasallos de Baltanás. La dote se evaluó en más de 2.500.000 mrs. Pedro Acuña, se volvió a casar en segundas nupcias con María de Robles.
En 1543, Diego Acuña, «el gran cortesano», pariente de Pedro «el Viejo», era caballero de la Orden de Santiago y para que nos hagamos una idea de como se criticaba a los aristócratas, este es un ejemplo de texto satírico de la época: "A ti, Fray Diego de Acuña, que eres medio bachiller, que puedes muy bien hacer, el testamento en una uña."
A mitad de éste siglo, se construyó en Valdecañas la "Casa del Cordón", de estilo plateresco, que nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio.
Durante 1516 la iglesia, pertenecía al arciprestazgo de Palenzuela, figuraba en el «apeo» de los señoríos de los prelados burgaleses, realizado por mandato del obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca (1514-1524) y también la ermita de Nuestra Señora la Virgen del Campo.
Durante esta época, los Enríquez, Almirantes de Castilla, recibían los tercios de la villa de Palenzuela y de su tierra, en la Mesa de Valdecañas.
El término de Valdecañuelas lo sembraban los de Torquemada, Hornillos de Cerrato y los de Valdecañas.
(Castillo de Hornillos de Cerrato)
También se cree que por esos días, «El Castillo» podría haber estado en uso hasta que en 1516 se despoblaron los poblados de Villovayo y Roblecinto, anejos al mismo.
La ermita de Nuestra Señora, la Virgen del Campo se construyó en el siglo XVI y en el siglo XVII, construyeron la actual iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, de estilo barroco, edificada quizás sobre el solar que ocupaba la iglesia anterior. Existían 6 Cofradías. La del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora, la Virgen del Campo -en honor a la patrona del municipio- y la de San Nicolás de Bari -patrono de la villa-.
En 1675, Valdecañas era señorío del Almirante de Castilla, Enriquez, señor de Palenzuela, y contaba con 50 vecinos. Por entonces la villa, poseía cinco templos. La Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y las ermitas de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, San Lorenzo, Santa Ana y La Magdalena.
También existía un Hospital, con dos camas, cuyos gastos eran sufragados por el Concejo. Cursó en este año visita el Obispo, que participaba en el octavo de los diezmos.
En 1702, las ermitas de La Magdalena y la de Santa María de Cañuelas, se hallaban en ruinas y la población era de 36 vecinos.
En 1752, cuando se llamaba Baldecanas de Arriva, era villa de señorío del Partido de Palenzuela en la provincia de Valladolid, con alcaldes ordinarios. Sobre la pertenencia de dicho señorío había pleito pendiente entre la Duquesa de Alba y la Condesa de Benavente. Por los señores del Real Consejo, le había sido encargada la administración de la villa, quien percibía de la misma, por razón de alcabalas, solamente dos cántaros de miel y 300 maravedíes en dinero. Además pagaban en las «Reales Arcas de Valladolid», 144 reales por esta razón.
Las autoridades civiles de la villa eran Gaspar Martín y Andrés Belasco, Alcaldes Ordinarios. La autoridad eclesiástica de la villa era Manuel Prieto Martín, cura de la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari y el pueblo contaba por entonces con 66 vecinos, 86 casas habitables y 3 arruinadas que no pagaban al dueño tributo alguno. El término de la villa comprendía 2.500 «obradas» de terreno. Los ingresos anuales que ésta percibía por los bienes propios del Común, ascendían a 509 reales.
Había también un molino harinero que pertenecía a Pedro Montoya -residente en San Cebrián de Buena Madre- y 28 colmenas diseminadas por el campo. Los ingresos anuales que percibía la villa por los bienes del Común, ascendían a 509 reales.
En 1779, pertenecía al Partido de Palenzuela de la Provincia de Valladolid, situado entre las provincias de Palencia y Burgos.
En 1783, una gran epidemia que se produjo por las aguas estancadas después de una inundación ocasionada por el desbordamiento de sus dos arroyos, diezmó la población del pueblo a 30 vecinos de los 110 con los que contaba. El Arzobispo de Burgos, Arellano, intervino para remediar en lo posible dicha calamidad pública.
Por esta época se produjo otro hecho luctuoso, un rayo caído en el municipio, mató a varios niños que se encontraban juntos, los supervivientes se refugiaron en la iglesia.
En 1785, Val de Cañas era villa de señorío secular del Partido de Palenzuela en la provincia de Valladolid, con Alcalde Pedáneo.
Como se puede comprobar por los datos enunciados, las familias que tradicionalmente han tenido su señorío e importancia a lo largo de cientos de años en la comarca cerrateña, que incluye Valdecañas de Cerrato, han sido pocas y con una estrecha relación en muchos casos, familiar, de casamiento o unión de conveniencia. Con el tiempo, su relación con la comarca se ha ido perdiendo, anulando en parte su personalidad histórica.
Lo que está también demostrado, es la importancia que tenían en sus respectivas épocas estos linajes, los Sandoval, los Castañeda, los Sarmiento, los Pimentel, los Zúñiga, los Velasco, los Alba, los Lara y los Vizcaya, que contaron entre sus propiedades y heredades, a un pueblo con historia... Valdecañas de Cerrato.
(Escudo de la familia Tevar, en la Ermita de la Virgen del Campo)
Tomás Gonzalez Tevar, natural del municipio, racionero o racionario -el que lleva las cuentas y distribuye las raciones en una catedral o colegiata- de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición. Fundó e impulsó la Fundación Cultural «Obra Pía de Tevar».
La fechó el 1 de octubre de 1660, dotándola de rentas de distintas localidades, como Tabanera de Cerrato, Valdecañas de Cerrato, Villahán y Dueñas. Ordenó que las rentas entrasen en arca de tres llaves que tiene hecha y declarada en la iglesia parroquial, instituyendo tres patronos administradores perpetuos. Entre los fines de la Fundación, podemos enumerar los siguientes: “Misas. Dotes para dos huérfanos cada año. Que hubiese un maestro de Escuela. Que se diesen ayudas para dos personas del pueblo que pudiesen obtener estudios universitarios, siendo preferentes sus familiares.”
A su creación contaba con una renta de 105.261 maravedíes al año, en 1940 quedó reducida a un nominal de 2.465 pesetas. En el 2008, y desde 1982 depende de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia y sus fines, debido a la falta de recursos, han quedado reducidos a la celebración de la Fiesta del Santísimo Sacramento, y las Misas; es decir las mandas eclesiásticas que recibe todos los años el párroco.
(Guerrillero castellano)
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los parajes y la villa sirvieron de refugio a los guerrilleros castellanos. Entre las fuerzas guerrilleras que más se distinguieron en esta zona, figuraba el valeroso Andrés Puertas que por el año 1809, sorprendió a un convoy de tabaco que llevaban para el gobernador de Madrid, por el Camino Real entre Burgos y Valladolid, y lo cedió para socorro de los pueblos de alrededor.
En 1810, hizo en el mismo camino 33 prisioneros de caballería. En 1811 y 1812, fueron repetidos sus ataques hasta que salió gravemente herido en el puente de Reinoso de Cerrato. El vecindario de Valdecañas siempre le abasteció y le auxilió en las maniobras de guerra. Posteriormente, Andrés Puertas, a la sazón Comandante de Infantería, se presenta como un entusiasta defensor del liberalismo.
En 1828, Val de Cañas, era villa secular del Partido de Tierra de Campos, en la provincia de Palencia, con Alcalde Pedáneo. En lo eclesiástico, seguía perteneciendo al arzobispado de Burgos y poseía una parroquia y una ermita. Su población era de 80 vecinos (226 habitantes). Por entonces los despoblados de Villarmiro y Villobaga (Villobayo) eran colindantes.
En 1842, según el "Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz, en Valdecañas había 43 vecinos, 234 habitantes. En el término existían montes de leña baja y hojarasca, con algunas talayas.
En 1849, Valdecañas era villa con ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás de Cerrato.
(Baltanás, capital histórica del Cerrato)
En lo eclesiástico seguía perteneciendo a la Archidiócesis de Burgos y subsistían la actual Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y la ermita de la Virgen del Campo. Contaba con 45 vecinos (235 habitantes), 48 casas, una escuela de instrucción primaría con 20 niños y un molino harinero, construido en piedra de sillería, movido por las aguas del arroyo. Con anterioridad, hubo 2 molinos. En el pueblo había al menos 5 hornos de panadería. Existían 2 fuentes manantiales para surtido de los vecinos: una, a la entrada del pueblo y, otra, al sur, a medio cuarto de legua. Dentro de esta villa, había parajes poblados de mata baja de roble y encina.
En el Cerrato y por lógica en Valdecañas, a mediados del siglo XIX, cuando la unidad familiar no podía con su capacidad de trabajo, explotar unas tierras que por su extensión les superaba, acudían al mercado de trabajo rural, como contratantes de trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trataba de minifundios, era una situación agrosocial de pequeños campesinos, que no tenían otra posibilidad, cuando la explotación no cubría las necesidades familiares, que ampliarla o concurrir temporalmente al mercado de trabajo como asalariado.
Esta fue una de las razones que motivaron el éxodo a las grandes ciudades en busca de un trabajo mejor remunerado. La distribución en la comarca del Cerrato en 1930, era de 8,88 hectáreas por propietario, mientras en Andalucía occidental era de 24,27 hectáreas. La realidad era que en Castilla la Vieja, se cultivaba más cantidad de tierra que en Andalucía, en Castilla la Nueva o en La Mancha. El cultivo de cereales ocupaba el 92,9% de la superficie cultivada de secano. (Fuente: Dirección General de Propiedades. Memoria de 1930).
Hacia 1894, los Padres Paúles estuvieron misionando la comarca a través de las Misiones Populares y recorrieron Valdecañas de Cerrato. Tras la Restauración política de 1875, la Congregación recuperó las Casas-Misión en la zona, y su actividad fue notoria. Estas actuaciones terminaron con el advenimiento de la II República y posterior Guerra Civil española, recuperándose su actividad al final de la misma. Las "Misiones Populares", tenían otras funciones que desempeñar: los "Ejercicios Espirituales", atención a los Seminaristas, Confesiones, etc. Hasta el siglo XX, lo normal era la existencia de una "bina", o terna de misioneros que se dedicaban a recorrer los pueblos misionándolos, Valdecañas fue uno de ellos.
(Cruz conmemorativa “Paulina”)
En 1900, la población de derecho era de 347 habitantes. 176 hombres y 171 mujeres. Transeúntes, 9. En 1907, en las elecciones a Diputados a Cortes, salió elegido por el distrito de Astudillo, al que pertenecía Valdecañas de Cerrato, D. Isaac Manrique Castrillo, del Partido Liberal Conservador, con 4.508 votos. Su domicilio en Madrid: Hotel Imperial. Anomalías: En Valdecañas se duplicaron el acta y la certificación.
En 1930, la población de derecho, era de 431 habitantes y existían 186 edificios y 118 albergues.
Por estas fechas, hubo un párroco en Valdecañas de Cerrato, llamado Teófilo Velasco Barcenilla, vinculado a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS. Juan Aparicio, periodista amigo de Ramiro, cita a Teófilo Velasco al referirse al manifiesto escrito por Ledesma Ramos, "La Conquista del Estado": “Así "La Conquista del Estado", resulta la obra personal de un solo hombre, Ledesma, porque ni mis artículos, inflamados por un lirismo casi religioso, ni la prosa desenfadada de Giménez Caballero, ni el clamor rural que nos comunicó Teófilo Velasco, el párroco de Valdecañas de Cerrato, ni las... “ Velasco, escribió en 1949, "El Orfismo (Una religión de Grecia)". Murió en Burgos, en el Seminario San José, en 1994.
En 1955, esta villa en lo eclesiástico, dejó de pertenecer a la Archidiócesis de Burgos y Osma, pasando a integrar la Diócesis de Palencia. Esta divisoria oriental como consecuencia del Concordato de 1953, se adecuan las fronteras del obispado que regían desde el siglo XI, a las de la provincia civil. Por último, en virtud del Decreto del Ministerio de la Gobernación, de fecha 21 de febrero de 1974 -B. O. E. (Boletín Oficial del Estado) del 14/3/1974-, fue aprobada la incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás, capital histórica de la comarca.
En la época posterior a la guerra civil, se produjo el éxodo rural, parte de la población emigró hacia capitales donde la posibilidad de trabajar fuese mayor. Por esta circunstancia, su despoblación fue muy importante, igual que en la gran mayoría de pueblos de alrededor. Su economía derivaba de la agricultura y de la ganadería ovina. Desde 1900 hasta 1950, había 2 carnicerías, en las que se compraba con tarja, (trocito de madera donde se hacía un pique o muesca). También había una fragua, una carpintería, 3 tiendas de ultramarinos, una cantina - para vino-, 2 bares -en los que se servía café-, 2 salones de baile, un estanco y una barbería.
El pescado lo llevaba con un carro desde la estación de Torquemada, el «Hornillero» de Hornillos de Cerrato.
En el 2008, todo se ha reducido a un "Bar con tienda" y un "Horno de asar". También había gran cantidad de bodegas con lagar. Generalmente estaban excavadas desde antaño en las laderas del Pico el Roble y se surtían de la uva de los majuelos del término. Hubo épocas en que por la abundancia de vino, "ojogallo", dio origen a que sirviese de trueque para adquirir otros productos. Durante la primera semana de la vendimia no había escuela. Todo el personal iba a vendimiar. El "hacer un lagarejo" entre mozos y mozas era un retozo.
(Bodega)
Los carros, tirados por machos y mulas, iban con grandes cestos repletos de racimos de uva de “ojogallo”, de los majuelos a los lagares. Al terminar la vendimia, y elaborar el mosto, se solía transportar en carros, los ollejos de la uva, hasta "Néstor", en Torquemada, pues con ellos se elaboraba el orujo.
En aquellos años la actividad laboral en el pueblo era muy dinámica. Hombres y mujeres trabajaban duro de luna a luna en las labores de arado, de siembra y de siega. El acarreo se hacía, con carros de varas y armaje, tirados por machos, mulas y burros. En algunas épocas, también se laboreó con ganado vacuno. El municipio contaba con cantidad de eras para la trilla.
