LOS VACCEOS EN PALENCIA Y EL CERRATO

  LOS VACCEOS EN PALENCIA Y EL CERRATO 







Los vacceos​ fueron un pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero (España), a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², zona a la que se le dio el nombre de región Vaccea. 

Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C. de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro).


                                                          
Ciudades vacceas importantes

Intercatia, Pintia, Amallobriga,Tela, Pallantia, Helmántica, Bargiacis, Viminacium, Porta, Augusta, Autraca, Lacobriga, Avia, Segontia, Paramica, Gella, Albocela, Rauda, Segisama Julia, Eldana, Cougium, Cauca, 
Octodurum, Sentica, Sarabris y Ocalam.


Vaceos224.jpg

     


    La civilización vaccea se extendía sobre el centro de la Meseta Norte por ambas orillas del río Duero. 

    Ocupaban la totalidad de la provincia de Valladolid y parte de las de León, Palencia, Burgos, Segovia, Avila, Salamanca y Zamora. 

    Actualmente sus fronteras son difíciles de precisar, ya que variaron a través del tiempo. A la llegada de los romanos, los ríos Cea y Esla los separaban de los astures por el noroeste, mientras que la línea que se puede trazar entre los ríos Esla y Pisuerga al norte de Carrión de los Condes sería la frontera con los cántabros. 

    Al este, los ríos Pisuerga y Arlanza, en el Cerrato, marcaban el límite con los turmogos (Clunia, la actual Coruña del Conde ya pertenecía a los arévacos, mientras que Rauda (Roa) era vaccea. 


    Pallantia 


    Asentamiento arévaco - vacceo de la Celtiberia identificado con la localidad palentina de Palenzuela en España.


    Palenzuela


    En la villa se han recogido restos de la época celtíbera y existe una necrópolis celtibérica de gran extensión que da idea de la importancia de esta villa en la época de las luchas romanas. Estos restos nutren en gran parte el museo diocesano de Palencia

    La villa recibía el nombre de Pallantia, de la que llegaron a hablar las escrituras romanas puesto que ofreció una gran resistencia a ser conquistada. 

    Tras la refundación de la villa y ya en plena Edad Media, la villa cobra gran importancia y contando con un importante alfoz y fueros dotados por el Conde Sancho el de los Fueros. 

    Su ubicación en los límites del Condado de Castilla y más tarde Reino de Castilla, así como su posición privilegiada, rodeada por un cerro y los ríos Arlanza y Arlanzón, hicieron de la villa una de las más codiciadas por condes y señores, llegando a ser propiedad de los almirantes de Castilla. Cabecera de la Merindad de Cerrato. 

    Se celebraron Cortes bajo el reinado de Juan II y la villa participó en numerosas contiendas e intrigas políticas llegando a ser moneda de cambio entre contendientes.

    Palenzuela tuvo una de las juderías más importantes de la provincia de Palencia y todavía puede contemplarse, hoy conocida como Barrio Nuevo.

    Palenzuela es uno de los 24 municipios españoles en los que pernoctó el emperador Carlos I de España en su último viaje con destino al Monasterio de Yuste (Cáceres). 

    Hoy forma parte del proyecto común de esos municipios denominado Ruta de Carlos V.



    Restos del castillo medieval de Palenzuela


    Pallantia, castro arévaco de la Celtiberia, en la Hispania pre romana que aparece nombrado en escritos romanos puesto que ofreció una gran resistencia a ser conquistada. 

    Todo apunta a que estaba poblado por arévacos en zona de frontera con los pueblos vacceos. Se la identifica habitualmente con el municipio palentino de Palenzuela.

    Más al sur, ya en las provincias de Soria y Segovia, los arévacos eran su vecinos y aliados.

    Por el sur y sudoeste la frontera con los vetones resulta más difícil de precisar (tal vez la zona de los ríos Trabancos/Guareña). Se sabe que los vacceos poblaron localidades como Padilla de Duero,​ Cuéllar (¿Calenda?), Cauca (Coca), Nivaria (¿Matapozuelos?), Tordesillas, , Arbucala (Toro), Paredes de Nava y Palenzuela en la provincia de Palencia.


