HISTORIA GENERAL DE BALTANAS Y VALDECAÑAS

https://docs.google.com/document/d/117TqaOeE6MNDxv62UuDZQhxPNCtfTSCgOjdWEaoURCU/edit?usp=drivesdk

--‐-------------

 HISTORIA GENERAL DE BALTANÁS 
LA CAPITAL HISTÓRICA DEL CERRATO
SU PEDANÍA  VALDECAÑAS DE CERRATO
 
,




GERMÁN  LÓPEZ  BRAVO
El  Cerrateño


“ Los pueblos que olvidan la historia de sus antepasados y renuncian a sus raíces decaen miserablemente, porque pierden, además de la gratitud, la memoria, y con la memoria, la ciencia y el valimiento... “ (Emilio Castelar)

ÍNDICE
- GEOGRAFIA Y SITUACIÓN
- CLIMATOLOGÍA
- NOMBRES DE LUGARES Y PARAJES
- FLORA
- PLANTAS
- FAUNA
- TOPONIMIA
- HISTORIA DE LA COMARCA DEL CERRATO - CONTEXTO HISTÓRICO
- EDAD ANTIGUA
- EDAD MEDIA
- LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO
- LA REPOBLACIÓN
- LOS FORAMONTANOS
- EDAD MODERNA
- JUANA I DE CASTILLA
- MUJERES NO
- FUNDACIÓN OBRA PÍA DE TEVAR
- EDAD CONTEMPORANEA
- VIDA Y COSTUMBRES 
- FIESTAS
- GASTRONOMÍA
- ECONOMÍA
- PATRIMONIO CULTURAL
- BODEGAS
- VOCABULARIO DE ÚTILES E INSTRUMENTOS BODEGUEROS
- CABAÑAS DE PASTOR
- CAÑADA REAL
- ANTIGUO CASTILLO DE BALTANÁS
- LA CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIONES
- SOBRE EL CARÁCTER CERRATEÑO
- OFICIOS ANTIGÜOS QUE HAN DESAPARECIDO
- LÉXICO AUTÓCTONO - VOCABULARIO CERRATEÑO
- CURIOSIDADES SOBRE LOS APELLIDOS Y VÍNCULOS DE PERSONALIDADES CON BALTANÁS
- HISTORIA DE LOS APELLIDOS MÁS COMUNES DE BALTANÁS
- "EL PEQUEÑO GIGANTE" VICTOR AGUAYO ROYUELA
- HISTORIA Y VIVENCIA DE LAS COFRADIAS DE BALTANÁS Y EL CERRATO
- SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO Y VALDECAÑAS




GEOGRAFÍA  Y  LOCALIZACIÓN

Baltanás es un municipio y localidad española de la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está situada en la comarca del Cerrato, al sureste de la provincia de Palencia, junto a los límites provinciales de Valladolid y Burgos. Cuenta con una población de 1191 habitantes según el censo del INE de 2019).
Su término municipal cuenta con una superficie de 158,85 km² incluyendo la localidad homónima y la pedanía de Valdecañas de Cerrato, agregada en 1974.​
Actualmente, Baltanás es el centro neurálgico y económico de la comarca del Cerrato, al ser su capital. La economía se basa en la agricultura, ganadería, servicios y turismo. La localidad cuenta con una gran variedad de atractivos turísticos como el Museo del Cerrato Castellano, la Iglesia de San Millán, la Ermita de Nuestra Señora de Revilla (conserva la escultura de la Virgen de Revilla, considerada la figura de belén más antigua de España). Otro gran atractivo son las Bodegas de Baltanás, catalogadas como Bien de Interés Cultura.​
 
TOPONIMIA
 
El topónimo «Baltanás» es una evolución natural y popular del valle donde se ubica el municipio, llamado antiguamente «Valle de Atanasio».
En diferentes documentos encontrados en el Monasterio de San Isidro de Dueñas se habla de este lugar como «Valle Tanasio», «Valle Athanasii», «Valle Thanasii». En la época de Alfonso VII, en el año 1135, se habla de «Valle de Valtanás». 
En el año 1145 se desmembra de «Valle» y se queda con «Valtanás». Posteriormente, con el paso del tiempo la «V» inicial se sustituye por una «B», convirtiéndose en el topónimo actual, «Baltanás».​
UBICACIÓN

El término municipal de Baltanás, que abarca una superficie de 158,85 km², está situado en el Sureste de la provincia de Palencia, a una distancia de 28 km de Palencia y a 62 km de Aranda de Duero; en el antiguo Valle de Atanasio, y fue nombrado Cabeza de la Merindad del Cerrato por los Reyes Católicos, atributo que sigue manteniendo en la actualidad, ya que continúa siendo la capital histórica de la comarca de El Cerrato.
 
OROGRAFIA

La localidad se encuentra en la unidad morfoestructural de valles y páramos calcáreos. Se compone, por un lado, de páramos esteparios, con superficies llanas, muy extensos y con una altura media de 900 m sobre el nivel del mar. El páramo más extenso es el páramo central, que separa los valles de Baltanás y Valdecañas. También se encuentras páramos con menor extensión como: Páramo de Solacueva, Páramo de Correvaldecañas, Páramo de Cabañalta, Páramo de Carracastrillo y los Montes de Cerrato.​
Por otro lado, la orografía de la localidad se compone de valles, que son el resultado de la erosión de los cursos fluviales a lo largo del tiempo. Estos valles tienen una altura media de en torno a los 800 m sobre el nivel del mar. Algunos de estos valles son: el Valle del Arroyo Prado y el Valle del río Rabanillo.
HIDROGRAFÍA
Por la localidad no atraviesa ningún río, el río Pisuerga es el más cercano localizándose al oeste de Baltanás. En cambio, por la localidad pasan varios arroyos, todos ellos afluyen en el rio Pisuerga. Algunos de estos arroyos:
Arroyo de Prado.
Arroyo de Tablada.
Arroyo de Fuentehorno.
Arroyo del Rabanillo.
Arroyo de Fuentelacasa. Atraviesa el núcleo de Baltanás.
Arroyo de Fuentejera.
Arroyo del Ojeo.


CLIMA
 
Baltanás se encuentra en una zona de clima continental extremo. Se caracteriza por tener temperaturas extremas en verano e invierno. En cuanto a los veranos, estos son muy calurosos, largos y secos, con casi ninguna precipitación. Los periodos de transición de otoño y primavera son muy cortos. El invierno es frío, con precipitaciones moderadas, con heladas frecuentes, con densas nieblas durante el invierno y algunas etapas de nieve con poca intensidad.
GEOLOGÍA

El término municipal de Baltanás pertenece a la Era Cenozoica (Mioceno). En los páramos y montes se encuentran minerales como calizas recristalizadas y calizas micríticas. 
En cuanto a las laderas y el fondo del valle se encuentran minerales como: calizas, margas dolométicas con megacristales de yeso y dolomías, arcilla y margas. En las franjas más bajas se encuentra un estrato estrecho correspondiente al Sarmatiense compuesto por yesos. 
Durante el siglo XIX y XX esta zona ha sido una explotación de yeso mediante minas.
 
PLANTAS

En el término de Valtanás, después Baltanás, se producían en estos sus labrantios y montuosos campos, otros vegetales, como raíces y yerbas medicinales, modificativas, naturativas, supurativas, mundificativas, diuréticas, aperitivas, extractivas, incarnativas, atemperantes, atenuantes, rarificativas, diaforéticas, penetrativas, resolutivas, anodinas, lenitivas, sedativas, mordientes, cáurticas indurativas, repercusivas, astringentes, consolidantes, coagulantes, descoagulantes, narcóticas, soporíferas, pectorales, cordiales, lombrifugas, febrifugas, nervinas, balsámicas, y de otras calidades, porque se crían en ellos.
Haciendo alfabética relación de algunas, el Aro, Abrotano, Agricoma, Arrayan, Acederas, Amapolas, Buptalmo, Bardana, Brionia, Blugosa, Becabunga, Bellota, Betónica, Brunela, Calaminta, Chicorias, todas las especies, Cicuta, Centaura menor, centinodia, Cinoglosa, Dormideras, Deipsaco, Eringio, Enebro, Epitimo, Etetro, Erissino, Espárrago, Espliego mucho y granado, Estepa con abundancia, Escorzonera, Escordio, Eufrasio, Escabrosa, Endivia, Fumaria, Fabaria, Filipéndula, Gammón, Gremma, Gordolobo, Gayubas a montones, Gatuñas, Geranio, Genciana, Hisopo especial y bastante, Hipericón, Hirundinaria, Linaria, Lirios, Llanten, Lingua cervina, Malvaviscos, Madreselva, Majuelas, Manrubio, Mejorana, Meltiloto, Millefolio, Manzanilla fina, Milpies, Mastuerzo, Ombligo de Venus, Orégano, Ortigas, Pentaphilon: Pencedano, Primilaveris, Pilosela, Peonia, Pinpinela, Pinillo, Platero, Poleo, Quinquefolio, Rubia, Romero, Ruda, Retama, Salvia, Sabina, Siempreviva, Solana, Simphito, Sanguinaria, Senecio, Taraxacón, Tlaspios, Tomillo, Verbena, Beleño, Viscoquerquino, Zaragatona.
En los huertos, además de legumbres y verduras, se da el Ajenjo, Artemisa, Almoradux, Apio, Borraja, Betoniquela, Cohombrillo, Celedonia, Cantueso, Heneldo, Hinojo, Tedra, Yezgos, Sepidio, Mercuriales, Parietaria, Sahuco, Serpentaria y otras muchas de cuya flor fabrican las abejas en multitud de colmenares, que por todos los parajes están regados dichos campos, panales blancos, hermosos, que destilan con especialidad los que labran en el citado término de Valdeormillos, miel aún superior a la que califica el adagio, miel y gato de Cerrato, que se azucara y aterrona y es apetecido y buscado por regalo de no poca gente, igualmente que su cera, blanca, limpia y tersa, por los cereros.
Cereales cultivados desde los tiempos prehistóricos :Trigo candeal (Triticum vulgare), Cebada ramosa (Hordeum hexastichun), el cereal más común en la antigüedad, Cebada cervecera, Cebada caballar.
Leguminosas : Garbanzos, Almortas. Titos. Setas y Hongos.
Había plantas que se transformaban en aromático, oloroso y perfumado “tabaco”, debido a la falta de auténtico tábaco, esas eran el Espliego, la hoja de Patata, el Romero, la mata de Salvia, la hoja de Viña o la raiz de Olmo.
Cereales cultivados desde los tiempos prehistóricos :Trigo candeal (Triticum vulgare), Cebada ramosa (Hordeum hexastichun), el cereal más común en la antigüedad, Cebada cervecera, Cebada caballar.

          PARAJES Y DESPOBLADOS
 
Estos son algunos de los parajes, despoblados y términos pertenecientes a la entonces Valtanás, hoy Baltanás y cercanías ...
Fuentecirio, Barco de Llorente, Barco de Royón, Fuentejera, Fuente Pino, Fuente Hinojo, La Mocha, La Heredera, Pozos de Valdalar, Balcabado, de Juan Calvo, Huerta de Cantarero, Fuentevidal, S. Román, Fuente de los Mozos, Despezonadera, Pigazo, Fuentelyerro, el Caño, Fuentecanal, Fuente de las Perdices, Valdeburgos, Santolaya, Fuentes del Chozo, Pradera del Oyo, Carraherrera, Solacueva, Fuentecaña, Tantada, Valdemadera, Santilisanti, Fuentemoral, Fuentelacasa, Terrados,
Cuestas, particularmente la nominada Zacharias y dehesas, principalmente Tablada, cerca de Villaviudas.

 
 

Dehesa Tablada en la actualidad.
 
Otros ...
 
Penedillo, Reinedo de la Vega, La Aldea y su castillo, que despoblados lo están, por concesiones reales apropiadas, en cuyo ámbito se reduce la labor más de una tercera parte, tiene a campo tieso casi dos, con montes de encina, roble y enebro, donde dicen el Ojeo, Lanayuso, Sardón, Vallejo de Urban, Valdeabrojuelos, Cachorras, Valdesteban, Valdemored, Colmenar de la Villolda, Valdañan, Valdeburgos, Valdecerrajin, y otros parajes; sirviendo lo cultivado la mayor parte para sembrar trigo, centeno, cebada y avena, de cuyas semillas asciende la anual cosecha en estos tiempos (1750) a cuarenta mil fanegas (2.220.000 kgs.), y lo demás para viñedo, que fructifica la cantidad de vinos ya referida y la leña de los montes para las fogatas de las casas, armazón de sus techos y tabiques, y fabricar carbón; haciendo lado y compañía á los límites de esta dilatada jurisdicción por el poniente á cuatro millas la dehesa de Tabla (Tablada), atravesada por el espacio de media legua de longitud y otro tanto de latitud en el el repetido valle que baja de Valtanás, hoy Baltanás, a la carretera de Burgos; y por la punta meridional hacia el ocaso, el bosque de Fuentecirio, pegado a dicha dehesa, cuyo monte de dos leguas, el terreno de esta y las casas que ella y en él hay para los guardas, serranos y dueños de los ganados que los pastan, que pertenecen a la casa del Marqués de San Vicente.
 
Lugar de Valverde, despoblado, con varias fuentes y una de agua algo cárdena exquisita, que llaman Valdeluño.
 
El pago de Verdugal, a ocho millas de Valtanás, hacia el oriente más arriba del bosque de Valverde y rayando con el mencionado Enebral; cuyo excelente propio de dos leguas de capacidad, con sus pozos y pilas para beber los ganados donde dicen Valdelobera, pastan los de sus vecinos,
 
Prados pastables, como son el de Renedo, Pradaso, los Caballos, Fuentecirio, Fuentejera, Rabanillo, S. Ramón, Santillana, Fuentelacasa, de la Muela, de Entrecasa de Terrados, Santolaya, el de Arriba, y otros con cuyos pastos y los de los expresados montes y términos, se mantienián doce mil cabezas de ganado, mulares, vacunas, lanares y cabrunas, en cantidad y calidad mejores que las de otros pueblos por la virtud de sus yerbas.
 
Otros parajes son La Serna, Laguna, Pradillos de San Martín y Nuestra Señora, las Erillas, parajes de Fuentelhierro, las Villalvas, Cerratillo, Santillana, La Cotarra de las Mochuelas. Los Llanos, las Villalvas, San Cristóbal, La Aldea con su Parroquia, hoy despoblada.
 
MANANTIALES  Y  FUENTES
 
Contribuye a la feracidad de estos campos y bondad de sus producciones, el ser abiertos de poros sus términos, particularmente los de Fuentecirio, Barco de Llorente, Barco de Royón, Fuentejera, Fuente Pino, Fuente Hinojo, La Mocha, La Heredera, Pozos de Valdalar, Balcabado, y de Juan Calvo, Huerta de Cantarero, Fuentevidal, S. Román, Fuente de los Mozos, Despezonadera, Pigazo, Fuentelyerro, el Caño, Fuentecanal, Fuente de las Perdices, Valdeburgos, Santolaya, Fuentes del Chozo, Pradera del Oyo, Carraherrera, Solacueva, Fuentecaña, Tantada, Valdemadera, donde hacen erupción varios manantiales, que sirven para humedecer sus inmediaciones, beber los animales que por ellas se crían, ganados que por allí pastan, montaneros que cortan y queman leña de sus montes, labradores que trabajan y cultivan sus terrenos.
 
Siendo las aguas de estos unas más potables que otras, con particularidad las de Valdemadera, de cuya claridad, delgadez y dulzura, hacia ponderación el guarda de Fuentecirio, que diariamente las bebía, y los de Tierra del Vino y Esgueva que cuando van y vienen a Palencia pasaban por donde nacen y aseguran que de cuantas veces fatigados y sudosos las han bebido jamás han experimentado movimiento alguno interno dañoso, diciendo de su provechosa bebida lo mismo los montaneros y pastores de los próximos montes y páramos de lanayuso, desde donde no bastándoles para sosegar los ardores del Sol, la sombra de los matorrales, peñas y concavidad de inapurable ondura, que abajo de una se encuentra en ellos, vienen a beberlas para refrigerarse.
 
Son de la mayor beneficiencia y utilidad para la población a un cuarto de legua de ella por el mediodía, sobre el término de Santilisanti, propio de los Templarios, que en él tuvieron Convento, la fuente de La Cobata, así llamada por una cueva embovedada en forma de arca, donde se recogen las aguas, que trasudan sus laderas y páramos dominantes y salen luego por un caño que las arrija en un pilón, las coge al caer y beben los del pueblo a pasto común, por ser estas aguas en sus cercanías las más dulces, sabrosas y saludables, de las que sus médicos titulares se han hecho lenguas, hasta decir uno de ellos, que pisó las losas de la Universidad de Salamanca y se ejercitó en sus aulas, que mereció el magisterio de sus cátedras, de las que lo apartó una rara casualidad, estuvo asalariado en esta villa, las probó, comprendió sus quilates y a su costa puso junto a donde vierten, asientos para beberlas, que era un sorbo sin duda medicinal, anti maligno y prodigiosos para haber con él sanado de una úlcera envejecida que no le habían podido curar otros remedios.
 
El manantial de Fuente Santiago, nomenclatura que le da una ermita del Santo que allí tuvo el lugar despoblado de Terrados, donde por las cejas de un vallejuelo, que pisan sus páramos a distancia de tres cuartos de legua del poblado, sale un chorro de agua delgadísima, de gran delicadeza y sumo gusto, que conducida por un caño sobre un pilón, coge y bebe el pueblo continuamente, abre las ganas de comer y está graduada por los inteligentes y la experiencia, de medicinal desopilante.
 
Por la misma parte algo más cerca, el de Orreo, pago de dicho lugar de Terrados, que hace cuarenta años estaba a campo tieso, le gozaban los vecinos de Valtanás y hoy se halla lo más de el plantado de viñedo y frutales, cercado como una legua en contorno de paredes de piedra labrada, en altura de de dos varas y media, con su casa, bodega, lagar y colmenares dentro, en el cual está la fuente antigua de su mismo nombre, del Orreo, reducida a mejor forma y encañada hasta en un pilón, aguas casi las mismas que las de Fuente Santiago, las que cogen y beben el cachicán y trabajadores de tal posesión y aun se la traen a Valtanás, para que beban los de la casa de don Lorenzo Calvo, Canónigo de Cuenca, Inquisidor de Llerena, de Valladolid y la Suprema, que es quien de sus rentas eclesiásticas ha costeado su nuevo ser y engrandecimiento, logrando por pleito con esta villa su propiedad y por una real cédula título de Señor de ella y el de Orreo para su hermano don Antonio.
 

 
Fuente La Cobata
 
Igualmente lo es el manantial que existe por el poniente a media legua cerca de la ermita de San Gregorio Nacianceno, edificada allí, porque el nueve de Mayo de 1626, llenos los campos de langosta, fue el pueblo en rogativa con la imagen de Nuestra Señora de Revilla, dijo el cura en altar portátil misa y concluida milagrosamente, levantó toda y tanta langosta como si una densa nube se hubiera interpuesto , que cubrió el Sol.
 
El manantial de Fuentemoral, así nombrado por uno que en él hubo, donde las venas de la tierra rotas en un pozanco embovedado sueltan cantidad de agua, que aunque gruesa y algo cruda, beben frecuentemente muchas gentes y todas cuando en tiempos secos se esterilizan las predichas fuentes y sirve con particularidad para el jaboneo de las medias de lana en que tratan y comercian sus moradores.
 
Y por entre el mediodía y levante el manantial de Santillana, así apellidado por la ermita que en él hubo hasta el año de 1794, de Santa Juliana de Nicomedia, próximo a la cual rompe un golpe de agua, que encallejonada cien pasos entre dos paredes y una canal de piedra, sale a una bien formada arca y desde ella va corriendo por ollones a pasar por otra, el arroyo del ya insinuado valle de Fuentelacasa, prosigue por encima de su camino descansando en otras intermedias de su cañería hasta las inmediaciones de la huerta del convento de franciscanos descalzos, donde estos toman en un arca cerca del arroyo cierta porción, que conducen a un estanque de piedra labrada, grande y cuadrado, reparten el agua para sus oficinas y menesteres y continúa a entrar, esta entra por debajo de las casas de la población hasta su Plaza Mayor ( Esta fuente al escribir esto, no existe), en la que impedida de su propio peso y proclive curso, trepa por el hueco de un mármol redondo de piedra, hasta su cimera copa de lo mismo y vierte por tres caños largos de hierro, en un pilón ochavado, ancho más de catorce varas y alto una, donde los ganados de trabajo y huelga beben y cogen los vecinos para el gasto de las cocinas y otros usos, las aguas van desde su residuo por un canal de piedras, bien trabadas y metidas en tierra, por la calle de abajo de las Carnecerías a salir fuera de la puerta de la Fragua, donde se desperdicia, siendo esta agua en su nacimiento potable y desde que se mezcla con la del citado arroyo, es de conocido provecho para los animales, porque se desmejoran y se les conoce cuando interceptada, tienen que beber y beben las de fuentes Viejas y de los Piojos, que con sus caños y pilas tiene para iguales usos esta población, en el tránsito a su arrabal, bajo el estanque con el nombre de Tejanco, enlosado allí y lleno de agua, que le surten sus testeros manantiales, estas aguas eran especiales para lavar cualquier ropa y conceptuada por salir caliente, de mineral y curativa.
                                        
HISTÓRIA
El Cerrato

Existen evidencias que este lugar fue habitado por los vacceos, ya que existió un castro vacceo en el actual cotarro del Castillo (891 m.). 
Mucho antes de los vacceos, el primer humano del que se tiene conocimiento en la zona cerrateña es el Homo Antecessor. Su cultura se encuentra dentro del canto tallado. Posteriormente aparece otra especie humana, el Homo Ergaster, con una antigüedad de más de 300 milenios. Su cultura se ha documentado en las terrazas del río Arlanzón, en Villafría, -Burgos-, y en el río Pisuerga, en Fuensaldaña.



Mapa del Cerrato

Los vacceos fueron un pueblo prerromano y uno de los que se asentaron en el Cerrato, en el sector central de la cuenca y al norte del Duero (España), también en la zona del Pisuerga, por supesto en el Cerrato, a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², en la zona a la que se le dio el nombre de región Vaccea.​​ 
 


      
Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. .
Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C. de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro).
Principales ciudades :
Intercatia, Pintia, Amallobriga, Tela, Pallantia, Helmántica, Bargiacis, Viminacium, Porta Augusta, Autraca, Lacobriga, Avia, Segontia Paramica, Gella, Albocela, Rauda, Segisama Julia, Cougium, Cauca, Octodurum, Sentica, Sarabris y Ocalam.
Eldana, hoy denominada Baltanás, fue la capital importante de una parte de la región vaccea y actualmente de la capital histórica del Cerrato.
En el año 178 a. C. el pretor Lucio Postumio Albino celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. 
Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C., dirigidas por Pompeyo y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos que no acabaron definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península ibérica.
Los vacceos están considerados dentro del grupo de los celtas peninsulares, y su origen hay que buscarlo en los pueblos centroeuropeos que desarrollaron la cultura de Hallstatt. Practicaban una agricultura de tipo colectivista​ y ganadería trashumante. 
En aquella época la comarca ya era definida por las crónicas como una región «libre y descubierta» y «un país abierto, de trigales, tierra desarbolada».
Hace unos años se hablaba de ellos como un pueblo de origen celta, perteneciente al grupo de los belóvacos,​ quienes habrían partido desde el norte de Europa en torno al año 600 a. C. junto a otros pueblos del grupo celta de los belgas, a consecuencia de las presiones ejercidas por los pueblos germanos, alcanzando las tierras del interior peninsular en la primera mitad del siglo VI a. C., junto a otros pueblos como los arévacos (nombre que no significa otra cosa que vacceos orientales).
Alguien puede pensar que las distancias de hoy, entre por poner un ejemplo Soria y nuestro Cerrato, Valdecañas, no se veía como tal distancia en kilometros, sino como una distancia en "cabalgadas" y jornadas a caballo.


Restos arqueológicos vacceos.
Uno de los rasgos más destacados de la organización socioeconómica de los vacceos, aparte de su genética, era la existencia de una importante actividad agrícola cerealista (donde se cultivó fundamentalmente el trigo y la cebada), basada en un régimen de propiedad colectiva. 
Su producción era de tal magnitud, que numantinos y arévacos dependían de los vacceos para aprovisionarse del cereal. Y esta dependencia era tal, que Escipión Emiliano, cuando sitió Numancia entre 134 y 133 a. C. saqueó las cosechas de los vacceos para impedir de cualquier forma el aprovisionamiento de Numancia, pues eran los vacceos, quienes según Apiano, suministraban grano a los numantinos. 
Esta tradición cerealista ya proviene de la primera Edad del Hierro, por lo cual en época de la guerra numantina estaba muy arraigada en tierras vacceas. Esta actividad cerealista se testimonia en los poblados de la facies cultural de Soto de Medinilla. Pero no era la actividad agrícola cerealista la única actividad económica del pueblo vacceo, pues era un complemento de la actividad principal, la ganadera, como en el resto de las poblaciones de la Meseta norte, aunque en el caso vacceo, el complemento agrícola era de mayor importancia[6]​ que en el resto de los pueblos vecinos.
Acerca del sistema agrario de los vacceos, el cronista griego Diodoro escribe lo siguiente:
El más avanzado de entre los pueblos vecinos a éstos [los celtíberos], es el conjunto de los llamados vacceos, pues éstos, cada año, distribuyen la tierra arable a los labradores, y poniendo en común sus frutos, entregan a cada uno su parte, y a los labradores que se apropiaban de alguna parte para ellos mismos, daban la muerte como castigo.
Muchas personas hablan sobre las características físicas de los pueblos que poblaron España, y qué personas, comunidades o hasta provincias han heredado tal o cual cualidad.
La antropología nos intenta ayudar clasificando las razas y hablándonos de ellas y sus características entre otras cosas.
Pero a veces también nos confunden sin quererlo, al igual que los historiadores. Ellos nos dicen frases como las siguientes: Los íberos eran morenos y de ojos marrones y los celtas eran rubios, altos y con los ojos azules. Sin embargo eso no es del todo cierto.
Es verdad que la mayor parte de estos eran así pero también es cierto que entre los íberos habría rubios con ojos azules y entre los celtas morenos con ojos marrones o negros inclusive. Por ello, muchos que tienen los ojos azules ya dan por hecho de que provienen de los celtas y esto no es así siempre, o en todos los casos no lo es.
Por ejemplo, de entre los pueblos que ocuparon España, además de los antedichos están los musulmanes, en primer lugar los bereberes y después los árabes. Muchos o algunos de éstos tenían también los ojos azules. Esto no solo se debió a la emigración vándala hacia África del norte sino porque también naturalmente habría algún núcleo pequeño pero existente.
No deja de ser cierto también de que la fisonomía de una persona nos habla acerca de las razas que han creado su cuerpo por decirlo así a lo largo de la historia. Pero recordemos también de que no todos los hermanos de una misma familia heredan las misma fisonomía. 
En el estudio de los yacimientos se encuentran elementos propios de la cultura vaccea sobre los restos de culturas anteriores (como en el caso del Soto de Medinilla, en Valladolid), donde existen evidencias de poblamiento desde el Neolítico hasta la II Edad de Hierro, (es decir, el periodo vacceo), lo que permite estudiar con cierto detalle la evolución de los grupos humanos de esta zona de la meseta, dando paso a la teoría evolutiva de esta civilización.

Quizás entre una persona y otra haya muchas diferencias aunque sean hermanos y los antepasados sean los mismos. La diferencia está en que uno adquirió genéticamente ciertos caracteres y el otro no. 
De un mismo matrimonio puede salir un hijo con ojos azules y el otro con ojos marrones. El uno demuestra cierto antepasado y el otro uno diferente pero que el éste aunque lo tiene también, no lo "superficializa" por decirlo así.
En el Cerrato se dá de antiguo una cierta endogamia.
Cada hijo hereda un 50% de cada padre por lo cual hay rasgos que se pierden en la memoria de los tiempos. Quizás un tataranieto hereda algo de ese progenitor sin que nadie sepa de donde vino ese rasgo, pero en sucesivas generaciones se pierden esos rasgos y solo se heredan los de los progenitores mas próximos.
El sistema agrícola hizo que la sociedad vaccea se viese libre del mal endémico del momento, el bandolerismo que alcanzó altas cotas entre sus vecinos, siendo los vacceos objeto preferido de razzias y correrías. Lo que nos pone de relieve la excepcionalidad del pueblo vacceo dentro del conjunto de los pueblos prerromanos de la meseta durante la edad del hierro.
 


Pieza vaccea de la Edad de Hierro.
La valoración de los aspectos culturales relacionados con la meseta castellana de España, apenas tenidos en cuenta en las primeras investigaciones, así como los datos que aportan los estudios realizados sobre la ruta interior del estaño, han posibilitado a partir de 1970 avanzar notablemente en el conocimiento de la formación de la civilización vaccea.
Sus viviendas estaban generalmente construidas con adobes revocados con un manteado de barro, comprendían planta rectangular, donde se encontraba la estancia principal, con bancos corridos adosados a las paredes.
Y entonces llegaron los romanos.

A mitad y finales de la Edad de Bronce (2200-900 a. C.), existen vestigios del fenómeno campaniforme, procedente sobre todo de la zona cantábrica y Álava. En esta época predominó la metalurgia del cobre y a finales de ella se originaron los diferentes pueblos prerromanos, que los cartagineses y los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica.
Los romanos, dispusieron rápidamente de infraestructuras en Hispania Nova Citerior. Construyeron obras civiles como, acueductos, calzadas y puentes -Torquemada y Quintana del Puente, son un ejemplo-, como base para el asentamiento de sus poblaciones en Quintanilla de la Cueza -siglo IV d. C.- y La Olmeda, en Pedrosa de la Vega, cerca de Saldaña, descubierta en 1968. Licinio Lúculo asumió el cargo de Cónsul y Pretor, en la Hispania Citerior -151 a. C.-, fue belicista, venció en Cauca y en otras poblaciones, pero fracasó en su intento de conquistar Pallantia.
En el verano del 142 a. C. y aprovechando las labores del cereal, el cónsul romano Cecilio Metelo, saqueó las tierras vacceas, las cerrateñas. El Gobernador Metelo Nepote, sometió en el 56 a. C. una rebelión de las tribus vacceas. En el 49 a. C., desembarcó Julio César y después de derrotar a los Pompeyanos, consiguió el apoyo de toda Hispania, y dejó como Gobernador de la Citeror a M. Emilio Lépido.
El 29 a. C., Estatilio Tauro, llevó a cabo una campaña contra los vacceos. Trasladó su campamento a Sasamón en Burgos, cerca de Castrojeriz. En aquel tiempo, El Cerrato se denominaba Campus Gothorum.

EDAD ANTIGUA

Los orígenes de Baltanás se pierden en la noche de los tiempos. Lo más probable sería que, a la llegada de las legiones romanas a la Meseta Norte, existiera un castro vacceo en el actual cotarro de El Castillo, dada su inmejorable situación estratégica.
 
Durante el Imperio Romano, iría creciendo la población en el término baltanasiego, a juzgar por los hallazgos arqueológicos registrados en diferentes épocas.
 
Algunos historiadores han llegado a suponer que en esta villa de Baltanás se encontraba situada la antiquísima Eldana, ciudad de los vacceos, mencionada por Ptolomeo en su "Geografía" (siglo II). Pero, nada se puede afirmar ni negar a este respecto, no solamente porque hasta la fecha no se han encontrado ruinas monumentales de importancia -y, particularmente, inscripciones- sino también porque tenemos en cuenta la multitud de errores que contiene la citada "Geografía".
 
Esta importante villa y antigua Cabeza de Partido Judicial de la Provincia de Palencia, fue Cabeza de Alfoz en la Edad Media y, después Cabeza de la Merindad de Cerrato, con posterioridad a Palenzuela. En la actualidad, es la capital histórica del Cerrato Castellano y del Cerrato Palentino.
 
CONTEXTO HISTÓRICO

Al norte del Duero se produce durante los siglos IX y X un proceso de repoblación altomedieval, que más tarde se transformará durante los siglos XI y XII hasta convertirse en las áreas centrales en un esquema en el que los núcleos responden a recintos murados, especialmente en la áreas centrales de la meseta.

LA ÉPOCA ALTOMEDIEVAL. 840-1035. LA REPOBLACIÓN AL NORTE DEL DUERO 

La estabilización de la frontera cristianomusulmana en la línea del Duero desde 940 hasta 1085 divide la meseta en dos zonas cuyo carácter en cuanto al sistema de asentamientos va a ser completamente diferente. En la mitad septentrional se fue decantando una red, que en un primer momento será indiferenciada para posteriormente estructurarse y jerarquizarse. 

Toda una serie de fenómenos tuvieron lugar, primero durante los siglos X y XI, en que se produce la primera etapa de asentamientos, para, imperceptiblemente, durante la segunda mitad de este siglo (XI) y sobre todo durante el siguiente llegar a un sistema más complejo y articulado, en el que los núcleos urbanos empiezan a consolidarse. 

Se estableció un sistema de comunidades de Villa y Tierra en el que una villa asumía todo el poder institucional y de control del territorio y el resto eran aldeas dependientes de la cabecera y carecían de muralla. Hemos visto como la zona norte, profundamente desarticulada tras los sucesos del siglo VIII, había quedado extremadamente deprimida desde el punto de vista demográfico.

Todo hace pensar que las estructuras territoriales visigóticas y tardo-romanas se descompusieron efectivamente. De la antigua red urbana queda el nombre y prestigio de algunos asentamientos tal como lo reflejan las crónicas del siglo X. Tales núcleos apenas estarían habitados, siendo a lo más pequeños puntos débilmente fortificados sobre las ruinas de ciudades anteriores. No sólo las crónicas sino sobre todo los cartularios de los grandes monasterios, que concentrados en el tercio norte de la meseta irradiaron su potente efecto de dominio sobre el medio, nos han dejado gran cantidad de testimonios sobre el tipo de asentamiento que se produjo en este período. 

Tres son las denominaciones más habituales que se dan a los lugares habitados en este época: civitas, castrum y villae. Son tipos de núcleos cuyos perfiles no aparecen claramente definidos y a veces presentan una cierta ambigüedad en sus términos. La “civitas” es una denominación común al occidente europeo y denomina a un tipo de poblaciones en las que se desarrolla un cierto poder institucional y una ascendencia sobre el territorio circundante que, en numerosas ocasiones, incluye la dignidad episcopal. 

En la meseta existen poblaciones que habían sido sede episcopal durante la época visigótica (Astúrica, León, Auca, Palantia, Salmántica, Avila, Segovia y Uxama). 

Junto a ellas, otras ciudades comienzan a desempeñar un papel decisivo y adquieren el carácter de "civitates", asumiendo las funciones episcopales.  Poder militar, poder eclesiástico y dominio sobre el territorio son tres aspectos que definen el carácter de estos núcleos. Son sin duda los que presentan mayor complejidad urbana de toda la meseta en estos tiempos altomedievales.  

El origen de la denominación "castrum", "castro", aparece muy tempranamente en las crónicas referidas a poblaciones. Ya desde el siglo VIII queda claro su carácter genuinamente militar y de control del territorio. Muchos de ellos se levantan sobre asentamientos preesxistentes ibéricos o hispano-romanos, pero en otros casos son de nueva creación. En ocasiones la existencia de un punto ya poblado atrae de manera explícita a los repobladores, pero en otros casos la fractura histórica del siglo VIII y parte del IX supone una solución de continuidad en la ocupación de dichos lugares. Como todo sistema de ocupación y control, las líneas defensivas de los castros, claramente estructuradas durante la repoblación tienen una imbricación absoluta con el territorio. 

Una visión espacial de la localización de las principales líneas establecidas es muy reveladora de la visión del espacio que tuvieron los repobladores. Hay que señalar que van a ser los valles los elementos fundamentales que atraerán la atención de los nuevos pobladores para controlar el territorio. 

En la zona del reino de León la dirección norte-sur de las corrientes fluviales va a ser decisiva en la configuración de la trama urbana. Órbigo, Esla, Cea, Valderaduey, Sequillo, Carrión y Pisuerga van a ser ejes de control y penetración en el territorio. En Castilla, sin embargo, la dirección este-oeste de los cursos determinará el establecimiento de tres barreras paralelas a lo largo del Arlanzón, Arlanza y Esgueva.

Hay un tercer factor que es fundamental a la hora de conocer el territorio y su ocupación en la meseta superior, sobre todo en sus zonas centrales y es el contacto campo-páramo que se produce en ellas. En efecto, el páramo y la campiña son dos realidades complementarias que marcan el carácter de los diversos ámbitos. El páramo, boscoso en tiempos medievales, más pobre agrícolamente, determinará una ocupación extensiva muy adecuada para la explotación ganadera. La campiña por el contrario es más apta para el cultivo de cereal y permite una ocupación más intensiva del territorio. Ambas están separadas por las nítidas cortadas, tan características del paisaje de la meseta. 

No tiene por tanto nada de extraño que sea en estas zonas de contacto, frecuentemente apoyadas en escalones naturales que marcan la diferencia de cota de los dos espacios, donde surjan los puntos de control del territorio desde los que es posible abarcar una gran extensión. La configuración de los castros era prácticamente homogénea en toda la región. 

Consistía en un pequeño recinto cercado, donde la función militar y residencial estaban estrechamente imbricadas. Sistemáticamente se asentaban en elevaciones del terreno, más o menos abruptas, con la misión de controlar el territorio. Su envolvente es casi siempre circular o elíptica, adaptándose a la cima del promontorio en el que se asientan. El tipo es absolutamente homogéneo en toda la mitad septentrional de la meseta. 

La documentación alto-medieval está repleta de menciones de “villae”. Se trata sin duda de la célula residencial básica de asentamiento de la primera repoblación y, aunque las acepciones de "villa" ofrecen diversos matices y no obedecen a una realidad homogénea, hoy conocemos con suficiente aproximación su constitución. 

La tipología de "villa" no es homogénea en todo el territorio. En el páramo la estructura de asentamiento consistía en una "hereditas" en torno a un minúsculo núcleo formado por la "corte" con sus casas, herrenes, corrales, etc. 

Estas fueron de origen familiar, cuyos vínculos continuaron manteniendo los pobladores. La unidad de explotación villa-heréditas se mantuvo durante los tiempos altomedievales, siglo IX-X. 

Sin embargo en la campiña se detectan poblaciones más complejas en las que las propiedades se delimitan en las transacciones mucho más detenidamente. Parece que estos núcleos de población estaban ya formados en el siglo X por yuxtaposición de diversas cortes, en las zonas más ricas de la campiña. Dos son los aspectos que interesa plantear desde el punto de vista de la configuración espacial de estos núcleos. De la documentación se deduce casi invariablemente un carácter cercado o al menos el carácter cercado del espacio denominado "corte" que se puede asimilar al inicial embrión de la villa. Sea de una forma o de otra, nos encontramos a finales del siglo X con pequeñas “villae” que comprendían varias cortes, cada una de ellas con su cerca y calles o carreras que entre ellas discurrían. 

La transformación de estos primeros núcleos, y fundamentalmente las "villae" como célula primaria de ocupación del territorio, en comunidades de aldea o núcleos mayores constituye una de las claves del entendimiento del proceso de la formación urbana de Castilla y León. 

Aunque es un fenómeno paulatino, y ya se manifiesta durante el siglo X, será a lo largo de toda la centuria siguiente cuando se produzca de una manera determinante la cristalización en una red de asentamientos jerarquizada. Varios factores coadyuvarán a este proceso de decantación natural, que desde una estructura indiferenciada llevará a una red mucho menos dispersa y más concentrada de núcleos. 

La evolución demográfica, en constante progresión durante esos períodos, y el control del suelo, propio del continuo proceso de feudalización que se produce durante este período, son dos aspectos que matizarán y cualificarán este fenómeno de concentración de la población, que por otra parte se nos aparece como la natural transformación entre un primer asentamiento de carácter más primitivo a una segunda etapa más estructurada y racional desde el punto de vista de la ocupación del territorio.

LA ÉPOCA PLENOMEDIEVAL. 1035-1300. 
LA CONSOLIDACIÓN DE LA RED URBANA AL NORTE DEL DUERO 

La época en que cristaliza la formación urbana de Castilla y León es aquella que abarca desde la mitad del siglo XI hasta que se consolida dicha red a mediados del siglo XIII. Las tendencias apuntadas a principios del siglo XI de concentración y jerarquización del habitat se acentúan hasta llegar a la eclosión durante el siglo siguiente, que se manifiesta en la aparición de un gran número de núcleos de carácter protourbano, embriones de ciudad y que ya suponen una clara jerarquización y dominio sobre el territorio. 

Al norte del Duero, esta estructura territorial tendrá un carácter muy distinto según nos refiramos a las zonas centrales de la meseta -los Campos Góticos, los valles bajos del Esla, Carrión, Pisuerga y el propio Duero, junto con los páramos centrales intercalados entre ellos- o a las zonas periféricas del este, norte y oeste de la meseta, en las que los procesos de formación urbana fueron menos intensos. 

El sistema utilizado recoge la experiencia que se ha producido durante todo el siglo al norte del Duero, de tal modo que se instituye el sistema de las Comunidades de Villa y Tierra, que permiten ocupar con elevada eficacia grandes territorios con una clara organización territorial y económica. 

Al norte los procesos son más complejos. Como norma general podemos afirmar que se produce un fenómeno de desaparición de numerosos núcleos y su concentración en entidades de mayor magnitud, que en numerosas ocasiones constituyen ya un embrión de ciudad. Aquí es necesario resaltar cómo el proceso de formación urbana se completa con la creciente importancia de algunos núcleos que ya comienzan a descollar durante el siglo XII y comienzos del XIII como verdaderas ciudades, aunque aún es pronto para hablar de tales en el sentido bajo-medieval. 

Hay núcleos que sobre ese primer escalón de poblaciones de carácter proto-urbano comienzan a despuntar. Algunos de ellos no alcanzarán después el grado de ciudad (como Dueñas, Carrión o Castrojeriz), pero otros, que serán en el futuro las principales ciudades de la región, ya destacan en esta época. 

Las cinco ciudades que se consolidarán como sedes episcopales al norte del Duero serán con el tiempo destacados núcleos urbanos. Astorga y León, la última capital del reino, se levantaron sobre los muros de los antiguos establecimientos romanos. Burgos se erigió pronto en el principal núcleo del Condado de Castilla, y potenciado por el Camino de Santiago aparece en el siglo XII como una verdadera ciudad. Zamora verá ampliado durante estos dos siglos (XI y XII) el primitivo recinto que surgió a raíz de la posición conseguida por Alfonso III. 

Palencia, cuya evolución como núcleo urbano corrió pareja con la fundación del Obispado en 1035, fue una población de señorío episcopal y ya en el siglo XIV era la principal ciudad del entorno, con creciente hegemonía sobre Dueñas, Paredes, Becerril o Monzón. 

Estas villas -no confundir con los núcleos altomedievales- serán núcleos amurallados, contarán generalmente con una organización urbana más compleja, con una estructura pluriparroquial, con la aparición de espacios específicos para las funciones urbanas (plazas o lugares de mercado) y con una clara función de hegemonía territorial. 

El origen de estos núcleos puede obedecer a primitivos puntos neurálgicos del territorio o a transformaciones posteriores, debidas a una mejor aptitud comercial o agrícola, una vez desaparecida la primitiva función militar.

En estas últimas el hábitat fue siempre más disperso, mientras que ya en la transición hacia la llanura surgió la red de aldeas que conocemos de las otras zonas. Incluso alguna de las posiciones hegemónicas en los primeros momentos fueron cediendo su importancia a localidades situadas más al sur: Cea o Amaya son ejemplos de ello, pero también Saldaña, que, aun conservando después el carácter de villa amurallada, perdió su primitivo rango de sede condal frente a la más próspera Carrión, situada aguas abajo del río ya en contacto con las llanuras centrales de la meseta, potenciada su importancia por el Monasterio de San Zoilo y por el paso por ella del Camino de Santiago. 

Como se explicó con anterioridad, nos encontramos ante el paisaje más característico de la meseta: a una cota superior los páramos, formados por calizas pontienses, que componen extensas llanuras cubiertas de monte bajo, dividiendo los amplios valles de sección de artesa invertida, como el bajo Arlanzón, Arlanza, Pisuerga, Carrión, Esla, Duero; y en contraste las extensas campiñas suavemente onduladas y muy aptas para el cereal. 

Esta zona, de evidentes aptitudes para una economía agrícola medieval, ejerció durante los tiempos medievales un gran poder de atracción, constituyéndose en el centro neurálgico de la meseta. No en vano, tras la división del reino por Alfonso VII (1157-1230), en los conflictos fronterizos entre sus sucesores fue la zona más disputada y problemática de la frontera. 

La zona central, la más próspera de la meseta, a caballo de los dos reinos unificados durante las monarquías de Fernando I, Alfonso VI y Alfonso VII, va adquiriendo una creciente importancia, como lo demuestra la fundación del Obispado de Palencia con un notable señorío y la expansión de la ciudad de Valladolid, que durante el siglo XII se convierte en un próspero asentamiento comercial. 

Desde la división de los reinos por Alfonso VII en 1157 hasta su definitiva unificación en 1230 por Fernando III, la frontera entre ambos fue teatro de avatares y conflictos, pero sobre todo de un intenso proceso de creación urbana por parte de los monarcas de ambos reinos, aunque más del leonés, cuyo resultado fue una densa red de villas reales en Tierra de Campos y en los principales cauces fluviales leoneses, sobre todo el Esla. 

Sobre esta zona, la densa red de "villae" del siglo X se va transformando durante los siglos XI y XII en una red de núcleos amurallados o cercados que cubren la totalidad del territorio. Sólamente algunos pequeños asentamientos altomedievales permanecen sin cercar durante estos dos siglos. 

Paralelamente al proceso de concentración y fortalecimiento de todos estos núcleos se produce la paulatina despoblación y consiguiente desaparición de otros núcleos. La aparición de numerosos despoblados documentados durante los siglos XI, XII, XIII son el resultado del proceso de recomposición del hábitat y de la concentración en determinados núcleos. 

De los diversos casos conocidos, se deduce que los nuevos pobladores de estos núcleos proceden en gran medida del entorno próximo, esto es, de antiguos vecinos de los núcleos que van quedando despoblados. 

Ello dejaba el campo abierto a los señoríos para trasvasar y concentrar la población en aquellos núcleos que garanticen, mediante un hábitat más estructurado, una más racional ocupación del espacio y un mejor dominio económico del territorio, a la vez que le permiten controlar más eficazmente los movimientos de población. 

En torno a un pequeño núcleo inicial, surge una ampliación muy superior en extensión que recibe contingentes humanos de pequeños núcleos vecinos, que consiguientemente desaparecerán. En estas ocasiones, la fundación de una villa venía precedida de una intensa actividad de adquisición y preparación de suelo, frecuentemente en terrenos de la iglesia, a la que se compensaba con los beneficios de las futuras parroquias, así como de traslado de pequeños núcleos que desaparecían como tales y llevaban consigo la propia iglesia y su advocación. 

En este proceso desempeñarán un papel muy importante no sólo el control del suelo y la lotificación en solares para uso privativo o viviendas y el suelo público, para egidos o futuros asentamientos, sino de otros elementos trascendentales en la configuración de estos núcleos, como son las parroquias. 

EDAD MEDIA


LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO PALENTINO

ANTECEDENTES


En un principio, allá por los albores del siglo VIII, la expansión musulmana se realizó de manera rápida por toda la Península Ibérica hundiendo en la miseria a los antiguos pobladores visigodos.

Sánchez Albornoz, habla de despoblamiento total al paso de las hordas árabes. Menendez Pidal, indica que nunca se despobló del todo. Los textos árabes indican que las tierras cerrateñas, lo mismo que otras aledañas, fueron asoladas además, por una tremenda y prolongada sequía , que obligó, tanto a los cristianos como a los bereberes, a replegarse hacía zonas más propicias.

Estas circunstancias facilitaron las campañas de Alfonso I, el Católico, yerno de Don Pelayo, y su hijo Fruela, que desertizó los "campos quos dicunt goticos usque ad flumen Dorium eremanit", prendiendo fuego y arrasando todas las villas y ciudades. La crónica de Alfonso III añade que "en todos los castros, villas y aldeas que ocupó, mató a todos los pobladores árabes y a los cristianos se los llevó consigo, sus rebaños y enseres a las tierras del Norte". Se ubicaron en tierras cántabras de Liébana, Reinosa y Santander. Otros lo hicieron en Losa, Mena, Carranza o Encartaciones. En definitiva, fue una masiva repoblación de lo que hoy conocemos como Asturias, Cantabria y parte de Burgos y Vasconia ( Bardulia o Vardulia).
 


Castillo - Torre de los Velasco en Lezana de Mena (Burgos)

¿Podría tener algún tipo de relación, el "vascuence-euskera" y los dialectos provenientes y utilizados por los bereberes que se asentaron en la época en Vasconia?. Algunos eruditos dicen de esa posible relación, por las coincidencias que se observan entre ambas lenguas, la "euskaldun" y la "bereber". Esta es una investigación que todavía está en vigor, dada la singularidad del idioma vasco.

Como consecuencia, hubo un aumento importante de la población en los valles cántabros al recibir a los hispanogodos y mozárabes, que llegaban huyendo del invasor árabe desde las llanuras de los rios Arlanza, Pisuerga y Duero y un cambio en los hábitos y formas de vida de los cántabros y vascones, asimilando las instituciones hispanogodas y transformando sus comportamientos culturales, sociales y económicos, hasta entonces muy atrasados, en un "proceso de aculturación", influjo del monacato, que se instala en estos valles, fundando cenobios y monasterios, especialmente en los territorios de Liébana y Bardulia , en los siglos VIII, IX y X.

Con motivo de la crisis mozárabe en Al-Andalus y la revuelta "muladí" -cristianos pasados al islam-, se debilitan sus dominios en los territorios que ocupa el actual Cerrato palentino; la densidad de población, que el historiador Plinio daba para el "conventus asturiense" ,una población que no llegaba a 6 habitantes por km2, a partir de la huida de los habitantes de la Meseta hacia los refugios del Norte, los valles cantábricos se superpueblan.

Esta huida de los cristianos , seguidos de sus obispos, es descrita así por un Anónimo Mozárabe: "Dirigiéndose fugitivos a las montañas, sucumben de hambre" . Por otro lado, La Crónica de Alfonso III dirá: " Entre los godos que no perecieron por la espada o de hambre, la mayoría se refugió en esta patria de los asturianos". El monje de Arlanza dice: "Eran en poca tierra muchos hombres juntados. Visquieron castellanos grand tiempo mala vida; en tierra muy angosta de viandas fallida. Lacerados muy grand tiempo a la mayor medida; véyense en grand miedo con la gent descreyda".

LA REPOBLACIÓN

Sin vanalizar el tema, alguien ha comparado el fenómeno repoblador foramontano de Castilla y por ende del Cerrato, con la conquista del Oeste americano. Los impulsores de tan impresionante aventura fueron gentes humildes y, tras ellos, reyes, condes y abades. A estos últimos les interesaba ocupar zonas deshabitadas y ponerlas en cultivo, lo que supondría por parte de las autoridades dar todo tipo de facilidades a quienes quisieran repoblar aquellos territorios. Más que repoblar, se podría decir que era organizar aquel territorio abandonado a su suerte.

La tierra pertenecía al rey y cualquiera podía hacerse dueño de ella por el simple hecho de roturarla u ocuparla sin más, este fenómeno se conoce como "de presura"; esta se hace efectiva no cuando se ocupa, sino cuando se trabaja y explota.

Los primeros repobladores del Cerrato y por ende los primeros "baltanasiegos", van a convertirse en pequeños propietarios libres. Si la "presura" denota una sociedad desorganizada, la repoblación concejil será, más tarde, un nuevo paso hacia el sistema organizado, dando lugar a los municipios con sus límites perfectamente marcados por los reyes y condes, que los enriquecerán con fueros y cartas-pueblas.

El poema de Fernán González lo canta así: "Villas y castillos tengo, todos a mi mandar son; dellos me dejó mi padre, dellos me ganara yo. Los que me dejó mi padre poblelos de ricos hombres, los que yo me hube ganado poblelos de labradores. Quien no había más que un buey, dábale otro que eran dos; el que casaba su hija le daba yo rico don; cada día que amanece por mi hacen oración..."

Esta repoblación tan singular de hombres libres, que se da en el territorio que con el tiempo se llamará Castilla, comienza en el año 800. El conde Rodrigo reorganiza el movimiento repoblador tras la ocupación de las fortalezas de Amaya, Mave y Saldaña. Se traduce todo ello en privilegios, libertades, exención de impuestos y cargas fiscales para favorecer la expansión en toda la zona cerrateña. Los condes levantan sus fortalezas y castillos para defender a quienes trabajan en el llano. Ejemplos son los de Palenzuela, Valdecañas, Hornillos, etc. Los monjes hacen una repoblación monástica con predominio de la riqueza ganadera sobre el cultivo. Un ejemplo es el Monasterio de San Pelayo Martir en Valdecañas o Cevico Navero, según documento de Doña Jimena, esposa del Cid.

El sistema de ocupación de la tierra tiene una estructura social abierta que ya se podría llamar "democrática, pues aquellos hombres libres se rigen por sus propias costumbres locales antes que por el rígido Fuero juzgo". Dirá Sánchez Albornoz, que la intervención popular en la vida política era directa, fruto de "ese dramático resistir y batallar de un pueblo libre en que se habían fundido tres razas como la cántabra, la germana y la vasca".

LOS FORAMONTANOS

La palabra "foramontanos" se deriva de las latinas "foras monte" = fuera de la montaña. Hacia el año 814, Los Anales castellanos dan la noticia: "Exierunt foras montani de Malacoria et venerunt ad Castella". Perez de Urbel comenta el texto diciendo que: "es una emigración en masa de gentes de las estribaciones orientales de los Picos de Europa, donde estan las Mazcuerras, hacia Bricia, Campoo, Saldaña. Bajan de Cabuérniga y Cabezón por la Braña del Portillo hasta el nacimiento del Ebro; pasan cerca de Reinosa y al penetrar en la llanura se convierten en "foramontanos" .

La repoblación Norte-Sur, fue salir de los montes hacia las tierras castellanas. Esta salida y emigración para algunos como Ibn Idhari, fue forzada por un hambre generalizado; para otros, fue la audacia, la aventura o la ambición.
 


                                                        Monumento a los Foramontanos

Dice Jusué: "El término foramontano, responde a un concepto de geografía humana y alcanza a los habitantes de estirpe astur, cántabra y vasca que ocupaban las comarcas situadas al sur de nuestra Cordillera Cantábrica".

La Ruta de los Foramontanos que nos ocupa pasaba por Cabuérniga y los Sejos, llegaba a Campoo, atravesando el Puerto de la Palombera y cruzando el río Camesa. Continuaba por Brañosera, por el puente romano de Nestar y cruzaba el Pisuerga hasta adentrarse en Tierra de Campos y el Cerrato.

Para estas gentes de tan distintas procedencias y culturas, la parte de las llanuras cerrateñas , aparece como una tierra de promisión, soleada y rica de pan llevar, donde aquellos hombre -mitad guerreros, mitad trabajadores-, poniéndose en marcha a toque de bígaro, arreaban las vacas tudancas y avanzaban, azada al hombro y espada al cinto hasta llegar a su destino... quizá las riberas de los ríos y arroyos cerrateños y valdecañeses, más concretamente.

Se desplazaban de norte a sur lentamente, cultivando tierras y defendiéndolas tras las fronteras naturales de rios como Arlanzón, Arlanza y Pisuerga, viviendo a la sombra de los castillos que reforzaban aquellas mismas rayas fronterizas. Aquí experimentan la dureza de la vida y la pobreza de aquellos tiempos.

El foramontano, que había salido del valle angosto y húmedo, se asentaba en la meseta o el páramo; en ese momento comenzaba un valiente. Luchaba con una mano y con la otra cultivaba su campo y alzaba su casa. Estos hombres se movían impulsados por un instinto de libertad, amparados por el Fuero. Era la exigencia de su libertad, lo que se podría llamar "democracia castellana", que tiene su expresión en el "concejo abierto y a campana tañida", en el pórtico de las iglesias. Nacieron los jueces que se encargarán de resolver por el sistema de "albedrío" los espinosos asuntos comunes.

Obispos y clérigos, abades y gasalianes, libres y siervos comenzaron a ocupar, a deforestar, a labrar la tierra inculta y a llenarla de pueblos con nombres de raíces cántabras, vasconas, mozárabes y visigodas.

Dirá el juglar: "Harto era castilla pequeño rincón cuando Amaya era cabeza y Fitero mojón". Empiezan a ser cultivadas las ricas tierras cerealistas en el límite de los tres antiguos pueblos, Vacceos, Turmogos y Cántabros, por el que cruzará la calzada romana que a partir de aquellas fechas se inscribirá en la historia como "camino de foramontanos".

Diego, hijo del conde Rodrigo, continuará el avance hacia el sur repoblando Villadiego y el Cerrato palentino, en el año 881.

Como ya hemos indicado, en la repoblación son límites de referencia y seguridad los ríos, el Pisuerga, en el occidente, y de norte a sur, Arlanzón, Arlanza y Duero. Junto a ellos se van levantando castillos y fortalezas, tales como Monzón y Dueñas junto al Pisuerga. Junto al Arlanzón, Castrojeriz. A orillas del Arlanza, Carazo, Lara. Junto al Duero, Roa, Peñafiel, entre otros muchos incluido el de Valdecañas, Palenzuela o el de Hornillos. Dirá Peréz de Urgel que "no se da un paso sin levantar un castillo". Alguien añadirá que las tierras cerrateñas, junto al Arlanza y el Arlanzón fueron "el granero que mató el hambre secular de los foramontanos".

Tras morir al-Hakam I, su sucesor 'Abd al-Rahman II ha de hacer frente a multitud de rebeliones internas. Aun así, viendo el progresivo avance asturiano por la zona del Ebro, realizó una primera incursión el verano del 822. 'Abd al-Karim invade las tierras de Álava, saqueándolas. Tras recibir promesa de sumisión por parte de castellanos y alaveses, 'Abd al-Karim volvió a Córdoba llevando en garantía numerosos rehenes.
Esta terrible expedición afectó casi únicamente a la región de Álava. Y en noviembre de ese mismo año, va a haber nuevas repoblaciones en la zona de Valdegovia.
En el norte de Palencia la repoblación no se detiene. Un conde magnate, llamado Munio Núñez, fue dirigiendo a los foramontanos hacia la zona de Aguilar de Campoo. El fuero de Brañosera, concedido por dicho conde y su esposa Argilo el 13 de octubre de 824, es posiblemente el primero en Europa.
En la etapa que va del 850 al 911, y coincidiendo con los grandes condes de Castilla, estos aprovechan las nuevas oleadas que salen de sus refugios "intramontanos" para extender la frontera y la repoblación hasta el Duero.

Como se ha podido deducir en muchos casos los apellidos que pueblan los municipios cerrateños y Valdecañas es uno de ellos, son de origen "foramontano", osease de procedencia cántabra, vascongada o más concretamente de la Vardulia.

Esto es, a grandes rasgos, el fenómeno de la histórica repoblación castellana llevada a cabo por unos protagonistas llamados "foramontanos", con los que nos ha llegado su influencia montañesa reflejada en nombres y apellidos.

Nada se sabe de las vicisitudes por las que pasó el término baltanasiego durante las invasiones de los Bárbaros del Norte y de los musulmanes, puesto que es durante la Reconquista cristiana cuando aparecen las primeras noticias históricas.
 
Una buena parte de su casco urbano estába ubicado en la falda del cotarro de El Castillo, en cuya cima existió, hace mucho tiempo, una imponente fortaleza medieval.
 
El primitivo castillo medieval de Baltanás -hoy, desaparecido- sería levantado, tal vez, en el último tercio del siglo IX, durante las victoriosas campañas, del Rey Don Alfonso III "El Magno".
 
La villa estuvo amurallada y tuvo varias puertas almenadas, entre las que figuraban las de El Sol, La Fragua y Barriuso.
 

LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO 
Y POR ENDE EN BALTANÁS



LA INQUISICIÓN

La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, tres siglos antes, especialmente la fundada en Francia en el año 1184.
La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía. Su abolición fue aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812 por mayoría absoluta, pero no se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, encuadrada en el inicio del reinado de Isabel II.
Escudo de la Inquisición española. A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73», frase en latín que traducida al castellano significa: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73

LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO

La Inquisición tuvo presencia propia en El Cerrato, desde que el 1 de noviembre de 1478, que el papa Sixto IV, le abrió la puerta en España con la bula “Exigit sincerae devotionis affectus”. 
Esta presencia queda patente y visible, entre otras manifestaciones, en diversos escudos, como el del inquisidor Rodrigo Maté, Comisario del Santo Oficio de Valladolid, que puede verse en la fachada de la que fue su casa en Castrillo de Onielo, localidad en la que ejerció como sacerdote y en la que también existe una judería que conserva en su fachada imágenes como un ángel exterminador, un masoreta con la torá (la palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos ), unas tijeras de circuncisión…, y en la que no se conservan más símbolos porque los posteriores dueños de la casa destruyeron muchos de ellos en un intento de restar valor histórico al inmueble, por miedo a que se le expropiasen si tenía excesivo valor histórico.
En la época de la Inquisición, la Iglesia tenía un gran poder y era la primera fuerza en los pueblos, junto con los señores.




Un Tribunal de la Inquisición.

Todos los vecinos tenían que entregar la décima parte de sus cosechas y ganados, es decir el diezmo. Con el diezmo se pagaba un tercio a los curas del pueblo, otro tercio al Obispado de Palencia y el tercio restante al Papa, que lo cedía al rey de España y éste al Duque de Béjar, aunque un tercio de éste último tercio, de decir una novena parte, se retenía para reparaciones y mejoras del edificio o fábrica de la Iglesia. Estos diezmos se almacenaban en la panera o troje de la Iglesia, cuyo edificio pasó a llamarse después Cilla o Tercia. El sistema continuó hasta 1838.
Además la Iglesia tenía ingresos por otros conceptos, como las primicias y novales (tierra que se cultiva por primera vez), los derechos de sepultura dentro de la Iglesia, los honorarios de misas y oficios religiosos, y recibía bienes por testamento. También existían las Fundaciones, que eran bienes dejados por una persona para que con su producto se comprara, por ejemplo, aceite para que estuviera encendido siempre un Cirio en la Iglesia, o se dijeran misas por su alma.
Como muestra de su poder baste decir que por ejemplo en un pueblo podía llegar a tener 13 clérigos y 1 sacristán. De los 13 clérigos, 4 eran sacerdotes o curas, 2 diáconos (les faltaba un grado para ser curas) 1 subdiácono (un grado menos) y 6 tenían órdenes menores (primer paso para ser curas). Hacia 1585 sin embargo hubo que reducir el número de clérigos al servicio de la Iglesia. La influencia o poder no sólo era económico, sino también cultural.
En Valladolid fue determinado en las Ordenanzas dadas a la Real Audiencia y Chancilleria en Medina del Campo en 1489, el alto Tribunal de Justicia, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde permaneció hasta su supresión en 1834. Estos monarcas establecieron la división de la administración de Justicia en dos demarcaciones: una, al norte del Tajo, bajo la jurisdicción de la Chancillería de Valladolid y la otra, al sur de este río.
Sobre la brujería en Palencia, se puede consultar en el Archivo Histórico Nacional, un total de 45 legajos, que son un autentico conjunto de autos propiamente dichos, de la Santa Inquisición, que van desde los siglos XV al XIX, conteniendo una buena colección de herejías, proposiciones heréticas, expresiones malsonantes, supersticiones, hechicería, brujería, invocaciones al demonio, bigamia, solicitaciones, blasfemias, etc., y otros delitos como perjuicio o decir misas sin órdenes.
Juderías (viviendas y barrios judíos, y por tanto objeto de persecución por la Inquisición) hubo varias en el Cerrato.




Juderia castellana.






En Palenzuela, donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, con sus respectivos estatutos, existió una de las más importantes de la provincia de Palencia. En Dueñas, además de una judería con gran influencia en la población y mucho poder (tanto que contribuyó con 23.550 maravedíes a la guerra de Granada), se celebró en 1534 un Consejo General de la Inquisición. En Magaz al parecer existió un potro de tormentos.
En Valdecañas de Cerrato, Tomás González Tevar, natural de la localidad, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”, a la que dotó de rentas en Tabanera de Cerrato, Villahán, Dueñas y Valdecañas, logrando más de 100.000 maravedíes anuales destinados a misas, dotes para huérfanos, pagos a maestros de escuela o ayudas para estudios universitarios. Estas rentas se depositaban en la iglesia de Valdecañas de Cerrato, en un arca con tres llaves, custodiadas por tres patronos-administradores perpetuos. En 1940 se redujeron sus dotes a 2.465 pesetas. En 1982 esta institución pasó a depender de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia, y en la actualidad sus fines se limitan a la celebración de actos de carácter religioso.




Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana, sufrió un proceso secreto por parte de la Inquisición, al ser acusado de sodomía con algunos esclavos negros, considerada “crimen pessimun”. Posteriormente sería asesinado, al parecer para evitar el escándalo que este encausamiento inquisitorial suponía.
La institución inquisitorial, pese a lo que muchos creen no es una creación española, aunque la mayoría crea que fue fundada y creada en España y siendo más “europea” que española, se le acusa y carga toda la “leyenda negra” contra ella.
La Inquisición fue establecida en 1184, casi 300 años antes que entrara en vigor en España, mediante la bula del papa Lucio III, Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía albiguense-cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo.
En España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia.
La primera Inquisición, la Episcopal, fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III, como un instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. Cincuenta años después, en 1231-1233, el papa Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la Inquisición Pontificia, que se estableció en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media. En cuanto a los reinos cristianos de la península ibérica, la inquisición pontificia sólo se instauró en la Corona de Aragón, donde los dominicos catalanes Raimundo de Peñafort y Nicholas Eymerich fueron destacados miembros de la misma. Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución casi olvidada, aunque legalmente vigente.
La Inquisición, como tribunal eclesiástico, solo tenía competencia sobre cristianos bautizados. Durante la mayor parte de su historia, sin embargo, al no existir libertad de culto ni en España, ni en sus territorios dependientes, su jurisdicción se extendió a la práctica totalidad de los súbditos del rey de España.
En la Corona de Castilla la represión de la herejía corrió a cargo de los príncipes seculares basándose en una legislación también secular aunque reproducía en gran medida los estatutos de la Inquisición Pontificia. En Las Partidas se admitió se admitió «la persecución de los herejes, pero conducirlos, ante todo, a la abjuración; sólo en caso de que persistieran en sus creencias podían ser entregados al verdugo. Los condenados perdían sus bienes y eran desposeídos de toda dignidad y cargo público». 
En el reinado de Fernando III de Castilla fue cuando se impusieron las penas más duras a los herejes. El propio rey ordenó marcarlos con hierros al rojo vivo, y una crónica habla de que «enforcó muchos home e coció en calderas».






CONTEXTO HISTÓRICO


Gran parte de la península ibérica había sido dominada por los árabes, y las regiones del sur, particularmente los territorios del antiguo Reino nazarí de Granada, tenían una gran población musulmana. Hasta 1492, Granada permaneció bajo dominio árabe. Las grandes ciudades, en especial Sevilla y Valladolid, en Castilla, y Barcelona en la Corona de Aragón, tuvieron grandes poblaciones de judíos, que habitaban en las llamadas «juderías».
Durante la Edad Media, se había producido una coexistencia relativamente pacífica —aunque no exenta de incidentes— entre cristianos, judíos y musulmanes, en los reinos peninsulares. Había una larga tradición de servicio a la Corona de Aragón por parte de judíos. El padre de Fernando, Juan II de Aragón, nombró a Abiathar Crescas, judío, astrónomo de la corte. Los judíos ocupaban muchos puestos importantes, tanto religiosos como políticos. Castilla incluso tenía un rabino no oficial, un judío practicante.
No obstante, a finales del siglo XIV ,hubo en algunos lugares de España una ola de violencia antijudía, alentada por la predicación de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Fueron especialmente cruentos los pogromos (saqueos y matanzas de gente indefensa por una multitud enfurecida, y en especial, los que se produjeron contra los judíos ) de junio de 1391, en Sevilla, Córdoba, Valencia o Barcelona, donde fueron asesinados cientos de judíos, y se destruyó por completo la aljama.




Judería.


Una de las consecuencias de estos disturbios fue la conversión masiva de judíos. Antes de esta fecha, los conversos eran escasos y apenas tenían relevancia social. Desde el siglo XV puede hablarse de los judeoconversos, también llamados «cristianos nuevos», como un nuevo grupo social, visto con recelo tanto por judíos como por cristianos. Convirtiéndose, los judíos no solamente escapaban a eventuales persecuciones, sino que lograban acceder a numerosos oficios y puestos que les estaban siendo prohibidos por normas de nuevo cuño, que aplicaban severas restricciones a los judíos. Fueron muchos los conversos que alcanzaron una importante posición en los reinos hispanos del siglo XV.


Conversos eran, entre muchos otros, los médicos Andrés Laguna y Francisco López Villalobos (médicos de la corte de Fernando el Católico); los escritores Juan del Enzina, Juan de Mena, Diego de Valera y Alfonso de Palencia y los banqueros Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que financiaron el viaje de Cristóbal Colón.


Los conversos —no sin oposición— llegaron a escalar también puestos relevantes en la jerarquía eclesiástica, convirtiéndose a veces en severos detractores del judaísmo. Incluso algunos fueron ennoblecidos, y en el siglo XVI , varios opúsculos (obra científica o literaria de poca extensión) pretendían demostrar que casi todos los nobles de España tenían ascendencia judía.


La revuelta de Pedro Sarmiento , cortesano de Juan II de Castilla, repostero del rey y miembro del Consejo de Castilla, sustituyó a Álvaro de Luna en el máximo puesto de confianza tras la batalla de Olmedo (1445), tuvo como principal elemento movilizador el recelo de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos, sustanciado en los estatutos de limpieza de sangre que se extendieron por multitud de instituciones, prohibiéndoles su acceso.






Creación de la Inquisición en España


El dominico sevillano Alonso de Ojeda convenció a la reina Isabel I, durante su estancia en Sevilla entre 1477 y 1478, de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a solicitud de los soberanos por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por el dominico “cerrateño” Tomás de Torquemada, (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498, fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV). Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos. Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada, tío de Tomás, en su libro Claros varones de Castilla, corroboró este aserto.