El sistema de unidades de medidas, y pesos, hasta pasado la mitad del siglo XX, se media y pesaba en el sistema antiguo, por ejemplo en varas, leguas, pie castellano, cantaras, libras, quintales, obradas, celemines, arrobas, etc. Todo o casi todo se hacía manualmente, hasta que un muy buen día, aparecieron en el mercado las máquinas segadoras, y trilladoras, de la marca de Vitoria, "Ajuria". Pero sobre todo, la revolución llegó con el tractor, antesala de la definitiva cosechadora, hechos que cambiaron la forma de trabajar en las labores de labranza.
En los arroyos del Castillo y el del Pozo, eran muy apreciados sus cangrejos y en época de caza, su coto alcanzó popularidad entre los cazadores procedentes del Norte de la península.
(Entrada al pueblo por la carretera de Torquemada)
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EDAD CONTEMPORANEA
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los parajes y la villa de Valdecañas de Cerrato sirvieron de refugio a los guerrilleros castellanos.
Entre las fuerzas guerrilleras que más se distinguieron en esta zona, figuraba el valeroso Andrés Puertas que por el año 1809, sorprendió a un convoy de tabaco que llevaban para el gobernador de Madrid, por el Camino Real entre Burgos y Valladolid, y lo cedió para socorro de los pueblos de alrededor. En 1810, hizo en el mismo camino 33 prisioneros de caballería. En 1811 y 1812, fueron repetidos sus ataques hasta que salió gravemente herido en el puente de Reinoso de Cerrato.
El vecindario de Valdecañas siempre le abasteció y le auxilió en las maniobras de guerra. Posteriormente, Andrés Puertas, a la sazón Comandante de Infantería, se presenta como un entusiasta defensor del liberalismo.
En 1828, Val de Cañas, era villa secular del Partido de Tierra de Campos, en la Provincia de Palencia, con Alcalde Pedáneo. En lo eclesiástico, seguía perteneciendo al arzobispado de Burgos y poseía una parroquia y una ermita. Su población era de 80 vecinos (226 habitantes). Por entonces los despoblados de Villarmiro y Villobaga (Villobayo) eran colindantes.
Foto 3 de Valdecañas de Cerrato
En 1842, según el "Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz, en Valdecañas había 43 vecinos, 234 habitantes. En el término existían montes de leña baja y hojarasca, con algunas talayas.
En 1849, Valdecañas era villa con ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás de Cerrato.
En lo eclesiástico seguía perteneciendo a la Archidiócesis de Burgos y subsistían la actual Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y la ermita de la Virgen del Campo. Contaba con 45 vecinos (235 habitantes), 48 casas, una escuela de instrucción primaría con 20 niños y un molino harinero, construido en piedra de sillería, movido por las aguas del arroyo del Castillo.
Con anterioridad, hubo 2 molinos. En el pueblo había al menos 5 hornos de panadería. Existían 2 fuentes manantiales para surtido de los vecinos: una, a la entrada del pueblo y, otra, al sur, a medio cuarto de legua.
Dentro de esta villa, había parajes poblados de mata baja de roble y encina.
En el Cerrato y por lógica en Valdecañas, a mediados del siglo XIX, cuando la unidad familiar no podía con su capacidad de trabajo, explotar unas tierras que por su extensión les superaba, acudían al mercado de trabajo rural, como contratantes de trabajo.
Sin embargo, en la mayoría de los casos se trataba de minifundios, era una situación agrosocial de pequeños campesinos, que no tenían otra posibilidad, cuando la explotación no cubría las necesidades familiares, que ampliarla o concurrir temporalmente al mercado de trabajo como asalariado.
En la trilla, foto 9
Esta fue una de las razones que motivaron el éxodo a las grandes ciudades en busca de un trabajo mejor remunerado.
La distribución en la comarca del Cerrato en 1930, era de 8,88 hectáreas por propietario, mientras en Andalucía occidental era de 24,27 hectáreas. La realidad era que en Castilla la Vieja, se cultivaba más cantidad de tierra que en Andalucía, en Castilla la Nueva o en La Mancha. El cultivo de cereales ocupaba el 92,9% de la superficie cultivada de secano.
(Fuente: Dirección General de Propiedades. Memoria de 1930).
Hacia 1894, los Padres Paúles estuvieron misionando la comarca a través de las Misiones Populares y recorrieron Valdecañas de Cerrato. Tras la Restauración política de 1875, la Congregación recuperó las Casas-Misión en la zona, y su actividad fue notoria.
Estas actuaciones terminaron con el advenimiento de la II República y posterior Guerra Civil española, recuperándose su actividad al final de la misma.
Las "Misiones Populares", tenían otras funciones que desempeñar: los Ejercicios Espirituales, atención a los Seminaristas, Confesiones, etc.
Hasta el siglo XX, lo normal era la existencia de una "bina", o terna de misioneros que se dedicaban a recorrer los pueblos misionándolos, Valdecañas fue uno de ellos.
En 1900, la población de derecho era de 347 habitantes. 176 hombres y 171 mujeres. Transeúntes, 9.
En 1907, en las elecciones a Diputados a Cortes, salió elegido por el distrito de Astudillo, al que pertenecía Valdecañas de Cerrato, D. Isaac Manrique Castrillo, del Partido Liberal-Conservador, con 4.508 votos.
Su domicilio en Madrid era el Hotel Imperial. En Valdecañas hubo unas anomalías, pues se duplicaron el acta y la certificación a la hora del recuento.
En 1930, la población de derecho, era de 431 habitantes y existían 186 edificios y 118 albergues.
Por estas fechas, hubo un párroco en Valdecañas de Cerrato, llamado Teófilo Velasco Barcenilla, vinculado a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS. Juan Aparicio, periodista amigo de Ramiro, cita a Teófilo Velasco al referirse al manifiesto escrito por Ledesma Ramos, "La Conquista del Estado":
"Así "La Conquista del Estado", resulta la obra personal de un solo hombre, Ledesma, porque ni mis artículos, inflamados por un lirismo casi religioso, ni la prosa desenfadada de Giménez Caballero, ni el clamor rural que nos comunicó Teófilo Velasco, el párroco de Valdecañas de Cerrato, ni las... "
Velasco, escribió en 1949, "El Orfismo (Una religión de Grecia)". Murió en Burgos, en el Seminario San José, en 1994.
En Valdecañas, durante la guerra civil, la vida discurrió más o menos así...
Los niños tenían que trabajar en el campo desde muy pequeños porque su padre tenía que ir a la guerra. Algunos vecinos les ocurrió algo parecido a esta situación, cuando terminaron la mili y regresaron al pueblo, el ayuntamiento les avisaba de que habían recibido una carta diciendo que tenían que presentarse en el lugar indicado, para incorporarse al ejército para ir a la guerra, donde más de un valdecañés resultaron heridos y otros, los menos, muertos.
A otros vecinos de Valdecañas, vinieron los soldados y se los llevaron para interrogarles, pero luego les devolvieron a su pueblo. Varios les hirieron durante la guerra en Teruel y otros frentes y algunos, también murieron.
En Valdecañas de Cerrato, al lado del cementerio viejo hay una placa de piedra donde aparecen los nombres de las personas de esta localidad que murieron en la guerra.
En la posguerra, la gente empezó a carecer de alimentos y pasaba hambre, y por eso hicieron las cartillas de racionamiento para que todas las familias pudieran ir a las tiendas a recoger las pequeñas cantidades de comida que tenían adjudicadas. Si tenías mucha comida, la fiscalía venía a requisártela, por eso muchas familias tenían que esconder la comida en sus casas.
Lo mismo que en otros pueblos, en Valdecañas lo pasaron muy mal, por eso la gente tenía que ir a escondidas al molino a moler el trigo, de dónde salía la harina y con ella hacían el pan. Otras personas molían de noche el trigo en los desvanes sin hacer ruido con unas máquinas que ellos mismos tenían.Tenían que hacerlo con mucho cuidado porque si les pillaban se lo requisaban. Otras personas escondían la comida en la cuadra o en el pozo.
También había gente que se dedicaba al estraperlo, pues era otra forma de obtener ingresos.
En 1955, esta villa en lo eclesiástico, dejó de pertenecer a la Archidiócesis de Burgos y Osma, pasando a integrar la Diócesis de Palencia. Esta divisoria oriental es como consecuencia del Concordato de 1953, se adecuan las fronteras del obispado que regían desde el siglo XI, a las de la provincia civil.
La gran corriente emigratoria del campo a la ciudad fue, hasta la II Guerra Mundial, de volumen pequeño. En Madrid y en el País Vasco había una corriente inmigratoria desde el campo también importante.
Los flujos se daban, en primer lugar, de las zonas rurales a las capitales de provincia; en segundo lugar, los flujos se dirigían hacia los grandes polos de desarrollo: a las regiones industrializadas de Cataluña y el País Vasco, al polo político-industrial de Madrid, y hacia la costa y las regiones industriales de la Comunidad Valenciana.
Así, el periodo 1950-1981 fue una época de grandes desbalances regionales, sin precedentes en la historia demográfica española. En este periodo, la provincia de Madrid ganó 2.800.675 de habitantes, y la de Barcelona 2.386.615 (sus poblaciones más que doblándose en 30 años). Sin embargo, mientras tanto 23 provincias perdieron de manera absoluta población, y Castilla la Vieja y el antiguo Reino de León (salvo el foco de Valladolid), vieron reducidos de manera muy importante su capital humano.
En la época posterior a la guerra civil, se produjo el verdadero éxodo rural, parte de la población emigró hacia capitales como Madrid, Barcelona, Bilbao, Vitoria, etc., donde la posibilidad de trabajar fuese mayor. Por esta circunstancia, su despoblación fue muy importante, igual que en la gran mayoría de pueblos de alrededor a lo largo de las décadas de los 50 y 60.
A los emigrantes de los pequeños municipos cerrateños como Valdecañas de Cerrato, no les quedó otro camino que el de la localidad más cercana, de mayor población o la de una capital de mucha mayor embergadura, como las anteriormente citadas. La crisis de las regiones agrícolas, en contraste con la demanda de brazos en las zonas industriales, no haría sino acelerar este proceso.
El sentido de la migración es desde las entidades más pequeñas en dirección a las entidades más grandes.
En 1900, el 50,8% de la población vivía en municipios de menos de 5.000 habitantes, mientras que sólo el 13,5% vivía en municipios de más de 50.000 personas. En 1930, en la primera categoría vivía el 40,2% de los españoles, y en la segunda el 19,8%. En 1950, sólo el 33,5% de la población vivía en localidades de menos de 5.000 habitantes, mientras que el 30,2% vivía en municipios de más de 50.000.
Una consecuencia de aquella despoblación fue que en virtud del Decreto del Ministerio de la Gobernación, de fecha 21 de febrero de 1974 -B. O. E. (Boletín Oficial del Estado) del 14/3/1974-, fue aprobada la incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás, capital histórica de la comarca.
Baltanás, capital histórica del Cerrato, foto 4
Constitución del Núcleo de Población de Valdecañas de Cerrato, perteneciente al municipio de Baltanás (Palencia), como Entidad Local Menor.
Incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia).
5395 DECRETO 647/1974. de 21 de febrero, por el que se aprueba la incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia).
El Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato adoptó acuerdo con quórum legal de solicitar la incorporación de su Municipio al limítrofe de Baltanás, ambos de la provincia de Palencia, en consideración a su reducida población y escaso presupuesto para prestar los servicios mínimos obligatorios, y por el propósito de obtener los beneficios otorgados para estos casos por la legislación vigente. La Corporación Municipal de Baltanás, asímismo con quórum legal, acordó aceptar la incorporación.
El expediente se sustanció con arreglo a las normas de procedimiento contenidas en la Ley de Régimen Local y en el Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales. sin reclamación alguna durante el período de información pública a que estuvieron sometidos los acuerdos municipales.
La Diputación Provincial y el Gobierno Civil han informado en sentido favorable y se ha demostrado en las actuaciones la realidad de los motivos invocados por el Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato, y la procedencia de la incorporación proyectada para mejorar los servicios de dicho término municipal, dándose en el caso las exigidas en el artículo catorce, en relación con el apartado d del articulo trece de la vigente Ley de Régimen Local.
En su virtud, de conformidad con los dictámenes emitidos por la Dirección General de Administración Local y Comisión Permanente del Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernación y previa delíberación del Consejo de Ministros en su reunión del día quince de febrero de mil novecientos setenta y cuatro,
DISPONGO
Artículo primero.- Se aprueba la incorporación voluntaria del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia).
Artículo segundo.- Queda facultado el Ministerio de la Gobernación para dictar las disposiciones que pudiera exigir el cumplimiento de este Decreto
Asi lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veintiuno de febrero de mil novecientos setenta y cuatro.
FRANCISCO FRANCO
El Ministro de la Gobernación.
JOSE GARCIA HERNANDEZ
JOSE GARCIA HERNANDEZ
La economía en Valdecañas de Cerrato derivaba de la agricultura y de la ganadería ovina. Había algunas colmenas, pues la miel de la zona era muy apreciada. Desde 1900 hasta 1950, había 2 carnicerías, también había una fragua, una carpintería, 3 tiendas de ultramarinos, una cantina -para vino-, 2 bares -en los que se servía café-, 2 salones de baile, un estanco y una barbería. Se solía "comprar" con tarja, (trocito de madera donde se hacía un pique o muesca).
El pescado lo llevaba con un carro desde la estación de Torquemada, el «Hornillero» de Hornillos de Cerrato. Las telas se llevaban desde Baltanás.
En el 2008, todo se había reducido a un "bar con tienda" y un "horno de asar", Royuela.