     
    En la foto, zona donde estuvo ubicado el castro vacceo de Pallantia, en Palenzuela


    Es improbable que los vacceos llegaran a tomar contacto con los lusitanos al oeste de la provincia de Zamora. 


    La cultura de la Edad del Bronce y la conquista romana de la meseta  

    En este dilatado marco temporal que abarca la casi totalidad del primer milenio previo al cambio de Era, se operan importantes transformaciones sociales y económicas (urbanismo, implantación de la metalurgia del hierro, adopción del torno alfarero, etc), cuya responsabilidad cabe atribuir, al menos para un momento avanzado del mismo, a grupos humanos concretos, con nombres propios.

    Los vacceos fueron una de las etnias prerromanas que habitaron el territorio central de la cuenca del Duero.




    En el año 178 a. C. el pretor Lucio Postumio Albino celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. 

    Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C., dirigidas por Pompeyo y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos que no acabaron definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península ibérica.





    Guerrero vacceo

    Los vacceos no sólo eran buenos jinetes, sino también infantes excelentes por su empuje y su resistencia. 

    Llevaban capas negras y ásperas, de una lana parecida a la de las cabras salvajes. Se armaban con escudos galos, otros, en cambio, llevan grandes escudos redondos del tamaño del aspis griego. 

    En sus piernas y espinillas trenzaban bandas de pelo, y cubren sus cabezas con cascos de bronce adornados con crestas de color escarlata. Usan también espadas de dos filos, forjadas con excelente hierro, y puñales de un palmo de longitud, de los cuales se sirven en los combates cuerpo a cuerpo. Combatían a pie y a caballo.


    Empuñadura de espada


    HISTORIA DE INTERCATIA


    Algunas ciudades como Intercatia pasaron a la historia por su encarnizada resistencia vaccea ante el ataque de las legiones de Roma.

    Como consecuencia de las menciones hechas por geógrafos e historiadores clásicos tales como Ptolomeo, Estrabón, o Abraham Ortelius, que llegaron a proporcionar las coordenadas de su emplazamiento (41º50’ de latitud norte, y 10º15’ longitud este) muchos historiadores antiguos situaron a la ciudad vaccea de Intercatia en el solar cercano a la actual localidad de Villalpando (Zamora-España).

    Otros historiadores ubicaron Intercatia en las poblaciones de Aguilar de Campos (Valladolid), Tapioles-Cerecinos de Campos (Zamora), Montealegre de Campos (Valladolid) o, incluso, Fuentes de Nava (por los numerosos castros que rodean la población). 

    Sin embargo últimamente toma más vigencia la hipótesis de que Intercatia se corresponda con Paredes de Nava (Palencia); hay que tener en cuenta que en la Paredes de Nava se encontró una Tesera de Hospitalidad entre la ciudad de Intercatia y la civitas palentina.

    Tésera (del latín tessera) es una pieza elaborada en materiales como la madera o el marfil, pero más generalmente en metal (hierro y bronce). Tenían formas y perfiles variados, aunque lo más común era en plancha laminada y estaban inscritas por una, dos o más caras. Fueron usadas por los pueblos antiguos como contraseña, distinción honorífica, prenda de un pacto, sello de amistad, reparto de tierras, contrato, derechos reconocidos, derechos o prestaciones y permisos de paso o pastoreo, etcétera. 



    Tesera

    Intercatia irrumpe en la historia como consecuencia de la campaña del general romano Lucio Licinio Lúculo contra los vacceos en el año 151 a. C., campaña que vino dada como consecuencia de la decisión tomada por el Senado Romano de ampliar la influencia de Roma más allá de las recién conquistadas tierras ibéricas de la zona este peninsular. 



    Lucio Licinio Lúculo


    Después de la toma de Cauca y de pasar a cuchillo a la inmensa mayoría de sus habitantes tras un falso pacto, Lúculo se dirigió a la ciudad de Intercatia en la que, según el historiador romano Apiano, debieron de reunirse unos 20 000 hombres de a pie y unos 2000 jinetes, lo que nos da una muestra de la magnitud de esta ciudad prerromana, a pesar de las exageraciones a las que son tan aficionados los historiadores antiguos. 