El Inquisidor General Juan de Torquemada






Para descubrir y acabar con los falsos conversos, los Reyes Católicos decidieron que se introdujera la Inquisición en Castilla, y pidieron al Papa su consentimiento. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sinceras devotionis affectus, por la que quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla, y según la cual el nombramiento de los inquisidores era competencia exclusiva de los monarcas. Sin embargo, los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, no fueron nombrados hasta dos años después, el 27 de septiembre de 1480, en Medina del Campo.






La actividad de la Inquisición


La actividad de la Inquisición se divide en cinco períodos. El primero, de 1480 a 1530, estuvo marcado por la intensa persecución de los judeconversos, las fuentes discrepan en cuanto al número de procesos y de ejecuciones que tuvieron lugar en esos años, la cifra aproximada, basada en la documentación de los autos de fe, fue de 2000 personas ejecutadas.


El segundo, de principios del siglo XVI, de relativa tranquilidad.


El tercer periodo, entre 1560 y 1614, en el que vuelve a ser intensa la actividad del Santo Oficio centrada en los protestantes y en los moriscos.


El cuarto periodo ocuparía el resto del siglo XVII, en el que la mayoría de las personas juzgadas son cristianos viejos .


El quinto, el siglo XVIII, en el que la herejía deja de ser el centro de atención del tribunal porque ya no constituye un problema.


La cifra de los judíos que salieron de España no se conoce, ni siquiera con aproximación. Los historiadores de la época dan cifras elevadísimas (Juan de Mariana habla de 800 000 personas, e Isaac Abravanel de 300 000). Sin embargo, las estimaciones actuales reducen significativamente esta cifra (Henry Kamen estima, de una población aproximada de 80.000 judíos y más de 200. 000 conversos, aproximadamente —unos 40. 000— optaron por la emigración).




Acto de Fe inquisitorial.


Los judíos españoles emigraron principalmente a Portugal (de donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España, establecerían florecientes comunidades en muchas ciudades de Europa, como Ámsterdam, y el Norte de África, y, sobre todo, en el Imperio otomano.


Los que se quedaron engrosaron el grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España, que había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. Puesto que en el lapso de tres meses se produjeron numerosísimas conversiones —unas 40.000, si se acepta la cifra de Kamen— puede suponerse con lógica que gran parte de ellas no eran sinceras, sino que obedecían únicamente a la necesidad de evitar el decreto de expulsión.


El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta 1530.


En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición",​ gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la posición católica en materia de documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía la Santa Sede en el campo espiritual.


De acuerdo a esta posición, es un mito hablar de genocidio en países como España por brujería, en cambio, los protestantes lo exageraron seguramente para mejorar su oposición al Imperio español de la época.


La leyenda negra es un movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. A pesar de originarse en tiempos de fuerte rivalidad política, comercial y religiosa hace más de tres siglos, la leyenda ha llegado hasta nuestros días en forma de interpretaciones falseadas de tinte antiespañol sobre episodios históricos como la conquista de América, la Inquisición, o la Reconquista.


El Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española define leyenda negra como «Relato desfavorable y generalmente infundado sobre alguien o algo».


La Organización


Aunque el Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey, su nombramiento debía ser aprobado por el Papa. El Inquisidor General era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos), salvo un breve período (1507–1518) en que existieron dos inquisidores generales, uno en la Corona de Castilla y otro en la de Aragón.


A lo largo de su existencia, se produjeron distintas fricciones entre Roma y los Reyes de España por el control de la Inquisición. Sixto IV había promulgado una bula en 1478 por la que daba a la corona española plenos poderes para el nombramiento y destitución de los inquisidores, pero al enterarse de los abusos cometidos por estos en Sevilla, revocó la bula en 1482, haciendo que los inquisidores se sometieran a los obispos de sus diócesis. Ante la protesta elevada por Fernando el Católico, el Papa llegó a decir que :


“La Inquisición lleva tiempo actuando no por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza, y muchos verdaderos y fieles cristianos (...) han sido encerrados (...) torturados y condenados como herejes relapsos, privados de sus bienes y propiedades, (...) dando un ejemplo perniciosos y causando escándalo a muchos.“


Como respuesta a ello, el rey acusó al Papa de favorecer a los conversos, y se permitió decirle esto:


“Tenga cuidado (...) de no permitir que el asunto vaya más lejos, y de revocar toda concesión, encomendándonos el cuidado de esta cuestión.”


Ante tanta resolución, Sixto IV se echó atrás y dejó en manos de la corona el control de la Inquisición.




Tribunal de la Inquisición.






El Inquisidor General presidía el Consejo de la Suprema y General Inquisición (generalmente abreviado en «Consejo de la Suprema»), creado en 1488, formado por seis miembros que eran nombrados directamente por el rey (el número de miembros de la Suprema varió a lo largo de la historia de la Inquisición, pero nunca fue mayor de diez). Con el tiempo, la autoridad de la Suprema fue creciendo, y debilitándose el poder del Inquisidor General.


La Suprema se reunía todas las mañanas de los días no feriados, y además los martes, jueves y sábados, dos horas por la tarde. En las sesiones matinales se trataban las cuestiones de fe, mientras que por la tarde se reservaban a los casos de sodomía, bigamia, hechicería, etc.


Dependientes de la Suprema eran los diferentes tribunales de la Inquisición, que en sus orígenes eran itinerantes, instalándose allí donde fuera necesario para combatir la herejía, pero que más adelante tuvieron sedes fijas. En una primera etapa se establecieron numerosos tribunales, pero a partir de 1495 se manifiesta una tendencia a la concentración.






Composición de los Tribunales


Cada uno de los tribunales contaba al inicio con dos inquisidores, un «calificador», un alguacil y un fiscal. Con el tiempo fueron añadiéndose nuevos cargos.


Los inquisidores eran preferentemente juristas, más que teólogos, e incluso en 1608, Felipe III estipuló que todos los inquisidores debían tener conocimientos en leyes. Los inquisidores no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, unos dos años. La mayoría de los inquisidores pertenecían al clero secular (sacerdotes), y tenían formación universitaria. Su sueldo era de 60.000 maravedíes a finales del siglo XV, y de 250.000 maravedíes a comienzos del XVII.




Inquisidor.






El procurador fiscal era el encargado de elaborar la acusación, investigando las denuncias e interrogando a los testigos.


Los calificadores eran generalmente teólogos; a ellos competía determinar si en la conducta del acusado existía delito contra la fe.


Los consultores eran juristas expertos que asesoraban al tribunal en cuestiones de la casuística procesal.


El tribunal contaba además con tres secretarios: el notario de secuestros, quien registraba las propiedades del reo en el momento de su detención; el notario del secreto, quien anotaba las declaraciones del acusado y de los testigos; y el escribano general, secretario del tribunal.


El alguacil era el brazo ejecutivo del tribunal, a él competía detener y encarcelar a los acusados.


Otros funcionarios eran el nuncio, encargado de difundir los comunicados del tribunal, y el alcaide, carcelero encargado de alimentar a los presos.


Además de los miembros del tribunal, existían dos figuras auxiliares que colaboraban en el desempeño de la actividad inquisitorial: los familiares y los comisarios.


Los familiares eran colaboradores laicos del Santo Oficio, que debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios. Aunque eran muchos los nobles que ostentaban el cargo, la mayoría de los familiares eran de extracción social popular.


Los comisarios, por su parte, eran sacerdotes regulares que colaboraban ocasionalmente con el Santo Oficio.


Uno de los aspectos más llamativos de la organización de la Inquisición era su forma de financiación: carentes de un presupuesto propio, dependían exclusivamente de las confiscaciones de los bienes de los reos. No resulta sorprendente, por tanto, que muchos de los encausados fueran hombres ricos. Que la situación propiciaba abusos es evidente.


En los primeros tiempos cuando la Inquisición llegaba a una ciudad, el primer paso era el dar «edictos de gracia». En la misa del domingo, el inquisidor procedía a leer el edicto: se explicaban las posibles herejías y se animaba a todos los feligreses a acudir a los tribunales de la Inquisición para descargar sus conciencias. Se denominaban «edictos de gracia» porque a todos los autoinculpados que se presentasen dentro de un «período de gracia» (aproximadamente, un mes) se les ofrecía la posibilidad de reconciliarse con la Iglesia sin castigos severos. La promesa de benevolencia resultaba eficaz, y eran muchos los que se presentaban voluntariamente ante la Inquisición. Sin embargo, a partir de 1500 los «edictos de gracia» fueron sustituidos por los llamados «edictos de fe», suprimiéndose esta posibilidad de reconciliación voluntaria.


Como la herejía no era sólo un pecado sino un delito, no bastaba con la confesión para ser absuelto —de hecho se recordaba en los «edictos de fe» que los sacerdotes debían remitir a la Inquisición a aquellos que se acusaran de pecados contra la fe— por lo que su confesión debía ser pública.


El acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores, un privilegio que los testigos tenían en los tribunales seculares. Este era uno de los puntos más criticados y así fue denunciado, por ejemplo, por las Cortes de Castilla en 1518 o por la ciudad de Granada en 1526, que en el memorial que redactó denunció que el sistema de secreto era una invitación abierta al perjurio y al testimonio malévolo.


Familiar del Santo Oficio


En algunos lugares del Cerrato existió también la figura del Familiar del Santo Oficio, una especie de inquisidor por delegación, delator y encargado de aplicar la jurisprudencia de la Inquisición en los lugares en los que no había Tribunal del Santo Oficio. Esta figura existió en varias localidades cerrateñas, como Baltanás, Población de Cerrato, Esguevillas de Esgueva, donde la Inquisición persiguió la creencia en la leyenda de la Fuente de la Mora; Valoria la Buena, donde ejercieron esa función José y Francisco González Guerra, etc.


La Inquisición en Baltanás


El investigador Juan Manuel Monge, ha documentado la presencia de esta figura la del Familiar del Santo Oficio en Baltanás, visible en un escudo fechado el 2 de abril de 1737, en el que aparecen la cruz, las armas de la Inquisición (una espada y una rama de olivo, que representan el trato a los herejes y la reconciliación con los arrepentidos respectivamente), el nombre de Agustín Puertas y la leyenda EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM 73 (“Álzate, o Dios, a defender tu causa. Salmo 73”).








Agustín Puertas Núñez, nacido en Baltanás el 28 de agosto de 1702 y fallecido el 21 de agosto de 1767, casado en este municipo con Doña Francisca Calleja Villoldo el 7 de junio de 1734. Ejerció de Familiar de la Inquisición en esta localidad. Había varias categorías de Familiar del Santo Oficio, Acompañante y salvaguarda de los inquisidores, considerado como miembro de su propia familia, de ahí el nombre.


Había por un lado, Familiar de a pie frente a Familiar de caballo, siendo estos últimos pertenecientes a la oligarquía urbana, aportando prestigio social y apoyo político. Por otro lado, Familiar de número frente a Familiar Supernumerario, que eran los que estaban a la espera de que surgiera una vacante para pasar a ser oficiales.


Para ser Familiar de la Inquisición se requería limpieza de sangre, ejemplaridad de vida, vivir con honestidad, no realizar oficios considerados de clase baja ni actividades comerciales, no ser hijo ilegítimo, no ser extranjero, no ser clérigo y tener más de 25 años.


Ejercer de Familiar del Santo Oficio daba acceso a la hidalguía, además de otra serie de privilegios como portar armas, exención de gastos de guerra, etc. Entre sus funciones, figuraban la vigilancia de sospechosos, la detención de herejes, la toma de testificaciones, el traslado de reos a prisión, colaborar en la revisión de establecimientos como librerías o de actividades de comercio exterior, controlar el cumplimiento de preceptos eclesiásticos, participar en actos del Santo Oficio (principalmente en los Autos de Fe).


Los Familiares del Santo Oficio eran coordinados y controlados por los Comisarios del Santo Oficio, que debían ser clérigos con al menos 40 años y ser previsores, prudentes, ejemplares en sapiencia y costumbres, y estar llenos de celo por la Santa Fe, según se contempla en el Directorio de Eymerich, publicado en 1376. Tenían jurisdicción y gozaban de los mismos poderes que los Inquisidores Generales salvo el de dictar sentencias.








Hay otro escudo sito en Baltanás que alude de forma indirecta a un Comisario. En este escudo aparece la flor de lis y una alusión al bachiller Don Francisco Núñez de Prada, sobrino-nieto de Francisco Álvarez de Prada. Nacido el 2 de septiembre de 1582 en Baltanás, hijo de de Don Francisco y Doña Francisca Peral, donde fue Beneficiado y Cura, siendo también Comisario del Santo Oficio en Valladolid, así como creador de la procesión de Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre. Don Francisco Nuñez financia la construcción de la torre de la Iglesia de San Millán.








Inquisidores


El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).




Inquisidor.






Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.


El inquisidor general o gran inquisidor (en latín: Inquisitor Generalis) fue la máxima autoridad oficial de la Inquisición española. El primero y probablemente el más famoso fue el “torquemadino” Tomás de Torquemada, religioso dominico.


Entre los “baltanasiegos” lo fueron :


Sancho de Mata y Acebes, Inquisidor General del Obispado de Astorga (donde luego fue Obispo) y Vicario General e Inquisidor del Arzobispado de Zaragoza.


Pedro Maté de Mendoza, Inquisidor en el Arzobispado de Zaragoza


Pedro Maté de Salcedo, Inquisidor General en Cartegena de Indias, siendo el primer inquisidor que mando la Corona Española a América.


Lorenzo Calvo de la Cantera, Inquisidor General de Llerena, de Valladolid y de la Suprema, en el siglo XVIII.




Baltanás (Palencia). Casa solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo






Comisarios del Santo Oficio


El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el Tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.


La parte más interesante del juicio, la que casi siempre decide de la suerte de los reos, se hallaba confiada a los comisarios.


La red de Comisarios del distrito inquisitorial proporcionaba un control eficaz durante los siglos XVI y XVII, entrando en declive a partir del XVIII.


Estos “baltanasiegos” lo fueron :


Don Francisco Núñez de Prada. Don Juan Calvo de la Cantera. Don Josef Sanz Puertas. Don Tomás Diago.


Tomás González Tevar, natural de Valdecañas de Cerrato, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”.




Escudo de Tomás González Tevar, ubicado en la ermita de la Virgen del Campo, en Valdecañas de Cerrato






Familiares del Santo Oficio


Familiar de la Inquisición o familiar del Santo Oficio era el nombre que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.


Sin necesidad de tener ningún tipo de voto monástico ni ingresar en el clero, sus funciones eran las de informar de todo lo que fuera de interés para la institución y ocurriera dentro de la sociedad en la que estaban integrados,1​ como una tupida red de espionaje o servicio de información. Se beneficiaban económicamente de sus delaciones, además de estar protegidos ellos mismos de una posible persecución por las mismas causas que informaban. El hecho de que los acusadores en los procesos inquisitoriales no fueran públicos ni pudieran ser conocidos por los acusados, les hacía temibles. Debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios, entre ellos, que podían portar armas.


Estos “baltanasiegos” lo fueron :


Andrés y Manuel de Ruifernández, abuelo y nieto. Agustín Puertas Núñez, y Joaquín su hijo. Manuel Gutiérrez Calvo, José Atienza Mena, Josef Tristan Martínez, todos siglo XVIII.






El conjuro de la Bruja


Roberto Gordaliza, en su libro “Historias y Leyendas Palentinas”, relata una leyenda relacionada con la Inquisición, “El Conjuro de la Bruja”. Localizada en Vertavillo, cuenta que en una bodega apareció un manuscrito muy antiguo, que habría sido escondido allí para no ser descubierto por la Inquisición ya que relataba prácticas de brujería, en concreto un conjuro para atraer la lluvia.


Dado que las novenas y rogativas al uso no habían surtido efecto y la pertinaz sequía seguía asolando los campos cerrateños, los habitantes del pueblo debatieron si cambiar dichas novenas y rogativas por el conjuro encontrado, con todos los temores propios de sustituir a la Providencia por el poder de las brujas. Y decidieron probar. El manuscrito decía que para que lloviera había que invocar a la bruja en una noche de luna llena, alrededor de un fuego, recitando el conjuro 7 veces mientras 7 doncellas vírgenes saltaran el fuego 7 veces; después apagarían el fuego con 7 chorros de vino agrio, y si todo había sido hecho correctamente pasados 7 días comenzaría a llover abundantemente.


Buscaron a 7 doncellas del pueblo y lo hicieron todo según el manual, recitando el conjuro que decía: “Bruja de lata, ¡qué mala pata!. Bruja de paja, sube al cerezo, rueda en la rama, bruja sin pelo. Saca la escoba, prende la hoguera, cara de gato, bruja de esparto. Diente de araña, cola de sapo, Noche de noche, sangre de hiena, busca a la bruja, vuela que vuela. Miente la piedra, llora la luna, canta el diablo, ¡bruja, so bruja!. Yo te conjuro, sal de la cueva! ,bruja de lata, ¡deja que llueva! .


Después apagaron el fuego como indicaba el manuscrito, y esperaron los 7 días. Pero ni gota de lluvia. Releyeron el manuscrito, convencidos de que algo habrían hecho mal, pero todo había sido correcto: la noche era de luna llena, la hoguera se encendió correctamente, el conjuro había sido recitado 7 veces, el vino estaba realmente agrio, las doncellas habían saltado 7 veces…, pero cayeron en la cuenta de un detalle que no podían asegurar que se cumpliera: ¿en verdad serían vírgenes las doncellas?


Francisca Hernández


Villavaquerín de Cerrato y Castrillo Tejeriego, albergaron episodios de la vida de Francisca Hernández una de las mujeres más famosas de la España de su época.


Nacida en Canillas (Salamanca), siendo beata franciscana conoce en 1517 en la capital charra al bachiller Antonio de Medrano, que estaba allí estudiando, iniciando con él una “estrecha relación”. Dado que el Santo Oficio castigaba las relaciones “escandalosas” entre las beatas y sus devotos, en 1519 incoa un proceso contra ella, citándola a comparecer ante el Tribunal de Valladolid el 15 de diciembre, quedando con arresto domiciliario en casa de don Bernardino Velázquez.


Antonio, también fue detenido, acusado de poner las ideas de Francisca por encima de las de doctores teólogos. Ya por entonces el Santo Oficio sospechaba que ella tenía relación con los alumbrados o iluminados, secta de carácter místico relacionada con el protestantismo.Dado que el Iluminismo no estaba aún perseguido, Francisca es absuelta, mientras a Antonio se le impone la prohibición de tener comunicación directa con ella. Pero la incumple, ya que Francisca se quedó a vivir en Valladolid en casa de Pedro de Cazalla y Leonor de Vivero (matrimonio luterano) y Antonio se instala en una vivienda cuya ventana da a la de ella, y con frecuencia la visita y pernocta con ella. Este incumplimiento provoca que en 1522, Antonio sea desterrado a 5 leguas a la redonda de Valladolid, destierro que también incumple, por lo que es obligado a irse.


Vuelve a Salamanca, donde es acusado de “deshonestidades” con mujeres y sospecha de herejía, por lo que también es expulsado de allí, yéndose a su pueblo, Navarrete (La Rioja), donde ejerce como sacerdote y clérigo beneficiado. Desde allí mantiene correspondencia con Francisca, y mediante mensajeros (unos familiares) le envía pañuelos y otras prendas. Litigios con otros clérigos provocan su excomunión, y las denuncias de varias mujeres le llevan en 1526 ante el Tribunal de la Inquisición de Logroño.


La falta de pruebas contundentes hacen que la sentencia sea leve: es obligado a abjurar de sus ideas, no predicar en privado (solo desde el púlpito), no dar la comunión a personas niñas, prescindir de su ama de llaves y pagar 100 ducados de multa.


Desde el Edicto de Toledo de 1525 la persecución del Iluminismo ya era oficial. Es considerado una secta herética por afirmar estar alumbrados o iluminados (de ahí el nombre) por la gracia de Dios, con quien tienen contacto directo a través del Espíritu Santo, lo que les llevaba a rechazar la autoridad y jerarquía de la Iglesia, así como sus dogmas. Siendo Dios quien dicta directamente su conducta, consideran que no es posible pecar, por lo que tampoco se someten a confesión.


En este contexto es detenido de nuevo Antonio de Medrano, acusado de epicureísmo (como epicureísmo se denomina el sistema filosófico fundado por Epicuro que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte. Es considerada una rama del hedonismo) y de cometer 35 delitos. Es condenado a tormentos, y las severas torturas que le son infligidas provocan que haga declaraciones referentes a Francisca: relata los goces “espirituales”, y “carnales, aunque con intención limpia”, así como conductas que los inquisidores consideraron perversiones: cocinar para ella, vestirla, calzarla, cortarle las uñas de los pies… En su descargo indicó que si Dios no se hubiera encarnado en Cristo lo hubiera hecho en Francisca, por lo que estar a bien con ella significaba estar a bien con Dios, cuando se enojaba era Dios quien estaba ofendido, y que en definitiva Francisca le hizo pensar que los gozos de la vida no eran incompatibles con las cosas de Dios, por lo que retozar con ella no lo tenía como pecado.


Ello entronca con uno de los postulados del Iluminismo: la mezcla de una fe profunda con las pasiones de la carne. Y es que Francisca Hernández sublimaba las pasiones y las fantasías de sus devotos, que se arrodillaban ante ella como si fuese una divinidad, pero a la vez ejercían con ella actividades libidinosas. Así, otro devoto suyo, Fray Francisco Ortiz, consejero de la Orden de San Francisco de Asís, “mamaba de sus pechos la leche del Espíritu Santo y vertía sobre ella el caudal de amor y ternura que sus votos le impedían dirigir hacia otras mujeres”, según relata Ángela Selke de Sánchez en su libro “El caso del bachiller Antonio de Medrano, iluminado epicúreo del siglo XVI”, del que están sacados los datos históricos.


Las acusaciones fueron en cadena y el 31 de marzo de 1529 es detenida Francisca, encarcelada en Toledo, comienza un proceso inquisitorial contra ella que se prolonga hasta 1532, encontrando el Santo Oficio motivos para ajusticiarla.


Con ella cayó gran parte del grupo de erasmistas y luteranos de Valladolid, en el que estaba encuadrada. Su gran amistad con Doña Catalina de Guevara, hija de los señores de Villavaquerín de Cerrato, propició que uno de los encuentros con Antonio de Medrano tuviera lugar en esta localidad. Además, Doña Catalina y su esposo, Don Bernardino de Velasco, señor de Castrillo Tejeriego, la acogieron en su casa de esta localidad en el verano de 1527 y allí vivió un año y medio para estar alejada de la epidemia de peste que sufría Valladolid.


En Castrillo Tejeriego nació Miguel Delibes en 1920.


Cuando fue apresada por la Inquisición, esta pareja de cerrateños la asistieron y se ofrecieron a depositar la fianza que fuese necesaria para librarla .
En dicha época -y posteriormente- sería repoblado este lugar con gentes de diversa procedencia -entre las que figuraban cántabros y vascones- cuyo origen étnico se vislumbra al estudiar la etimología de algunos de los apellidos actuales de la comarca cerrateña. Entonces, Baltanás sería erigido en Cabeza de Alfoz con jurisdicción sobre bastantes pueblos del contorno.
El primer documento histórico que menciona a Baltanás supónese que pertenece al año 1030, en cuya época el Rey Don Sancho "El Mayor" hizo donación al Monasterio de San Isidro de Dueñas de la Iglesia de San Miguel de "Valle de Atanasio" (Baltanás).
En 1059, aparece Baltanás en otro documento por el que el Rey Don Fernando I confirma las donaciones hechas por su padre Don Sancho II Mayor a favor de la Diócesis palentina, restaurada por éste en 1035.
En 1061, Zite Memez y su esposa Gotina hicieron donación de varias heredades al Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), entre las que figuraban las situadas en el lugar de "Arniellas" (despoblado de Arnillas, del término de Baltanás).
En 1081, García Gundisalbiz y su esposa Eldoara ceden a dicho Monasterio de San Pedro de Cardeña un solar en "Arniellas" y el Monasterio de "Valle viride" (Valverde, del término de Baltanás).
En 1155, el Conde Don Gonzalo de Marañón, por orden del Rey Don Alfonso VII, hizo el deslinde municipal de los Concejos de Baltanás, Palenzuela, Royuela y Antigüedad.
En 1299, durante la minoría de edad del Rey Don Fernando IV, se juntaron en Baltanás sus enemigos los Infantes Don Juan y Don Alfonso de la Cerda en unión de otros magnates, en la entrada que hicieron en Castilla hasta apoderarse de León y ponerse, sobre Mayorga.
En 1345, la villa de Baltanás era Cabeza del Arciprestazgo de su nombre en el Arcedianato de Cerrato de la Diócesis palentina y poseía los templos parroquiales de San Millán y Santa María.
La actual Iglesia Parroquia de San Millán de la Cogulla (siglos XVI al XVIII), de empaque catedralicio, quizá esté edificada sobre el mismo solar que la anterior de la misma advocación y, en su construcción se haya empleado, tal vez, la piedra sillar procedente del desaparecido castillo medieval. San Millán (cuyo nombre es una de las formas romances derivadas de la latina "Sanctus Aemilianus": San Emiliano) fue un anacoreta y Presbítero hispanogodo del siglo VI y, su antiquísima advocación en el primitivo templo baltanasiego. quizá, se remonte al siglo X o al XI. Según la tradición, en el paraje de Santaloya existió una Ermita rural. Este hagiotopónimo -que es una de las formas romances derivadas de la latina "Sancta Eulalia"- pudiera, tal vez, ser anterior al siglo XI.
En dicho año de 1345 y dentro del actual término municipal de Baltanás, existían los siguientes poblados con sus correspondientes templos parroquiales: Santa María de la Aldea (La Aldea) con su Iglesia Parroquial de Santa María; Valverde (dehesa de Valverde), con San Salvador; Penidillo (hoy, despoblado), con "Santoveña" (Santa Eufemia); Vilialba (hoy, despoblado), con San Juan; Terrados (hoy, despoblado), con San Martín; Arniellas (hoy, despoblado), con Santa María; Renedo de Baltanás (hoy, despoblado), con San Cristóbal y, Fuentcirio (hoy, despoblado de Fuente Cirio), donde no figuraba ningún templo parroquial. Dichos lugares medievales pertenecían, en lo eclesiástico, al citado Arciprestazgo de Baltanás.
En 1352, la villa de Baltanás -en lo civil- se hallaba formando parte de la Merindad de Cerrato y pertenecía al Maestre de Santiago. Además, allí tenían vasallos la Orden de San Juan, Juan Rodríguez de Sandoval y otros que se llamaban "Ecuderos de Baltanás".
En dicha época, Valverde era lugar solariego perteneciente a Juan Rodríguez de Sandoval; Villalba (entonces, yermo) era lugar de behetría del citado Juan Rodríguez de Sandoval y, Terrados también era lugar de behetría de Juan Rodríguez de Sandoval, siendo señores naturales el mencionado Juan Rodríguez de Sandoval y los de Aza (Haza). Los tres citados lugares medievales se encontraban situados, también, en la Merindad de Cerrato.
En 1442, por resolución arbitral, se ordenó que Gutierre Fernández de Arenas dejase a la villa de Baltanás el señorío que pudo pertenecerle en los lugares de Terrados y Villalba, de¡ Alfoz de Baltanás, así como otros. derechos o títulos que poseyera. A cambio de esto, el Concejo de Baltanás quedó obligado a indemnizar a Gutierre Fernández de Arenas con la cantidad de 75.000 maravedíes y a nombrarle Alcalde perpetuo de la villa baltanasiega. 
En 1451, las fortalezas de Palenzuela y Homillos de Cerrato, ocupadas por las gentes armadas del Almirante de Castilla Don Fadrique Enríquez, Don Alfonso, hijo de dicho Almirante, Juan de Tovar, Señor de Astudillo, Juan Carrillo y otros caballeros, se sublevaron contra el Rey Don Juan II y su favorito Don Alvaro de Luna. Dichas tropas se apoderaron de Baltanás, Tabanera y otros pueblos de la comarca cerrateña.
Pasados estos disturbios, Don Juan II mandó a Garci Martínez de Astudillo abriera información de los daños y perjuicios sufridos por Baltanás y otros pueblos del contorno durante la citada rebelión.

EDAD MODERNA
La fortaleza de Baltanás, junto con las de Palenzuela y Hornillos de Cerrato, estuvieron implicadas durante el siglo XV en la sublevación del Almirante de castilla contra el Rey Juan II y su favorito Don Alvaro de Luna, y en las guerras que los Reyes Católicos mantuvieron contra los partidarios de "La Beltraneja".
Es en esta época, con el reinado de  Isabel y Fernando, cuando la villa de Baltanás recibe su mayor grandeza al ser nombrada capital de la Merindad del Cerrato, que hasta entonces la ostentaba la otra noble villa cerrateña de Palenzuela.
Durante la Guerra de las Comunidades, Baltanás estuvo del lado Comunero de Castilla y en contra de las tropas imperiales.
En 1475, durante la guerra entre los Reyes Católicos y Don Alfonso V de Portugal, cuando éste avanzaba con sus tropas en auxilio del castillo de Burgos -del lado de "La Beltraneja" y sitiado por Don Fernando El Católico- sostuvo batalla con el Conde de Benavente -partidario de Doña Isabel La Católica- y apoderóse del castillo de Baltanás; pero, viendo los portugueses, las dificultades de vencer a las guarniciones castellanas de Palenzuela, Torquemada y Pampliega, abandonaron a su suerte al castillo de Burgos y retrocedieron hasta la actual Provincia de Zamora, donde fueron derrotados, en 1476, por las tropas de los Reyes Católicos en la memorable batalla de Toro. 
En dicho año de 1475, los Concejos de Baltanás, Terrados, Valverde "Huenteçerio" (Fuente Cirio) y Renedo (de Baltanás) seguían perteneciendo a la Merindad de Cerrato y satisfacían de tributos las siguientes cantidades: Baltanás (con Santa María de La Aldea), 24.499 maravedíes; Terrados, 3.273 mrs.; Valverde, 4.303 mrs.; "Huençerio", 633 mrs. y, Renedo (de Baltanás), 1267 mrs..
Durante el reinado de los Reyes Católicos, la villa de Baltanás llegó a la cumbre de su grandeza al ser establecida en ella la Cabeza o capitalidad de la Merindad de Cerrato, que anteriormente lo había sido la muy histórica y noble villa de Palenzuela. También, los Reyes Católicos otorgaron a Baltanás el privilegio de que sus Alcaldes pudieran ir con vara levantada hasta ciertos pueblos de su jurisdicción .
Valtanás, después Baltanás, pueblo desairado en la historia, se escribía por 1700, porque apenas se acuerdan de él los que han escrito magistralmente de la población civil y eclesiástica de España, pues estuvo sin embargo reconocido de ser por cartas reales, villa realenga, incorporada a la Orden de Santiago.

Fue en virtud de Bulas apostólicas expedidas por Clemente VII en 20 de septiembre de 1529 y Paulo III en 17 de Agosto de 1536, desmembrada de su mesa maestral en la  Encomienda de Castroverde el año 1548, y con poderes del Emperador Carlos V y su madre doña Juana, vendida a don Pedro de Zúñiga, entrando por este conducto en la casa y estados, de los Condes de Aguilar, Marqueses de Aguilafuente.

Luego que se vieron señores de ella, comenzaron a mandar y estuvieron mandando en ella, con un alcalde mayor, que conocía de las causas en primera instancia, a prevención con los dos ordinarios, y como Juez de apelación de las sentencias de estos en segunda, haciendo cada año elección de ellos, y confirmación de cuatro regidores y dos alcaldes de la Santa Hermandad, la mitad de unos y otros nobles, y la otra mitad plebeyos, precedida siempre la propuesta de sujetos capaces y beneméritos por uno y otro estado.

Había dos Procuradores, nombrados, uno del noble por los nobles, y otro del general por los vecinos, juntos aquellos, y estos en público Concejo el día de los Santos Reyes y tres escribanías de número, que según iban vacando daban, estaba todo el gobierno de esta villa, hasta el año de 1781, que con el fin de estar, recurriendo a tantearse, se tanteó y se sacudió el yugo toparchico, y quedo libre e independiente, sobre si, y con el gobierno desde entonces, de dos alcaldes ordinarios, dos de la Santa Hermandad, cuatro regidores, dos Procuradores, dos Diputados, y un personero, nombrados estos tres últimos, por quien y según prescribe la ley de su establecimiento.

Los demás nombrados por los capitulares de Ayuntamiento, que por uno y otro estado fueron los dos años anteriores, y con el derecho de presentar, cuando vacasen las tres escribanías numerales, y cualquiera otra, que á la jurisdicción tanteada perteneciese.
 
Mereció esta noble villa de Baltanás, antes Valtanás, de los Reyes Católicos, el privilegio Real, de que sus Alcaldes de la Santa Hermandad, pudiesen ir con vara levantada hasta ciertos pueblos; y la gloria de ser cabeza de merindad hasta el año de su desmembración y venta referidas, que por el tratado que entonces intervino, quedó resumido este merino fuero.
Fue en sus principios de corta vecindad, cuando entro en la casa de los Zuñiga, de trescientos vecinos, y de más de seiscientos en la actualidad, en 1800.
Fue Cabeza de Arciprestazgo y Vicaria de la Diocesis de Palencia, de su partido, y de la comprensión del Real Adelantamiento de Campos.
Según la precipitada venta a don Pedro de Zúñiga, y el privilegio Real de Agregación al Adelantamientos de Campos, al Corregimiento de Palencia en el año de 1629, no siendo antes de ser vecindad de dicho Adelantamiento.

En 1545, la villa de Baltanás continuaba siendo Cabeza de Arciprestazgo en el Arcedianato de. Cerrato de la Diócesis de Palencia. A dicho Arciprestazgo seguían perteneciendo el poblado de Valverde y los lugares -ya despoblados- de Terrados y Arnillas.
En 1585, fue subastada la obra de construcción de la monumental Iglesia Parroquia¡ de San Millán de, la Cogulla, de esta villa de Baltanás, siendo rematada en Francisco del Río, maestro de cantería, de la Merindad de Trasmiera. Dicho remate era conforme a una traza y condiciones de Alonso de Tolosa.
Durante los siglos XVII y XVIII, edificóse la también monumental Ermita de Nuestra Señora de Revilla, de Baltanás. Dicho templo fue Ayuda de Parroquia y debe su título a estar situada en: la "revilla" (segunda villa o arrabal).
Como ya dijimos al llegar al siglo XIV, por aquellas épocas, la villa de Baltanás era señorío del Maestre de Santiago. Después, lo fue del Duque del Infantado y de los Calvo, que lo vendieron al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros y fueron Inquisidores Generales en el reinado de Don Felipe II.
En 1752, “Valtanás” era villa de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, quien tenía la regalía de nombrar Teniente Alcalde Mayor y dos Alcaldes Ordinarios, por ambos estados y, percibía los derechos de portazgo y "martiniega" o Mesa maestral, por razón de vasallaje.
Las autoridades civiles de la villa baltanasiega eran Don Francisco Javier Aguado Pardo y Manuel de Ruifernández, Alcaldes Ordinarios por ambos estados (noble y general).
La máxima autoridad eclesiástica era Don Atanasio Nieto, Presbítero, Cura Teniente más antiguo en la Iglesia Parroquial.
La villa tenía entonces una floreciente industria.cuatro fábricas de curtidos (de suela, becerros y cabras), tres alfarerías, varios molinos de una piedra y hornos de cal que, unido a la producción de trigo, cebada, morcajo y avena, compensaba la balanza con la producción de cuarenta mil cántaros de vino y "rubia" (planta originaria de Oriente, cuya raiz servía para preparar un colorante de color rojo, muy usado en tintorería).
En extramuros de esta villa se hallaba un Convento de religiosos Franciscanos Descalzos intitulado de "Santa Ana", con 32 monjes. En dicha época, Baltanás tenía una población de 450 vecinos y poseía 420 casas habitables.
La riqueza de su término municipal era la siguiente: 10.600 obradas de tierra de sembradura de secano; 500 obradas de prados y pastos; 5.500,obradas de monte y páramo; 3.000 obradas de laderas y tierras improductivas y, de viñedo, unos "6.000 obreros de cava". Baltanás poseía, además del monte Principal, otros dos: uno de ellos, era El Berdugal (de roble y algunos enebros), de 1.355 obradas y, el otro, era el monte comuniego de Los Alfoces, de 7.889 obradas, que compartía con las villas de Antigüedad, Villaconancio, Cevico Navero y el Monasterio de San Pelayo de Cerrato. También había numeroso ganado de todas clases y existían en el término tres molinos harineros -sobre el arroyo que baja de la villa de Antigüedad y Dehesa de Valverde- y 77 colmenares.
En dicho año de 1752, "Fuentecirio y Tablada" era despoblado de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de San Vicente, quien nombraba Alcalde Mayor. No había más que una casa, habitada por el guarda, como único vecino del lugar.
Aún existía la Ermita de Santa Olalla (Santa Eulalia) -que en el siglo XIV pertenecía al antiguo pueblo de "Tablada", hoy, caserío del término de Villaviudas- donde sólo se celebraba Misa el día de la Santa titular. También había un colmenar en el monte. El Alcalde Mayor de este despoblado era Don Juan de Ausín. El Cura Párroco era Don Francisco López. El término de este despoblado comprendía 1.930 obradas de terreno; de las cuales, 634 eran de monte, 1.293 de dehesa y laderas de pasto y 3 de labrantío .
En el repetido año de 1752, "Balverde de Zerrato" era despoblado y bosque de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar, quien nombraba Alcalde Mayor con jurisdicción ordinaria. Sólo existía una casa, -habitada por el guarda, como único vecino del lugar-, una Ermita, dos colmenares, un palomar vacío y un pozo para guardar nieve, en desuso, todo del citado Marqués. Todos los años, durante los meses de Diciembre a Abril, venían a este despoblado tres criados de los serranos que pastoreaban el ganado vacuno en el bosque. El término de este despoblado comprendía 3.700 obradas de terreno; de las cuales, 3.000 eran de monte, 170 de prado y, el resto, de páramos rasos y laderas.
1785, Baltanás era villa realenga del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia, con Alcalde Ordinario.
En 1802, era dueño y Señor del "orrio" de Terrados, Don Antonio Calvo de la Cantera, vecino de la villa de Baltanás.
 
EDAD CONTEMPORANEA

En 1826, Baltanás continuaba siendo villa realenga del Partido de Cerrato, en la Provincia y Obispado de Palencia, con Alcalde Ordinario. Por entonces, su población era de 605 vecinos (2.840 habitantes) . Poseía una Parroquia, una Ayuda de Parroquia y un Convento de Misioneros. La villa tenía un Pósito y su término producía 28.000 fanegas de todo grano.  

En 1847, Baltanás (o Valtanás) era villa con Ayuntamiento y Cabeza de Partido Judicial de la Provincia de Palencia. Su población era de 495 vecinos (2.575 habitantes) y había 686 casas. Por entonces, la Ermita de Nuestra Señora de Revilla era Ayuda de Parroquia y, fuera de la población, se hallaban las dos Ermitas rurales de San Pedro y San Gregorio, el Convento de San Francisco y un cementerio que se construyó en 1804. En la plaza principal, se encontraban la Casa Municipal y el Palacio del Duque de Abrantes. 
Había en la villa una Escuela pública con 60 niños, una Escuela particular para niños y otra para niñas, con 40 niños de ambos sexos cada una y, un Hospital costeado por el señor Godoy. 
El vecindario se surtía de aguas de las fuentes tituladas "Vieja" (dentro de la villa), "La Covata" (a medio cuarto de legua) y “Fuente Santiago” (a tres cuartos de legua). Entonces, la industria de Baltanás estaba compuesta por dos fábricas de curtidos y tres molinos harineros, de una rueda cada uno, sobre el arroyo que baja de Antigüedad. 
En cuanto a la agricultura, la cosecha (promedio anual en un quinquenio) era de 10.000 fanegas de todo grano y de 15.000 cántaros de vino. Ya se encontraban descuajados los montes de los parajes de Santolaya, Valdeburgos, El Ojeo, La Aldea, Los Callejos, La Herradura, Sardón, El Vallejo, Pigeno y Valdelpozo; todos los cuales eran de roble y encina. Conservándose, solamente, el monte de El Berdugal y los montes comuneros de Los Alfoces y Girán, éste último compartido con Villaviudas. 
Los bienes propios de la villa eran los siguientes: Un mesón, un molino harinero con una piedra, 216 obradas de terreno, el derecho de portazgo y otros, varios. 
Las fiestas de mayor solemnidad en Baltanás -en 1847- eran las de San Millán (12 de Noviembre), San Gregorio -voto de villa (9 de Mayo) y La Natividad de Nuestra Señora (8 de Septiembre).
En 1846, el lugar de La Aldea, del término municipal de Baltanás, se hallaba despoblado y todavía existían algunos cimientos de lo que parecía haber sido Iglesia y de lo que sería y se llamaba "Castillo", que era un cotarro aislado, de bastante elevación, donde había varias salas subterráneas llenas de tierra y escombros. Una de las causas de la despoblación de este lugar se creía haber sido la falta de aguas.
En 1849, el lugar de Renedo (de Baltanás), del término de esta villa, se hallaba despoblado, ignorándose, por entonces, las causas de su despoblación y todavía existían algunos vestigios que demostraban dónde estuvo situado.
En 1930, Baltanás tenía una población de derecho de 3.097 habitantes y poseía 887 edificios y 408 albergues. Su término municipal comprendía, además de la villa de Baltanás, los caseríos de La Aldea, Los Alfoces y la Dehesa de Valverde, así como las casas de recreo de Villa Crescencia y Villa Lorenza y otros edificios diseminados.
Y por último, en 1974, fue ensanchado, por el Nordeste, el término municipal de Baltanás, al serle, incorporado el antiguo municipio de Valdecañas de Cerrato, en virtud del Decreto del Ministerio de la Gobernación, de fecha 21 de Febrero de dicho año.
Según D. Luciano Huidobro Serna, el escudo de Baltanás esta formado por "cinco castillos de oro en gules o rojo, puestos en sotuer"
Desde 1834, Baltanás fue cabeza del partido del mismo nombre hasta la década de 1970, en la que fue fusionado con el de Palencia.

Durante la guerra Civil Española sufrió grandes bajas en su población que rondaba los 3000 habitantes a principios de la república. El hambre y el desempleo durante la década de los 50 condujo a muchos baltanasiegos al éxodo hacia las capitales.
La villa continúa siendo un centro comarcal de servicios para la comarca de El Cerrato, con buena ubicación en la carretera Aranda de Duero-Palencia. En la actualidad (2009), se está poniendo en marcha la creación de un Museo Comarcal en el antiguo "Palacio" de Baltanás. También está prevista la creación de un polígono industrial.
 
 
QUIEN FUE QUIEN EN BALTANÁS Y SU COMARCA
 
PERSONALIDADES Y PERSONAJES VINCULADOS A BALTANÁS Y SU COMARCA
 
Baltanás, la capital histórica del Cerrato, antigüamente Valtanás y que yo denomino “La Perla del Cerrato”, ha sido una población fecunda de familias entre las que había varios nobles y algunos descendientes según sus ejecutorias y escudos, de sangre real.
 

 
Don Pedro de Zuñiga
 
El primer documento histórico que menciona a Baltanás supónese que pertenece al año 1030, en cuya época el Rey Don Sancho "El Mayor" hizo donación al Monasterio de San Isidro de Dueñas de la Iglesia de San Miguel de "Valle de Atanasio" (Baltanás).
 
En 1059, aparece Baltanás en otro documento por el que el Rey Don Fernando I confirma las donaciones hechas por su padre Don Sancho II Mayor" a favor de la Diócesis palentina, restaurada por éste en 1035.
 
Baltanás, fue Señorio del Maestre de la Orden de Santiago y más tarde, de los Zúñiga, Marqueses de Aguilafuente.
 
También hubo entre los antepasados de esta noble y leal villa, aparte de expertos labradores, oficiales de las artes, agenciosos negociadores de comercio, terrestre y marítimo, valientes soldados de los ejércitos, Jefes de las Escuadras, diestros pilotos navegantes, caballeros de las Encomiendas, estudiantes en los seminarios y colegios mayores, maestros y profesores en escuelas y universidades, ministros de Audiencias, inquisidores, comisarios y familiares del santo Oficio, Obispos, Abades, chantres, priores y prebendados en las catedrales, arciprestes, clérigos, prelados superiores e inferiores, monjas en los claustros, beatas y ermitaños.
 
Solo parece que entre los hijos de Baltanás, no se encuentren santos reconocidos, lo que parece un tanto extraño tratándose de este dichoso pueblo.
 
En Baltanás hubo familias notables, los Tristanes y Aguados, maestros de cantería; los Calleja, Pascual y Baranda, madereros, tallistas, carreteros; los Calleja y Pérez, cerrajeros y herreros; los Casado, médicos; cirujanos los Garcia y Pascuales; los Zamora y Gutierrez, veterinarios, albeitares; sastres y zapateros, los Diez y Villafruela.
También había familias importantes, vinculadas a la soldadesca que derramaron su sangre en batallas en Italia, Portugal y Francia, como los pilotos marinos Maté, González; los caballeros cruzados Matas y Calvos; colegiales menores y mayores como los Monasterio, Sanz, Villafruela, Vicario, Calleja, Diago, Aguado, Pardo, Calvo; maestros de escuela y universidades como los Gutierrez y Moreno; Ministros de las Audiencias como los Maté, Mendoza, Salcedo y Calvo, Inquisidores; Comisarios de la Inquisición como los Nuñez, Prado, Sanz, Puertas, Calvo, Diago, Ruifernandez, Gutierrez, Atienza; Familiares de la Inquisición, los Aceves, Mata, Garcia, Obispo; Provisores de la Inquisición, los Valverde, Calvo, Izquierdo, Islas, Maté.
 
Abades y Priores, los de Salas, Cantera; Prebendados, los Ruiz, Garcia y los Calvo; Arciprestes, Párrocos, Padres de los Oratorios y Clérigos, los Nieto, Calvo, Vicario, Garcia, Villafruela, Atienza; Generales, de los Garcia; Operarios Evangélicos, de los Caballero, los Gonzalez, los Nieto; Monjas y Beatas, de los Calvo, los Cantera, los Aguado, los Villoldo, los Pedrosa, los Vicario, los Arredondo, los Espina; Ermitaños de los Miranda y Nieto; Fundadores de Templos, Capillas, Altares, Obras Pías, Hospitales, Memorias y Mayorazgos, de los Maté, Mendoza, Valverde, Cantarero o Nuñez.
 
Otros apellidos relevantes de Baltanás, antes Valtanás, fueron Alejo, Álvarez, Antonio, Arnáiz, Cabezudo, Calleja, Campóo, Diago, Diez, Galán, Guijas, Gutiérrez, Herrero, Mateo, Mena, Mínguez, Pardo, Pascual, Puertas, Redondo, Rodríguez, Ruifernández, Sáenz, Salas, Sanz, Sardón, Tapia, Varanda, Vélez, Zamora y Zeballos .
 
Familias Nobles e Hidalgas de Baltanás 
 
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, varios vecinos de esta villa probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid. Los referidos hidalgos ostentaban los siguientes apellidos:
Los Dorantes, descendientes de sangre real.
Los Calvo
Los Carvajal
Los Izquierdo
Los Garzón
Los Mena
Los Pedrosa
Los Pérez
Los Rodriguez
Los Rozas
Los Urizar
Los Aceves
Los Mata
Los Vélez
Los Ruiz
Los Becerra. D. Juan Becerra Sarmiento, Hidalgo. Ganó dicha condición en Valladolid en 1558.
En 1061, Zite Memez y su esposa Gotina hicieron donación de varias heredades al Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), entre las que figuraban las situadas en el lugar de "Arniellas" (despoblado de Arnillas, del término de Baltanás).
En 1081, García Gundisalbiz y su esposa Eldoara ceden a dicho Monasterio de San Pedro de Cardeña un solar en "Arniellas" y el Monasterio de "Valle viride" (Valverde, del término de Baltanás) .
En 1155, el Conde Don Gonzalo de Marañón, por orden del Rey Don Alfonso VII, hizo el deslinde municipal de los Concejos de Baltanás, Palenzuela, Royuela y Antigüedad .
En 1442, por resolución arbitral, se ordenó que Gutierre Fernández de Arenas dejase a la villa de Baltanás el señorío que pudo pertenecerle en los lugares de Terrados y Villalba, de¡ Alfoz de Baltanás, así como otros. derechos o títulos que poseyera. A cambio de esto, el Concejo de Baltanás quedó obligado a indemnizar a Gutierre Fernández de Arenas con la cantidad de 75.000 maravedíes y a nombrarle Alcalde perpetuo de la villa baltanasiega
Los Pedrosa
Los Salas. Del primer miembro de la familia del que se tiene conocimiento de haber vivido en Baltanás es D. Garcia de Salas Delgado, era el año 1598. Su hijo Francisco de Salas casó en Baltanás con Francisca Maté, el 25 de enero de 1620 y tuvieron un hijo, Francisco. D. Amado Salas Medina-Rosales, fue Presidente de la Audiencia de Cáceres y Burgos, casado con Dª Elena Jalón, de Baltanás. El hijo de Pablo Salas Quevedo, Pedro casó con Amada Jalón, de Baltanás. En Dueñas vivió su hijo Remigio y su nieta Amada, regenta la Bodega familiar “Remigio Salas Jalón” y es Presidenta de la Fundación Pedro Monedero, de Cevico de la Torre.
 
 

 
Armás y escudo de los Salas.
Los Rozas
Los Rodriguez
Los Villoldo
Los Calvo . Se establecieron en Baltanás a finales del siglo XVIII. Juan Calvo Caballero, nacido en Baltanás, hijo de Juan Calvo Ruifernandez y de María Caballero, de Villaconancio, probó su hidalguia en Valladolid en 1763. Entre sus descendientes tuvo a  Juan Calvo Ruiperez de la Cantera, Caballero de la Orden de Calatrava.
 

 
Palacio de los Calvo.
Los Diez
Los Pérez
 
Obispos de las familias de Baltanás :
D. Diego Pérez de Osma. Murió el año 1207, su cuerpo está en Osma y su cabeza se llevó a Malaga.
D. Josef Garcia, General de la Orden de San Francisco y Obispo de Sigüenza. Siglo XVIII.
D. F.R. Obispo de Palencia.
D. Sancho de Mata y Aceves, Obispo de Astorga, Murió el 1515.
 
Abades :
D. F. Villafruela, Abad de Hérmedes de Cerrato.
 
Arcedianos :
D. Luis Picado, en Badajoz.
D. Manuel de la Cantera, Chantre en Sigüenza.
 
Provisores :
D. Juan de Valverde, en Avila. Siglo XVIII.
D. Manuel Izquierdo, en Teruel.
D. Lorenzo Calvo, en Cuenca.
D. Isidoro Isla.
D. Maté, en Zaragoza. Siglo XVIII
 
Priores :
D. Juan Salas, en Palencia.
 
Canónigos :
D. Manuel Ruiz.
D. Lorenzo Calvo Ruipez.
 
Caballeros Cruzados :
D. Pedro Ruiz de Mata, 1542. De la Orden de Alcántara.
D. Juan Calvo Ruipez, siglo XVIII. De la Orden de Calatrava.
D. Cristobal de Mata, 1575. Comendador
 
Arciprestes :
D. Juan y D. Antonio Nieto, siglo XVII.
D. Francisco Calvo Ruipez, siglo XVIII.
D. Juan Calvo de la Cantera, en Cifuentes, Obispado de Sigüenza. Siglo XVIII.
 
Inquisidores :
D. Pedro Maté Mendoza, en Zaragoza.
D. Pedro Maté Salcedo, en Cartagena de Indias (Colombia).
D. Lorenzo Calvo de la Cantera, en Llerena (Badajoz), Valladolid y la Suprema. Soglo XVIII.
 
Comisarios del Santo Oficio :
D. Francisco Nuñez de Prada. D. Juan Calvo de la Cantera. D. Josef Sanz Puertas. D. Tomás Diago.
 
Familiares . Inquisición :
D. Andrés y D. Manuel de Ruifernandez, abuelo y nieto. D. Agustin Puertas Núñez y D. Joaquin, su hijo. D. Manuel Gutierrez Calvo. D. José Atienza Mena. D. Josef Tristan Martinez. Todos en el siglo XVIII.
 
Pilotos Navales :
D. Manuel Mate Diago. D. Felix Galán Mate.
 
Jefes :
D. Manuel de la Cantera. D. Juan Calvo Ruipez y D. Manuel de Villafruela.
Andrés de Miranda y de Toro.
 
Hijo de Manuel de Miranda y Manuela de Toro, vecinos de Baltanás, bautizado en la parroquia de San Millán en 1703, se alistó en la Marina y sirvió al rey durante doce años y terminó como ermitaño, con el nombre de Andrés de San Antonio Abad. Murió el 10 de junio de 1763, en el Hospital del cardenal, en Cordoba.
Antonio Caballero González.
 
Hijo de Pedro Caballero y María Gonzalez, naturales de Baltanás, que cursando estudios en Salamanca, dejando todo, vistió el hábito de franciscano descalzo en el convento del Calvario, a los 17 años de edad, con el nombre de Fray Antonio de Santa María. Fue un gran predicador y marchó a predicar a Filipinas, cuidando a leprosos. Pasó más tarde a China, donde extendió la fe católica. Se caracterizó por ser un gran escritor. Trató con la V. María Magdalena de la Cruz, natural de Pinto, fundadora de las Clarisas de Manila. Se le despacharon Bulas pontificias de Prefecto apostólico de las misiones de China, dejando huella de su trabajo en Asía, como recuerdo de España. Murió en en Cantón a la edad de 67 años, el 13 de mayo de 1669, donde fue enterrado.
 
La historia de Baltanás está salpicada de personajes que han dejado su impronta en la villa, y de cuya existencia y linajes dan cuenta todavía hoy sus calles y fachadas. Una de las más interesantes es la iniciada por Juan Vélez Martínez de la Rabia, natural del Tejo en el valle de Valdaliga, en la Asturias de Santander, quien nació sobre el año de 1569 y fue relator de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid y del Juzgado de Vizcaya.
 

 
Baltanás
Su vinculación con la villa viene porque fue esposo de Francisca Dorantes Díaz de Pedrosa, bautizada en Baltanás el 15 de febrero de 1574 y casada en la catedral de Valladolid en 1594. Esta era hija de Francisco Dorantes Calderón y Catalina Díaz de Pedrosa; él bedel de la Universidad de Valladolid e hijo de Gaspar Dorantes y Salinas y de Francisca Calderón.
La llegada a Baltanás de la familia Dorantes Calderón vino motivada por ser Gaspar administrador de la casa de Pedro de Zúñiga Dorantes -señor de Aguilafuente y Castroverde, e hijo de Álvaro de Zúñiga, segundo duque de Béjar del Castañar- y de Catalina Dorantes, más tarde reconocido y heredero de Álvaro, por lo que la relación familiar con el mas tarde nombrado marqués de Aguilafuente y señor de Baltanás serían cercanas y familiares.
 
Catalina Díaz de Pedrosa, a su vez, era hija de Juan Alonso de Reinoso y de María Díaz de Pedrosa, y era la tercera nieta del escudero de Baltanás, Alfonso Díaz de Baltanás.
El caso es que Juan Vélez, sintiéndose enfermo, dictó junto a su esposa testamento el 18 de noviembre de 1608 en Valladolid, en el que pedía ser enterrado en Baltanás, junto a la sepultura de Juan de Pedrosa. La magnifica carta de hidalguía de este último se encuentra en el Museo del Cerrato. Ese testamento es importante para la historia de Baltanás. En él se incluyen diversas mandas entre ellas, 12 misas rezadas en la iglesia de San Millán por el alma de Alonso Anaya Pereira, presidente de la Chancillería, miembro del consejo de su majestad y canónigo de la catedral de Toledo, del que Pedro Vélez, hermano de Juan, fue su secretario particular.
 
Dejó por curador de sus hijos menores Bartolomé, Juan y Catalina Vélez Dorantes, a su madre Francisca, y pidió que se cobraran diversas deudas de algunos vecinos. También nombra por testamentarios a su suegro Francisco, a Francisca Dorantes y a su hermano Pedro Vélez, estableciendo un mayorazgo en su hijo mayor Bartolomé y señalando diversos bienes.
 
Uno de sus mandatos más curiosos fue «el derecho que tiene contra todos los vecinos que al presente y de aquí en adelante hubiere en el arrabal de la dicha villa de Baltanás que es una gallina (al año) sobre cada casa de la que al presente hay edificadas y de aquí en adelante se edificaren».
 

 
Armas de un Obispo - En la fachada del antiguo Hospital de Santo Tomás - Fundación de Dª Plácida Solorzano.
La última voluntad de Juan Vélez incluía también el patronazgo de la capellanía que fundó Inés de Reinoso, tía de Francisca, en la iglesia de Nª Srª de Revilla; tierras en los pagos de Las Calzada, Molino derribado, Las Suertes, Puertas del Arriero, Pucedil, El Pozo de la Aldea y San Román; un juro de 10.000 maravedíes anuales en las alcabalas de Palencia y un censo de 28.900 maravedíes sobre el Marqués de Aguilafuente.
 
En ese testamento es donde se dicta que si fallecen sus hijos deben suceder en el mayorazgo primero Pedro Vélez y, después, Gonzalo Vélez, sus hermanos; «pero tendrán mis sucesores que usar los apellidos Vélez Dorantes así como las armas». De esta forma, queda definido que «por los Vélez, en un escudo una cruz vana con cabezas volteadas, colorada, en campo de plata; y por los Dorantes, un escudo con una torre fuerte en campo verde, arrimada a ella una escala y encima un brazo levantando una espada desnuda y un letrero alrededor que dice: Quien no se les fuerza a subir vive para morir, domine ad jubame».
 
Los escuderos de Baltanás traen en campo rojo cinco castillos de oro. Estos, con ligeras modificaciones, son los que tiene la villa en estos momentos. Por otro lado, las de los Vélez Dorantes, que están en el escudo principal de la Casa Palacio, construida por Joaquín Vélez y hoy Museo del Cerrato, tiene por primer cuartel el de los Rodríguez: En campo de oro cinco barras de gules.
 

Escudo de los Velez.
 
El escudo descrito se encuentra en el centro de la fachada del Museo del Cerrato, tiene por soportes dos leones acolados y otros elementos de la heráldica, así como una corona que para nada se corresponde a una heráldica de hidalguía, pues las coronas representan títulos del Reino (duque, marqués, conde etc.). En este caso debería llevar un yelmo como personaje hidalgo.
 
El escudo de la derecha, medio cortado y partido, representa a un hidalgo (tiene Yelmo) y acolados gallardetes y tambores que representan a un militar. En la familia Joaquín Vélez, su abuelo paterno fue Antonio Vélez Dorantes y Mata, que en 1694 era alférez en los ejércitos de Cataluña y África a las órdenes del Maestre de Campo Tomás de los Cobos.
 
En el primer campo, de oro, aparece un león rampante y coronado de gules, por el apellido Pérez. En el segundo campo, también de oro, una mata de encina y una cabra negra levantada, por el apellido Mata. Finalmente, en el tercer campo, de gules, trece roeles en oro seis, uno, seis, representando el apellido Sarmiento.
 
El escudo de la izquierda guarda relación con un eclesiástico por el morrión y los cordones episcopales, que podría representar las armas de Luis Picado, canónigo de la catedral de Badajoz y Arcediano de Jerez de los Caballeros, si no fue nombrado obispo por Felipe II fue debido a su muerte en 1606.
 
Otros familiares de Joaquín que fueron eclesiásticos, fueron el hermano del Obispo de Astorga, Sancho de Mata y Acebes; Francisco de Mata, canónigo de Astorga y más tarde lo fue de la catedral de Sevilla. Sobrino de los anteriores fue Francisco de Mata y Sotomayor, canónigo, tesorero y teniente del deán de Astorga y firmante, en 1558, junto a Gaspar Becerra, del magnífico altar mayor de dicha catedral.
 
En las claves de la bóveda de la capilla de San Bartolomé de la catedral de Astorga, tiene el escudo del obispo Sancho de Mata (fallecido el 21 de enero de 1515). El cuarto cuartel tiene las armas de Baltanás, correspondiente a uno de sus apellidos.

 
 Escudo del apellido Baltanás.
 
D. Juan Roiz de Colmenares, Comendador.
El Gran Maestre de la Orden de Santiago.
 
En 1352, la villa de Baltanás -en lo civil- se hallaba formando parte de la Merindad de Cerrato y pertenecía al Maestre de Santiago. Además, allí tenían vasallos la Orden de San Juan, Juan Rodríguez de Sandoval y otros que se llamaban "Escuderos de Baltanás". En 1543, Baltanás fue desmembrada de la Encomienda de Castroverde de Cerrato, de la Orden de Santiago.
Después, lo fue del Duque del Infantado y de los Calvo, que lo vendieron al Marqués de Aguilafuente y fueron Inquisidores Generales en el reinado de Don Felipe II
D. Juan Rodriguez de Sandoval. Escudero de Baltanás.
 
En dicha época, Valverde era lugar solariego perteneciente a Juan Rodríguez de Sandoval; Villalba (entonces, yermo) era lugar de behetría del citado Juan Rodríguez de Sandoval y, Terrados también era lugar de behetría de Juan Rodríguez de Sandoval, siendo señores naturales el mencionado Juan Rodríguez de Sandoval y los de Aza (Haza). Los tres citados lugares medievales se encontraban situados, también, en la Merindad de Cerrato .
D. Alfonso Martinez, Escribano público.
D. Pedro de Zuñiga.
 
Marques de Aguilafuente y Castroverde, era hijo de D. Alvaro de Zúñiga, II Duque de Bejar, Conde de Ledesma, de Plasencia y de Bañares, Justicia Mayor y Contador Mayor de Castilla y de Dª Catalina Dorantes. Pedro de Zúñiga casó con Dª Teresa de Zúñiga, hija de D. Francisco de Zúñiga y Avellaneda, III Conde de Miranda, Señor de Avellaneda y de María Enriquez de Cárdenas. De este enlace nacieron D. Pedro de Zuñiga y Avellaneda, Dª Teresa, Condesa de Siruela y Dª María.
El Principe Felipe en nombre de su padre el Emperador Carlos, firmó en Valladolid la carta de venta de la villa de Baltanás, del Duque del Infantado y de los Calvo, que lo vendieron con su jurisdicción, señorio, vasallaje, renta, pechos, derechos y el castillo, el 21 de septiembre de 1543, en favor de D. Pedro de Zúñiga, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros. Familia muy poderosa descendiente de Navarra, del Valle de Stúñiga. La cantidad pagada por la venta de Baltanás fue de 7.740 maravedies por 296 vasallos, 202.291 maravedies por el castillo y cercas, 92.400 maravedies por el derecho de pedido, 349.292 maravedies por la martiniega, escribanía, alguacilazgo, portazgo y penas, 105.295 maravedies por las tierras que poseía la Orden y Encomienda. Todo ello sumó 493.938 maravedies de vellón. Incluía la venta de Santa María de la Aldea, de Terrados, del Alfoz de Tablada, y la mitad de las aldeas de Fuentecristo y Renedo. Las bodegas y cuevas que había junto al castillo las compró el Marqués a los vecinos de Baltanás al año siguiente, en 1544, en la suma de 62.205 maravedies.
 
Felipe II concedió el título de Marqués de Aguilafuente a Pedro de Zúñiga en 1572.
 
Los Marquéses de Aguilafuente fundaron el Convento de San Francisco, bajo la advocación de Santa Ana, el 9 de junio de 1587 y se terminó tres años más tarde.
 
D. Pedro de Zuñiga murió en 1593 y su mujer en 1597.
 

 
Armas y escudo de D. Pedro de Zuñiga.
 
Duque de Abrantes.
 
Dª Francisca de Zúñiga, Marquesa de Aguilafuente casó con D. Juan de Carvajal y Lancaster, IV Duque de Abrantes, por lo que su hijo D. Manuel Bernardino Antonio de Carvajal y Zúñiga, ostentará los títulos de Duque de Abrantes y Marqués de Aguilafuente, y otros títulos.
 
Después de pleitear la villa de Baltanás con el Duque - Marqués, ante el Supremo Consejo de Castilla, en 1730, se confirmó la sentencia en 1731. Este organismo determinó que había tanteo de la jurisdicción, Señorío y vasallaje, alcabalas, tercias y demás derechos y previo pago en la Depositaria General de San Pablo en Valladolid de 161.586 reales y 14 maravedies de vellón, en monedas de oro y plata, expiró el Señorio y Regalías del Marqués de Aguilafuente en Baltanás. La ejecutoria fue expedida en Madrid, en 30 de octubre de 1781.
 
Desde 1914 es XX Marqués de Aguilafuente, D. Cristobal Colón de Carvajal y Maroto y Pérez del Pulgar, entre otros títulos, Duque de Veragua, Almirante y Adelantado Mayor de las Indias y Marqués de Jamaica.
 

 
Familia de los Abrantes
Don Atanasio Nieto, Presbítero, en 1750 era el Cura Teniente más antiguo en la Iglesia Parroquial.
Don Francisco Javier Aguado Pardo y Manuel de Ruifernández, autoridades civiles de la villa baltanasiega eran Alcaldes Ordinarios por ambos estados en 1750 (noble y general).
En 1802, era dueño y Señor del "horrio" de Terrados, Don Antonio Calvo de la Cantera, vecino de la villa de Baltanás.
D. Cristobal de Benavente y Benavides, fue el I Conde de Fontanar, por nombramiento del Rey Felipe IV, el 17 de febrero de 1645. D. Cristobal de Benavente era Embajador en Francia y Mayordomo Mayor de D. Juan de Austria, descendiente de la Casa Condal de Benavente a la que estaba unido el Condado de Fontanar por herencia.
 
 

 
Condesa de Benavente

 
Duquesa de Alba
Duquesa de Alba
León del Campo, Obispo en Filipinas, descendiente de Baltanás
 

 
 
INDICE ALFABÉTICO DE APELLIDOS ILUSTRES
 
A
 
Aguado
 
Atienza
 
Aceves
 
Arredondo
 
Alejo
 
Alvarez
 
Antonio
 
Arnaiz
 
Alonso
 
Arenas
 
Aza
 
B
 
Baranda
 
Benavente
 
Benavides
 
Becerra
 
C
 
Calleja
 
Casado
 
Calvo
 
Cantera
 
Cantarero
 
Cabezudo
 
Campoó - Campo
 
Carvajal
 
Caballero
 
Calderón
 
Colón
 
D
 
Diez
 
Diago
 
E
 
Espina
 
F
 
Fernandez
 
G
 
Garcia
 
Gutierrez
 
Gonzalez
 
Galán
 
Guijas
 
Garzón
 
Gundisalbiz
 
H
 
Herrero
 
I
 
Izquierdo
 
Isla
 
L
 
Lancaster
 
M
 
Maté
 
Mateo
 
Martinez
 
Mata
 
Marañón
 
Monasterio
 
Moreno
 
Mendoza
 
Mena
 
Memez
 
Minguez
 
Miranda
 
N
 
Nieto
 
Nuñez
 
P
 
Pardo
 
Pascual
 
Picado
 
Prado
 
Puertas
 
Pedrosa
 
Pérez
 
R
 
Redondo
 
Rodriguez
 
Rozas
 
Ruiperez
 
Ruifernandez
 
Ruiz
 
S
 
Saenz
 
Salas
 
Salinas
 
Salcedo
 
Sarmiento
 
Sanz
 
Sardón
 
T
 
Tapia
 
Toro
 
Tristan
 
U
 
Urizar
 
V
 
Valverde
 
Velez
 
Vicario
 
Villafruela
 
Villoldo
 
Z
 
Zamora
 
Zeballos
 
Entre las familias residentes en Baltanás, en el siglo XVIII, figuraban las que poseían -entre otros- los siguientes apellidos: Aguado, Alejo, Álvarez, Antonio, Arnáiz, Atienza, Caballero, Cabezudo, Calvo, Calleja, Campóo, Cantarero, Cantera, Diago, Diez, Espina, Galán, García, Guijas, Gutiérrez, Herrero, Maté, Mateo.. Mena, Mínguez, Nieto, Núñez, Pardo, Pascual, Puertas, Redondo, Rodríguez, Ruifernández, Sáenz, Salas, Sanz, Sardón, Tapia, Varanda, Vélez, Vicario, Villafruela, Villoldo. Zamora y Zeballos (54/476/77).
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, varios vecinos de esta villa probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid. Los referidos hidalgos ostentaban los siguientes apellidos: Calvo, Carbajal, Ezquerra, Garzón, Mena, Orantes, Pedrosa, Pérez, Rodríguez, Rozas, Urizar y Vélez .
.....
LA INQUISICIÓN 
 
SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO Y POR ENDE EN BALTANÁS

La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, tres siglos antes, especialmente la fundada en Francia en el año 1184.
La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía. Su abolición fue aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812 por mayoría absoluta, pero no se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, encuadrada en el inicio del reinado de Isabel II.




Escudo de la Inquisición española. 
A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73», frase en latín que traducida al castellano significa: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73

LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO

La Inquisición tuvo presencia propia en El Cerrato, desde que el 1 de noviembre de 1478, que el papa Sixto IV, le abrió la puerta en España con la bula “Exigit sincerae devotionis affectus”. Esta presencia queda patente y visible, entre otras manifestaciones, en diversos escudos, como el del inquisidor Rodrigo Maté, Comisario del Santo Oficio de Valladolid, que puede verse en la fachada de la que fue su casa en Castrillo de Onielo, localidad en la que ejerció como sacerdote y en la que también existe una judería que conserva en su fachada imágenes como un ángel exterminador, un masoreta con la torá (la palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos ), unas tijeras de circuncisión…, y en la que no se conservan más símbolos porque los posteriores dueños de la casa destruyeron muchos de ellos en un intento de restar valor histórico al inmueble, por miedo a que se le expropiasen si tenía excesivo valor histórico.
En la época de la Inquisición, la Iglesia tenía un gran poder y era la primera fuerza en los pueblos, junto con los señores.




Un Tribunal de la Inquisición.