Horno de asar y bar "Royuela" . Foto 5
En la actualidad, en Valdecañas existen 2 casas rurales, una de ellas, recientemente inaugurada "La Cuesta del Acedo", ( http://lacuestadelacedo.com/ ), es una magnifica edificación, con bar y restaurante, con magníficas vistas y otra, "La Cañuela", ( www.lacañuela.es/ ). en un edificio totalmente restaurado, siguiendo las costumbres tradicionales de la zona, con materiales nobles de la propia naturaleza:piedra, madera, hierro, con fachada de piedra de sillería y remates en cerámica roja.
Foto de las casas rurales. Fotos 6 y 7
En Valdecañas, tradicionalmente, también ha habido gran cantidad de bodegas con lagar. Generalmente estaban excavadas desde antaño en las laderas del Pico Piyayo y se surtían de la uva de los majuelos del término, en la actualidad dentro de la D.O. Arlanza. Hubo épocas en que por la abundancia de vino, "ojogallo", dio origen a que sirviese de trueque para adquirir otros productos. Durante la primera semana de la vendimia no había escuela. Todo el personal iba a vendimiar. El "hacer un lagarejo" entre mozos y mozas era un retozo. El municipio contaba con cantidad de eras para la trilla, muchas de las cuales, con su caseta para ganado y aperos de la labranza.
Los carros, tirados por machos y mulas, iban con grandes cestos repletos de racimos de uva de "ojogallo", de los majuelos a los lagares. Al terminar la vendimia, y elaborar el mosto, se solía transportar en carros, los ollejos de la uva, hasta "Néstor", en Torquemada, pues con ellos se elaboraba el orujo.
Antaño, la actividad laboral en el pueblo era muy dinámica. Hombres y mujeres trabajaban duro de luna a luna en las labores de arado, de siembra y de siega. El acarreo se hacía, con carros de varas y armaje, tirados por machos, mulas y burros. En algunas épocas, también se laboreó con ganado vacuno.
Valdecañas, foto aerea. 8
La economía en Valdecañas, mayoritariamente se ha movido en torno a la agricultura de cereales en general y de la remolacha. Tiene cierta importancia, eso si, mucha menos que antaño, la derivada de la vid. También había antiguamente cierta cantidad de colmenas y su miel, era muy apreciada. Es y ha sido importante como parte de la economía del municipio, la relativa a las explotaciones ganaderas, hoy muy reducidas, de ganado ovino churro. Con la leche de estas ovejas se elabora uno de los mejores quesos de la península, denominado Queso del Cerrato..
En la actualidad está aumentando la cria de ganado vacuno, después de no existir durante décadas actividad alguna en este apartado. Entre estas explotaciones, destaca una ganadería de cría importante, "La Canaleja".
El sistema de unidades de medidas, y pesos, hasta pasado la mitad del siglo XX, se media y pesaba en el sistema antiguo, por ejemplo en varas, leguas, pie castellano, cantaras, libras, quintales, obradas, celemines, fanegas, arrobas, etc.
Todo o casi todo se hacía manualmente, hasta que un muy buen día, aparecieron en el mercado las máquinas segadoras, beldadoras y trilladoras, de la marca de Vitoria, "Ajuria". Pero sobre todo, la revolución llegó con el tractor, antesala de la definitiva cosechadora, hechos que cambiaron la forma de trabajar en las labores de labranza.
En los arroyos del Castillo y el del Pozo, eran muy apreciados sus cangrejos y en época de caza, su coto alcanzó popularidad entre los cazadores procedentes del Norte de la península.
En definitiva, el cambio producido en Valdecañas de Cerrato, a lo largo de los últimos años, en lo ambiental, en lo económico y en lo industrial, tal como lo hemos podido comprobar, ha sido espectacular.
La hostelería es un hecho y se prevé un futuro muy prometedor. El sector ganadero en Valdecañas, ha sufrido una importante evolución en los últimos años en lo que se refiere a la producción, comercialización tanto ovina, como de vacuno, con especial importancia, en el acercamiento del productor al consumidor y la atención a las demandas del mercado.
Foto fachada de la Casa del Cordón
Finalizando, esta es la historia de un pueblo con mucha historia, que he querido describir en este y en el anterior artículo de la revista, esta es la historia de mi querido Valdecañas de Cerrato.
FIN ARTÍCULO PARA LA REVISTA "CAMINO LLANO" DE NAVIDAD 2013
VALDECAÑAS Y SU PERTENENCIA AL "ALFOZ DE PALENZUELA"
Este Alfoz, salta a la documentación en la segunda mitad del siglo XI (2-8-1052), con el nombre de Palencia: et in alfoz de Palencia, reiterándose en los decenios siguientes en el Becerro de Cardeña (10-1-1061), ...ista omnia in alfoce de Palentia que est fundata super ripa fluminis Aslanza (2-1-1069).
(Ayuntamiento de Palenzuela)
En el Fuero de Palenzuela, similar al Fuero de Castrojeriz, otorgado por Alfonso VI, se enumeran dos series de lugares; una como "aldeas de villa", esto es, formando parte del término municipal: Aldee de Palenciola sunt iste: Seoguela, Tavanera, Ornejo, Villafan, Fenar, Valles, Val de Parada; la segunda serie, mucha más amplia, enumera los siguientes lugares: In el alfoz de Palençiola Comitis sunt omnes iste ville tras Pisuergam: Santus Antoninus, Quintana Sendino, Villafainvistia, Villagundrando, Quintana, Ferrera, Val de Peral, Villa odoth, Castriello Bascones, Valdecannas, Villavoyaya, Fontaniela, Villaramiro, Castellanos, Fontovielas, Ranedo, Santa María de Rivo Cortello, Tordemoronta, Piniella, Peral, Quintanilla Rovano, Villaton, Barrio de Santa María, Quintaniella Alviela, Moral cum Palençiola serviunt regi in uno.
En estos elencos solo figuran aquellos lugares que eran realengos cuando se redactaba el fuero en el reinado de Alfonso VI, esto es: aquellas villas que servían al rey con Palenzuela: cum Palenciola serviunt regi in uno.
El 30 de marzo de 1145 tiene que intervenir Alfonso VII en una disputa sobre límites entre, el Alfoz de Baltanás, el Alfoz de Palenzuela y Ruyuela, la antigua cum terra Rio Francos.
En 1206, Villafruela no era más que una granja, y será donada al monasterio de San Pelayo de Cerrato. Valdecañas de Cerrato, aparece en 19-VII-1074 en la carta de arras del Cid: in Valle de Cannas, luego conocida como Valdecañas de Suso o de Arriba; en 16-VII-1604: Valle-Kannas y antes en 31-VIII-1039 como Val de Cannas.
San Cristóbal, despoblado en el término de Valdecañas de Cerrato, a 4.000 m. al Este, cercano al término llamado El Castillo, a la izquierda y lindando con el arroyo del Castillo que procede de Pozuelo, dando frente a un cotarro donde estuvo el mencionado castillo a unos 150 m., en este pago de San Cristóbal, además de vestigios de edificaciones, se ha encontrado en el mismo un cementerio. Valdecañas de Yuso o de Abajo. despoblado en el término de Torquemada, a 6.000 m. al Este a ambos lados de la carretera que conduce de Torquemada a Valdecañas de Cerrato o de Arriba, junto a la raya divisoria entre Torquemada y Hornillos de Cerrato, con ruinas todavía hoy bien visibles a ambos lados de la mojonera municipal. Citada en 1352 como Val de Cannas de Yuso, luego será conocida por el diminutivo Valdecañuelas.
Es muy probable que éste fuera el lugar designado en el Fuero de Palenzuela entre Villacentola y Valdecannas, como Báscones, ya que en un diploma del 31-VIII-1039 se identifica a Valdecañas con Báscones: et in Val de Cannas; id est, in Bascones y nunca se citan conjuntamente las dos Valdecañas con Báscones.
Se recuerdan tres iglesias o ermitas en Valdecañuelas: San Pedro, San Juan y en medio Santa María o la Magdalena.
Valdetote, despoblado en el término de Torquemada, a 5.300 m. al Este, unos 200 m. al norte de la carretera de que conduce a Valdecañas de Cerrato y a unos 1.000 m. del despoblado de Valdecañas de Abajo, en el pago llamado hoy Valdemijo, frente al Picotote. Citado en 12-II- 1062: Annaya Rodriz de Valle de Tote . Tota, es nombre de persona.
Villaboyaya, despoblado en el término de Valdecañas de Cerrato, a 4.000 m. al Este, en la ribera izquierda del arroyo Castillo, donde se han encontrado las ruinas y el cementerio del poblado en las proximidades de la ermita de Santa Ana. El nombre es citado en el Fuero de Palenzuela como Villavovoya, derivado de villa Abo Yahya, nombre mozárabe.
Villamiro, despoblado en el término de Tabanera de Cerrato, lindando con el camino de Tabanera a Antigüedad, cuando este camino alcanza a lindar con la jurisdicción de Valdecañas, a unos 1.200 m. al Oeste del actual caserío de Villarmiro. Todavía queda en el lugar algún muro que es conocido como Paredón de Villarmiro. Citado en el Fuero de Palenzuela, significando la villa de Felmiro, nombre de persona.
San Sebastián, otro despoblado señalado en 1709 como San Sebastián ,en Valdecañas de Cerrato, es desconocido en este lugar; en cambio en Tabanera se encuentra en su iglesia una vieja talla de madera de San Sebastián, que muy bien pudiera haber sido traída del despoblado próximo a Ornejo, que sería por otro nombre designado como San Sebastián.
En 24-I-1475, figuran entre los pueblos de la Merindad de Cerrato como poblados 12 lugares, entre ellos: Villovaya, Valdecañas de Yuso.
Las casas generalmente se han construido, en la parte baja de la fachada, con piedra y el resto hasta el tejado, con adobe.
La planta baja contiene la cocina, gloria -estancia como una sala, que se calentaba a modo de hipocausto con paja-, donde se reunían los residentes, y la cuadra -hoy, la cuadra ha desaparecido por falta de ganado de tiro para la labranza-, a la que accedían los animales de tiro, en muchas ocasiones, por el zaguán. La superior era para los dormitorios y alcobas. En lo más alto, siempre existía el desván, para guardar el grano y otros materiales.
También tenían las casas un corral, que venía a constituir una especie de granja para los animales propios -gallinas, conejos, cerdos, etc- con cochineras y gallineros. El estiércol que se generaba en las cuadras y en los corrales, se utilizaba como abono natural para los campos sembrados. Hoy los corrales se han transformado en la mayoría de los casos, en patios ajardinados.
(Portón)
El achicamiento del casco urbano viene compensado con el hecho de que cada vivienda aparte de tener corral y pajar, algunas cuentan con un huerto, sito en el valle del Castillo. La reducción del casco urbano ha acoplado al hombre con sus casas, sus bodegas y el huerto.
Esa compenetración entre el medio urbano y el rural, es lo que sugiere la idea de lo patriarcal. Hay aspectos que lo avalan. Los enlaces de familias han creado lazos de parentesco cercano y diversificaciones dentro o arrancando del mismo tronco, generalmente de la misma localidad. Por esa causa, pudiera apreciarse una endogamia marcada.
Antaño las mujeres al acudir a la iglesia, llevaban puesta una mantilla o velo, por costumbre. El negro como luto en los vestidos femeninos era de riguroso cumplimiento, a veces durante años, por respeto al familiar difunto.
Los domingos, al salir de misa, se creaban los «corrillos» de amigos para comentar los temas de actualidad municipal. Después de la misa, los varones solían ir a las bodegas para tomar el aperitivo, siendo éstas desde antaño el lugar de reunión por excelencia. Al atardecer, también se reunían las cuadrillas en las bodegas. Se hablaba y cantaba y siempre había un algo sólido para merendar acompañando al vinillo de la tierra.
Del vinillo, autóctono, se decía que no pegaba, pero entonaba. Aunque el menú estrella desde siempre ha sido las chuletillas de lechazo asadas en la parrilla, con lumbre hecha con manojos de los majuelos, no nos podemos olvidar de las diferentes tortillas, los chorizos caseros, las “latillas” y porqué no, las arenques.
Los varones, solían jugar a los naipes o dominó en el "Café de la Sofía". Otro de los juegos tradicionales, era el de los Bolos, al que eran muy aficionadas la mujeres, que chillaban o bailaban los bolos. También se jugaba a la Chana o morrillo y a la Tanga.
En el salón de baile, con ambigú, siempre, las mujeres a un lado y los hombres a otro. Los mozos, iban a correrla, y a rondar a las mozas.
Siempre ha sido tradición, subir al Pico del Roble o Piyayo durante la función para tomar chocolate de madrugada. En primavera los chiguitos se juntaban para ir a buscar nidos de pigazo y huevos de perdiz. Jugaban a los «cartones» o al «inque», o a las «gallaritas». Las niñas, jugaban a saltar con la “soga” y a “pillar”.
También les gustaba hacer «lagarejos» -pintar con el extracto de la uva-, y bañarse en el arroyo, en el agua acumulada por alguna presa hecha por ellos. Otra de las «diversiones» de la época era ir a ver llegar al pueblo y partir, el coche de línea.
En verano también solían ir a espigar, hacían «gallos» -ramilletes de espigas de trigo- que utilizaban para con el grano, echar de comer a las gallinas en las casas.
Las mujeres que siempre colaboraban de igual a igual con sus maridos en las labores de labranza, solían reunirse en pocas ocasiones. Una de ellas era cuando llegaba el «pescatero», o el carro del vendedor de telas. Otra ocasión solía ser, en el arroyo a la hora de ir a lavar los enseres de cocina, que se hacía con arena a modo de estropajo y jabón, el cual se fabricaba en casa con grasas de cerdo, aceite y sosa cáustica.
(Foto para el concurso del Diario Palentino)
En la vestimenta tradicional, la mujer antiguamente portaba chambras blancas de lino y sobre ellas, corpiños de paño sin mangas. Sobre los hombros, un mantón de merino, con dibujos. Sobre la cadera, el pelele y enagua de lienzo. Dos faldas, la bajera de estameña en colores. La encimera de merinillo, muy amplia y también en colores más oscuros. La largura era tobillera. Medias de algodón o lana.