    La ciudad fue sitiada, según Wattemberg, por espacio de dos meses durante los cuales el ejército romano (unos 25.000 hombres) sufrió múltiples penalidades como consecuencia del agotamiento de las provisiones recogidas en Cauca, contraataques de la temible caballería vaccea y desmoralizadoras escaramuzas, como, por ejemplo, el episodio en el que tras romper la muralla de la ciudad el ejército romano penetra por la brecha pereciendo ahogados varios centenares de asaltantes que, desconocedores del terreno, caen en el interior de una laguna (Apiano textualmente habla de “una cisterna”).  

    Lúculo debió de darse cuenta de que no estaba preparado para mantener un asedio por más tiempo y pactó con los de Intercatia, levantar el cerco a cambio de ganado, cincuenta rehenes y un número respetable de “sagos”

    Los tiempos de independencia y libertad terminaron para Intercatia como consecuencia de la campaña de Publio Cornelio Escipión Emiliano, en el año 134 a. C. 

    Si bien esta campaña no se dirigió de forma directa contra la misma, las consecuencias que trajo la caída de Numancia serían decisivas para su sometimiento.  

    Ya dentro de la órbita del Imperio romano, Intercatia vuelve a ser citada en el Itinerario de Antonino, justamente en la ruta que va desde Asturica Augusta (Astorga) a Rauda-Clunia (Roa de Duero-Coruña del Conde), ruta que se alarga después a Caesar Augusta (Zaragoza). También es citada en el Mapamundi de Castorius o “Tabula Peutingeriana”, del siglo IV d. C. 

    En el verano de 2015 se han encontrado restos de un muro y varias casas en Paredes de Nava (Palencia).


    Yacimiento vacceo en Paredes de Nava



    Yacimiento de Intercatia (Paredes de Nava)


    En Paredes de Nava, en el pago conocido como "La Ciudad", se descubre en superficie un yacimiento arqueológico muy extenso y que desde finales del siglo XIX ha proporcionado un elevado número de restos interesantes que llevaron a D. Gratiniano Nieto a realizar excavaciones arqueológicas a mediados del siglo XX.

    La zona en la que estaba emplazado este poblado, conocida como Intercatia o La Ciudad, llegó a extenderse más de cincuenta hectáreas y estaba protegida por un imponente sistema defensivo con doble muralla precedido de tres fosos. 

    En lo alto del páramo, a kilómetro y medio al este de la localidad y bajo varios metros de tierra se esconden los vestigios de una antigua población vaccea que se remonta a la Segunda Edad del Hierro, comprendida entre los siglos V y I antes de Cristo. 




    Los vacceos están considerados dentro del grupo de los celtas peninsulares y su origen hay que buscarlo en los pueblos centroeuropeos que desarrollaron la cultura de Hallstatt. 

    Practicaban una agricultura de tipo colectivista​ y ganadería trashumante. 

    En aquella época la comarca ya era definida por las crónicas como una región «libre y descubierta» y «un país abierto, de trigales, tierra desarbolada».

    Hace unos años se hablaba de ellos como un pueblo de origen celta, perteneciente al grupo de los belóvacos,​ quienes habrían partido desde el norte de Europa en torno al año 600 a. C. junto a otros pueblos del grupo celta de los belgas, a consecuencia de las presiones ejercidas por los pueblos germanos, alcanzando las tierras del interior peninsular en la primera mitad del siglo VI a. C., junto a otros pueblos como los arévacos (nombre que no significa otra cosa que vacceos orientales).

    Uno de los rasgos más destacados de la organización socioeconómica de los vacceos era la existencia de una importante actividad agrícola cerealista (donde se cultivó fundamentalmente el trigo y la cebada), basada en un régimen de propiedad colectiva. 

    Este sistema agrícola hizo que la sociedad vaccea se viese libre del mal endémico del momento, el bandolerismo que alcanzó altas cotas entre sus vecinos. Lo que nos pone de relieve la excepcionalidad del pueblo vacceo dentro del conjunto de los pueblos prerromanos de la meseta durante la Edad de Hierro.


    CULTURA


    En el estudio de los yacimientos se encuentran elementos propios de la cultura vaccea sobre los restos de culturas anteriores (como en el caso del Soto de Medinilla, en Valladolid), donde existen evidencias de poblamiento desde el Neolítico hasta la II Edad de Hierro, (es decir, el periodo vacceo), lo que permite estudiar con cierto detalle la evolución de los grupos humanos de esta zona de la meseta, dando paso a la teoría evolutiva de esta civilización.