Todos los vecinos tenían que entregar la décima parte de sus cosechas y ganados, es decir el diezmo. Con el diezmo se pagaba un tercio a los curas del pueblo, otro tercio al Obispado de Palencia y el tercio restante al Papa, que lo cedía al rey de España y éste al Duque de Béjar, aunque un tercio de éste último tercio, de decir una novena parte, se retenía para reparaciones y mejoras del edificio o fábrica de la Iglesia. Estos diezmos se almacenaban en la panera o troje de la Iglesia, cuyo edificio pasó a llamarse después Cilla o Tercia. El sistema continuó hasta 1838.
Además la Iglesia tenía ingresos por otros conceptos, como las primicias y novales (tierra que se cultiva por primera vez), los derechos de sepultura dentro de la Iglesia, los honorarios de misas y oficios religiosos, y recibía bienes por testamento. También existían las Fundaciones, que eran bienes dejados por una persona para que con su producto se comprara, por ejemplo, aceite para que estuviera encendido siempre un Cirio en la Iglesia, o se dijeran misas por su alma.
Como muestra de su poder baste decir que por ejemplo en un pueblo podía llegar a tener 13 clérigos y 1 sacristán. De los 13 clérigos, 4 eran sacerdotes o curas, 2 diáconos (les faltaba un grado para ser curas) 1 subdiácono (un grado menos) y 6 tenían órdenes menores (primer paso para ser curas). Hacia 1585 sin embargo hubo que reducir el número de clérigos al servicio de la Iglesia. La influencia o poder no sólo era económico, sino también cultural.
En Valladolid fue determinado en las Ordenanzas dadas a la Real Audiencia y Chancilleria en Medina del Campo en 1489, el alto Tribunal de Justicia, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde permaneció hasta su supresión en 1834. Estos monarcas establecieron la división de la administración de Justicia en dos demarcaciones: una, al norte del Tajo, bajo la jurisdicción de la Chancillería de Valladolid y la otra, al sur de este río.
Sobre la brujería en Palencia, se puede consultar en el Archivo Histórico Nacional, un total de 45 legajos, que son un autentico conjunto de autos propiamente dichos, de la Santa Inquisición, que van desde los siglos XV al XIX, conteniendo una buena colección de herejías, proposiciones heréticas, expresiones malsonantes, supersticiones, hechicería, brujería, invocaciones al demonio, bigamia, solicitaciones, blasfemias, etc., y otros delitos como perjuicio o decir misas sin órdenes.
Juderías (viviendas y barrios judíos, y por tanto objeto de persecución por la Inquisición) hubo varias en el Cerrato.


Juderia castellana.

En Palenzuela, donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, con sus respectivos estatutos, existió una de las más importantes de la provincia de Palencia. En Dueñas, además de una judería con gran influencia en la población y mucho poder (tanto que contribuyó con 23.550 maravedíes a la guerra de Granada), se celebró en 1534 un Consejo General de la Inquisición. En Magaz al parecer existió un potro de tormentos.
En Valdecañas de Cerrato, Tomás González Tevar, natural de la localidad, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”, a la que dotó de rentas en Tabanera de Cerrato, Villahán, Dueñas y Valdecañas, logrando más de 100.000 maravedíes anuales destinados a misas, dotes para huérfanos, pagos a maestros de escuela o ayudas para estudios universitarios. Estas rentas se depositaban en la iglesia de Valdecañas de Cerrato, en un arca con tres llaves, custodiadas por tres patronos-administradores perpetuos. En 1940 se redujeron sus dotes a 2.465 pesetas. En 1982 esta institución pasó a depender de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia, y en la actualidad sus fines se limitan a la celebración de actos de carácter religioso.




Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.

Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana, sufrió un proceso secreto por parte de la Inquisición, al ser acusado de sodomía con algunos esclavos negros, considerada “crimen pessimun”. Posteriormente sería asesinado, al parecer para evitar el escándalo que este encausamiento inquisitorial suponía.
La institución inquisitorial, pese a lo que muchos creen no es una creación española, aunque la mayoría crea que fue fundada y creada en España y siendo más “europea” que española, se le acusa y carga toda la “leyenda negra” contra ella.
La Inquisición fue establecida en 1184, casi 300 años antes que entrara en vigor en España, mediante la bula del papa Lucio III, Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía albiguense-cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo.
En España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia.
La primera Inquisición, la Episcopal, fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III, como un instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. Cincuenta años después, en 1231-1233, el papa Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la Inquisición Pontificia, que se estableció en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media. En cuanto a los reinos cristianos de la península ibérica, la inquisición pontificia sólo se instauró en la Corona de Aragón, donde los dominicos catalanes Raimundo de Peñafort y Nicholas Eymerich fueron destacados miembros de la misma. Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución casi olvidada, aunque legalmente vigente.
La Inquisición, como tribunal eclesiástico, solo tenía competencia sobre cristianos bautizados. Durante la mayor parte de su historia, sin embargo, al no existir libertad de culto ni en España, ni en sus territorios dependientes, su jurisdicción se extendió a la práctica totalidad de los súbditos del rey de España.
En la Corona de Castilla la represión de la herejía corrió a cargo de los príncipes seculares basándose en una legislación también secular aunque reproducía en gran medida los estatutos de la Inquisición Pontificia. En Las Partidas se admitió se admitió «la persecución de los herejes, pero conducirlos, ante todo, a la abjuración; sólo en caso de que persistieran en sus creencias podían ser entregados al verdugo. Los condenados perdían sus bienes y eran desposeídos de toda dignidad y cargo público». En el reinado de Fernando III de Castilla fue cuando se impusieron las penas más duras a los herejes. El propio rey ordenó marcarlos con hierros al rojo vivo, y una crónica habla de que «enforcó muchos home e coció en calderas».

CONTEXTO HISTÓRICO

Gran parte de la península ibérica había sido dominada por los árabes, y las regiones del sur, particularmente los territorios del antiguo Reino nazarí de Granada, tenían una gran población musulmana. Hasta 1492, Granada permaneció bajo dominio árabe. Las grandes ciudades, en especial Sevilla y Valladolid, en Castilla, y Barcelona en la Corona de Aragón, tuvieron grandes poblaciones de judíos, que habitaban en las llamadas «juderías».
Durante la Edad Media, se había producido una coexistencia relativamente pacífica —aunque no exenta de incidentes— entre cristianos, judíos y musulmanes, en los reinos peninsulares. Había una larga tradición de servicio a la Corona de Aragón por parte de judíos. El padre de Fernando, Juan II de Aragón, nombró a Abiathar Crescas, judío, astrónomo de la corte. Los judíos ocupaban muchos puestos importantes, tanto religiosos como políticos. Castilla incluso tenía un rabino no oficial, un judío practicante.
No obstante, a finales del siglo XIV ,hubo en algunos lugares de España una ola de violencia antijudía, alentada por la predicación de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Fueron especialmente cruentos los pogromos (saqueos y matanzas de gente indefensa por una multitud enfurecida, y en especial, los que se produjeron contra los judíos ) de junio de 1391, en Sevilla, Córdoba, Valencia o Barcelona, donde fueron asesinados cientos de judíos, y se destruyó por completo la aljama.

Judería.

Una de las consecuencias de estos disturbios fue la conversión masiva de judíos. Antes de esta fecha, los conversos eran escasos y apenas tenían relevancia social. Desde el siglo XV puede hablarse de los judeoconversos, también llamados «cristianos nuevos», como un nuevo grupo social, visto con recelo tanto por judíos como por cristianos. Convirtiéndose, los judíos no solamente escapaban a eventuales persecuciones, sino que lograban acceder a numerosos oficios y puestos que les estaban siendo prohibidos por normas de nuevo cuño, que aplicaban severas restricciones a los judíos. Fueron muchos los conversos que alcanzaron una importante posición en los reinos hispanos del siglo XV.
Conversos eran, entre muchos otros, los médicos Andrés Laguna y Francisco López Villalobos (médicos de la corte de Fernando el Católico); los escritores Juan del Enzina, Juan de Mena, Diego de Valera y Alfonso de Palencia y los banqueros Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que financiaron el viaje de Cristóbal Colón.
Los conversos —no sin oposición— llegaron a escalar también puestos relevantes en la jerarquía eclesiástica, convirtiéndose a veces en severos detractores del judaísmo. Incluso algunos fueron ennoblecidos, y en el siglo XVI , varios opúsculos (obra científica o literaria de poca extensión) pretendían demostrar que casi todos los nobles de España tenían ascendencia judía.
La revuelta de Pedro Sarmiento , cortesano de Juan II de Castilla, repostero del rey y miembro del Consejo de Castilla, sustituyó a Álvaro de Luna en el máximo puesto de confianza tras la batalla de Olmedo (1445), tuvo como principal elemento movilizador el recelo de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos, sustanciado en los estatutos de limpieza de sangre que se extendieron por multitud de instituciones, prohibiéndoles su acceso.

Creación de la Inquisición en España

El dominico sevillano Alonso de Ojeda convenció a la reina Isabel I, durante su estancia en Sevilla entre 1477 y 1478, de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a solicitud de los soberanos por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por el dominico “cerrateño” Tomás de Torquemada, (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498, fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV). Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos. Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada, tío de Tomás, en su libro Claros varones de Castilla, corroboró este aserto.


El Inquisidor General Juan de Torquemada

Para descubrir y acabar con los falsos conversos, los Reyes Católicos decidieron que se introdujera la Inquisición en Castilla, y pidieron al Papa su consentimiento. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sinceras devotionis affectus, por la que quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla, y según la cual el nombramiento de los inquisidores era competencia exclusiva de los monarcas. Sin embargo, los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, no fueron nombrados hasta dos años después, el 27 de septiembre de 1480, en Medina del Campo.

La actividad de la Inquisición

La actividad de la Inquisición se divide en cinco períodos. El primero, de 1480 a 1530, estuvo marcado por la intensa persecución de los judeconversos, las fuentes discrepan en cuanto al número de procesos y de ejecuciones que tuvieron lugar en esos años, la cifra aproximada, basada en la documentación de los autos de fe, fue de 2000 personas ejecutadas.
El segundo, de principios del siglo XVI, de relativa tranquilidad.
El tercer periodo, entre 1560 y 1614, en el que vuelve a ser intensa la actividad del Santo Oficio centrada en los protestantes y en los moriscos.
El cuarto periodo ocuparía el resto del siglo XVII, en el que la mayoría de las personas juzgadas son cristianos viejos .
El quinto, el siglo XVIII, en el que la herejía deja de ser el centro de atención del tribunal porque ya no constituye un problema.
La cifra de los judíos que salieron de España no se conoce, ni siquiera con aproximación. Los historiadores de la época dan cifras elevadísimas (Juan de Mariana habla de 800 000 personas, e Isaac Abravanel de 300 000). Sin embargo, las estimaciones actuales reducen significativamente esta cifra (Henry Kamen estima, de una población aproximada de 80.000 judíos y más de 200. 000 conversos, aproximadamente —unos 40. 000— optaron por la emigración).


Acto de Fe inquisitorial.
Los judíos españoles emigraron principalmente a Portugal (de donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España, establecerían florecientes comunidades en muchas ciudades de Europa, como Ámsterdam, y el Norte de África, y, sobre todo, en el Imperio otomano.
Los que se quedaron engrosaron el grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España, que había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. Puesto que en el lapso de tres meses se produjeron numerosísimas conversiones —unas 40.000, si se acepta la cifra de Kamen— puede suponerse con lógica que gran parte de ellas no eran sinceras, sino que obedecían únicamente a la necesidad de evitar el decreto de expulsión.
El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta 1530.
En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición",​ gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la posición católica en materia de documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía la Santa Sede en el campo espiritual.
De acuerdo a esta posición, es un mito hablar de genocidio en países como España por brujería, en cambio, los protestantes lo exageraron seguramente para mejorar su oposición al Imperio español de la época.
La leyenda negra es un movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. A pesar de originarse en tiempos de fuerte rivalidad política, comercial y religiosa hace más de tres siglos, la leyenda ha llegado hasta nuestros días en forma de interpretaciones falseadas de tinte antiespañol sobre episodios históricos como la conquista de América, la Inquisición, o la Reconquista.
El Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española define leyenda negra como «Relato desfavorable y generalmente infundado sobre alguien o algo».

La Organización

Aunque el Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey, su nombramiento debía ser aprobado por el Papa. El Inquisidor General era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos), salvo un breve período (1507–1518) en que existieron dos inquisidores generales, uno en la Corona de Castilla y otro en la de Aragón.
A lo largo de su existencia, se produjeron distintas fricciones entre Roma y los Reyes de España por el control de la Inquisición. Sixto IV había promulgado una bula en 1478 por la que daba a la corona española plenos poderes para el nombramiento y destitución de los inquisidores, pero al enterarse de los abusos cometidos por estos en Sevilla, revocó la bula en 1482, haciendo que los inquisidores se sometieran a los obispos de sus diócesis. Ante la protesta elevada por Fernando el Católico, el Papa llegó a decir que :
“La Inquisición lleva tiempo actuando no por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza, y muchos verdaderos y fieles cristianos (...) han sido encerrados (...) torturados y condenados como herejes relapsos, privados de sus bienes y propiedades, (...) dando un ejemplo perniciosos y causando escándalo a muchos.“
Como respuesta a ello, el rey acusó al Papa de favorecer a los conversos, y se permitió decirle esto:
“Tenga cuidado (...) de no permitir que el asunto vaya más lejos, y de revocar toda concesión, encomendándonos el cuidado de esta cuestión.”
Ante tanta resolución, Sixto IV se echó atrás y dejó en manos de la corona el control de la Inquisición.


Tribunal de la Inquisición.

El Inquisidor General presidía el Consejo de la Suprema y General Inquisición (generalmente abreviado en «Consejo de la Suprema»), creado en 1488, formado por seis miembros que eran nombrados directamente por el rey (el número de miembros de la Suprema varió a lo largo de la historia de la Inquisición, pero nunca fue mayor de diez). Con el tiempo, la autoridad de la Suprema fue creciendo, y debilitándose el poder del Inquisidor General.
La Suprema se reunía todas las mañanas de los días no feriados, y además los martes, jueves y sábados, dos horas por la tarde. En las sesiones matinales se trataban las cuestiones de fe, mientras que por la tarde se reservaban a los casos de sodomía, bigamia, hechicería, etc.
Dependientes de la Suprema eran los diferentes tribunales de la Inquisición, que en sus orígenes eran itinerantes, instalándose allí donde fuera necesario para combatir la herejía, pero que más adelante tuvieron sedes fijas. En una primera etapa se establecieron numerosos tribunales, pero a partir de 1495 se manifiesta una tendencia a la concentración.

Composición de los Tribunales

Cada uno de los tribunales contaba al inicio con dos inquisidores, un «calificador», un alguacil y un fiscal. Con el tiempo fueron añadiéndose nuevos cargos.
Los inquisidores eran preferentemente juristas, más que teólogos, e incluso en 1608, Felipe III estipuló que todos los inquisidores debían tener conocimientos en leyes. Los inquisidores no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, unos dos años. La mayoría de los inquisidores pertenecían al clero secular (sacerdotes), y tenían formación universitaria. Su sueldo era de 60.000 maravedíes a finales del siglo XV, y de 250.000 maravedíes a comienzos del XVII.


Inquisidor.
El procurador fiscal era el encargado de elaborar la acusación, investigando las denuncias e interrogando a los testigos.
Los calificadores eran generalmente teólogos; a ellos competía determinar si en la conducta del acusado existía delito contra la fe.
Los consultores eran juristas expertos que asesoraban al tribunal en cuestiones de la casuística procesal.
El tribunal contaba además con tres secretarios: el notario de secuestros, quien registraba las propiedades del reo en el momento de su detención; el notario del secreto, quien anotaba las declaraciones del acusado y de los testigos; y el escribano general, secretario del tribunal.
El alguacil era el brazo ejecutivo del tribunal, a él competía detener y encarcelar a los acusados.
Otros funcionarios eran el nuncio, encargado de difundir los comunicados del tribunal, y el alcaide, carcelero encargado de alimentar a los presos.
Además de los miembros del tribunal, existían dos figuras auxiliares que colaboraban en el desempeño de la actividad inquisitorial: los familiares y los comisarios.
Los familiares eran colaboradores laicos del Santo Oficio, que debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios. Aunque eran muchos los nobles que ostentaban el cargo, la mayoría de los familiares eran de extracción social popular.
Los comisarios, por su parte, eran sacerdotes regulares que colaboraban ocasionalmente con el Santo Oficio.
Uno de los aspectos más llamativos de la organización de la Inquisición era su forma de financiación: carentes de un presupuesto propio, dependían exclusivamente de las confiscaciones de los bienes de los reos. No resulta sorprendente, por tanto, que muchos de los encausados fueran hombres ricos. Que la situación propiciaba abusos es evidente.
En los primeros tiempos cuando la Inquisición llegaba a una ciudad, el primer paso era el dar «edictos de gracia». En la misa del domingo, el inquisidor procedía a leer el edicto: se explicaban las posibles herejías y se animaba a todos los feligreses a acudir a los tribunales de la Inquisición para descargar sus conciencias. Se denominaban «edictos de gracia» porque a todos los autoinculpados que se presentasen dentro de un «período de gracia» (aproximadamente, un mes) se les ofrecía la posibilidad de reconciliarse con la Iglesia sin castigos severos. La promesa de benevolencia resultaba eficaz, y eran muchos los que se presentaban voluntariamente ante la Inquisición. Sin embargo, a partir de 1500 los «edictos de gracia» fueron sustituidos por los llamados «edictos de fe», suprimiéndose esta posibilidad de reconciliación voluntaria.
Como la herejía no era sólo un pecado sino un delito, no bastaba con la confesión para ser absuelto —de hecho se recordaba en los «edictos de fe» que los sacerdotes debían remitir a la Inquisición a aquellos que se acusaran de pecados contra la fe— por lo que su confesión debía ser pública.
El acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores, un privilegio que los testigos tenían en los tribunales seculares. Este era uno de los puntos más criticados y así fue denunciado, por ejemplo, por las Cortes de Castilla en 1518 o por la ciudad de Granada en 1526, que en el memorial que redactó denunció que el sistema de secreto era una invitación abierta al perjurio y al testimonio malévolo.

Familiar del Santo Oficio

En algunos lugares del Cerrato existió también la figura del Familiar del Santo Oficio, una especie de inquisidor por delegación, delator y encargado de aplicar la jurisprudencia de la Inquisición en los lugares en los que no había Tribunal del Santo Oficio. Esta figura existió en varias localidades cerrateñas, como Baltanás, Población de Cerrato, Esguevillas de Esgueva, donde la Inquisición persiguió la creencia en la leyenda de la Fuente de la Mora; Valoria la Buena, donde ejercieron esa función José y Francisco González Guerra, etc.

La Inquisición en Baltanás

El investigador Juan Manuel Monge, ha documentado la presencia de esta figura la del Familiar del Santo Oficio en Baltanás, visible en un escudo fechado el 2 de abril de 1737, en el que aparecen la cruz, las armas de la Inquisición (una espada y una rama de olivo, que representan el trato a los herejes y la reconciliación con los arrepentidos respectivamente), el nombre de Agustín Puertas y la leyenda EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM 73 (“Álzate, o Dios, a defender tu causa. Salmo 73”).
Agustín Puertas Núñez, nacido en Baltanás el 28 de agosto de 1702 y fallecido el 21 de agosto de 1767, casado en este municipo con Doña Francisca Calleja Villoldo el 7 de junio de 1734. Ejerció de Familiar de la Inquisición en esta localidad. Había varias categorías de Familiar del Santo Oficio, Acompañante y salvaguarda de los inquisidores, considerado como miembro de su propia familia, de ahí el nombre.
Había por un lado, Familiar de a pie frente a Familiar de caballo, siendo estos últimos pertenecientes a la oligarquía urbana, aportando prestigio social y apoyo político. Por otro lado, Familiar de número frente a Familiar Supernumerario, que eran los que estaban a la espera de que surgiera una vacante para pasar a ser oficiales.
Para ser Familiar de la Inquisición se requería limpieza de sangre, ejemplaridad de vida, vivir con honestidad, no realizar oficios considerados de clase baja ni actividades comerciales, no ser hijo ilegítimo, no ser extranjero, no ser clérigo y tener más de 25 años.
Ejercer de Familiar del Santo Oficio daba acceso a la hidalguía, además de otra serie de privilegios como portar armas, exención de gastos de guerra, etc. Entre sus funciones, figuraban la vigilancia de sospechosos, la detención de herejes, la toma de testificaciones, el traslado de reos a prisión, colaborar en la revisión de establecimientos como librerías o de actividades de comercio exterior, controlar el cumplimiento de preceptos eclesiásticos, participar en actos del Santo Oficio (principalmente en los Autos de Fe).
Los Familiares del Santo Oficio eran coordinados y controlados por los Comisarios del Santo Oficio, que debían ser clérigos con al menos 40 años y ser previsores, prudentes, ejemplares en sapiencia y costumbres, y estar llenos de celo por la Santa Fe, según se contempla en el Directorio de Eymerich, publicado en 1376. Tenían jurisdicción y gozaban de los mismos poderes que los Inquisidores Generales salvo el de dictar sentencias.
Hay otro escudo sito en Baltanás que alude de forma indirecta a un Comisario. En este escudo aparece la flor de lis y una alusión al bachiller Don Francisco Núñez de Prada, sobrino-nieto de Francisco Álvarez de Prada. Nacido el 2 de septiembre de 1582 en Baltanás, hijo de de Don Francisco y Doña Francisca Peral, donde fue Beneficiado y Cura, siendo también Comisario del Santo Oficio en Valladolid, así como creador de la procesión de Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre. Don Francisco Nuñez financia la construcción de la torre de la Iglesia de San Millán.
Inquisidores

El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).

Inquisidor.

Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.
El inquisidor general o gran inquisidor (en latín: Inquisitor Generalis) fue la máxima autoridad oficial de la Inquisición española. El primero y probablemente el más famoso fue el “torquemadino” Tomás de Torquemada, religioso dominico.
Entre los Inquisidores Generales “baltanasiegos” lo fueron :
* Sancho de Mata y Acebes, Inquisidor General del Obispado de Astorga (donde luego fue Obispo) y Vicario General e Inquisidor del Arzobispado de Zaragoza.
* Pedro Maté de Mendoza, Inquisidor en el Arzobispado de Zaragoza
* Pedro Maté de Salcedo, Inquisidor General en Cartegena de Indias, siendo el primer inquisidor que mando la Corona Española a América.
* Lorenzo Calvo de la Cantera, Inquisidor General de Llerena, de Valladolid y de la Suprema, en el siglo XVIII.


Baltanás (Palencia). Casa solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo.

Comisarios del Santo Oficio

El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el Tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.
La parte más interesante del juicio, la que casi siempre decide de la suerte de los reos, se hallaba confiada a los comisarios.
La red de Comisarios del distrito inquisitorial proporcionaba un control eficaz durante los siglos XVI y XVII, entrando en declive a partir del XVIII.
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
* Don Francisco Núñez de Prada. Don Juan Calvo de la Cantera. Don Josef Sanz Puertas. Don Tomás Diago.
* Tomás González Tevar, natural de Valdecañas de Cerrato, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”.


Escudo de Tomás González Tevar, ubicado en la ermita de la Virgen del Campo, en Valdecañas de Cerrato.

Familiares del Santo Oficio

Familiar de la Inquisición o familiar del Santo Oficio era el nombre que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.

Sin necesidad de tener ningún tipo de voto monástico ni ingresar en el clero, sus funciones eran las de informar de todo lo que fuera de interés para la institución y ocurriera dentro de la sociedad en la que estaban integrados,1​ como una tupida red de espionaje o servicio de información. Se beneficiaban económicamente de sus delaciones, además de estar protegidos ellos mismos de una posible persecución por las mismas causas que informaban. El hecho de que los acusadores en los procesos inquisitoriales no fueran públicos ni pudieran ser conocidos por los acusados, les hacía temibles. Debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios, entre ellos, que podían portar armas.
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
Andrés y Manuel de Ruifernández, abuelo y nieto. Agustín Puertas Núñez, y Joaquín su hijo. Manuel Gutiérrez Calvo, José Atienza Mena, Josef Tristan Martínez, todos siglo XVIII.

El conjuro de la Bruja

Roberto Gordaliza, en su libro “Historias y Leyendas Palentinas”, relata una leyenda relacionada con la Inquisición, “El Conjuro de la Bruja”. Localizada en Vertavillo, cuenta que en una bodega apareció un manuscrito muy antiguo, que habría sido escondido allí para no ser descubierto por la Inquisición ya que relataba prácticas de brujería, en concreto un conjuro para atraer la lluvia.
Dado que las novenas y rogativas al uso no habían surtido efecto y la pertinaz sequía seguía asolando los campos cerrateños, los habitantes del pueblo debatieron si cambiar dichas novenas y rogativas por el conjuro encontrado, con todos los temores propios de sustituir a la Providencia por el poder de las brujas. Y decidieron probar. El manuscrito decía que para que lloviera había que invocar a la bruja en una noche de luna llena, alrededor de un fuego, recitando el conjuro 7 veces mientras 7 doncellas vírgenes saltaran el fuego 7 veces; después apagarían el fuego con 7 chorros de vino agrio, y si todo había sido hecho correctamente pasados 7 días comenzaría a llover abundantemente.
Buscaron a 7 doncellas del pueblo y lo hicieron todo según el manual, recitando el conjuro que decía: “Bruja de lata, ¡qué mala pata!. Bruja de paja, sube al cerezo, rueda en la rama, bruja sin pelo. Saca la escoba, prende la hoguera, cara de gato, bruja de esparto. Diente de araña, cola de sapo, Noche de noche, sangre de hiena, busca a la bruja, vuela que vuela. Miente la piedra, llora la luna, canta el diablo, ¡bruja, so bruja!. Yo te conjuro, sal de la cueva! ,bruja de lata, ¡deja que llueva! .
Después apagaron el fuego como indicaba el manuscrito, y esperaron los 7 días. Pero ni gota de lluvia. Releyeron el manuscrito, convencidos de que algo habrían hecho mal, pero todo había sido correcto: la noche era de luna llena, la hoguera se encendió correctamente, el conjuro había sido recitado 7 veces, el vino estaba realmente agrio, las doncellas habían saltado 7 veces…, pero cayeron en la cuenta de un detalle que no podían asegurar que se cumpliera: ¿en verdad serían vírgenes las doncellas?

Francisca Hernández

Villavaquerín de Cerrato y Castrillo Tejeriego, albergaron episodios de la vida de Francisca Hernández una de las mujeres más famosas de la España de su época.
Nacida en Canillas (Salamanca), siendo beata franciscana conoce en 1517 en la capital charra al bachiller Antonio de Medrano, que estaba allí estudiando, iniciando con él una “estrecha relación”. Dado que el Santo Oficio castigaba las relaciones “escandalosas” entre las beatas y sus devotos, en 1519 incoa un proceso contra ella, citándola a comparecer ante el Tribunal de Valladolid el 15 de diciembre, quedando con arresto domiciliario en casa de don Bernardino Velázquez.
Antonio, también fue detenido, acusado de poner las ideas de Francisca por encima de las de doctores teólogos. Ya por entonces el Santo Oficio sospechaba que ella tenía relación con los alumbrados o iluminados, secta de carácter místico relacionada con el protestantismo.Dado que el Iluminismo no estaba aún perseguido, Francisca es absuelta, mientras a Antonio se le impone la prohibición de tener comunicación directa con ella. Pero la incumple, ya que Francisca se quedó a vivir en Valladolid en casa de Pedro de Cazalla y Leonor de Vivero (matrimonio luterano) y Antonio se instala en una vivienda cuya ventana da a la de ella, y con frecuencia la visita y pernocta con ella. Este incumplimiento provoca que en 1522, Antonio sea desterrado a 5 leguas a la redonda de Valladolid, destierro que también incumple, por lo que es obligado a irse.
Vuelve a Salamanca, donde es acusado de “deshonestidades” con mujeres y sospecha de herejía, por lo que también es expulsado de allí, yéndose a su pueblo, Navarrete (La Rioja), donde ejerce como sacerdote y clérigo beneficiado. Desde allí mantiene correspondencia con Francisca, y mediante mensajeros (unos familiares) le envía pañuelos y otras prendas. Litigios con otros clérigos provocan su excomunión, y las denuncias de varias mujeres le llevan en 1526 ante el Tribunal de la Inquisición de Logroño.
La falta de pruebas contundentes hacen que la sentencia sea leve: es obligado a abjurar de sus ideas, no predicar en privado (solo desde el púlpito), no dar la comunión a personas niñas, prescindir de su ama de llaves y pagar 100 ducados de multa.
Desde el Edicto de Toledo de 1525 la persecución del Iluminismo ya era oficial. Es considerado una secta herética por afirmar estar alumbrados o iluminados (de ahí el nombre) por la gracia de Dios, con quien tienen contacto directo a través del Espíritu Santo, lo que les llevaba a rechazar la autoridad y jerarquía de la Iglesia, así como sus dogmas. Siendo Dios quien dicta directamente su conducta, consideran que no es posible pecar, por lo que tampoco se someten a confesión.
En este contexto es detenido de nuevo Antonio de Medrano, acusado de epicureísmo (como epicureísmo se denomina el sistema filosófico fundado por Epicuro que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte. Es considerada una rama del hedonismo) y de cometer 35 delitos. Es condenado a tormentos, y las severas torturas que le son infligidas provocan que haga declaraciones referentes a Francisca: relata los goces “espirituales”, y “carnales, aunque con intención limpia”, así como conductas que los inquisidores consideraron perversiones: cocinar para ella, vestirla, calzarla, cortarle las uñas de los pies… En su descargo indicó que si Dios no se hubiera encarnado en Cristo lo hubiera hecho en Francisca, por lo que estar a bien con ella significaba estar a bien con Dios, cuando se enojaba era Dios quien estaba ofendido, y que en definitiva Francisca le hizo pensar que los gozos de la vida no eran incompatibles con las cosas de Dios, por lo que retozar con ella no lo tenía como pecado.
Ello entronca con uno de los postulados del Iluminismo: la mezcla de una fe profunda con las pasiones de la carne. Y es que Francisca Hernández sublimaba las pasiones y las fantasías de sus devotos, que se arrodillaban ante ella como si fuese una divinidad, pero a la vez ejercían con ella actividades libidinosas. Así, otro devoto suyo, Fray Francisco Ortiz, consejero de la Orden de San Francisco de Asís, “mamaba de sus pechos la leche del Espíritu Santo y vertía sobre ella el caudal de amor y ternura que sus votos le impedían dirigir hacia otras mujeres”, según relata Ángela Selke de Sánchez en su libro “El caso del bachiller Antonio de Medrano, iluminado epicúreo del siglo XVI”, del que están sacados los datos históricos.
Las acusaciones fueron en cadena y el 31 de marzo de 1529 es detenida Francisca, encarcelada en Toledo, comienza un proceso inquisitorial contra ella que se prolonga hasta 1532, encontrando el Santo Oficio motivos para ajusticiarla.
Con ella cayó gran parte del grupo de erasmistas y luteranos de Valladolid, en el que estaba encuadrada. Su gran amistad con Doña Catalina de Guevara, hija de los señores de Villavaquerín de Cerrato, propició que uno de los encuentros con Antonio de Medrano tuviera lugar en esta localidad. Además, Doña Catalina y su esposo, Don Bernardino de Velasco, señor de Castrillo Tejeriego, la acogieron en su casa de esta localidad en el verano de 1527 y allí vivió un año y medio para estar alejada de la epidemia de peste que sufría Valladolid.
En Castrillo Tejeriego nació Miguel Delibes en 1920.
Cuando fue apresada por la Inquisición, esta pareja de cerrateños la asistieron y se ofrecieron a depositar la fianza que fuese necesaria para librarla .
 
.....
HISTÓRIA DE LA VITICULTURA Y LA REPERCUSIÓN VINICOLA EN EL CERRATO Y POR LO TANTO, EN BALTANÁS
ANTECEDENTES
El vino ha evolucionado como parte de la vida, la cultura y la alimentación desde tiempos inmemoriales. Como un símbolo cultural indeleble de un estilo de vida, el papel del vino ha evolucionado con el tiempo, dejando de ser una importante fuente de nutrientes para convertirse en un acompañamiento cultural de la comida y en sinónimo de distensión compatible con un estilo de vida saludable.
El arte de la viticultura y la vinificación también ha cambiado. No obstante, en esta larga ruta por la historia, una cosa se mantiene y nunca se ha descuidado: la asociación del vino con gastronomía, historia, tradición, origen, productos locales de calidad y entornos sociales dignificados.
La valoración cultural del vino refleja la diversidad de las regiones vitícolas, el savoir vivre y los hábitos culinarios. Los productos de calidad indican unas pautas de consumo moderadas, ya que sólo si el vino se degusta de forma moderada y lenta se pueden apreciar y disfrutar plenamente su carácter y sus sabores únicos y complejos.
El sector del vino y sus agentes económicos realizan una contribución económica, social, agrícola y medioambiental de valor incalculable. Las regiones vitícolas de todo el mundo producen una variedad inagotable de excelentes productos. Aunque el vino sigue siendo un producto natural, las innovaciones tecnológicas han permitido implantar unos procesos de producción más higiénicos y controlados, contribuyendo a la obtención de unos vinos más adaptados al paladar del consumidor contemporáneo.
El vino no solo crece en nuestra tierra, también respira en nuestra historia, en nuestra cultura y en nuestra vida.

Viñedos en el Cerrato
UN POCO DE HISTORIA DEL VINO
El vino tiene una larga historia y cada botella puede tener la suya, lo que contribuye muchísimo a la fascinación que ejerce esta bebida. Pero su papel en la historia de nuestra cultura es incluso más amplio y más profundo. El vino es una de las primeras creaciones de la humanidad y ha ocupado una plaza privilegiada en numerosas civilizaciones.
Por otra parte, representa toda una serie de descubrimientos relacionados con las primeras reacciones químicas efectuadas por el hombre: la fermentación y la oxidación. Es imposible saber quién fue el primer viticultor. Las grandes civilizaciones de la Grecia y de la Roma antiguas situaban el origen del vino en la prehistoria y rodeaban su nacimiento de leyendas.

Viticultura en el antiguo Egipto.
El antiguo Egipto nos ha dejado listas de vinos: los egipcios mencionaban incluso la añada, el viñedo y el nombre del vinificador en sus jarras: fueron las primeras etiquetas. Los babilonios llegaron a promulgar leyes reglamentando la explotación de una tienda de vinos. En la Epopeya de Gilgamesh, la primera obra de ficción de la literatura universal, datada hacia el año 1800 a. de C., se habla en términos poéticos de un viñedo mágico formado por piedras preciosas.
Es posible hacer vino incluso con uvas silvestres. Gracias a los azúcares concentrados en los granos y a la abundancia de su jugo, la uva es el único fruto con una tendencia natural a fermentar. De este modo, cuando la uva está madura, su jugo entra en contacto con las levaduras, presentes naturalmente en la piel de las bayas. Si el jugo se encuentra en un recipiente, el vino se hará solo.
Después de unos días, el líquido obtenido será una especie de vino. Elemento festivo o de ceremonia religiosa, medicamento o antiséptico, el vino ha desempeñado numerosos papeles. Pero uno de los acontecimientos cruciales de su historia se remonta a fechas relativamente recientes: el dominio del arte de la crianza.
El hecho de poder guardar un vino durante años —y conseguir mejorarlo en barricas o en botellas— marca el nacimiento del vino de calidad.

EL PRIMER VIÑEDO
Es probable que se produjeran vinificaciones accidentales en todas partes donde hubiese a la vez uvas en estado silvestre y población humana. Un paso muy considerable fue franqueado con el cultivo de la vid.
Los arqueólogos pueden determinar si las pepitas encontradas en yacimientos habitados provienen de uvas silvestres o cultivadas. Se han descubierto pepitas de vid cultivada en el Cáucaso, al este del mar Negro. Tienen una antigüedad de unos siete mil años.
Así, puede decirse que el primer viñedo fue plantado con toda probabilidad entre los actuales territorios de Turquía, Georgia y Armenia. Sabemos que en esta región, cuyo clima y relieve son particularmente propicios al cultivo de la vid, crecía antaño en estado silvestre.
VINO Y RELIGIÓN
El aspecto esencial de este primer período de la historia del vino es que los griegos de la antigüedad —y a continuación los romanos— le reservaban un importante lugar en sus vidas.
Por esta razón, y sobre todo por sus usos religiosos y rituales, el vino se convirtió en un elemento clave de la civilización occidental.
Ya en tiempos de la antigua Grecia también los chinos conocían el vino, pero no lo explotaban de forma sistemática. El cultivo de la vid aparece igualmente en ciudades de Persia y de la India, aunque no deja en ellas huellas muy profundas. En cuanto a la América precolombina, sus culturas jamás descubrieron el vino pese a la presencia de vides silvestres y a la existencia de civilizaciones refinadas.
La práctica y las creencias cristianas descienden en línea recta de los rituales griegos y romanos. El empleo del vino en forma sacramental está ligado directamente con el judaísmo, pero las similitudes más fuertes aparecen en la comparación con el culto griego de Dioniso, dios del vino, y de Baco, su equivalente romano.
LOS DIOSES DEL VINO
Dioniso era el dios de la vid y del vino, aunque muchos otros, con leyendas análogas, aparecen en las más diversas civilizaciones con notable regularidad.
Una inscripción del año 2700 a. de C. menciona a la diosa sumeria Gestín con el significativo nombre de (madre cepa). Otro dios sumerio se llamaba Pa-gestíndug (buena cepa) y su esposa Nin-kasi, que significa «dama del fruto embriagador. En Egipto, el dios del vino era Osiris, al que se evocaba como el vino Lágrimas de Horuso sudor de Ra (dios del sol).
Aunque, más tarde, Jesús dijo “yo soy la vid”, el judaísmo no estableció ninguna relación entre Dios y el vino. Prohibía incluso las libaciones, ofrendas de vino a los dioses tan frecuentes en Babilonia, en Grecia y en otras religiones. El vino es importante en el ritual judío, pero su abuso está mal visto. La desvergüenza que caracterizaba las bacanales fue considerada sacrílega por los primeros obispos cristianos, sobre todo porque en ellas participaban las mujeres.
Los romanos, cuya expansión coincidió con el declive de Grecia incorporaron los dioses griegos adaptándolos a sus características. Así, Dioniso se convirtió en Baco, nombre que ya
El cristianismo, cuyo desarrollo es indisociable del Imperio Romano, asimiló numerosos símbolos y ritos báquicos, y atrajo, en los primeros tiempos, a las mismas categorías de fieles. La significación de la eucaristía es un tema demasiado complejo para ser evocado en pocas líneas. Digamos simplemente que el vino de la comunión era por lo menos tan necesario en una asamblea de cristianos como la presencia de un sacerdote. Gracias a este lugar vital que ocupaba en las prácticas religiosas, el vino subsistió incluso durante el sombrío período de las invasiones bárbaras que acompañaron la decadencia de Roma.

El dios Baco
LAS REGIONES VITÍVINICOLAS DE LA ANTIGÜEDAD MEDITERRÁNEA
Los egipcios, los sumerios y los romanos daban un nombre a sus viñedos y discutían para establecer cuáles eran los mejores vinos.
Según la Biblia, los hebreos habían traído de Ganaán un racimo de uvas tan grande que fueron necesarios dos hombres para transportarlo. El Antiguo Testamento está lleno de referencias a viñedos.
Los romanos dejaron esmeradas definiciones de los mejores vinos de Italia. En el más alto rango se situaba el de Falerno, localidad al sur de Roma, que estaba considerado como el mejor de la época, seguido de los vinos de Alba (los montes Albanos de la actualidad). En Pompeya, gran puerto vitícola de la Italia romana, un comerciante en vinos se hizo tan rico que pudo mandar construir a su costa el teatro y el anfiteatro de la ciudad.
Los romanos apreciaban también los vinos de España, de Grecia y —en la época imperial— los de la Galia, el Rin y el Danubio.
LOS MONJES Y EL VINO
El vino estaba estrechamente relacionado con el estilo de vida mediterráneo. Solamente la Iglesia, que necesitaba vino y era capaz de garantizar una continuidad de consumo, permitió la supervivencia de la viticultura. Cuando Europa consiguió salir de esos tiempos tempestuosos, los viñedos se encontraban precisamente alrededor de monasterios y catedrales.
Los monjes no se contentaron con hacer vino: lo mejoraron. En la Edad Media, los cistercienses de Borgoña fueron los primeros en estudiar el suelo de la Cóte d’Or, en transformar los viñedos seleccionando las mejores plantas, en experimentar con la poda y en elegir las parcelas no expuestas a las heladas, que eran las que daban las uvas más maduras.

Rodearon sus mejores viñedos con muros: los dos que sobreviven, aunque sólo sea a través del nombre, son una prueba de la perspicacia de estos monjes viticultores. Los cistercienses de Kloster Eberbach hicieron lo mismo en el Rheingau. Todos sus esfuerzos tendían a producir un vino destinado no solamente a la misa, sino a la venta, ya que los monjes desempeñaron un papel esencial en el comercio de vinos durante la Edad Media.
El paulatino retorno a una cierta tranquilidad permitió la expansión de los viñedos y reanimó el comercio. El vino nunca había perdido completamente su valor de bien de cambio: durante la alta Edad Media (del siglo V al X aproximadamente), con esta resurrección del negocio aparecieron las grandes flotas del vino: centenares de barcos iban hasta Londres o los puertos de la Hansa. Los ríos también se convirtieron en importantes rutas comerciales.
Para el hombre medieval, el vino o la cerveza no eran un lujo, eran una necesidad. Las ciudades ofrecían un agua impura y con frecuencia peligrosa. Al desempeñar el papel de antiséptico, el vino fue un elemento importante de la rudimentaria medicina de la época. Se mezclaba con el agua para hacerla bebible. Pocas veces se tomaba agua pura, al menos en las ciudades.
En el siglo XIV las exportaciones de Burdeos hacia Inglaterra eran tan importantes que su media anual no fue superada hasta 1979. El rey Eduardo II de Inglaterra encargó el equivalente de más de un millón de botellas con ocasión de su boda con Isabel de Francia, en 1308. Bajo el reinado de Isabel I, casi tres siglos después, los ingleses bebían más de cuarenta millones de botellas de vino por año para una población de poco más de seis millones de habitantes.
EL AFICIONADO AL BUEN VINO
La demanda de vinos de consumo diario ocupó a los viticultores y bodegueros durante muchos siglos. Pero hacia finales del siglo XVII apareció en el mercado una nueva exigencia: se pedían vinos que procuraran una experiencia estética.
Los romanos de la antigüedad ya habían buscado las mejores añadas del imperio, del mismo modo que los reyes y los abades de la Edad Media exigían también lo mejor. Pero la novedad, en Francia y naturalmente en Inglaterra, fue la emergencia de una nueva clase social con dinero y buen gusto que estaba dispuesta a pagar lo que fuera por un gran vino. A esta generación debernos el concepto de «gran vino» tal como lo conocemos en la actualidad. Hasta entonces, el vino se bebía dentro del año de la cosecha; cuando se acercaba la nueva vendimia, el precio del vino «viejo» caía.
En 1714, un comerciante parisino reclamaba a su corresponsal en Burdeos «buen vino, vino fino, viejo-negro y aterciopelado». Naturalmente ya se sabía criar y mejorar el vino, pero comenzaba la era de los vinos de calidad. Se atribuye generalmente a Arnaud de Pontac, presidente del parlamento de Burdeos hacia 1660, el mérito de haber inaugurado esta búsqueda de la calidad. Propietario del Cháteau Haut-Brion, se puso a producir un nuevo tipo de vino empleando métodos que más tarde serían corrientes: bajo rendimiento, selección esmerada, rigor en la vinificación y añejamiento en bodega.

En Londres, los vinos de Haut-Brion llegaban a triplicar el precio de otros buenos vinos. Los refinamientos se sucedían: selección de las mejores variedades, drenaje de los viñedos, precisión creciente en la crianza y en las operaciones realizadas en la bodega. Empezaron así a producirse vinos finos en grandes cantidades. El desarrollo de las ciudades, en las que la población obrera no cesaba de crecer, fue el factor que multiplicó la demanda de vino barato, el ferrocarril permitió satisfacerla.
LAS PLAGAS DE LA VID
Precisamente en el Midi francés apareció por vez primera, en 1860, la más devastadora de las plagas de la vid: la filoxera, un pulgón del tamaño de una cabeza de alfiler que provocaba la muerte de la vid al nutrirse del jugo de sus raíces. Había llegado accidentalmente de América del Norte, cuando los barcos de vapor comenzaron atravesar el océano lo bastante rápido como para que el parásito, presente en las plantas importadas, pudiese sobrevivir al viaje.

Proceso de la plaga de la filoxera.
Toda Europa se vio afectada: casi ninguna vid pudo escapar de la plaga. Al cabo de cuarenta años de estragos se encontró la solución: las vides injertadas en pies americanos eran inmunes. Pero la filoxera no fue el único problema: dos enfermedades, el oídio y el mildiu, atacaron las viñas europeas en la misma época. En muchas regiones de Europa, numerosos viñedos arrasados por la filoxera nunca se han vuelto a replantar.
EL GRAN DESARROLLO DEL SIGLO XX
Es innegable que el mundo del vino tuvo que dedicar una buena parte del siglo XX a reponerse de la crisis atravesada en la segunda mitad del XIX. Después de la Primera Guerra Mundial, el consumo europeo alcanzó nuevos récords, pero el vino, procedente del Midi francés, de La Mancha o del norte de Africa, era mediocre. Incluso los grandes vinos —de Burdeos, de Borgoña, del Riny del Mosela— se vendían a bajo precio: sus consumidores, en otro tiempo prósperos, se habían visto afectados por las guerras y las crisis.
Los viñedos más favorecidos fueron los del Nuevo Mundo: al oeste de Estados Unidos, en Australia, en Sudáfrica y en Nueva Zelanda, inmigrantes llegados de Europa plantaban en suelos vírgenes para aplacar la sed de otros colonos.
LA BÚSQUEDA DE AUTENTICIDAD
Los esfuerzos llevados a cabo para superar las consecuencias de la filoxera y las crisis económicas incluyeron el desarrollo de la legislación vitícola. Se intentaba también combatir el fraude: vinos ordinarios etiquetados bajo grandes nombres, vinos adulterados, etc.
De esta forma nació el sistema francés de denominaciones de origen (AOC) y las reglamentaciones que se han inspirado en él, aunque sea parcialmente, en casi todo el mundo. Después de la Primera Guerra Mundial, el gobierno francés aprobó la mencionada AØC, que se convirtió a partir de ese momento en un sistema de garantía de autenticidad.
EL DESCUBRIMIENTO DEL CONTROL
La ciencia empezó entonces a desempeñar un papel importante y se desarrollaron programas de investigación sobre la vid, la fermentación o la crianza en bodega. Paralelamente, el consumo de vino se convirtió en un fenómeno que se puso de moda en el mundo entero.
Por otra parte, los mejores vinos del Nuevo Mundo comenzaron a rivalizar en calidad con los mayores clásicos europeos. Para los productores, el fin del siglo XX marca un período de prosperidad; para los aficionados al vino, una edad de oro, con abundancia de buenos vinos a precios relativamente razonables. Las víctimas de esta evolución son sin duda los productores de vinos baratos.
LA VITICULTURA EN AMÉRICA
Históricamente, se comprueba en América, la inexistencia de cualquier tipo de cultivo y producción vínica hasta 1492. Con la llegada de los españoles y más tarde de los portugueses se inicia el cultivo de la vid, al ser pueblos que tenían tradicionalmente incorporado el vino en su dieta.
Asentados los descubridores en las nuevas tierras incorporadas a las Coronas de Castilla y Portugal, solicitaban también importantes cantidades de vino para el consumo, que eran difíciles de satisfacer por las dificultades de la navegación en aquella época y la lejanía de los puertos de origen. Ello determinó, que, en donde las condiciones del suelo y del clima parecieran propicias para el logro de la vid y posterior obtención del vino, se intentase su cultivo.
Esencialmente, el factor determinante para su implantación, fue el desarrollo de las misiones religiosas, ya que necesitaban el vino para las misas, en las mesas y con los enfermos. Como el vino no se vendía, se originó la idea de cosechar las uvas en las propias tierras, por todo ello, la Casa de Contratación en Sevilla recibió órdenes en el año 1564, de enviar en cada barco que partía hacia las Indias, cierto número de vides para su implantación y desarrollo en el Nuevo Mundo, iniciándose así, el origen del cultivo de la vid en América.

Los viñedos en USA.

Viñedos en Sudamérica.
Los españoles realizaron los primeros intentos de cultivo en la Isla La Española, hoy, República Dominicana. De allí, tres fueron los centros de irradiación del cultivo de la vid en América : dos españoles en Nueva España (México) y en Perú, que se extendieron a países limítrofes, coincidiendo con las campañas de Hernán Cortés y de Pizarro, y otro complementario portugués de la tierra de Santa Cruz, nombre con el que se bautizó a Brasil.
Dos fueron los problemas que en esta etapa inicial, para la implantación de Vitis vinífera; uno el material empleado para su establecimiento y segundo, las condiciones climáticas extremadamente cálidas para su cultivo.
Luego se comenzó a llevar el material en macetas, para solucionar estos problemas, pero también aquí se presentaron problemas en el transporte. Se sabe que también se sirvieron de semillas de uva para la formación de aquellos primeros viñedos, con el inconveniente de no reproducir los caracteres varietales y perder uniformidad en las nuevas plantaciones. Este sería el origen de numerosas variedades "criollas" que poblaron el viñedo colonial.
LA VITICULTURA EN EL CERRATO
Historia
Mucho antes de los vacceos, el primer humano del que se tiene conocimiento en la zona es el Homo Antecessor. Su cultura se encuentra dentro del canto tallado.
Posteriormente aparece otra especie humana, el Homo Ergaster, con una antigüedad de más de 300 milenios. Su cultura se ha documentado en las terrazas del río Arlanzón, en Villafría, -Burgos-, y en el río Pisuerga, en Fuensaldaña.
A mitad y finales de la Edad de Bronce (2200-900 a. C.), existen vestigios del fenómeno campaniforme, procedente sobre todo de la zona cantábrica y Álava. En esta época predominó la metalurgia del cobre y a finales de ella se originaron los diferentes pueblos prerromanos, que los cartagineses y los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica. Enseres de la época prerromana.
Los romanos, dispusieron rápidamente de infraestructuras en Hispania Nova Citerior. Construyeron obras civiles como, acueductos, calzadas y puentes -Torquemada y Quintana del Puente, son un ejemplo-, como base para el asentamiento de sus poblaciones en Quintanilla de la Cueza -siglo IV d. C.- y La Olmeda, en Pedrosa de la Vega, cerca de Saldaña, descubierta en 1968.
Licinio Lúculo asumió el cargo de Cónsul y Pretor, en la Hispania Citerior -151 a. C.-, fue belicista, venció en Cauca y en otras poblaciones, pero fracasó en su intento de conquistar Pallantia.
En el verano del 142 a. C. y aprovechando las labores del cereal, el cónsul romano Cecilio Metelo, saqueó las tierras vacceas. El Gobernador Metelo Nepote, sometió en el 56 a. C. una rebelión de las tribus vacceas. En el 49 a. C., desembarcó Julio César y después de derrotar a los Pompeyanos, consiguió el apoyo de toda Hispania, y dejó como Gobernador de la Citeror a M. Emilio Lépido. El 29 a. C., Estatilio Tauro, llevó a cabo una campaña contra los vacceos. Trasladó su campamento a Sasamón en Burgos, cerca de Castrojeriz.
Fue el Imperio Romano el que introdujo el vino, y por lo tanto, el cultivo de la vid a la Península, pero es a mediados del Siglo XIX cuando empieza a evolucionar el viñedo en Castilla
En aquel tiempo, el Cerrato se denominaba Campus Gothorum.

Mosaico romano referente al vino.
Tras la caída del imperio romano de occidente, los pueblos bárbaros que ocupan los territorios van a heredar la costumbre de cultivar la vid.
En la península, durante la época visigoda, en el siglo VII, se llega a regular sobre cómo se debe cultivar, trabajar y consumir la uva y el vino. Esta ley era conocida como la Régula Isidori.
La invasión del reino visigodo por los musulmanes resultó un desastre para el mundo del vino, pues éstos prohíben el consumo de alcohol entre su población.
Pese a que los alfaquíes más ortodoxos trataron de extirpar el hábito de tomar vino entre la población convertida al Islam, en el islamismo hispánico distó mucho de ser radical y algunos califas hispanos fueron expertos bebedores, permitiendo beber vino en su corte siempre que no se llegase a la embriaguez extrema.
Afortunadamente en época musulmana no se llegan a arrancar todas las vides, una pequeña parte se mantiene para el uso del vino entre los mozárabes, y que éstos pudieran continuar practicando el rito cristiano, la exportación a los reinos del norte (con su pago de impuestos) y la producción de pasas para la repostería.
En el norte, los reinos cristianos prácticamente van a perder las variedades autóctonas destruidas por la invasión. Con la creación del Camino de Santiago en el siglo VIII llegaron cepas de todo el mundo conocido a través de los peregrinos y sus monjes que venían a repoblar y cristianizar la península ibérica.
Al finalizar el siglo IX, los ejércitos cristianos derrotaron a los moros y reconquistaron el Cerrato, con lo que se inició su repoblación, que sucedió reinando Alfonso III el Magno (866-910), favoreció la venida de los mozárabes, así como de las gentes del Norte, cántabros y vascones, para repoblarlo, fueron gentes que con anterioridad, habían huido de la ocupación sarracena en la zona y es en esa época cuando se empieza a replantar viñas.

Los monjes y el vino.
Mayoritariamente fueron monjes benedictinos que desde Francia nos trajeron sus vides, la variedad de Borgoña, que arraigó en el siglo IX en la comarca de Sahagún y que mutó en nuestra variedad autóctona de, que arraigó en el siglo IX en la comarca de Sahagún y que mutó en nuestra variedad autóctona de Prieto Picudo. En un principio estos monjes vendrían como cortejo de la esposa de origen francés del rey de Asturias, Alfonso II, el rey que descubrió la sepultura del Apóstol Santiago.
Otros monjes, los cistercienses, traerían las tempranillos que podemos disfrutar en la Ribera del Duero, Toro y Rioja, la Sauvignon Blanc en Rueda, y así sucesivamente.
Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo señores cristianos en los territorios conquistados.

El Pan y el Vino judío.
Estos convivieron con el colectivo judío existente por ejemplo en la judería de Palenzuela. Los judíos necesitaban como los cristianos, vino para sus celebraciones religiosas. Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
La primera repoblación se realizó entre el 850 y el 975. Aplicando la tradición jurídica romana, todas las tierras abandonadas, siendo todas las de la meseta, pasaron a propiedad del Rey. Así éste se convirtió en propietario de todas las tierras que se repoblaron en los siglos IX y X.
Clima
El clima es continental, con inviernos fríos y secos. Los veranos son cálidos. Las primaveras y otoños, son cortos y placenteros.
Tiene un clima con las siguientes características:
• La precipitación anual varía entre los 400 y los 500 ml. de lluvia
• Los días de precipitaciones al año superan los 100
• La temperatura media anual está entre los 11 y los 12° C
• La diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del más frío son unos 18°C
• En invierno las temperaturas medias son inferiores a los 6° C
• Son muy numerosas las heladas (desde noviembre hasta abril)
• El verano es la estación seca con altas temperaturas y escasez de agua.
Las Bodegas tradicionales
Las bodegas en el Cerrato, aún cuando no están catalogadas como las de Baltanás, Torquemada, que son BIC, o las de Astudillo o Dueñas, no son obras menores y desde luego si deben ser consideradas como parte del patrimonio “cerrateño”.
En el Cerrato, a mediados del siglo XIX, cuando la unidad familiar no podía con su capacidad de trabajo, explotar unas tierras que por su extensión les superaba, acudían al mercado de trabajo rural, como contratantes de trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trataba de minifundios, era una situación agrosocial de pequeños campesinos, que no tenían otra posibilidad, cuando la explotación no cubría las necesidades familiares, que ampliarla o concurrir temporalmente al mercado de trabajo como asalariado.
La economía en la comarca “cerrateña”, mayoritariamente se ha movido en torno a la agricultura de cereales en general y de la remolacha, aunque también tiene cierta importancia, eso si, mucha menos que antaño, la derivada de la vid.

Típicas bodegas del Cerrato
Había gran cantidad de bodegas con lagar, abundantes y son una construcción típica, algunas con gran antigüedad, construidas en el propio subsuelo con gran esfuerzo. Las bodegas y los lagares convivían. Algunas de gran profundidad, penetraban en la tierra casi perpendicularmente, donde apenas llegaba la luz y donde la temperatura, la humedad y porqué no, el silencio, era el conveniente para la crianza del vino.
Se han aprovechado las laderas de los montes próximos a los municipios para sus ubicaciones principalmente, aunque hay otras en alguna zona urbana. Algunas, tienen una antesala o zaguán, de fábrica, que acoge un pequeño merendero, desde donde parte la pronunciada escalera hacia el interior, donde descansan las carrales con el vino.
Desde siempre se las ha considerado, como un elemento más del hogar del “cerrateño”, que iba y venía casi a diario a la bodega. Era y es todo un rito, para todo vecino, fuese de la condición social que fuese. Desde finales del siglo XVI en adelante, el viñedo alcanza en algunos municipios cerrateños como Baltanás, Valdecañas de Cerrato, Cevico Navero, Cevico de la Torre, Torquemada, Villaviudas, Magaz, Reinoso, Tabanera, Antigüedad, Quintana del Puente, Villahan, Palenzuela y otros, un puesto muy importante en la producción agrícola viticola tradicional, hasta que a principios del siglo XX, la plaga de la filoxera y la del mildiu, acabaron con las mejores cepas provocando la pérdida de rentabilidad.
Las bodegas generalmente estaban excavadas desde antaño en las laderas de los montículos cercanos al villorrio y se surtían de la uva de los majuelos del término. Hubo épocas en que por la abundancia de vino, "ojogallo", dio origen a que sirviese de trueque para adquirir otros productos.
Durante la primera semana de la vendimia no había escuela. Todo el personal iba a vendimiar. El "hacer un lagarejo" entre mozos y mozas era un retozo.
Los carros, tirados por machos y mulas, iban con grandes cestos repletos de racimos de uva de “ojogallo”, de los majuelos a los lagares.
Al terminar la vendimia, y elaborar el mosto, se solía transportar en carros los ollejos de la uva, pues con ellos se elaboraba el orujo.
Como parte importante de la cultura del vino, se encuentran los oficios que fabricaban los elementos necesarios para la obtención del preciado líquido, el vino, como estos ...

Tonelero.
Tonelero: Aunque recibe su nombre de los toneles, los toneleros también confeccionan barriles, barricas, cubos, cubas, tinas, mantequeras, tubos, fudres, y demás recipientes parecidos.Principalmente se dedicaban a la fabricación artesanal de recipientes de madera de forma abombada, en general más largos que anchos, ensamblados con aros metálicos y con extremos planos.

Botero.
Botero: Persona que se dedicaba a fabricar "botas", pellejos y odres para vino, aceite, etc. Hacía "botas", odres pequeños recubiertos de pez por su parte interior, que remata en un cuello con boquilla. También los hacían en tamaños mayores, como el "pellejo", hecho generalmente con la piel de cabra, que una vez curtida se ataban las puntas de las extremidades delanteras y el resto iba con cosidos muy resistentes, para poder transportar el vino.

Cantarero.
Cantarero: Persona que fabrica artesanalmente cántaros y otras vasijas de barro cocido, se le quería diferenciar del "alfarero".

Curtidor.
Curtidor: Es aquel que domina el curtido, que es el proceso de convertir la piel putrescible en cuero imputrescible, tradicionalmente con tanino, un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color. El curtido vegetal usa tanino (de donde procede el término «tenería», que junto a «curtiduría», designan el lugar o fábrica donde se curten las pieles). El tanino se produce naturalmente en la corteza de algunos árboles, siendo los más usados, los de castaño, roble, y cerezo. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa.
Los antiguos usaban el cuero para odres, bolsos, arneses, botes, armaduras, aljabas, vainas, botas y sandalias. Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Una vez que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo. Cuando el pelo era eliminado, los curtidores ablandaban el material machacando estiércol sobre las pieles o mojándolas en una solución de sesos de animales. Las heces de los perros eran las preferidas para este fin. El cuero sobrante podía transformarse en cola. Para ello, los curtidores ponían trozos de pieles en una cuba de agua y los dejaban pudrir durante meses. La mezcla se ponía entonces al fuego hasta evaporar el agua y lograr así el pegamento.
.......

ÚTILES E INSTRUMENTOS BODEGUEROS

En este lugar iré poniendo los vocablos de los instrumentos y los útiles que estén relacionados con las bodegas y la vendimia.

VOCABULARIO

A

ARADO DE PALO : Arado viñero. Forcates y vertederas eran los aperos que se utilizaban para airear la tierra y a la vez, arrancar las hierbas. Cuando hacía tempero y la tierra estaba en buena disposición para las labores, se le pasaba un arado borracho, un tipo de arado con la camba curva que permitía zigzaguear entre las cepas, evitando golpearlas. Arrastrado por una sola caballería.


Arado de palo.

ARTESA : Cajón cuadrilongo, por lo común de madera, que por sus cuatro lados va angostando hacia el fondo y sirve para amasar el pan y para otros usos, como medir capacidades.


Artesa, barreño y olla.

AZUFRADORA : Bote de hojalata de forma cónica con pequeños y numerosos agujeros, por los que se esparcía el azufre en polvo, presionando el fuelle, sobre las viñas atacadas por el oidium.


Azufradora

B

BARREÑO : Recipiente troncocónico con asas o recortes en su borde superior, similar en uso y formas a las tinas y los cubos, y fabricado en diferentes materiales: barro, madera.

BOTA : Cuero cosido por un lado, con un brocal en el cuello, que sirve para echar vino y beber.

BOTIJO : Vasija de barro de dos bocas, una para echar el agua y otra para beber.
C

CANCARRO : Vaso grande de vino; de trago largo.

CANDIL : Utensilio para alumbrar que se compone de dos vasos superpuestos, de cobre o latón. En el interior se pone aceite, la mecha sale por el pico.


Candil

CANILLA : Grifo de madera para sacar el vino de las cubas.
CAPAZO : Cesta grande de cáñamo o esparto. Se usa para ir a comprar o transportar algo.
CARBURO : Producto químico que se usa para la combustión en luminarias.
CARRAL : Cuba de menos de 20 cántaros que abunda en las bodegas.

CASTILLETE : Conjunto de tablones de madera donde descansa la piedra y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto, que cae en la pila del lagar (pozal).



Castillete

COLOÑO : Cesto grande, hecho por lo común, de mimbres.

CONCHA : Pieza del lagar donde se enrosca el husillo.
CORQUETE : Instrumento exclusivo de la vendimia, se caracteriza por su hoja curva y afilada, con mango de madera.
CUBA : Barrica, cuba, o tonel es un recipiente de madera utilizado para la crianza de vino. La barrica oxigena el vino lentamente y le aporta textura y aroma para suavizar su sabor. Suelen tener una capacidad de 220 litros. Si es de 225 litros es llamada "barrica bordelesa".
D

E

EMBUDO : Instrumento hueco, ancho por arriba y estrecho por abajo, en forma de cono y rematado en un canuto, que sirve para trasvasar líquidos.

G

GARILLO : Hoz pequeña para cortar racimos de uvas.
H

HERRADA : Caldero de cinc.

HUSILLO : Pieza de madera enroscada utilizada en el lagar, para subir o bajar la piedra de la prensa, generalmente hecha con madera de jerbo.

L

LAGAR : Otra de las estancias de la bodega es el lagar, donde se prensa la uva para la elaboración del vino, aunque originalmente no todas las bodegas disponían de lagar. El lagar en unos casos se encuentra al fondo de la bodega o en otros casos se encuentra en un lateral. El lagar consta de una larga viga de madera y de una gran piedra que se eleva del suelo, dando vueltas mediante un husillo de madera, roscada a la viga. La piedra se coloca encima de unos tablones de madera (castillete) y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal). Actualmente pocas bodegas conservan el lagar.



Lagar

LLAVE : Generalmente de un tamaño considerable, realizadas a mano.


Llave de bodega.

M

MARRANA : Madera que está encima del “castillete”. Cimbra plana, generalmente de forma circular, que forman los maderos trabados en cadena sobre la que se levanta la obra de albañilería que reviste el interior del pozo en el lagar.

N

NAVAJAS INJERTADORAS : Con hoja de acero de tipo marinera, de filo simple, con espátula de resina blanca simil hueso para apartar el injerto. Empuñadura de madera.
P

PALANCA : En el lagar, contrapeso, de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal).

PELLEJO : Odre de piel para transportar vino, de 3 o 4 cántaras.
PEÑICA : Porción, medida que se contabiliza por un tasador con una “tablilla”.

PIEDRA DE LAGAR : Piedras pesadas labradas que por el efecto del husillo prensa la uva antes de que el liquido llegue a la pileta.
PIPA : Cuba de alrededor de 25 cántaras.

PORRÓN : Recipiente de vidrio que tiene un largo pitón en la panza y es para beber vino a chorro.
R

ROMANA : Instrumento usado para pesar.
S

SERÓN : Especie de alforja, generalmente de paja, que se usa para transportar cargas y que se coloca sobre la albarda de los burros, mulas, etc.
SULFATADORA : Artefacto que sirve para fumigar. Los labradores las cargaban a las espaldas a modo de mochilas con las que sulfatar, accionando con el brazo, lanzando el sulfato a través de una bomba.
T

TIJERAS DE PODAR : Instrumento que se empleaba en la poda, están formadas por dos brazos metálicos y el mango de madera.

TORCIDA : Mecha de algodón o trapo retorcido que se pone en los velones, candiles, etc. para que arda.

V

VENDIMIA : La vendimia es la recolección o cosecha de las uvas, generalmente refiriéndose a las que servirán a la producción de vino o licor. En el caso de las uvas de mesa se usa simplemente el término cosecha. El período de vendimia varía entre agosto y octubre (en el hemisferio norte). Esto depende del grado de maduración de la uva que se desee, es decir, del momento en que la relación porcentual entre los azúcares y los ácidos en el grano de uva han alcanzado el valor óptimo para el tipo de vino que se desea producir (Véraison). Si bien este parámetro es genéricamente válido para la uva de mesa, en el caso de la uva destinada a la producción vinera es necesario considerar otros parámetros para decidir cuando es tiempo de vendimia. Esto puede depender de:
Condiciones climáticas: al aumentar la latitud, la uva madura más tarde.
Zona de producción: las uvas de las viñas expuestas al Sur ,en el hemisferio norte maduran primero. Al aumentar la altitud, la uva madura primero.
Tipo de uva: los viñedos de uva blanca maduran generalmente primero que las de uva negra.
Tipo de vino que se quiera obtener, determinado por la mayor o menor presencia de algunos componentes, tales como:
Azúcares: una mayor cantidad de azúcar aumentará el grado alcohólico del vino producido; presentar una justa cantidad de azúcar es indispensable para iniciar la fermentación alcohólica.
Ácidos: las sustancias ácidas son necesarias tanto para evitar la proliferación de bacterias causantes de enfermedades como para la conservación sucesiva del vino.
Componentes aromáticos: varían durante la maduración de la uva, contribuyen a determinar las características orgánicas del vino.

Además a la hora de realizar la vendimia hay que tener en cuenta una serie de factores para que la recolecta se realice de la manera más óptima posible:
La uva debe estar seca en el momento de la recolecta.
Es recomendable que se realice la vendimia nocturna, de esta manera la recogida se realiza a baja temperatura para evitar al altas temperaturas durante el día e impedir la fermentación de las uvas.
Debe pasar el menor tiempo posible entre la recogida y la llegada a la bodega.
Los recipientes en los que se deposita la uva deben de ser planos y con poca capacidad (normalmente cajas de plástico o madera de 10-15kgs.), antiguamente se utilizaban coloños, canastas o capazos para que el fruto no se aplaste.



Vendimia.
VIGA DE LAGAR : Pieza de madera, generalmente de castaño, que sirve para girar el lagar (recipiente donde se pisa la uva), mientras ésta pieza sea más larga, menos esfuerzo físico se necesitará para pisar la uva.


......





Barrio de Bodegas de Baltanás
Declarado Bien de Interés Cultural

LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN “ARLANZA”


Mapa de la D.O. Arlanza.
En la denominación de origen Arlanza conviven bodegas de fuerte carácter familiar, junto a nuevas y modernas instalaciones bodegueras.
Cuentan con los últimos medios adaptados y los más innovadores métodos de fabricación, lo que permite poner la tecnologí­a al servicio del vino.

Moderna bodega de D.O. Alanza.


 

Óleo "Viñedos" . GLB
 
 
LA CANTERÍA Y OTROS OFICIOS DE LOS DE TRASMIERA
 SU TRABAJO EN BALTANÁS Y EL CERRATO
Quiero que este apartado sobre los canteros de Trasmiera sea un pequeño homenaje a los que tras la repoblación, contribuyeron con sus obras y trazas, con su arte a la construcción de edificios de sillería, que hoy unánimemente consideramos obras de arte monumentales.
Me referiré a los canteros de Trasmiera (Cantábria), principalmente, a sus otros oficios y su relación con el Cerrato palentino y por supuesto, con Baltanás.
Es sobradamente conocida la fama de los canteros de Trasmiera en lo referente a su buen hacer en su oficio-arte con la piedra, pero me interesó también el cuando, como, el porqué y para qué llegaron al Cerrato y como se integraron los cántabros socialmente en el sistema de vida de los "cerrateños" que ya residían en los pueblos del mismo.
No es ilógico pensar que mucho les debía  interesar llegar a tierras castellanas, abandonando las suyas y por supuesto que quedarían asombrados al ver que sus montañas, prados verdes y la costa de su Cantabria natal, la habían cambiado por los páramos, las llanuras palentinas y los valles del Cerrato, e intuyeron con nostalgia que lo echarían mucho de menos.
Los castellanos, leoneses, riojanos, alaveses, portugueses y otros muchos pueblos de la Península Ibérica tienen sobrados motivos para estar orgullosos de sus numerosas y magníficas catedrales, palacios, conventos, ermitas, puentes, iglesias y un largo etcétera, obras en las que las manos de los canteros de Trasmiera tuvieron mucho que ver, pero muy pocos conocen el origen de estos artistas y menos aún el pequeño territorio del que proceden en su inmensa mayoría.
Trasmiera está situada en la zona nor-oriental de Cantabria, por el norte el territorio está bañado por el mar Cantábrico, desde la bahía de Santander, hasta la bahía de Santoña y el nombre le viene de ser la tierra que está "Tras el Miera", río que nace en el Portillo de Lunada.
En el siglo XIV,  Trasmiera se convierte en Merindad, territorio gobernado por un merino (alto funcionario), elegido por el monarca castellano-leonés y esto da carácter de realengo a estas tierras, cuyos habitantes no reconocían más señor que el propio rey, al que prestaban sus servicios, a cambio, gozaban de privilegios como la exención de impuestos o de obligaciones militares para su autodefensa.