La cabeza con el pelo recogido, se cubría con pañuelo de algodón. Los zapatos eran abotinados con un poco de tacón.
La vestimenta típica del varón, sin ser la de la época anteriormente tratada, desde antiguo ha sido, la chaqueta y pantalón con pinzas y vueltas, de pana color miel o negro, que a veces se acompañaba de chaleco. La camisa, era blanca, de manga larga, abotonada y sin cuello. En la mayoría de los casos, la confección se realizaba por alguna mujer de la casa.
El calzado, básicamente solía ser un par de botas. Para cubrir la cabeza usaban boina de color negro. En la mujer, casi siempre el vestido era de color oscuro, con calcetines por encima de las rodillas de color negro. A veces para trabajar en el campo, se ponían una bata, y pañuelo o sombrero de paja a la cabeza. Calzaban a diario, zapatillas.
(Trajes típicos cerrateños)
Existía un “pregonero“, que sonaba y cantaba los actos y los anunciaba por todo el pueblo ayudándose con una «cornetilla».
En el municipio siempre ha habido verdaderas familias de pastores como los Bravo-Trimiño y los Aquilino, entre otras, dedicadas al pastoreo de ovejas y cabras. Hoy en día, los pastores son verdaderos empresarios ganaderos. Su destreza y habilidad para cazar liebres y conejos lanzando la cachava eran notorias, también eran diestros lanzando cantos.
Eran muy hábiles en construir instrumentos a mano y musicales, con que se entretenían sus largas horas de soledad. Sus mejores amigos y colaboradores eran sus perros y el burro.
En el campo se cobijaban en chozas o cabañas de piedra construidas al lado de los corrales, donde encerraban al rebaño -actualmente quedan algunas pocas diseminadas por el terreno-.
La división de términos se hacía mediante montones de piedras llamados majanos, que los pastores usaban para resguardarse del frío. Como curiosidad, a mediados del siglo XX, el calzado de los pastores, eran unas abarcas hechas por ellos mismos, con recortes de neumáticos de ruedas.
Antaño, las labores de labranza en verano, consistían en un periodo de tiempo que comprendía la siega, la recogida de la mies, la trilla del cereal y la guarda en la panera, y se le denominaba hacer el verano. Comprendía desde la fiesta de San Pedro, en junio, y terminaba para la función de la Patrona, en septiembre.
La actividad era febril en todo el campo y en las zonas de las eras. Los carros iban y venían con su carga de cereal. Los “agosteros”, se levantaban de madrugada y no paraban hasta después de comer, un poco de siesta y vuelta al trabajo, hasta bien entrada la noche. Era un trabajo duro, comunitario, donde todo el mundo participaba en las labores.
Lo mismo pasaba con la otra actividad anual importante, la vendimia. Todos cooperaban en el trabajo de recoger la uva y llevándola al lagar para pisándola, extraer el mosto con el que hacer el vinillo valdecañes. Estas se realizaban con la ayuda inestimable de ganado equino -mulos, machos, burros-, también hubo épocas en las que se laboró con bueyes.
De entre éstos destaca uno en especial, "Jardo", buey que fue tristemente famoso por los años 50.
(Vista desde la era. Carro de “varas”)
También era común sembrar ajos, patatas, lentejas, garbanzos para el consumo familiar durante todo el año.
En el 2008, algunos campesinos continúan criando ganado vacuno, en el término. Una ganadería importante es la de "La Canaleja".
Las estaciones de ferrocarril más cercanas, fueron la de Torquemada, a unos 12 kilómetros, y la de Quintana del Puente a unos 20. Antiguamente tenía parada regular el autobús.
El medio de locomoción más usual fue hasta muy entrada la segunda mitad del siglo pasado, el carro tirado por ganado caballar, e incluso los burros.
A mediados del siglo XX, las infraestructuras tales como las carreteras, sufrieron una auténtica renovación. Se hizo la de Torquemada y se habilitaron los caminos de la concentración parcelaria. Los sonidos habituales, aparte de los trinos de los pájaros y el canto de los grillos en los campos y ranas en los arroyos, eran el traqueteo de los carros y los validos de las ovejas. Por las mañanas no podían faltar los cantos de los gallos.
Por causas que no a todos gustaron, un buen día los viejos árboles situados en las cunetas de la carretera de Baltanás, a la entrada del pueblo, los talaron, perdiendo con ello una imagen tradicional. Actualmente y como seña de los tiempos que corren, desde hace poco tiempo podemos ver en los páramos cercanos de Hornillos y de Baltanás, los enormes molinos eólicos, generadores de energía eléctrica, que destacan en el horizonte buscando los vientos castellanos. Es controvertida su implantación en estas bastas tierras, poco acostumbradas a la ubicación de estos modernos molinos.
FIESTAS
Las fiestas en Valdecañas, tienen un marcado sedentarismo y arraigada religiosidad histórica. Se desenvuelven en tres vertientes: Las Festividades de carácter religioso. Con danzas rituales o procesionales, se bailan delante de las imágenes sagradas, con el objetivo de honrar, agradecer y solicitar favores. Entre los bailes más populares están, la jota castellana y el baile corrido o de rueda. Las Festividades del ciclo de la vida. Eran y son fiestas familiares, donde se canta y se baila. Se celebran los nacimientos, los bautizos, la mocedad, la entrada en "quintas", la boda, y el respeto a los ancianos. Las Festividades del ciclo anual agrícola. Merecen destacarse, las matanzas y el "carnaval", en invierno. En verano, antaño se festejaba el esquileo con cantos de agosteros ligados a la gran actividad en las eras y al acarreo. El fin de la cosecha y de la vendimia, también eran motivo de fiesta. Las fiestas patronales son: En honor de Nuestra Señora, la Virgen del Campo, el 12 de septiembre. Es tradición danzar, a la Virgen a la salida de la misa Mayor, al son de la dulzaina y el tambor. Se bailan jotas típicas, a veces bailadas hacia atrás, que las hace más difíciles. También se lanzan cohetes artificiales y últimamente a estas tradiciones se ha unido una popular caramelada. Procesión de la Virgen del Campo En los años sesenta, durante la función, solía haber festejos taurinos con novillos y partidos de fútbol entre pueblos cercanos. La fiesta en honor del Santo Patrón, San Nicolás de Bari, es el 6 de diciembre. Con el paso del tiempo, se han perdido algunas celebraciones como, la de la Cruz de Mayo (3 de mayo), los Carnavales y sobre todo la de San Juan (24 de junio). La fiesta de mayo era propia de los infantes, que cantaban y pedían un donativo en metálico o en especie para hacer una merienda. La letra de la canción decía: " A la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla. Esta casa sí que es casa, aquí vive el Sr. (...), que nos guarda la corona. Que viva la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla." En la de San Juan, los protagonistas eran los mozos y mozas, y duraba siete días. Salían al atardecer con cazuelas, cencerros y esquilas, a cantar por las calles: " La mañana de San Juan que bien se jaleaba, con el zapatito blanco y la media encarnada. Me tiraste un limón, me diste en la cara, todo lo vence el amor, morena resalada. Me tiraste un limón, me diste en la frente, todo lo vence el amor, morena reluciente. La mañana de San Juan, lo primero que se hace, es subir al pico "el Roble", a tomar chocolate, a tomar el chocolín. Y después que lo tomamos, nos echamos a reír. Me quisiste, me olvidaste, me volviste a querer, los dos tenemos la culpa, tú primero y yo después." Danzas a la Virgen del Campo Había que subir al pico para ver salir el sol al amanecer, todo terminaba con una comida juvenil de cordero asado. La fiesta perduró hasta el fin de la guerra, hacia el año 1940. También se escuchaban las estrofas del romance del Conde Olinos, sobre todo en la primera mitad del siglo XX. " Caminaba el Conde Olinos, la mañana de San Juan, a dar agua a su caballo, a las orillas del mar. Mientras su caballo bebe, él canta dulce cantar. Mira hija como canta, la sirenita del mar. No es la sirenita, madre, la de tan dulce cantar, es la voz del Conde Olinos, que por mí penando está." Desde Baltanás acudía una banda de músicos dulzaineros llamada Los Adrián para amenizar las verbenas. Los que no faltaban a ninguna «función», eran los almendreros. También se celebra la fiesta de San Isidro Labrador, el 15 de mayo, patrono de los labradores. En el municipio hay una Asociación Cultural, la Peña "El Bodegón" y últimamente, una Peña para los más pequeños, "El Botijo", que animan y cooperan con el Ayuntamiento en el desarrollo del programa festivo.
GASTRONOMÍA
Gastronomía Sopas de ajo: Sopas habadas. Hervidas a fuego lento en conco o cazuela. Si se hacen en un conco suele crearse una tosta alrededor, en el interior. Se las denomina "secas". Lechazo asado, de la raza "churra" de la zona. Chuletillas de cordero, elaboradas en parrilla sobre manojos de sarmientos de los majuelos. Cordero lechal de oveja “churra” Jijas: En época de matanza, picadillo de la carne del cerdo para hacer chorizos. Mondongo: Hecho con los productos de la matanza. Caldo de cocer las morcillas. Gastronomía de origen venatorio: Perdices, Pichones, Liebres y Conejos, bien, guisados o en escabeche. Caracoles de tierra y Cangrejos. Setas y Champiñones, de origen silvestre. Queso del Cerrato: Hecho con la leche de las ovejas de raza churra de la zona. En muchas ocasiones de elaboración casera. Dulces Orejuelas: Famoso por ser propio de la zona. en otras partes se las conoce como hojuelas o orejas de carnaval. Leche frita. Rosquillas ciegas: Dulces para acompañar el café en el desayuno. Rosquillas de palo: Dulce más famoso de Valdecañas. Es el producto que más se exporta de la "Casa Royuela", conjuntamente con las "magdalenas", el "pan de hogaza" y las "tortas". Bebidas Vino autóctono: El clásico "ojogallo" del Cerrato, aunque su producción es menor. De color entre tinto y clarete. Orujo-Aguardiente: Destilado a partir de los ollejos y bagazos de la uva de los majuelos la zona.
ECONOMÍA
Su economía mayoritariamente se mueve en torno a la agricultura de cereales en general y de la remolacha. Tiene cierta importancia la derivada de la vid. Antaño, había cierta cantidad de colmenas, y su miel era muy apreciada. Es importante como parte de la economía del municipio, la relativa a las explotaciones ganaderas -ganado ovino churro-. Con la leche de estas ovejas se elabora uno de los mejores quesos de la península, Queso del Cerrato. En el 2008 está aumentando la cría de ganado vacuno después de no existir durante años actividad alguna en éste apartado. Entre estas explotaciones, existe una ganadería de cría importante, "La Canaleja". También se hallan ubicadas dos Casas Rurales llamadas "La Cañuela", típica, del siglo XIX, con confortables instalaciones y otra más moderna, "La Cuesta del Acedo". Hay un horno de panadería y asar, "Royuela", que se significa por la producción de pan, hogazas, tortas y sus famosas rosquillas. También es conocido por su elaboración de cazuelas de sopas de ajo y de lechazos al horno. Existe un "Bar" con tienda de ultramarinos: BarCafetería Royuela. Hace años, se rodó en el término, la película «Las ratas» -1962. Premio de la Crítica-, basada en la novela homónima de Miguel Delíbes. El asistió al rodaje. Como cazador, uso su escopeta en el coto de Valdecañas y en el de Baltanás, donde solía echar sus partidas de naipes, como un cerrateño más. Por cierto que el, refiriéndose a estos pueblos, Delibes hizo este comentario: “ Son burgos chicos, que mezclan adobe, piedra y ladrillo en su caserío.” Refiriéndose a los agricultores, dijo: “ En suma, en estos pueblos los hombres miran al cielo más que a la tierra, porque aunque a ésta la mimen, la surquen, la levanten, la peinen, la asignen y la escarden, en definitiva lo que haya de venir, vendrá del cielo. “ Existen iniciativas para hacer del municipio, un lugar perfecto para pasar temporadas de descanso y ocio entre sus moradores.
PATRIMONIO CULTURAL DE VALDECAÑAS DE CERRATO
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Paseando por las callejas de este increible y antiguo municipio podemos deleitarnos con las diferentes obras arquitectonicas que en la actualidad dan fe del esplendor que en su día tuvo este pequeño municipio cerrateño, que puede presumir de una historía muy importante. Comenzamos.
En primer lugar he de hacer mención a la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, patrón del municipio valdecañés.
( Foto de la Iglesia de San Nicolás de Bari )
La primera iglesia parroquial se supone que se construyó en el siglo XII, en estilo románico. La actual, de estilo barroco, fechada en el siglo XVII, resalta por su torre cuadrangular, construida en sillar, probablemente sobre el solar que ocupaba la anterior. Se encuentra situada en lo más alto del núcleo urbano. Dispone de tres naves separadas por pilares y bóvedas. Con una capilla en un lateral y en una capilla situada a la izquierda del altar mayor, se venera a la Virgen del Campo, Patrona de Valdecañas de Cerrato. El día de su fiesta en septiembre, es trasladada en procesión hasta su Ermita. A la entrada, a la izquierda, hay una bóveda donde está situada una antiquísima y bella pila bautismal. A la derecha de la entrada, está la escalinata de acceso al coro y subiendo una escalera estrecha, se llega al campanario y en el mismo habitáculo se ha conformado un magnífico mirador, que permite, entre campanas, ver por los cuatro costados maravillosas panorámicas del municipio, sus cercanías y los valles.
La parroquia valdecañesa, tuvo reformas posteriores. Una de las más importantes se realizó en 1780. Junto a ella, se encuentra ubicada una necrópolis medieval, el cementerio viejo, actualmente en desuso, pues existe otro construido posteriormente en la carretera de Torquemada.
En el 2008, después de una reforma en profundidad, la parroquia exhibe toda su belleza en su interior, destacan además del retablo del altar mayor, otros dos, uno a cada lado, así mismo podemos contemplar imágenes de gran valor artístico de un Cristo crucificado, San Isidro, la Dolorosa, San Antonio, una Inmaculada y por supuesto, la del patrón San Nicolás de Barí, cuya festividad se celebra el 6 de diciembre, entre otras.
