EL "SANCHISMO" SE DERRUMBA
El muro de mentiras de Sánchez se derrumba, la verdad le alcanza
Pedro Sánchez deberá comparecer ante la comisión del Senado que investiga la corrupción socialista y lo hará tras la declaración de dos de sus principales colaboradores en el Tribunal Supremo.
Alberto Núñez Feijóo ha dado hoy un paso valiente y necesario: ha anunciado que Sánchez tendrá que rendir cuentas este mismo mes, con la obligación de decir la verdad, aunque de él ya nadie la espere.
Con firmeza, Feijóo pone fin a la huida del presidente y marca un antes y un después en un caso que cada día apunta más alto. Lo que antes eran sospechas se ha convertido en convicción: Sánchez no solo estaba rodeado de corrupción, quizá lo sabía todo.
Feijóo exige lo que España reclama: responsabilidad política y si procede, también penal. Un gesto de coraje y compromiso con la verdad frente a un presidente atrapado en su propio relato.
Y cuando Sánchez intenta zanjar el asunto con un irónico “ánimo, Alberto”, entre risas fuera de lugar, demuestra que vive lejos de la realidad. Porque quizá no es consciente de que tiene a los máximos responsables de su partido imputados o en prisión, y que incluso otros, como los del caso Peugeot, podrían seguir el mismo camino tras declarar ante el Supremo.
A eso se suman los casos sobre su entorno familiar y las nuevas informaciones que, según se anuncia, saldrán a la luz en los próximos días sobre algunos de sus ministros/as: demasiada familia, sobrinas, demasiadas sombras y demasiado dinero de procedencia más que dudosa.
Quien realmente necesita ánimo y algo de ayuda para afrontar el camino judicial y político que le espera, es ese presidente ensimismado, excéntrico y pintoresco que ha confundido España con su propio escenario.
Porque el muro de mentiras de Pedro Sánchez se derrumba y bajo sus escombros solo quedan la vergüenza, la soberbia y el abuso de poder.
Pero España no se rendirá. La mentira podrá resistir un tiempo, pero la verdad siempre llega. Y esta vez, la verdad ya le ha alcanzado.
Las fechorías no triunfarán. El tiempo de la mentira se apaga, y comienza el tiempo de la verdad, la decencia y la esperanza.
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