Costa de la comarca de Trasmiera.
Trasmiera es por tanto tierra de hidalgos, motivo por el que aún se encuentran tantas casonas blasonadas repartidas por toda la Merindad. Cuando en 1834, Trasmiera desaparece como jurisdicción administrativa, queda fragmentada en los 19 municipios actuales.
La fama de los maestros canteros de esta comarca se remonta a la Edad Media. El oficio de cantero tenía una buena preparación y era tradicional y conocido más allá de sus fronteras trasmeranas. Durante los siglos XV al XVIII se dio el gran auge en España, Portugal y colonias americanas a su trabajo.
Esta claro que en la Edad Media, la importancia de señoríos monásticos y nobiliarios, favorecieron la llegada de los canteros para que fueran ellos los que construyeran los edificios importantes para las familias predominantes civiles y las comunidades religiosas.
Comenzaré por el cuando y como llegaron al Cerrato.
Los de Trasmiera, se unieron a los repobladores que se trasladaron de Cantábria a la meseta, pues fue entonces cuando paralelo al avance militar, se produjo un proceso de repoblación con el asentamiento de población cristiana en territorios conquistados, que podía provenir de los núcleos septentrionales (de tierras montañosas, pobres y superpobladas).
Entre la cordillera Cantábrica y el río Duero, había una verdadera "cultura de frontera", el rey atribuía durante los siglos VIII y XI, tierras deshabitadas a hombres libres que debían defenderse a sí mismos en un entorno inseguro, y ocupar la tierra que ellos mismos iban a cultivar (presuras).
A medida que la frontera se alejaba hacia el sur, la independencia inicial que caracterizó el espíritu del condado de Castilla (caballeros-villanos, behetrías) se fue sustituyendo por formas más equiparables al feudalismo europeo, con el establecimiento de señoríos monásticos y nobiliarios. El siglo X fue clave en el proceso de colonización de las tierras así incorporadas, cuya población anterior debía ser muy escasa y carente de organización, además el proceso colonizador era parte de la expansión dinámica de una sociedad coherente o en camino de adquirir esa coherencia, hasta hacerla cristalizar tanto en formas de poblamiento como en formas de pensamiento y organización comunes.

 
Comarca de Trasmiera en Cantabria.
Se reconocen tres condiciones que favorecieron la aparición de canteros en la zona de la Merindad de Trasmiera, la existencia de canteras (parece evidente), la instalación de ferrerías, movidas por el agua de los ríos, para obtener útiles de trabajo y la tercera, que la condición de la "hidalguía", permitía la movilización de los canteros, a diferencia de los campesinos, que estaban sujetos a la tierra y sus labores.
Es en 1834, cuando Trasmiera desaparece como jurisdicción administrativa y queda fragmentada en los 19 municipios actuales.
Hoy se puede decir que Trasmiera es conocida por sus pueblos costeros, Galizano, Ajo, Isla, Noja, Santoña y que es foco de turistas durante el verano, pero Trasmiera fue cuna de grandes artistas durante la Edad Moderna, dejando su huella en la Península, Portugal y América.
La llegada de los repobladores cristianos se testimonia no solo en lo más evidente, como edificaciones civiles, religiosas o enterramientos, sino también con cambios en la cultura material, como la denominada "arquitéctura y cerámica de repoblación".
Porqué y para qué llegaron los canteros de Trasmiera al Cerrato.
Los canteros llegaron al Cerrato, para quedarse y se quedaron porque tenían mucho trabajo que hacer y había que cumplir con los deseos de construcción arquitectónica que los nuevos repobladores, los nobles, los comerciantes y los funcionarios, en lo civil y en lo religioso; que decir de los innumerables edificios labrados por los de Trasmiera, a lo largo y ancho del Cerrato palentino.
Hubo una relación entre los canteros llegados de la Merindad de Trasmiera y los repobladores de Palencia y por supuesto el Cerrato, llegados del norte de la Peninsula, Cantabria, Asturias, las Vascongadas, la Bardulia, que quedó reflejada en una mezcla de costumbres y hábitos, en los apellidos y en el arte.
Algunos apellidos extendidos por el Cerrato palentino y Baltanás, son referencia "trasmierana", como Cantera, Cantero o Solorzano.
En la provincia de Palencia y en el Cerrato, al ser esta una puerta de entrada de los repobladores, tanto de Cantábria, desde donde procedían los canteros de Trasmiera, como de la Bardulia burgalesa, especialmente, dejaron diseminadas numerosas muestras de su “oficio-arte”.
De inmediato se pusieron manos a la obra y a disposición de los maestros canteros.
En Baltanás, capital histórica del Cerrato palentino, las obras que dejaron principalmente los de Trasmiera, fueron la Ermita de Nuestra Señora de Revilla que data del siglo XVII-XVIII.

 
Ermita de Ntra. Sra. la Virgen de Revilla.
La iglesia de San Millán del siglo XVI, se eleva en la parte más alta de la localidad. Está formada por una robusta torre, y tres naves de estilo renacentista. Destaca, en el retablo mayor de estilo Barroco, la imagen del monje titular del templo y de un Cristo del siglo XIV. Además de otro retablo del siglo XVIII con relieves y esculturas marianas.

 
Iglesia de San Millán.
El antiguo Convento de San Francisco. Fundado en 1587 por Don Pedro de Zúñiga y Doña Ana Enríquez de Cabrera, primeros marqueses de Aguilafuente, dueños de Baltanás, según la carta de venta que el emperador Carlos V firmó en Valladolid el 21 de septiembre de 1543. Don Pedro de Zúñiga encargó las trazas del edificio y costeó su edificación. Parte de la piedra que se utilizó para levantar el convento procedía de una construcción que se desmanteló en la Dehesa de Valverde.

Convento de San Francisco.
El Palacio-Hospital de Santo Tomás, se trata de un palacio barroco del siglo XVIII, La fachada principal es lo que más llama la atención, con una gran abundancia de decoración. El segundo tramo tiene un almohadillado de piedra, mientras que en el primero los sillares no llevan líneas de separación. Lo más característico es un gran friso quebrado formado por triglifos y metopas decorados.

 
Palacio de los Marqueses de Aguilafuente.
 
Situado a la entrada de Baltanás, hay una Casa solariega del siglo XVII de los Inquisidores Calvo, labrada en sillería. Actualmente este edificio es de propiedad particular.

 
Palacio de los Calvo.
Estoy seguro de que muchos más edificios civiles y religiosos, casas solariegas, palacios, iglesias, ermitas, puentes o arcos ubicados en el Cerrato que fueron labrados y construidos por los canteros y arquitectos de Transmiera.
En mi opinión, es una lástima que las hermosas piedras labradas por los canteros, hayan terminado derribadas de los grandes edificios y siendo utilizadas para la construcción de edificios de menor importancia.
Refiriéndome a nuestro Cerrato, en Valdecañas de Cerrato, los canteros de Trasmiera dejaron muestra de su trabajo, entre otras, en la iglesia parroquial que está dedicada a San Nicolás de Bari, que posiblemente sustituía a una románica. Se trata de una edificación de estilo barroco, fechada en el siglo XVI, compuesta de tres naves, en la que destaca su torre cuadrangular construida en sillería.
 

 
Iglesia de San Nicolás de Bari - Valdecañas de Cerrato.
Un edificio de corte religioso, que fue en su tiempo casa parroquial, destinada al sacerdote. En la actualidad es de propiedad privada y alberga en su fachada un escudo de la Virgen del Carmen fechado en 1738, acompañado de dos esculturas, de San Antonio y Santa Bárbara, ubicadas en el frontis. En una de las esquinas conserva un reloj solar, y en su interior un artesonado de madera del siglo XVII.
 

 
Antigua Casa Cural.
Existe también un edificio blasonado, de carácter civil, actualmente de propiedad privada, construido en sillería, con escudo heráldico en la fachada y con ventanas en arco. Se cree que la construcción fue para un edificio de importante utilidad, posiblemente hospital o centro de asistencia.

Edificio blasonado - Valdecañas de Cerrato.
En Cevico de la Torre, a mediados del siglo XVI, el municipio era señorío de don Rodrigo Manuel; en el último tercio del siglo XVI, se construiría la actual iglesia Parroquial de San Martín de Tours, que vino a sustituir al primitivo templo de igual advocación por hallarse éste en ruinas. La edificación de este templo monumental, que subsiste en la actualidad, fue encargada a Francisco del Río, maestro de cantería, de la Merindad de Trasmiera, pero éste, en 1580, tuvo que traspasar la ejecución de dicha obra a Pedro y Francisco del Río, ya que el primero no pudo cumplir su compromiso por estar al servicio del Rey Don Felipe II, en la grandiosa obra del Monasterio de El Escorial. Esta monumental Iglesia Parroquial de San Martín de Tours es de tipo renacentista -estilo arquitectónico imperante en la época de su construcción- y está levantada sobre un montículo al que se accede por una gran escalinata de piedra.

Iglesia de San Martin de Tours - Cevico de la Torre.
En Torquemada podemos ver el trabajo de los canteros de Trasmiera en el Ayuntamiento que ocupa el edificio del Palacio de los Hierro, que data del siglo XVI.
El gran puente de veinticinco ojos construido en la segunda mitad del siglo XVI por los maestros canteros Diego Gómez de Sisniega y su hijo García de Sisniega.

Puente sobre el río Pisuerga - Torquemada.
La Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción (s. XV), más conocida por ser la iglesia de Santa Eulalia.

 
Iglesia de Santa Eulalia.
Siguiendo con la estirpe de los canteros y arquitectos de Trasmiera, estos trabajaron entre la Edad Media y Moderna en las construcciones más importantes de la Corona de Castilla y el Imperio Portugués. Los canteros se formaron en las grandes catedrales y monasterios que se levantan en el siglo XV junto a maestros flamencos, franceses y alemanes como Juan de Colonia.

Los canteros trabajando.
 
Los canteros fueron los protagonistas de los cambios arquitéctonicos, pero no hay que pensar en ellos como meros trabajadores, sino en personas muy creativas. Los canteros, los maestros de obras, consiguieron un gran prestigio social.
Se empezó a trabajar a "destajo", debido a las numerosas fiestas implantadas y cobraban a la semana. Se les otorgó la posibilidad de ser itinerantes, para que pudieran trasladarse por su trabajo.
Los canteros eran constituyentes de "logias". Los salarios de los trabajadores de la construcción eran más elevados que los de otros artesanos y su nivel de vida en la Edad media, también, hasta principios del XVI, en que empezó a bajar.
El oficio de cantero tenía un carácter fuertemente endogámico y se transmitía de padres a hijos y en muchas ocasiones los miembros de una familia emparentaban a través de sus hijos con otra familia de canteros dando lugar a grandes sagas familiares.
Una característica a destacar es que el apellido del maestro cantero solía indicar su procedencia : de Rada, de Rasines, de Castillo, de Barrio de Ajo.....etc.
La organización del trabajo estaba estrictamente jerarquizada. En la cúspide se encontraba el "maestro de obras" o "maestro cantero", responsable de la cuadrilla compuesta de unos 20 a 25 canteros. El maestro trazaba, contrataba y dirigía una o más obras a la vez, a veces muy alejadas unas de otras por lo que la construcción quedaba en manos del aparejador . Después estaban los canteros, peones y aprendices.

Los maestros de canteria y la sociedad.
El aprendiz era un joven menor de 18 años que pasaba entre cuatro o cinco años aprendiendo el oficio, mientras el maestro tenía que encargarse de su alimentación y vestido, además de enseñarle a trazar. A cambio el maestro obtenía su mano de obra de forma gratuita.
 De la importancia de la Escuela Trasmerana de Cantería, nos habla el hecho de que surgiera un lenguaje enigmático, una jerga gremial, llamada "Pantoja" que les permitía comunicarse entre ellos, sin que canteros de otras zonas  tuvieran acceso a sus técnicas, el lenguaje está compuesto en su mayoría por giros vascos o seudovascos, ligeramente deformados y fueron introducidos en dicha jerga no solo aquellos vocablos específicos del trabajo de cantería, sino giros de otra índole y de un habla popular cotidiana entre los de Trasmiera.
Fue a partir del siglo XV que se sabe por documentos, que estaban trabajando por toda Castilla y que tenían puestos de gran responsabilidad. Debido a la importancia de su trabajo, se vieron en la necesidad de crear una agrupación de gremio.
Las contratas eran temporales. La emigración se daba por lo general en el mes de marzo para regresar en el invierno. Aunque estuvieran largos años fuera de su casa no perdían su condición de vecinos del lugar de origen.
Estos grandes artistas que pasaban meses fuera de su tierra, a la que volvían para casarse, para administra su hacienda o hacer testamento, incluso algunos morían en la ciudad en la que estaban trabajando, como fue el caso del gran maestro cantero Rodrigo Gil de Hontañón, enterrado en la catedral de Segovia, dónde era maestro de obras cuando falleció.
Juan del Castillo, nacido en Castillo Sietevillas, fue uno de los más importantes maestros canteros de Trasmiera, que trabajó en la catedral de Burgos y en la de Sevilla. Más tarde pasó a Portugal, en la época de Manuel I de Portugal, siendo el gran protagonista del "Estilo Manuelino". Dirigió las obras de 5 Patrimonios de la Humanidad. Murió lejos de su tierra.
Otros grandes maestros construyeron en su tierra casonas y palacios. Es el caso de Andrés Julian de Mazarrasa, en Villaverde de Pontones (Cantabria).
Otro de los oficios tradicionales de Cantabria y sobre todo de la comarca de Trasmiera es el de retablista, es decir, el que concibe y compone un retablo, el que piensa y dispone sus trazas, que habitualmente cooperaban y trabajaban conjuntamente.
El trabajo de la madera fue muy estimado durante la Edad Media y Renacimiento. Después de las normativas del Concilio de Trento (1563) en que se promueve el culto a las imágenes y los retablos, surgen en esta comarca cántabra de Trasmiera, multitud de talleres. La época de mayor auge es el siglo XVII de la que se tiene una amplia documentación.
No todos los arquitectos cántabros lo fueron a través de la cantería. Es el caso del gran arquitecto, Juan de Herrera de Maliaño, "trasmerano", (Roiz, Cantabria, 1530 - Madrid, 15 de enero de 1597) fue un arquitecto, matemático, geómetra y militar español, considerado uno de los máximos exponentes de la arquitectura renacentista hispana, el estilo llamado herreriano es en su honor,autor de El Escorial, donde gran número de cuadrillas cántabras trabajaron bajo su dirección, posteriormente, Felipe II, plasmando los postulados de la Contrareforma, le encargaría la Catedral de Valladolid, que debía ser la catedral más grande de Europa, aunque se encuentra construida en un 40-45 %.
 

 
Juan de Herrera.
Suele desconocerse que durante el siglo XV y XVI fueron los artistas de Voto, en la comarca de Trasmiera: los Solorzano, los Ruesga, los Hontañon, los Rasines, Juan de Nates, Juan de Ribero Rada, Juan de Naveda...etc., quienes llenaron Castilla con su obra.
Entre el siglo XVI y XVIII fueron los talleres de Siete Villas (Ajo, Bareyo, Castillo, Güemes, Isla, Meruelo, Noja a los que se unieron Arnuero y Soano) los que destacaron con sus canteros, campaneros, retablistas, doradores, ensambladores....etc. Destacan también los Maestros de Ribamontan, los Pontón Setién, Vélez de la Huerta, Cereceda, los Mazarrasa....etc.
Otro cantero de Trasmiera ilustre fue Juan Gil de Hontañón, nacido en Rasines (Trasmiera) es quien inicia la obras de la catedral de Salamanca y más tarde su hijo Rodrigo Gil las continua. Las obras quedan paradas en el siglo XVII y se retoman en el XVIII y ante la confusión del cabildo sobre quien debiera hacerse cargo de las nuevas trazas, dejan la decisión en manos del Rey Felipe III para que con sus arquitectos decida quien debe continuar la obra. Y serán las trazas y pareceres de Juan Ribero de Rada (Trasmiera) "que fue de los más excelentes maestros en la facultad de Architectura, que ha tenido nuestra España ....." .Juan Ribero de Rada fue nombrado Maestro Mayor de la Catedral de Salamanca en 1589, aunque para ello tuvo que hacerse vecino de Salamanca.
En 1705 fue Pantaleón del Pontón Setien, natural de Galizano (Trasmiera) quien sustituye a su tío Juan de Setién Güemes, natural de Carriazo (Trasmiera) como Maestro Mayor de la Catedral de Salamanca.
Juan de Setién Güemes, de Carriazo (Cantabria), muerto en 1703. Vecino y natural de Carriazo, llegó a ocupar la maestría mayor de la Catedral de Salamanca durante treinta y siete años (1667-1703) y la de Segovia los tres últimos de su vida. Maestro bilingüe, capaz de construir en gótico y en barroco. Fue importante su labor como formador, ya que en 1670-1671 se le encomienda la enseñanza de la arquitectura a Simón García, conocido por el Compendio de Arquitectura y Simetría de los Templos y a su sobrino Pantaleón del Pontón Setién, su continuador al frente de las obras catedralicias.
Juan de Ribero Rada, elaboró las trazas del puente de Toro en  Zamora y del puente Mayor de Palencia en 1575. Martín, Bartolomé y Gaspar de Solórzano: trabajaron en la catedral de Palencia. Las firmas y los sellos de los canteros los definian.

 
Catedral de Palencia.
Según la historiadora Begoña Alonso Ruiz, el 60 % de las obras realizadas en Castilla a comienzo del siglo XVII estaba en manos de maestros canteros cántabros.
Hubo otro oficio muy conocido, en el que también destacaron los de Trasmiera, fue como retablistas, muchos de estos retablistas eran arquitectos consumados y contaban con un buen taller donde trabajaban los talladores, los carpinteros, ensambladores, doradores y toda una serie de oficios necesarios para la culminación de la obra. Se ponían de acuerdo con los escultores y pintores, artistas necesarios para llevar a cabo un buen retablo.
Cuando había necesidad de requerir un trabajo de retablo se colocaba un domingo en la puerta de la iglesia un bando dirigido a estos maestros. Pasado un mes, los retablistas se reunían en dicha iglesia y allí iban exponiendo a los mayordomos y clero de la parroquia sus dibujos, las trazas ideadas y las condiciones de trabajo y de remuneración. El clero y mayordomos escogían una de estas ofertas que exponían a los concursantes para comenzar con la subasta. Dicha subasta duraba el tiempo en que tardaba en consumirse una vela (a veces eran tres) y se concedía la obra al maestro cuya cantidad ofrecida estuviese puesta en el momento en que dicha vela se consumía del todo. El requisito siguiente era que el maestro asignado pagaba una especie de fianza o bien presentaba a otros compañeros como fiadores.Una vez terminada esta sesión, se hacía legalmente el contrato ante notario. Había además una comisión formada por maestros, encargada de hacer cumplir tanto el proyecto como las condiciones expuestas.
Estos son algunos de los oficios indispensables en un taller de retablista:
* Maestro arquitecto, que organizaba la estructura y presentaba las trazas.
* Maestro entallador, que se encargaba de los motivos de decoración.
* Maestro carpintero.
* Maestro escultor. Maestros pintores, que se ocupaban de la policromía.
* Maestros doradores, que hacían el estofado y el dorado.
* Maestros campaneros. Otro oficio fundamental para época.
La fabricación de campanas en Cantabria es una tradición que se remonta a la Edad Media. La comarca de Trasmiera fue cuna de prestigiosos fundidores de campanas, cuya fama trascendió los límites de España, llegando incluso a ser requeridos en parte de Europa y América.
Como vemos los de Trasmiera, con sus diferentes oficios, con sus obras de cantería, de escultura, de campaneros, de escultores, de pintores y carpintería, con su larga estancia en tierras mesetárias castellanas, con su convivencia e integración en la sociedad de entonces, dejaron huella en Castilla, en Palencia y por supuesto en Baltanás y en el resto del Cerrato.
.....
SOBRE LAS IGLESIAS, ERMITAS, HERMANDADES Y COFRADÍAS DE BALTANÁS
 
 
EDAD MODERNA
En 1475, durante el reinado de los Reyes Católicos, Valdecañas de Cerrato y el despoblado de Villovayo, respectivamente, seguían perteneciendo a la Merindad de el Cerrato y satisfacían de tributos, 6.864 y 607 maravedíes cada uno.
La Reina Isabel la Católica, expidió Real Cédula, imponiendo a los pueblos de la Merindad del Cerrato una contribución: "A vos el Concejo de Valdecañas de Suso: seys mill e ochocientas e sesenta e quatro maravedís. A vos el Concejo de Valdecañas de Yuso: cuatro mill e trezientos e veynte e nueve maravedís" .
De lo que se deduce que Valdecañas de Arriba -Suso-, era mayor que la de Abajo -Yuso- y que además, las dos poblaciones seguían existiendo durante el susodicho 1475.
En cuanto al costo de una sepultura, se pagaba hasta el 1516, 28 maravedís, después un real.
Por aquella época, la Reina Juana I de Castilla, llamada la Loca (1479-1555), tercera hija de los Reyes Católicos, paseó después de muerto, el cadáver de su marido Felipe el Hermoso por las tierras del lugar, pernoctando en el castillo de Hornillos de Cerrato, en su camino hacía Tordesillas.
En 1507, en Torquemada, dio a luz a su hija póstuma Catalina de Austria, llamada la Torquemadina, que posteriormente fue reina de Portugal.
 
 
JUANA I DE CASTILLA, LA REINA OLVIDADA
La noche es fría y, aunque es la víspera de Navidad, apenas hay vecinos por las calles. Por eso, los primeros en escuchar los macabros cánticos provenientes del otro lado del Pisuerga se apresuran a dar la voz de alarma.
Algo raro está ocurriendo en Torquemada. Unos instantes después, las voces atraviesan el puente, iluminadas por tenues antorchas y envueltas en la bruma gélida. Las lejanas formas comienzan a definirse y algunos aventuran a afirmar que se trata de clérigos entonando el Oficio de Difuntos.
Tras ellos, una mujer embarazada, vestida de riguroso luto, camina junto a un carro que transporta un ataúd. Los habitantes de Torquemada palidecen de miedo.
Alguien grita: ¡Es la Reina Juana! ¡Viene la Reina Loca!
Estas pueden ser algunas pinceladas de cómo se vivió en Torquemada la noche del 24 de diciembre de 1506, cuando la comitiva fúnebre de Juana I de Castilla hizo su entrada en la villa cerrateña, distante de Valdecañas apenas unos pocos kilometros.
 
 
La reina Juana con el féretro de su esposo Felipe, el Hermoso
Una historia que no deja de sorprender, pese a su antigüedad, la historia de Catalina de Austria, reina de Portugal: la hija que Juana la Loca dio a luz en aquellos cuatro meses de tinieblas que pasó en Torquemada junto al cadáver de su difunto esposo, Felipe El Hermoso.
Según la leyenda que rodea aquel episodio, Juana se vio obligada a detener en Torquemada su peregrinaje hacia Granada debido a su avanzado estado de gestación. Sin embargo, hay investigadores que creen que escogió esta localidad por motivos políticos. «Juana quiso interponer una distancia física entre ella y su padre, así como alejarse de Burgos, donde su amado esposo había fallecido», explican.
La reina de Castilla se encontraba en el epicentro de una encarnizada lucha de poder instigada por Fernando el Católico, que tenía un gran interés por que su hija fuera tildada de loca.
Sin embargo, Juana sabía que podía contar con su pueblo. «Era querida en Castilla y fue bien recibida por la nobleza local. Ella sabía que Torquemada era un lugar seguro para dar a luz a Catalina y, desde allí, decidir su futuro. Era consciente de que su padre quería el trono a toda costa, pues incluso se rumoreaba que Fernando había envenenado a Felipe. Creo que Juana no tenía claro cómo actuar ni qué hacer en aquel momento, ni tenía a nadie que pudiera aconsejarla», añadían.
 
 
MUJERES, NO
El 14 de enero de 1507 la reina dio a luz a Catalina, «el último nexo entre Juana y Felipe», según la historiadora. Sin embargo, ni siquiera el nacimiento del bebé consiguió alegrar el espíritu sombrío de su madre, cuya estancia en Torquemada estuvo rodeada por la locura.
Instaló el cadáver de su esposo en la iglesia de Santa Eulalia y dispuso soldados armados a su alrededor para que lo guardaran día y noche. El acceso de cualquier mujer en el templo estaba totalmente prohibido y se celebraban misas diarias «con la misma pompa que si acabara de morir», según relató Pedro Mártir de Anglería, cronista de la época.
Esta perturbadora estancia, que se prolongó hasta el mes de abril, dejó mella entre los vecinos de la villa, quienes tuvieron que alojar y alimentar a los cortesanos de la reina, tal y como cuenta el investigador Miguel Ángel Zalama en su libro "Vida Cotidiana y Arte en el Palacio de la Reina Juana I en Tordesillas". Finalmente, la reina se vio obligada a dejar la localidad ante la llegada de la peste y la insistencia de los Grandes del Reino, que temían por su salud.
 
 
El autor, junto al monumento a Catalina, la Torquemadina, en Torquemada
Criada en Tordesillas, la futura reina Catalina, nacida en Torquemada, de ahí, lo de "Torquemadina", fue criada por su madre en la austeridad y soledad de Tordesillas. «Tuvo una infancia tranquila, alejada de cualquier contacto con la Corte, lo que favoreció que creciera sin estrés ni obligaciones, como sucedía con otras princesas. Además, Catalina no tuvo que soportar el carácter rudo y frío de su hermano mayor, Carlos V, quien utilizó y manipuló a las mujeres de su familia», apunta Annemarie Jordan.
Su aislamiento no impidió que recibiera una educación regia, pues Juana jugó un papel fundamental en el desarrollo de la infanta, la única de sus seis hijos que convivió con ella. La joven princesa hablaba latín y griego, bordaba y tocaba el órgano. «Estoy convencida de que la educación que recibió por parte de su madre fue lo que la convirtió en una reina tan exitosa políticamente. Si Juana hubiera estado realmente loca, Catalina no habría tenido ese carácter tan estable», sentencia sin ningún atisbo de duda esta investigadora, que considera que Juana simplemente padecía depresión.
Annemarie Jordan suele definir a Catalina como "una reina astuta, mujer de Estado y política por derecho propio". Unas cualidades que demostró siendo casi una niña, cuando tuvo que posicionarse en el conflicto de los comuneros, manipulada por su hermano Carlos. «Él se sentía culpable por haberle robado el poder a Juana y tenía la paranoia de que su madre trataría de recuperar el trono. Por ello, obligó a Catalina a confesar por escrito que no tenía nada que ver con los Comuneros, ni había cometido ningún acto de traición», detalla.
Pese a ello, la joven princesa siguió sirviendo a su hermano con lealtad, como era propio de los Habsburgo, y acató su decisión de casarse en 1525 con Juan III de Portugal, un matrimonio que garantizaba la estabilidad política en la península.
Catalina, que no tuvo problemas para adaptarse a la corona portuguesa, acumuló un gran poder y autoridad, pues gozaba de la plena confianza de su marido. «Estaba autorizada a participar en los consejos reales y solía ayudar a su esposo a tomar decisiones de Estado. Su destreza política en la corte lisboeta fue única en las monarquías renacentistas, y jamás abusó de su poder», afirma la investigadora americana.
La monarca torquemadina se ocupó de mantener vivos los lazos entre las cortes de los Habsburgo -España, Flandes y Austria-, así como de trazar relaciones diplomáticas con otras monarquías.
Sin embargo, la continuidad de los Habsburgo en el poder portugués peligraba. Los nueve hijos de Catalina, de los cuales cinco eran varones, fallecieron.
El futuro de la dinastía Avis se vio comprometido en 1557, cuando fallecía el rey Juan III tan sólo tres años después de la muerte del último príncipe. «Catalina sufrió mucho esta pérdida, pero su actitud estoica favoreció el mantenimiento de la paz y la estabilidad, pues ella asumió la regencia para proteger los intereses de la corona hasta 1562, cuando su nieto Sebastián le tomó el relevo», afirma Jordan.
En 1488, los mismos lugares y otros de la misma merindad pagaban a María de Castañeda, cierta cantidad de maravedíes. Ésta tomó el hábito como Comendadora del Real Monasterio de Frailas Comendadoras de la Orden de Santiago de Santa Eufemia de Cozuelos o Cozollos - provincia de Palencia-, dejando el mayorazgo a su sobrino.
Los Castañeda, se consideraron muy vinculados a los Zúñiga y a los Velasco, de Baltanás.
En 1484, en 4 de febrero según documento (AGS. Sello. fol. 56), Bernardino Pérez de Sarmiento, Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia, este título se lo otorgó Enrique II, en 1442, a su antepasado Pedro Ruiz Sarmiento y era el que le daba realmente el poder.
Tenía la villa de Hornillos de Cerrato, como herencia. Tuvo problemas con los vecinos y por ello le reprimió el Rey. Ésta villa arrendó los términos de Valdecañas de Yuso, que sembró, pero luego fueron alquilados a Alfonso Enriquez (Almirante de Castilla), que tomó posesión inmediata de los mismos. El nuevo arrendamiento no causaba efecto hasta que se hubiera recogido la cosecha del primero.
Bernardino, era hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Casó con María Pimentel y Castro. Ella adujo malos tratos para separarse de el. Murió en 1522.
A primeros del siglo XVI, Valdecañas figuraba entre los bienes aportados por Teresa Sarmiento, hija del Conde de Santa Marta, en su matrimonio con Pedro Acuña «el Viejo», segundo Señor de Villaviudas.
Según el inventario de bienes de la dote, incluían, casas, molinos, ovejas y heredades del lugar de Valdecañas. También aportó casa y vasallos de Baltanás. La dote se evaluó en más de 2.500.000 mrs.
Pedro Acuña, se volvió a casar en segundas nupcias con María de Robles. En 1543, Diego Acuña, «el gran cortesano», pariente de Pedro «el Viejo», era caballero de la Orden de Santiago y para que nos hagamos una idea de como se criticaba a los aristócratas, este es un ejemplo de texto satírico de la época: "A ti, Fray Diego de Acuña, que eres medio bachiller, que puedes muy bien hacer, el testamento en una uña."
A mitad de éste siglo, se construyó en Valdecañas la "Casa del Cordón", de estilo plateresco, que nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio.
 
 
Casa del Cordón
Durante 1516 la iglesia, pertenecía al arciprestazgo de Palenzuela, figuraba en el «apeo» de los señoríos de los prelados burgaleses, realizado por mandato del obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca (1514-1524) y también la ermita de Nuestra Señora, la Virgen del Campo.
Durante esta época, los Enríquez, Almirantes de Castilla, recibían los tercios de la villa de Palenzuela y de su tierra, en la Mesa de Valdecañas. El término de Valdecañuelas lo sembraban los de Torquemada, Hornillos de Cerrato y los de Valdecañas.
También se cree que por esos días, «El Castillo» podría haber estado en uso hasta que en 1516 se despoblaron los poblados de Villovayo y Roblecinto, anejos al mismo.
 
 
Ermita de la Virgen del Campo
La ermita de Nuestra Señora, la Virgen del Campo se construyó en el siglo XVI y en el siglo XVII, construyeron la actual iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, de estilo barroco, edificada quizás sobre el solar que ocupaba la iglesia anterior.
Existían 6 Cofradías. La del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora, la Virgen del Campo -en honor a la patrona del municipio- y la de San Nicolás de Bari -patrono de la villa-.
En 1675, Valdecañas era señorío del Almirante de Castilla, Enriquez, señor de Palenzuela, y contaba con 50 vecinos.
Por entonces la villa, poseía cinco templos. La Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y las ermitas de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, San Lorenzo, Santa Ana y La Magdalena.
También existía un hospital, con dos camas, cuyos gastos eran sufragados por el Concejo. Cursó en este año visita el Obispo, que participaba en el octavo de los diezmos.
En 1702, las ermitas de La Magdalena y la de Santa María de Cañuelas, se hallaban en ruinas y la población era de 36 vecinos.
En 1752, cuando se llamaba Baldecanas de Arriva, era villa de señorío del Partido de Palenzuela en la provincia de Valladolid, con alcaldes ordinarios.
Sobre la pertenencia de dicho señorío había pleito pendiente entre la Duquesa de Alba y la Condesa de Benavente. Por los señores del Real Consejo, le había sido encargada la administración de la villa, quien percibía de la misma, por razón de alcabalas, solamente dos cántaros de miel y 300 maravedíes en dinero.
Además pagaban en las «Reales Arcas de Valladolid», 144 reales por esta razón. Las autoridades civiles de la villa eran Gaspar Martín y Andrés Belasco, Alcaldes Ordinarios. La autoridad eclesiástica de la villa era Manuel Prieto Martín, cura de la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari y el pueblo contaba por entonces con 66 vecinos, 86 casas habitables y 3 arruinadas que no pagaban al dueño tributo alguno.
El término de la villa comprendía 2.500 «obradas» de terreno. Los ingresos anuales que ésta percibía por los bienes propios del Común, ascendían a 509 reales.
Había también un molino harinero que pertenecía a Pedro Montoya -residente en San Cebrián de Buena Madre- y 28 colmenas diseminadas por el campo.
En 1779, Valdecañas pertenecía al Partido de Palenzuela de la Provincia de Valladolid, situado entre las provincias de Palencia y Burgos.
En 1783, una gran epidemia que se produjo por las aguas estancadas después de una inundación ocasionada por el desbordamiento de sus dos arroyos, diezmó la población del pueblo a 30 vecinos de los 110 con los que contaba. El Arzobispo de Burgos, Arellano, intervino para remediar en lo posible dicha calamidad pública. Por esta época se produjo otro hecho luctuoso, un rayo caído en el municipio, mató a varios niños que se encontraban juntos, los supervivientes se refugiaron en la iglesia.
En 1785, Val de Cañas era villa de señorío secular del Partido de Palenzuela en la Provincia de Valladolid, con Alcalde Pedáneo. Como se puede comprobar por los datos enunciados, las familias importantes que tradicionalmente han tenido su señorío e importancia a lo largo de cientos de años en la comarca cerrateña, que incluye Valdecañas de Cerrato, han sido pocas y con una estrecha relación en muchos casos, familiar, de casamiento o unión de conveniencia.
Con el tiempo, su relación con la comarca se ha ido perdiendo, anulando en parte su personalidad histórica. Lo que está también demostrado, es la importancia que tenían en sus respectivas épocas estos linajes, los Sandoval, los Castañeda, los Sarmiento, los Pimentel, los Zúñiga, los Velasco, los Alba, los Lara y los Vizcaya, que contaron entre sus propiedades y heredades, a un pueblo con historia... Valdecañas de Cerrato, la antigua "Val de Cannas".
 
 
FUNDACIÓN OBRA PÍA DE TEVAR
Tomás González Tevar, (quiero dejar claro que el apellido puede ser escrito y hay documentos que así lo demuestran, como Tevar o Tebar. Yo me inclino por la primera, Tevar) fue una gran personalidad, una más de las vinculadas a Valdecañas de Cerrato.
Nacido en Valdecañas de Cerrato, fue "racionero o racionario" - que en términos jurídicos es el que asesora al Obispo; era quien llevaba y lleva las cuentas y distribuye las raciones en una catedral o colegiata - en el caso de Don Tomás, de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y además, Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición.
 
 
Mezquita Catedral de Córdoba
En la época en que Tomás González Tevar creó la fundación, era Obispo de Córdoba el vallisoletano Antonio Valdés Herrera (Valladolid 1578-Córdoba 1657).
Desde antiguo, existe una relación entre el Cerrato y Andalucía, más concretamente, con Córdoba.
Parece ser que vasallos cerrateños reclutados para luchar en la Reconquista, a las órdenes de sus señores, terminaron instalándose en la zona al finiquitar su épica lucha.
Existen muchas evidencias sobre estas circunstancias, es más en algún otro aoartado podré concretar más sobre esta "relación" Cerrato-Cordobesa.
Por estos tiempos, se fundaron gran cantidad de fundaciones, cuya función era la de garantizar donaciones, dotes y mandas testamentarias. Con las mandas eclesiásticas *, se aseguraban las misas y oraciones previstas por los fundadores, sine die. Todo el sistema garantizaba el prestigio social de sus privilegiados mentores.
La influencia y el poder eclesiástico eran enormes entonces y es en ese contexto en el que el Racionero y Comisionado de la Inquisición, Tomás González Tevar, se dispone a fundar la "Obra Pía" en Valdecañas de Cerrato.
En Valdecañas de Cerrato, como en el resto de los villorrios de la zona, la dignidad religiosa que ostentaba el clero, era entonces una condición social muy extendida y considerada de alta estima dentro de los vecinos, es por ello que se entiende que en muchos pueblos cerrateños, los pudientes, crearan fundaciones para su pretendida satisfacción a perpetuidad, en pro de su Fe.
El fundó e impulsó la Fundación Cultural "Obra Pía de Tevar" y la fechó el 1 de octubre de 1660, dotándola de rentas de distintas localidades, como Tabanera de Cerrato, Valdecañas de Cerrato, Villahan y Dueñas, donde tenía propiedades.
En la época en que Tomás González Tevar fundó la "Obra Pía de Tevar", Valdecañas era señorío del Almirante de Castilla, Enriquez, Señor de Palenzuela y contaba con 50 vecinos.
Felipe IV
Reinaba Felipe IV (1605-1665) y en España, en el siglo XVII, se vive un esplendor en todos los aspectos sin precedentes, que permite desligarse de las ataduras provenientes de la Edad Media, aunque la influencia eclesiástica en la sociedad era de una gran importancia.
Por entonces la villa de Valdecañas, se denominaba Baldecanas de Arriva y poseía cinco templos, a saber, la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari , recién construido sobre otro del siglo XII, de estilo románico y las ermitas de Nuestra Señora la Virgen del Campo, San Lorenzo, Santa Ana y la Magdalena.
En Valdecañas existían seis cofradías, la del Santísimo, la Vera Cruz, la de Animas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora la Virgen del Campo, patrona del municipio y la de San Nicolás de Bari, patrono de la villa.
También existía un hospital, con dos camas, cuyos gastos eran sufragados por el Concejo Municipal *.
Ya existía la Casa del Cordón, una construcción de estilo plateresco, que nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio y mandada construir por Dª Mencia de Mendoza y Figueroa, esposa de don Pedro Fernández de Velasco, VI Condestable de Castilla, que era muy devota de San Francisco y por ello mandó esculpir el cordón franciscano en la fachada.
Por cierto, que este edificio tan histórico y singular, se encuentra en un lamentable estado de conservación y sería interesante ver la viabilidad de "recuperarlo" con la anuencia de las instituciones provinciales y regionales, incluidas como no, las eclesiásticas, actuales propietarias.
 
 
Casa del Cordón
En 1675 cursó visita el Obispo, que participaba en el octavo de los diezmos *.
En 1752, las ermitas de La Magdalena y la de Santa María de Cañuelas, se hallaban en ruinas y la población de Valdecañas era de 36 vecinos.
En 1752, Baldecanas, después Valdecañas, era villa de señorío del Partido de Palenzuela, perteneciente entonces a la provincia de Valladolid, situado entre las provincias de Palencia y Burgos y tenía Alcaldes ordinarios.
Esta localización, indica que Valdecañas en algún momento histórico perteneció a la provincia de Valladolid.
El término de la villa comprendía 2.500 obradas * de terreno. Los ingresos anuales que esta percibía por los bienes propios del Común *, ascendían a 509 reales *.
En Valdecañas o Baldecanas había también un molino harinero y docenas de colmenas diseminadas por el campo, producto de alto valor comercial, que incluso servía para pagar alcabalas *.
Resulta que por aquella época, existía un pleito sobre la pertenencia de dicho señorío entre la Duquesa de Alba y la Condesa de Benavente.
Volviendo a lo que nos ocupa, la Fundación "Obra Pía de Tevar", su mentor Tomás González Tevar, ordenó que las rentas entrasen en arca de tres llaves *, que tiene hecha y declarada en la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, instituyendo tres Patronos Administradores Perpetuos, también denominados Oficiales del Concejo.
 
 
Escudo de los Tevar en la Ermita de la Virgen del Campo
 
 
Entre los fines de la Fundación "valdecañesa", podemos enumerar los siguientes:
"Misas. Dotes para dos huérfanas cada año. Que hubiese un maestro de Escuela. Que se diesen ayudas para dos personas del pueblo que pudiesen obtener estudios universitarios, siendo preferentes sus familiares."
Cuando se creó, la Fundación contaba con una renta de 105.261 maravedíes al año, que en el año 1940 quedó reducida a un nominal de 2.465 pesetas.
En aquella época, existían ya varias universidades en España, entre otras, las de Palencia, Valladolid (1346) y Salamanca (1218), de sobrado y reconocido prestigio. La de Palencia (1208) que cumple ahora 800 años comoEstudio General Universitas Palentina, fue la primera universidad de España.
En el B.O.E. del Estado, nº 15, de 18 de enero de 1965, se publicó mediante una orden ministerial, por acuerdo de la Dirección General de Beneficiencia y Obras Sociales, de 16 de octubre de 1962, por la que se clasificó y se procedió a la incoación del expediente de refundición de las 23 fundaciones, como de beneficiencia particular la "Agregación de Fundaciones de la Provincia de Palencia", en la que se incluyó a la Fundación "Obra Pía de Tebar".
Desde 1982, depende de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia y sus fines, debido a la falta de recursos, han quedado reducidos a la celebración de la Fiesta del Santísimo Sacramento y a las Misas, es decir, las mandas eclesiásticas * que recibe todos los años el párroco.
Aclaración de conceptos :
* Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición. Representante del Obispo. La Inquisición Española (1478-1821), estaba bajo control de la monarquía.
* El Señorío. Institución propia de la Edad Media y Moderna en España, similar al "feudo". Se trata de una donación hereditaria de tierras y vasallos que pervivió hasta el siglo XIX.
* Concejo Municipal. Órgano que compone junto al Alcalde, un municipio. Asamblea de Vecinos en los reinos cristianos de la Alta Edad Media.
* Diezmo. Es un impuesto principalmente para la "planta eclesiástica" del 10%, que se debía satisfacer también a diferentes estamentos, monárquicos, señoríos. Los ingresos se realizaban en especies, que eran recogidos por un "colector" y se entregaban a los párrocos, abades y obispos. Se suprimieron como tal en 1837.
* Obrada. Medida tradicional castellana, equivalente a 4.000 m2. Dos obradas y media equivalen a una hectarea, 10.000 m2.
* El Común Municipal. También llamado "procomún" o "bien comunal", se entiende por aquellos bienes, recursos o cosas, cuyos derechos de explotación pertenecen a un grupo, por ejemplo a los vecinos de un municipio.
* Real. Moneda de plata que data del siglo XIV, en el Reino de Castilla.
* Alcabalas. Fue el impuesto más importante en la Corona de Castilla, a diferencia del diezmo, estas se producían para la Hacienda Real.
* Arca de Tres Llaves. Lugar donde se depositaban documentos y otros, custodiado por Oficiales del Concejo, Patronos Administradores.
* Dote. Patrimonio que la futura esposa o sus mentores, entregan al novio.
* Maravedies. Antigua moneda de cobre española, utilizada hasta el siglo XIX.
* Mandas Eclesiásticas. Encargos que garantizaban las misas y oraciones, por los donantes.
 
 
EDAD CONTEMPORANEA
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los parajes y la villa sirvieron de refugio a los guerrilleros castellanos.
Entre las fuerzas guerrilleras que más se distinguieron en esta zona, figuraba el valeroso Andrés Puertas que por el año 1809, sorprendió a un convoy de tabaco que llevaban para el gobernador de Madrid, por el Camino Real entre Burgos y Valladolid, y lo cedió para socorro de los pueblos de alrededor.
En 1810, hizo en el mismo camino 33 prisioneros de caballería. En 1811 y 1812, fueron repetidos sus ataques hasta que salió gravemente herido en el puente de Reinoso de Cerrato.
El vecindario de Valdecañas siempre le abasteció y le auxilió en las maniobras de guerra. Posteriormente, Andrés Puertas, a la sazón Comandante de Infantería, se presenta como un entusiasta defensor del liberalismo.
 
 
Guerrillero
En 1828, Val de Cañas, era villa secular del Partido de Tierra de Campos, en la Provincia de Palencia, con Alcalde Pedáneo. En lo eclesiástico, seguía perteneciendo al arzobispado de Burgos y poseía una parroquia y una ermita.
Su población era de 80 vecinos (226 habitantes). Por entonces los despoblados de Villarmiro y Villobaga (Villobayo) eran colindantes.
En 1842, según el "Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz, en Valdecañas había 43 vecinos, 234 habitantes. En el término existían montes de leña baja y hojarasca, con algunas talayas.
En 1849, Valdecañas era villa con ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás de Cerrato.
 
 
Baltanás, capital histórica del Cerrato
En lo eclesiástico seguía perteneciendo a la Archidiócesis de Burgos y subsistían la actual Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari y la ermita de la Virgen del Campo.
Contaba con 45 vecinos (235 habitantes), 48 casas, una escuela de instrucción primaría con 20 niños y un molino harinero, construido en piedra de sillería, movido por las aguas del arroyo del Castillo. Con anterioridad, hubo 2 molinos. En el pueblo había al menos 5 hornos de panadería. Existían 2 fuentes manantiales para surtido de los vecinos: una, a la entrada del pueblo y, otra, al sur, a medio cuarto de legua. Dentro de esta villa, había parajes poblados de mata baja de roble y encina.
En el Cerrato y por lógica en Valdecañas, a mediados del siglo XIX, cuando la unidad familiar no podía con su capacidad de trabajo, explotar unas tierras que por su extensión les superaba, acudían al mercado de trabajo rural, como contratantes de trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trataba de minifundios, era una situación agrosocial de pequeños campesinos, que no tenían otra posibilidad, cuando la explotación no cubría las necesidades familiares, que ampliarla o concurrir temporalmente al mercado de trabajo como asalariado.
Esta fue una de las razones que motivaron el éxodo a las grandes ciudades en busca de un trabajo mejor remunerado. La distribución en la comarca del Cerrato en 1930, era de 8,88 hectáreas por propietario, mientras en Andalucía occidental era de 24,27 hectáreas.
La realidad era que en Castilla la Vieja, se cultivaba más cantidad de tierra que en Andalucía, en Castilla la Nueva o en La Mancha. El cultivo de cereales ocupaba el 92,9% de la superficie cultivada de secano. (Fuente: Dirección General de Propiedades. Memoria de 1930).
Hacia 1894, los Padres Paúles estuvieron misionando la comarca a través de las Misiones Populares y recorrieron Valdecañas de Cerrato. Tras la Restauración política de 1875, la Congregación recuperó las Casas-Misión en la zona, y su actividad fue notoria.
 
 
Cruz misional "Paulina"
Estas actuaciones terminaron con el advenimiento de la II República y posterior Guerra Civil española, recuperándose su actividad al final de la misma. Las "Misiones Populares", tenían otras funciones que desempeñar: los "Ejercicios Espirituales", atención a los Seminaristas, Confesiones, etc.
Hasta el siglo XX, lo normal era la existencia de una "bina", o terna de misioneros que se dedicaban a recorrer los pueblos misionándolos, Valdecañas fue uno de ellos.
En 1900, la población de derecho era de 347 habitantes. 176 hombres y 171 mujeres. Transeúntes, 9.
En 1907, en las elecciones a Diputados a Cortes, salió elegido por el distrito de Astudillo, al que pertenecía Valdecañas de Cerrato, D. Isaac Manrique Castrillo, del Partido Liberal-Conservador, con 4.508 votos. Su domicilio en Madrid: Hotel Imperial.
Anomalías: En Valdecañas hubo anomalías en el recuento, pues se duplicaron el acta y la certificación.
En 1930, la población de derecho, era de 431 habitantes y existían 186 edificios y 118 albergues.
Por estas fechas, hubo un párroco en Valdecañas de Cerrato, llamado Teófilo Velasco Barcenilla, vinculado a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS. Juan Aparicio, periodista amigo de Ramiro, cita a Teófilo Velasco al referirse al manifiesto escrito por Ledesma Ramos, "La Conquista del Estado": "Así "La Conquista del Estado", resulta la obra personal de un solo hombre, Ledesma, porque ni mis artículos, inflamados por un lirismo casi religioso, ni la prosa desenfadada de Giménez Caballero, ni el clamor rural que nos comunicó Teófilo Velasco, el párroco de Valdecañas de Cerrato, ni las... "
Velasco, escribió en 1949, "El Orfismo (Una religión de Grecia)". Murió en Burgos, en el Seminario San José, en 1994.
La guerra civil española comenzó el 17 de julio de 1936. En Valdecañas, durante la guerra civil, la vida discurrió más o menos así... Algunas personas, como sabían que iban a ir a buscarles para que fueran a luchar a la guerra, se escondían en el boquete o en la chimenea.
Los niños tenían que trabajar en el campo desde muy pequeños porque su padre tenía que ir a la guerra.
A algunos vecinos les ocurrió algo parecido a esta situación, cuando terminaron la mili y regresaron al pueblo, el ayuntamiento les avisó de que habían recibido una carta diciendo que tenían que presentarse en el lugar indicado, para incorporarse al ejército nacional para ir a la guerra, donde más de uno resultaron heridos y otros los menos, muertos.
A otros vecinos de Valdecañas, por ser de otro bando, vinieron los soldados y se los llevaron para interrogarles, pero luego les devolvieron a su pueblo. A varios les hirieron durante la guerra en Teruel. Murieron muchas personas.
En Valdecañas de Cerrato, al lado del cementerio viejo hay una placa de piedra donde aparecen los nombres de las personas de esta localidad que murieron en la guerra. La guerra acabó el 1 de abril de 1939 con el resultado de la victoria del bando nacional.
En la posguerra, la gente empezó a carecer de alimentos y pasaba hambre, y por eso hicieron las cartillas de racionamiento para que todas las familias pudieran ir a las tiendas a recoger las pequeñas cantidades de comida que tenían adjudicadas. Si tenías mucha comida, la fiscalía venía a requisártela, por eso muchas familias tenían que esconder la comida en sus casas. Lo pasaron muy mal, por eso la gente tenía que ir a escondidas al molino a moler el trigo, de dónde salía la harina y con ella hacían el pan.
Otras personas molían de noche el trigo en los desvanes sin hacer ruido con unas máquinas que ellos mismos tenían. Ambos tenían que hacerlo con mucho cuidado porque si les pillaban se lo requisaban. Otras personas escondían la comida en la cuadra o en el pozo.
También había gente que se dedicaba al estraperlo, como tenían de todo (perfumes, comida, joyas, etc), hacían negocios con la gente que más dinero tenía.
En 1955, esta villa en lo eclesiástico, dejó de pertenecer a la Archidiócesis de Burgos y Osma, pasando a integrar la Diócesis de Palencia. Esta divisoria oriental como consecuencia del Concordato de 1953, se adecuan las fronteras del obispado que regían desde el siglo XI, a las de la provincia civil.
Por último, en virtud del Decreto del Ministerio de la Gobernación, de fecha 21 de febrero de 1974 -B. O. E. (Boletín Oficial del Estado) del 14/3/1974-, fue aprobada la incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás, capital histórica de la comarca.
Constitución del Núcleo de Población de Valdecañas de Cerrato, perteneciente al municipio de Baltanás (Palencia), como Entidad Local Menor.
Incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia).
5395 DECRETO 647/1974. de 21 de febrero, por el que se aprueba la incorporación del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia).
El Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato adoptó acuerdo con quórum legal de solicitar la incorporación de su Municipio al limítrofe de Baltanás, ambos de la provincia de Palencia, en consideración a su reducida población y escaso presupuesto para prestar los servicios mínimos obligatorios, y por el propósito de obtener los beneficios otorgados para estos casos por la legislación vigente.
La Corporación Municipal de Baltanás, así mismo con quórum legal, acordó aceptar la incorporación.
El expediente se sustanció con arreglo a las normas de procedimiento contenidas en la Ley de Régimen Local y en el Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales. sin reclamación alguna durante el período de información pública a que estuvieron sometidos los acuerdos municipales. La Diputación Provincial y el Gobierno Civil han informado en sentido favorable y se ha demostrado en las actuaciones la realidad de los motivos invocados por el Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato, y la procedencia de la incorporación proyectada para mejorar los servicios de dicho término municipal, dándose en el caso las exigidas en el artículo catorce, en relación con el apartado d del articulo trece de la vigente Ley de Régimen Local.
En su virtud, de conformidad con los dictámenes emitidos por la Dirección General de Administración Local y Comisión Permanente del Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernación y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día quince de febrero de mil novecientos setenta y cuatro,
DISPONGO
Artículo primero.- Se aprueba la incorporación voluntaria del Municipio de Valdecañas de Cerrato al de Baltanás (Palencia). Artículo segundo.- Queda facultado el Ministerio de la Gobernación para dictar las disposiciones que pudiera exigir el cumplimiento de este Decreto. Asi lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veintiuno de febrero de mil novecientos setenta y cuatro.
FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE
El Ministro de la Gobernación. JOSE GARCIA HERNANDEZ
En la época posterior a la guerra civil, se produjo el éxodo rural, parte de la población emigró hacia capitales donde la posibilidad de trabajar fuese mayor. Por esta circunstancia, su despoblación fue muy importante, igual que en la gran mayoría de pueblos de alrededor. El sentido de la migración es desde las entidades más pequeñas en dirección a las entidades más grandes.
En 1900, el 50,8% de la población vivía en municipios de menos de 5.000 habitantes, mientras que sólo el 13,5% vivía en municipios de más de 50.000 personas.
En 1930, en la primera categoría vivía el 40,2% de los españoles, y en la segunda el 19,8%.
En 1950, sólo el 33,5% de la población vivía en localidades de menos de 5.000 habitantes, mientras que el 30,2% vivía en municipios de más de 50.000. Su economía derivaba de la agricultura y de la ganadería ovina.
Desde 1900 hasta 1950, había en Valdecañas de Cerrato 2 carnicerías, en las que se compraba con tarja, (trocito de madera donde se hacía un pique o muesca). También había una fragua, una carpintería, 3 tiendas de ultramarinos, una cantina -para vino-, 2 bares -en los que se servía café-, 2 salones de baile, un estanco y una barbería.
El pescado lo llevaba con un carro desde la estación de Torquemada, el «Hornillero» de Hornillos de Cerrato. En el 2008, todo se había reducido a un "Bar con tienda" y un "Horno de asar", Royuela.
En la actualidad, en Valdecañas existen 2 casas rurales, una de ellas, recientemente inaugurada "La Cuesta del Acedo", ( http://lacuestadelacedo.com/ ), es una magnifica edificación, con bar y restaurante, con magníficas vistas y otra, "La Cañuela", ( ). en un edificio del siglo XIX, totalmente restaurado, siguiendo las costumbres tradicionales de la zona, con materiales nobles de la propia naturaleza, piedra, madera, hierro, con fachada de piedra de sillería y remates en cerámica roja.
También había gran cantidad de bodegas con lagar. Generalmente estaban excavadas desde antaño en las laderas del Pico el Roble y se surtían de la uva de los majuelos del término, en la actualidad dentro de la D.O. Arlanza.
 
 
Bodegas en Valdecañas
Hubo épocas en que por la abundancia de vino, "ojogallo", dio origen a que sirviese de trueque para adquirir otros productos. Durante la primera semana de la vendimia no había escuela. Todo el personal iba a vendimiar. El "hacer un lagarejo" entre mozos y mozas era un retozo. El municipio contaba con cantidad de eras para la trilla, muchas de las cuales, con su caseta para ganado y aperos de la labranza.
 
 
Labores de trilla en la era
Los carros, tirados por machos y mulas, iban con grandes cestos repletos de racimos de uva de "ojogallo", de los majuelos a los lagares. Al terminar la vendimia, y elaborar el mosto, se solía transportar en carros, los ollejos de la uva, hasta "Néstor", en Torquemada, pues con ellos se elaboraba el orujo.
En aquellos años la actividad laboral en el pueblo era muy dinámica. Hombres y mujeres trabajaban duro de luna a luna en las labores de arado, de siembra y de siega. El acarreo se hacía, con carros de varas y armaje, tirados por machos, mulas y burros. En algunas épocas, también se laboreó con ganado vacuno.
La economía en Valdecañas, mayoritariamente se ha movido en torno a la agricultura de cereales en general y de la remolacha. Tiene cierta importancia, eso si, mucha menos que antaño, la derivada de la vid. También había antiguamente cierta cantidad de colmenas y su miel era muy apreciada. Es y ha sido importante como parte de la economía del municipio, la relativa a las explotaciones ganaderas, hoy muy reducidas, de ganado ovino churro.
Con la leche de estas ovejas se elabora uno de los mejores quesos de la península, denominado Queso del Cerrato. En la actualidad está aumentando la cria de ganado vacuno, después de no existir durante décadas actividad alguna en este apartado. Entre estas explotaciones, destaca una ganadería de cría importante, "La Canaleja".
El sistema de unidades de medidas, y pesos, hasta pasado la mitad del siglo XX, se media y pesaba en el sistema antiguo, por ejemplo en varas, leguas, pie castellano, cantaras, libras, quintales, obradas, celemines, arrobas, etc.
Todo o casi toda la labor en el campo, en la recolección, se hacía manualmente, hasta que un muy buen día, aparecieron en el mercado las máquinas segadoras, y trilladoras, de la marca de Vitoria, "Ajuria". Pero sobre todo, la revolución llegó con el tractor, antesala de la definitiva cosechadora, hechos que cambiaron la forma de trabajar en las labores de labranza.
En los arroyos del Castillo y el del Pozo, eran muy apreciados sus cangrejos y en época de caza, su coto alcanzó popularidad entre los cazadores procedentes del Norte de la península.
En definitiva, el cambio producido en Valdecañas de Cerrato, a lo largo de los últimos años, en lo ambiental, en lo económico y en lo industrial, tal como lo hemos podido comprobar, ha sido espectacular.
La hostelería es un hecho y se prevé un futuro muy prometedor. El sector ganadero en Valdecañas, ha sufrido una importante evolución en los últimos años en lo que se refiere a la producción, comercialización tanto ovina, como de vacuno, con especial importancia, en el acercamiento del productor al consumidor y la atención a las demandas del mercado.
 
 
VALDECAÑAS Y SU PERTENENCIA AL "ALFOZ DE PALENZUELA"
Este Alfoz, salta a la documentación en la segunda mitad del siglo XI (2-8-1052), con el nombre de Palencia: et in alfoz de Palencia, reiterándose en los decenios siguientes en el Becerro de Cardeña (10-1-1061), ...ista omnia in alfoce de Palentia que est fundata super ripa fluminis Aslanza (2-1-1069).
 
 
Palenzuela
En el Fuero de Palenzuela, similar al Fuero de Castrojeriz, otorgado por Alfonso VI, se enumeran dos series de lugares; una como "aldeas de villa", esto es, formando parte del término municipal:
"Aldee de Palenciola sunt iste: Seoguela, Tavanera, Ornejo, Villafan, Fenar, Valles, Val de Parada; la segunda serie, mucha más amplia, enumera los siguientes lugares: In el alfoz de Palençiola Comitis sunt omnes iste ville tras Pisuergam: Santus Antoninus, Quintana Sendino, Villafainvistia, Villagundrando, Quintana, Ferrera, Val de Peral, Villa odoth, Castriello Bascones, Valdecannas, Villavoyaya, Fontaniela, Villaramiro, Castellanos, Fontovielas, Ranedo, Santa María de Rivo Cortello, Tordemoronta, Piniella, Peral, Quintanilla Rovano, Villaton, Barrio de Santa María, Quintaniella Alviela, Moral cum Palençiola serviunt regi in uno."
En estos elencos solo figuran aquellos lugares que eran realengos cuando se redactaba el fuero en el reinado de Alfonso VI, esto es: aquellas villas que servían al rey con Palenzuela: cum Palenciola serviunt regi in uno.
El 30 de marzo de 1145 tiene que intervenir Alfonso VII en una disputa sobre límites entre, el Alfoz de Baltanás, el Alfoz de Palenzuela y Ruyuela, la antigua cum terra Rio Francos.
En 1206, Villafruela no era más que una granja, y será donada al monasterio de San Pelayo de Cerrato. Valdecañas de Cerrato, aparece en 19-VII-1074 en la carta de arras del Cid: in Valle de Cannas, luego conocida como Valdecañas de Suso o de Arriba; en 16-VII-1604: Valle-Kannas y antes en 31-VIII-1039 como Val de Cannas.
San Cristóbal, despoblado en el término de Valdecañas de Cerrato, a 4.000 m. al Este, cercano al término llamado El Castillo, a la izquierda y lindando con el arroyo del Castillo que procede de Pozuelo, dando frente a un cotarro donde estuvo el mencionado castillo a unos 150 m., en este pago de San Cristóbal, además de vestigios de edificaciones, se ha encontrado en el mismo un cementerio.
Valdecañas de Yuso o de Abajo. despoblado en el término de Torquemada, a 6.000 m. al Este a ambos lados de la carretera que conduce de Torquemada a Valdecañas de Cerrato o de Arriba, junto a la raya divisoria entre Torquemada y Hornillos de Cerrato, con ruinas todavía hoy bien visibles a ambos lados de la mojonera municipal. Citada en 1352 como Val de Cannas de Yuso, luego será conocida por el diminutivo Valdecañuelas.
Es muy probable que éste fuera el lugar designado en el Fuero de Palenzuela entre Villacentola y Valdecannas, como Báscones, ya que en un diploma del 31-VIII-1039 se identifica a Valdecañas con Báscones: et in Val de Cannas; id est, in Bascones y nunca se citan conjuntamente las dos Valdecañas con Báscones.
Las ermitas en la Edad Media.
 
 
Se recuerdan tres iglesias o ermitas en Valdecañuelas: San Pedro, San Juan y en medio Santa María o la Magdalena.
Valdetote, despoblado en el término de Torquemada, a 5.300 m. al Este, unos 200 m. al norte de la carretera de que conduce a Valdecañas de Cerrato y a unos 1.000 m. del despoblado de Valdecañas de Abajo, en el pago llamado hoy Valdemijo, frente al Picotote. Citado en 12-II- 1062: Annaya Rodriz de Valle de Tote . Tota, es nombre de persona.
Villaboyaya, despoblado en el término de Valdecañas de Cerrato, a 4.000 m. al Este, en la ribera izquierda del arroyo Castillo, donde se han encontrado las ruinas y el cementerio del poblado en las proximidades de la ermita de Santa Ana. El nombre es citado en el Fuero de Palenzuela como Villavovoya, derivado de villa Abo Yahya, nombre mozárabe.
Villamiro, despoblado en el término de Tabanera de Cerrato, lindando con el camino de Tabanera a Antigüedad, cuando este camino alcanza a lindar con la jurisdicción de Valdecañas, a unos 1.200 m. al Oeste del actual caserío de Villarmiro. Todavía queda en el lugar algún muro que es conocido como Paredón de Villarmiro. Citado en el Fuero de Palenzuela, significando la villa de Felmiro, nombre de persona.
 
 
Lugar donde posiblemente estuvo el castillo de Valdecañas y el valle
San Sebastián, otro despoblado señalado en 1709 como San Sebastián ,en Valdecañas de Cerrato, es desconocido en este lugar; en cambio en Tabanera se encuentra en su iglesia una vieja talla de madera de San Sebastián, que muy bien pudiera haber sido traída del despoblado próximo a Ornejo, que sería por otro nombre designado como San Sebastián.
En 24-I-1475, figuran entre los pueblos de la Merindad de Cerrato como poblados 12 lugares, entre ellos: Villovaya, Valdecañas de Yuso.
 
 
VIDA Y COSTUMBRES VALDECAÑESAS
Las casas generalmente se han construido, en la parte baja de la fachada, con piedra y el resto hasta el tejado, con adobe.
La planta baja contiene la cocina, gloria -estancia como una sala, que se calentaba a modo de hipocausto con paja-, donde se reunían los residentes, y la cuadra -hoy, la cuadra ha desaparecido por falta de ganado de tiro para la labranza-, a la que accedían los animales de tiro, en muchas ocasiones, por el zaguán. La superior era para los dormitorios y alcobas. En lo más alto, siempre existía el desván, para guardar el grano y otros materiales.
También tenían las casas un corral, que venía a constituir una especie de granja para los animales propios -gallinas, conejos, cerdos, etc- con cochineras y gallineros. El estiércol que se generaba en las cuadras y en los corrales, se utilizaba como abono natural para los campos sembrados. Hoy los corrales se han transformado en la mayoría de los casos, en patios ajardinados.
 
 
Valdecañas de Cerrato
El achicamiento del casco urbano viene compensado con el hecho de que cada vivienda aparte de tener corral y pajar, algunas cuentan con un huerto, sito en el valle del Castillo. La reducción del casco urbano ha acoplado al hombre con sus casas, sus bodegas y el huerto.
Esa compenetración entre el medio urbano y el rural, es lo que sugiere la idea de lo patriarcal. Hay aspectos que lo avalan. Los enlaces de familias han creado lazos de parentesco cercano y diversificaciones dentro o arrancando del mismo tronco, generalmente de la misma localidad. Por esa causa, pudiera apreciarse una endogamia marcada.
Antaño las mujeres al acudir a la iglesia, llevaban puesta una mantilla o velo, por costumbre. El negro como luto en los vestidos femeninos era de riguroso cumplimiento, a veces durante años, por respeto al familiar difunto.
Los domingos, al salir de misa, se creaban los «corrillos» de amigos para comentar los temas de actualidad municipal. Después de la misa, los varones solían ir a las bodegas para tomar el aperitivo, siendo éstas desde antaño el lugar de reunión por excelencia. Al atardecer, también se reunían las cuadrillas en las bodegas. Se hablaba y cantaba y siempre había un algo sólido para merendar acompañando al vinillo de la tierra.
Del vinillo, autóctono, se decía que no pegaba, pero entonaba. Aunque el menú estrella desde siempre ha sido las chuletillas de lechazo asadas en la parrilla, con lumbre hecha con manojos de los majuelos, no nos podemos olvidar de las diferentes tortillas, los chorizos caseros, las “latillas” y porqué no, las arenques.
Los varones, solían jugar a los naipes o dominó en el "Café de la Sofía". Otro de los juegos tradicionales, era el de los Bolos, al que eran muy aficionadas la mujeres, que chillaban o bailaban los bolos. También se jugaba a la Chana o morrillo y a la Tanga.
En el salón de baile, con ambigú, siempre, las mujeres a un lado y los hombres a otro. Los mozos, iban a correrla, y a rondar a las mozas.
Siempre ha sido tradición, subir al Pico del Roble o Piyayo durante la función para tomar chocolate de madrugada. En primavera los chiguitos se juntaban para ir a buscar nidos de pigazo y huevos de perdiz. Jugaban a los «cartones» o al «inque», o a las «gallaritas». Las niñas, jugaban a saltar con la “soga” y a “pillar”.
Juegos :
También les gustaba hacer «lagarejos» -pintar con el extracto de la uva-, y bañarse en el arroyo, en el agua acumulada por alguna presa hecha por ellos. Otra de las «diversiones» de la época era ir a ver llegar al pueblo y partir, el coche de línea.
En verano también solían ir a espigar, hacían «gallos» -ramilletes de espigas de trigo- que utilizaban para con el grano, echar de comer a las gallinas en las casas.
Las mujeres que siempre colaboraban de igual a igual con sus maridos en las labores de labranza, solían reunirse en pocas ocasiones. Una de ellas era cuando llegaba el «pescatero», o el carro del vendedor de telas. Otra ocasión solía ser, en el arroyo a la hora de ir a lavar los enseres de cocina, que se hacía con arena a modo de estropajo y jabón, el cual se fabricaba en casa con grasas de cerdo, aceite y sosa cáustica.
 
 
Valdecañeses
En la vestimenta tradicional, la mujer antiguamente portaba chambras blancas de lino y sobre ellas, corpiños de paño sin mangas. Sobre los hombros, un mantón de merino, con dibujos. Sobre la cadera, el pelele y enagua de lienzo. Dos faldas, la bajera de estameña en colores. La encimera de merinillo, muy amplia y también en colores más oscuros. La largura era tobillera. Medias de algodón o lana.
La cabeza con el pelo recogido, se cubría con pañuelo de algodón. Los zapatos eran abotinados con un poco de tacón.
La vestimenta típica del varón, sin ser la de la época anteriormente tratada, desde antiguo ha sido, la chaqueta y pantalón con pinzas y vueltas, de pana color miel o negro, que a veces se acompañaba de chaleco. La camisa, era blanca, de manga larga, abotonada y sin cuello. En la mayoría de los casos, la confección se realizaba por alguna mujer de la casa.
El calzado, básicamente solía ser un par de botas. Para cubrir la cabeza usaban boina de color negro. En la mujer, casi siempre el vestido era de color oscuro, con calcetines por encima de las rodillas de color negro. A veces para trabajar en el campo, se ponían una bata, y pañuelo o sombrero de paja a la cabeza. Calzaban a diario, zapatillas.
Existía un “pregonero“, que sonaba y cantaba los actos y los anunciaba por todo el pueblo ayudándose con una «cornetilla».
 
 
Pregonero
En el municipio siempre ha habido verdaderas familias de pastores como los Bravo-Trimiño y los Aquilino, entre otras, dedicadas al pastoreo de ovejas y cabras. Hoy en día, los pastores son verdaderos empresarios ganaderos. Su destreza y habilidad para cazar liebres y conejos lanzando la cachava eran notorias, también eran diestros lanzando cantos.
Eran muy hábiles en construir instrumentos a mano y musicales, con que se entretenían sus largas horas de soledad. Sus mejores amigos y colaboradores eran sus perros y el burro.
En el campo se cobijaban en chozas o cabañas de piedra construidas al lado de los corrales, donde encerraban al rebaño -actualmente quedan algunas pocas diseminadas por el terreno-.
La división de términos se hacía mediante montones de piedras llamados majanos, que los pastores usaban para resguardarse del frío. Como curiosidad, a mediados del siglo XX, el calzado de los pastores, eran unas abarcas hechas por ellos mismos, con recortes de neumáticos de ruedas.
Antaño, las labores de labranza en verano, consistían en un periodo de tiempo que comprendía la siega, la recogida de la mies, la trilla del cereal y la guarda en la panera, y se le denominaba hacer el verano. Comprendía desde la fiesta de San Pedro, en junio, y terminaba para la función de la Patrona, en septiembre.
La actividad era febril en todo el campo y en las zonas de las eras. Los carros iban y venían con su carga de cereal. Los “agosteros”, se levantaban de madrugada y no paraban hasta después de comer, un poco de siesta y vuelta al trabajo, hasta bien entrada la noche. Era un trabajo duro, comunitario, donde todo el mundo participaba en las labores.
 