Hace años estaba expuesta en una de las paredes de la Iglesia una tabla flamenca, "La Adoración de los Reyes Magos".
Como curiosidad, llegó a albergar hasta 6 cofradías: la del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la Virgen del Campo y la del patrón, San Nicolás de Bari.
Ermita de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, patrona de Valdecañas de Cerrato.
( Foto de la Ermita )
La ermita de la Virgen del Campo, se localiza a las afueras del pueblo, a unos 500 metros al sur, en un altozano, dedicada a Nuestra Señora, la Virgen del Campo. Fue construida en el siglo XVI., de formidable y robusta fábrica, con refuerzos en su exterior y espadaña, en la que últimamente tañe una campana donada por un valdecañés. En su interioren destaca un retablo barroco, presidido por una imagen gótica de la Virgen y el Niño, del siglo XIII.
Cuenta también en su interior con un escudo esculpido en piedra, según parece perteneciente a la familia Tevar, impulsora de la Obra Pía de Tevar. Tomás González Tevar, fue un canónigo racionario de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, que nació en Valdecañas de Cerrato. Ocupó el cargo de Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición y fue como he dicho, el impulsor de la Fundación Cultural «Obra Pia de Tevar».
Coronando en el interior de la ermita, a la entrada a una pequeña capilla, se muestra un retablo con la imagen de la Virgen Inmaculada y en otro hueco hay un Cristo yacente.
Alrededor, existe una necrópolis de la época de repoblación, con varias tumbas del siglo XI. Podría ser interesante arqueológicamente, recuperar esta necópolis para su estudio y recuperación de la historia del municipio.
Aunque la importancia artística sea menor exteriormente, su visita es interesante, no sólo por las joyas escultóricas que encierra en su interior, sino también por el acogedor entorno que la rodea.
Es muy interesante comprobar cómo el día de la fiesta de la Patrona en septiembre, los valdecañeses, muchos de ellos ausentes el resto del año, regresan a su pueblo, para celebrar la fiesta, la "función" y después de la misa Mayor en la Ermita, danzan a su Virgen, como es costumbre desde hace siglos.
Casa del Cordón
( Foto: Fachada. Detalle del "Cordón" y escudos )
La Casa del Cordón, es una construcción de corte religioso, con su emblema el cordón de San Francisco, similar a las que existen en localidades como Burgos, Palencia, Bilbao, Vitoria, Zamora, Monterrubio de la Serena, en Badajoz y en Santa María del Campo, en Burgos. Su porte, recuerdan la importancia y relevancia que tuvo en el pasado.
La Casa, conjuntamente con los escudos en la fachada, nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio, dando muestra de su relevancia en el pasado. La fachada es de estilo plateresco de la primera mitad del siglo XVI.
La diferencia con la de Burgos, o con la de Palencia, es que la burgalesa es una construcción civil gótico tardío. La de Burgos, fue el palacio de los Condestables de Castilla. Doña Mencía de Mendoza y Figueroa, esposa de don Pedro Fernández de Velasco, VI Condestable, era muy devota de San Francisco y por ello mandó esculpir el "cordón franciscano" en la fachada, el matrimonio estaba vinculado a su vez por herencias, al municipio de Valdecañas de Cerrato. Posteriormente, el acervo popular, dio nombre al edificio.
Actualmente, su aspecto tanto exterior como interior, se encuentran castigados por el paso del tiempo y urgiría recuperar este edificio tan emblemático, antes de su total ruina. En la actualidad el edificio pertenece a la institución eclesiástica y ya se han hecho algunas gestiones ante el obispado de Palencia y la Diputación para ver si pudiera habilitarse.
Según los símbolos, hay cordones de cinco nudos, que simbolizan los estigmas de Jesucristo, y de tres nudos, que simbolizan los tres votos; Pobreza, Obediencia y Castidad. El cordón, fue usado por San Francisco de Asís como simple cinturón.
Antigua Casa Cural
( Foto: Antigua casa cural )
A la entrada del pueblo, se encuentra un edificio de corte religioso (hoy de propiedad privada. P. B.), antigua Casa Parroquial, con un escudo de la Virgen del Carmen con corona, flanqueado por arcángeles, con una leyenda, fechado en 1738, con unas esculturas de San Antonio y Santa Bárbara en el frontis y sobre las ventanas altas, se pueden ver unos respectivos escudos con cruces.
También podemos observar en una esquina de su fachada, un reloj de sol. En su interior hay un magnifico artesonado del siglo XVIII.
Este edificio ha sufrido hace unos años una reforma en profundidad, que realza sus adornos en la fachada.
Casa blasonada
( Foto: Casa blasonada )
También existe un edificio antiguo blasonado (actualmente de propiedad privada), construido en piedra de sillar, de tres alturas, de gran belleza arquitectónica, con escudo heráldico en la fachada y con ventanas en arco.
Estos escasos edificios «más nobles» se remontan de los siglos XV al XVIII. Se cree que la construcción consistió en un edificio de importante utilidad para la época, posiblemente hospital o centro de asistencia.
Durante algunos siglos, está documentado que por la comarca hubo la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), que llevaron a cabo construcciones, rehabilitaciones o ampliaciones de edificios sacros y de alguna construcción civil más o menos hidalgas como la presente y otras existentes en el municipio, que han llegado hasta la actualidad.
Casas de abolengo
(Foto: Casa de la "parra" )
Algunas de las construcciones son muy antiguas y están muy bien conservadas, como por ejemplo esta de 1569.
Casas típicas
( Foto: Casa típica )
Casas-Vivienda. Hay que resaltar estas típicas construcciones cerrateñas antiguas -hoy algunas cerradas la mayor parte del año, utilizadas como segunda vivienda-, realizadas por los propios valdecañeses, en piedra -de tonalidad blanquecina y calcárea, extraída de los páramos circundantes-, y adobe, con los marcos de sus ventanas y puertas en sillar.
Entre las estancias en su interior hay que destacar, la gloria, las escaleras de acceso a las estancias superiores -alcobas y habitaciones-, hechas con baldosa de arcilla tosca, y los techos construidos con vigas de madera y aljez. Con la puerta de acceso al zaguán, de madera partida en dos, con los clavos y con la parte superior de la misma, batiente y con gatera. Seguidamente se llegaba a la cocina, en la que había un lar con trébede.
Muchas de estas viviendas se conservan en muy buen estado, con sus cortinas en las ventanas, confeccionadas con juncos. En sus fachadas dejan ver en la parte superior un ventano correspondiente al desván. El tejado siempre, de tejas árabes. Todas disponían de su cuadra, para los animales de labor o para el pequeño rucio, y su pequeño corral con gallinero y conejera, o tenada con su bardal, y la bajo cubierta para el carro.
Viene a cuento, resaltar la relación que hubo desde antiguo entre Cantabria y Valdecañas, me refiero a la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros, procedentes de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), prueba de ello, por ejemplo y sin profundizar más, es que en Cabezón de la Sal (Cantabria), la Patrona lleva por nombre también, el de Virgen del Campo, la misma advocación que en Valdecañas de Cerrato.
A diferencia de algunos municipios cerrateños - como Hontoria de Cerrato, Tariego de Cerrato, Villamuriel de Cerrato y otros-, en Valdecañas no parecen haber existido las «viviendas-cueva» o rupestres.
Bodegas
( Foto: Bodegas )
Las bodegas, aún cuando no están catalogadas como monumentos, lo deberían estar, no son obras menores y desde luego si deben ser consideradas como parte del patrimonio valdecañés.
Son abundantes y son una construcción típica, algunas con gran antigüedad, construidas en el propio subsuelo con gran esfuerzo. Las bodegas y los lagares convivían. Algunas de gran profundidad, penetraban en la tierra casi perpendicularmente, donde apenas llegaba la luz y donde la temperatura, la humedad y porqué no, el silencio, era el conveniente para la crianza del vino.
Se ha aprovechado la ladera del monte Piyayo para sus ubicaciones principalmente, hay otras en el entorno del atrio de la iglesia, y en alguna otra zona urbana. Algunas, tienen una antesala o zaguán, de fábrica, que acoge un pequeño merendero, desde donde parte la pronunciada escalera hacia el interior, donde descansan las carrales con el vino.
Desde siempre se las ha considerado, como un elemento más del hogar valdecañés. El valdecañés, va y viene, casi a diario a la bodega. Era y es todo un rito, para todo vecino, fuese de la condición social que fuese.
Desde finales del siglo XVI en adelante, el viñedo alcanza en Valdecañas un puesto muy importante en la producción agrícola tradicional, hasta que a principios del siglo XX, la plaga de la filoxera y la del mildiu, acabaron con las mejores cepas provocando la pérdida de rentabilidad, en la actualidad, parece que se está recuperando el cultivo de uva autóctona, que por cierto, desde hace unos años conlleva la denominación de origen Arlanza.
Cabañas de pastor
( Foto: Cabaña de pastor )
Las cabañas o chozas de pastor, son una de las construcciones más características de la arquitectura cerrateña. Son de forma circular con pequeño hueco de entrada. Son sencillas y originales construcciones que se hallan diseminadas por el campo valdecañés, mimetizadas con el paisaje, a modo de tenadas o corralizas, donde los pastores albergaban y cuidaban sus rebaños de ovejas pernoctando en ellas durante temporadas.
Construidas por ellos, con piedras sueltas, apiladas "a hueso", sin ningún tipo de argamasa. La puerta de acceso, casi siempre está orientada al sur.
Mediante estos habitáculos, el pastor evitaba el descarríe de las ovejas y el ataque de los hoy casi inexistentes lobos.
Los orígenes de las cabañas de pastor en el Cerrato palentino y en el resto de Castilla, se remontan a los tiempos de los primeros pobladores, los vacceos, que desarrollaron técnicas de pastoreo organizadas, en lo que hoy se denominarían suertes.
Los vacceos pueden ser considerados como uno de los primeros pueblos con presencia estable en la Meseta Norte documentada en los tiempos históricos.
Las cabañas son una herencia, en parte, que hacen referencia arquitectónica a como se construyeron en la antigüedad los castros. La planta circular como se construyeron ambas, así lo atestiguan y está considerada como de las más antiguas, tienen aspecto de cono.
Algunas cabañas de planta circular, coexistieron con las de planta en parte rectangular, pero estas son con mucho, más minoritarias.
Las cabañas de pastor, tienen una base de unos 3 mts. de diámetro y una altura aproximada de unos 5 mts., el grueso de los muros eran de cerca de 1 m.; los cercados o corrales, de unos 2 ms. de altura; anexos, se situaban en lugares estratégicos y eran construidos con piedras, fáciles de obtener.
A diferencia de los materiales utilizados en otros territorios, para la construcción de las cabañas, en el Cerrato no se utilizaban materiales vegetales, tales como el “teito”, sino que solo se utilizaban piedras sueltas, que colocaban una encima de otra, sin ningún material que las uniera y soldara. La palabra “teito” es una voz asturleonesa que designa cualquier cubierta de cualquier edificio hecha con material vegetal. Esa es una cualidad que las hace diferentes y únicas a las cabañas cerrateñas, como forma de arquitectura popular y rural autóctona.
Son pocas las que han resistido el paso del tiempo, pero ha sido más que nada, por su no ocupación para las que fueron construidas.
Estas edificaciones son vestigios del Neolítico, que con el paso del tiempo, los pastores las construyeron para aplacar las inclemencias del clima y como habitáculo más confortable que la intemperie y para el descanso, sin tener que regresar cada día a su domicilio habitual y familiar y volver con el ganado al lugar de pastoreo, distancia que en ocasiones era larga y con los rebaños, se multiplicaba.
Estas construcciones con forma de cono, también servían en ocasiones para dar hospedaje a los pastores y rebaños de la “mesta”, a su paso por la Cañada Real Segoviana o Burgalesa, a su paso por las cercanias de Valdecañas, en busca de pastos para el ganado lanar.
Así empezaron a surgir las cabañas de pastor, edificaciones que a cierta distancia, pueden parecer simples montones de piedras, que hoy podemos contemplar diseminadas por los páramos y los valles, al socaire de los cerros cerrateños, eso sí, en la mayoría de los casos, con un lamentable aspecto de deterioro, que con el paso del tiempo, si se han convertido en eso, un montón de piedras.
Los pastores levantaban y construían estas cabañas, corrales y “majanos”, (construcción esta menor, a modo de muro que les servía para resguardarse del aire principalmente) eran de un trabajo complejo y las hacían solos o en grupo, pero eso si, exclusivamente con las manos.
Las cabañas de pastor, son la muestra de una riqueza de subsistencia, con régimen económico de autosuficiencia, con criterios conservadores, transmitidos entre los pastores, de padres a hijos, dedicados secularmente a la labor de pastoreo.
Los arqueólogos consideran a estas edificaciones del periodo protohistórico, como una necesidad de sus moradores, de estar influidos por el clima y la capacidad de mantener a los animales bien vigilados día y noche, al ser su gran riqueza y objeto de subsistencia.
En definitiva, las cabañas responden al apelativo medieval, entendido como pequeñas “casillas” rusticas y toscas, donde se resguardaban los pastores y sus rebaños.
Cañada Real Segoviana o Burgalesa
( Foto: Cañada Real y ruinas de Valdecañuelas )
La Cañada Real Segoviana, también denominada Burgalesa, servía para el paso de los pastores y rebaños trashumantes de la “mesta”, a su paso por el Cerrato palentino, en busca de pastos para el ganado lanar, que luego esa lana de gran calidad, base principal de la importancia económica de estos rebaños, por via marítima del Cantábrico, serviría para exportar a los Paises Bajos.
La importancia económica de estos rebaños era la oveja merina, que era apreciada (y todavía lo es) en toda Europa, así como la oveja churra, lo es para carne.
Las agrupaciones de pastores y ganaderos castellanos y por ende cerrateños y valdecañeses, se fusionaron en la "Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta", según el privilegio de Alfonso X el Sabio, en 1273, aunque su denominación y reglamentación es de 1347, reinando Alfonso XI.