    El hecho es que a pesar de la dureza del clima continental castellano, los vacceos lograron domeñar el territorio y adaptarse a los elementos construyendo legendarias ciudades-estado.

    Ciudades-estado que parece obtienen su poderío gracias al dominio del pueblo vacceo de la agricultura y la ganadería, bases de su economía, lo que les permitía generar excedentes suficientes para sostener su población y  comerciar con otros pueblos. 

    Tanto es así que los propios romanos señalaron a la agricultura y ganadería vaccea (que se cree era del tipo comunal), como la más adelantada de los pobladores de la península.  

    La valoración de los aspectos culturales relacionados con el sur de España, apenas han sido tenidos en cuenta en las primeras investigaciones, así como los datos que aportan los estudios realizados sobre la ruta interior del estaño.

    Esta vía coincidiría con la que posteriormente sería utilizada por la Antigua Roma y conocida como Vía de la Plata. El tránsito durante siglos de esta vía puso en contacto a los pueblos del interior con los más evolucionados del sur de España.



    Símbolos vacceos

     


    Enseres vacceos



    El thieldón, caballo de los vacceos 


    Por otro lado, nos han llegado muestras de su desarrollo social y de la calidad de vida que mantuvieron, de la que son muestras los sonajeros, canicas y dados que han aparecido. 

    Sus viviendas estaban generalmente construidas con adobes revocados con un manteado de barro, comprendían planta rectangular, donde se encontraba la estancia principal, con bancos corridos adosados a las paredes.



    Enterramiento de la necrópolis vaccea de Pintia, en el que se aprecian diferentes tipos de vasos utilizados como ajuar funerario.



    Familia vaccea


    Pintia (Padilla de Duero - Peñafiel)



    AGRICULTURA 


    La arqueología determinaría que era una sociedad en la que el fruto común sería distribuido entre los grandes cabezas de familia, que después procederían a su administración privada. 

    El origen de este sistema se encontraría en la fusión étnica de una economía pastoril migrante con la de una sociedad agrícola asentada, aplicando a la segunda los principios comunitarios de la primera.

    ¿ Podrían ser una derivación, una herencia de los vacceos las chozas-cabañas de los pastores ?

    Uno de los rasgos más destacados de la organización socioeconómica de los vacceos era la existencia de una importante actividad agrícola cerealista (donde se cultivó fundamentalmente el trigo y la cebada), basada en un régimen de propiedad colectiva. 

    Su producción era de tal magnitud, que numantinos y arévacos dependían de los vacceos para aprovisionarse del cereal. 

    Y esta dependencia era tal, que Escipión Emiliano, cuando sitió Numancia entre 134 y 133 a. C. saqueó las cosechas de los vacceos para impedir de cualquier forma el provisionamiento de Numancia, pues eran los vacceos, quienes según Apiano, suministraban grano a los numantinos. 



    El Soto de Medinilla (Valladolid), viviendas y graneros.




    Esta actividad cerealista se testimonia en los poblados de soto de Medinilla (Valladolid), pero no era la actividad agrícola la unica actividad económica del pueblo vacceo,  pues la actividad principal era la ganadera.

    Respecto al sistema colectivista agrario, Diodoro de Sicilia escribe lo siguiente: el más avanzado de entre los pueblos vecinos a éstos (los Celtíberos), es el conjunto de los llamados Vacceos: pues éstos, cada año, distribuyen la tierra arable a los labradores, y poniendo en común sus frutos, entregaban a cada uno su parte, y a los labradores que se apropiaban de alguna parte para ellos mismos, daban la muerte como castigo.

    El colectivismo vacceo, como el caso de algunos de los citados, habría acabado desapareciendo con la administración provincial romana tras la conquista de Hispania, sin que sea posible conocer a ciencia cierta ni el comienzo ni la evolución anterior de esta práctica.

    Los albores de la historia en la meseta castellana


             
    Escena hogareña vaccea (dibujo de Luis Pascual Repiso)

    Escena hogareña vaccea 


    Su particular desarrollo urbano, uno de los más tempranos del interior peninsular, ofrece un peculiar patrón de poblamiento, con la aparición de las primeras ciudades de nuestra historia que pudieron albergar varios miles de habitantes. 