 
En la siega Pastoreando
 
 
Vendimiando
Lo mismo pasaba con la otra actividad anual importante, la vendimia. Todos cooperaban en el trabajo de recoger la uva y llevándola al lagar para pisándola, extraer el mosto con el que hacer el vinillo valdecañes. Estas se realizaban con la ayuda inestimable de ganado equino -mulos, machos, burros-, también hubo épocas en las que se laboró con bueyes.
De entre éstos destaca uno en especial, "Jardo", buey que fue tristemente famoso por los años 50.
También era común sembrar ajos, patatas, lentejas, garbanzos para el consumo familiar durante todo el año.
En el 2008, algunos campesinos continúan criando ganado vacuno, en el término. Una ganadería importante es la de "La Canaleja".
Las estaciones de ferrocarril más cercanas, fueron la de Torquemada, a unos 12 kilómetros, y la de Quintana del Puente a unos 20. Antiguamente tenía parada regular el autobús.
La estación de Torquemada, siempre fue la "estación" de los viajeros de Renfe de Valdecañas de Cerrato, a los que daban servicio de aproximación o lanzadera, varios taxistas de Baltanás.
Era la puerta de salida más importante para los que querían desplazarse de su querido pueblo a las capitales, del País Vasco, Cataluña o Madrid, principalmente.
Luego era el destino de regreso y reencuentro para pasar vacaciones, unos días con la familia, disfrutar de las fiestas ...
 
 
La estación de Torquemada, hace años La estación de Torquemada, en la actualidad
El medio de locomoción más usual fue hasta muy entrada la segunda mitad del siglo pasado, el carro tirado por ganado caballar, e incluso los burros.
A mediados del siglo XX, las infraestructuras tales como las carreteras, sufrieron una auténtica renovación. Se hizo la de Torquemada y se habilitaron los caminos de la concentración parcelaria. Los sonidos habituales, aparte de los trinos de los pájaros y el canto de los grillos en los campos y ranas en los arroyos, eran el traqueteo de los carros y los validos de las ovejas. Por las mañanas no podían faltar los cantos de los gallos.
Por causas que no a todos gustaron, un buen día los viejos árboles situados en las cunetas de la carretera de Baltanás, a la entrada del pueblo, los talaron, perdiendo con ello una imagen tradicional. Actualmente y como seña de los tiempos que corren, desde hace poco tiempo podemos ver en los páramos cercanos de Hornillos y de Baltanás, los enormes molinos eólicos, generadores de energía eléctrica, que destacan en el horizonte buscando los vientos castellanos.
FIESTAS
Las fiestas en Valdecañas, tienen un marcado sedentarismo y arraigada religiosidad histórica. Se desenvuelven en tres vertiente.
Las Festividades de carácter religioso. Con danzas rituales o procesionales, se bailan delante de las imágenes sagradas, con el objetivo de honrar, agradecer y solicitar favores. Entre los bailes más populares están, la jota castellana y el baile corrido o de rueda.
 
 
 
 
Las Festividades del ciclo de la vida. Eran y son fiestas familiares, donde se canta y se baila. Se celebran los nacimientos, los bautizos, la mocedad, la entrada en "quintas", la boda, y el respeto a los ancianos.
Las Festividades del ciclo anual agrícola. Merecen destacarse, las matanzas y el "carnaval", en invierno. En verano, antaño se festejaba el esquileo con cantos de agosteros ligados a la gran actividad en las eras y al acarreo. El fin de la cosecha y de la vendimia, también eran motivo de fiesta.
Las fiestas patronales son: En honor de Nuestra Señora, la Virgen del Campo, el 12 de septiembre. Es tradición danzar, a la Virgen a la salida de la misa Mayor, al son de la dulzaina y el tambor. Se bailan jotas típicas, a veces bailadas hacia atrás, que las hace más difíciles. También se lanzan cohetes artificiales y últimamente a estas tradiciones se ha unido una popular caramelada. Procesión de la Virgen del Campo En los años sesenta, durante la función, solía haber festejos taurinos con novillos y partidos de fútbol entre pueblos cercanos.
La fiesta en honor del Santo Patrón, San Nicolás de Bari, es el 6 de diciembre. Con el paso del tiempo, se han perdido algunas celebraciones como, la de la Cruz de Mayo (3 de mayo), los Carnavales y sobre todo la de San Juan (24 de junio).
 
 
 
 
La fiesta de mayo era propia de los infantes, que cantaban y pedían un donativo en metálico o en especie para hacer una merienda. La letra de la canción decía: " A la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla. Esta casa sí que es casa, aquí vive el Sr. (...), que nos guarda la corona. Que viva la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla."
En la de San Juan, los protagonistas eran los mozos y mozas, y duraba siete días. Salían al atardecer con cazuelas, cencerros y esquilas, a cantar por las calles: " La mañana de San Juan que bien se jaleaba, con el zapatito blanco y la media encarnada. Me tiraste un limón, me diste en la cara, todo lo vence el amor, morena resalada. Me tiraste un limón, me diste en la frente, todo lo vence el amor, morena reluciente".
"La mañana de San Juan, lo primero que se hace, es subir al pico "el Roble", a tomar chocolate, a tomar el chocolín. Y después que lo tomamos, nos echamos a reír. Me quisiste, me olvidaste, me volviste a querer, los dos tenemos la culpa, tú primero y yo después."
Había que subir al pico para ver salir el sol al amanecer, todo terminaba con una comida juvenil de cordero asado. La fiesta perduró hasta el fin de la guerra, hacia el año 1940.
También se escuchaban las estrofas del romance del Conde Olinos, sobre todo en la primera mitad del siglo XX. " Caminaba el Conde Olinos, la mañana de San Juan, a dar agua a su caballo, a las orillas del mar. Mientras su caballo bebe, él canta dulce cantar. Mira hija como canta, la sirenita del mar. No es la sirenita, madre, la de tan dulce cantar, es la voz del Conde Olinos, que por mí penando está."
Desde Baltanás acudía una banda de músicos dulzaineros llamada Los Adrián para amenizar las verbenas. Los que no faltaban a ninguna «función», eran los almendreros.
También se celebra la fiesta de San Isidro Labrador, el 15 de mayo, patrono de los labradores.
En el municipio hay una Asociación Cultural, la Peña "El Bodegón" y últimamente, una Peña para los más pequeños, "El Botijo", que animan y cooperan con el Ayuntamiento en el desarrollo del programa festivo.
 
 
GASTRONOMÍA
CUANDO, COMO Y QUÉ SE COMÍA EN EL CERRATO
 
 
El relato lo haré partiendo de la época de la Edad Media hasta nuestros días.
En la comarca del Cerrato palentino, en la Edad Media y en la época de la "repoblación", la gastronomía (que es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente ), mayormente se reducía principalmente a comer, cocinados o crudos, los alimentos vegetales o animales, que los habitantes sembraban o los silvestres que hallaban en los campos, aparte de los animales que criaban en sus casas.
Cuando se comía
En aquella lejana época la sociedad medieval comía dos veces al día: almuerzo, cercano a la hora del mediodía y una merienda ligera.
Foto Banquete medieval
El desayuno era, por razones prácticas, elaborado para muchos trabajadores, niños, mujeres y enfermos, siempre a horas muy tempranas. Las normas sociales también dictaron que el alimento de las clases obreras o bajas se debían refinar menos que el de la élite social, puesto que se creía que el trabajo manual duro requería un alimento con características más bastas y baratas.
La influencia de la Iglesia Católica tuvo gran impacto en los hábitos alimenticios; el consumo de carne estaba prohibido durante casi una tercera parte del año para la mayoría de los cristianos, así como todos los productos de animales como el huevo y lácteos (pero no así con el pescado) que eran generalmente prohibidos durante los periodos de Cuaresma y periodos de ayuno.
La Iglesia a menudo accedía a demandas de excepciones regionales, debido a la inexistencia o escasez de productos alimenticios alternativos a los productos cárnicos.
Las excepciones de cuaresma a veces se extendían a niños, viejos, peregrinos, trabajadores, etc. La ciencia médica durante la Edad Media tuvo una influencia mayor de lo que se piensa sobre todo a la hora de intentar discernir entre lo que es sano y lo que es nutritivo.
Todos los alimentos fueron clasificados en escalas que iban desde los calientes hasta los fríos, o entre los secos y los húmedos.
De qué manera se comía
La comida medieval era ingerida principalmente con ayuda de cucharas hechas mayormente de madera, estando la otra mano sin otro cubierto. Se empleaba el cuchillo en la mesa, pero generalmente no se incluía con el plato ya que se esperaba que cada uno de los comensales llevara consigo uno.
La práctica más habitual era compartir las copas y recipientes donde se bebía, en la actualidad todavía existe la costumbre con el porrón, la bota, esta práctica era muy común, así como partir el pan o remover en la fuente central de carne ubicado en el centro de la mesa para ofrecer un pedazo al comensal vecino.
Como se comía
Se sabe que era típico en aquella época comer sentado en mesas plegables y empleando escudillas de madera y no se empleaba el tenedor, siendo habitual comer con los dedos.
En el siglo XII se conoció una mejora en la alimentación, con dos y aún tres comidas, al modo visigodo.
La Reconquista que acabó a finales del siglo XV dio lugar a un gran movimiento de personas a lo largo de la Península Ibérica, lo que originó un gran intercambio de experiencias culinarias. En algunas zonas de Castilla la Vieja quedó la costumbre los sábados del denominado día de grosura, siendo el viernes día de abstinencia de carne, el sábados se comían despojos.
La forma de sentarse en la mesa cambia y aparece una nueva cubertería que consiste en: tenedor, cuchara y cuchillo.
Que se comía
Las carnes más populares eran la del cerdo y pollo, mientras que la ternera era muy poco común, en comparación con la actualidad.
El bacalao y el arenque formaban parte de los ingredientes de pescado más habituales.
El cereal, generalmente en forma de pan y menos en pasta, era considerado como la ingesta de alimentos más común entre todas las clases sociales. Los granos más empleados en esto eran trigo, centeno, cebada y avena. También los granos de cereal, tanto en pan como en harina, eran muy empleados como espesantes de cocidos y estofados, también denominados "rellenos".
Aunque los cereales eran la fuente primaria de alimentos diarios, muchos vegetales como las coles, las remolachas, las cebollas, el ajo y zanahoria se consideraban como material alimenticio primario, sin embargo, aunque muchas de estas plantas se ingerían por los trabajadores a diario, en forma de sopas principalmente, las verduras eran consideradas menos prestigiosas que otras formas de alimentos, tales como la carne.
En los potajes, la forma más básica de su preparación era en forma de sopas o estofados. Varias legumbres, como los garbanzos, habas y los guisantes eran considerados como las fuentes más importantes de proteína.
Los ingredientes vegetales que hoy se consideran muy comunes, tales como las patatas, las judías verdes, tomates, pimientos, (el pimentón), fresas y maíz evidentemente no estaban disponibles en las cocinas medievales, hasta bien pasado el siglo XV con el descubrimiento de América.
La cocina española, por ende la castellana y cerrateña, durante este periodo medieval sufriría un enriquecimiento de nuevas técnicas procedentes de tres culturas, con tres religiones diferentes, la cristiana, la judía y la musulmana, con normas dietarias diferentes impuestas por sus religiones.
Tres formas diferentes de comer, de preparar los alimentos y que al convivir generaron una diversidad culinaria en el territorio peninsular poco conocida en Europa hasta esa misma época, en la comarca del Cerrato también convivieron las tres civilizaciones.
Hay que remarcar que en este periodo medieval los pobladores se alimentaban habitualmente de simples gachas (elaboradas con cereales o frutos secos) y pan, otros alimentos como puede ser la carne, los huevos y el pescado eran completamente estacionales.
Algunos detalles de la cocina de la época se pueden ver en poemas literarios como el Cantar de Mio Cid, en el que los caballeros cristianos adoban el conducho, pan y vino mezclado con algún grano de trigo.
Los métodos de conservación de alimentos eran escasos, y se reducían al control mediante su inmersión en sal: los salazones.
Las legumbres al no ser muy panificables, generalmente se molían en forma de harina y se disolvían en potajes. La mayoría de la población comía gachas (harina toscamente molida y remojada), antes de la llegada de los moriscos, igual que en el periodo romano.
En algunas ocasiones se remojaba un pedazo de pan en una salsa, que contuviese vino, leche o cualquier otra sustancia líquida, a esto llamaban sop.
Todos ellos precursores primitivos de los potajes y cocidos que posteriormente se elaborarían con mayor empeño a lo largo de la geografía española. El uso de cereales era exclusivo en estas preparaciones, dando poco paso a legumbres y verduras.
De los musulmanes hemos heredado preparaciones cárnicas entre las que se encuentran las albóndigas (elaboradas de carne de cordero) . Y entre los ollas, la más popular era la adafina (precursora de los cocidos posteriores).
Los sefardíes cocinaban a menudo en aceite de oliva (por ser un alimento kosher), rehuían del uso de tocino (prohibido por las normas dietarias judías). Era común que los platos sefardíes tuvieran un gran contenido de ajo y su olor era un signo identificativo de su cocina.
El pan (generalmente de harina de centeno o mezcla con harina de trigo) se acompañaba con otras viandas, la mayor parte de ellas en salazón: tocino. Se incluía en las elaboraciones de las sopas de harina, las sopas (o cocidos), etc.
Las sopas de los cocidos eran parte de la alimentación diaria en Castilla durante estos siglos. Se comía poca carne y cuando se hacía era con motivo de una celebración.
Sopas de ajo
Sopas avahadas. Hervidas a fuego lento en cónco o cazuela. Si se hacen en un cónco suele crearse una tosta alrededor, en el interior. Se las denomina "secas".
Quizás sea el plato más humilde del recetario español, ya que su calor reconfortó a muchos miles de personas en las épocas más duras de nuestra historia, incluso debió salvar más de una vida.
La sopa de ajo, es un tipo de sopa típicamente castellana y leonesa que contiene fundamentalmente agua o caldo, pan (que suele ser pan duro que ha sobrado de días anteriores), pimentón, ajo y aceite de oliva.
Se trata de una sopa de origen humilde, estando como todo plato popular sometido a múltiples variantes, según la economía de la familia y los gustos del cocinero, por lo que es común que se le añadan otros ingredientes, como huevo, chorizo, tocino de cerdo frito, jamón, etcétera.
En algunas comarcas de Castilla y León es actualmente un plato asociado a la cocina de Cuaresma y la Semana Santa. Las más populares, las que daban a la puerta de los monasterios, no llevaban ni huevos ni jamón.
Ha sido un almuerzo muy frecuente en la antigüedad en muchos sitios de España. Se desayunaba al alba, para mantener las fuerzas, se tomaban las sopas de ajo, generalmente con uno o dos huevos dentro, que se cocinaban con el calor de la sopa.
Se trata de un plato adecuado a las costumbres religiosas al no incluir carne, y su textura y composición recuerda mucho a la estética y sobriedad de estas fechas.
Es costumbre además que se sirva esta sopa tras noches de actividad y algunos autores mencionan lo sano de esta ingesta matutina debido a que es de fácil digestibilidad, actuando al mismo tiempo como emoliente y neutralizante de la mucosa estomacal irritada por los abusos.
No se le atribuían entonces virtudes terapéuticas que más tarde las han elevado a la categoría de recetas de médico, recomendada singularmente para la cena de algunas personas de edad que quieren prolongar su vida con parsimonioso y prudente régimen.
Sin embargo, lo que no sabían nuestros literatos más o menos bohemios del pasado siglo, que fueron grandes consumidores de sopa de ajo, lo proclamaba en una letrilla refranera que dice así: “Siete virtudes tienen las sopas: quitan el hambre, y dan sed poca. Hacen dormir y digerir. Nunca enfadan, siempre agradan. Y crían la cara colorada”.
La cara colorada ha sido siempre para el pueblo español la señal cierta de buena salud.
Alejandro Dumas comió las sopas de ajo con enorme prevención y le parecieron bien. Copió la receta que le dieron y la divulgó en Francia, salvo que en su horror al aceite preceptuó en su receta la grasa, sin precisar cuál debía emplearse.
Las sopas de ajo no están bien, sino cuando se las hace con buen aceite. Con buen aceite y con buen tino; ningún plato como este, que parece sencillísimo, exige una mayor habilidad en el cocinero para elegir el momento preciso en que han de retirarse del fuego.
https://www.youtube.com/watch?v=9m-r3tSnBKY
Los alimentos más comunes del pueblo llano era el pan que aparece como acompañamiento de toda preparación, el vino (generalmente adulterado) y que era considerado alimento. Ambos eran considerados alimentos básicos de la época.
foto PAN DE HOGAZA
El tocino y el aceite se empleaban tanto para freír cómo asar, a veces como acompañamiento. El aceite era la grasa de los días de abstinencia, puesto que el tocino era de cerdo.
Los pescados en salazón en el interior de la península eran famosos: abadejo, truchas y bacalao.
El empleo de legumbres en las ollas empezaba a ser popular. Los guisos en abundantes ollas (el cocido en todas sus variantes regionales vertebra la cocina española desde esta época), embutidos diversos procedentes de matanzas y en tradiciones culinarias del siglo XVI que permanecían entre la población.
La matanza del cerdo era y es un procedimiento habitual de sacrificio de uno o varios cerdos con el objetivo de aprovechar su carne y a menudo para proporcionar embutidos durante un año para la alimentación de una familia, además de manteca usada durante varios meses.
foto Matanza
Se efectúa una vez al año, generalmente coincidiendo con los meses más fríos del invierno. Suele tener un lado festivo y de celebración, además del económico.
El agua, hoy en día es tomada como una elección neutra para poder beber en una comida.
En la Edad Media existían serias dudas acerca de su pureza y de esta forma su bajo prestigio y las recomendaciones médicas hicieron de esta bebida la de menor preferencia frente a las bebidas alcohólicas como el vino, cerveza, hipocrás (que tenía como principales ingredientes el vino y la miel, empleada como un edulcorante de la bebida, ya que el azúcar era considerado en la cocina medieval como un lujo reservado a muy pocos) y se le añadía algunas especias como nuez moscada, canela, clavo, jengibre, pimienta negra, etc.), hidromiel (agua, miel y levadura orgánica), sidra y perada (bebida alcohólica de color ámbar similar a la sidra, obtenida de la fermentación del jugo de pera, de la cual, a su vez, se puede elaborar aguardiente de pera o vinagre), que generalmente eran más preferidas.
Todas ellas eran consideradas más nutritivas y beneficiosas para la digestión que el agua.
El vino se consumía a diario en la mayoría del territorio donde las uvas eran cultivadas.
La leche pura no fue consumida por los adultos, excepto aquellos que eran pobres o estaban enfermos, siendo reservado para los bebés o para los mayores, utilizada generalmente como suero de leche o suero de mantequilla (leche mazada). La leche fresca y los productos lácteos eran ante todo mucho menos común de lo que son hoy en día, debido en parte a la falta de tecnología necesaria para procesar y conservar adecuadamente los productos lácteos.
A pesar de todos estos avances en los pueblos, en las áreas rurales, lejos de los núcleos urbanos, la cocina española no sufre cambios apreciables y se continúa aplicando las mismas artes culinarias que en el siglo XIX.
El lechado asado
El lechazo asado ha de ser de la raza "churra" de la zona. Chuletillas de cordero, elaboradas en parrilla.
Lechazo asado se asa sobre manojos de sarmientos de los majuelos.
El lechazo asado es una variedad de asado (asado castellano) de un cordero aún sin destetar, de ahí su sobrenombre de lechazo. En la cocina española es muy popular en la tierra de Castilla y León y por supuesto en nuestro Cerrato, donde es frecuente el turismo gastronómico".
foto lechazo asado
En una cazuela de barro (elemento tradicional) se vierte un poco de agua, se introduce en el horno muy caliente siempre con temperatura constante, durante unas 2 horas, se da la vuelta y se deja unos 30 minutos, se va pinchando para saber si la carne esta tierna. Se rectifica de sal. Otra variante es que antes de meterlo en el horno se unta con la manteca.
Es tradicional ser servido a los comensales caliente, con la carne exterior crujiente.
Uno de los mejores maridajes a la hora de servirse caliente es el vino de la tierra, como el D.O. Arlanza.
foto Vino Arlanza
El cordero asado, junto con el cochinillo asado, forman parte de la cocina castellana desde la invasión del Imperio Romano en tierras de Hispania y lógicamente, el Cerrato palentino.
El cocido
Es un plato muy completo puesto que tiene todos los ingredientes necesarios para una dieta adecuada, sobre todo si se tiene en cuenta que era comida de gente que hacía mucho más ejercicio físico que se hace ahora.
Se comía principalmente en invierno, cuando en casas con calefacción medianeja (menor que lo habitual), era bueno para añadir calor corporal y por eso, lo que se considera como verduras tradicionales (nabos, zanahorias y repollo) son típicas del invierno.
Durante el siglo XIX, en las casas pudientes de las mesetas, se hacía cocido todos los días para la servidumbre. Los señores tomaban el caldo a menudo, o una sopa, (en viejos libros de cocina puede encontrarse la receta con el nombre de caldo de cocido) y alguna vez un capricho, como unos garbanzos. En muchas casas se hacía en exceso, para dar a los pobres también.
Los restos del cocido, revueltos a veces con huevos, se tomaban de cena o al día siguiente, con el nombre de ropa vieja.
Mientras que todas las formas de caza salvaje eran populares entre aquellas poblaciones que podrían obtenerla, la mayoría de la carne vino de animales domesticados, ganado vacuno, ovino, porcino, de corral.
La carne de ternera no era tan común como hoy porque criar un ganado era una tarea muy relacionada con el trabajo de agricultura, de esta forma los bueyes y las vacas eran mucho más valiosas como animales de tiro que como potenciales productores de alimentos tales como la carne o leche.
La carne de animales sacrificados estaba disponible sólo cuando no podían servir más o su carne eran particularmente menos apetitosa y por lo tanto valorada menos.
La más común de las carnes domesticadas procedía del cerdo, que requería menos atención y era más barata.
La matanza
Hay que entender la matanza como un periodo largo, que comprende: El engorde, desde la compra del cerdo y su cebado hasta el día de la matanza, donde se procede al sacrificado. Su duración depende de cuando se compra el cerdo, aunque lo usual son 10 meses.
La matanza en sí, que suele durar dos o tres días.
foto LA MATANZA
El curado, dependiendo del uso que se haga de los productos que puede durar desde días hasta varios años.
También era muy popular la carne de cordero, lechazo y cabra.
Las aves de corral eran otro de los manjares, así como los conejos.
Resumiendo, los lugareños como los valdecañeses, a la hora de comer se abastecían principalmente de lo que había en casa, en el corral, con cochineras, gallineros, conejeras, palomares y en el huerto.
Además se suministraban de setas en el campo, de cardo, champiñones
Se incluye en la alimentación cárnica una amplia gama de aves, que incluyen la codorniz, la perdiz, la alondra, así como cualquier pájaro salvaje que podría ser cazado con éxito.
Cangrejos, caracoles, el escabeche, los bacalados y los salados
Mientras que el pescado fresco era consumido en cierta cantidad, era de destacar aquel que era tratado para ser preservado, como por ejemplo las salazones (Un ejemplo claro incluso hoy en día es el bacalao), los ahumados, etc.
Comparado con la carne, el pescado era mucho más caro para las poblaciones del interior, por lo tanto, no era una opción para la mayoría.
Los pescados de agua dulce más comunes de ver en los platos eran los lucios, las carpas, las percas, los barbos, las lampreas y las truchas.
En los arroyos, estaban los preciados cangrejos.
Las tortillas
Las tortillas se solían elaborar de distintas maneras, de patata, con cebolla, con chorizo y otros. Era un alimento muy popular.
La miel y el queso. Postres
El azúcar era un producto muy caro en la Edad Media, y el consumo era por lo tanto muy moderado.
La caña de azúcar podía ser cultivada en las partes más del sur de Europa y la remolacha de azúcar estuvo ausente durante varios siglos más.
 
 
Colmena
El edulcorante más común era la miel, también frutas secas y los mostos de uva (una especie de sirope). El manjar blanco es en España y otras partes de Europa una crema dulce aromatizada con canela y piel de limón que se toma como postre.
En la cocina medieval esta comida se preparaba con pechuga de pollo, almidón de arroz, azúcar, almendras y a veces leche y otros ingredientes.
Frutos silvestres : moras, endrinas, jerbas y los orujos
La costumbre de secar al aire hortalizas, preparar dulce de membrillo (dulce de bimberío en ladino), mermeladas, etc.
Flora para cocinar : Plantas aromáticas, romero, espliego, tomillo, manzanilla
Era muy común emplear como condimento las hierbas que crecían localmente.
Salvia, mostaza y, especialmente, el perejil, romero, espliego, tomillo, manzanilla, que crecían en toda España, eran especias de amplio uso en casi todas las regiones, de la misma forma la alcaravea, la menta y el hinojo, el eneldo y la mostaza.
El anís fue empleado como un saborizante de pescados y de carne de pollo, y sus semillas cubiertas de azúcar para servir carnes confitadas al final de las comidas.
Foto ELABORACIÓN DE QUESO
Queso del Cerrato: Hecho con la leche de las ovejas de raza churra de la zona. En muchas ocasiones de elaboración casera.
Dulces Orejuelas: Famoso por ser propio de la zona. en otras partes se las conoce como hojuelas o orejas de carnaval. Leche frita.
Rosquillas ciegas: Dulces para acompañar el café en el desayuno.
Rosquillas de palo: Dulce más famoso de Valdecañas. Es el producto que más se exportaba de la "Casa Royuela", conjuntamente con las "magdalenas", el "pan de hogaza" y las "tortas".
Bebidas Vino autóctono: El clásico "ojogallo" del Cerrato, aunque su producción es menor. De color entre tinto y clarete.
Orujo-Aguardiente: Destilado a partir de los ollejos y bagazos de la uva de los majuelos la zona.
 
 
ECONOMÍA
Su economía mayoritariamente se mueve en torno a la agricultura de cereales en general y de la remolacha. Tiene cierta importancia la derivada de la vid, cuyo vino se encuentra en la D.O. Arlanza.. Antaño, había cierta cantidad de colmenas, y su miel era muy apreciada.
Es importante como parte de la economía del municipio, la relativa a las explotaciones ganaderas -ganado ovino churro-. Con la leche de estas ovejas se elabora uno de los mejores quesos de la península, Queso del Cerrato. En el 2008 está aumentando la cría de ganado vacuno después de no existir durante años actividad alguna en éste apartado. Entre estas explotaciones, existe una ganadería de cría importante, "La Canaleja".
También se hallan ubicadas dos Casas Rurales llamadas "La Cañuela", típica, del siglo XIX, con confortables instalaciones y otra más moderna, "La Cuesta del Acedo". Hay un horno de panadería y asar, "Royuela", que se significa por la producción de pan, hogazas, tortas y sus famosas rosquillas. También es conocido por su elaboración de cazuelas de sopas de ajo y de lechazos al horno. Existió un "Bar" con tienda de ultramarinos: Bar Cafetería Royuela.
Hace años, se rodó en el término, la película «Las ratas» -1962. Premio de la Crítica-, basada en la novela homónima de Miguel Delíbes. Él asistió al rodaje. Como cazador, uso su escopeta en el coto de Valdecañas y en el de Baltanás, donde solía echar sus partidas de naipes, como un cerrateño más.
Por cierto que el, refiriéndose a estos pueblos, Delibes hizo este comentario: “ Son burgos chicos, que mezclan adobe, piedra y ladrillo en su caserío.” Refiriéndose a los agricultores, dijo: “ En suma, en estos pueblos los hombres miran al cielo más que a la tierra, porque aunque a ésta la mimen, la surquen, la levanten, la peinen, la asignen y la escarden, en definitiva lo que haya de venir, vendrá del cielo. “
Existen iniciativas para hacer del municipio, un lugar perfecto para pasar temporadas de descanso y ocio entre sus moradores.
 
 
PATRIMONIO CULTURAL DE VALDECAÑAS DE CERRATO
Paseando por las callejas de este increible y antiguo municipio podemos deleitarnos con las diferentes obras arquitectonicas que en la actualidad dan fe del esplendor que en su día tuvo este pequeño municipio cerrateño, que puede presumir de una historía muy importante. Comenzamos.
Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari
 
 
Iglesia de San Nicolás de Bari
La primera iglesia parroquial se supone que se construyó en el siglo XII, en estilo románico. La actual, de estilo barroco, fechada en el siglo XVII, resalta por su torre cuadrangular, construida en sillar, probablemente sobre el solar que ocupaba la anterior. Se encuentra situada en lo más alto del núcleo urbano. Dispone de tres naves separadas por pilares y bóvedas. Con una capilla en un lateral y en una capilla situada a la izquierda del altar mayor, se venera a la Virgen del Campo, Patrona de Valdecañas de Cerrato. El día de su fiesta en septiembre, es trasladada en procesión hasta su Ermita. A la entrada, a la izquierda, hay una bóveda donde está situada una antiquísima y bella pila bautismal. A la derecha de la entrada, está la escalinata de acceso al coro y subiendo una escalera estrecha, se llega al campanario y en el mismo habitáculo se ha conformado un magnífico mirador, que permite, entre campanas, ver por los cuatro costados maravillosas panorámicas del municipio, sus cercanías y los valles.
La parroquia valdecañesa, tuvo reformas posteriores. Una de las más importantes se realizó en 1780. Junto a ella, se encuentra ubicada una necrópolis medieval, el cementerio viejo, actualmente en desuso, pues existe otro construido posteriormente en la carretera de Torquemada.
En el 2008, después de una reforma en profundidad, la parroquia exhibe toda su belleza en su interior, destacan además del retablo del altar mayor, otros dos, uno a cada lado, así mismo podemos contemplar imágenes de gran valor artístico de un Cristo crucificado, San Isidro, la Dolorosa, San Antonio, una Inmaculada y por supuesto, la del patrón San Nicolás de Barí, cuya festividad se celebra el 6 de diciembre, entre otras.
Hace años estaba expuesta en una de las paredes de la Iglesia una tabla flamenca, "La Adoración de los Reyes Magos".
Como curiosidad, llegó a albergar hasta 6 cofradías: la del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la Virgen del Campo y la del patrón, San Nicolás de Bari.
Ermita de Ntra. Sra. la Virgen del Campo
 
 
Ermita de la Virgen del Campo
La ermita de la Virgen del Campo, se localiza a las afueras del pueblo, a unos 500 metros al sur, en un altozano, dedicada a Nuestra Señora, la Virgen del Campo. Fue construida en el siglo XVI., de formidable y robusta fábrica, con refuerzos en su exterior y espadaña, en la que últimamente tañe una campana donada por un valdecañés. En su interioren destaca un retablo barroco, presidido por una imagen gótica de la Virgen y el Niño, del siglo XIII.
Cuenta también en su interior con un escudo esculpido en piedra, según parece perteneciente a la familia Tevar, impulsora de la Obra Pía de Tevar. Tomás González Tevar, fue un canónigo racionario de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, que nació en Valdecañas de Cerrato. Ocupó el cargo de Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición y fue como he dicho, el impulsor de la Fundación Cultural «Obra Pia de Tevar».
Coronando en el interior de la ermita, a la entrada a una pequeña capilla, se muestra un retablo con la imagen de la Virgen Inmaculada y en otro hueco hay un Cristo yacente.
Alrededor, existe una necrópolis de la época de repoblación, con varias tumbas del siglo XI. Podría ser interesante arqueológicamente, recuperar esta necópolis para su estudio y recuperación de la historia del municipio.
Aunque la importancia artística sea menor exteriormente, su visita es interesante, no sólo por las joyas escultóricas que encierra en su interior, sino también por el acogedor entorno que la rodea.
Es muy interesante comprobar cómo el día de la fiesta de la Patrona en septiembre, los valdecañeses, muchos de ellos ausentes el resto del año, regresan a su pueblo, para celebrar la fiesta, la "función" y después de la misa Mayor en la Ermita, danzan a su Virgen, como es costumbre desde hace siglos.
Casa del Cordón
 
 
Antes
La Casa del Cordón, es una construcción de corte religioso, con su emblema el cordón de San Francisco.
Al cordón de la fachada, hace 35 años, solo le faltaba la esquina de la izquierda. En ésta foto de 1985 se aprecia que no falta parte del cordón en la parte superior derecha
Existen otras "Casas del Cordón" similares en :
Casa del Cordón, en la ciudad de Vitoria
Casa del Cordón (o Casa del Cordón de los Sánchez), en la ciudad de Bilbao
Casa del Cordón (o Palacio de Puñonrostro), como también es conocido el Palacio del Cordón, en Madrid
Casa del Cordón (rehabilitado para hotel), en la localidad de Monterrubio de la Serena, provincia de Badajoz
Castilla y León
Casa del Cordón (o Palacio de los Condestables de Castilla), en la ciudad de Burgos
Casa del Cordón, en la villa de Santa María del Campo (provincia de Burgos)
Casa del Cordón (sede del Museo Arqueológico Provincial de Palencia), en la ciudad de Palencia
Casa del Cordón, en el municipio de Valdecañas de Cerrato (provincia de Palencia)
Palacio del Cordón o Palacio de Puñonrostro, en la ciudad de Zamora
La Casa del Cordón, conjuntamente con los escudos en la fachada, nos recuerda el paso de la Orden Franciscana por el municipio, dando muestra de su relevancia en el pasado.
Al cordón de la fachada, hace 35 años, solo le faltaba la esquina de la izquierda. En ésta foto de 1985 se aprecia que no falta parte del cordón en la parte superior derecha.
 
 
En 1985 En la actualidad
 
 
Fachada de la Casa del Cordón
En ésta foto de 2011 se aprecia que falta parte del cordón en la parte superior derecha.
La fachada es de estilo plateresco de la primera mitad del siglo XVI.
Este símbolo decorativo dispuesto en forma de lazo, rodea por su parte superior tres escudos de armas y estos a su vez se encuentran situados sobre el marco ornamentado de la puerta que forma un arco de medio punto.
La diferencia con la de Burgos, es que la burgalesa es una construcción civil gótico tardío. La de Burgos, fue el palacio de los Condestables de Castilla, que tenían propiedades en Valdecañas de Cerrato.
Doña Mencía de Mendoza y Figueroa, esposa de don Pedro Fernández de Velasco, VI Condestable, era muy devota de San Francisco y por ello mandó esculpir el cordón franciscano en la fachada. Posteriormente, el acervo popular, dio nombre al edificio.
Según los símbolos de la Orden Franciscana, hay cordones de cinco nudos, que simbolizan los estigmas de Jesucristo y de tres nudos, que simbolizan los tres votos: Pobreza, Castidad y Obediencia.
El cordón, fue usado por San Francisco de Asís como simple cinturón.
Las otras 8 casas que existen en España, están mejor conservadas, por que se las ha dado un uso, a diferencia de la valdecañesa, por ejemplo, la de Palencia, hoy es un museo; la de Burgos, es la sede de una entidad bancaria; la de Vitoria y las otras restantes, también son centros culturales u oficiales.
De las 9, la Casa del Cordón de Valdecañas de Cerrato, tiene un futuro incierto, que esperemos sea también el de darla algún tipo de utilidad.
Actualmente, la Casa del Cordón valdecañesa, tiene su aspecto tanto exterior como interior, muy castigados por el paso del tiempo.
 
 
Fachada exterior principal
 
 
Parte trasera Puerta exterior trasera
 
 
Antigua Casa Cural
 
 
 
 
A la entrada del pueblo, se encuentra un edificio de corte religioso (hoy de propiedad privada. P. B.), antigua Casa Parroquial, con un escudo de la Virgen del Carmen con corona, flanqueado por arcángeles, con una leyenda, fechado en 1738, con unas esculturas de San Antonio y Santa Bárbara en el frontis y sobre las ventanas altas, se pueden ver unos respectivos escudos con cruces.
También podemos observar en una esquina de su fachada, un reloj de sol. En su interior hay un magnifico artesonado del siglo XVIII.
Este edificio ha sufrido hace unos años una reforma en profundidad, que realza sus adornos en la fachada.
 
 
Casa Blasonada
 
 
 
 
También existe un edificio antiguo blasonado (actualmente de propiedad privada), construido en piedra de sillar, de tres alturas, de gran belleza arquitectónica, con escudo heráldico en la fachada y con ventanas en arco.
Estos escasos edificios «más nobles» se remontan de los siglos XV al XVIII. Se cree que la construcción consistió en un edificio de importante utilidad para la época, posiblemente hospital o centro de asistencia.
Durante algunos siglos, está documentado que por la comarca hubo la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), que llevaron a cabo construcciones, rehabilitaciones o ampliaciones de edificios sacros y de alguna construcción civil más o menos hidalgas como la presente y otras existentes en el municipio, que han llegado hasta la actualidad.
 
 
Casas de abolengo
 
 
Casa de la parra
Algunas de las construcciones son muy antiguas y están muy bien conservadas, como por ejemplo esta de 1569.
Casas típicas
 
 
Casa típica
Casas-Vivienda. Hay que resaltar estas típicas construcciones cerrateñas antiguas -hoy algunas cerradas la mayor parte del año, utilizadas como segunda vivienda-, realizadas por los propios valdecañeses, en piedra -de tonalidad blanquecina y calcárea, extraída de los páramos circundantes-, y adobe, con los marcos de sus ventanas y puertas en sillar.
Entre las estancias en su interior hay que destacar, la gloria, las escaleras de acceso a las estancias superiores -alcobas y habitaciones-, hechas con baldosa de arcilla tosca, y los techos construidos con vigas de madera y aljez. Con la puerta de acceso al zaguán, de madera partida en dos, con los clavos y con la parte superior de la misma, batiente y con gatera. Seguidamente se llegaba a la cocina, en la que había un lar con trébede.
Muchas de estas viviendas se conservan en muy buen estado, con sus cortinas en las ventanas, confeccionadas con juncos. En sus fachadas dejan ver en la parte superior un ventano correspondiente al desván. El tejado siempre, de tejas árabes. Todas disponían de su cuadra, para los animales de labor o para el pequeño rucio, y su pequeño corral con gallinero y conejera, o tenada con su bardal, y la bajo cubierta para el carro.
Viene a cuento, resaltar la relación que hubo desde antiguo entre Cantabria y Valdecañas, me refiero a la presencia de varios grupos familiares de maestros canteros, procedentes de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), prueba de ello, por ejemplo y sin profundizar más, es que en Cabezón de la Sal (Cantabria), la Patrona lleva por nombre también, el de Virgen del Campo, la misma advocación que en Valdecañas de Cerrato.
A diferencia de algunos municipios cerrateños - como Hontoria de Cerrato, Tariego de Cerrato, Villamuriel de Cerrato y otros-, en Valdecañas no parecen haber existido las «viviendas-cueva» o rupestres.
Bodegas
 
 
 
 
Las bodegas, aún cuando no están catalogadas como monumentos, lo deberían estar, no son obras menores y desde luego si deben ser consideradas como parte del patrimonio valdecañés.
Son abundantes y son una construcción típica, algunas con gran antigüedad, construidas en el propio subsuelo con gran esfuerzo. Las bodegas y los lagares convivían. Algunas de gran profundidad, penetraban en la tierra casi perpendicularmente, donde apenas llegaba la luz y donde la temperatura, la humedad y porqué no, el silencio, era el conveniente para la crianza del vino.
Se ha aprovechado la ladera del monte Piyayo para sus ubicaciones principalmente, hay otras en el entorno del atrio de la iglesia, y en alguna otra zona urbana. Algunas, tienen una antesala o zaguán, de fábrica, que acoge un pequeño merendero, desde donde parte la pronunciada escalera hacia el interior, donde descansan las carrales con el vino.
Desde siempre se las ha considerado, como un elemento más del hogar valdecañés. El valdecañés, va y viene, casi a diario a la bodega. Era y es todo un rito, para todo vecino, fuese de la condición social que fuese.
Desde finales del siglo XVI en adelante, el viñedo alcanza en Valdecañas un puesto muy importante en la producción agrícola tradicional, hasta que a principios del siglo XX, la plaga de la filoxera y la del mildiu, acabaron con las mejores cepas provocando la pérdida de rentabilidad, en la actualidad, parece que se está recuperando el cultivo de uva autóctona, que por cierto, desde hace unos años conlleva la denominación de origen Arlanza.
Útiles e instrumentos bodegueros
 
 
Vocablos de los instrumentos y los útiles que estén relacionados con las bodegas y la vendimia.
Vocabulario
ARADO DE PALO : Arado viñero. Forcates y vertederas eran los aperos que se utilizaban para airear la tierra y a la vez, arrancar las hierbas. Cuando hacía tempero y la tierra estaba en buena disposición para las labores, se le pasaba un arado borracho, un tipo de arado con la camba curva que permitía zigzaguear entre las cepas, evitando golpearlas. Arrastrado por una sola caballería.
ARTESA : Cajón cuadrilongo, por lo común de madera, que por sus cuatro lados va angostando hacia el fondo y sirve para amasar el pan y para otros usos, como medir capacidades.
AZUFRADORA : Bote de hojalata de forma cónica con pequeños y numerosos agujeros, por los que se esparcía el azufre en polvo, presionando el fuelle, sobre las viñas atacadas por el oidium.
BARREÑO : Recipiente troncocónico con asas o recortes en su borde superior, similar en uso y formas a las tinas y los cubos, y fabricado en diferentes materiales: barro, madera.
BOTA : Cuero cosido por un lado, con un brocal en el cuello, que sirve para echar vino y beber.
BOTIJO : Vasija de barro de dos bocas, una para echar el agua y otra para beber.
CANCARRO : Vaso grande de vino; de trago largo.
CANDIL : Utensilio para alumbrar que se compone de dos vasos superpuestos, de cobre o latón. En el interior se pone aceite, la mecha sale por el pico.
CANILLA : Grifo de madera para sacar el vino de las cubas.
CAPAZO : Cesta grande de cáñamo o esparto. Se usa para ir a comprar o transportar algo.
CARBURO : Producto químico que se usa para la combustión en luminarias.
CARRAL : Cuba de menos de 20 cántaros que abunda en las bodegas.
CASTILLETE : Conjunto de tablones de madera donde descansa la piedra y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto, que cae en la pila del lagar (pozal).
COLOÑO : Cesto grande, hecho por lo común, de mimbres.
CONCHA : Pieza del lagar donde se enrosca el husillo.CORQUETE : Instrumento exclusivo de la vendimia, se caracteriza por su hoja curva y afilada, con mango de madera.
CUBA : Barrica, cuba, o tonel es un recipiente de madera utilizado para la crianza de vino. La barrica oxigena el vino lentamente y le aporta textura y aroma para suavizar su sabor. Suelen tener una capacidad de 220 litros. Si es de 225 litros es llamada "barrica bordelesa".
EMBUDO : Instrumento hueco, ancho por arriba y estrecho por abajo, en forma de cono y rematado en un canuto, que sirve para trasvasar líquidos.
GARILLO : Hoz pequeña para cortar racimos de uvas.
HERRADA : Caldero de cinc.
HUSILLO : Pieza de madera enroscada utilizada en el lagar, para subir o bajar la piedra de la prensa, generalmente hecha con madera de jerbo.
LAGAR : Otra de las estancias de la bodega es el lagar, donde se prensa la uva para la elaboración del vino, aunque originalmente no todas las bodegas disponían de lagar. El lagar en unos casos se encuentra al fondo de la bodega o en otros casos se encuentra en un lateral. El lagar consta de una larga viga de madera y de una gran piedra que se eleva del suelo, dando vueltas mediante un husillo de madera, roscada a la viga. La piedra se coloca encima de unos tablones de madera (castillete) y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal). Actualmente pocas bodegas conservan el lagar.
LLAVE : Generalmente de un tamaño considerable, realizadas a mano.
MARRANA : Madera que está encima del “castillete”. Cimbra plana, generalmente de forma circular, que forman los maderos trabados en cadena sobre la que se levanta la obra de albañilería que reviste el interior del pozo en el lagar.
NAVAJAS INJERTADORAS : Con hoja de acero de tipo marinera, de filo simple, con espátula de resina blanca simil hueso para apartar el injerto. Empuñadura de madera.
PALANCA : En el lagar, contrapeso, de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal).
PELLEJO : Odre de piel para transportar vino, de 3 o 4 cántaras
PEÑICA : Porción, medida que se contabiliza por un tasador con una “tablilla”.
PIEDRA DE LAGAR : Piedras pesadas labradas que por el efecto del husillo prensa la uva antes de que el liquido llegue a la pileta.
PIPA : Cuba de alrededor de 25 cántaras.
PORRÓN : Recipiente de vidrio que tiene un largo pitón en la panza y es para beber vino a chorro.
ROMANA : Instrumento usado para pesar.
SERÓN : Especie de alforja, generalmente de paja, que se usa para transportar cargas y que se coloca sobre la albarda de los burros, mulas, etc.
SULFATADORA : Artefacto que sirve para fumigar. Los labradores las cargaban a las espaldas a modo de mochilas con las que sulfatar, accionando con el brazo, lanzando el sulfato a través de una bomba.
TIJERAS DE PODAR : Instrumento que se empleaba en la poda, están formadas por dos brazos metálicos y el mango de madera.
TORCIDA : Mecha de algodón o trapo retorcido que se pone en los velones, candiles, etc. para que arda.
VENDIMIA : La vendimia es la recolección o cosecha de las uvas, generalmente refiriéndose a las que servirán a la producción de vino o licor. En el caso de las uvas de mesa se usa simplemente el término cosecha. El período de vendimia varía entre agosto y octubre (en el hemisferio norte). Esto depende del grado de maduración de la uva que se desee, es decir, del momento en que la relación porcentual entre los azúcares y los ácidos en el grano de uva han alcanzado el valor óptimo para el tipo de vino que se desea producir (Véraison). Si bien este parámetro es genéricamente válido para la uva de mesa, en el caso de la uva destinada a la producción vinera es necesario considerar otros parámetros para decidir cuando es tiempo de vendimia. Esto puede depender de:
Condiciones climáticas: al aumentar la latitud, la uva madura más tarde.
Zona de producción: las uvas de las viñas expuestas al Sur ,en el hemisferio norte maduran primero. Al aumentar la altitud, la uva madura primero.
Tipo de uva: los viñedos de uva blanca maduran generalmente primero que las de uva negra.
Tipo de vino que se quiera obtener, determinado por la mayor o menor presencia de algunos componentes, tales como:
Azúcares: una mayor cantidad de azúcar aumentará el grado alcohólico del vino producido; presentar una justa cantidad de azúcar es indispensable para iniciar la fermentación alcohólica.
Ácidos: las sustancias ácidas son necesarias tanto para evitar la proliferación de bacterias causantes de enfermedades como para la conservación sucesiva del vino.
Componentes aromáticos: varían durante la maduración de la uva, contribuyen a determinar las características orgánicas del vino.
Además a la hora de realizar la vendimia hay que tener en cuenta una serie de factores para que la recolecta se realice de la manera más óptima posible:
La uva debe estar seca en el momento de la recolecta.
Es recomendable que se realice la vendimia nocturna, de esta manera la recogida se realiza a baja temperatura para evitar al altas temperaturas durante el día e impedir la fermentación de las uvas.
Debe pasar el menor tiempo posible entre la recogida y la llegada a la bodega.
Los recipientes en los que se deposita la uva deben de ser planos y con poca capacidad (normalmente cajas de plástico o madera de 10-15kgs.), antiguamente se utilizaban coloños, canastas o capazos para que el fruto no se aplaste.
VIGA DE LAGAR : Pieza de madera, generalmente de castaño, que sirve para girar el lagar (recipiente donde se pisa la uva), mientras ésta pieza sea más larga, menos esfuerzo físico se necesitará para pisar la uva.
Cabañas de pastor
 
 
 
 
Las cabañas de pastor, en otros sitios conocidas como chozos, suponen un patrimonio singular y característico del Cerrato.
Las cabañas eran las viviendas de los pastores cuando cuidaban de sus rebaños en el campo.
Se construían con la piedra caliza que se amontonaba en los majanos tras las sucesivas labores del campo, sobre terrenos poco productivos, en medio de los páramos o cerca de las laderas de los barcos.
El Cerrato ha sido una comarca tradicionalmente agrícola y ganadera, aunque éste último oficio, el pastoreo es residual en la comarca y sus usos y costumbres han evolucionado, lo que hace que prácticamente los pastores ya no utilicen las cabañas y corralizas para su refugio y el del ganado. Atrás quedaron esas largas temporadas que pasaban los pastores en el campo con el ganado.
Estas cabañas o chozas de pastor, junto con otros tipos de "construcciones", son uno de los últimos vestigios de una época pasada, la de los Vacceos, antiguos pobladores de estas tierras "cerrateñas".
Las cabañas o chozas de pastor, son una de las construcciones más características de la arquitectura cerrateña.
Son de forma circular con pequeño hueco de entrada. Son sencillas y originales construcciones que se hallan diseminadas por el campo valdecañés y baltanasiego, mimetizadas con el paisaje, a modo de tenadas o corralizas, donde los pastores albergaban y cuidaban sus rebaños de ovejas pernoctando en ellas durante temporadas.
Construidas por ellos, con piedras sueltas, apiladas "a hueso", sin ningún tipo de argamasa, con la puerta de acceso, casi siempre está orientada al sur.
Mediante estos habitáculos, el pastor evitaba el descarríe de las ovejas y el ataque de los hoy casi inexistentes lobos.
Los orígenes de las cabañas de pastor en el Cerrato palentino y en el resto de Castilla, se remontan a los tiempos de los primeros pobladores, los vacceos, que desarrollaron técnicas de pastoreo organizadas, en lo que hoy se denominarían suertes.
Los vacceos pueden ser considerados como uno de los primeros pueblos con presencia estable en la Meseta Norte documentada en los tiempos históricos.
Las cabañas son una herencia, en parte, que hacen referencia arquitectónica a como se construyeron en la antigüedad los castros. La planta circular como se construyeron ambas, así lo atestiguan y está considerada como de las más antiguas, tienen aspecto de cono.
Algunas cabañas de planta circular, coexistieron con las de planta en parte rectangular, pero estas son con mucho, más minoritarias.
 
 
Cabaña de pastor y corrales
Ésta es la técnica que se empleaba para su construcción ...
Se trazaba una circunferencia para delimitar la base y se iban rellenando las dos hojas, la cara interior y exterior de la pared, sin argamasa. Las piedras empleadas para hacer las hiladas eran más o menos planas y los huecos de las más grandes se encajaban con otras pequeñas.
A partir de la altura de un metro, las piedras de la cara exterior se iban inclinando con el fin de lograr la aproximación, obtener impermeabilización, formar la bóveda que se cubría de tierra y cerrar la cabaña por el humero.
Uno de los elementos singulares es la entrada. Así es, pues siempre se orienta al sol del mediodía, para que no entre el aire encañado, como dicen los cerrateños. Además, las entradas se hacen de poca altura, no más de un metro, con el fin de conservar mejor la temperatura. El dintel era de una sola piedra, la llamada piedra puente y el suelo, de tierra, donde el pastor esparcía paja para dormir.
Las cabañas de pastor, tienen una base de unos 3 mts. de diámetro y una altura aproximada de unos 5 mts., el grueso de los muros eran de cerca de 1 m.; los cercados o corrales, de unos 2 mts. de altura; anexos, se situaban en lugares estratégicos y eran construidos con piedras, fáciles de obtener.
Hechas con piedras sueltas, sin ningún tipo de mezcla que las una, sin ningún tipo de argamasa, algunas incluso estaban construidas con piedras de “sillar” (...) .
A diferencia de los materiales utilizados en otros territorios, para la construcción de las cabañas, en el Cerrato no se utilizaban materiales vegetales, tales como el “teito”, sino que solo se utilizaban piedras sueltas, que colocaban una encima de otra, sin ningún material que las uniera y soldara.
La palabra “teito” es una voz asturleonesa que designa cualquier cubierta de cualquier edificio hecha con material vegetal. Esa es una cualidad que las hace diferentes y únicas a las cabañas cerrateñas, como forma de arquitectura popular y rural autóctona.
Son pocas las que han resistido el paso del tiempo, pero ha sido más que nada, por su no ocupación para las que fueron construidas.
Estas edificaciones son vestigios del Neolítico, que con el paso del tiempo, los pastores las construyeron para aplacar las inclemencias del clima y como habitáculo más confortable que la intemperie y para el descanso, sin tener que regresar cada día a su domicilio habitual y familiar y volver con el ganado al lugar de pastoreo, distancia que en ocasiones era larga y con los rebaños, se multiplicaba.
Estas construcciones con forma de cono, también servían en ocasiones para dar hospedaje a los pastores y rebaños de la “mesta”, a su paso por la Cañada Real Segoviana o Burgalesa, a su paso por las cercanías de Valdecañas de Cerrato, en busca de pastos para el ganado lanar.
Así empezaron a surgir las cabañas de pastor, edificaciones que a cierta distancia, pueden parecer simples montones de piedras, que hoy podemos contemplar diseminadas por los páramos y los valles, al socaire de los cerros cerrateños, eso sí, en la mayoría de los casos, con un lamentable aspecto de deterioro, que con el paso del tiempo, si se han convertido en eso, un montón de piedras.
Los pastores levantaban y construían estas cabañas, corrales y “majanos”, (construcción esta menor, a modo de muro que les servía para resguardarse del aire principalmente) eran de un trabajo complejo y las hacían solos o en grupo, pero eso si, exclusivamente con las manos.
Las cabañas eran las viviendas de los pastores cuando cuidaban de sus rebaños en el campo. Se construían con la piedra caliza que se amontonaba en los majanos tras las sucesivas labores del campo, sobre terrenos poco productivos, en medio de los páramos o cerca de las laderas de los barcos.
El Cerrato ha sido una comarca tradicionalmente agrícola y ganadera, aunque éste último oficio es residual en la comarca y sus usos y costumbres han evolucionado, lo que hace que prácticamente los pastores ya no utilicen las cabañas y corralizas para su refugio y el del ganado.
Atrás quedaron esas largas temporadas que pasaban los pastores en el campo con el ganado.
 
 
Majano
Las cabañas de pastor, son la muestra de una riqueza de subsistencia, con régimen económico de autosuficiencia, con criterios conservadores, transmitidos entre los pastores, de padres a hijos, dedicados secularmente a la labor de pastoreo.
Los arqueólogos consideran a estas edificaciones del periodo protohistórico, como una necesidad de sus moradores, de estar influidos por el clima y la capacidad de mantener a los animales bien vigilados día y noche, al ser su gran riqueza y objeto de subsistencia.
En definitiva, las cabañas responden al apelativo medieval, entendido como pequeñas “casillas” rusticas y toscas, donde se resguardaban los pastores y sus rebaños.
Creo que es una pena que no se conserven y estén expuestas a la desaparición y ruina. Es fundamental que la gente aprecie lo que tiene, que lo conozca y que luego se esfuerce por difundirlo.
Las cabañas o chozos de pastor son un elemento muy singular del Cerrato, que debemos conservar para las futuras generaciones, por lo que todas las iniciativas, públicas y privadas, son necesarias para preservar este patrimonio.
Debemos concienciarnos de lo que han supuesto estas cabañas para los pastores y promocionarlas como elementos de alto valor cultural. Aquí es fundamental la implicación de las instituciones para promocionar el turismo interior para Palencia y otras latitudes de Castilla y León.
Incluso sería interesante que además de señalar rutas para visitarlas, se pudieran señalar en Google Maps para su localización y situación actual de sus edificaciones, para una posible posterior conservación en honor a una arquitectura rural y a sus constructores.
Las cabañas de pastor no son lo que a simple vista pueden parecer, un "montón" de piedras....
Cañada Real Segoviana o Burgalesa y Ruinas de Valdecañuelas
 
 
Cañada Real y ruinas de Valdecañuelas
Es digno de mención, que la Cañada Real Burgalesa-Soriana Occidental, de 700 km -con salida en Soria- cruza el término de Valdecañas de Cerrato, procedente desde Tabanera y continúa hacia el Sur hasta Hornillos de Cerrato. Esta era una importante vía pecuaria para la trashumancia del ganado lanar y que pudiera desplazarse por toda la Península. En los alrededores se hallan varios edificios en ruinas. El despoblado se denomina Valdecañuelas. En él se conserva la fachada de un edificio religioso.
El "Honrado Concejo de la Mesta de Pastores" o "Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta", fue creado por Alfonso X el Sabio, en 1273, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional, otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios, tales como eximirles del servicio militar, derechos de paso y pastoreo, etc.
Durante la Edad Media y con el paso del tiempo a la Mesta, como pasará a ser conocida, se le añade nuevos privilegios reales otorgados por los Reyes Católicos y una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, hasta 1836, en que es abolida. Los pastores pasaban por las Cañadas dos veces al año por itinerarios concretos.
Evidentemente, la importancia de la lana en la época, fue determinante para el desarrollo de la Mesta. La oveja que más abundaba en esta zona valdecañesa era la de la clase churra. La lana se llevaba a embarcar a los puertos de Cantabria y Vizcaya.
El cargo dirigente principal de la Mesta era el de Presidente, al cual lo ayudaban cuatro Alcaldes de Cuadrilla y los Alcaldes Mayores. Sobre la Mesta ha habido todo tipo de especulaciones y al respecto se ha creado una "leyenda negra". Fue una de las causantes de la deforestación sufrida a lo largo de la historia, debido a que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse.
Cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles..., para repartir el ganado por las zonas de pastos.
La Cañada Real Segoviana, también denominada Burgalesa, servía para el paso de los pastores y rebaños trashumantes de la “mesta”, a su paso por el Cerrato palentino, en busca de pastos para el ganado lanar, que luego esa lana de gran calidad, base principal de la importancia económica de estos rebaños, por via marítima del Cantábrico, serviría para exportar a los Paises Bajos.
La importancia económica de estos rebaños era la oveja merina, que era apreciada (y todavía lo es) en toda Europa, así como la oveja churra, lo es para carne.
Las agrupaciones de pastores y ganaderos castellanos y por ende cerrateños y valdecañeses, se fusionaron en la "Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta", según el privilegio de Alfonso X el Sabio, en 1273, aunque su denominación y reglamentación es de 1347, reinando Alfonso XI.
Como se ha dicho, con su creación, se intentaba evitar posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos, debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año.
Fue durante la época de la repoblación, cuando en las cercanías de la Cañada, surgieron un tipo de edificaciones, las cabañas de pastor, que tuvieron un mayor desarrollo en la zona del Cerrato, por ende, en Valdecañas de Cerrato y en el resto de la meseta.
En estos parajes, en los alrededores de la Cañada y por lo tanto en Valdecañas de Cerrato, los pueblos y los pastores de la comarca, tuvieron que soportar los impuestos y alcabalas pagados a su señor, el Marqués de Aguilafuente, durante más de 100 años (XVII-XIX).
La invasión francesa también impuso cargas insoportables (1809-1810), pues esquilmó ahorros, paneras, palomares y como no, corrales con sus rebaños, para la supervivencia de sus insaciables tropas.
La concentración parcelaria, la industrialización y la emigración, han terminado con aquellas discriminaciones y servidumbres de los pastores, y claro está, el abandono de esa actividad pastoril, hizo que las cabañas y cercados y hasta la tan util Cañada Real, fueran desapareciendo poco a poco.
De aquella grandeza, hoy solo quedan en la actualidad las ruinas de infinidad de cabañas, corrales para pastores y rebaños, junto a algunas ruinas de algunos caseríos diseminados en las cercanías cerrateñas de la Cañada Real, como por ejemplo, el de Valdecañuelas.
Antiguo Castillo de Santa Ana
 
 
Zona y ruinas donde estuvo situado el castillo de Valdecañas
En las cercanías del pueblo, a unos 4 km hacia el Norte, en el valle, sobre un cerro aislado, se hallan los restos de una fortificación conocida como El Castillo, al que rodean los arroyos de Ontanilla y el Castillo.
Este tipo de construcción defensiva, tuvo su origen tras la primera repoblación, hacia los siglos X o XI, y formaba parte de un más amplio conjunto de fortalezas distribuidas por toda la comarca.
Sus ruinas ocupan una superficie irregular, de 90 y 27 m de largo y ancho. Le rodea una muralla de piedra sin tallar, con un espesor de 1,8 m y una altura máxima de 1,2 m.
En su interior se aprecian restos de una torre situada en la zona más ancha, de la que se conservan 2,50 m de altura. La cantidad de piedras desprendidas hace difícil calcular la longitud de los lados, que se pueden estimar entre 7 y 9 m.
En sus cercanías se emplazaba Villovayo, que se despobló en 1516, y la ermita de Santa Ana. En el paraje conocido como Roblecinto, existen también restos de una fortificación similar.
Las piedras de sillería que conformaban éstas fortalezas, han terminado sirviendo para la construcción de otros tipos de edificaciones, dejando los muros de las mismas descarnados y expuestos a la incesante acción destructiva, meteorológica y erosiva.
 
 
LA CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIONES EN VALDECAÑAS
En la antigüedad, en épocas pre romanas, los habitantes del Cerrato y por ende de Valdecañas, primero fueron cazadores y recolectores, posteriormente se hicieron productores de alimentos, es decir, agricultores y pastores.
Habitaban en castros, cevicos y castrillos, estos fueron derivando en pequeños villorrios de origen medieval, con fortificaciones defensivas que fueron construidas con los materiales que había en los alrededores.
La muralla protegia de los ataques armados y de las epidemias, a veces se trataba de un simple paredón poco más alto que la estatura de un hombre con lanza.
Con la repoblación, entre los años 850 y 975, regresaron a las poblaciones abandonadas durante la ocupación musulmana los habitantes cerrateños que se habían refugiado durante mucho tiempo en la cornisa cantábrica, volviendo a recuperarse antiguos y nuevos núcleos, alfoces y aldeas. Ellos fueron los llamados "foramontanos".
Más que repoblar, se podría decir que fue organizar el territorio abandonado a su suerte, es entonces cuando se tienen noticias de la aparición como núcleo habitado de nuestro Valdecañas.
Como era lógico, los primeros valdecañeses buscaron un lugar en alto y cerca de una fuente de agua. Que mejor que asentarse en la zona alta del valle, por el "Castillo" y el paraje de Santa Ana, por donde discurria un tranquilo arroyo.
Allí se aposentaron los primeros pobladores de lo que en 1074 se denominó Val de Cannas o Bal de Kannas, hasta que una riada se llevó por delante el poblado, como consecuencia los valdecañeses decidieron situar su población en lugar más seguro, valle abajo, donde está en la actualidad, en un otero, donde se juntan los dos arroyos, a la sombra del Pico Piyayo, también denominado Cerro del Carrascal.
Los primeros pobladores del "nuevo" Valdecañas se ubicaron para mayor comodidad alrededor de lo que podríamos denominar la "nuez", a renglón seguido se fueron edificando las primeras viviendas.
No muy tarde como era lógico se edificó el primer templo dedicado a la fe cristiana, del siglo XII, en estilo románico. Con posterioridad, en el siglo XVII y sobre los restos del primitivo se edifico el definitivo templo, dedicado a San Nicolás de Bari, en estilo barroco con piedra "sillar", que hoy podemos contemplar.
Alrededor de la iglesia se fueron ubicando las diferentes viviendas familiares. La vida cotidiana, social, política y de mercadeo se hacía en el atrio, plaza, anexo al centro parroquial.
Desde el principio del asentamiento definitivo, hubo vecinos pudientes que por esa razón se hicieron construir sus viviendas con una construcción de envergadura, más o menos solida.
Me refiero a que unos construyeron sus viviendas en adobe con basamiento de piedra y madera; otros con el sistema de mampostería y sillarejo y los más pudientes, encargaron a canteros profesionales, como los de Trasmiera, la construcción de sus viviendas con piedra de sillar. Estos canteros cántabros eran expertos en rehabilitaciones y ampliaciones de edificios sacros y construcciones hidalgas, como las que se pueden ver hoy en Valdecañas.
Ejemplos de construciones que hoy siguen en pie, tenemos los ejemplos como la Casa de la Parra, de 1569, la Casa del Cordón, la antigua Casa Parroquial, que está fechada con esculturas religiosas, en 1738, en su interior se puede contemplar un mágnifico artesonado del siglo XVIII. La Casa Blasonada, construida en sillar; podemos observar otra casafechada en el arco de la puerta en 1707.
Las viviendas eran integradoras, me refiero a que en la mismas, convivian las personas de la familia junto a los animales, que cumplian el servicio de transporte y laboreo, de desplazamiento, en las cuadras; de alimento, de compañía y porqué no, de calefacción. Eran profundas, estrechjas y oscuras.
Contaban con tres alturas, la planta baja generalmente con basamento de piedra, la mediana, de adobe, mampostería o sillería, las ventanas y puertas, casi siempre en piedra sillar.
La entrada era con una puerta de acceso al zaguán, de madera, partida en dos, con los clavos y la parte superior de la misma, batiente y la inferior con una gatera.
En la parte baja de la casa, siempre había una estancia amplia con "gloria" (hipocausto), la cocina, con un hogar donde se ponía la trébede. También había basares incrustados en las paredes y una chimenea. Colgando del techo, un fuerte enganche metálico, el ayar, para colgar la caldera de bodrio, donde se elaboraban las partes de los cerdos y sus derivados en la matanza.
La cuadra estaba situada al fondo de la vivienda, pero alejada de las anteriores estancias, donde estaban los animales de tiro, que en muchas ocasiones accedían a ella, por el zaguán.
En la planta mediana, estaban situadoas las alcobas, las areas de descanso, algunas de las cuales, sin luz exterior. En la parte superior generalmente se encontraba el desván, lugar para almacenar grano y otros productos.
Todas las casa disponían de un corral y si el dueño era ganadero-pastor, existía una tenada. En el corral generalmente había un pozo de donde se surtián de agua no potable, donde se encontraba también el gallinero, la cochinera y el palomar. El estiercol que se generaba en las cuadras, en los corrales y tenadas se utilizaba como abono natural para los campos de cultivo.
El agua potable en valdecañas había que ir a buscarla a las fuentes y manantiales cercanos, Fuente los cantos, la Canaleja, Fuente la Casa y otros, con burros y los cántaros en las aguaderas.
 
 
Fuera, pero no demasiado lejos de la vivienda, el propietario tenía también un huerto y una bodega, a la que acudía diariamente a por el vinillo, que el mismo elaboraba en su lagar, que podía ser propio o colectivo. La bodega siempre se ha considerado como un elemento más del hogar valdecañés.
Construcciones consideradas como anexas a las viviendas eran las paneras, el pajar, los corrales con sus bardas, las colmenas, las casetas de las eras.
A modo de cortinas para preservar la intimidad, se utilizaban juncos secos.
En Valdecañas, a diferencia de otros municipios del Cerrato como Hontoria de Cerrato, Cevico de la Torre o Villamuriel de Cerrato, nunca hubo viviendas-cueva o rupestres.
En todas las construcciones priman los siguientes materiales :
ADOBE : Pieza bloque hecha de barro (arcilla y arena), mezclada con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol.
CAL : Utilizado para hacer mortero de cal y se obtiene de las piedras calizas calcinadas.
JUNCOS Y PAJA
MADERA : Encinas, la carrasca, los chopos el enebro, los sauces y el olmo común.
MAMPOSTERIA : Sistema tradicional de construcción, mediante la colocación manual de los materiales que los componen, ladrillos y piedras. Antiguamente se unían con barro y paja.
PIEDRAS : De tonalidad blanquecina, calcarea.
SILLAR : Piedra labrada por varias caras que forma parte de las obras de fábrica.
SILLAREJO : Cuando el sillar es más pequeño o está labrado toscamente.
TEJAS : Modelo llamado árabe.
YESO : Se elabora calcinando aljez. se utilizaba para unir piezas de mampostería.
Valdecañas de Cerrato, altanera, reinando en medio de los dos valles, es una muestra de arquitectura rural, que conserva el embrujo de su vejez, muestra a través de sus antiguos edificios y su trazado urbano, como eran antaño los pueblos cerrateños.
 
 
SOBRE EL CARACTER "VALDECAÑÉS"
Durante el paso del tiempo, las clases populares de Valdecañas de Cerrato, y alrededores, han desarrollado su propia jerga local, en la cual, algunos de sus términos difieren en significado con sus semejantes en otras provincias.
Decía del hablar de los cerrateños de esta zona, el profesor Pablo Cepeda Calzada: "He observado la manera despaciosa de hablar de estos hombres de Castilla, que habitan en los Valles del Cerrato y laboran rudamente en la vega y en el páramo, vapuleados por la inclemencia de las estaciones".
Bajo el estado de su natural reserva, les brotan las palabras y les salen de dentro como sustancias, como si expelieran un pedazo de su personalidad en cada vocablo que pronuncian. Son palabras «sustancia», en las que muy rara vez entra un adjetivo. Más que para componer combinaciones de frases, parece que están hechas para la digestión, que ya ha sido realizada por el que la pronuncia, y que se inicia en el que la recibe. Se rumian los vocablos, que valen como alimento, en forma análoga a como los israelitas se nutrían del «maná» casi etéreo que les caía de las alturas. Junto a esa parsimonia en el decir, que se escucha a sí mismo, surge acaso de improviso una gracia cáustica y atrevida, que anima el «cotarro».
Borbota chispeante el requiebro, cargado de intención, de ironía, de sabiduría -procede de «saborear»-, por la que en los coloquiales parlamentos se «da la vuelta» al sentido de las palabras y se enhebran juegos de detalle y de mordacidad.
Hay en ello un capricho y una zancadilla verbal, un medirse sutilmente cara a cara con el otro. Por lo tanto, el carácter del cerrateño, el del valdecañés, es serio, es prudente, y sin embargo alegre.
Es trabajador, sufrido, muy amante de su tradiciones y conocedor de sus oficios. Fuera de su ambiente natural, se muestra un tanto observador y desconfiado al principio, hasta su plena adaptación.
La familia es su pilar fundamental. Los valdecañeses, también se han caracterizado por el amor a sus tradiciones. Los valdecañeses, son más hombres "de palabra", que el burgués, que es más hombre "de frase". Son sobrios y enérgicos, y sin perder la compostura y aplomo, saben ver el lado oblicuo de las cosas, haciendo piruetas de sorna y sarcasmos agridulces.
 