Como se ha dicho, con su creación, se intentaba evitar posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos, debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año.
Fue durante la época de la repoblación, cuando en las cercanías de la Cañada, surgieron un tipo de edificaciones, las cabañas de pastor, que tuvieron un mayor desarrollo en la zona del Cerrato, por ende, en Valdecañas de Cerrato y en el resto de la meseta.
En estos parajes, en los alrededores de la Cañada y por lo tanto en Valdecañas de Cerrato, los pueblos y los pastores de la comarca, tuvieron que soportar los impuestos y alcabalas pagados a su señor, el Marqués de Aguilafuente, durante más de 100 años (XVII-XIX).
La invasión francesa también impuso cargas insoportables (1809-1810), pues esquilmó ahorros, paneras, palomares y como no, corrales con sus rebaños, para la supervivencia de sus insaciables tropas.
La concentración parcelaria, la industrialización y la emigración, han terminado con aquellas discriminaciones y servidumbres de los pastores, y claro está, el abandono de esa actividad pastoril, hizo que las cabañas y cercados y hasta la tan util Cañada Real, fueran desapareciendo poco a poco. De aquella grandeza, hoy solo quedan en la actualidad las ruinas de infinidad de cabañas, corrales para pastores y rebaños, junto a algunas ruinas de algunos caseríos diseminados en las cercanías cerrateñas de la Cañada Real, como por ejemplo, el de Valdecañuelas.
Antiguo Castillo de Santa Ana
( Panorámica del valle, desde la zona del "Castillo" )
En las cercanías del pueblo, a unos 4 km hacia el Norte, en el valle, sobre un cerro aislado, se hallan los restos de una fortificación conocida como El Castillo, al que rodean los arroyos de Ontanilla y el Castillo.
Este tipo de construcción defensiva, tuvo su origen tras la primera repoblación, hacia los siglos X o XI, y formaba parte de un más amplio conjunto de fortalezas distribuidas por toda la comarca.
Sus ruinas ocupan una superficie irregular, de 90 y 27 m de largo y ancho. Le rodea una muralla de piedra sin tallar, con un espesor de 1,8 m y una altura máxima de 1,2 m. En su interior se aprecian restos de una torre situada en la zona más ancha, de la que se conservan 2,50 m de altura. La cantidad de piedras desprendidas hace difícil calcular la longitud de los lados, que se pueden estimar entre 7 y 9 m.
En sus cercanías se emplazaba Villovayo, que se despobló en 1516, y la ermita de Santa Ana. En el paraje conocido como Roblecinto, existen también restos de una fortificación similar.
Las piedras de sillería que conformaban éstas fortalezas, han terminado sirviendo para la construcción de otros tipos de edificaciones, dejando los muros de las mismas descarnados y expuestos a la incesante acción destructiva, meteorológica y erosiva.
FIN
Artículo para la Revista "Camino Llano", número de Verano 2014
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IGLESIA PARROQUIAL DE SAN NICOLÁS DE BARI
Torre de la Iglesia Parroquial La primera iglesia parroquial se supone que se construyó en el siglo XII, en estilo románico. La actual, de estilo barroco, fechada en el siglo XVII, resalta por su torre cuadrangular, construida en sillar, probablemente sobre el solar que ocupaba la anterior. Dispone de tres naves separadas por pilares y bóvedas. Está dedicada a San Nicolás de Bari. San Nicolás, nació en Patara, en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Sus padres, fervorosos cristianos, lo educaron en la fe. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla. Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir a Mira (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue Nicolás de Bari. Fue preso por un decreto del emperador Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y su barba quemada, siendo liberado por el emperador Constantino. Participó en el Concilio de Nicea, condenando las herejías de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo. Para combatir los errores, utilizaba una dulzura exquisita, logrando grandes y sinceras conversiones, a pesar de su discreto talento especulativo y orador que tanto gusta a los orientales. Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los poderosos. San Nicolás, a pesar de su avanzada edad, apartaba respetos humanos y actúo con gran arrojo y vigor. Murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra, mas sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari, pues allí fueron a dar después que fueron retirados de Turquía tras la invasión musulmana. Tras su muerte se convirtió en el primer santo, no mártir, en gozar de una especial devoción en el Oriente y Occidente. Multitud de relatos milagrosos aparecieron sobre él, desfigurando, a veces, su inminente carácter práctico y sencillo. La parroquia valdecañesa, que se encuentra situada en lo más alto del núcleo urbano, tuvo reformas posteriores. Una de las más importantes se realizó en 1780. Junto a ella, se encuentra ubicada una necrópolis medieval, el cementerio viejo, actualmente en desuso, pues existe otro construido posteriormente en la carretera de Torquemada. En el 2008, después de una reforma en profundidad, la parroquia exhibe toda su belleza en su interior, destacan además del retablo del altar mayor, otros dos, uno a cada lado, así mismo podemos contemplar imágenes de gran valor artístico. Tabla Flamenca. "Adoración de los Reyes Magos" Hace años estaba expuesta en una de las paredes de la Iglesia . En una pequeña capilla situada a la izquierda del altar mayor, se venera a la Virgen del Campo, Patrona de Valdecañas de Cerrato. El día de su fiesta en septiembre, es trasladada en procesión hasta su Ermita.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DEL CAMPO
Ermita de la Virgen del Campo La ermita de la Virgen del Campo, se localiza a las afueras del pueblo, a unos 500 metros al sur, en un altozano, dedicada a Nuestra Señora, la Virgen del Campo. Fue construida en el siglo XVI. En ella destaca un retablo barroco, presidido por una imagen gótica de la Virgen y el Niño, del siglo XIII. Cuenta también en su interior con un escudo esculpido en piedra, según parece perteneciente a la familia Tevar, impulsora de la Obra Pía de Tevar coronando la entrada a una pequeña capilla, que muestra un retablo con la imagen de la Virgen Inmaculada y en otro hueco hay un Cristo yacente. Alrededor, existe una necrópolis de la época de repoblación, con varias tumbas del siglo XI. Aunque la importancia artística sea menor exteriormente, su visita es interesante, no sólo por las joyas escultóricas que encierra en su interior, sino también por el acogedor entorno que la rodea. Es muy interesante comprobar cómo el día de la fiesta de la Patrona, los valdecañeses, muchos de ellos ausentes el resto del año, regresan a su pueblo, para celebrar la fiesta, la “función” y después de la misa Mayor en la Ermita, danzan a su Virgen, como es costumbre desde hace siglos. Imagen de la Virgen del Campo Decorado del techo de la cúpula de la ermita
CASA DEL CORDÓN
Fachada y detalle de la “Casa del Cordón” La Casa del Cordón, es una construcción de corte religioso, con su emblema el cordón de San Francisco, similar a los que existen en localidades como Burgos, Palencia y otras. La Casa, conjuntamente con los escudos en la fachada, nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio, dando muestra de su relevancia en el pasado. La fachada es de estilo plateresco de la primera mitad del siglo XVI. La diferencia con la de Burgos, o con la de Palencia, es que la burgalesa es una construcción civil gótico tardío. La de Burgos, fue el palacio de los Condestables de Castilla. Doña Mencía de Mendoza y Figueroa, esposa de don Pedro Fernández de Velasco, VI Condestable, era muy devota de San Francisco y por ello mandó esculpir el "cordón franciscano" en la fachada. Posteriormente, el acervo popular, dio nombre al edificio. Actualmente, su aspecto tanto exterior como interior, se encuentran castigados por el paso del tiempo. En el 2008 el edificio pertenece a la institución eclesiástica. Casa del Cordón Según los símbolos, hay cordones de cinco nudos, que simbolizan los estigmas de Jesucristo, y de tres nudos, que simbolizan los tres votos; Pobreza, Obediencia y Castidad. El cordón, fue usado por San Francisco de Asís como simple cinturón. Cordón
ANTIGUA CASA CURAL
Antigua “Casa Cural” A la entrada del pueblo, se encuentra un edificio de corte religioso (hoy de propiedad privada. P. B.), antigua Casa Parroquial, con un escudo de la Virgen del Carmen, fechado en 1738, y con unas esculturas de San Antonio y Santa Bárbara en el frontis. También podemos observar en una esquina de su fachada, un reloj de sol. En su interior hay un magnifico artesonado del siglo XVIII. Artesonado Este edificio ha sufrido hace unos años una reforma en profundidad, que realza sus adornos en la fachada. Escudo de la Virgen del Carmen San Antonio
EDIFICIO BLASONADO
Edificio blasonado También existe un edificio antiguo blasonado (actualmente de propiedad privada), construido en piedra de sillar, con escudo heráldico en la fachada y con ventanas en arco. Escudo heráldico Estos escasos edificios «más nobles» se remontan de los siglos XV al XVIII. Se cree que la construcción consistió en un edificio de importante utilidad, posiblemente hospital o centro de asistencia. Durante algunos siglos está documentado que por la comarca hubo la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), llevando a cabo rehabilitaciones o ampliaciones de edificios sacros, y de alguna construcción más o menos hidalgas.
CASAS DE ABOLENGO
Puerta de edificio de 1707 Casa de 1569 Algunas de las construcciones son muy antiguas y están muy bien conservadas. Casa típica de piedra y adobe Casas-Vivienda. Hay que resaltar estas típicas construcciones cerrateñas antiguas -hoy algunas cerradas la mayor parte del año-, realizadas por los propios valdecañeses, en piedra -de tonalidad blanquecina y calcárea, extraída de los páramos circundantes-, y adobe, con los marcos de sus ventanas y puertas en sillar. Entre las estancias en su interior hay que destacar, la gloria, las escaleras de acceso a las estancias superiores -alcobas y habitaciones-, hechas con baldosa de arcilla tosca, y los techos construidos con vigas de madera y aljez. Con la puerta de acceso al zaguán, de madera partida en dos, con los clavos y con la parte superior de la misma, batiente y con gatera. Seguidamente se llegaba a la cocina, en la que había una trébede. Cocina tradicional Muchas de estas viviendas se conservan en muy buen estado, con sus cortinas en las ventanas, confeccionadas con juncos. En sus fachadas dejan ver en la parte superior un ventano correspondiente al desván. El tejado siempre, de tejas árabes. Todas disponían de su cuadra, para los animales de labor o para el pequeño rucio, y su pequeño corral con gallinero y conejera, o tenada con su bardal, y la bajo cubierta para el carro. Durante algunos siglos está documentado que por la comarca hubo la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros de la Merindad de Trasmiera (Cantabria). Es de resaltar la relación que hubo desde antiguo entre Cantabria y Valdecañas, prueba de ello, por ejemplo y sin profundizar más, es que en Cabezón de la Sal (Cantabria), la Patrona lleva por nombre también, el de Virgen del Campo. A diferencia de algunos municipios cerrateños -Hontoria de Cerrato, Tariego de Cerrato, Villamuriel de Cerrato y otros-, en Valdecañas no parecen haber existido las «viviendascueva» o rupestres.
BODEGAS
Bodegas en el casco urbano Las bodegas, aún cuando no están catalogadas, no son obras menores y desde luego si deben ser consideradas como parte del patrimonio valdecañés. Son abundantes y son una construcción típica, algunas con gran antigüedad, construidas en el propio subsuelo con gran esfuerzo. Las bodegas y los lagares convivían. Algunas de gran profundidad, penetraban en la tierra casi perpendicularmente, donde apenas llegaba la luz y donde la temperatura, la humedad y porqué no, el silencio, era el conveniente para la crianza del vino. Se ha aprovechado la ladera del monte Piyayo para sus ubicaciones principalmente, hay otras en el entorno del atrio de la iglesia, y en alguna otra zona urbana. Algunas, tienen una antesala o zaguán, de fábrica, que acoge un pequeño merendero, desde donde parte la pronunciada escalera hacia el interior, donde descansan las carrales con el vino. Desde siempre se las ha considerado, como un elemento más del hogar valdecañés. El valdecañés, va y viene, casi a diario a la bodega. Era y es todo un rito, para todo vecino, fuese de la condición social que fuese. Zona de las bodegas en la ladera del Pico del Roble Desde finales del siglo XVI en adelante, el viñedo alcanza en Valdecañas un puesto muy importante en la producción agrícola tradicional, hasta que a principios del siglo XX, la plaga de la filoxera y la del mildiu, acabaron con las mejores cepas provocando la pérdida de rentabilidad.
CABAÑAS DE PASTOR
Cabaña de pastor Las cabañas o chozas de pastor, son una de las construcciones más características de la arquitectura cerrateña. Son de forma circular con pequeño hueco de entrada. Son sencillas y originales construcciones que se hallan diseminadas por el campo valdecañés, mimetizadas con el paisaje, a modo de tenadas o corralizas, donde los pastores albergaban y cuidaban sus rebaños de ovejas pernoctando en ellas durante temporadas. Construidas por ellos, con piedras sueltas, apiladas "a hueso", sin ningún tipo de argamasa. La puerta de acceso, casi siempre está orientada al sur. Mediante estos habitáculos, el pastor evitaba el descarríe de las ovejas y el ataque de los hoy casi inexistentes lobos. Constituyen un vestigio de los más remotos siglos de la época vaccea.
EL CASTILLO
Zona de “El Castillo” En las cercanías del pueblo, a unos 4 km hacia el Norte, en el valle, sobre un cerro aislado, se hallan los restos de una fortificación conocida como El Castillo, al que rodean los arroyos de Ontanilla y el Castillo. Este tipo de construcción defensiva, tuvo su origen tras la primera repoblación, hacia los siglos X o XI, y formaba parte de un más amplio conjunto de fortalezas distribuidas por toda la comarca. Restos de “El Castillo” Sus ruinas ocupan una superficie irregular, de 90 y 27 m de largo y ancho. Le rodea una muralla de piedra sin tallar, con un espesor de 1,8 m y una altura máxima de 1,2 m. En su interior se aprecian restos de una torre situada en la zona más ancha, de la que se conservan 2,50 m de altura. La cantidad de piedras desprendidas hace difícil calcular la longitud de los lados, que se pueden estimar entre 7 y 9 m. En sus cercanías se emplazaba Villovayo, que se despobló en 1516, y la ermita de Santa Ana. En el paraje conocido como Roblecinto, existen también restos de una fortificación similar. Las piedras de sillería que conformaban éstas fortalezas, han terminado sirviendo para la construcción de otros tipos de edificaciones, dejando los muros de las mismas descarnados y expuestos a la incesante acción destructiva, meteorológica y erosiva.