    Estos núcleos urbanos estarían regidos por una aristocracia guerrera, de la que las fuentes clásicas y el registro arqueológico dan buena cuenta.

    En el Cerrato castellano, también se produjeron numerosos asentamientos vacceos

    La base económica que las sustenta es fundamentalmente agropecuaria, con una especial importancia del cultivo de cereales que proporcionó los excedentes necesarios para poder comerciar con otros territorios y obtener las materias primas aquí ausentes, metales y piedras duras.

    Las creencias que los vacceos nos transmiten nos ilustran sobre su peculiar sensibilidad ante el trágico hito de la muerte, al tiempo que éstas y otras narraciones de las fuentes clásicas nos informan de conductas vinculables al mundo céltico.

    Es indiscutible que los vacceos, en apenas las veinte generaciones que transcurrieron entre el siglo IV a. C. y el cambio de Era, imprimieron su sello particular en las tierras cerrateñas y castellano-leonesas en general (arquitectura de adobe, agricultura cerealista, vino y banquete, etc.).

    Buena parte de esas adaptaciones al territorio han llegado al presente como parte de una herencia que a todos nos pertenece.


     Los vacceos ante la muerte. 

    Creencias, ritos y prácticas de un pueblo prerromano

    Trascender antes de morir: juramentos, memoria heroica y hospitium entre los vacceos



    En cuanto a sus creencias pensaban que existía una vida tras la muerte y daban un especial trato a sus muertos.

    Se afirma que «no hay nada que refleje más una sociedad que el tratamiento que da a sus muertos».

    En Dessobriga, un yacimiento arqueológico situado en las proximidades de las localidades de Osorno y Melgar de Fernamental, a caballo entre las provincias de Palencia y Burgos, cuyo límite atraviesa el enclave de norte a sur. 

    Ubicado en el altozano de Las Cuestas (Mina y Cenizales), donde se han recogido materiales cerámicos y restos de edificaciones tanto de la Primera Edad de Hierro como celtibéricos y romanos, fue un castro vacceo.

    Dessobriga es citada en el Itinerario de Antonino, como una mansio en la vía ab Asturica Tarracone entre las mansiones de Lacobriga (Carrión de los Condes) y Segisamone, de las cuales se halla separada XV millas en ambas ocasiones.​ se está descubriendo que «Palencia y el mundo vacceo tiene un tirón importante sobre todo en el mundo de la agricultura», que fueron unos «extraordinarios agricultores» y que «debemos mucho a los romanos pero también a las tradiciones agrícolas de los vacceos»





    Poblado vacceo



    De hecho las excavaciones en este yacimiento han destapado un «enorme edificio» que pudo servir de almacén de cereales para una comunidad muy extensa en época vaccea y como albergue de las tropas romanas durante la preparación para las Guerras Cántabras.
     
    Según, Claudio Eliano «Los vacceos ultrajan los cadáveres de los muertos por enfermedad, y que consideran que han muerto cobarde y afeminadamente, y los entregan al fuego; pero a los que han perdido la vida en la guerra, los consideran nobles, valientes y dotados de valor y, en consecuencia, los entregan a los buitres, porque creen que éstos son animales sagrado».



    Los vacceos crearon una clase guerrera aristocrática con una ética agonística o de combate muy marcada que influiría en sus ideas sociales. 

    El buitre era concebido como un animal que propiciaría la llegada al ámbito celeste, lugar de residencia de la divinidad, del guerrero muerto con el máximo honor: blandiendo su propia arma




    FIN





    Germán López Bravo  - Autor



    PD :  Este artículo se lo dedico a mis paisanos los "palenzolanos", en la persona de mi amiga la Alcaldesa de Palenzuela, Sara Esteban de los Mozos.



                                                                                                                                        

    Comentarios

    Entradas populares de este blog

    ¿ PORQUÉ LA INQUINA ANCESTRAL HACIA LOS JUDIOS ?

    ¿ ESPAÑA 🇪🇸 O "ESPAÑA-ZUELA ?

    LÉXICO DE LA ZONA CERRATEÑA - VOCABULARIO CERRATEÑO