 
OFICIOS ANTIGÜOS QUE HAN DESAPARECIDO DE LOS PUEBLOS COMO VALDECAÑAS DE CERRATO
Quiero hacer mención a los cuarenta y cuatro oficios y quehaceres que antaño eran muy populares y existían en cada villorrio o población castellana, española y por ende, en la comarca del Cerrato palentino y que a la llegada de los tiempos modernos han ido desapareciendo, en cantidad, hasta casi su extinción en la actualidad.
Los enumeraré por orden alfabético, haciendo una somera mención sobre la mayoría y en los que sean, o bien por su importancia, por haber sido de gran utilidad o por haber llegado hasta nuestros días, ogaño, manteniéndose con una concepción diferente a la antigua o por cualquier otro concepto, me extenderé un poco más.
ALFARERO : Era la persona que dominaba el arte de elaborar objetos de barro o arcilla y, por extensión, el oficio que ha permitido al hombre crear toda clase de enseres y artilugios domésticos a lo largo de la historia. En el Occidente culturalmente tecnológico, la alfarería popular, cacharrería ruda, era evocadora obra de artesanos barreros. La industria alfarera, además de la vajilla y la cacharrería, abarca la azulejería sencilla, la tejería, la ladrillería y la fabricación de baldosas sin esmaltar. Popularmente, alfarería es sinónimo de cerámica. Otras técnicas cuyos términos se asocian a la alfarería y la cerámica son la loza y la terracota. El factor geológico como base de la materia prima era necesario para obtener el material primario, la arcilla, y también era necesaria la existencia de árboles para conseguir la leña que se usaba en la posterior cocción en hornos. El clima fue un factor importante, había y hay grandes desfases entre regiones de la costa con las de la Meseta. Así mismo se sabe que durante los meses de invierno no se llegaba a trabajar a causa del frío.
AFILADOR : El afilador o amolador, es un comerciante ambulante, que ofrece sus servicios de afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte. En Occidente, ya es historia la imagen del artesano recorriendo las calles del pueblo o la ciudad anunciando su paso con el "pito del afilador" o "chiflo" (una pequeña flauta de Pan hecha de cañas) con su breve melodía haciendo sonar las notas de su escala tonal. En el pasado, los amoladores solían ser también reparadores de paraguas.
ALPARGATERO : Se llama alpargatero al artesano encargado de fabricar alpargatas. Para fabricar las alpargatas realiza las siguientes operaciones. Clasifica el cáñamo rastrillado en cuatro calidades: el más fino es el padre, el entrefino el hijo, el de tercera clase estopa y el de la cuarta tamo. Despelota el tamo y se va formando una veta que se devana en ovillos. Con tres ramales de esta veta forma la trenza o soga de la suela. Los buenos alpargateros a fuerza de práctica llegan a prescindir de taloneras, caballetes y horma; todo lo hacen a mano supliendo los instrumentos con la mano izquierda.
AGOSTERO : Los agricultores, necesitados de mano de obra para las faenas del campo, durante la recolección de cereales, para "hacer el verano", durante esta temporada, eran ayudados por otros contratados, llamados "agosteros", también denominados "parameses" y lo mismo ocurría con los pastores, a los que ayudaban los "zagales" o "motriles", para el cuidado del ganado. El motril, era un muchacho de 8 a 12 años que ayudaba a cuidar rebaños de ovejas merinas sólo durante el verano y en general, en las labores del campo.
BOTERO : Persona que se dedicaba a fabricar "botas", pellejos y odres para vino, aceite, etc. Hacía "botas", odres pequeños recubiertos de pez por su parte interior, que remata en un cuello con boquilla. También los hacían en tamaños mayores, como el "pellejo", hecho generalmente con la piel de cabra, que una vez curtida se ataban las puntas de las extremidades delanteras y el resto iba con cosidos muy resistentes, para poder transportar el vino.
CALDERERO : Un calderero es una persona que se dedica a la construcción de calderas metálicas o de madera con aros de metal.
CAMPANERO : El que tiene por oficio tocar las campanas una vez están instaladas en las torres de las Iglesias y espadañas de las ermitas. Es un oficio de origen medieval en su concepción actual, que se remonta al mismo momento de la historia en que se crean las campanas. Para que la campana desarrolle su función, es preciso contar con una o varias personas que se encarguen de tocarlas cuando es necesario. Además de los toques, repiques y volteos, el campanero revisa el estado de las ataduras de los badajos, la tensión de los cables de los electromazos, la tensión de las correas del volteo de las campanas, el engrase de las cajas desmultiplicadoras y los cojinetes, y la supervisión del reloj de las horas. El estudio de las campanas y de sus sonidos es la campanología.
CANTERO : La cantería es el oficio y arte de labrar la piedra para su empleo en construcciones. Los diferentes artesanos que participan en el proceso se denominan cabuqueros, entalladores, canteros y tallistas o labrantes. Antaño, en la Edad Media, por la parte del Cerrato se aposentaron, canteros de la zona de Trasmiera, en Cantábria y gracias a ellos, hoy se pueden admirar bellos edificios de sillar. En Valdecañas de Cerrato hay varias construcciones que reflejan su buen hacer. Fue a partir del siglo XV cuando se sabe por documentos, que estaban trabajando por toda Castilla y que tenían puestos de gran responsabilidad. El oficio de cantero tenía una buena preparación y era tradicional y conocido más allá de sus fronteras trasmeranas. Durante los siglos XV al XVIII se dio el gran auge en España, Portugal y colonias americanas. Muchos de ellos trabajaron en obras tan especiales como el Monasterio de El Escorial y la catedral de Sigüenza y en grandes monumentos de Galicia, como la catedral de Santiago. Sin embargo no dejaron apenas huella en Cantabria. Se sabe que a principios del siglo XII, un gran número de canteros de Trasmiera fueron llamados para trabajar en la construcción de las murallas de Ávila. A partir del siglo XV se sabe por documentos que estaban trabajando por toda Castilla y que tenían puestos de gran responsabilidad. Se vieron en la necesidad de crear una agrupación de gremio, agrupación cerrada y esotérica en la que se comunicaban por medio de una jerga especial que sólo ellos conocían. Esta jerga lingüística se llamaba la pantoja. El oficio se trasmitía de padres a hijos, por lo que estos últimos gozaban de un aprendizaje especial que les permitía ser maestros y dirigir obras de catedrales antes de los 30 años. El trabajo de cantera se ha mecanizado en gran parte y se destina su producción, preferentemente, a la restauración de edificaciones de alto valor arquitectónico y patrimonial, el revestimiento de fachadas y la elaboración de paramentos de sillería.
CANTARERO : Persona que fabrica artesanalmente cántaros y otras vasijas de barro cocido, se le quería diferenciar del "alfarero".
CAÑICERO : Persona que se dedicaba al tejido de cañas, que sirve para armazón en los toldos de los carros, sostén del yeso en los cielos rasos, etc. El cañizo es un conjunto de cañas dispuestas paralelamente y amarradas entre sí, con las cuales se construye desde la antigüedad cubiertas, techos, empalizadas y armazones. Puede estar hecho de caña de bambú o común de río, si es para cubierta del sol puede ser hecha de mitades aligerando la estructura. La caña común como la de bambú son materiales muy longevos, resistentes a la humedad y a la intemperie, la estructura de sus fibras largas y laminadas para absorber el agua por capilaridad de abajo a arriba y que los rayos solares no la deshidraten, son las características que lo hacen un material natural idóneo para aislar y reforzar techos y tabiques.
CAPADOR : Hombre que tiene el oficio de capar. Una especie de veterinarios empíricos que recorrían las haciendas ganaderas para prestar sus servicios de “castrar” o “capar” animales (extirpación de testículos). Utilizaban los capadores para anunciarse, castrapuercas o castrapuercos, un silbato compuesto de varios cañoncillos unidos.
CARBONERO : El término carbonero puede referirse a la persona que fabrica carbón en una carbonera a partir de leña. La carbonera se forma de modo artesanal colocando los propios troncos de leña en forma de cono y cubriéndolos de una capa de tierra de unos de 20 cm de grosor. En la parte superior del horno se practica una chimenea y se hacen respiraderos en la base para avivar el fuego. Se introducen brasas por la chimenea y se alimenta con tacos de madera regularmente. Al cabo de unos 20 ó 30 días los troncos de madera se han reducido a carbón. Carbonero también puede referirse al mozo que distribuía el carbón entre los consumidores.
CARRETERO : Persona que conduce carros y carretas o los fabrica.
COLCHONERO : Existía la figura del colchonero que era un profesional que viajaba de pueblo en pueblo aireando, rellenando y ahuecando los colchones de lana. Antiguamente, los colchones constaban de una funda rellena de materiales orgánicos como paja, lana, hojas, etc. que eran nido de pequeños insectos (ácaros, pulgas, chinches) por lo que había que ventilarlos y airearlos periódicamente. Los colchones de lana fueron populares en Europa hasta bien entrado el siglo XX. El colchón relleno de lana llegó a Europa tras las Cruzadas, cuando los europeos adoptaron la costumbre árabe de dormir sobre cojines. El nombre deriva del latín culcĭta, colcha, cobertura de cama.
COMPONEDOR - ESTAÑADOR : Existía el oficio de componedor (llamado también estañador o hojalatero), una especie de artesano ambulante que iba de pueblo en pueblo con un aparato soldador manual, reparando cacharros metálicos, ponía parches o "pegotes", remiendos en definitiva, en baldes, en calderos, arreglaba paraguas y todo tipo de utensilios, no sólo caseros, sino a veces también aperos de labranza.
CORDELERO - YUTERO : Las personas que trabajaban fabricando cuerdas, cordeles, sogas, maromas. Un cordel es una cuerda compuesta por dos o más pequeños filamentos o hilos trenzados. Las fibras naturales utilizadas para hacer cordeles incluyen algodón, yute, cáñamo, esparto, algodón, yute, seda, lana, pelo, sisal, henequén y fibra de coco. A los extremos de la cuerda se les denomina chicotes mientras que a su parte media seno.
CUCHILLERO : Se llama cuchillero a la persona que fabricaba cuchillos y otros instrumentos cortantes, como las tijeras. Antes de pasar a ser un proceso industrializado, la fabricación de cuchillos seguía las siguientes fases. El obrero prepara unas y otras a la fragua, tomando mas o menos precauciones en este trabajo según el grado de la materia y de las láminas que desea formar: los perfecciona a la lima y después los templa para darles la dureza conveniente. Como es difícil darle precisamente el punto que exige cada instrumento, según la calidad y el grosor del metal, se prefiere el dárselo subido, siempre que por una operación subsiguiente se conduzca el acero a un estado en que sea menos duro y menos quebradizo; y esta operación es la que se llama recocer o repetir. Consiste simplemente en hacer calentar el metal hasta cierto grado de calor que fácilmente se conoce en el color que toma y en retirarle al punto de la fragua para dejarle enfriar lentamente. Hecho esto, se pasa por la muela y la pulidora para darle el filo. Para pulimentar sus obras hace uso el cuchillero de diversas sustancias que se designan con el nombre de pateas y deben estar en polvo impalpable para producir un pulimento fino: he aquí las que son mas usadas.
La molada, que se encuentra en el fondo de la caja en que gira la muela: sirve comúnmente para destruir los trazos gruesos sobre las materias de que se forman los mangos o las armaduras de los cuchillos, como el cuerno, los huesos, elmarfil, el nácar, la concha y las maderas duras.
El carbón de madera blanca, para los cuernos y los metales.
El blanco de España, para dar la última mano a toda suerte de obras de cuchillería.
El tripoli, para toda especie de materias.
La piedra pómez, que sirve para suavizar.
El esmeril, que sirve principalmente para suavizar y pulimentar los metales según su finura.
La potea de estaño, que igualmente sirve para pulimentar los metales.
El rojo de Inglaterra, que conviene particularmente al hierro y al acero.
La potea de acero, solo o mezclada con la de estaño, resulta excelente para bruñir el acero templado.
Para hacer los mangos, el cuchillero escoge:
Los cuernos de buey, de carnero, de macho cabrío y de ciervo
Maderas indígenas, tales como el olivo, el ciruelo, el cerezo.
Diferentes materias animales como son los huesos, la concha, el marfil, el nácar
CURANDERO - SANADOR : Un curandero es, en teoría, una persona que a través del espíritu cura el cuerpo físico, o a decirlo de otra manera a través de lo espiritual se cura lo físico. Sus funciones van desde proveer curación a enfermedades mentales, emocionales, físicas y espirituales mediante tratamientos herbolarios y masajes, hasta la purificación del espíritu y la sanación de males mágicos con la ayuda de espíritus o deidades. Un sanador o curador es quien ayuda a alguien a recuperar su salud, incluyendo la curación a través de la fe. Los cristianos de habla castellana usan la palabra ministro de sanación o sanidad, para referirse a quienes usan medios espirituales, en este caso, carismas. Algunos practicantes de la medicina complementaria y alternativa tratan de evitar el término para sí, reclamando que su labor va de la mano con las propiedades autocurativas propias de la naturaleza del cuerpo humano, lo que ellos llaman vitalismo.
CURTIDOR : Es aquel que domina el curtido, que es el proceso de convertir la piel putrescible en cuero imputrescible, tradicionalmente con tanino, un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color. El curtido vegetal usa tanino (de donde procede el término «tenería», que junto a «curtiduría», designan el lugar o fábrica donde se curten las pieles). El tanino se produce naturalmente en la corteza de algunos árboles, siendo los más usados, los de castaño, roble, y cerezo. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa. Los antiguos usaban el cuero para odres, bolsos, arneses, botes, armaduras, aljabas, vainas, botas y sandalias. Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Una vez que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo. Cuando el pelo era eliminado, los curtidores ablandaban el material machacando estiércol sobre las pieles o mojándolas en una solución de sesos de animales. Las heces de los perros eran las preferidas para este fin. El cuero sobrante podía transformarse en cola. Para ello, los curtidores ponían trozos de pieles en una cuba de agua y los dejaban pudrir durante meses. La mezcla se ponía entonces al fuego hasta evaporar el agua y lograr así el pegamento.
ESPARTERO : Se llama espartero al artesano que trabaja en formar toda obra y pieza de esparto. Estos artesanos compran el esparto ya crudo o machacado, hecholiñuelo, lía, pleita, etc. y con estos materiales laborean todas las piezas que se les encarga. En los lugares en que los vecinos se dedican a coger el esparto de las atochas, lo hacen enrollando las puntas en un palito llamado collazo, antes de venderselo a los esparteros, como es el niñuelo, guita, tomicilla y teguillo. En el otoño es la temporada que está el esparto en su madurez y por consiguiente cuando se debe coger.
ESQUILADOR : Esquilador, es una persona que se dedica a cortar la lana o el pelo de los animales, y que habitualmente desempeña su labor en las explotaciones agrícolas. Se trata de un oficio muy antiguo, de un trabajo extenuante, en el que se requiere mucha experiencia para realizar la esquila correctamente, porque de ello depende la calidad de la lana resultante que después se comercializa. Antes de la entrada del verano, que es cuando hay que realizar la esquila del ganado, es la época con mayor carga de trabajo para estos profesionales. En España "La Salve de los esquiladores", era una oración que los esquiladores recitaban al finalizar su labor y que estaba dedicada a una Virgen, generalmente la del pueblo en que se hallaban.
GUARNICIONERO - TALABARTERO : Operario que trabaja o hace objetos de cuero, como maletas, bolsos, correas, etc. Que se dedicaba a la fabricación o arreglo de sillas de montar de caballería, albardas y aparejos para asnos y mulos. Solian usar otros materiales además de el cuero como la lona, lanas gordas denominadas estambre con las que se elaboran las guarniciones o dibujos sobre las monturas o aparejos e hilos de colores. La guarnicionería o talabartería es el arte de trabajar diversos artículos de cuero o guarniciones para caballerías.
GASEOSERO : Dicese de la persona que producía y comercializaba este tipo de bebida refrescante. La gaseosa (también llamada refresco, bebida carbonatada, soda o cola, dependiendo del país) es una bebida saborizada, efervescente (carbonatada) y sin alcohol. Comienza la fabricación de bebidas carbonatadas en Nueva York en 1832, cuando John Matthews inventa un aparato para mezclar agua con dióxido de carbono, y además agregarle sabor. De la popularidad de la bebida nacen negocios que mezclan el agua carbonatada con sabores a elección, llamadas fuentes de soda. Sabores como naranja, limón o uva eran muy demandados. En aquella época la gaseosa también se vendía en farmacias como remedio para curar diversos males.
HELADOR : Persona que cuando nevaba en las montañas, acudía a recoger la nieve, vivía del proceso de producción del hielo y lo comercializaba . Con cestas, sacos, etc., la llevaba a neveras para depositarla, que podían ser pozos, hoyos cavado en el suelo o casas de piedra rudimentarias en lugares sombríos. Una vez allí prensaban la nieve con instrumentos de madera y hacían capas de diferente grosor (que podía ser de 30, 40 o 50 cm.) y que separaban con helechos, hojas de haya u otros vegetales para facilitar su posterior separación. Los bloques resultantes estaban separados del suelo con estructuras de madera y no tocaban las paredes, con el objetivo era evitar que se derritieran. Tomando estas medidas podía aguantar todo el año. En el siglo XVII se tomaban helados y melones helados. Era una época en la que el hielo comenzó a ser accesible para toda la gente. Los pueblos y las personas adineradas podían alquilar las neveras por años y en determinadas condiciones. El hielo se transportaba desde su lugar de almacenamiento en la montaña a depósitos más cercanos a las poblaciones. El precio se encarecía si no había nevado y se tenía que transportar el producto desde lugares más alejados. El hielo era muy apreciado no solo por lo comestible, sino también como conservante de alimentos y por su uso terapéutico. Con este producto se paraban hemorragias, se empleaba como anestésico, y era muy corriente tener una botella con agua de nieve y unas gotas de aceite para tratar las quemaduras.
HERRERO : Un herrero es una persona que tiene por oficio labrar el hierro. Generalmente el metal es calentado hasta que se vuelve incandescente, al «rojo vivo», y posteriormente se somete al proceso de forjado. Algunas manufacturas de los herreros son elementos de hierro forjado, rejas, muebles, esculturas, herramientas, artículos decorativos y religiosos, campanas, utensilios de cocina y armas. Un herrero con suficiente experiencia puede realizar con el mínimo de esfuerzo y energía, productos de aspecto refinado que combinan talento y originalidad. Uno de las tareas especiales de algunos herreros consiste en clavar o poner herraduras en los cascos de los caballos.
HERRADOR : El herrador es la persona encargada de herrar los caballos, mulas y burros. Este oficio tuvo gran importancia en toda Europa desde la Edad Media y en Norteamérica desde el siglo XVIII hasta la revolución industrial dado el elevado número de ganado equino que había. Con la industrialización del campo y la aparición del automóvil la ganadería equina disminuyó enormenete su número. En muchos pueblos el herrero era también el herrador, sin embargo existían también herradores itinerantes que iban de pueblo en pueblo herrando aquellos animales que lo necesitaban. Era común la existencia depotros en los pueblos, una estructura realizada generalmente en piedra y madera donde se sujetaban los animales para facilitar la labor del herrador. Algunos intrumentos utilizados por los herradores son:
El pujavante, instrumento para cortar la pezuña de las caballerías
La legra, herramienta para alisar la pezuña.
HILANDERO : Persona que tiene por oficio hilar .El hilado de fibras consiste en transformar la fibra en hilo, esta operación tiene lugar en una hilatura ohilandería. Hilar es retorcer varias fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados también hilaza o hilados.
LAMPARERO - LAMPARISTA - FAROLERO : Persona que cuida las lámparas, generalmente las de alumbrado público, limpiándolas y encendiéndolas. Encargado de cuidar de los faroles del alumbrado.
LEÑADOR : Persona que se emplea en cortar leña y venderla. En tiempos antiguos el leñador era una de las personas más populares, ya que la leña era el material más común para calentar y cocinar: en efecto, la leña se utilizaba (y utiliza aún) para quemarla en estufas, fogones, parrilleros, y barbacoas, tanto en casas particulares como en establecimientos abiertos al público, y también servía para las cocinas y hornos de los domicilios, e incluso (p.ej: durante la guerra) como combustible en los coches de gasógeno. La recogida de leña y con ella el trabajo del leñador artesanal ha disminuido en los tiempos modernos, ya que la leña utilizada como combustible ha decaído en los entornos industriales, quedando reducida a su uso en algunos domicilios a través de su quema en los hogares a leña.
MOLINERO : Persona que tiene a su cargo un molino o trabaja en él.
PELLEJERO - CURTIDOR : Persona que se dedica profesionalmente a curtir, adobar o vender pieles. De hecho, los antiguos métodos de curtido eran tan malolientes que las tenerías que los emplean aún siguen estando aisladas de las ciudades. Los antiguos usaban el cuero para odres, bolsos, arneses, botes, armaduras, aljabas, vainas, botas y sandalias. Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Una vez que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo.
PEÓN CAMINERO : Obrero destinado a la conservación y reparación de los caminos públicos.
PREGONERO : El pregonero era antiguamente en España y sus colonias, el oficial público que en alta voz daba difusión a los pregones, para hacer público y notorio todo lo que se quería hacer saber a la población. Los pregoneros oficiales o públicos tienen su precedente en los praecones romanos. También existieron pregoneros en lo judicial, teniéndolos las audiencias y alcaldías mayores. Su función era, acompañando al reo, pregonar el delito de éste, en las penas de muerte o previo a los azotes públicos, y para vergüenza de los implicados. Con todo, en los Ayuntamientos, especialmente en los rurales o de poblaciones pequeñas, se conserva este empleado para dar a conocer aquellos acuerdos de carácter general y urgente que interesan a todo el vecindario, así como para dar difusión a anuncios comerciales de carácter particular y circunstancial, pérdidas de objetos, etc. En algunos lugares se conserva esta figura por tradición, en fiestas y en celebraciones locales. Llegado a este punto, debo recordar con orgullo, que yo fuí pregonero de las fiestas en honor a la Virgen del Campo, Patrona de Valdecañas de Cerrato, en el año 2007.
RECITADOR - RAPSODA - ACTOR - MÚSICO : Recitador ambulante que cantaba poemas u otros temas épicos y versos, acompañándose de algún instrumento musical.
SACAMUELAS : Dentista. Persona que tenía por oficio sacar muelas. Las enfermedades han aquejado a la humanidad desde sus mismos inicios, en especial el agudo y lancinante dolor dentario producido por una caries profunda o un absceso periapical. Tiempo después esta profesión fue asumida por los barberos quienes además de los servicios de cortes de cabello, asumían las extracciones dentales de los clientes aquejados de dolor.
SILLETERO - CESTERO : La cestería es un proceso de confeccionamiento mediante tejido o arrollamiento de algún material plegable, un recipiente (cesta o canasto) u otro artefacto. Las personas dedicadas a este trabajo se denominan canasteros o cesteros. es una de las artes más antiguas de la humanidad, practicada a partir de tiras o fibras de origen vegetal (mimbre, junco, papiro) y también de origen animal o cabello humano.
TEJEDOR - HILANDERA : Era el artesano que realiza el tejido textil. El hilado de fibras consiste en transformar la fibra en hilo, esta operación tiene lugar en unahilatura o hilandería. Hilar es retorcer varias fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados también hilaza o hilados. La lana de la oveja se hila fácilmente, ya que es rizada por naturaleza, pero también puede hilarse el pelo de otros animales. Es posible hilar simplemente con los dedos, pero para hacerlo con mayor exactitud y rapidez se utiliza un huso. El huso de mano es un palo con un pequeño disco en su extremo. El disco se llama nuez, volante o tortera y suele ser de madera, arcilla o piedra. El hilo se ata al huso y se tuerce a medida que gira la rueda. La hilandera añade más fibras a la hilanza, tomándolas de uncopo que sujeta con la mano o tiene enrollado en un palo llamado rueca.
TEJERO : Persona que se dedica profesionalmente a fabricar tejas, ladrillos o adobes.
TENERO : Los que hacían calceta y medias de lana.
TINTORERO : Tintorero es el artesano que tiene por oficio teñir tejidos y prendas de vestir. Documentado en Oriente y más tarde en la cultura greco-romana, el oficio de tintorero se desarrolla en la Europa medieval como actividad gremial, que evolucionó más tarde como pequeña y mediana industria. La desconfianza suscitada por el conjunto de las labores de teñido fue norma común desde la antigüedad. Pero en la Europa medieval cristiana se agudizaría, manifestándose tanto en el ámbito real como en el legendario. Abundan fuentes que subrayan el carácter inquietante, si no diabólico, de un oficio prohibido a los clérigos y desaconsejado al común de los creyentes. De ahí que el tintorero siempre estuviera vigilado y marginado. Con los curtidores -otros artesanos sospechosos por su contacto con cadáveres de animales -, el bien en litigio era el agua del río. El curtidor necesitaba el agua limpia para dejar macerar sus pieles, condición que imposibilitaban las materias colorantes de los tintoreros. La lana para teñir se coloca primero en un baño concentrado de alumbre que actúa como mordiente. Luego se tiñe con un baño colorante y, posteriormente, se pone a secar al sol. Antes de la aparición de los tintes sintéticos (la anilina, por ejemplo, se descubrió en 1856), los tintoreros empleaban solamente tintes naturales extraídos de sustancias vegetales:
El rojo obtenido de la raíz de grana, que crece silvestre.
Las hojas del índigo daban un azul que podía ser muy oscuro, casi negro.
Las hojas de la vid proporcionaban los amarillos, también obtenidos a partir del azafrán (color más delicado).
El verde se obtenía mezclando azul y amarillo con sulfato de cobre.
TONELERO : Aunque recibe su nombre de los toneles, los toneleros también confeccionan barriles, barricas, cubos, cubas, tinas, mantequeras, tubos, fudres, y demás recipientes parecidos. Principalmente se dedicaban a la fabricación artesanal de recipientes de madera de forma abombada, en general más largos que anchos, ensamblados con aros metálicos y con extremos planos.
TRAJINERO : El trajinero o "trajinante" era la persona que hacía recados para otros.
TRILLERO : El que fabricaba trillos. Un trillo es un apero o antigua herramienta agrícola que se destinaba a separar el trigo de la paja, es decir, a trillar. Es un tablero grueso, hecho con varias tablas, de forma rectangular o trapecial, con la parte frontal algo más estrecha y curvada hacia arriba (como un trineo) y cuyo vientre está guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas). Las dimensiones de los trillos variaban, pero, en España, suelen tener hasta dos metros de largo, por metro y medio de ancho (aproximadamente). Habiendo trillos más pequeños, hasta llegar a un metro de ancho por metro y medio de largo, más o menos. El grosor de los listones de los trillos es de unos cinco o seis centímetros.
YESERO : El que fabrica, vende, ó conduce el yeso al sitio donde se está haciendo obra.
 
 
LÉXICO AUTÓCTONO DE LA ZONA
Durante el paso del tiempo, las clases populares de Valdecañas de Cerrato, y alrededores, han desarrollado su propia jerga local, en la cual, algunos de sus términos difieren en significado con sus semejantes en otras provincias. Se puede comprobar que en muchos casos, las frases y vocablos, se alargan a modo de cierto «cante», en la penúltima sílaba. Ejemplo: «Abu...ulto» .
El lugar es rico en refranes y dichos como: • «Del Cerrato, moza, miel y gato». • «Estás como un tito». Usado para referirse a alguien que está moreno del sol . • «Un tonto aburre a ciento si le das lugar y tiempo». Empleado para negar la autoridad a alguien.
También se observan vocablos, voces, verbos, dichos y expresiones como:
Abulto. Tolón, persona que exagera. Andalubios. Reguero que dejan las aguas de lluvia en las laderas. ¡Andanda!. Pues fijate. ¡Ábate!. Cuidado. ¡Diosle!. Imprecación. ¡Diosle!. Imprecación. Mujeriegas. Estilo de montar de las mujeres. Marrotar. Estropear. Amargacenas. Viento que se levanta al atardecer. ¡No te amuela!. ¡No te fastidia!. ¡Cojona!. Expresión de asombro. Cenacho. Vago. !Dejaile!. Expresión derivada del "dejadle".Rodea. Servilleta y trapo de cocina. Pequeñarra. Niño pequeño. Chigüito. Niño. Peribolo. Alguien que no pinta mucho. Ordiga. Golpe. ¡Jobar!. Al fin. Escolumpiar. Balancearse en el columpio. Destrozaterrones. Desgarbado. Cenacho. Persona que no vale mucho. Bobalán. Bobo. Alelao. Lelo. ¡Quiá!. No puede ser. Ceroño. Persona bebida. Zaraballo. Pedazo de pan.¡No te amuela! - ¡No te jiba!. ¡ No te fastidia !. ¡Cojona!. Expresión de asombro. Tomar la fresca. Al atardecer. !Virgena¡. Imprecación. ¡Calla la boca!. A la hora de mandar silencio.
 
 
LÉXICO DE LA ZONA CERRATEÑA
 
 
 
 
En este “rincón”, en esta ocasión quiero comentar sobre cómo se hablaba antaño por estos lares cerrateños y también poner algunos términos, palabras, que más bien, en la actualidad, parecerían “palabros”, ya en desuso.
"En el habla popular no todo es plebeyo, sino que hay voces de abolengo que fueron de reyes o de los más altos documentos". Nos dice Vicente García de Diego, en su libro: "Presente y futuro de la lengua española".
Esta afirmación me anima a recrear parte de un código lingüístico que ya suena arcaico en este mundo global en el que estamos inmersos, pero que no deja de ser interesante para aquellos que todavía entendemos el habla de nuestros abuelos.
Durante el paso del tiempo, las clases populares del Cerrato, han desarrollado su propia jerga local, en la cual, algunos de sus términos difieren en significado con sus semejantes en otras provincias.
Se puede comprobar que en muchos casos, las frases y vocablos, se alargan a modo de cierto cante en la penúltima sílaba. Ejemplo : <Abu…ulto >.
Y el resultado es este trabajo donde se recogen frases de rancia solera, propias del medio rural de la subcomarca de los Valles del Cerrato, construidas con términos de uso habitual en los pueblos del Cerrato y que se definen en el vocabulario, para facilitar su comprensión:
* Llevamos dos semanas que se vienen alternando el ábrigo y el bajero. Hasta que no sople el cierzo o el regañón, no dejarán de caer aguarradas; pero con el cambio, pueden amanecer los árboles con carama.
* No tendrían otra cosa que hacer esos alipendes, que pasar el tiempo dando voltinetas y chingoletas en el pajiguero de la era. Se han puesto de tamo hasta el garbagero y uno va anqueando.
* Como no has querido agarrar del cornijal, he topinado y me he pegado la trapajada al ir a vaciar el costal, en las trojes del desván.
* No me extraña que la gente vaya en manguetas y pernetas. Como el verano siga así, vamos a terminar todos en folguetas, o acabaremos ajigolados en estos retosteros.
* Vi un matacán comiendo mielgas junto a un majano. Le azupé los perros y si que le guiparon, pero al rato volvieron aspiados y con galbana.
* Antes de emparvar, procura abaliar el balaguero y sacar las espigas a la tendida para que se trillen bien y no salgan granzas al beldar.
* Ya me dejarás otro día el macho para coyuntar, porque al llegar al repecho del cotarro del páramo con la yunta, se rompió la costilla del ubio y no pude binar la tierra.
* No hay manera de que arregostes. El otro día ya te caíste relocho por jugar al quiricojo en esos andurriales, y hoy seguro que te esbaras y terminas escalabrado o mancado.
* Antes de las mosterías, tenemos que hacer un lagarejo a ese perillán; que es un fato y nos va a tomar por cenorios a quienes se asusta con sacamantecas.
* Trae los hocinos, las zoquetas y la hacina de los vencejos, que vamos a segar cuatro emelgas al páramo, porque en la vega aún está cerollo.
* En la matanza se pipó de almorzaderas y se chingó unos cancarros de media azumbre, con lo que terminó pilili; y volvió a casa dando argallones. Estaba más atufado que la zarcera.
* Abrígate bien con la pelerina y la chalina; que si no, vas a terminar arrecida con tantafriura como cae. Yo, casi cojo un pasmo por salir sin ponerme la pelliza y el tapabocas.
* Que si once, que si doce arrobas. Tanto porfiar con el peso del cochino, que no quedó más remedio que echar mano de la romana, y empezamos tarde a estazar.
* El viernes santo, las campanas no pueden tocar ni a clamor; así que los monaguillos tocan las carracas y las matracas para que la gente acuda a los oficios y a la carrera.
* El gato del vecino las está pasando canutas. Esta noche "andaba en marzas" y le atinó con las trébedes en todo el espinazo. Debe estar esguarnillado o eslomado.
* Ya tengo preparados todos los belezos para la matanza. Las orzas, la duerna y los barreñones, lavados. Las zafras están llenas y la sal preparada para los perniles y el jamón.
* Si quieres secar bien la ropa, coloca el brasero con la alambrera puesta en el centro del azufrador, para que no se asure ninguna prenda.
* ¡Entrepato!, que no sabes ni hacer adobes ni con la mincalera. En vez de candajear, escorréate con el montero, que si no vas a probar los gabilanes.
* Ayer cerní la harina con el cedazo y ya tengo la masa con la levadura en la artesa; sólo me falta hacer las hogazas y marcarlas con la artera antes de meterlas a la padilla del cocedero.
*Como llovía, preparamos la porronada en el contador de la bodega y pusimos el pozalen la mesa. De avío tuvimos unos chicharrones y unas botagueñas, que acompañamos con un ojogallo "del país" que tenía zurrapas.
* Ya hemos "dado corte". Alcanza los tablones, los machones y el marrano que vamos preparando el castillar, y cuando vengan más aparceros al lagar, giraremos el husillo para que suba el pilón, baje la viga, exprima las uvas y "ganemos trinchera".
* Hoy también había un huevo en álgara, en el gallinero. He cogido todos y he dejado el güero en el nial.
* Por el solano hay dimudo. Estas nubes y la canícula de esta mañana, barruntan tormenta.
Refiriéndose a estos pueblos, Miguel Delibes hizo este comentario cuando se rodó en Valdecañas de Cerrato, la película “Las ratas”, basada en su novela:
"Son burgos chicos, que mezclan adobe, piedra y ladrillo en su caserío."
Refiriéndose a los agricultores, dijo:
"En suma, en estos pueblos los hombres miran al cielo más que a la tierra, porque aunque a ésta la mimen, la surquen, la levanten, la peinen, la asignen y la escarden, en definitiva lo que haya de venir, vendrá del cielo. "
 
 
"El labrador cerrateño" Dibujo sobre cartón hecho con rotulador y crayola
 
 
VOCABULARIO CERRATEÑO
 
 
A
ABADEJO Bacalao.
ABALORIO Collar o adorno de poco valor.
ABAÑAR Seleccionar la simiente, mediante un cribado especial.
ABARBECHAR Dejar una tierra sin sembrar durante un año.
ABARCA Calzado rústico.
ABINAR Arar por segunda vez o hacer la segunda cava a las viñas.
ABOCINAR Caer de bruces.
ABOTARGADO Atontado, torpe. Hinchado.
ABOTIJADO Gordo.
ABRIGAÑO Lugar soleado resguardado del viento.
ABROJO Especie de cardo.
ABULTO Persona sin sentido, que actúa o habla sin pensar.
ACAMAR Hacer que las mieses se tiendan por efecto del agua y el viento.
ACAMIZAR Recoger en un montón la mies para trillar, con la camizadera.
ACANTEAR Juego o pelea entre niños a base de pedradas.
ACARREAR Llevar la mies en un carro a la era.
ACENORIA Zanahoria.
ACERICO Almohadilla para clavar alfileres y agujas.
ACORDADERAS Recuerdo de algo.
ACHIPERRE Cachivache, trasto viejo e inservible.
ACHISPAR Poner casi ebria a una persona.
ACHORIZAR Llenar las tripas con el picadillo de carne ya preparado para hacer chorizos.
ACHUCHÓN Apretón cariñoso. Empeoramiento brusco de la salud.
ACICALARSE Retocarse la cara y el peinado.
ACOGOTAR Cojer a alguien por el cuello y empujarlo contra algo.
ACORDADERAS Recuerdos.
ACRISTIANAR Bautizar.
ADÁN Dicese de la persona que viste desordenadamente.
ADOBE Tiene dos significados. Por un lado es una especie de ladrillo pero hecho de una mezcla de barro y paja sin cocer. Por otro, se aplica a la persona corta de luces.
ADOQUÍN Grandes caramelos en forma de bloques cuadrados que apenas cabían en la boca. Persona torpe.
ADREDE A proposito.
AFANAR Trabajar con mucha solicitud. Robar.
AGAVILLADORA Maquina segadora de tracción animal.
AGAZAPAR Agacharse, encogiendo el cuerpo contra la tierra.
AGORGOJARSE Llenarse de gorgojo el grano almacenado.
AGOSTAR Secar las plantas por exceso de calor.
AGOSTERO Obrero que se ajustaba para hacer las labores agricolas del verano.
AGRACEJO Racimo que no llega a madurar.
AGRACIAR Agradar, gustar.
AGRAZ Racimo pequeño que no se vendimia porque aún no está maduro.
AGUADERAS Sistema para transportar en cantaros el agua. Serón.
AGUANIEVE Llovizna mezclada con nieve. Pájaro blanco y gris que llega con los fríos
AGUARDIENTE Licor que se obtiene a partir del orujo de la uva.
AGÜERAR Ponerse el ave en el nido para incubar los huevos.
AGUINALDO Limosna; se solía pedir normalmente en especie (huevos, tocino, chorizo...)
AGUZAR Sacar punta a alguna cosa.
AIRÓN Viento fuerte.
AJUNTAR Entre niños, admitir como amigo.
AJUSTAR Entrar a trabajar para alguien mediante un acuerdo.
ALAMPAR Picar en exceso.
ALBARDA Almohadón de paja sujeto al lomo de las caballerías.
ALACENA Armario empotrado en la pared empleado para guardar cacharros de cocina.
ALBARCA Antiguo calzado de madera que servía para andar sin marcharse de barro.
ALBÉRCHIGO Albaricoque. Fruto parecido al melocotón.
ALCAHUETE Chismoso, chivato.
ALCAPARRAS Gafas.
ALDABA Pieza de metal que en las puertas sirve para llamar, golpeando con ella.
ALELAO Lelo.
ALFILERES Juego infantil.
ALICATE Muchacho travieso.
ALIPENDE Chico revoltoso.
ALJECERA Yacimiento de yeso
ALJEZYeso.
ALMA Parte interior de la panza del cerdo de donde se extraían las mantecas.
ALMA DE CÁNTARO Persona que parecía lela, infeliz y simplona.
ALMAZARRÓN Producto compuesto de cera, óxido rojo de hierro, pintura, que se daba a las baldosas para que tomaran el color rojo..
ALMIREZ Mortero de metal, pequeño.
ALMENDRERO De fiesta en fiesta instalaba el "bote" y regalaba almendras para atraer a la gente
ALPACA Paquete de paja o alfalfa hecho con empacadora.
ALTILLO Sitio en la casa un tanto elevado.
ALUMBRAR Desembarazar la vid o cepa de la tierra y la maleza.
ALIVIO Ropa que se pone después del luto, vistiendo colores menos oscuros, como gris o morado.
AMARGACENAS Viento que se levanta al atardecer.
AMBIGÚ Zona de la sala de baile, donde se despachan bebidas.
AMELGA Preparar las particiones del terreno que ha de recibir la semilla. Catorce surcos
AMOJO Echar a mojo o poner a remojo: Meter las legumbres en agua para ablandarlas
AMOLAR Molestar, disgustar a una persona.
ANDALUVIO Torrente de agua de lluvia en una calle descendente o en las laderas de los montes.
ANDANCIO Mal leve o pequeña epidemia no bien definida que se extiende a veces entre la gente
ANDAS Estructura de madera donde se saca a los "Santos" en procesión.
ANDRINA Fruto redondo y negro del andrino, de sabor áspero.
ANDURRIAL Sitio de dificil acceso.
ANEGAR Inundar.
ANGÉLICA Licor dulce hecho con orujo y mosto de uva.
ANGELILLOS Posos de galletas, bizcochos, pan, etc. que queda, después de desayunar, en el fondo del tazón juntamente con algo de leche.
ANTEOJOS Antiparras. Se empleaban para referirse a las gafas.
APAMPIROLADO Atontado, alelado.
APAÑO Remiendo, reparación.
APARVAR Arrastrar la mies trillada para hacer montones en la era.
APERO Utensilios necesarios para las labores del campo.
APODO Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos personales o sus circunstancias.
ARDITE Moneda antigua castellana, de poco valor.
ARAGONÉS Clase de una negra.
ARAMBOL Barandilla, valla que sirve de protección y apoyo en las escaleras.
ARGALLARSE Ir ladeado.
ARICAR Pasar unos arados sobre los sembrados para matar las malas hierbas del fondo del surco.
ARMAJE Armazón del carro con red, para depositar las nías de cereal segadas.
ARMATOSTE Objeto grande de poca utilidad.
ARNERO Especie de criba que se usaba para cribar el trigo.
ARRANCIAR (Ranciar) Ponerse rancio
ARREARSE Las ovejas se agachan y apretujan para resguardarse del calor del verano.
ARREBAÑAR Aprovechar hasta el fin recogiendo los trozos más pequeños.
ARREBUJAR Normalmente se refiere a la ropa que se recoge de mala manera, arrugándola.
ARRECIRSE Entumecerse de frío.
ARREOS Correajes que se ponía a los machos.
ARRODILLAR Pasar el rodillo por la tierra de labor
ASURAR Abrasar o quemar la ropa con la plancha o por su proximidad al fuego.
ATALAYA Encina alta y solitaria
ATUFAR Desmayarse por respirar tufo. Llenar de mal olor un recinto.
AVIO Provisión de los pastores o labradores para alimentarse o vestirse el tiempo que iban a estar fuera.
AZUELA Pequeña azada.
B
BADAJO Pieza que cuelga dentro de la campana o esquil, que hace que esta suene.
BADANA Piel curtida de oveja o carnero.
BALDAR Estar baldado es estar muy cansado.
BALDE Recipiente para el agua.
BANCA Asiento pequeño sin respaldo.
BARANDA Jefecillo.
BARATILLO Puestos de venta.
BARBECHO Tierras que se dejan sin sembrar para que descanse el campo.
BARDA Conjunto de sarmientos, paja, espinos y barro, conque se cubren las tapias de los corrales o huertos.
BARDAL Seto o vallado hecho con tierra y con barda.
BARREÑO Barreñón. Vasija grande de barro destinada a varios usos: fregar, hacer la matanza...
BARRUNTAR Presagiar, prever.
BÁRTULOS Herramientas de algún trabajo.
BATIBURRILLO Mezcla de diversas cosas que tienen poco que ver entre sí.
BEBER A CAÑETE Beber dejando caer el chorro del porrón, botijo o bota desde cierta distancia de la boca.
BELDADORA Máquina que sirve para beldar.
BELDAR Separar el grano de la paja.
BERREAR Se aplica a los niños pequeños que lloran fuerte.
BERRO Planta que habita en arroyos. Es comestible en ensalada antes de que florezca.
BILBAÍNA Cocina económica, fabricada en Bilbao.
BIS, BIS, BIS Voz con que se llama al gato.
BOBALÁN Bobo.
BOCARÓN Ventana de abertura para el acceso al pajar
BOCHORNO Calor sofocante en verano
BOMBACHO Especie de pantalón, propio de muchachos ya en desuso. En la parte de abajo del tobillo, se ceñía con una goma.
BOÑIGA Excremento de los caballos.
BORREGA Oveja que ya no cría.
BOTA Cuero cosido por un lado, con un brocal en el cuello, que sirve para echar vino y beber.
BOTAGUEÑO Chorizo que contenía carne de faldas, vísceras, ternillas u otras durezas del cochino.
BOTANA Macadura en la fruta.
BOTICA Farmacia o medicamentos.
BOTIJO Vasija de barro de dos bocas, una para echar el agua y otra para beber.
BOZAL Hocico de alambre que se usa para que las caballerías no coman o para que los perros no muerdan.
BROZA Suciedad que se deposita en algún sitio. Malas hierbas.
BUCHE Banco con dos rodillos de madera movidos por una manivela, por los que pasa la masa de pan para "bregarla"
BUCHE Cría de burro, asno pequeño que aún mama. "Ponerse como un buche": Comer en abundancia
BURRO Aparato con cuatro varas, a modo de andas, y lumbre en su interior, con el que se calienta la cama metiéndolo entre las sábanas.
C
CABAÑUELAS Predicción del tiempo, realizada observando los primeros días de enero y de agosto.
CABARRA Garrapata, insecto parásito de las ovejas o perros.
CABAS Caja de madera o cartón, para llevar los útiles escolares.
CACAHUÉS Cacahuete, leguminosa cuyos frutos, que son comestibles, crecen bajo la tierra.
CACHAVA Bastón curvado en la parte superior, usado por pastores y ancianos.
CACHICÁN Mayoral de la labranza.
CACHIVACHE Trasto, cosa rota o inservible.
CADILLO Planta común en sembrados y caminos, cuyos frutos y semillas, se adhieren al ganado o a la ropa.
CAGAJÓN Excremento de las caballerías.
CAGALERA Diarrea.
CAGALITA Excremento de oveja.
CANCARRO Vaso grande de vino; de trago largo.
CALCETA Tejer calcetines de lana ordinaria con cuatro agujas
CALDERETA Caldero pequeño usado por los albañiles.
CALVARIO Rezo del Viacrucis.
CAMPANA MARÍA Campana mayor de la torre.
CANALEJA Canal pequeño.
CANDIL Utensilio para alumbrar que se compone de dos vasos superpuestos, de cobre o latón. En el interior se pone aceite, la mecha sale por el pico.
CANTARERA Lugar situado bajo el fregadero donde se guardaban los cántaros.
CÁNTARO Vasija de barro grande, más ancha por el medio que por la boca o base para transportar agua.
CANILLA Grifo de madera para sacar el vino de las cubas.
CANTO Trozo de piedra.
CAÑADA Médula, sustancia blanquecina contenida en los huesos. También, "colada" de ganados. También, acción de hurgarse la nariz (hacer cañadas)
CAÑAMAR Huerta que antes estuvo sembrada de cáñamo.
CAÑAMÓN Fruto del cáñamo.
CAPAZO Cesta grande de cáñamo o esparto. Se usa para ir a comprar o transportar algo
CAPILLO Envoltura de las legumbres.
CAPISCAR Entender, captar el significado de algo.
CAPÓN Golpe dado en la cabeza con los nudillos de la mano.
CARAMA Hielo o escarcha helada, en las ramas de los árboles o en las hierbas.
CARBURO Producto químico que se usa para la combustión en luminarias.
CARRACA Instrumento de madera de sonido desagradable, utilizado el Viernes Santo en lugar de las campanas, para llamar a los fieles.
CARRETILLO Carretilla de madera con una rueda y uno, generalmente dos e incluso tres orificios para llevar cántaros.
CASCARRIA Barro o excremento adherido a la lana de las ovejas.
CASTAÑA PILONGA Castaña pelada y seca.
CATAPLINES Testículos. Perendengues o higos.
CARBONEO hacer carbón de leña.
CARRAL Cuba de menos de 20 cántaros que abunda en las bodegas.
CEBADERA Saco que se cuelga del cuello de las caballerías, para que coman mientras descansan.
CEDAZO Criba de rejilla fina, para separar la harina del salvado.
CENACHO Vago.
CENCERRADA Bulla nocturna que se hace a las mozas o a los recién casados.
CENCERRO Campanilla atada al cuello de las ovejas.
CENORIO Sobrenombre que se aplica a la persona muy ignorante.
CENUTRIO Persona muy bruta.
CERNER Moverse de un lado a otro, sin "ton ni son".
CEROÑO Persona bebida.
CERRAL Límite de los páramos que se asoma a los valles.
CERRATEAR Ejercer y presumir de "cerrateño".
CHAMUSCAR Quemar la piel del cochino en la matanza.
CHANCLO Especie de calzado, tipo zueco, con el piso de madera.
CHAPAS Juego en el que se tiran a "cara o cruz" dos monedas o piezas de metal.
CHARRASQUEAR Chirrisquear. Chingar. Beber a chorro del porrón.
CHAVETA Persona que no tiene sanas sus facultades mentales.
CHIFLITO CHIFLITA. Instrumento con el que, al soplar, se produce un silbido. Se construye haciendo un pequeño corte en un trozo de rama de chopo. También se fabrica desgantando una parte del hueso de un melocotón sacando su semilla.
CHIGUITO Niño.
CHINGOLETA Voltineta. Voltereta infantil.
CHISQUERO Encendedor antiguo, que constaba de la piedra, la rueda y una larga mecha.
CHISMORRI Bebida. Vermut mezclado con sifón.
CHOCHO-A Despectivamente, bobo.
CHON Cerdo, cochino.
CHOZO Refugio de piedra en el campo con forma cónica.
CHUPITEL Trozo de hielo alargado y puntiagudo que, cuando hiela, cuelga de los tejados, o de nuestra fuente de la plaza.
CHURRA Oveja de lana basta, con las patas y la cabeza pobladas de pelo grueso.
CIERZO Viento del norte.
COBERTOR Manta muy delgada que se coloca sobre las camas. Cortina para las ventanas.
COCINILLAS Hombre que se entromete en la cocina o en cosas de mujeres.
COCHINILLA Bicho que se cría en el agua.
COLOÑO Cesto grande, hecho por lo común, de mimbres.
COMPONEDOR Hojalatero. Persona ambulante que arreglaba utensilios de cocina.
CONCEJO Junta de vecinos para resolver un problema común.
CONCO Vasija de barro cocido donde se cocinan las sopas hervidas.
CONFITE Bola hecha con harina dulce, que se tiraba en los bautizos.
CONTADOR Portal de la bodega.
CORITO Desnudo.
CORRO Espacio urbano a modo de plaza pequeña.
CORRUSCO Currusco. Esquina del pan que se corta con la mano.
CORTATIJERAS CORTAPICHAS. Tijereta, insecto.
COSCAS Cosquillas.
COSTAL Saco grande para grano o harina.
COTARRO Cerro en una ladera.
COVATA Cueva pequeña.
CRIBA Aparato para limpiar el grano. Hecho con un aro de madera y cuero agujereado.
CUAJAR Solidificar la leche para obtener el queso.
CUARTILLOS Cada una de las hojas de la contraventana.
CUBA Tonel para el vino.
CUCHITRIL Habitación o local pequeño o destartalado
CUECLA Clueca, gallina en periodo de empollar.
CUESCO Pedo. Ventosidad.
CULADA Pequeña cantidad de algo que queda en un saco. También se refiere al golpe que recibe uno al caerse.
CULÍN Pequeña cantidad de bebida.
CUNACHO Cesto de láminas de madera.
CUSCURRO - CURRUZCO Pedazo de pan de hogaza.
D
DAR TRONCOS Ir borracho
DEDIL Funda de cuero que se usaba para resguardar el dedo índice en la siega.
DEHESA Terreno cercado, normalmente con la finalidad de albergar ganado o cuidar árboles.
DESTAZAR Descuartizar un animal, sobre todo el cerdo. Se hacía el segundo día de la matanza, después de oreado.
DESTROZATERRONES Desgarbado.
DESVÁN Parte más alta de la casa. Sirve a modo de almacen.
DIÑARLA Morirse
DORNAJO Comedero para los cerdos.
DUERNO Donde se hace el yeso.
E
ENCERRAR Guardar las ovejas en el corral, ya sea en el pueblo o en el campo.
ENDIÑAR Hacer que otro cargue con algo desagradable
ENJERETAR Enjaretar, endilgar, pasar a alguien algun trabajo molesto. También, hacer algo precipitadamente.
ENROJAR Quemar paja o leña en el enroje.
ENTONAR Sentarle a uno bien.
ENTORNAR Volcar un carro o carruaje.
(HACER) ENTRADAS Hurgarse la nariz con el dedo.
ENTREPATO Persona poco hábil, torpe manualmente.
ENTRESACAR Espaciar las plantas que están muy juntas.
ERA Semilleros normalmente rectangulares, donde los hortelanos preparan las plantas. Donde se trillaba.
ESCABUCAR Cabar la tierra alrededor de la planta
ESCAPULARIO Objeto de devoción hecho con dos pequeños pedazos de tela unidos con cordones para colgarlo del cuello.
ESCARAPELA Distintivo de cintas de colores que llevan los quintos en Navidad.
ESCARBADERA Patas de las gallinas
ESCARDAR Limpiar el sembrado de malas hierbas. Limpiar la lana de impurezas
ESCOBÓN Escoba grande, hecha de ramas, que se emplea para barrer las eras y recoger los restos de grano y paja.
ESCOLINGAR Colgarse, columpiarse agarrado de las manos.
ESCOLUMPIAR Balancearse en el columpio.
ESCUAJERINGAR Romper o estropear algo
ESCUCHIMIZADO Pequeño, débil o flaco.
ESCULLAR Escurrir.
ESMOÑAR Tropezar, caerse.
ESPACHURRAR Machacar, despanzurrar.
ESPARAJISMO Aspaviento.
ESPICHAR(LA) Morirse
ESPIGAR Labor que hacían normalmente las mujeres, que consistía en recorrer los rastrojos, recogiendo las espigas que habían quedado olvidadas.
ESPIGADORA Mujer que espigaba.
ESQUILA Especie de campana pequeña que tocaban los hijos de la junta de la Cofradía de las Ánimas, para decir la hora del entierro y para la misa.
ESQUILAR Cortar la lana a las ovejas.
ESTAÑADOR Persona ambulante que arreglaba útiles de cocina con estaño.
ESTAZAR Trozear el marrano en la matanza.
ESTROPAJAZO Fuerte caída.
ESTUFA Comedor o sala de estar que se calienta subterráneamente.
F
FANEGA Medida de capacidad para áridos, de unos 55 litros.
FARDEL Saquillo para llevar la comida
FATRIQUERA Bragueta.
FILOXERA Insecto que ataca y destruye los viñedos.
FISGAR Mirar desde las ventanas o detrás de las cortinas.
FLOTANTES Garbanzos.
FORASTERO Visitante de otro lugar.
FRESCO Pescado que es vendido por los vendedores ambulantes.
FRESQUERA Alacena, hueco hecho en la pared con estantes y puertas con celosías, para conservar alimentos y guardar utensilios.
FRESQUERO El que vende pescado fresco en casa o por las calles.
FRIURA Ventisca fria, helada fuerte.
FUNCIÓN Fiesta patronal del pueblo.
G
GABRIELES Garbanzos del cocido.
GALBANA Cansancio.
GALERA Remolque del tractor.
GALGA Freno de carro.
GALLARITA Cuerpo esférico pequeño que sale en los robles, producido por una avispa al depositar sus huevos.
GALLARÓN Bulto que salía en la rama del roble.
GALLINAZA Excremento de las gallinas.
GALLO Conjunto, ramo de espigas de trigo espigadas.
GAMUSINO Animal imaginario. Decimos que "vamos a cazar gamusinos" cuando no queremos indicar el lugar a donde nos dirigimos o la actividad que vamos a realizar.
GARDUÑERA Dicese en sentido figurado al referirse a la cama mal hecha.
GARIA - GARIO Instrumento con púas de hierro para cargar los haces o para coger la basura.
GARILLO Hoz pequeña para cortar racimos de uvas.
GATERA Agujero que suele hacerse en las puertas para que pasen los gatos.
GAVILLA Haz o manojo grande de mies.
GAVILLADORA Máquina agrícola que servía para recoger los haces de mies.
GLORIA Sistema de calefacción, consistente en un fuego subterráneo que calienta el piso de una habitación de la vivienda.
GRAJO Pajarraco negro de graznar agudo.
GUANTAZO Puñetazo.
GUARNICIONERO Persona que hacía o arreglaba los correajes de los machos.
GÜITO Chucho. Hueso de la aceituna o fruta
GURRIATO Gorrión.
H
HAIGA Auto lujoso (a veces en sentido peyorativo)
HATILLO Fardel y bota de vino para llevar al campo.
HERRADA Caldero de cinc.
HOCINO Hoz pequeña.
HOGAÑO Actualmente.
HOGAZA Pieza redonda y grande de pan, de color moreno por tener algo de salvado.
HORCO Ristra, especie de trenza de ajos o cebollas, formada con sus tallos entretejidos.
HORNACHA Lugar donde se enciende lumbre o se hace fuego.
HORQUILLA Vara con forma de V en un extremo, que se utiliza para colocar los reteles de pescar cangrejos en el agua.
J
JALBEAR Pintar de blanco las paredes, con una mezcla de yeso y "blancoespaña".
JERIGUAY Jariguay. Refresco de naranja o limón de baja calidad.
JERGÓN Colchoneta de paja de centeno o de maíz que se ponía debajo del colchón de lana, para hacer mullido. Tenía una abertura en medio para ahuecar.
JIJAS Picadillo de carne preparado con pimentón y otras especies con lo que se llenan los chorizos. Ser un jijas es estar muy delgado.
JUBÓN Antigua prenda exterior que usaban las señoras a diario. Cubría la parte superior del cuerpo, era de tela fina, mangas holgadas y ajustada a la cintura.
L
LAGAR Espacio donde se pisa o exprime la uva transformándola en mosto. De allí pasa a la pila y de ésta a los carrales.
LAGAREJO Restregar un racimo de uva en la cara, durante las vendimias.
LAGARETA Lagar pequeño.
LAMECULOS Persona aduladora.
LÁMPARA Lamparón. Mancha.
LECHAZO Cordero de menos de 20 días que sólo ha tomado leche para alimentarse
LIGA Pegamento empleado para cazar pájaros
LIGATERNA Lagartija
LIMONADA Bebida hecha con vino, corteza de limón. agua y azúcar.
LLENAR Meter carne adobada en la tripa al tiempo de hacer chorizos o morcillas.
LLORAR Soltar savia los palos de una planta al ser cortados o quemados.
LONGUIS Hacerse el longuis es hacerse el distraído.
LUMBRE Fuego.
LUSMIA Normalmente, mujer maliciosa.
LUSTRE Betún para el calzado.
M
MACHO Mulo. Cuadrupedo hibrido, hijo de asno y yegua o de caballo y asna.
MAJUELO Plantel. Plantación de viña
MAJANO Montón de piedras que, retiradas al labrar un terreno, se van amontonando en las linderas, especialmente en los páramos.
MAJUELO Viña que ya da fruto.
MALVÍS Pájaro de pico y patas negro y plumaje verdinegro, viene en otoño emigrando del norte
MANGUITO Pieza de tela para cubrir el antebrazo que se usaba para resguardar las mangas
MANCAR Herirse o fracturarse la mano.
MANDIL Delantal.
MANIEGO Se aplica a quién es capaz de usar las dos manos como se usa la derecha normalmente.
MANOJO Haz de sarmiento usado para quemarlos en las chimeneas de las bodegas, normalmente para asar chuletas.
MARIQUITA Insecto. Dulce hecho al horno, una especie de magdalena alargada.
MARROTAR Estropear.
MATACÁN Liebre ya resabiada por haberla corrido los perros.
MATACHÍN El que mata y estaza el marrano durante la matanza.
MATANZA Labores que se hacen al matar el cochino (salar el tocino, curar los huesos y lomos, hacer chorizos y morcillas, etc.)
MAYA Juego de escondite.
MEAPILAS Mearmitas. Persona de carácter lisonjero o adulador.
MENDRUGO Pedazo de pan.
MENUDILLOS Despojos del pollo y cordero
METICÓN Entrometido.
MICHINO Gato.
MIELGA Planta de flores azules, se utiliza para dar de comer a los conejos.
MISA MAYOR Misa cantada de los domingos y días festivos, celebrada habitualmente a las doce y media del mediodía
MISA PEQUEÑA . MISA PRIMERA. Misa rezada que los domingos y festivos se oficiaba antes de la misa mayor.
MISERERE Función religiosa que se celebraba en Cuaresma.
MISTELA Bebida dulce hecha con aguardiente, azúcar, mosto de vino. La costumbre es beberla acompañando a unas galletas por la mañana.
MODORRA Dícese de la oveja que padece una enfermedad parasitaria.
MOQUERO Pañuelo para la nariz.
MOJE Unte.
MOJÓN Hito. Piedra que se emplea para separar linderos
MONDONGO Caldo de cocer las morcillas.
MONUMENTO Montaje que se preparaba el día de Jueves Santo, en el que se depositaba la Eucaristía.
MOÑA Muñeca. Por extensión, niña. Borrachera.
MORENA Montón de plantas de cereal, amontonadas en el campo después de ser segadas.
MORRAL Saco o talego que colgado al hombro suelen llevar los cazadores y viandantes.
MORRILLO Juego a modo de los "bolos".
MOTRIL - MOCHIL Muchacho que presta servicios en labores de labranza.
MUDARSE Cambiarse la ropa a diario por la de domingo. También la sucia por la limpia.
MUELA Piedra redonda que sirve para moler en los molinos.
MUGRE Suciedad añeja en la ropa, la casa...
MUJERIEGAS Estilo de montar las mujeres.
MURGA Dar la murga, es dar la cencerrada.
N
NAPIA Nariz.
NIA Brazada de plantas de cereal preparada para la trilla.
NIAL Ponedero de las gallinas.
NICHO Huecos en las paredes interiores del palomar donde crían las palomas.
O
OBISPO Rabadilla, parte del cuerpo de las aves, situada en la cola.
OCHAVO Moneda antigua de cobre, sin valor, que en ocasiones aparece al cavar un terreno.
OJOGALLO Color de un vino entre tinto y clarete.
ORDIGA Golpe
OREAR-SE Secar o secarse al sol.
OREJA DE BURRO variedad de lechuga.
ORGANILLO Instrumento musical para bailes y verbenas populares.
ORUJO Restos de exprimir los racimos de uvas en el lagar con lo que se fabricará el aguardiente.
ORZA Vasija de barro, alta y sin asas, que se usa para guardar conservas.
P
PAGO Paraje, lugar, término en una zona rural.
PAJAR Almacen para guardar y almacenar la paja.
PAJAROTA Ave conocida como calandria.
PALOMINA Excremento de las palomas, que anualmente se recoge en palomares, tejados y torres de las iglesias.
PANADERA Paliza.
PANERA Granero donde se guarda el cereal en grano.
PANCILLA Tripas de los corderos o lechazos.
PÁNFILO Pasmado, atontado, persona demasiado pausada y tarda en sus actuaciones.
PAN SIN BREGAR Pan redondo y esponjoso por haberse bregado poco, frecuentemente por falta de electricidad.
PAR Término para referirse a una pareja de ganado de tiro.
PARIDERA Lugar donde paren las ovejas o cerdos.
PARIENTA Irónicamente, la mujer, la esposa.
PARLAR Hablar.
PARLAMUENZAS - PARLAPUÑADOS Partelas. Persona muy habladora.
PARVA Montón de míes de forma cónica o redondeada extendida por la era.
PASIEGO Vendedores ambulantes de telas.
PASMO Enfriamiento.
PATURRILLO Barro muy fluido y líquido.
PECINA Barro que se forma en el fondo de los arroyos o lugares con agua y materia orgánica en descomposición.
PENDÓN Bandera negra empleada en los entierros de los cofrades.
PELELE Prenda interior de vestir, camiseta y calzón de una sola pieza, abierto por la entrepierna. Persona tonta o fácil de dominar.
PELLEJERO Comerciante de pieles que acudía cada año al pueblo.
PELLEJO Odre de piel para transportar vino.
PELUSO Junco.
PEQUEÑARRA Niño pequeño.
PERANTÓN Dicese de la persona que no "pinta" demasiado.
PERDIDO Tierra cultivada antaño y ahora dejada perdida.
PERIBOLO Alguien que es muy alto y extravagante..
PERILLA Interruptor de la luz que se situaba a la cabecera de la cama.
PERILLÁN Persona pícara o astuta.
PERNIL Cada una de las ocho partes en que se divide el tocino del cerdo al estazarlo.
PERRA Llorera que a veces cogen los niños.
PERRA CHICA Moneda de cinco céntimos. Veinte de ellas equivalen a una peseta.
PERRA GORDA Moneda de diez céntimos que vale una décima de la peseta.
PERRILLA DE AGUA Especie de insecto que se introduce en las huertas con el agua de riego y se come los tallos tiernos.
PESCATERO Vendedor de pescado, a veces ambulante.
PICADURA DE CUARENTON Tabaco.
PICIA Fechoría propia de niños. Avería, daño o rotura.
PIGAZO Ave, Urraca.
PILÓN Bebedero público para el ganado. Piedra cilíndrica de grandes dimensiones en que se apoya el husillo del lagar.
PILONGA Castañas del castaño loco.
PINILLA Esternón de los cerdos.
PINTADO - MANCHADO Bebida de aperitivo.
PINTAR LAS UVAS Se decía cuando, a mediados de agosto, empezaban a madurar las uvas.
PIOJOSO Persona muy roñosa, tacaña.
PIPA Cuba de alrededor de 25 cántaras.
PIQUERA Roca que asoma a ras de tierra. Lugar donde, al labrar, se atasca el arado al haber grandes piedras enterradas.
PLANTEL Viña o majuelo.
PLATILLOS Chapas de las botellas que sirven para jugar.
PIGAZO Una especie de ave
PITA Canto pequeño.
POCHOLO Niño guapo, cosa fina y delicada.
PODÓN Herramienta para cortar leña.
PORRÓN Recipiente de vidrio que tiene un largo pitón en la panza y es para beber vino a chorro.
PÓSITO Antigua institución tipo mutualidad agraria consistente en recoger trigo y luego prestarlo en condiciones módicas en caso de necesidad o en los meses de escasez.
POTA Cacerola metálica de porcelana, de forma cóncava y con dos asas.
POTRA Buena suerte.
POYATA Repisa bajo la ventana.
POYO Asiento de piedra mas o menos redondeado y sin respaldo.
POZA Hoyos preparados en la orilla del río o arroyo para lavar las mujeres.
PREGONERO Persona que anuncia los puestos de venta ambulantes...
PRINGUE Grasa, especialmente del tocino o de cerdo en general.
PURRELA Cosa sin valor o despreciable por su falta de calidad.
Q
QUEMA Incendio.
QUIQUI Lazo que se ponen las niñas para sujetarse el pelo. Cierta raza de gallinas enanas.
QUINQUILLERO Persona que se dedica al oficio de componedor o estañador.
QUINTO Mozo, recluta. Antes iban a la mili solamente uno de cada cinco, o sea, los quintos.
R
RACHÓN Madero que, serrado en forma cuadrada, se emplea para sujetar el techo.
RAMAL Correa para dirigir las caballerías.
RAMPOJO Desperdicio del racimo una vez comidas las uvas o prensadas en el lagar.
RAPOSINA Se dice del olor de la paja húmeda al arder o de cuando se quema el hollín de la chimenea.
RAPOSO Zorro.
RASTRILLO Tabla con pinchos y mango, que servía para recoger la parva.
RASTROJO Tierras ya segadas, antes de ararlas nuevamente.
RAYA Límite de un término.
REBUJO Envuelto de ropa mal hecho.
REBUSCA Recogida de las uvas que quedan olvidadas después de la vendimia.
RECLINATORIO Silla preparada con dos posiciones, para sentarse y arrodillarse
REGÜELDO Brote que sale de nuevo de un árbol o una planta.
REGUILAR Cortar ramas pequeñas de los árboles.
RENIEGO Protesta, gruñido.
REPELÚS Miedo, escalofrío, rechazo
RETEL Se utilizaba para pescar cangrejos; consta de un aro con red.
RETESTERO Lugar fuertemente soleado.
REZUMAR Salirse el líquido por los poros del recipiente que lo contiene.
RODEA Paño de cocina.
RODERÓN - RODERA Rodada profunda hecha por los tractores en los caminos
ROGATIVA Procesión matinal para rogar a Dios por las cosechas o pedir lluvia.
ROMANA Instrumento usado para pesar.
RONCHAR Masticar un alimento crujiente.
S
SABADEÑO Chorizo hecho con asadura y carne de la peor clase del cerdo; se utiliza para el cocido. Botagueño.
SABAÑÓN Hinchazón de la piel, principalmente de las manos, de los pies y de las orejas, con ardor y picazón, causada por el frío excesivo.
SACA Costal muy grande de tela fuerte, más largo que ancho.
SACAMANTECAS Ser imaginario con el que se asustaba a los niños.
SALCE Sauce.
SALGÜERO Terreno encharcado y pantanoso.
SALEGAR Sitio en el campo donde se da sal al ganado.
SALTACAPAS Saltamontes.
SAPADA Caída de bruces.
SARIANA Chaqueta propia de climas cálidos, cerrada por delante, hecha de tejido delgado y color claro. Sahariana.
SARTA Serie de chorizos embutidos en la misma tripa de cerdo.
SARTENAZO Golpe que se da con una cosa:
SEBO Grasa de la oveja.
SECRETER Mueble con tablero para escribir y cajones para guardar papeles.
SEMBRADERA Saco, a modo de cesta, que se llevaba colgado del hombro, para sembrar a mano.
SEMENTERA Acción o efecto de sembrar. Tiempo a propósito para sembrar.
SERILLO Cesto de paja con asas laterales, para la compra.
SERÓN Especie de alforja, generalmente de paja, que se usa para transportar cargas y que se coloca sobre la albarda de los burros, mulas, etc.
SERVIDUMBRE Derecho de paso por una finca ajena para llegar a la propia.
SERVUS Crema usada para limpiar y dar brillo al calzado. Betún.
SETA Dícese de la persona sosa.
SIETECOLORES Jilguero, colorín.
SIETEJIJAS Muchacho delgado y débil.
SINFÍN Tubo largo y cilíndrico, usado para elevar el grano hasta el remolque mediante a una especie de rueda interior que gira gracias a un motor.
SINSORGA Persona sin fundamento, insustancial.
SO Voz usada para hacer que se paren o detengan las caballerías.
SOBA Trabajo y esfuerzo excesivo para hacer algo. Darse una soba, darse una paliza a trabajar.
SOBAQUILLO Forma de lanzar a mano una piedra, de forma que ésta pasa por debajo del brazo contrario al del lanzamiento, que estará separado del cuerpo.
SOBAQUINA Sudor de los sobacos, que tiene un olor desagradable. Darse una sobaquina. Trabajar mucho.
SOBEO Correa con que sujeta el yugo a la lanza del carro o el timón del arado.
SOLANA Lugar donde da el sol de lleno y está resguardado de vientos; suelen reunirse allí las personas mayores para comentar noticias y criticar.
SOLDADA Sueldo, salario.
SOLTAR Sacar las ovejas del aprisco o corral para llevarlas a pastar. Se usa, también, para indicar el momento en que las bestias acaban la labor y se le quitan los arreos.
SOMANTA Tunda, zurra, paliza.
SOPAPO Bofetada, cachete.
SOPLAMOCOS Golpe dado en la cara, especialmente en las narices.
SOTECHADO Cobertizo, lugar cubierto con algún material: carrizo, tablas, uralitas, etc.
SUERTE Porción de monte del pueblo que, tras sorteo, correspondía a cada vecino para que lo cortara y tuviera leña para un año.
SULFURARSE Enfadarse, irritarse.
T
TABA Hueso del talón. Juego que consiste en tirar al aire una bola y, mientras ésta gira en el aire, hay que volver la taba de cordero de cada uno de los cuatro lados que tiene.
TABARRA Molestia, lata.
TABLA (DE LAVAR) Pieza de madera plana, que en una de sus caras lleva talladas unas ranuras onduladas y sirve para restregar sobre ella la ropa al enjabonarla y lavarla.
TABLILLA Tabla pequeña de madera, que el galgo lleva sujeta por cuello en tiempo de veda y que le impide correr con normalidad. Tabla, en un lateral del carro, donde figuraban los datos identificativos del mismo: número, matrícula, etc.
TABÓN Bloque de tierra endurecida que se produce al arar.
TABONAZO Despectivo, abulto, basto.
TAJILLO Asiento formado por un trozo de tronco cortado transversalmente al que se le insertan tres patas.
TAJO Trozo de tabla gruesa usado para partir o picar la carne. Ir al tajo, ir al trabajo.
TALA Juego de muchachos, que consiste en dar con una pala de madera o con un palo en otro pequeño y puntiagudo por ambos lados colocado en el suelo; el golpe lo hace saltar, y en el aire se le da un segundo golpe que lo despide a mayor distancia. Palo pequeño que se emplea para este juego.
TALAYA Roble joven que se dejaba sin cortar cada varios metros al cortar la suerte de leña.
TALEGA Saco largo y estrecho, generalmente de lona.
TALEGADA/TALEGAZO Caída de lleno de una persona en el suelo.
TAMO Polvo o paja muy menuda de varias semillas trilladas, como el trigo, cebada, etc. Sacudir el tamo, darle a uno una paliza.
TANGA Juego formado por dos discos de hierro que se lanzan sobre un pequeño cilindro de madera. Pieza sobre la que se ponen las monedas.
TAPABOCAS Prenda para abrigar el cuello y la boca. Bufanda.
TAPACULOS Fruto del escaramujo.
TAPIAL Pared hecha con tierra amasada.
TAPUJO Enredo, asunto turbio.
TARAMBANA Persona alocada, de poco juicio.
TARJA Palo en el que se hacen muescas para marcar las ventas fiadas; se usaba sobre todo para el pan y la carne. Zanja que se hace con el arado.
TARRÓN Pedazo de tierra apretada que sale al arar. Terrón.
TARUGO Taco de madera, trozo cilíndrico de leña para quemar. Zoquete.
TECLEAR Intentar o probar diversos caminos y medios para la consecución de algún fin.
TEJA Juego infantil consistente en mover con el pie por unas casillas dibujadas en el suelo un trozo de piedra plana o de teja, yendo a la pata coja sin pisar las líneas pintadas.
TEJEMANEJE Enredo poco claro para conseguir algo, lío.
TELAR Aparato, trasto poco útil. Tener muchos telares, tener muchos trastos.
TELELE Patatús, soponcio.
TELERA Palos verticales y horizontales que se colocan en las barandas de los carros, de los que cuelgan redes de cuerda, y que sirve para el transporte de mieses.
TELERINES Tablerillos de madera que se ponían en los carros para aumentar su carga.
TEMPERIE Estado de la atmósfera, según los diversos grados de calor o frío, sequedad o humedad.
TEMPLETE Armazón que se levantaba, durante las fiestas del pueblo, para que tocasen los músicos en el baile.
TENADA Cuadra para recoger las ovejas en el campo o al lado de la vivienda.
TENIENTE Persona sorda o dura de oído.
TENTEPIÉ Refrigerio.
TERCIADO Mediano.
TERCIAR Intervenir o mediar en algún asunto o discusión, aportando alguna solución.
TERGAL Tejido de fibra sintética muy resistente.
TERRÓN Masa pequeña de tierra compacta.
TESAR Andar hacia atrás las bestias uncidas.
TESTEL Ser un testel, estar parado, sin hacer nada, en medio de algo. Trasto, estorbo.
TIERNO Terreno en el que aún no se pueden realizar las labores agrícolas por estar demasiado húmedo.
TINO Depósito para contener vino, solía hacerse con ladrillo y cemento.
TIQUISMIQUIS Persona que tiene reparos o escrúpulos de poca importancia, persona quisquillosa.
TIRABUZÓN Rizo de cabello, largo y pendiente en espiral.
TIRACHINAS Horquilla con mango a cuyos extremos se unen los de una goma para estirarla y disparar así piedras.
TIRADOR Tirachinas.
TIRILLAS Persona delgada y débil.
TIRO Conjunto de caballerías que tiran del carro. Ponerse de tiros largos, vestirse con ropa de fiesta.
TIRRIA Manía, odio u ojeriza hacia algo o alguien.
TÍSICO Se dice de la persona delgada y enfermiza.
TITIRITERO Persona que maneja los títeres. Persona que con habilidad y arte anda y voltea por el aire sobre una cuerda o alambre y hace otros ejercicios semejantes.
TITO Legumbre usada para alimento de los animales. Muela. Fig. estar como un tito, estar muy moreno, casi negro, por efectos del sol.
TIZNE Humo que se pega a las sartenes, peroles y otras vasijas que han estado a la lumbre.
TIZÓN Palo a medio quemar. Brasa apagada y negra.
TOCATEJA Expresión que quiere decir al contado.
TOCHO Terco, necio.
TOCÓN Parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz cuando lo cortan por el pie.
TOJO Lugar manso y profundo de un río o arrollo.
TOLÓN Atolondrado, irresponsable.
TOQUILLA Pañuelo de punto, generalmente de lana, que usan para abrigo las mujeres.
TORCIDA Mecha de algodón o trapo retorcido que se pone en los velones, candiles, etc. para que arda.
TORNAR Acción de dar vuelta a la trilla.
TORREZNO Trozo de tocino frito o para freír.
TORRONTO Abulto.
TORTILLO Pan, de forma circular, con el borde exterior ondulado, que se presentaba como ofrenda en la misa del día de Todos los Santos y que, finalizada la misa, se repartía entre los niños a la puerta de la iglesia.
TOSTÓN Tabarra, lata. Persona pesada y plasta.
TRAJINAR Andar de un sitio a otro, con cualquier ocupación.
TRALLA Látigo provisto de una trencilla en su punta para arrear a las bestias.
TRANCAR Cerrar la puerta con trancos. Atrancar.
TRANCA Palo grueso que se pone para mayor seguridad, a manera de puntal o atravesado detrás de una puerta o ventana cerrada. Borrachera.
TRAPACERO Persona que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto.
TRAPAJADA Caída aparatosa. Trapajazo.
TRAPISONDA Bulla o riña con voces y acciones. Jaleo, bullicio.
TRASEGAR Pasar el vino a otro tonel.
TRASERA Portón en la parte de atrás de una casa de labranza, por donde entran las caballerías y demás aperos agrícolas al corral.
TRASTO Objeto viejo, inútil e inservible, que estorba mucho. Chico travieso.
TRATANTE Persona que se dedica a comprar géneros (a menudo animales) para luego venderlos.
TRÉBEDE Utensilio de cocina formado por un aro de hierro con tres patas, usado para poner las vasijas sobre la lumbre. A veces va acompañado de un asidero largo.
TRIFULCA Desorden, camorra, riña entre varias personas.
TRILLAR Triturar la mies en la era y hacer que el grano se suelte de las espigas con el trillo.
TRILLO Instrumento agrícola consistente en uno o varios tablones unidos, inclinados hacia arriba en su parte delantera, armados con trozos de pedernal y cuchillas de acero por abajo, usados para triturar las mieses y siendo arrastrados por caballerías.
TRINCHERO Especie de cómoda.
TROJA Granero pequeño; compartimento del desván donde se depositaban pequeñas cantidades de cereales o leguminosas.
TROMPAZO Golpe o caída fuerte.
TRONERA Ventanuco que sobresale en el tejado, para acceder al mismo y que entre la luz.
TRONZADOR Sierra grande para cortar troncos, la utilizan dos personas tirando cada una por un extremo.
TRULLAR Enlucir con barro una pared. Manchar, embadurnar.
TRUQUEMELÉ Juego de niños semejante a la teja.
TUFO Gas que emana de los braseros o de la fermentación del mosto en las bodegas.
TUNANTE Pícaro, bribón.
TUNDA Paliza.
U
UBIO Instrumento de madera con que se uncen formando yunta las bestias de labor. Yugo.
UNCIR Sujetar o atar al yugo las bestias.
UNTE Salsa o grasa con que puede untar. Ungüento.
URDIMBRE Conjunto de hilos colocados en el telar paralelamente unos a otros y preparados para formar una tela.
URDIR Maquinar cautelosamente algo contra alguien o para conseguir un fin, tramar algo.
USMIA Tacaño, rácano.
V
VACÍO El vacío, rebaño de ovejas, formado por ovejas que no han parido.
VAINA Persona despreciable.
VAINICA Bordado que se hace especialmente en el borde de los dobladillos.
VARANDAL Palo largo usado para golpear las nueces y almendras y hacerlas caer del árbol. Vara larga, varal.
VAREAR Derribar con los golpes y movimientos de la vara los frutos para que caigan de los árboles. Golpear la lana con la vara para que quede esponjosa.
VARETA Palo delgado o junco que, untado con liga, sirve para cazar pájaros. Irse de vareta. Tener diarrea.
VASAR Poyo de ladrillo o yeso que, sobresaliendo de la pared, sirve para poner vasos, platos, cazuelas, etc., especialmente en cocinas y despensas.
VEDIJA Mechón de lana enredado en cualquier parte: zarza, árbol, espino, etc.
VELAS Mocos que cuelgan de la nariz, especialmente en los niños.
VELLÓN Conjunto de la lana de un carnero u oveja que se esquila.
VENCEJO Pájaro pequeño, con alas largas y puntiagudas, de plumaje negro y una mancha blanca en la garganta.
VEREDA Camino estrecho para ganados.
VERICUETO Lugar con muchos recovecos y por donde se anda con dificultad. Andarse con vericuetos, andarse con rodeos.
VERNIZO Lluvia escasa, fina y continua.
VERRACO Cerdo usado como semental.
VERTEDERA Especie de orejera que sirve para voltear la tierra levantada por el arado. Tipo de arado que usa este sistema.
VEZA Planta leguminosa, usada como forraje del ganado. Algarroba.
VIGA Madero principal de un carro, a cuyos lados se enganchan las caballerías. Cualquier madero grueso de un techo.
VILORTA Cada una de las abrazaderas de hierro, dos por lo común, que sujetan al timón la cama del arado.
VIRULÉ Estropeado o torcido.
VISILLOS Cortinillas finas y transparentes que se colocan en la parte inferior de los cristales de una ventana o balcón.
VOLANDERO Pájaro que está a punto de abandonar el nido.
Y
YENDA Hienda, raja en una pared.
YERMO Terreno sin cultivar.
YERO Planta leguminosa parecida a la veza.
YESCA Materia que está sumamente seca y dispuesta a encenderse.
YUGO Instrumento de madera para uncir las mulas por el cuello.
YUNTA Par de mulas que se uncen juntas.
Z
ZACULADA Pequeña cantidad de grano que queda en un saco.
ZAGAL Muchacho que ha llegado a la adolescencia.
ZAGUÁN Vestíbulo en la entrada de una casa.
ZAHONES Calzones de cuero, con perniles abiertos que se atan a los muslos, usado por pastores y campesinos para proteger el vestido. Zajones.
ZAHORRA Mezcla de cantos pequeños con tierra y arena, usada para arreglar caminos. Grijo.
ZAMARRA Chaqueta rústica de piel de carnero u oveja.
ZAMBOMBA Vejiga del cerdo inflada.
ZAMINA Somanta, paliza.
ZAMPABOLLOS Persona que come con exceso y con ansia.
ZANCA Manivela que hace girar el eje para que funcione la máquina beldadora.
ZANCAJO Talón del pie y, por extensión, agujero que sale en el talón de los calcetines.
ZANCARRÓN Hueso grande y descarnado de las extremidades.
ZÁNGANO Vago, holgazán.
ZAPATIESTA Bulla, jarana, jaleo.
ZARABANDA Lío, embrollo, jaleo popular.
ZARANDA Criba.
ZARANDAJA Dicho o cosa de poco valor y de poca importancia, tontería. Dejarse de zarandajas, dejarse de tonterías y líos.
ZARCERA Respiradero abierto en el techo de la bodega para su ventilación, rematado, a veces, en una especie de chimenea.
ZARCEAR Andar de una parte a otra, cruzando con diligencia un sitio, como buscando algo.
ZARRACINA Desastre, destrozo.
ZASCANDIL Persona que va de un lado a otro sin hacer nada de provecho.
ZOPENCO Tonto, bruto.
ZOQUETA Pieza de madera ahuecada, a modo de guante, donde los segadores introducen los dedos meñique, anular y corazón de la mano izquierda, para protegerlos de los cortes de la hoz.
ZOQUETE Pedazo de pan grueso y de forma irregular. Persona de poco entendimiento.
ZORRERA Humareda. Habitación en la que hay mucho humo.
ZORROSTRÓN Arañazo grande.
ZOTE Ignorante, torpe, que le cuesta mucho aprender.
ZURCIR Coser la rotura de una tela, juntando los pedazos con puntadas o pasos ordenados, de modo que la unión resulte disimulada. Suplir con puntadas muy juntas y entrecruzadas los hilos que faltan en el agujero de un tejido.
ZURRIAGAZO Golpe dado con una cosa flexible como el látigo.
ZURRÓN Bolsa, normalmente de cuero, que usan los pastores para guardar y llevar la comida y otras cosas.
ZURRUSPIARSE Mancharse los calzoncillos, ensuciarse, salpicarse.
 