CAÑADA REAL BURGALESA Y RUINAS DE VALDECAÑUELAS
Cañada Real Es digno de mención, que la Cañada Real Burgalesa-Soriana Occidental, de 700 km -con salida en Soria- cruza el término de Valdecañas de Cerrato, procedente desde Tabanera y continúa hacia el Sur hasta Hornillos de Cerrato. Esta era una importante vía pecuaria para la trashumancia del ganado lanar y que pudiera desplazarse por toda la Península. En los alrededores se hallan varios edificios en ruinas. El despoblado se denomina Valdecañuelas. En él se conserva la fachada de un edificio religioso. Ruinas del despoblado “Valdecañuelas” El "Honrado Concejo de la Mesta de Pastores" o "Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta", fue creado por Alfonso X el Sabio, en 1273, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional, otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios, tales como eximirles del servicio militar, derechos de paso y pastoreo, etc. Durante la Edad Media y con el paso del tiempo a la Mesta, como pasará a ser conocida, se le añade nuevos privilegios reales otorgados por los Reyes Católicos y una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, hasta 1836, en que es abolida. Los pastores pasaban por las Cañadas dos veces al año por itinerarios concretos. Evidentemente, la importancia de la lana en la época, fue determinante para el desarrollo de la Mesta. La oveja que más abundaba en esta zona valdecañesa era la de la clase churra. La lana se llevaba a embarcar a los puertos de Cantabria y Vizcaya. El cargo dirigente principal de la Mesta era el de Presidente, al cual lo ayudaban cuatro Alcaldes de Cuadrilla y los Alcaldes Mayores. Sobre la Mesta ha habido todo tipo de especulaciones y al respecto se ha creado una "leyenda negra". Fue una de las causantes de la deforestación sufrida a lo largo de la historia, debido a que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse. Cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles..., para repartir el ganado por las zonas de pastos. Vista del valle desde la Ermita
SOBRE EL CARACTER "VALDECAÑÉS"
Familia valdecañesa Durante el paso del tiempo, las clases populares de Valdecañas de Cerrato, y alrededores, han desarrollado su propia jerga local, en la cual, algunos de sus términos difieren en significado con sus semejantes en otras provincias. Decía del hablar de los cerrateños de esta zona, el profesor Pablo Cepeda Calzada: He observado la manera despaciosa de hablar de estos hombres de Castilla, que habitan en los Valles del Cerrato y laboran rudamente en la vega y en el páramo, vapuleados por la inclemencia de las estaciones. Bajo el estado de su natural reserva, les brotan las palabras y les salen de dentro como sustancias, como si expelieran un pedazo de su personalidad en cada vocablo que pronuncian. Son palabras «sustancia», en las que muy rara vez entra un adjetivo. Más que para componer combinaciones de frases, parece que están hechas para la digestión, que ya ha sido realizada por el que la pronuncia, y que se inicia en el que la recibe. Se rumian los vocablos, que valen como alimento, en forma análoga a como los israelitas se nutrían del «maná» casi etéreo que les caía de las alturas. Junto a esa parsimonia en el decir, que se escucha a sí mismo, surge acaso de improviso una gracia cáustica y atrevida, que anima el «cotarro». Borbota chispeante el requiebro, cargado de intención, de ironía, de sabiduría -procede de «saborear»-, por la que en los coloquiales parlamentos se «da la vuelta» al sentido de las palabras y se enhebran juegos de detalle y de mordacidad. Hay en ello un capricho y una zancadilla verbal, un medirse sutilmente cara a cara con el otro. Por lo tanto, el carácter del cerrateño, el del valdecañés, es serio, es prudente, y sin embargo alegre. Es trabajador, sufrido, muy amante de su tradiciones y conocedor de sus oficios. Fuera de su ambiente natural, se muestra un tanto observador y desconfiado al principio, hasta su plena adaptación. La familia es su pilar fundamental. Los valdecañeses, también se han caracterizado por el amor a sus tradiciones. Los valdecañeses, son más hombres "de palabra", que el burgués, que es más hombre "de frase". Son sobrios y enérgicos, y sin perder la compostura y aplomo, saben ver el lado oblicuo de las cosas, haciendo piruetas de sorna y sarcasmos agridulces. “ Los pueblos que olvidan la historia de sus antepasados y renuncian a sus raices decaen miserablemente, porque pierden, además de la gratitud, la memoria, y con la memoria, la ciencia y el valimiento... “ (Emilio Castelar)
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OFICIOS ARTESANOS ANTIGÜOS QUE HAN DESAPARECIDO DE LOS PUEBLOS COMO VALDECAÑAS - " Camino Llano" de Navidad 2014
LÉXICO AUTÓCTONO DE LA ZONA
Durante el paso del tiempo, las clases populares de Valdecañas de Cerrato, y alrededores, han desarrollado su propia jerga local, en la cual, algunos de sus términos difieren en significado con sus semejantes en otras provincias. Se puede comprobar que en muchos casos, las frases y vocablos, se alargan a modo de cierto «cante», en la penúltima sílaba. Ejemplo: «Abu...ulto» . El lugar es rico en refranes y dichos como: • «Del Cerrato, moza, miel y gato». • «Estás como un tito». Usado para referirse a alguien que está moreno del sol . • «Un tonto aburre a ciento si le das lugar y tiempo». Empleado para negar la autoridad a alguien. Y también se observan vocablos, voces y verbos, como: Abulto. Tolón, persona que exagera. Andalubios. Reguero que dejan las aguas de lluvia en las laderas. ¡Ábate!. Cuidado. ¡Diosle!. Imprecación. Mujeriegas. Estilo de montar de las mujeres. Marrotar. Estropear. Amargacenas. Viento que se levanta al atardecer. ¡No te amuela!. ¡No te fastidia!. ¡Cojona!. Expresión de asombro. Cenacho. Vago. Rodea. Servilleta y trapo de cocina. Pequeñarra. Niño pequeño. Chiguito. Niño. Peribolo. Alguien que no pinta mucho. Ordiga. Golpe. ¡Jobar!. Al fin. Escolumpiar. Balancearse en el columpio. Destrozaterrones. Desgarbado. Cenacho. Persona que no vale mucho. Bobalán. Bobo. Alelao. Lelo. ¡Quiá!. No puede ser. Ceroño. Persona bebida. Zaraballo. Pedazo de pan.
CURIOSIDADES SOBRE LOS APELLIDOS Y VINCULOS DE PERSONALIDADES, CON VALDECAÑAS DE CERRATO
Aunque resulte un tanto curioso, Valdecañas de Cerrato no dispone de algo tan habitual en otros municipios como son sus símbolos, ni escudo, ni bandera. No obstante si existe el escudo del apellido “Valdecañas”, y es: De azur, una reja de arado en oro “ Escudo del apellido “Valdecañas” Su linaje es de origen castellano, que pasó a Andalucía, principalmente a la provincia de Córdoba, en Lucena y en Priego de Córdoba; también se asentó en Sevilla y posteriormente saltó a Argentina. Caballeros de este linaje probaron su nobleza para entrar en la Orden Militar de Santiago, la Orden de Alcántara y la Orden de Carlos III, ante las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada; y en la Real Compañía de Guardias Marinas. Reales Chancillerías de Valladolid Existe un Marquesado de Valdecañas, y se considera por estar documentado, que corresponde al municipio cerrateño esta rama familiar, instalada en Lucena (Córdoba). Este linaje, desciende del rey Fernando I, el Magno, de Castilla y León, y de los Sandoval, de los Zúñiga y de los Lerma. En base al origen Sandoval, apellido castellano, con raíces cerrateñas, es por lo que la procedencia del nombre del Marquesado, es de Valdecañas de Cerrato y no de ningún otro lugar. Escudo del Marqués de Valdecañas El primer Marqués de Valdecañas, Melchor de Avellaneda Sandoval Rojas y Ramiro, luchó en la batalla de Villaviciosa, el 10 de diciembre de 1710, junto a Felipe V. Coincidió en época y lugar -provincia de Córdoba- con Tomás González de Tevar, valdecañés, Canónigo racionero de la Catedral de Córdoba y Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición, impulsor de la Fundación valdecañesa de la Obra Pía de Tevar. En 1849, el titular del Marquesado era Rafael Benjumea y Cabeza de Vaca, de Málaga. Hubo otro Marqués, Agustín Ruiz Soldado y Gómez de Molina, que en 1881, fue Senador por la provincia de Almería. También hubo otro perteneciente a la familia Valdecañas, Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas, que llegó a ser Obispo de la Diócesis de Guadíx-Baza (1855-1865). Según el libro de Manuel Glez. de Molina y Antonio Parejo Barranco, “La historia de Andalucía a debate”, hubo también un Condado de Valdecañas, creado en 6-6-1791. El primer Conde de Valdecañas fue, Antonio José de Valdecañas y Piedrola. El II Conde, Pedro Pablo de Valdecañas y Ayllón de Lara, combatió durante la Guerra de la Independencia, contra el General Dupont, a las órdenes del General Echavarría, Marqués de Puentefiel y posteriormente Ministro de la Guerra (1813), en la batalla del puente de Alcolea, acceso a la ciudad de Córdoba, el 7-6-1808, que ganó el general francés. Al respecto, el Conde comentaría años después al referirse al suceso: “… el paisanaje tan ignorante como indisciplinado, incurrió en lo que tantas veces se ha repetido tristemente en esta guerra, ir hacia el peligro manifestando gran resolución que luego momentáneamente se disipa.” Posteriormente, estos mismos soldados, voluntarios, estuvieron a sus órdenes y serían inmortalizados por su actuación en la batalla de Bailen. En 1840, Antonio Cayetano Valdecañas y Tafur (1793. Lucena -Córdoba), alcanzó el estatus de Senador y el de Vitalicio en 1858. El último Conde de Valdecañas es Antonio Alvarez de Sotomayor y Valdecañas. Hacia 1930, hubo en Valdecañas de Cerrato un párroco, llamado Teófilo Velasco Barcenilla, que estuvo vinculado a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS. El periodista amigo de ambos, Juan Aparicio, cita a Teófilo Velasco al referirse al “manifiesto” escrito por Ramiro Ledesma, “La Conquista del Estado”, haciendo mención a su “clamor rural”. Velasco, escribió en 1949, “El Orfismo -Una religión de Grecia-”. Murió en Burgos, en el Seminario San José, en 1994. Siguiendo un orden cronológico, me referiré a las personalidades que han tenido algún tipo de relación con Valdecañas de Cerrato, desde la Edad Media hasta nuestros días. Fernando I 1010-1065. Rey Fernando I de León y Castilla. Fernando Sánchez, el Magno, o el Grande, hijo de Sancho III, el Mayor, rey de Pamplona. Fundador de la monarquía castellana -otros dicen lo contrario-. Agregó el Monasterio de San Facundo y San Martín de Valdecañas de Cerrato, al de San Pedro de Arlanza. Heredó el legado de Castilla, su primogénito, Sancho. Una tal Domenga. Propietaria de heredades en Valdecañas. Siglo XI. Don Nuño de Vizcaya. Doña Jimena Doña Jimena Díaz, esposa de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Propietaria de heredades en el municipio. Se dice que vendió el Monasterio de San Pelayo, de Valdecañas, al Cabildo de la Catedral de Burgos. Más bien, Doña Jimena, no vendió el señorío de Valdecañas. Lo que efectúa es la venta de sus propiedades, con el fin de ayudar económicamente a su marido en sus “aventuras” reconquistadoras. El documento dice así: “Es de mi agrado venderos aquella mi heredad de Valdecañas. Está aquella heredad integrada por el Monasterio de San Pelayo mártir, con sus casas y solares, con tierras y viñas y molinos y prados y todo lo que a él pertenece, en el precio de 500 sueldos de plata”. A la muerte del Cid en 1099, sostuvo el cerco de Valencia ante los ataques musulmanes, pero en 1102 fue ocupada. Se retiró al Monasterio de San Pedro de Cardeña, en el que murió hacia 1115. Fue enterrada junto al Cid. En 1921, sus restos se trasladaron a la Catedral de Burgos. HISTORIA DE UN PUEBLO CON HISTORIA - VALDECAÑAS DE CERRATO Juan Rodríguez de Sandoval. Propietario de behetrías en el municipio. Caballero y vasallo de la Orden de Santiago y de la de San Juan. Murió asesinado en Quintana del Puente. Nuño Díaz de Haro o Nuño de Lara. Señor de la Casa de Lara, Señor de Vizcaya y Señor de Valverde. Linajes propietarios de heredades en la villa. Los Infantes de Lara, eran siete hijos de Gonzalo Bustos, Señor de Salas y Lara, que intentaron liberar a su padre, prisionero en Córdoba, y fueron muertos en una emboscada, favorecida por su tío, Ruy Velázquez. María de Castañeda. Emparentada con el Gran Maestre de la Orden de Alcántara y la Casa de Zúñiga. Cobraba rentas en el municipio valdecañés, heredadas a su vez de Juan Gómez de Castañeda -1325-, casada con Fernán Sánchez de Velasco, II Señor de Medina de Pomar. Siglo XVI. Teresa Sarmiento. Esposa de Pedro Acuña, “el Viejo”, II Señor de Villaviudas. Heredera de Mencía Sarmiento -1350-, con propiedades en el término de Valdecañas, casada con Pedro Fernández de Velasco, III Señor de Medina de Pomar. Escudo de los Sarmiento Bernardino Pérez de Sarmiento, I Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia. Hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Su primera mujer, María Pimentel, se separó aduciendo supuestos malos tratos. Emblema de