 
CURIOSIDADES SOBRE LOS APELLIDOS Y VINCULOS DE PERSONALIDADES, CON VALDECAÑAS DE CERRATO
Aunque resulte un tanto curioso, Valdecañas de Cerrato no dispone de algo tan habitual en otros municipios como son sus símbolos, ni escudo, ni bandera. No obstante si existe el escudo del apellido “Valdecañas”, y es: De azur, una reja de arado en oro “ Escudo del apellido “Valdecañas” Su linaje es de origen castellano, que pasó a Andalucía, principalmente a la provincia de Córdoba, en Lucena y en Priego de Córdoba; también se asentó en Sevilla y posteriormente saltó a Argentina. Caballeros de este linaje probaron su nobleza para entrar en la Orden Militar de Santiago, la Orden de Alcántara y la Orden de Carlos III, ante las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada; y en la Real Compañía de Guardias Marinas. Reales Chancillerías de Valladolid.
Existe un Marquesado de Valdecañas, y se considera por estar documentado, que corresponde al municipio cerrateño esta rama familiar, instalada en Lucena (Córdoba). Este linaje, desciende del rey Fernando I, el Magno, de Castilla y León, y de los Sandoval, de los Zúñiga y de los Lerma. En base al origen Sandoval, apellido castellano, con raíces cerrateñas, es por lo que la procedencia del nombre del Marquesado, es de Valdecañas de Cerrato y no de ningún otro lugar.
El primer Marqués de Valdecañas, Melchor de Avellaneda Sandoval Rojas y Ramiro, luchó en la batalla de Villaviciosa, el 10 de diciembre de 1710, junto a Felipe V. Coincidió en época y lugar -provincia de Córdoba- con Tomás González de Tevar, valdecañés, Canónigo racionero de la Catedral de Córdoba y Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición, impulsor de la Fundación valdecañesa de la Obra Pía de Tevar.
En 1849, el titular del Marquesado era Rafael Benjumea y Cabeza de Vaca, de Málaga. Hubo otro Marqués, Agustín Ruiz Soldado y Gómez de Molina, que en 1881, fue Senador por la provincia de Almería. También hubo otro perteneciente a la familia Valdecañas, Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas, que llegó a ser Obispo de la Diócesis de Guadíx-Baza (1855-1865).
Según el libro de Manuel Glez. de Molina y Antonio Parejo Barranco, “La historia de Andalucía a debate”, hubo también un Condado de Valdecañas, creado en 6-6-1791.
El primer Conde de Valdecañas fue, Antonio José de Valdecañas y Piedrola. El II Conde, Pedro Pablo de Valdecañas y Ayllón de Lara, combatió durante la Guerra de la Independencia, contra el General Dupont, a las órdenes del General Echavarría, Marqués de Puentefiel y posteriormente Ministro de la Guerra (1813), en la batalla del puente de Alcolea, acceso a la ciudad de Córdoba, el 7-6-1808, que ganó el general francés.
Al respecto, el Conde comentaría años después al referirse al suceso: “… el paisanaje tan ignorante como indisciplinado, incurrió en lo que tantas veces se ha repetido tristemente en esta guerra, ir hacia el peligro manifestando gran resolución que luego momentáneamente se disipa.” Posteriormente, estos mismos soldados, voluntarios, estuvieron a sus órdenes y serían inmortalizados por su actuación en la batalla de Bailen.
En 1840, Antonio Cayetano Valdecañas y Tafur (1793. Lucena -Córdoba), alcanzó el estatus de Senador y el de Vitalicio en 1858. El último Conde de Valdecañas es Antonio Alvarez de Sotomayor y Valdecañas.
Hacia 1930, hubo en Valdecañas de Cerrato un párroco, llamado Teófilo Velasco Barcenilla, que estuvo vinculado a Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS. El periodista amigo de ambos, Juan Aparicio, cita a Teófilo Velasco al referirse al “manifiesto” escrito por Ramiro Ledesma, “La Conquista del Estado”, haciendo mención a su “clamor rural”. Velasco, escribió en 1949, “El Orfismo -Una religión de Grecia-”. Murió en Burgos, en el Seminario San José, en 1994.
Siguiendo un orden cronológico, me referiré a las personalidades que han tenido algún tipo de relación con Valdecañas de Cerrato, desde la Edad Media hasta nuestros días.
Fernando I 1010-1065. Rey Fernando I de León y Castilla. Fernando Sánchez, el Magno, o el Grande, hijo de Sancho III, el Mayor, rey de Pamplona. Fundador de la monarquía castellana -otros dicen lo contrario-. Agregó el Monasterio de San Facundo y San Martín de Valdecañas de Cerrato, al de San Pedro de Arlanza. Heredó el legado de Castilla, su primogénito, Sancho.
Una tal Domenga. Propietaria de heredades en Valdecañas. Siglo XI.
Doña Jimena Díaz, esposa de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Propietaria de heredades en el municipio. Se dice que vendió el Monasterio de San Pelayo, de Valdecañas, al Cabildo de la Catedral de Burgos. Más bien, Doña Jimena, no vendió el señorío de Valdecañas. Lo que efectúa es la venta de sus propiedades, con el fin de ayudar económicamente a su marido en sus “aventuras” reconquistadoras.
El documento dice así: “Es de mi agrado venderos aquella mi heredad de Valdecañas. Está aquella heredad integrada por el Monasterio de San Pelayo mártir, con sus casas y solares, con tierras y viñas y molinos y prados y todo lo que a él pertenece, en el precio de 500 sueldos de plata”.
A la muerte del Cid en 1099, sostuvo el cerco de Valencia ante los ataques musulmanes, pero en 1102 fue ocupada. Se retiró al Monasterio de San Pedro de Cardeña, en el que murió hacia 1115. Fue enterrada junto al Cid. En 1921, sus restos se trasladaron a la Catedral de Burgos.
Juan Rodríguez de Sandoval. Propietario de behetrías en el municipio. Caballero y vasallo de la Orden de Santiago y de la de San Juan. Murió asesinado en Quintana del Puente.
Nuño Díaz de Haro o Nuño de Lara. Señor de la Casa de Lara, Señor de Vizcaya y Señor de Valverde. Linajes propietarios de heredades en la villa. Los Infantes de Lara, eran siete hijos de Gonzalo Bustos, Señor de Salas y Lara, que intentaron liberar a su padre, prisionero en Córdoba, y fueron muertos en una emboscada, favorecida por su tío, Ruy Velázquez.
María de Castañeda. Emparentada con el Gran Maestre de la Orden de Alcántara y la Casa de Zúñiga. Cobraba rentas en el municipio valdecañés, heredadas a su vez de Juan Gómez de Castañeda -1325-, casada con Fernán Sánchez de Velasco, II Señor de Medina de Pomar. Siglo XVI.
Teresa Sarmiento. Esposa de Pedro Acuña, “el Viejo”, II Señor de Villaviudas. Heredera de Mencía Sarmiento -1350-, con propiedades en el término de Valdecañas, casada con Pedro Fernández de Velasco, III Señor de Medina de Pomar.
Bernardino Pérez de Sarmiento, I Conde de Ribadavia y Adelantado de Galicia. Hijo de Diego Pérez de Sarmiento, Conde de Santa Marta de Ortigueira y de Teresa Zúñiga. Su primera mujer, María Pimentel, se separó aduciendo supuestos malos tratos.
 
 
Pedro de Zúñiga, Señor y Marqués de Aguilafuente y Castroverde. Perteneciente a la Casa de Zúñiga. Virrey del Reino de Nápoles -1579-1582- y Presidente del Consejo de Estado. Compró al Emperador Carlos I, los terrenos de Baltanás y Valdecañas. También adquirió parte del Señorío de Villaviudas, a los descendientes de Pedro Acuña, “el Viejo”.
Juan Rodriguez de Fonseca. Obispo de Burgos. Este personaje coincide en el nombre y la época, con el político español que hizo siempre ruda oposición a los proyectos de Cristóbal Colón y a los de Bartolomé de las Casas -1451-1524-.
Alfonso Enriquez 1485-1516. Alfonso Enríquez. Almirante de Castilla y su familia. Arrendó los términos de Valdecañas de Yuso. Era de su propiedad el castillo de Hornillos. Recibían los tercios del municipio. Uno de ellos fue nombrado Regente en 1520, por Carlos I -1495-1552-. En esa época, ocurrió el levantamiento de los “comuneros”-Guerra de las Comunidades de Castilla-.
Pedro Fernández de Villarroel y de la Cueva, Marqués de San Vicente del Barco y III Señor de Villaviudas y Hornillos. Siglo XVI. Era familia de Regidor de Valladolid, Pedro Fernández Portillo. La familia de los “Hernández-Fernández”, eran oriundos de Portillo -provincia de Palencia-, de raíces humildes, pero con entronques familiares llegaron a ostentar títulos y a fundirse con la más alta nobleza, como la Casa de Alba.
Juan González de Santoyo y María Gutiérrez de Tevar. Nacidos en Valdecañas. Padres de Tomás González Tevar. Tomás González Tevar. Valdecañés, Racionero de la Catedral de Córdoba y Comisionado del Santo Oficio de la Inquisición. Impulsó la Fundación “Obra Pía de Tevar”.
María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Alvarez de Toledo y Silva Bazán, Duquesa de Alba. Propietaria de heredades en el término valdecañés. Nació en Madrid, el 10 de Junio de 1762. Murió con 40 años, el 23 de Julio de 1802. Hija única del X Duque de Huéscar y de la hija del XII Duque de Alba de Tórmes, María del Pilar Ana Silva Bazán y Sarmiento. Gran mecenas del pintor Goya, quien la retrató en varias ocasiones. Casó con el XV Duque de Medina-Sidonia, José Alvarez de Toledo y Gonzága. No tuvo hijos, pero adoptó una niña de color, María de la Luz. Heredó sus títulos y bienes, su pariente Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Fernández de Híjar, Duque de Liria.
María Josefa de la Soledad. XIII Condesa-Duquesa de Benavente. Nacida en 1752. Administradora de Valdecañas de Cerrato, cobraba las alcabalas. Fue una gran mecenas que protegió a diversos artistas. Hija de Francisco de Borja Alonso Pimentel y Vigil de Quiñones, que al fallecer en 1763, ella heredó los títulos, mayorazgos y las inmensas propiedades a ellos vinculados. Casó en Madrid con su primo el IX Duque de Osuna, Pedro de Alcántara. La Condesa-Duquesa murió el 5 de Octubre de 1834.
Gaspar Martín y Andrés Belasco. Alcaldes Ordinarios de la villa.
Manuel Prieto Martín. Cura párroco de la Iglesia de San Nicolás de Bari.
Pedro Montoya. Residente en San Cebrián de la Buena Madre -Palencia-. Propietario de un molino harinero en Valdecañas.
José Javier Rodríguez de Arellano. Arzobispo de Burgos, en la época de la gran epidemia.
Andrés Puertas. Valeroso guerrillero contra los franceses en la Guerra de la Independencia. El vecindario de Valdecañas, siempre le abasteció y le auxilió en las maniobras de guerra. Resulto gravemente herido en un ataque en 1812, en el puente de Reinoso de Cerrato.
Siglo XX. Obispos de Palencia. Enrique Almaráz y Santos -1893-1907-, después ordenado Cardenal. Valentín García y Barros -1907-1914-. Ramón Barberá y Boáda -1914-1924-. Agustín Parrado García -1925-1934-, después ordenado Cardenal. Manuel González y García -1935-1940-. Francisco Javier Lauzirica y Torralbao -1943-1949-, después ordenado Arzobispo. José Souto Vizoso -1949-1970-. Anastasio Granados García -1970-1978-. Nicolás Antonio Castellanos Franco -1978-1991-. Ricardo Blázquez Pérez -1992-1995-, después elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Rafael Palmero Ramos -1996-2005- José Ignacio Munilla Aguirre -2006-.
Parrocos de Valdecañas de Cerrato. 2008 Eutiquiano. Párroco. 1960. Luís Simón Castro. Párroco. 1936-2009 Luis Simón Castro
Maestros Siglo XX. Leocadio Betegón Melero. Maestro. Evelio. Maestro. Blas. Maestro.
Alcaldes Siglo XX. Dionisio Barcenilla Gil. Alcalde. Pedro Barcenilla Pérez. Alcalde. Donaciano Sardón Carazo. Alcalde. Abrahám San Millán. Alcalde. Javier López Modrón. Donaciano Sardón.
Maurilio. Personaje valdecañés muy popular. Artista constructor de maquetas de madera a escala, de utensilios de labranza.
Luis Valderrama Modrón. Escritor.
En realidad, podemos decir que desde la Edad Media, hasta el siglo XX, las familias nobles que han tenido relación con Valdecañas de Cerrato, se han reducido a: Linajes de los Lara, Vizcaya y Valverde. Familia de Jimena Diaz, esposa del Cid. Los Sandoval. Los Sarmiento. La familia de los Velasco y los Quirós. Los Zúñiga. Los Enriquez. Las Casas de Alba y Benavente y el Marqués de Aguilafuente.
 
 
HISTORIA DE LOS APELLIDOS MAS COMUNES DE VALDECAÑAS DE CERRATO Y SUS ORIGENES
AGUAYO
Apellido muy frecuente en el municipio. Noble y antigua casa, es una de las más calificadas de España. Según la tradición no fallaron ascendientes de este linaje entre los guerreros del invicto Don Pelayo, y de aquellos primeros momentos de la reconquista de España, arranca el apellido. Según las crónicas, tuvo su origen en el siguiente hecho: Tras una batalla, el mayor de tres hermanos "godos" exponiendo sus vidas, fue en auxilio de su Príncipe, este le preguntó: "que si no había tenido miedo al ímpetu de las aguas del río Deva", el "godo" le contestó: "en servicio vuestro, no temo al agua yo" . De las dos últimas palabras le quedó el apellido Aguayo. El Solar estuvo en Molledo, Cantabria. Se tiene noticias acerca de sus ilustres hijos desde el siglo XIII.
AGUADO
Es muy común en la villa. Linaje de origen castellano. Descendiente del caballero castellano Fortún Saez, que reinando Fernando III "el Santo", peleó contra un moro llamado Hamet Celin, logrando darle muerte. Al retirarse del campo de batalla y verle el Soberano llegar empapado en sangre, agua y barro, exclamó: "!Fortún, como venís!", contestando el caballero: "Victorioso, Señor, y aguado". Quedándole desde entonces este adjetivo como mote primero y como apellido después. Retirose más tarde Fortún a la villa de Aguilar de Campoo (Palencia), de donde era natural, y desposó con María Bustamante, fundando casa solar en dicha villa. Tuvo descendencia en Sancho Aguado, quién casó con Marta de Argüello, siendo padres de Pedro Aguado, que pasó a Aguilar de Campoo. Allí casó con Isabel Fajardo, con quien tuvo a Juan Aguado. De su enlace con Elvira Sanchez, nació Fernan Aguado, que casó en Valladolid con Antonia Román, siendo padres de Antonio Aguado, que acompañó al Rey Carlos V en la "campaña" de Flandes. Este apellido se extendió por toda Castilla,Asturias, Extremadura y Andalucia.
ALEJOS o ALAEJOS
Apellido no muy normal. Oriundo del municipio vallisoletano de Alaejos.
ANTOLÍN
Procede de las montañas de Cantábria.
ASENSIO
Parece ser que tiene relación con los Asenjo, Asencio y Ajenjo. Noble y antigüo linaje con casas solares en Castilla, Cantábria (en la Merindad de Trasmiera), Aragón, La Rioja y País Vasco (Orozco).
BALBÁS
De origen burgalés, Los Balbases.
BARCENILLA
Apellido muy extendido en el municipio. Del lugar de su nombre, en el valle de Piélagos (Cantábria), de donde pasó a Palencia, estando muy asentado en la zona del Cerrato. BRAVO De origen castellano, muy extendido por toda la Península Ibérica y América.
BRAVO
Apellido
BRIONGOS
Procedente de La Rioja.
CARAZO
Otro de los apellidos más frecuentes de Valdecañas. De origen castellano, originario del valle o localidad de su nombre, en las estribaciones de la Sierra de la Demanda.
ESPINA
Linaje castellano, originario de Cantábria.
FLORES
Patronímico de Fruela. Se extendió por toda la Península con la reconquista. Probó nobleza en la s Órdenes Militares y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada. Algunas ramas pasaron a América.
FRIAS
Originario de Castilla, de la ciudad de su nombre, en la provincia de Burgos. Extendido por toda la Península, y una de sus ramas por América.
LÓPEZ
Derivado de Lópe. Su origen es gallego, se extendió rápidamente por la Península. Los López según la tradición, descienden de una familia romana que llegó a la Península, llamada "de los Lupos", de origen patricio. De dicha familia procedió la reina Lupa (loba), residente en Galicia. Participaron los López en la conquista de Sevilla, junto a Fernando III "el Santo", y en Córdoba, Almería, Antequera, Alcalá de Guadaíra, lo que hizo que el apellido se extendiera por toda Andalucía. También participó en la conquista de Valencia y Murcia. El apellido López probó su nobleza para ingresar en las Órdenes Militares. El emperador Carlos I, nombró Regidor en América a Jerónimo López.
MARCOS
También Marco. De origen valenciano, de donde pasó a Cataluña, Aragón, Navarra y Castilla.
MERINO
Linaje castellano extendido por toda la Península.En el Ayuntamiento de El Fresno, del partido judicial de Ávila, hay un lugar denominado Merino, que bien pudiera tener relación con este apellido, que se extendió bastante por España. Hallamos casas solares así denominadas en la villa de Laguardia (Álava). en el Valle de Mena, del partido judicial de Villarcayo (Burgos), en la villa de Pesquera de Ebro, del partido judicial de Sedano, de la misma provincia, y de la que procedía la de la villa de Aysejo, del partido judicial de Calahorra (La Rioja), en el Valle de Araiz, del partido judicial de Pamplona (Navarra), con casa llamada de Mariorena, y en la ciudad de Sevilla. También pasaron a América, y en la ciudad africana de Orán, moró otra familia Merino.
MODRÓN
Es un apellido muy común en la villa.
MORENO
Linaje de origen Castellano, descendiente del caballero romano Lucio Murena. Sus solares más antiguos radicaron en Santander, La Rioja, Aragón, Galicia y Castilla la Nueva, de donde pasaron a Extremadura y Andalucía. Con posterioridad pasaron a México. Tuvo casa solar en la villa de Lopera, del partido judicial de Andújar, provincia de Jaén. Otros Moreno radicaron en la ciudad de Lucena, provincia de Córdoba. Otras casas radicaron en la villa de Estepa, provincia de Sevilla, en la ciudad malagueña de Ronda y en la ciudad de Motril, provincia de Granada.
NIETO
De origen leonés, de donde se extendió por toda la Península.
PALACIOS
De origen vizcaíno, del Valle de Carranza, de donde pasó a Navarra y Castilla. Más tarde pasó a América.
ROYUELA
Derivado de "arroyuelo". Muy frecuente en el municipio. Hay varios pueblos en la Península, como Royuela de Rio Franco, en Burgos, o Royuela, en Teruel. Muy extendido.
SARDÓN
Linaje de origen catalán. Muy asentado en la villa.
TRIMIÑO o TREMIÑO
De origen castellano, de La Bureba (Burgos), y radicado en Salamanca, Sevilla, Madrid y Argentina.
VALDERRAMA
Noble linaje que tuvo en la antigüedad su palacio en y casa solar en las montañas de Burgos, en Valderrama, situado entre Frías y Cubilla, del que tomó el nombre. Desde este lugar se extendió por varias comarcas españolas, principalmente por Andalucía. Caballeros de este linaje probaron su nobleza para entrar en las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, en las reales Chancillerias de Valladolid y Granada. Es seguro que existió una relación comercial y laboral estable en la Edad Media, entre Castilla y Cantábria, llegando esta a ser considerada hasta nuestros días, como “puerto de Castilla”, e incluso, fue una provincia castellana hasta la llegada de la democracia actual.
En España, hay otros dos municipios con el mismo nombre, Valdecañas de Tajo, en la provincia de Cáceres y el otro en la provincia de Cuenca, junto al municipio principal de Villar de la Ventosa. En México, también hay un municipio denominado Valdecañas, cercano a Fresnillo, en el Estado de Zacatecas.
 
 
“EL PEQUEÑO GIGANTE” VICTOR AGUAYO ROYUELA, "HEROE" VALDECAÑÉS
 
 
 
 
HOMENAJE AL HÉROE VALDECAÑÉS VICTOR AGUAYO ROYUELA
 
 
Mención aparte se merece un valdecañes que llegó a ser considerado héroe de guerra, el Laureado Don Victor Aguayo Royuela.
 
 
Todo comenzó con una fotografía de un soldado, desconocido para mi, que llego a mi Facebook. Se trataba de la foto de un militar que acompañaba a un comentario... ¿sabe alguién algo sobre la vida y circunstancias de este señor?.
 
 
Este comentario, en principio no me pareció como para darle importancia, pero más tarde, decidí dedicarle un poco de tiempo a su "búsqueda" y probar fortuna, tratando de descubrir su identidad y la posible trayectoria que le hubiera tocado vivir.
 
 
Para ello, me puse en contacto con un amigo, que a la sazón desempeña el cargo de Oficial Mayor del Ejército Español. El acogió de inmediato con interés mi encargo, de que indagase por su cuenta, quien era aquel desconocido soldado. Nos despedimos hasta que el tuviera algún tipo de noticia al respecto, positiva o negativa.
 
 
La verdad es que solo disponíamos de una fotografía de un soldado, que vestía un uniforme con una insignia en el cuello, con la cifra "53" y una medalla en la pechera. Cual sería mi sorpresa, que al cabo de unas horas, cuando llegué a mi casa, recibí la llamada de mi amigo el "Mayor", me hablaba con una cierta excitación y con un matiz de alegría, como de haber conseguido un objetivo, lo noté además como asombrado por lo descubierto y que el sabía que me iba a hacer feliz... ! después de oírle, fue lo que ocurrió !. ! Se trataban de buenas noticias, sobre nuestro "desconocido", hasta entonces, soldado de la fotografía !
 
 
Resulta que mi amigo había solicitado al Archivo Militar, información del militar retratado y la información solicitada, le llegó de inmediato, ya que el "desconocido" soldado para nosotros, no lo era para los bibliotecarios militares.
 
 
!! Se trataba de un "héroe" español laureado !!
 
 
Dándose el caso de que en España no son demasiados los ciudadanos a los que se les ha concedido la Gran Cruz Laureada de San Fernando, solo son 251 y uno de ellos había nacido en el municipio del que desciendo por via materna...
 
 
!! VALDECAÑAS DE CERRATO !!
 
 
Me sentí muy orgulloso de pertenecer al colectivo del "paisanaje valdecañés", como lo fue el "Héroe" al que descubrimos.
 
 
A continuación, transcribo la información "oficial" que me fue facilitada por mi amigo el "Mayor".
 
 
 
 
EL ARROJO DE UN SOLDADO EN EXMUART.
 
 
“…Allá en su pueblo, Valdecañas del Cerrato, no soñó nunca con África y quizá sólo había oído hablar de los moros, a algún mozo ya licenciado del servicio que se jactaba de hazañas portentosas ante el mostrador de la taberna…”
 
 
Nacido en Valdecañas, (Palencia) el 15 de junio de 1887, de profesión, labrador su vida eran sus padres y el campo, la tierra que cultivaba, el ganado, el corral y algún pequeño conocimiento de albañilería, compartido con la casa, la chimenea y alguna que otra moza en los bailes dominicales o en los paseos por la era.
 
 
Esta era la vida de Víctor Aguayo Royuela, hasta que fue llamado a filas este palentino de 1,65 mts. de altura, de aspecto recio y curtido por el sol.
 
 
El 1º de agosto de 1908, entró en Caja de Recluta y se incorporó al Regimiento de Infantería de Guipúzcoa núm. 53, ubicado en Vitoria, el 4 de marzo del año siguiente.
 
 
El 11 de abril, prestaba juramento de fidelidad a la bandera y, el 7 de septiembre de 1909, parte junto a su batallón con la división expedicionaria que se incorporaba al Ejército de operaciones de África.
 
 
El 10 de septiembre, embarcó en el vapor “Montevideo” con destino Melilla, lugar donde desembarcó a la mañana siguiente día 11. Acampó en Rostrogordo, empezando a prestar servicio de campaña.
 
 
El 20 de septiembre de 1909, asistió a los combates de Taxdirt, permaneciendo en las posiciones ocupadas toda la noche. Regresó a Melilla a la mañana siguiente con un convoy que portaba triste carga, heridos, muertos y enfermos.
 
 
22 de septiembre de 1909, asiste con su Regimiento a la toma del Zoco El-Had y participa en la ocupación de Hayara-Amac.
 
 
Tres días más tarde, el 25 de septiembre pasó a otras posiciones hasta el 1º de octubre que marcha a las avanzadas de Beni-Sicar.
 
 
El 5 de octubre de 1909, los rifeños atacan Beni-Sicar y el soldado Víctor Aguayo participa en ese combate. Posteriormente, prestó servicios típicos de campaña entre otras tomó parte en las acciones de Hayara, Aminac, El Had de Beni Sicar, Rostrogordo, Hidrun, Fuerte Concepción, la reconquista del poblado de Tiza y otros puntos.
 
 
Otra vez la vida en campaña, sin una guerra abierta declarada ya, sufren las tropas agresiones de los kabileños.
 
 
La premisa, mantener la paz oficial sin bajar la guardia, hasta el 30 de diciembre día en que cuando todo está tranquilo en Exmuart, es sorprendido por los disparos de unos moros que le intentan arrebatar el fusil, cosa a la que él se niega, recibiendo disparos casi a bocajarro, costándole la vida y siendo recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando.
 
 
Los hechos
 
 
La importancia del agua Los hechos que costaron la vida al soldado D. Víctor Aguayo Royuela, quedaron recogidos de la forma siguiente en la obra “España en sus héroes”,en 1969 y bajo el título “…El pequeño gigante…”. “…Ya en la paz se produce un hecho heroico el 30 de diciembre de 1909: Necesitan salir de servicio de aguada. Se encuentran en una posición, en Exmuart, cerca de Melilla, y este servicio, aunque casi de trámite, es vital por lo que representa.
 
 
Van los cuatro: el cabo José Fernández, los soldados Cecilio García, Bernardino Díez y Víctor Aguayo. Los dos soldados anteriores son de Ingenieros, a cuyas fuerzas había sido agregado Víctor, quizás por sus pequeños conocimientos de albañilería. Bernardino conduce el mulo para el transporte del agua.
 
 
Todo va bien y se han cargado ya las cubas llenas. Se inicia pues el regreso al puesto de la sección. Pero de repente…
 
 
Le sorprende una descarga de cuatro tiros disparada desde una zanja a unos seis metros del camino. El cabo Fernández resulta muerto en el acto. Y Aguayo cae herido de un balazo en el muslo. Cecilio y Bernardino echan a correr. Creen que sus dos compañeros están muertos y no quieren seguir la misma suerte. Y corren, corren hasta dar vista al reducto. Hacen dos disparos para llamar la atención de las fuerzas destacadas y, logrado esto, ya más tranquilos, pueden volver la cabeza para ver a sus compañeros caídos allá, al fondo del sendero.
 
 
Pero lo que ven es una lucha feroz. Víctor Aguayo está pasando por unos momentos muy duros. Lo rodean cuatro moros, y uno de ellos forcejea con él para quitarle el fusil.
 
 
Nuestro soldado se resiste como un león, y es más, intenta descargar su arma sobre el grupo. No le dejan y le golpean brutalmente en la cabeza y en el pecho. Herido como está, se defiende a puñetazos, a bocados…Los moros sólo desean el fusil y parece no importarles mucho la vida del valiente mozo español. Por eso le gritan: - “Danos el fusil y salvas tu vida…Mira, tenemos ya este otro (se refieren al máuser el cabo) y queremos también el tuyo…”, - “No quiero darlo” - “Tú estás loco…respetaremos tú vida. Venga dámelo”.
 
 
Y ante la nueva rotunda negativa del soldado, vuelven a golpearle con las culatas de sus armas. Aguayo se resiste valerosamente, forcejea, lucha, reparte puntapiés y agarra con sus manos las chilabas de sus agresores.
 
 
Está desecho y pierde mucha sangre, pero no es su vida solo lo que defiende, sino algo que juró un día de primavera con los demás reclutas de su regimiento, allá en Vitoria, en España.
 
 
Por este recuerdo defiende su fusil y pelea con fiereza. Es su máuser y en su uniforme está la patria. Bien vale la pena jugarse todo por ella. El moro que directamente le ha hablado, el que le golpea y recibe asimismo los contragolpes del soldado, parece enfurecerse más de repente y, junto con sus tres compañeros, arrecian en los culatazos sobre el español herido. Y no se conforma el rifeño con este castigo, sino que esgrime su gumia y lanza un peligroso viaje al cuerpo de Aguayo.
 
 
Menos mal que éste levanta su brazo instintivamente y lo para. Pero a costa de su carne también, porque no puede evitar una larga herida, un tremendo corte, en la mano derecha. Más sangre y una infinita fatiga. Hasta que pierde el conocimiento. Desde la posición lo han visto todo. Quieren disparar y no se atreven por temor a dar al soldado. Lo hacen al aire mientras se prepara una patrulla cuya salida ha ordenado el teniente Sierra Bustamante.
 
 
Sale rápido el Sargento Sotero con un Cabo y varios Soldados. Hay que comprobar si aquellos cuatro moros no están acompañados de otros más, emboscados en cualquier parte. Corren hacia abajo, hacia el lugar de la pelea.
 
 
Los rifeños han conseguido ya el fusil del soldado, al que creen muerto, y huyen velozmente hasta desaparecer. La patrulla de socorro llega. Allí está Aguayo desmayado en un charco de sangre. Cerca, a unos pasos, el cabo Fernández, muerto.
 
 
Recogen a ambos, organizan el traslado con sumo cuidado y se destacan unos cuantos por los flancos y retaguardia para mantener la seguridad del regreso. En el camino se ha recobrado algo el herido, lo suficiente para poder hablar, para contar todo al Sargento, que le escucha emocionado.
 
 
Aguayo está nervioso, febril, entusiasmado. Su alegría es grande, como la de un niño que ha hecho algo difícil y meritorio. Él ha luchado, se ha defendido, se ha negado, ha repelido la agresión y ha sido herido dos veces. Por su fusil, por su patria, por saber ser soldado… Y señala al Sargento en su pecho porque es el sitio de su cuerpo donde ha recibido más culatazos. Y enseña también la mano, con la falta de un dedo por ese enorme corte de la gumia. Y habla , habla sin cesar. Le evacuan rápidamente y como pueden, al hospital del Buen Suceso. Antes de llegar, fallece el soldado Víctor Aguayo, el mozo palentino y labrador que pensó iba a deslumbrar a los amigos con sus hazañas africanas. Pero la última, la más interesante, se lo ha impedido…”
 
 
La concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al soldado D. Víctor Aguayo Royuela, fue publicada en el rotativo madrileño “La Correspondencia de Esapaña”, el viernes 22 de diciembre de 1911.
 
 
Bajo el título “…La Laureada para un soldado…”, el periódico madrileño “El Imparcial”, daba a conocer la noticia de la concesión de la citada condecoración, al soldado de Infantería del Regimiento de Guipúzcoa núm. 53, de la forma siguiente (textual):
 
 
“…El Diario Oficial inserta la siguiente Real Orden: Visto el expediente de juicio contradictorio instruido para depurar si el soldado del Regimiento de Infantería de Guipúzcoa, número 53, Víctor Aguayo Royuela, se hizo acreedor a la cruz de la Orden de San Fernando por los hechos realizados el 30 de Diciembre de 1909: resultando que el referido día salió a las órdenes de un cabo con otros dos soldados de la posición de Exmuart (Melilla), para traer agua a dicha posición; que al regresar fueron sorprendidos por una descarga que hicieron varios moros emboscados, cayendo muerto el cabo y gravemente herido el soldado Aguayo, retirándose los otros dos soldados; que acometido aquel por cuatro moros para quitarle el fusil, se defendió, no obstante ofrecerle estos la libertad si lo entregaba, agrediéndole a culatazos al ver la negativa e hiriéndole por último en la mano con una gumia en el momento que intentaba hacer fuego, cayendo entonces sin conocimiento y falleciendo poco después al ser conducido a la posición; y considerando que estos hechos se hallan comprendidos en el caso 35 del art. 25 de la ley de 18 de Mayo de 1862, el rey (q.D.g.), de acuerdo con lo informado por el Consejo Superior de Guerra y Marina, ha tenido a bien conceder al soldado de Infantería de Guipúzcoa núm. 53, D. Víctor Aguado Royuela, la cruz de 1ª clase de San Fernando, con arreglo a lo dispuesto en los artículos 3º y 8º de la ley antes citada…”.
 
 
En abril de 1910, su familia, junto a otras que tenía familiares muertos en la Campaña del Rif de 1909, recibió provinente de suscripción nacional y de la “Asociación de Señoras”, de la que era presidenta S.M. La Reina, la cantidad de 250 pesetas en concepto de socorro. (59 lista).
 
 
Cabe señalar la curiosa diferencia que existe entre la orden de concesión de la Cruz Laureada, que señala como fecha de la acción en que resultó muerto el soldado Aguayo el 31 de diciembre de 1909 y el asiento del registro del cementerio de Melilla, en el que fue enterrado en una fosa común, que apunta como fecha de la muerte la del 31 de enero de 1910.
 
 
Fuentes: (1) “España en sus héroes”, fascículo 6, “La Batería de Beni-Bu-Ifrur”, pág. 190, Madrid 1969. Artículo biográfico firmado por Luque. “La Correspondencia Militar”, Madrid núm. 9.857, pág. 3, de fecha sábado 2 de abril de 1910. (2) Fotografía del Soldado del Regimiento de Guipúzcoa núm. 53, D. Víctor Aguayo Royuela, extraída de “España en sus héroes”, fascículo núm. 6, “La Batería de Beni-Bu-Ifrur”, pág. 190, Madrid 1969. (3). “La Correspondencia de España”, Edición de la mañana, Madrid núm. 19.672, pág.4. De fecha viernes 22 de diciembre de 1911. (4). “El Imparcial”, Diario Liberal, Madrid núm. 16.097, pág. 3, de fecha sábado 23 de diciembre de 1909. (5). “El pequeño gigante”, España en sus héroes”, fascículo núm. 6, “La Batería de Beni-Bu-Ifrur”, Madrid 1969.
 
 
Tiene una calle en su memoria en Melilla y otra en Vitoria. http://www.youtube.com/watch?Ha sido un honor para mi, el haberle podido hacer este pequeño homenaje a mi paisano, el "héroe laureado" valdecañés.
 
 
 
 
LAS DIFERENTES LOCALIDADES EN QUE SE VENERA A LA VIRGEN DEL CAMPO
 
 
Los distintos municipios españoles y algunos que en el extranjero honran como su Patrona a la Virgen del Campo, la misma que tiene Valdecañas de Cerrato como su querida Patrona.
Quiero comenzar con la reflexión siguiente...
Todo comenzó en la antigüedad, cuando el cristianismo fue avanzando por el mundo conocido, lo que hoy conocemos como Europa y que luego continuó con el descubrimiento del nuevo mundo, América.
La devoción a la Virgen, en sus diferentes advocaciones, en este caso, a la de Señora o Virgen del Campo, fue un hecho muy relevante y por eso vemos que son muchos los municipios que la tienen como Patrona y sus vecinos nativos la veneran con muchísima devoción.
Como indica su nombre, del Campo, ya situa a esta advocación de nuestra Madre Santa María, como protectora de plagas y benefactora de las cosechas de todos los que del campo hacían su modo de vida, que en la antigüedad y hasta no hace mucho, eran la gran mayoría de la población. Hoy en día, en España, la Virgen del Campo es junto a San Isidro, los defensores de los intereses de los agricultores.
Además otro dato interesante que vemos, es la relación intrínseca que hay entre los diferentes pueblos que la veneran.
Las regiones que en España tiene por Patrona a la Virgen del Campo, podemos comprobar que históricamente se ven unidas por, primero por la reconquista, posteriormente, por la repoblación y más tarde, por la colonización española de América.
En primer lugar, haré una relación de los municipios que ostentan esa condición de tener como Patrona del municipio a la Virgen del Campo, once en España, uno en Italia y uno en Colombia.
CASTILLA Y LEON
* Valdecañas de Cerrato (Palencia)
 
 
 
 
 
 
La Virgen del Campo.
 
 
A las afueras del municipio, a unos 500 m al sur, en un altozano se localiza una ermita de aspecto exterior muy "armado", construida en el siglo XVI, y dedicada a la Patrona de los valdecañeses. En ella se destaca un retablo barroco, con una imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XIII.
Cuenta en su interior con un escudo esculpido en piedra, según parece perteneciente a la familia Tevar, impulsora de la Fundación Obra Pía de Tevar, coronando la entrada a una pequeña capilla, que muestra un retablo con la Virgen Inmaculada, hoy restaurada y situada en la iglesia de San Nicolás de Bari . En otro hueco hay una urna de cristal con un Cristo yacente.
Alrededor de la ermita existe una necrópolis de la época de repoblación, con varias tumbas del siglo XI.
Aunque la importancia artística del edificio sea menor exteriormente, su visita es interesante, no solo por las joyas escultóricas que encierra en su interior, sino también por el acogedor entorno que la rodea y sus magnificas vistas.
 
 
 
 
 
 
Ermita de la Virgen del Campo.
 
 
Es tradición danzar a la Virgen a la salida de la Misa mayor, el día de su Fiesta, la Función, 12 de septiembre, que así ha sido desde siempre denominada, al son de la dulzaina y el tambor. Es costumbre también lanzar cohetes artificiales y últimamente a estas tradiciones se ha unido una popular caramelada.
Se bailan jotas típicas, a veces bailadas hacia atrás, que las hace más difíciles.
* Rosinos (Zamora)
El municipio tiene 643 h. y está situado cerca del lago de Sanabria. El santuario de la Virgen del Campo ha sido como el corazón religioso en el Valle de Vidriales. Allí hubo, durante años, un preseminario al que iban los niños que deseaban ser sacerdotes y donde se les daba una cierta educación antes de su paso a los seminarios de la región.
Se celebran cuatro romerías al santuario: una el 25 de marzo (Anunciación del Señor), 9 de mayo (San Gregorio), 11 de junio (San Bernabé) y el 8 de Septiembre (día de la Virgen de Septiembre).
El actual edificio fue construido en el año 1750 con fábrica de mampostería en cuarcita, a excepción de las esquinas y marcos de vanos, donde se utilizó el sillar. Un siglo después, en el año 1883 se sustituyó el pórtico de la portada sur por una galería de columnas.
* Lodoso (Burgos)
Es una pedanía burgalesa con 75 habitantes, situada a 2 km. al norte del municipio principal Pedrosa de Rio Urbel, que perteneció al Partido de Castrojeriz. Como podemos observar, está situado a muy poca distancia, cercano a nuestro Valdecañas.
* Pinilla del Olmo (Soria)
Celebra la fiesta de su patrona la Virgen del Campo el 14 de agosto. Es una pedanía del municipio de Baraona, con 11 vecinos, perteneciente al Partido Judicial de Almazan.
ASTURIAS
* Castropol
Es el municipio principal del Concejo y Parroquia que lleva su nombre. Cuenta con 3.807 h., aunque en 1842, llegó a tener 17.836 h.. Limita al norte con el mar Cantábrico, al oeste, con Ribadeo y al este,con Tapia de Casariego.
Es uno de los municipios en que se habla el " eonaviego " (gallego-asturiano).
Se venera la Virgen del Campo, también denominada Ntra. Sra. del Campo, la imagen es de 1461, como reza la inscripción del dintel de la portada de su iglesia, situada en el antiguo Campo de Tablado, hoy parque de Vicente Loriente. Es una imagen de la Virgen y el Niño, de alabastro, gótica, delsiglo XVIII.
CANTABRIA
* Cabezón de la Sal
Es un municipio de 5.262 habitantes, situado junto al rio Saja, en paralelo con la Sierra del Escudo de Cabuérniga. Fue una de las poblaciones desde la que a través de la "Ruta de los Foramontanos", llegaron durante la reconquista los repobladores de Palencia y por ello, del Cerrato.
La fiesta patronal de la Virgen del Campo, se celebra cada 13 de agosto.
LA RIOJA
* Enciso
Municipio situado al límite de la provincia de Soria. Entre otras, es conocido por existir en el mismo más de 3.000 icnitas, huellas de dinosaurio, muchas de ellas ubicadas en un paraje donde existe una ermita dedicada a la Virgen del Campo. Tiene 162 habitantes, en 1857, tuvo 1.241 habitantes.
ARAGÓN
* Camarillas (Teruel)
Es un municipio de 121 h., cercano a La Muela. Conserva un castillo medieval. La ermita de la Virgen del Campo, es un complejo de dos edificios, uno de estilo gótico, del siglo XIV y el otro es de estilo barroco.Destaca la torre mudejar, del siglo XVI. El conjunto es una síntesis del arte de Teruel.
EXTREMADURA
* Aliseda (Cáceres)
Municipio de 1.994 h., rodeado completamente por el municipio de Cáceres. Es famoso por el "Tesoro de Aliseda". La ermita de Ntra. Sra. del Campo se encuentra fuera de la localidad, en plena Sierra de San Pedro. Es una construcción de 1485, de manpostería, que alberga una pila del siglo XVI, una interesante y peculiar talla policromada de la Virgen y el Niño de estilo románico-gótico bastante extraña de encontrar en una zona tan meridional.
La fiesta de la Virgen del Campo se celebra el Martes de Pascua, de la que resalta su romería, una vez bajada de su ermita el domingo de resurrección a su pueblo. El 15/08/2010 fue coronada canónicamente.
 
 
 
 
 
 
 
 
ANDALUCIA
* Génave (Jaén)
Localidad de 637 h., situado al norte de la Sierra de Segura, en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla. Es importante por la producción de aceite de oliva.
La romería de la Virgen del Campo, se celebra el último sábado de mayo, en que se traslada su imagen hasta su ermita situada en Pizarro Rodeo. El Día de la Virgen del Campo es el 8 de septiembre y las fiestas patronales en honor a la Virgen del Campo se celebran del 23 al 26 de septiembre.
* Cañete de las Torres (Córdoba)
Municipio cordobés de 3.133 h.. Tiene un castillo medieval. Celebra la festividad de la Patrona y Alcaldesa el día 8 o 9 de septiembre. El 4 de septiembre de 2010, fué coronada canónicamente. Su imagen se encuentra en la ermita de Madre de Dios, que cuenta con unas bellísimas yeserías en la cúpula barroca del altar.
 
 
 
 
 
 
 
 
AMERICA
* Santa Fé de Bogotá (Colombia)
Santa Fe es una alcaldía menor desde 1972 y está situada en el centro de la capital Bogotá. Tiene 109.463 h..
Desde 1629, en plena época colonial, se venera a Ntra. Sra. del Campo y se la tiene mucha mucha fé desde que entonces el Arzobispo de Bogotá, Monseñor Lobo Guerrero, la elevó como Patrona de Santa Fé. Su pequeña imagen se venera en la actual iglesia de San Diego y ha sido considerada como una imagen muy milagrosa a lo largo de los siglos, como protectora de las cosechas de trigo.
Hoy día, al estar ubicada en el centro de la ciudad de Bogotá, ha perdido el carácter campestre, por el del urbano, pero continua siendo muy venerada.
EUROPA
* Stezzano (Italia)
Es una localidad de la provincia de Bérgamo, en la región de Lombardía. Tiene 12.146 h.. Se venera a Ntra. Sra. de los Campos en un santuario ubicado a 2 km. del centro de la ciudad. La aparición de la Virgen a unos muchachos, la hizo muy famosa el 12 de julio de 1586. La coronación de la imagen se llevó a cabo el 5 de septiembre de 1896, por el cardenal Ferrari, de Milan. Hace poco fue declarado un año jubilar en su honor.
Considero que en los siglos de la Edad Media, en que estos municipios se adjudicaron la advocación de Ntra. Sra. la Virgen del Campo, fue muy próxima en la distancia, entre si. Son en su mayoría unas localidades pequeñas, algunas son pedanías como nuestro Valdecañas.
Valdecañas, debió de ser junto a Cabezón, Castropol, Rosinos, Lodoso, con motivo de la reconquista y la repoblación, los primeros en tener a la Virgen del Campo como Patrona. Luego con el avance de la reconquista otras localidades tomaron la advocación de la Virgen del Campo como su protectora, Aliseda, Genave y Cañete de las Torres y por último, pasó con la colonización a América.
Valdecañas de Cerrato, ha tenido desde antaño, relación con Córdoba, Jaén, Cáceres y La Rioja, como por ejemplo, la "Obra Pia de Tevar", el Marquesado de Valdecañas, en Córdoba o Valdecañas de Tajo, en Cáceres.
En resumen, esta es mi visión del porqué hay tantos municipios que veneran a Ntra. Sra., en la advocación de Virgen del Campo, igual que se venera como Patrona y Protectora en nuestro querido Valdecañas, por eso grito alto y claro...
!! VIVA LA VIRGEN DEL CAMPO !!
 
 
HISTORIAS Y VIVENCIAS DE LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES DE VALDECAÑAS Y EL CERRATO
 
 
 
 
Estas son algunas de las historias, hechos, anécdotas y recuerdos de las Cofradías y Hermandades que en la antigüedad, en los siglos XVI y XVII, ocurrieron.
 
 
En Valdecañas existían 6 Cofradías. La del Santísimo, la Vera Cruz, la de Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora, la Virgen del Campo -en honor a la patrona del municipio- y la de San Nicolás de Bari -patrono de la villa-.
 
 
 
 
Con el fin de estimular la participación de la gente del pueblo en la vida religiosa de la Iglesia se fomentó las Cofradías, es decir, Asociaciones Religiosas que honraban a un Santo Patrón, como ejemplo de vida, y se regían por determinadas Reglas o Estatutos. Aunque las Cofradías existieron desde los primeros tiempos de la Iglesia, sin embargo después del Concilio de Trento en 1542 tuvieron un gran impulso.
 
 
 
 
Una de sus principales obligaciones era atender y prestar ayuda a pobres y transeúntes. También se cuidaban como obligación a los cofrades enfermos, y en caso de fallecimiento le hacían la tumba, aunque la familia les debía de dar pan y agua por su trabajo o nada si eran pobres. Algunos vecinos encargaban su entierro, pagando, a la Cofradía.
 
 
 
 
La Cofradía de la Santa Vera Cruz, tuvo las primeras reglas conservadas, que fue fundada siendo Obispo de Palencia, Luis Cabeza de Vaca, con Provisor, antes de 1650.
 
 
 
 
Las cofradías de la Santa y Devota Vera Cruz, han sido de las más antiguas de España, Palencia y el Cerrato.
 
 
 
 
 
 
 
 
Lo primero que se exigía a los cofrades es “que no sean revoltosos y puedan sufrir la disciplina”. Había dos tipos de cofrades, los de disciplina (porque tenían que azotarse) y los de luz , a partir de los 50 años, porque solo llevaban velas. Al frente estaba el Prioste o Preposte; también existía el cargo de Mayordomo. Su casa estaba en el Hospital de la Villa.
 
 
 
 
Los cofrades daban a la Cofradía las llamadas "domingueras" de sus cabras, es decir la leche que les era ordeñada los domingos y que suponía unos 6 kilos de queso anuales. El día del Corpus Christi celebraban una fiesta. Todos los cofrades debían de ir a la vigilia el día anterior con sus cirios y el día del Corpus acompañar al Santísimo en la procesión hasta su vuelva a la iglesia. Otra fecha importante era la Semana Santa, pues el jueves y el viernes Santo debían de estar todos con sus hachas de cera (velas) encendidas.
 
 
 
 
Celebraban un ritual muy particular que era el siguiente: El jueves Santo a la puesta del sol se reunían en casa del Mayordomo con sus túnicas y disciplinas e iban en procesión a la Iglesia con el crucifijo por orden de antigüedad, primero los que alumbraban y luego los disciplinantes, después iban descalzos todos y disciplinándose (los cofrades de disciplina); volvían, dejaban el Cristo en el Monumento en la Iglesia e iban a casa del Mayordomo que tenía preparado vino y unción caliente para lavarles. Esta obligación alcanzaba hasta los 50 años, no más, salvo que el tiempo pudiera afectar a su salud. Los mayores de 50 debían de ir con su candela encendida o con la cruz en la mano.
 
 
 
 
Se reunieron en una ocasión en la parroquia y les pareció que la edad de 50 años era muy subida y que las edades estaban muy menoscabadas y que era gran daño darse azotes a partir de los 40. Se aprueba por tanto que a partir de esa fecha pasen a ser cofrades de luz. Su fiesta principal se celebraba el día de la Cruz, es decir el 3 de Mayo; había vísperas, fiesta y al día siguiente misa por los difuntos. Esa tarde de la Cruz había un "refresco" que consistía en pan, vino, 2 huevos y 1 cuartillo de aceitunas (las que cabían en un recipiente de casi medio litro); en cambio el refresco dado al padre Predicador y al Ayuntamiento incluía vino y bizcochos.
 
 
 
 
Otra fiesta era el día del Corpus, en la que se juntaban a comer y pagaban "a escote", pero el dinero lo adelantaba la Cofradía; eso ocasionó dificultades de cobranza por lo que el obispo mandó que lo pagaran los cofrades directamente. Ese día acompañaban al Santísimo, que salía en procesión, hasta que volvía a la Iglesia. En las vísperas debían estar en la Iglesia con sus hachas encendidas. Se pagaba por llevar la Cruz de la Parroquia, era una fiesta importante porque algunos años se consignan gastos. Se pagaba por portar el Cristo y las Insignias en Semana Santa. Tenían por costumbre decir 1 misa al mes, normalmente el tercer domingo de cada mes, eran misas solemnes cantadas por el sacristán, con exposición del Santísimo, y procesión después de la misa.
 
 
 
 
Al vaquero le pagaban anualmente, por cada res que cuidaba, una fanega de trigo y media de centeno; para obtener el cereal tenían algunas tierras que los cofrades cultivaban haciendo "la senara" o “serna”, tierra de labor que como plus de salario daban los amos a ciertos criados para que la cultiven por su cuenta, es decir aportando días de trabajo no remunerado. Cuando se hizo el apeo de sus tierras, en esos momentos tenía dos alcaldes. Luego cambian de animales y ya no hay vacas, sino 38 cabras.
 
 
 
 
Entre las noticias que aparecen en relación con los vecinos y la Cofradía destacamos que había donantes, incluso en testamentos. Uno ordenó en su testamento: "que venga la Cofradía de la Vera Cruz y Congregación de las Benditas Ánimas", de esta villa y se la de de limosna 50 reales". En el siglo XVII, la Cofradía vende un novillo por 572 reales; en la misma época hay varias ventas más.
 
 
Tenían su cabildo "en dicha parroquia parte dedicada y en donde tenemos de uso y costumbre de nos juntar...". Había 3 alcaldes y 12 cofrades. Las cabras de la Cofradía también se arrendaban, eran 29 cabras y el arrendatario tenía que pagar una renta de 5 reales y 25 maravedíes por cada una, que se rematan en público remate el día de San Pedro (30 de junio).
 
 
 
 
Para entrar en la Cofradía de la Vera Cruz, los hombres tenían que pagar 14 reales y si era con su mujer 16. Al frente de los Cofrades estaban los Alcaldes a los que se les daban varas de mando. Estos alcaldes tenían que mandar, pues, como ejemplo, un cofrade que era hidalgo, le dio “un gran pechugón” a otro cofrade, este era ya mayor y de no haberle sujetado se había desnucado, por lo que se echó al otro de la Cofradía. También había dos curas o Abades,
 
 
En otros pueblos del Cerrato, también hubo Cofradías de Ánimas, como en Antigüedad, pero en el único pueblo que ha perdurado hasta el día de hoy es Vertabillo, quizá porque tenía cargos con nombre militar, vestimentas parecidas a las militares (la botarga) y actuaciones con un componente pseudomilitar como el revoleo de banderas de colores al son de las tamboras el martes de carnaval.
 
 
 
 
Las Cofradías de Ánimas y su protagonismo en la celebración de los carnavales fue, a partir del siglo XVIII, un denominador común en la historia etnográfica y antropológica del Cerrato. Los profundos cambios que se han producido en las últimas décadas en los núcleos rurales, han hecho desaparecer estas asociaciones de un tiempo en que la religiosidad y la sociabilidad se entendían de otra manera. Cofradías con idéntica titularidad se habían constituido ya en otros pueblos del Cerrato a lo largo del siglo XVII.
 
 
 
 
Existe constancia documental de las Cofradías de Ánimas, además de en Valdecañas, en Alba, Castrillo de Onielo, Cevico de la Torre, Cubillas, Espinosa, Magaz, Población, Tabanera, Tariego, Villaconancio, Villamediana y Villaviudas.
 
 
 
 
A la cabeza del gobierno está el abad, que es quien distribuye los bienes espirituales y temporales y hace cumplir las constituciones; debía ser uno de los eclesiásticos de la villa. Entre los hermanos seglares se nombran los oficiales: dos mayordomos para el cobro de rentas, recepción de limosnas y administración del dinero que mueve la cofradía; dos limosneros que, alternándose cada mes, pidan limosna a la puerta de la iglesia todos los días festivos; y un secretario que guarde los libros de la cofradía y dé fe de todos sus actos y de los hermanos que falten a los mismos.
 
 
Estos cargos se renuevan cada año y no pueden repetirse en las mismas personas, en seis años los oficiales seglares y tres el abad. Todos los años han de dar cuentas a dos contadores que nombran los cofrades el día de las Candelas o el domingo inmediato, y al hacer la elección de sus sustitutos, no pueden elegir a parientes suyos dentro del segundo grado de consanguinidad.
 
 
 
 
La Cofradia de Ánimas celebraba su fiesta en el segundo día de la Pascua Florida (Domingo de Resurrección), es decir el lunes llamado de Aguas. Iban todos los cofrades a la ermita y se pagaba a un predicador. También celebraban el día de las Ánimas (2 de Noviembre), en la noche previa se pagaba a los que tocaban las campanas. Finalmente el segundo domingo (o Dominica) de Noviembre traían también un Predicador.
 
 
 
 
Cada año, el martes de carnestolendas (carnaval) tenía la Cofradía Oficio General por las Benditas Ánimas de la parroquia con vigilia, misa conventual y procesión, como el día de los difuntos y después lo celebraban evitando así "profanar día tan santo", el miércoles de ceniza, en que oficialmente da comienzo la cuaresma.
 
 
 
 
La cera y el dinero de la cofradía se guardaba en un arca con dos llaves que estaba en la sacristía. Las llaves se las repartían el Abad y los Mayordomos, éstos seis meses cada uno. En dicha arca siempre habrá doce velas de a media libra, para cuando se precisen en las funciones.
 
 
Un capítulo mandaba que todas las noches haya un hombre que "al tocar las aves marías" diga en las esquinas de las calles en voz alta e inteligible: "Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y María Santísima Nuestra Señora sin pecado original en el primer instante de su natural, amén. Hermanos, acordémonos de aquellas Benditas Animas del Purgatorio que están padeciendo grandísimas penas, socorrámoslos con un padre nuestro y un avemaria para que cuando nos hallemos haya quien por nosotros haga otro tanto". Este hombre tiene también la obligación de llamar a los cofrades para las reuniones o juntas que el abad determine, en su momento y lugar, y como pago a su servicio recibirá a su muerte los servicios espirituales de cualquier cofrade, sin necesidad de pagar entrada ni salida.
 
 
Los cofrades que dieren escándalo como jugadores, maldicientes, perturbadores de la paz u otro vicio, eran reprendidos por el Abad dos o tres veces, y expulsados si no se enmendaban.
 
 
 
 
Pagaban 20 reales para ser cofrade, pero luego se rebaja la cuota a 14 reales; se reunían en la Iglesia, “parte dedicada” se decía , convocados por el esquilón de la Cofradía. Su finalidad principal era ayudar a las ánimas del purgatorio (especialmente la de los cofrades) a salir de allí y gozar de Dios, con ayuda de las misas y de los rezos. Se decían tres misas para ellos: una el segundo domingo de Cuaresma, otra en un Domingo de Mayo y la última el segundo domingo después de Todos los Santos, en Noviembre.
 
 
 
 
En 1782 se apunta en este concepto un gasto de 40 reales y 12 maravedíes de 4 cántaras de vino a precio de 10 reales la cántara, y 53 reales al año siguiente. Los obispos de Palencia venían desde hace tiempo aconsejando la moderación de estos gastos profanos a cuenta de dineros espirituales, que en algunas cofradías eran reiterados y elevados. En su visita de septiembre de 1783, revisando las cuentas de la Cofradía, el obispo José Luis de Mollinedo, aunque reconoce que el gasto que se hace en el refresco es "de corta entidad", lo prohíbe.
 