los Zúñiga Pedro de Zúñiga, Señor y Marqués de Aguilafuente y Castroverde. Perteneciente a la casa de Zúñiga. Virrey del Reino de Nápoles -1579-1582- y Presidente del Consejo de Estado. Compró al Emperador Carlos I, los terrenos de Baltanás y Valdecañas. También adquirió parte del Señorío de Villaviudas, a los descendientes de Pedro Acuña, “el Viejo”. Juan Rodriguez de Fonseca. Obispo de Burgos. Este personaje coincide en el nombre y la época, con el político español que hizo siempre ruda oposición a los proyectos de Cristóbal Colón y a los de Bartolomé de las Casas -1451-1524-. Alfonso Enriquez 1485-1516. Alfonso Enríquez. Almirante de Castilla y su familia. Arrendó los términos de Valdecañas de Yuso. Era de su propiedad el castillo de Hornillos. Recibían los tercios del municipio. Uno de ellos fue nombrado Regente en 1520, por Carlos I -1495-1552-. En esa época, ocurrió el levantamiento de los “comuneros”-Guerra de las Comunidades de Castilla-. Siglo XVI. Pedro Fernández de Villarroel y de la Cueva, Marqués de San Vicente del Barco y III Señor de Villaviudas y Hornillos. Era familia de Regidor de Valladolid, Pedro Fernández Portillo. La familia de los “Hernández-Fernández”, eran oriundos de Portillo -provincia de Palencia-, de raíces humildes, pero con entronques familiares llegaron a ostentar títulos y a fundirse con la más alta nobleza, como la Casa de Alba. Juan González de Santoyo y María Gutiérrez de Tevar. Nacidos en Valdecañas. Padres de Tomás González Tevar. Tomás González Tevar. Valdecañés, Racionero de la Catedral de Córdoba y Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición. Impulsó la Fundación “Obra Pía de Tevar”. Duquesa de Alba María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Alvarez de Toledo y Silva Bazán. Duquesa de Alba. Propietaria de heredades en el término valdecañés. Nació en Madrid, el 10 de Junio de 1762. Murió con 40 años, el 23 de Julio de 1802. Hija única del X Duque de Huéscar y de la hija del XII Duque de Alba de Tórmes, María del Pilar Ana Silva Bazán y Sarmiento. Gran mecenas del pintor Goya, quien la retrató en varias ocasiones. Casó con el XV Duque de Medina-Sidonia, José Alvarez de Toledo y Gonzága. No tuvo hijos, pero adoptó una niña de color, María de la Luz. Heredó sus títulos y bienes, su pariente Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Fernández de Híjar, Duque de Liria. Condesa de Benavente María Josefa de la Soledad. XIII Condesa-Duquesa de Benavente. Nacida en 1752. Administradora de Valdecañas de Cerrato, cobraba las alcabalas. Fue una gran mecenas que protegió a diversos artistas. Hija de Francisco de Borja Alonso Pimentel y Vigil de Quiñones, que al fallecer en 1763, ella heredó los títulos, mayorazgos y las inmensas propiedades a ellos vinculados. Casó en Madrid con su primo el IX Duque de Osuna, Pedro de Alcántara. La Condesa-Duquesa murió el 5 de Octubre de 1834. Gaspar Martín y Andrés Belasco. Alcaldes Ordinarios de la villa. Manuel Prieto Martín. Cura párroco de la Iglesia de San Nicolás de Bari. Pedro Montoya. Residente en San Cebrián de la Buena Madre -Palencia-. Propietario de un molino harinero en Valdecañas. José Javier Rodríguez de Arellano. Arzobispo de Burgos, en la época de la gran epidemia. Andrés Puertas. Valeroso guerrillero contra los franceses en la Guerra de la Independencia. El vecindario de Valdecañas, siempre le abasteció y le auxilió en las maniobras de guerra. Resulto gravemente herido en un ataque en 1812, en el puente de Reinoso de Cerrato. Siglo XX. Obispos de Palencia. Enrique Almaráz y Santos -1893-1907-, después ordenado Cardenal. Valentín García y Barros -1907-1914-. Ramón Barberá y Boáda -1914-1924-. Agustín Parrado García -1925-1934-, después ordenado Cardenal. Manuel González y García -1935-1940-. Francisco Javier Lauzirica y Torralbao -1943-1949-, después ordenado Arzobispo. José Souto Vizoso -1949-1970-. Anastasio Granados García -1970-1978-. Nicolás Antonio Castellanos Franco -1978-1991-. Ricardo Blázquez Pérez -1992-1995-, después elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Rafael Palmero Ramos -1996-2005- José Ignacio Munilla Aguirre -2006-. El Obispo Munilla, confirmando en Valdecañas. 2008 Eutiquiano. Párroco. 1960. Luís Simón Castro. Párroco. 1936-2009 Luis Simón Castro Siglo XX. Leocadio Betegón Melero. Maestro. Evelio. Maestro. Blas. Maestro. Siglo XX. Dionisio Barcenilla Gil. Alcalde. Pedro Barcenilla Pérez. Alcalde. Donaciano Sardón Carazo. Alcalde. Abrahám San Millán. Alcalde. HISTORIA DE UN PUEBLO CON HISTORIA - VALDECAÑAS DE CERRATO Maurilio. Personaje valdecañés muy popular. Artista constructor de maquetas de madera a escala, de utensilios de labranza. Luis Valderrama Modrón. Escritor. En realidad, podemos decir que desde la Edad Media, hasta el siglo XX, las familias nobles que han tenido relación con Valdecañas de Cerrato, se han reducido a: Linajes de los Lara, Vizcaya y Valverde. Familia de Jimena Diaz, esposa del Cid. Los Sandoval. Los Sarmiento. La familia de los Velasco y los Quirós. Los Zúñiga. Los Enriquez. Las Casas de Alba y Benavente y el Marqués de Aguilafuente.
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UN "HEROE" VALDECAÑÉS, EL LAUREADO EXCMO. SR. DON VICTOR AGUAYO ROYUELA . DEL CAMPO AL OLIMPO DE LOS HÉROES ESPAÑOLES
HISTORIA DE LOS APELLIDOS MAS COMUNES DE VALDECAÑAS DE CERRATO Y SUS ORIGENES
AGUAYO Apellido muy frecuente en el municipio. Noble y antigua casa, es una de las más calificadas de España. Según la tradición no fallaron ascendientes de este linaje entre los guerreros del invicto Don Pelayo, y de aquellos primeros momentos de la reconquista de España, arranca el apellido. Según las crónicas, tuvo su origen en el siguiente hecho: Tras una batalla, el mayor de tres hermanos "godos" exponiendo sus vidas, fue en auxilio de su Príncipe, este le preguntó: "que si no había tenido miedo al ímpetu de las aguas del río Deva", el "godo" le contestó: "en servicio vuestro, no temo al agua yo" . De las dos últimas palabras le quedó el apellido Aguayo. El Solar estuvo en Molledo, Cantabria. Se tiene noticias acerca de sus ilustres hijos desde el siglo XIII.
AGUADO Es muy común en la villa. Linaje de origen castellano. Descendiente del caballero castellano Fortún Saez, que reinando Fernando III "el Santo", peleó contra un moro llamado Hamet Celin, logrando darle muerte. Al retirarse del campo de batalla y verle el Soberano llegar empapado en sangre, agua y barro, exclamó: "!Fortún, como venís!", contestando el caballero: "Victorioso, Señor, y aguado". Quedándole desde entonces este adjetivo como mote primero y como apellido después. Retirose más tarde Fortún a la villa de Aguilar de Campoo (Palencia), de donde era natural, y desposó con María Bustamante, fundando casa solar en dicha villa. Tuvo descendencia en Sancho Aguado, quién casó con Marta de Argüello, siendo padres de Pedro Aguado, que pasó a Aguilar de Campoo. Allí casó con Isabel Fajardo, con quien tuvo a Juan Aguado. De su enlace con Elvira Sanchez, nació Fernan Aguado, que casó en Valladolid con Antonia Román, siendo padres de Antonio Aguado, que acompañó al Rey Carlos V en la "campaña" de Flandes. Este apellido se extendió por toda Castilla,Asturias, Extremadura y Andalucia.
ALEJOS o ALAEJOS Apellido no muy normal. Oriundo del municipio vallisoletano de Alaejos. ANTOLÍN Procede de las montañas de Cantábria.
ASENSIO Parece ser que tiene relación con los Asenjo, Asencio y Ajenjo. Noble y antigüo linaje con casas solares en Castilla, Cantábria (en la Merindad de Trasmiera), Aragón, La Rioja y País Vasco (Orozco).
BALBÁS De origen burgalés, Los Balbases.
BARCENILLA Apellido muy extendido en el municipio. Del lugar de su nombre, en el valle de Piélagos (Cantábria), de donde pasó a Palencia, estando muy asentado en la zona del Cerrato. BRAVO De origen castellano, muy extendido por toda la Península Ibérica y América.
BRIONGOS Procedente de La Rioja.
CARAZO Otro de los apellidos más frecuentes de Valdecañas. De origen castellano, originario del valle o localidad de su nombre, en las estribaciones de la Sierra de la Demanda.
ESPINA Linaje castellano, originario de Cantábria.
FLORES Patronímico de Fruela. Se extendió por toda la Península con la reconquista. Probó nobleza en la s Órdenes Militares y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada. Algunas ramas pasaron a América.
FRIAS Originario de Castilla, de la ciudad de su nombre, en la provincia de Burgos. Extendido por toda la Península, y una de sus ramas por América.
LÓPEZ Derivado de Lópe. Su origen es gallego, se extendió rápidamente por la Península. Los López según la tradición, descienden de una familia romana que llegó a la Península, llamada "de los Lupos", de origen patricio. De dicha familia procedió la reina Lupa (loba), residente en Galicia. Participaron los López en la conquista de Sevilla, junto a Fernando III "el Santo", y en Córdoba, Almería, Antequera, Alcalá de Guadaíra, lo que hizo que el apellido se extendiera por toda Andalucía. También participó en la conquista de Valencia y Murcia. El apellido López probó su nobleza para ingresar en las Órdenes Militares. El emperador Carlos I, nombró Regidor en América a Jerónimo López.
MARCOS También Marco. De origen valenciano, de donde pasó a Cataluña, Aragón, Navarra y Castilla.
MERINO Linaje castellano extendido por toda la Península.En el Ayuntamiento de El Fresno, del partido judicial de Ávila, hay un lugar denominado Merino, que bien pudiera tener relación con este apellido, que se extendió bastante por España. Hallamos casas solares así denominadas en la villa de Laguardia (Álava). en el Valle de Mena, del partido judicial de Villarcayo (Burgos), en la villa de Pesquera de Ebro, del partido judicial de Sedano, de la misma provincia, y de la que procedía la de la villa de Aysejo, del partido judicial de Calahorra (La Rioja), en el Valle de Araiz, del partido judicial de Pamplona (Navarra), con casa llamada de Mariorena, y en la ciudad de Sevilla. También pasaron a América, y en la ciudad africana de Orán, moró otra familia Merino.
MODRÓN Es un apellido muy común en la villa.
MORENO Linaje de origen Castellano, descendiente del caballero romano Lucio Murena. Sus solares más antiguos radicaron en Santander, La Rioja, Aragón, Galicia y Castilla la Nueva, de donde pasaron a Extremadura y Andalucía. Con posterioridad pasaron a México. Tuvo casa solar en la villa de Lopera, del partido judicial de Andújar, provincia de Jaén. Otros Moreno radicaron en la ciudad de Lucena, provincia de Córdoba. Otras casas radicaron en la villa de Estepa, provincia de Sevilla, en la ciudad malagueña de Ronda y en la ciudad de Motril, provincia de Granada.
NIETO De origen leonés, de donde se extendió por toda la Península.
PALACIOS De origen vizcaíno, del Valle de Carranza, de donde pasó a Navarra y Castilla. Más tarde pasó a América.
ROYUELA Derivado de "arroyuelo". Muy frecuente en el municipio. Hay varios pueblos en la Península, como Royuela de Rio Franco, en Burgos, o Royuela, en Teruel.Muy extendido.
SARDÓN Linaje de origen catalán. Muy asentado en la villa.
TRIMIÑO o TREMIÑO De origen castellano, de La Bureba (Burgos), y radicado en Salamanca, Sevilla, Madrid y Argentina.
VALDERRAMA Noble linaje que tuvo en la antigüedad su palacio en y casa solar en las montañas de Burgos, en Valderrama, situado entre Frías y Cubilla, del que tomó el nombre. Desde este lugar se extendió por varias comarcas españolas, principalmente por Andalucía. Caballeros de este linaje probaron su nobleza para entrar en las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, en las reales Chancillerias de Valladolid y Granada. Es seguro que existió una relación comercial y laboral estable en la Edad Media, entre Castilla y Cantábria, llegando esta a ser considerada hasta nuestros días, como “puerto de Castilla”, e incluso, fue una provincia castellana hasta la llegada de la democracia actual. En España, hay otros dos municipios con el mismo nombre, Valdecañas de Tajo, en la provincia de Cáceres y el otro en la provincia de Cuenca, junto al municipio principal de Villar de la Ventosa. En México, también hay un municipio denominado Valdecañas, cercano a Fresnillo, en el Estado de Zacatecas.
FIN
IMÁGENES DE VALDECAÑAS
Oleo. GLB. 2008 Panorámica desde la carretera de Tabanera Pinar Antiguo “bebedero” en el arroyo Corro de la “Luna” Edificio del Ayuntamiento y Servicios Sociales Casas frente a los huertos Cementerio antiguo junto a la iglesia Huertos El “coro” en 1985 El “coro” en 2008 Retablo en 1985 El mismo retablo tras la restauración Virgen del Campo y Corazón de Jesús en 1985 Corro del “Sol”, en 1985 Corro de la “Luna”, en 1985 Plaza Mayor en 1985 Bajada al Corro de la “Luna”, en 1985 Casas abandonadas de adobe, en 1985 Zona del Pilón, en 1985 Pico del Roble desde el atrio, en 1985 Vista del pueblo desde la carretera de Tabanera, en 1985 Subida a la iglesia, en 1985
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