 
 
 
Sus ingresos, y su mejor situación económica respecto de otras Cofradías procedía de las cuotas de entrada de hermanos y de las limosnas que sacaban los limosneros de pedir los días de fiesta a la puerta de la iglesia, la financiación principal de la cofradía en estos años viene del hato de ovejas que posee, de la lana y los corderos que vende, además tenían "reses", a cargo de un vaquero, que vivía en una casa de la Cofradía; por ello se consignan gastos para la sal de las reses, y a veces también por los daños que causaban cuando venían al pueblo a tomar la sal.
 
 
 
 
En otros pueblos de la diócesis de Palencia, había Cofradías de similar nombre y reglas, especialmente las principales que veremos. Como resulta de la visita del Obispo de 1568 en la que se dice que todas las cofradías son pobres y con pocos cofrades, de forma que se emplea casi todo el pueblo en oficios de las mismas, por lo que ordena que se junten.
 
 
Las Cofradias tenían Alcalde o máxima autoridad, Mayordomo encargado de la hacienda, Mullidor (Muñidor o llamador) y Abad (el cura). La víspera de la fiesta principal, ha de haber Cabildo o reunión de los cofrades y reuniéndose todos los cofrades ha de dárseles una colación moderada. Tenían Predicador y entonces le obsequiaban con una gallina para comer. Traían también tamborilero y tiraban docenas de “cuetes”, o fuego de mano que se traían la víspera.
 
 
 
 
Las Cofradías de Ánimas y su protagonismo en la celebración de los carnavales fue, a partir del siglo XVIII, un denominador común en la historia etnográfica y antropológica del Cerrato. Los profundos cambios que se han producido en las últimas décadas en los núcleos rurales, han hecho desaparecer estas asociaciones de un tiempo en que la religiosidad y la sociabilidad se entendían de otra manera. Cofradías con idéntica titularidad se habían constituido ya en otros pueblos del Cerrato a lo largo del siglo XVII.
 
 
 
 
Existe constancia documental de las Cofradías de Ánimas aparte de la de Valdecañas en Cerrato, la de Alba, Castrillo de Onielo, Cevico de la Torre, Cubillas, Espinosa, Magaz, Población, Tabanera, Tariego, Villaconancio, Villamediana y Villaviudas.
 
 
 
 
A la cabeza del gobierno está el abad, que es quien distribuye los bienes espirituales y temporales y hace cumplir las constituciones; debía ser uno de los eclesiásticos de la villa. Entre los hermanos seglares se nombran los oficiales: dos mayordomos para el cobro de rentas, recepción de limosnas y administración del dinero que mueve la cofradía; dos limosneros que, alternándose cada mes, pidan limosna a la puerta de la iglesia todos los días festivos; y un secretario que guarde los libros de la cofradía y dé fe de todos sus actos y de los hermanos que falten a los mismos.
 
 
Estos cargos se renuevan cada año y no pueden repetirse en las mismas personas, en seis años los oficiales seglares y tres el abad. Todos los años han de dar cuentas a dos contadores que nombran los cofrades el día de las Candelas o el domingo inmediato, y al hacer la elección de sus sustitutos, no pueden elegir a parientes suyos dentro del segundo grado de consanguinidad.
 
 
 
 
También celebraban el día de las Ánimas (2 de Noviembre), en la noche previa se pagaba a los que tocaban las campanas. Finalmente el segundo domingo (o Dominica) de Noviembre traían también un Predicador.
 
 
 
 
Cada año, el martes de carnestolendas (carnaval) tenía la Cofradía Oficio General por las Benditas Ánimas de la parroquia con vigilia, misa conventual y procesión, como el día de los difuntos y después lo celebraban evitando así "profanar día tan santo", el miércoles de ceniza, en que oficialmente da comienzo la cuaresma.
 
 
 
 
La cera y el dinero de la cofradía se guardaba en un arca con dos llaves que estaba en la sacristía. Las llaves se las repartían el Abad y los Mayordomos, éstos seis meses cada uno. En dicha arca siempre habrá doce velas de a media libra, para cuando se precisen en las funciones.
 
 
Un capítulo mandaba que todas las noches haya un hombre que "al tocar las aves marías" diga en las esquinas de las calles en voz alta e inteligible: "Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y María Santísima Nuestra Señora sin pecado original en el primer instante de su natural, amén. Hermanos, acordémonos de aquellas Benditas Animas del Purgatorio que están padeciendo grandísimas penas, socorrámoslos con un padre nuestro y un avemaria para que cuando nos hallemos haya quien por nosotros haga otro tanto". Este hombre tiene también la obligación de llamar a los cofrades para las reuniones o juntas que el abad determine, en su momento y lugar, y como pago a su servicio recibirá a su muerte los servicios espirituales de cualquier cofrade, sin necesidad de pagar entrada ni salida.
 
 
Los cofrades que dieren escándalo como jugadores, maldicientes, perturbadores de la paz u otro vicio, eran reprendidos por el Abad dos o tres veces, y expulsados si no se enmendaban.
 
 
 
 
De entrada pagaban 20 reales para ser cofrade, pero luego se rebaja la cuota a 14 reales; se reunían en la Iglesia, “parte dedicada” se decía (probablemente en el soportal), convocados por el esquilón de la Cofradía. Su finalidad principal era ayudar a las ánimas del purgatorio (especialmente la de los cofrades) a salir de allí y gozar de Dios, con ayuda de las misas y de los rezos. Se decían tres misas para ellos: una el segundo domingo de cuaresma, otra en un Domingo de Mayo y la última el segundo domingo después de Todos los Santos, en Noviembre.
 
 
 
 
En 1782 se apunta en este concepto un gasto de 40 reales y 12 maravedíes de 4 cántaras de vino a precio de 10 reales la cántara, y 53 reales al año siguiente. Los obispos de Palencia venían desde hace tiempo aconsejando la moderación de estos gastos profanos a cuenta de dineros espirituales, que en algunas cofradías eran reiterados y elevados. En su visita de septiembre de 1783, revisando las cuentas de la Cofradía, el obispo José Luis de Mollinedo, aunque reconoce que el gasto que se hace en el refresco es "de corta entidad", lo prohíbe.
 
 
 
 
Sus ingresos, y su mejor situación económica respecto de otras Cofradías procedía de las cuotas de entrada de hermanos y de las limosnas que sacaban los limosneros de pedir los días de fiesta a la puerta de la iglesia, la financiación principal de la cofradía en estos años viene del hato de ovejas que posee, de la lana y los corderos que vende, además tenían "reses", a cargo de un vaquero, que vivía en una casa de la Cofradía; por ello se consignan gastos para la sal de las reses, y a veces también por los daños que causaban cuando venían al pueblo a tomar la sal.
 
 
En 1798 se ordenó por el Gobierno la desamortización o venta de todos los bienes de las Cofradías, lo que supuso un duro golpe para ellas, pues hacia 1820 habían desaparecido todas.
 
 
 
 
Cargos de las Cofradías. Al frente de la Cofradía había un Abad o más de uno, que eran sacerdotes. Luego estaban los Alcaldes, uno antiguo y otro moderno; también el Prioste o Preposte, los Mayordomos, y el Muñidor o Mullidor, a veces llamado Llamador.
 
 
 
 
Fiesta de las Cofradías. Todas las Cofradías tenían en común que celebraban un día de fiesta en honor a su patrón, fiesta que empezaba ya la víspera. En ese día principal se celebraba la Función con una misa, que era celebrada por un Predicador, que era un cura o fraile que lo traían de algún convento. Después de la Función se daba un refresco o colación a los cofrades y también se traían “cuetes” o fuegos de mano a partir de 1750, y música con un tamborilero y danzantes, que eran niños. El segundo día solía haber misa por los cofrades difuntos.
 
 
 
 
Bienes de las Cofradías. Solían tener reses (vacas) y también cabras. Para cuidarlas contrataban un vaquero o cabrero. A veces tenían tierras y entonces los cofrades debían de trabajar gratis para la Cofradía haciendo lo que se llamaban “senaras” para arar, rozar, sembrar, segar, beldar, y trillar, aunque la Cofradía les daba pan, queso y vino.
 
 
 
 
 
 
SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO Y POR ENDE EN VALDECAÑAS
 
 
 
 
 
 
LA INQUISICIÓN
 
 
La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, tres siglos antes, especialmente la fundada en Francia en el año 1184.
 
 
La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía. Su abolición fue aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812 por mayoría absoluta, pero no se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, encuadrada en el inicio del reinado de Isabel II.
 
 
 
 
Escudo de la Inquisición española. A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73», frase en latín que traducida al castellano significa: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73
 
 
 
 
 
 
LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO
 
 
La Inquisición tuvo presencia propia en El Cerrato, desde que el 1 de noviembre de 1478, que el papa Sixto IV, le abrió la puerta en España con la bula “Exigit sincerae devotionis affectus”. Esta presencia queda patente y visible, entre otras manifestaciones, en diversos escudos, como el del inquisidor Rodrigo Maté, Comisario del Santo Oficio de Valladolid, que puede verse en la fachada de la que fue su casa en Castrillo de Onielo, localidad en la que ejerció como sacerdote y en la que también existe una judería que conserva en su fachada imágenes como un ángel exterminador, un masoreta con la torá (la palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos ), unas tijeras de circuncisión…, y en la que no se conservan más símbolos porque los posteriores dueños de la casa destruyeron muchos de ellos en un intento de restar valor histórico al inmueble, por miedo a que se le expropiasen si tenía excesivo valor histórico.
 
 
 
 
En la época de la Inquisición, la Iglesia tenía un gran poder y era la primera fuerza en los pueblos, junto con los señores.
 
 
 
 
Un Tribunal de la Inquisición.
 
 
 
 
 
 
Todos los vecinos tenían que entregar la décima parte de sus cosechas y ganados, es decir el diezmo. Con el diezmo se pagaba un tercio a los curas del pueblo, otro tercio al Obispado de Palencia y el tercio restante al Papa, que lo cedía al rey de España y éste al Duque de Béjar, aunque un tercio de éste último tercio, de decir una novena parte, se retenía para reparaciones y mejoras del edificio o fábrica de la Iglesia. Estos diezmos se almacenaban en la panera o troje de la Iglesia, cuyo edificio pasó a llamarse después Cilla o Tercia. El sistema continuó hasta 1838.
 
 
Además la Iglesia tenía ingresos por otros conceptos, como las primicias y novales (tierra que se cultiva por primera vez), los derechos de sepultura dentro de la Iglesia, los honorarios de misas y oficios religiosos, y recibía bienes por testamento. También existían las Fundaciones, que eran bienes dejados por una persona para que con su producto se comprara, por ejemplo, aceite para que estuviera encendido siempre un Cirio en la Iglesia, o se dijeran misas por su alma.
 
 
Como muestra de su poder baste decir que por ejemplo en un pueblo podía llegar a tener 13 clérigos y 1 sacristán. De los 13 clérigos, 4 eran sacerdotes o curas, 2 diáconos (les faltaba un grado para ser curas) 1 subdiácono (un grado menos) y 6 tenían órdenes menores (primer paso para ser curas). Hacia 1585 sin embargo hubo que reducir el número de clérigos al servicio de la Iglesia. La influencia o poder no sólo era económico, sino también cultural.
 
 
En Valladolid fue determinado en las Ordenanzas dadas a la Real Audiencia y Chancilleria en Medina del Campo en 1489, el alto Tribunal de Justicia, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde permaneció hasta su supresión en 1834. Estos monarcas establecieron la división de la administración de Justicia en dos demarcaciones: una, al norte del Tajo, bajo la jurisdicción de la Chancillería de Valladolid y la otra, al sur de este río.
 
 
Sobre la brujería en Palencia, se puede consultar en el Archivo Histórico Nacional, un total de 45 legajos, que son un autentico conjunto de autos propiamente dichos, de la Santa Inquisición, que van desde los siglos XV al XIX, conteniendo una buena colección de herejías, proposiciones heréticas, expresiones malsonantes, supersticiones, hechicería, brujería, invocaciones al demonio, bigamia, solicitaciones, blasfemias, etc., y otros delitos como perjuicio o decir misas sin órdenes.
 
 
Juderías (viviendas y barrios judíos, y por tanto objeto de persecución por la Inquisición) hubo varias en el Cerrato.
 
 
 
 
Juderia castellana.
 
 
 
 
 
 
En Palenzuela, donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, con sus respectivos estatutos, existió una de las más importantes de la provincia de Palencia. En Dueñas, además de una judería con gran influencia en la población y mucho poder (tanto que contribuyó con 23.550 maravedíes a la guerra de Granada), se celebró en 1534 un Consejo General de la Inquisición. En Magaz al parecer existió un potro de tormentos.
 
 
En Valdecañas de Cerrato, Tomás González Tevar, natural de la localidad, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”, a la que dotó de rentas en Tabanera de Cerrato, Villahán, Dueñas y Valdecañas, logrando más de 100.000 maravedíes anuales destinados a misas, dotes para huérfanos, pagos a maestros de escuela o ayudas para estudios universitarios. Estas rentas se depositaban en la iglesia de Valdecañas de Cerrato, en un arca con tres llaves, custodiadas por tres patronos-administradores perpetuos. En 1940 se redujeron sus dotes a 2.465 pesetas. En 1982 esta institución pasó a depender de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia, y en la actualidad sus fines se limitan a la celebración de actos de carácter religioso.
 
 
 
 
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.
 
 
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana, sufrió un proceso secreto por parte de la Inquisición, al ser acusado de sodomía con algunos esclavos negros, considerada “crimen pessimun”. Posteriormente sería asesinado, al parecer para evitar el escándalo que este encausamiento inquisitorial suponía.
 
 
La institución inquisitorial, pese a lo que muchos creen no es una creación española, aunque la mayoría crea que fue fundada y creada en España y siendo más “europea” que española, se le acusa y carga toda la “leyenda negra” contra ella.
 
 
La Inquisición fue establecida en 1184, casi 300 años antes que entrara en vigor en España, mediante la bula del papa Lucio III, Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía albiguense-cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo.
 
 
En España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia.
 
 
La primera Inquisición, la Episcopal, fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III, como un instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. Cincuenta años después, en 1231-1233, el papa Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la Inquisición Pontificia, que se estableció en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media. En cuanto a los reinos cristianos de la península ibérica, la inquisición pontificia sólo se instauró en la Corona de Aragón, donde los dominicos catalanes Raimundo de Peñafort y Nicholas Eymerich fueron destacados miembros de la misma. Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución casi olvidada, aunque legalmente vigente.
 
 
La Inquisición, como tribunal eclesiástico, solo tenía competencia sobre cristianos bautizados. Durante la mayor parte de su historia, sin embargo, al no existir libertad de culto ni en España, ni en sus territorios dependientes, su jurisdicción se extendió a la práctica totalidad de los súbditos del rey de España.
 
 
En la Corona de Castilla la represión de la herejía corrió a cargo de los príncipes seculares basándose en una legislación también secular aunque reproducía en gran medida los estatutos de la Inquisición Pontificia. En Las Partidas se admitió se admitió «la persecución de los herejes, pero conducirlos, ante todo, a la abjuración; sólo en caso de que persistieran en sus creencias podían ser entregados al verdugo. Los condenados perdían sus bienes y eran desposeídos de toda dignidad y cargo público». En el reinado de Fernando III de Castilla fue cuando se impusieron las penas más duras a los herejes. El propio rey ordenó marcarlos con hierros al rojo vivo, y una crónica habla de que «enforcó muchos home e coció en calderas».
 
 
 
 
 
 
CONTEXTO HISTÓRICO
 
 
Gran parte de la península ibérica había sido dominada por los árabes, y las regiones del sur, particularmente los territorios del antiguo Reino nazarí de Granada, tenían una gran población musulmana. Hasta 1492, Granada permaneció bajo dominio árabe. Las grandes ciudades, en especial Sevilla y Valladolid, en Castilla, y Barcelona en la Corona de Aragón, tuvieron grandes poblaciones de judíos, que habitaban en las llamadas «juderías».
 
 
Durante la Edad Media, se había producido una coexistencia relativamente pacífica —aunque no exenta de incidentes— entre cristianos, judíos y musulmanes, en los reinos peninsulares. Había una larga tradición de servicio a la Corona de Aragón por parte de judíos. El padre de Fernando, Juan II de Aragón, nombró a Abiathar Crescas, judío, astrónomo de la corte. Los judíos ocupaban muchos puestos importantes, tanto religiosos como políticos. Castilla incluso tenía un rabino no oficial, un judío practicante.
 
 
No obstante, a finales del siglo XIV ,hubo en algunos lugares de España una ola de violencia antijudía, alentada por la predicación de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Fueron especialmente cruentos los pogromos (saqueos y matanzas de gente indefensa por una multitud enfurecida, y en especial, los que se produjeron contra los judíos ) de junio de 1391, en Sevilla, Córdoba, Valencia o Barcelona, donde fueron asesinados cientos de judíos, y se destruyó por completo la aljama.
 
 
 
 
Judería.
 
 
Una de las consecuencias de estos disturbios fue la conversión masiva de judíos. Antes de esta fecha, los conversos eran escasos y apenas tenían relevancia social. Desde el siglo XV puede hablarse de los judeoconversos, también llamados «cristianos nuevos», como un nuevo grupo social, visto con recelo tanto por judíos como por cristianos. Convirtiéndose, los judíos no solamente escapaban a eventuales persecuciones, sino que lograban acceder a numerosos oficios y puestos que les estaban siendo prohibidos por normas de nuevo cuño, que aplicaban severas restricciones a los judíos. Fueron muchos los conversos que alcanzaron una importante posición en los reinos hispanos del siglo XV.
 
 
Conversos eran, entre muchos otros, los médicos Andrés Laguna y Francisco López Villalobos (médicos de la corte de Fernando el Católico); los escritores Juan del Enzina, Juan de Mena, Diego de Valera y Alfonso de Palencia y los banqueros Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que financiaron el viaje de Cristóbal Colón.
 
 
Los conversos —no sin oposición— llegaron a escalar también puestos relevantes en la jerarquía eclesiástica, convirtiéndose a veces en severos detractores del judaísmo. Incluso algunos fueron ennoblecidos, y en el siglo XVI , varios opúsculos (obra científica o literaria de poca extensión) pretendían demostrar que casi todos los nobles de España tenían ascendencia judía.
 
 
La revuelta de Pedro Sarmiento , cortesano de Juan II de Castilla, repostero del rey y miembro del Consejo de Castilla, sustituyó a Álvaro de Luna en el máximo puesto de confianza tras la batalla de Olmedo (1445), tuvo como principal elemento movilizador el recelo de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos, sustanciado en los estatutos de limpieza de sangre que se extendieron por multitud de instituciones, prohibiéndoles su acceso.
 
 
 
 
 
 
Creación de la Inquisición en España
 
 
El dominico sevillano Alonso de Ojeda convenció a la reina Isabel I, durante su estancia en Sevilla entre 1477 y 1478, de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a solicitud de los soberanos por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por el dominico “cerrateño” Tomás de Torquemada, (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498, fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV). Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos. Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada, tío de Tomás, en su libro Claros varones de Castilla, corroboró este aserto.
 
 
 
 
El Inquisidor General Juan de Torquemada
 
 
 
 
 
 
Para descubrir y acabar con los falsos conversos, los Reyes Católicos decidieron que se introdujera la Inquisición en Castilla, y pidieron al Papa su consentimiento. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sinceras devotionis affectus, por la que quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla, y según la cual el nombramiento de los inquisidores era competencia exclusiva de los monarcas. Sin embargo, los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, no fueron nombrados hasta dos años después, el 27 de septiembre de 1480, en Medina del Campo.
 
 
 
 
 
 
La actividad de la Inquisición
 
 
La actividad de la Inquisición se divide en cinco períodos. El primero, de 1480 a 1530, estuvo marcado por la intensa persecución de los judeconversos, las fuentes discrepan en cuanto al número de procesos y de ejecuciones que tuvieron lugar en esos años, la cifra aproximada, basada en la documentación de los autos de fe, fue de 2000 personas ejecutadas.
 
 
El segundo, de principios del siglo XVI, de relativa tranquilidad.
 
 
El tercer periodo, entre 1560 y 1614, en el que vuelve a ser intensa la actividad del Santo Oficio centrada en los protestantes y en los moriscos.
 
 
El cuarto periodo ocuparía el resto del siglo XVII, en el que la mayoría de las personas juzgadas son cristianos viejos .
 
 
El quinto, el siglo XVIII, en el que la herejía deja de ser el centro de atención del tribunal porque ya no constituye un problema.
 
 
La cifra de los judíos que salieron de España no se conoce, ni siquiera con aproximación. Los historiadores de la época dan cifras elevadísimas (Juan de Mariana habla de 800 000 personas, e Isaac Abravanel de 300 000). Sin embargo, las estimaciones actuales reducen significativamente esta cifra (Henry Kamen estima, de una población aproximada de 80.000 judíos y más de 200. 000 conversos, aproximadamente —unos 40. 000— optaron por la emigración).
 
 
 
 
Acto de Fe inquisitorial.
 
 
Los judíos españoles emigraron principalmente a Portugal (de donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España, establecerían florecientes comunidades en muchas ciudades de Europa, como Ámsterdam, y el Norte de África, y, sobre todo, en el Imperio otomano.
 
 
Los que se quedaron engrosaron el grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España, que había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. Puesto que en el lapso de tres meses se produjeron numerosísimas conversiones —unas 40.000, si se acepta la cifra de Kamen— puede suponerse con lógica que gran parte de ellas no eran sinceras, sino que obedecían únicamente a la necesidad de evitar el decreto de expulsión.
 
 
El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta 1530.
 
 
En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición",​ gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la posición católica en materia de documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía la Santa Sede en el campo espiritual.
 
 
De acuerdo a esta posición, es un mito hablar de genocidio en países como España por brujería, en cambio, los protestantes lo exageraron seguramente para mejorar su oposición al Imperio español de la época.
 
 
La leyenda negra es un movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. A pesar de originarse en tiempos de fuerte rivalidad política, comercial y religiosa hace más de tres siglos, la leyenda ha llegado hasta nuestros días en forma de interpretaciones falseadas de tinte antiespañol sobre episodios históricos como la conquista de América, la Inquisición, o la Reconquista.
 
 
El Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española define leyenda negra como «Relato desfavorable y generalmente infundado sobre alguien o algo».
 
 
La Organización
 
 
Aunque el Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey, su nombramiento debía ser aprobado por el Papa. El Inquisidor General era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos), salvo un breve período (1507–1518) en que existieron dos inquisidores generales, uno en la Corona de Castilla y otro en la de Aragón.
 
 
A lo largo de su existencia, se produjeron distintas fricciones entre Roma y los Reyes de España por el control de la Inquisición. Sixto IV había promulgado una bula en 1478 por la que daba a la corona española plenos poderes para el nombramiento y destitución de los inquisidores, pero al enterarse de los abusos cometidos por estos en Sevilla, revocó la bula en 1482, haciendo que los inquisidores se sometieran a los obispos de sus diócesis. Ante la protesta elevada por Fernando el Católico, el Papa llegó a decir que :
 
 
“La Inquisición lleva tiempo actuando no por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza, y muchos verdaderos y fieles cristianos (...) han sido encerrados (...) torturados y condenados como herejes relapsos, privados de sus bienes y propiedades, (...) dando un ejemplo perniciosos y causando escándalo a muchos.“
 
 
Como respuesta a ello, el rey acusó al Papa de favorecer a los conversos, y se permitió decirle esto:
 
 
“Tenga cuidado (...) de no permitir que el asunto vaya más lejos, y de revocar toda concesión, encomendándonos el cuidado de esta cuestión.”
 
 
Ante tanta resolución, Sixto IV se echó atrás y dejó en manos de la corona el control de la Inquisición.
 
 
 
 
Tribunal de la Inquisición.
 
 
 
 
 
 
El Inquisidor General presidía el Consejo de la Suprema y General Inquisición (generalmente abreviado en «Consejo de la Suprema»), creado en 1488, formado por seis miembros que eran nombrados directamente por el rey (el número de miembros de la Suprema varió a lo largo de la historia de la Inquisición, pero nunca fue mayor de diez). Con el tiempo, la autoridad de la Suprema fue creciendo, y debilitándose el poder del Inquisidor General.
 
 
La Suprema se reunía todas las mañanas de los días no feriados, y además los martes, jueves y sábados, dos horas por la tarde. En las sesiones matinales se trataban las cuestiones de fe, mientras que por la tarde se reservaban a los casos de sodomía, bigamia, hechicería, etc.
 
 
Dependientes de la Suprema eran los diferentes tribunales de la Inquisición, que en sus orígenes eran itinerantes, instalándose allí donde fuera necesario para combatir la herejía, pero que más adelante tuvieron sedes fijas. En una primera etapa se establecieron numerosos tribunales, pero a partir de 1495 se manifiesta una tendencia a la concentración.
 
 
 
 
 
 
Composición de los Tribunales
 
 
Cada uno de los tribunales contaba al inicio con dos inquisidores, un «calificador», un alguacil y un fiscal. Con el tiempo fueron añadiéndose nuevos cargos.
 
 
Los inquisidores eran preferentemente juristas, más que teólogos, e incluso en 1608, Felipe III estipuló que todos los inquisidores debían tener conocimientos en leyes. Los inquisidores no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, unos dos años. La mayoría de los inquisidores pertenecían al clero secular (sacerdotes), y tenían formación universitaria. Su sueldo era de 60.000 maravedíes a finales del siglo XV, y de 250.000 maravedíes a comienzos del XVII.
 
 
 
 
Inquisidor.
 
 
 
 
 
 
El procurador fiscal era el encargado de elaborar la acusación, investigando las denuncias e interrogando a los testigos.
 
 
Los calificadores eran generalmente teólogos; a ellos competía determinar si en la conducta del acusado existía delito contra la fe.
 
 
Los consultores eran juristas expertos que asesoraban al tribunal en cuestiones de la casuística procesal.
 
 
El tribunal contaba además con tres secretarios: el notario de secuestros, quien registraba las propiedades del reo en el momento de su detención; el notario del secreto, quien anotaba las declaraciones del acusado y de los testigos; y el escribano general, secretario del tribunal.
 
 
El alguacil era el brazo ejecutivo del tribunal, a él competía detener y encarcelar a los acusados.
 
 
Otros funcionarios eran el nuncio, encargado de difundir los comunicados del tribunal, y el alcaide, carcelero encargado de alimentar a los presos.
 
 
Además de los miembros del tribunal, existían dos figuras auxiliares que colaboraban en el desempeño de la actividad inquisitorial: los familiares y los comisarios.
 
 
Los familiares eran colaboradores laicos del Santo Oficio, que debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios. Aunque eran muchos los nobles que ostentaban el cargo, la mayoría de los familiares eran de extracción social popular.
 
 
Los comisarios, por su parte, eran sacerdotes regulares que colaboraban ocasionalmente con el Santo Oficio.
 
 
Uno de los aspectos más llamativos de la organización de la Inquisición era su forma de financiación: carentes de un presupuesto propio, dependían exclusivamente de las confiscaciones de los bienes de los reos. No resulta sorprendente, por tanto, que muchos de los encausados fueran hombres ricos. Que la situación propiciaba abusos es evidente.
 
 
En los primeros tiempos cuando la Inquisición llegaba a una ciudad, el primer paso era el dar «edictos de gracia». En la misa del domingo, el inquisidor procedía a leer el edicto: se explicaban las posibles herejías y se animaba a todos los feligreses a acudir a los tribunales de la Inquisición para descargar sus conciencias. Se denominaban «edictos de gracia» porque a todos los autoinculpados que se presentasen dentro de un «período de gracia» (aproximadamente, un mes) se les ofrecía la posibilidad de reconciliarse con la Iglesia sin castigos severos. La promesa de benevolencia resultaba eficaz, y eran muchos los que se presentaban voluntariamente ante la Inquisición. Sin embargo, a partir de 1500 los «edictos de gracia» fueron sustituidos por los llamados «edictos de fe», suprimiéndose esta posibilidad de reconciliación voluntaria.
 
 
Como la herejía no era sólo un pecado sino un delito, no bastaba con la confesión para ser absuelto —de hecho se recordaba en los «edictos de fe» que los sacerdotes debían remitir a la Inquisición a aquellos que se acusaran de pecados contra la fe— por lo que su confesión debía ser pública.
 
 
El acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores, un privilegio que los testigos tenían en los tribunales seculares. Este era uno de los puntos más criticados y así fue denunciado, por ejemplo, por las Cortes de Castilla en 1518 o por la ciudad de Granada en 1526, que en el memorial que redactó denunció que el sistema de secreto era una invitación abierta al perjurio y al testimonio malévolo.
 
 
Familiar del Santo Oficio
 
 
En algunos lugares del Cerrato existió también la figura del Familiar del Santo Oficio, una especie de inquisidor por delegación, delator y encargado de aplicar la jurisprudencia de la Inquisición en los lugares en los que no había Tribunal del Santo Oficio. Esta figura existió en varias localidades cerrateñas, como Baltanás, Población de Cerrato, Esguevillas de Esgueva, donde la Inquisición persiguió la creencia en la leyenda de la Fuente de la Mora; Valoria la Buena, donde ejercieron esa función José y Francisco González Guerra, etc.
 
 
La Inquisición en Baltanás
 
 
El investigador Juan Manuel Monge, ha documentado la presencia de esta figura la del Familiar del Santo Oficio en Baltanás, visible en un escudo fechado el 2 de abril de 1737, en el que aparecen la cruz, las armas de la Inquisición (una espada y una rama de olivo, que representan el trato a los herejes y la reconciliación con los arrepentidos respectivamente), el nombre de Agustín Puertas y la leyenda EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM 73 (“Álzate, o Dios, a defender tu causa. Salmo 73”).
 
 
 
 
 
 
 
 
Agustín Puertas Núñez, nacido en Baltanás el 28 de agosto de 1702 y fallecido el 21 de agosto de 1767, casado en este municipo con Doña Francisca Calleja Villoldo el 7 de junio de 1734. Ejerció de Familiar de la Inquisición en esta localidad. Había varias categorías de Familiar del Santo Oficio, Acompañante y salvaguarda de los inquisidores, considerado como miembro de su propia familia, de ahí el nombre.
 
 
Había por un lado, Familiar de a pie frente a Familiar de caballo, siendo estos últimos pertenecientes a la oligarquía urbana, aportando prestigio social y apoyo político. Por otro lado, Familiar de número frente a Familiar Supernumerario, que eran los que estaban a la espera de que surgiera una vacante para pasar a ser oficiales.
 
 
Para ser Familiar de la Inquisición se requería limpieza de sangre, ejemplaridad de vida, vivir con honestidad, no realizar oficios considerados de clase baja ni actividades comerciales, no ser hijo ilegítimo, no ser extranjero, no ser clérigo y tener más de 25 años.
 
 
Ejercer de Familiar del Santo Oficio daba acceso a la hidalguía, además de otra serie de privilegios como portar armas, exención de gastos de guerra, etc. Entre sus funciones, figuraban la vigilancia de sospechosos, la detención de herejes, la toma de testificaciones, el traslado de reos a prisión, colaborar en la revisión de establecimientos como librerías o de actividades de comercio exterior, controlar el cumplimiento de preceptos eclesiásticos, participar en actos del Santo Oficio (principalmente en los Autos de Fe).
 
 
Los Familiares del Santo Oficio eran coordinados y controlados por los Comisarios del Santo Oficio, que debían ser clérigos con al menos 40 años y ser previsores, prudentes, ejemplares en sapiencia y costumbres, y estar llenos de celo por la Santa Fe, según se contempla en el Directorio de Eymerich, publicado en 1376. Tenían jurisdicción y gozaban de los mismos poderes que los Inquisidores Generales salvo el de dictar sentencias.
 
 
 
 
 
 
 
 
Hay otro escudo sito en Baltanás que alude de forma indirecta a un Comisario. En este escudo aparece la flor de lis y una alusión al bachiller Don Francisco Núñez de Prada, sobrino-nieto de Francisco Álvarez de Prada. Nacido el 2 de septiembre de 1582 en Baltanás, hijo de de Don Francisco y Doña Francisca Peral, donde fue Beneficiado y Cura, siendo también Comisario del Santo Oficio en Valladolid, así como creador de la procesión de Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre. Don Francisco Nuñez financia la construcción de la torre de la Iglesia de San Millán.
 
 
 
 
 
 
 
 
Inquisidores
 
 
El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).
 
 
 
 
Inquisidor.
 
 
 
 
 
 
Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.
 
 
El inquisidor general o gran inquisidor (en latín: Inquisitor Generalis) fue la máxima autoridad oficial de la Inquisición española. El primero y probablemente el más famoso fue el “torquemadino” Tomás de Torquemada, religioso dominico.
 
 
Entre los “baltanasiegos” lo fueron :
 
 
Sancho de Mata y Acebes, Inquisidor General del Obispado de Astorga (donde luego fue Obispo) y Vicario General e Inquisidor del Arzobispado de Zaragoza.
 
 
Pedro Maté de Mendoza, Inquisidor en el Arzobispado de Zaragoza
 
 
Pedro Maté de Salcedo, Inquisidor General en Cartegena de Indias, siendo el primer inquisidor que mando la Corona Española a América.
 
 
Lorenzo Calvo de la Cantera, Inquisidor General de Llerena, de Valladolid y de la Suprema, en el siglo XVIII.
 
 
 
 
Baltanás (Palencia). Casa solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo
 
 
 
 
 
 
Comisarios del Santo Oficio
 
 
El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el Tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.
 
 
La parte más interesante del juicio, la que casi siempre decide de la suerte de los reos, se hallaba confiada a los comisarios.
 
 
La red de Comisarios del distrito inquisitorial proporcionaba un control eficaz durante los siglos XVI y XVII, entrando en declive a partir del XVIII.
 
 
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
 
 
Don Francisco Núñez de Prada. Don Juan Calvo de la Cantera. Don Josef Sanz Puertas. Don Tomás Diago.
 
 
Tomás González Tevar, natural de Valdecañas de Cerrato, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”.
 
 
 
 
Escudo de Tomás González Tevar, ubicado en la ermita de la Virgen del Campo, en Valdecañas de Cerrato
 
 
 
 
 
 
Familiares del Santo Oficio
 
 
Familiar de la Inquisición o familiar del Santo Oficio era el nombre que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
 
 
Sin necesidad de tener ningún tipo de voto monástico ni ingresar en el clero, sus funciones eran las de informar de todo lo que fuera de interés para la institución y ocurriera dentro de la sociedad en la que estaban integrados,1​ como una tupida red de espionaje o servicio de información. Se beneficiaban económicamente de sus delaciones, además de estar protegidos ellos mismos de una posible persecución por las mismas causas que informaban. El hecho de que los acusadores en los procesos inquisitoriales no fueran públicos ni pudieran ser conocidos por los acusados, les hacía temibles. Debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios, entre ellos, que podían portar armas.
 
 
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
 
 
Andrés y Manuel de Ruifernández, abuelo y nieto. Agustín Puertas Núñez, y Joaquín su hijo. Manuel Gutiérrez Calvo, José Atienza Mena, Josef Tristan Martínez, todos siglo XVIII.
 
 
 
 
 
 
El conjuro de la Bruja
 
 
Roberto Gordaliza, en su libro “Historias y Leyendas Palentinas”, relata una leyenda relacionada con la Inquisición, “El Conjuro de la Bruja”. Localizada en Vertavillo, cuenta que en una bodega apareció un manuscrito muy antiguo, que habría sido escondido allí para no ser descubierto por la Inquisición ya que relataba prácticas de brujería, en concreto un conjuro para atraer la lluvia.
 
 
Dado que las novenas y rogativas al uso no habían surtido efecto y la pertinaz sequía seguía asolando los campos cerrateños, los habitantes del pueblo debatieron si cambiar dichas novenas y rogativas por el conjuro encontrado, con todos los temores propios de sustituir a la Providencia por el poder de las brujas. Y decidieron probar. El manuscrito decía que para que lloviera había que invocar a la bruja en una noche de luna llena, alrededor de un fuego, recitando el conjuro 7 veces mientras 7 doncellas vírgenes saltaran el fuego 7 veces; después apagarían el fuego con 7 chorros de vino agrio, y si todo había sido hecho correctamente pasados 7 días comenzaría a llover abundantemente.
 
 
Buscaron a 7 doncellas del pueblo y lo hicieron todo según el manual, recitando el conjuro que decía: “Bruja de lata, ¡qué mala pata!. Bruja de paja, sube al cerezo, rueda en la rama, bruja sin pelo. Saca la escoba, prende la hoguera, cara de gato, bruja de esparto. Diente de araña, cola de sapo, Noche de noche, sangre de hiena, busca a la bruja, vuela que vuela. Miente la piedra, llora la luna, canta el diablo, ¡bruja, so bruja!. Yo te conjuro, sal de la cueva! ,bruja de lata, ¡deja que llueva! .
 
 
Después apagaron el fuego como indicaba el manuscrito, y esperaron los 7 días. Pero ni gota de lluvia. Releyeron el manuscrito, convencidos de que algo habrían hecho mal, pero todo había sido correcto: la noche era de luna llena, la hoguera se encendió correctamente, el conjuro había sido recitado 7 veces, el vino estaba realmente agrio, las doncellas habían saltado 7 veces…, pero cayeron en la cuenta de un detalle que no podían asegurar que se cumpliera: ¿en verdad serían vírgenes las doncellas?
 
 
Francisca Hernández
 
 
Villavaquerín de Cerrato y Castrillo Tejeriego, albergaron episodios de la vida de Francisca Hernández una de las mujeres más famosas de la España de su época.
 
 
Nacida en Canillas (Salamanca), siendo beata franciscana conoce en 1517 en la capital charra al bachiller Antonio de Medrano, que estaba allí estudiando, iniciando con él una “estrecha relación”. Dado que el Santo Oficio castigaba las relaciones “escandalosas” entre las beatas y sus devotos, en 1519 incoa un proceso contra ella, citándola a comparecer ante el Tribunal de Valladolid el 15 de diciembre, quedando con arresto domiciliario en casa de don Bernardino Velázquez.
 
 
Antonio, también fue detenido, acusado de poner las ideas de Francisca por encima de las de doctores teólogos. Ya por entonces el Santo Oficio sospechaba que ella tenía relación con los alumbrados o iluminados, secta de carácter místico relacionada con el protestantismo.Dado que el Iluminismo no estaba aún perseguido, Francisca es absuelta, mientras a Antonio se le impone la prohibición de tener comunicación directa con ella. Pero la incumple, ya que Francisca se quedó a vivir en Valladolid en casa de Pedro de Cazalla y Leonor de Vivero (matrimonio luterano) y Antonio se instala en una vivienda cuya ventana da a la de ella, y con frecuencia la visita y pernocta con ella. Este incumplimiento provoca que en 1522, Antonio sea desterrado a 5 leguas a la redonda de Valladolid, destierro que también incumple, por lo que es obligado a irse.
 
 
Vuelve a Salamanca, donde es acusado de “deshonestidades” con mujeres y sospecha de herejía, por lo que también es expulsado de allí, yéndose a su pueblo, Navarrete (La Rioja), donde ejerce como sacerdote y clérigo beneficiado. Desde allí mantiene correspondencia con Francisca, y mediante mensajeros (unos familiares) le envía pañuelos y otras prendas. Litigios con otros clérigos provocan su excomunión, y las denuncias de varias mujeres le llevan en 1526 ante el Tribunal de la Inquisición de Logroño.
 
 
La falta de pruebas contundentes hacen que la sentencia sea leve: es obligado a abjurar de sus ideas, no predicar en privado (solo desde el púlpito), no dar la comunión a personas niñas, prescindir de su ama de llaves y pagar 100 ducados de multa.
 
 
Desde el Edicto de Toledo de 1525 la persecución del Iluminismo ya era oficial. Es considerado una secta herética por afirmar estar alumbrados o iluminados (de ahí el nombre) por la gracia de Dios, con quien tienen contacto directo a través del Espíritu Santo, lo que les llevaba a rechazar la autoridad y jerarquía de la Iglesia, así como sus dogmas. Siendo Dios quien dicta directamente su conducta, consideran que no es posible pecar, por lo que tampoco se someten a confesión.
 
 
En este contexto es detenido de nuevo Antonio de Medrano, acusado de epicureísmo (como epicureísmo se denomina el sistema filosófico fundado por Epicuro que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte. Es considerada una rama del hedonismo) y de cometer 35 delitos. Es condenado a tormentos, y las severas torturas que le son infligidas provocan que haga declaraciones referentes a Francisca: relata los goces “espirituales”, y “carnales, aunque con intención limpia”, así como conductas que los inquisidores consideraron perversiones: cocinar para ella, vestirla, calzarla, cortarle las uñas de los pies… En su descargo indicó que si Dios no se hubiera encarnado en Cristo lo hubiera hecho en Francisca, por lo que estar a bien con ella significaba estar a bien con Dios, cuando se enojaba era Dios quien estaba ofendido, y que en definitiva Francisca le hizo pensar que los gozos de la vida no eran incompatibles con las cosas de Dios, por lo que retozar con ella no lo tenía como pecado.
 
 
Ello entronca con uno de los postulados del Iluminismo: la mezcla de una fe profunda con las pasiones de la carne. Y es que Francisca Hernández sublimaba las pasiones y las fantasías de sus devotos, que se arrodillaban ante ella como si fuese una divinidad, pero a la vez ejercían con ella actividades libidinosas. Así, otro devoto suyo, Fray Francisco Ortiz, consejero de la Orden de San Francisco de Asís, “mamaba de sus pechos la leche del Espíritu Santo y vertía sobre ella el caudal de amor y ternura que sus votos le impedían dirigir hacia otras mujeres”, según relata Ángela Selke de Sánchez en su libro “El caso del bachiller Antonio de Medrano, iluminado epicúreo del siglo XVI”, del que están sacados los datos históricos.
 
 
Las acusaciones fueron en cadena y el 31 de marzo de 1529 es detenida Francisca, encarcelada en Toledo, comienza un proceso inquisitorial contra ella que se prolonga hasta 1532, encontrando el Santo Oficio motivos para ajusticiarla.
 
 
Con ella cayó gran parte del grupo de erasmistas y luteranos de Valladolid, en el que estaba encuadrada. Su gran amistad con Doña Catalina de Guevara, hija de los señores de Villavaquerín de Cerrato, propició que uno de los encuentros con Antonio de Medrano tuviera lugar en esta localidad. Además, Doña Catalina y su esposo, Don Bernardino de Velasco, señor de Castrillo Tejeriego, la acogieron en su casa de esta localidad en el verano de 1527 y allí vivió un año y medio para estar alejada de la epidemia de peste que sufría Valladolid.
 
 
En Castrillo Tejeriego nació Miguel Delibes en 1920.
 
 
Cuando fue apresada por la Inquisición, esta pareja de cerrateños la asistieron y se ofrecieron a depositar la fianza que fuese necesaria para librarla .
 
 
 
 
 
 
SOBRE EL C. F. VALDECAÑAS DE CERRATO
Quiero homenajear a unos jóvenes deportistas que juegan en el C.F. Valdecañas de Cerrato, el “Valde”, que en muchos casos no son nativos del pueblo, pero que se sienten orgullosos de poder llevar con éxito su nombre por los campos y polideportivos de la provincia de Palencia.
 
 
ESCUDO QUE DISEÑÉ PARA EL C. F. VALDECAÑAS DE CERRATO
La localidad de Valdecañas de Cerrato, pedanía de Baltanás desde el 21 de febrero de 1974, fue repoblada probablemente cuando los Condes de Castilla trataron de defender el territorio del Cerrato, pero se tiene conocimiento de que ya existía con anterioridad. La repoblación fue llevada a cabo por los ejércitos cristianos en el último tercio del siglo IX, quienes la fortificaron con un recinto amurallado para preservarla de las incursiones de los agarenos. De este periodo se conserva una necrópolis en los alrededores de la ermita de la Virgen del Campo, entonces se denominaba Baldecannas.
Valdecañas de Cerrato es un municipio con mil años de historia.
Pero hablemos de la historia presente ...
El C. F. Valdecañas de Cerrato, el “Valde”, al ser obvio que en el pequeño municipio-pedania no había suficientes jóvenes para poder conformar un equipo de fútbol y carecer de instalaciones adecuadas para jugar torneos provinciales, por ello, se decidió que el “Valde”, estuviera integrado por jugadores nacidos en otros municipios, mayoritariamente de Baltanás, que si disponía de campo de fútbol, el “Ceferino Atienza” y el polideportivo “San Pedro”.
 
 
Que el equipo del “Valde” esté conformado por jugadores de otros municipios, no es contradictorio, pues es una circunstancia que se da en todos los equipos de todas las divisiones, provinciales o nacionales.
En mi opinión y habiéndolo comentado con los jugadores “foraneos”, a estos no les importa nada el jugar en el “Valde” y no hacerlo en el Baltanás, a fin de cuentas, Valdecañas es la pedanía de Baltanás, lo mismo pasó cuando hubo jugadores de Valdecañas, jugando en el Baltanás, como por ejemplo el “valdecañés” Marcelino.
Se da la circunstancia y quizás es un añadido, que Baltanás tenga también su equipo y que juegan en los mismos torneos, así la rivalidad deportiva está asegurada dentro de un “derbi”
De antiguo, en Valdecañas de Cerrato, siempre hubo mucha afición al fútbol y de hecho, quiero hacer un poco de historia al respecto.
De pequeño y ya tengo los 70, recuerdo que los partidos se celebraban en las eras, principalmente en la que está cerca del atrio de la iglesia, la que se denominaba ”era Palacio”, que entonces era un poco el centro de actividades de ocio y festivas. También se celebraban partidos en alguna de las eras de las afueras.
Me impliqué al máximo, diseñé un escudo para el club, compuse un himno y me autoproclamé “motivador” y una especie de “relaciones públicas”, a través de las redes de comunicación, en las que me muevo con soltura.
Un encuentro que fue muy comentado fue el que jugaron Valdecañas con el equipo de Antigüedad, allá por los años 50, eliminatoria que ganó el Valdecañas, consiguiendo el trofeo.
Fue tanta la ilusión que hizo el triunfo en el pueblo, que el trofeo quedó expuesto en el altar mayor de la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari.
Mi difunto tío Paulino Antolin disputó aquel encuentro y el fue quien me lo comento.
Es de suponer que habría muchos más encuentros entre pueblos próximos y que la galería de jugadores “valdecañeses”, de entonces sería amplia y porqué no, sería bueno recordar a Pablo Royuela, Pedro Royuela, Pedro Barcenilla y otros.
De entonces hasta la actualidad, han pasado muchos años, pero el nombre de Valdecañas de Cerrato, ahora se oye e incluso se lee, como titular de un equipo de fútbol palentino, al mismo nivel que por ejemplo los de Aguilar de Campoo, Villamuriel de Cerrato, Baltanás, Becerril de Campos, Torquemada, Astudillo, Melgar de Yuso, Baños de Cerrato, Tariego de Cerrato, Santoyo o Cobos de Cerrato, municipios, la mayoría mucho más importantes y con muchos más habitantes que Valdecañas.
Con ello quiero decir que las proezas y éxitos de los componentes del “Valde”, tienen mucho más mérito, cuando se enfrentan a equipos muy superiores, como por ejemplo el C.F. Becerril de Campo, que tiene un equipo en la Tercera División nacional.
Con el C.F. Becerril de Campo, se enfrento el “Valde” en la final del Torneo Provincial Interpueblos, en el campo de Villoldo, el pasado 2016, consiguiendo alzarse con el trofeo de subcampeón, partido al que acudieron mucho público y autoridades, como el Vicepresidente de la Diputación de Palencia y Alcalde de Paredes de Nava, Don Luis Calderón Nájera o el Alcalde de Becerril de Campos, el señor Granda.
Estos fueron los jugadores de la final del “Torneo Provincial Interpueblos”, Temporada 2016, jugada en Villoldo, enfrentandose al C.F. Becerril de Campos, donde el C.F. Valdecañas de Cerrato se alzó con el subcampeonato.
PORTERO: Jose María "Chema"
DEFENSAS: Diego "Benito", Álvaro Calvo "Verta", Álvaro Serrano "Serri", Alex "Usano", David "Calleja", Iván Bajo "Becks", Javier Diez "Correburros"
MEDIOCENTROS: Javier Bartolomé "Barto", José Manuel "Japonés", Fernando Franco "Morros", Rubén "Pérez", Alberto Peral "Beto", Javier Peral "Peri", Carlos Diago "Charli".
DELANTEROS: Fernando Ibáñez "Chino", Daniel Díaz "Dani", Israel "Isra", Egoix Calvo "Ego".
El entrenador que les llevó a la final fue Arturo Palomo.
 
 
 
 
 
 
Como asistente al encuentro y “valdecañés” por parte de madre, me sentí muy orgulloso de que unos jóvenes, en su mayoría “baltanasiegos”, hubieran conseguido alzarse con el subcampeonato provincial, noticia que saltó a los medios de comunicación.
Estos son algunos de los comentarios que se hicieron al respecto del encuentro.
“La Previa” - viernes, 24 de junio de 2016
< Menos de 24 h. para la disputa de una nueva final en Interpueblos. Villoldo acogerá a partir de las 18:00 h. La Gran Final entre Becerril de Campos y Valdecañas de Cerrato. No se espera una tarde calurosa y nos informan que se están acometiendo mejoras en el municipal para que luzca como la ocasión merece.
Valdecañas de Cerrato es una pedanía que se encuentra a tan sólo 9 kms de Baltanas en pleno Cerrato. Y aunque por nombre parece sencillo ojo con este equipo, actúa como bloque siendo muy físico, especial atención a tres hombres, su portero, Chema (actualmente en el CF.Venta de Baños), Dani (delantero del Cristo Atlético) que realizo muy buen final de temporada , Víctor, centrocampista (Pan y Guindas) muy habilidoso y con proyección atacante. >
“Los Jon´s Baltanás” - 11 de marzo de 2013
< Los rayos del sol luchaban por abrirse hueco entre las nubes. El césped, irregular, era el encargado de acoger la vuelta a los terrenos de juego del Valdecañas. El partido comenzó con nuestro vibrante juego. Balonazo a un lado, balonazo al otro. Un buen balón vertical, que recoge Fer Ibáñez dentro del área y con un elegante toque lo eleva por encima del portero, se convierte en el primer gol del partido. Siempre es importante empezar ganando. Las primeras rotaciones iban apareciendo en el terreno de juego. Quizá la falta de concentración por estos cambios hizo que cediéramos una falta cerca de nuestro área. Alex Usano, se estiró como “Teo Sellers” en Oliver y Benji, deteniendo el balón. Una falta cerca del pico del área es botada por Rubén Pérez. Un excelente golpeo, digno de un jugador veterano, coloca el esférico en la escuadra del portero. Imparable. 2-0 justo antes del descanso.
En la reanudación, el Villamediana nos concede un penalti. Rober Aparicio lo transforma. 3-0. El encuentro estaba más que encarrilado. A partir de aquí el partido enloqueció. El responsable de ello, un árbitro disléxico que tomaba las decisiones equivocadas. Entre el cáos, y por un fallo defensivo nuestro, el Villamediana recorta diferencias tras una contra letal. Nos repusimos rápido, con una gran jugada personal de Arturo, que remata Pérez y marca el segundo en su cuenta. Partido roto por el árbitro, con dos penaltis por mano para cada equipo. Primero para el equipo rival. Después para nosotros, que transforma Pedrito. 5-2, pitido final. Comenzamos con victoria. >
Pero ahí no queda eso, por si fuera poco, el equipo de Futbol Sala, también del C.F. Valdecañas de Cerrato, esta temporada 2017 - 2018, que ha terminado el 11 de febrero, jugaron la final contra el Aguilar de Campoo, casi nada.
Perdieron por 2 - 4 y se alzaron con el subcampeonato provincial y su trofeo.
El C.F. Valdecañas de Cerrato, se alzó con el subcampeonato provincial de Fútbol Sala, en Osorno, ante el C.F. Aguilar de Campoo
Asi lo relataba “FREE MAGAZINE”, el 10 febrero, 2018
< El Torneo Provincial Diputación de Palencia de Fútbol-Sala, organizado por el Servicio de Deportes, Ocio y Tiempo Libre, llegará mañana domingo (11 de febrero) a su conclusión con la disputa de la gran final entre los equipos de Aguilar de Campoo y Valdecañas de Cerrato. Un espectacular duelo que se llevará a cabo en el polideportivo de Osorno a partir de las 18:30 horas y en el que se verán las caras los dos mejores equipos de la competición en una final inédita hasta la fecha.
Los dos conjuntos llegan a la final tras solventar con cierta facilidad las semifinales y con unas magníficas sensaciones en su juego. El conjunto norteño superó a uno de los favoritos a la victoria final, Lantadilla, y llega al último partido sin conocer la derrota (tan sólo cedió un empate en la fase de grupos, precisamente ante Lantadilla). Y es que el Aguilar de Campoo tiene en la retina el triunfo de la temporada 2010/2011, cuando levantaron el prestigioso trofeo provincial, ganado, por aquel entonces, también ante Lantadilla.
Por su parte, Valdecañas de Cerrato no dio opción al Saldaña en las semifinales y se planta en el último partido del campeonato con la sensación de ir de menos a más. Los cerrateños tuvieron un arranque de competición más irregular, pues en las jornadas dos y ocho obtuvieron sendas derrotas ante Torquemada y Tariego de Cerrato, respectivamente. Esos partidos ya son historia para Valdecañas de Cerrato, que afronta el duelo con la ilusión de lograr el ansiado título".
En esta ocasión asistieron al encuentro, que se celebró en el polideportivo de Osorno, la Alcaldesa de Baltanás y Diputada Provincial de Asuntos Sociales, Dª María José de la Fuente Fombellida y el Alcalde de Valdecañas de Cerrato, Don Javier López Modrón.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL ENCUENTRO
https://www.diputaciondepalencia.es/diputacion/galeria-multimedia/torneo-provincial-diputacion-palencia-futbol-sala-tercer-cuarto-puesto
 
 
Los jugadores del "Valde", recogen de manos de la Diputada Provincial, María José de la Fuente, el trofeo que les acredita como subcampeones provinciales de Fútbol Sala, en presencia también del Alcalde de Valdecañas de Cerrato, Javier López Modrón.
Está claro que estos jugadores, dado su esfuerzo y mérito y por los triunfos obtenidos se han hecho merecedores de tener algún tipo de reconocimiento público.
Yo creo que el éxito del equipo radica en que son un equipo muy unido, compacto y con los objetivos muy claros. Es de suponer que entre los objetivos deportivos del “Valde” estén los de revalidad los éxitos en las diferentes competiciones en las que participe.
Con el aval de los éxitos obtenidos por el C.F. Valdecañas de Cerrato, es de suponer en el futuro los vecinos del pueblo, aficionados al fútbol, correspondan con un seguimiento más asiduo y con más interés de las noticias del “Valde”.
Realmente, me parece tan importante lo que están haciendo estos jóvenes en las distintas competiciones en las que participan que he querido implicarme y ayudarles en lo que fuera necesario y después de lo del escudo y el himno, se consideró interesante encargar unos llaveros, con el fin de que el que se considerara hincha del “Valde”, pudiera tener un recuerdo y poder exhibirlo con orgullo, los llaveros tuvieron mucho éxito.
Yo le auguro al club un futuro muy halagüeño, que permitirá seguir disfrutando de su buen juego y dándonos muchas alegrías deportivas.
No nos podemos olvidar de lo importantísimo que ha sido para el equipo, su equipación, camisetas, calzones y medias, ya que sin la colaboración de los patrocinadores, hubiera sido imposible lucirlas.
Los patrocinadores son, Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato. Ayuntamiento de Baltanás. Construcciones Hnos. González Toquero, de Baltanás. Excavaciones Poncio, de Palencia. My Chicken, de Palencia.
 
 
 
 
 
 
 
 
"Valdecañas de Cerrato" . Pintura sobre cartón. Crayola y rotuladores. GLB - 8/2016
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
" HIMNO A LOS VALDECAÑESES "
Letra y música de Germán López Bravo. La versión para coros y partitura es de Germán López Bravo y D. Onofre Diez Monzó.
 
 
PARTITURA : https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10201375028991219&type=3
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LETRA :
 
 
 
 
 
 
 
 
VIDEO HIMNO : https://www.youtube.com/watch?v=2dWzo8dW-kE
 
 
 
 
GALERÍA DE IMÁGENES : https://www.facebook.com/media/set/?set=a.4414730279924&type=3
 
 
 
 
 
 
 
 
El autor, Germán López Bravo, "El Cerrateño"
FIN
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El autor, Germán López Bravo, "El Cerrateño"
FIN
                                       



 
 HISTORIA GENERAL DE BALTANÁS 
LA CAPITAL HISTÓRICA DEL CERRATO
SU PEDANÍA VALDECAÑAS DE CERRATO
 





GERMÁN LÓPEZ BRAVO
El Cerrateño


“ Los pueblos que olvidan la historia de sus antepasados y renuncian a sus raíces decaen miserablemente, porque pierden, además de la gratitud, la memoria, y con la memoria, la ciencia y el valimiento... “ (Emilio Castelar)

ÍNDICE
- GEOGRAFIA Y SITUACIÓN
- CLIMATOLOGÍA
- NOMBRES DE LUGARES Y PARAJES
- FLORA
- PLANTAS
- FAUNA
- TOPONIMIA
- HISTORIA DE LA COMARCA DEL CERRATO - CONTEXTO HISTÓRICO
- EDAD ANTIGUA
- EDAD MEDIA
- LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO
- LA REPOBLACIÓN
- LOS FORAMONTANOS
- EDAD MODERNA
- JUANA I DE CASTILLA
- MUJERES NO
- FUNDACIÓN OBRA PÍA DE TEVAR
- EDAD CONTEMPORANEA
- VIDA Y COSTUMBRES 
- FIESTAS
- GASTRONOMÍA
- ECONOMÍA
- PATRIMONIO CULTURAL
- BODEGAS
- VOCABULARIO DE ÚTILES E INSTRUMENTOS BODEGUEROS
- CABAÑAS DE PASTOR
- CAÑADA REAL
- ANTIGUO CASTILLO DE BALTANÁS
- LA CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIONES
- SOBRE EL CARÁCTER CERRATEÑO
- OFICIOS ANTIGÜOS QUE HAN DESAPARECIDO
- LÉXICO AUTÓCTONO - VOCABULARIO CERRATEÑO
- CURIOSIDADES SOBRE LOS APELLIDOS Y VÍNCULOS DE PERSONALIDADES CON BALTANÁS
- HISTORIA DE LOS APELLIDOS MÁS COMUNES DE BALTANÁS
- "EL PEQUEÑO GIGANTE" VICTOR AGUAYO ROYUELA
- HISTORIA Y VIVENCIA DE LAS COFRADIAS DE BALTANÁS Y EL CERRATO
- SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO Y VALDECAÑAS




GEOGRAFÍA Y LOCALIZACIÓN

Baltanás es un municipio y localidad española de la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está situada en la comarca del Cerrato, al sureste de la provincia de Palencia, junto a los límites provinciales de Valladolid y Burgos. Cuenta con una población de 1191 habitantes según el censo del INE de 2019).
Su término municipal cuenta con una superficie de 158,85 km² incluyendo la localidad homónima y la pedanía de Valdecañas de Cerrato, agregada en 1974.​
Actualmente, Baltanás es el centro neurálgico y económico de la comarca del Cerrato, al ser su capital. La economía se basa en la agricultura, ganadería, servicios y turismo. La localidad cuenta con una gran variedad de atractivos turísticos como el Museo del Cerrato Castellano, la Iglesia de San Millán, la Ermita de Nuestra Señora de Revilla (conserva la escultura de la Virgen de Revilla, considerada la figura de belén más antigua de España). Otro gran atractivo son las Bodegas de Baltanás, catalogadas como Bien de Interés Cultura.​
 
TOPONIMIA
 
El topónimo «Baltanás» es una evolución natural y popular del valle donde se ubica el municipio, llamado antiguamente «Valle de Atanasio».
En diferentes documentos encontrados en el Monasterio de San Isidro de Dueñas se habla de este lugar como «Valle Tanasio», «Valle Athanasii», «Valle Thanasii». En la época de Alfonso VII, en el año 1135, se habla de «Valle de Valtanás». 
En el año 1145 se desmembra de «Valle» y se queda con «Valtanás». Posteriormente, con el paso del tiempo la «V» inicial se sustituye por una «B», convirtiéndose en el topónimo actual, «Baltanás».​
UBICACIÓN

El término municipal de Baltanás, que abarca una superficie de 158,85 km², está situado en el Sureste de la provincia de Palencia, a una distancia de 28 km de Palencia y a 62 km de Aranda de Duero; en el antiguo Valle de Atanasio, y fue nombrado Cabeza de la Merindad del Cerrato por los Reyes Católicos, atributo que sigue manteniendo en la actualidad, ya que continúa siendo la capital histórica de la comarca de El Cerrato.
 
OROGRAFIA

La localidad se encuentra en la unidad morfoestructural de valles y páramos calcáreos. Se compone, por un lado, de páramos esteparios, con superficies llanas, muy extensos y con una altura media de 900 m sobre el nivel del mar. El páramo más extenso es el páramo central, que separa los valles de Baltanás y Valdecañas. También se encuentras páramos con menor extensión como: Páramo de Solacueva, Páramo de Correvaldecañas, Páramo de Cabañalta, Páramo de Carracastrillo y los Montes de Cerrato.​
Por otro lado, la orografía de la localidad se compone de valles, que son el resultado de la erosión de los cursos fluviales a lo largo del tiempo. Estos valles tienen una altura media de en torno a los 800 m sobre el nivel del mar. Algunos de estos valles son: el Valle del Arroyo Prado y el Valle del río Rabanillo.
HIDROGRAFÍA
Por la localidad no atraviesa ningún río, el río Pisuerga es el más cercano localizándose al oeste de Baltanás. En cambio, por la localidad pasan varios arroyos, todos ellos afluyen en el rio Pisuerga. Algunos de estos arroyos:
Arroyo de Prado.
Arroyo de Tablada.
Arroyo de Fuentehorno.
Arroyo del Rabanillo.
Arroyo de Fuentelacasa. Atraviesa el núcleo de Baltanás.
Arroyo de Fuentejera.
Arroyo del Ojeo.


CLIMA
 
Baltanás se encuentra en una zona de clima continental extremo. Se caracteriza por tener temperaturas extremas en verano e invierno. En cuanto a los veranos, estos son muy calurosos, largos y secos, con casi ninguna precipitación. Los periodos de transición de otoño y primavera son muy cortos. El invierno es frío, con precipitaciones moderadas, con heladas frecuentes, con densas nieblas durante el invierno y algunas etapas de nieve con poca intensidad.
GEOLOGÍA

El término municipal de Baltanás pertenece a la Era Cenozoica (Mioceno). En los páramos y montes se encuentran minerales como calizas recristalizadas y calizas micríticas. 
En cuanto a las laderas y el fondo del valle se encuentran minerales como: calizas, margas dolométicas con megacristales de yeso y dolomías, arcilla y margas. En las franjas más bajas se encuentra un estrato estrecho correspondiente al Sarmatiense compuesto por yesos. 
Durante el siglo XIX y XX esta zona ha sido una explotación de yeso mediante minas.
 
PLANTAS

En el término de Valtanás, después Baltanás, se producían en estos sus labrantios y montuosos campos, otros vegetales, como raíces y yerbas medicinales, modificativas, naturativas, supurativas, mundificativas, diuréticas, aperitivas, extractivas, incarnativas, atemperantes, atenuantes, rarificativas, diaforéticas, penetrativas, resolutivas, anodinas, lenitivas, sedativas, mordientes, cáurticas indurativas, repercusivas, astringentes, consolidantes, coagulantes, descoagulantes, narcóticas, soporíferas, pectorales, cordiales, lombrifugas, febrifugas, nervinas, balsámicas, y de otras calidades, porque se crían en ellos.
Haciendo alfabética relación de algunas, el Aro, Abrotano, Agricoma, Arrayan, Acederas, Amapolas, Buptalmo, Bardana, Brionia, Blugosa, Becabunga, Bellota, Betónica, Brunela, Calaminta, Chicorias, todas las especies, Cicuta, Centaura menor, centinodia, Cinoglosa, Dormideras, Deipsaco, Eringio, Enebro, Epitimo, Etetro, Erissino, Espárrago, Espliego mucho y granado, Estepa con abundancia, Escorzonera, Escordio, Eufrasio, Escabrosa, Endivia, Fumaria, Fabaria, Filipéndula, Gammón, Gremma, Gordolobo, Gayubas a montones, Gatuñas, Geranio, Genciana, Hisopo especial y bastante, Hipericón, Hirundinaria, Linaria, Lirios, Llanten, Lingua cervina, Malvaviscos, Madreselva, Majuelas, Manrubio, Mejorana, Meltiloto, Millefolio, Manzanilla fina, Milpies, Mastuerzo, Ombligo de Venus, Orégano, Ortigas, Pentaphilon: Pencedano, Primilaveris, Pilosela, Peonia, Pinpinela, Pinillo, Platero, Poleo, Quinquefolio, Rubia, Romero, Ruda, Retama, Salvia, Sabina, Siempreviva, Solana, Simphito, Sanguinaria, Senecio, Taraxacón, Tlaspios, Tomillo, Verbena, Beleño, Viscoquerquino, Zaragatona.
En los huertos, además de legumbres y verduras, se da el Ajenjo, Artemisa, Almoradux, Apio, Borraja, Betoniquela, Cohombrillo, Celedonia, Cantueso, Heneldo, Hinojo, Tedra, Yezgos, Sepidio, Mercuriales, Parietaria, Sahuco, Serpentaria y otras muchas de cuya flor fabrican las abejas en multitud de colmenares, que por todos los parajes están regados dichos campos, panales blancos, hermosos, que destilan con especialidad los que labran en el citado término de Valdeormillos, miel aún superior a la que califica el adagio, miel y gato de Cerrato, que se azucara y aterrona y es apetecido y buscado por regalo de no poca gente, igualmente que su cera, blanca, limpia y tersa, por los cereros.
Cereales cultivados desde los tiempos prehistóricos :Trigo candeal (Triticum vulgare), Cebada ramosa (Hordeum hexastichun), el cereal más común en la antigüedad, Cebada cervecera, Cebada caballar.
Leguminosas : Garbanzos, Almortas. Titos. Setas y Hongos.
Había plantas que se transformaban en aromático, oloroso y perfumado “tabaco”, debido a la falta de auténtico tábaco, esas eran el Espliego, la hoja de Patata, el Romero, la mata de Salvia, la hoja de Viña o la raiz de Olmo.
Cereales cultivados desde los tiempos prehistóricos :Trigo candeal (Triticum vulgare), Cebada ramosa (Hordeum hexastichun), el cereal más común en la antigüedad, Cebada cervecera, Cebada caballar.

          PARAJES Y DESPOBLADOS
 
Estos son algunos de los parajes, despoblados y términos pertenecientes a la entonces Valtanás, hoy Baltanás y cercanías ...
Fuentecirio, Barco de Llorente, Barco de Royón, Fuentejera, Fuente Pino, Fuente Hinojo, La Mocha, La Heredera, Pozos de Valdalar, Balcabado, de Juan Calvo, Huerta de Cantarero, Fuentevidal, S. Román, Fuente de los Mozos, Despezonadera, Pigazo, Fuentelyerro, el Caño, Fuentecanal, Fuente de las Perdices, Valdeburgos, Santolaya, Fuentes del Chozo, Pradera del Oyo, Carraherrera, Solacueva, Fuentecaña, Tantada, Valdemadera, Santilisanti, Fuentemoral, Fuentelacasa, Terrados,
Cuestas, particularmente la nominada Zacharias y dehesas, principalmente Tablada, cerca de Villaviudas.

 
 

Dehesa Tablada en la actualidad.
 
Otros ...
 
Penedillo, Reinedo de la Vega, La Aldea y su castillo, que despoblados lo están, por concesiones reales apropiadas, en cuyo ámbito se reduce la labor más de una tercera parte, tiene a campo tieso casi dos, con montes de encina, roble y enebro, donde dicen el Ojeo, Lanayuso, Sardón, Vallejo de Urban, Valdeabrojuelos, Cachorras, Valdesteban, Valdemored, Colmenar de la Villolda, Valdañan, Valdeburgos, Valdecerrajin, y otros parajes; sirviendo lo cultivado la mayor parte para sembrar trigo, centeno, cebada y avena, de cuyas semillas asciende la anual cosecha en estos tiempos (1750) a cuarenta mil fanegas (2.220.000 kgs.), y lo demás para viñedo, que fructifica la cantidad de vinos ya referida y la leña de los montes para las fogatas de las casas, armazón de sus techos y tabiques, y fabricar carbón; haciendo lado y compañía á los límites de esta dilatada jurisdicción por el poniente á cuatro millas la dehesa de Tabla (Tablada), atravesada por el espacio de media legua de longitud y otro tanto de latitud en el el repetido valle que baja de Valtanás, hoy Baltanás, a la carretera de Burgos; y por la punta meridional hacia el ocaso, el bosque de Fuentecirio, pegado a dicha dehesa, cuyo monte de dos leguas, el terreno de esta y las casas que ella y en él hay para los guardas, serranos y dueños de los ganados que los pastan, que pertenecen a la casa del Marqués de San Vicente.
 
Lugar de Valverde, despoblado, con varias fuentes y una de agua algo cárdena exquisita, que llaman Valdeluño.
 
El pago de Verdugal, a ocho millas de Valtanás, hacia el oriente más arriba del bosque de Valverde y rayando con el mencionado Enebral; cuyo excelente propio de dos leguas de capacidad, con sus pozos y pilas para beber los ganados donde dicen Valdelobera, pastan los de sus vecinos,
 
Prados pastables, como son el de Renedo, Pradaso, los Caballos, Fuentecirio, Fuentejera, Rabanillo, S. Ramón, Santillana, Fuentelacasa, de la Muela, de Entrecasa de Terrados, Santolaya, el de Arriba, y otros con cuyos pastos y los de los expresados montes y términos, se mantienián doce mil cabezas de ganado, mulares, vacunas, lanares y cabrunas, en cantidad y calidad mejores que las de otros pueblos por la virtud de sus yerbas.
 
Otros parajes son La Serna, Laguna, Pradillos de San Martín y Nuestra Señora, las Erillas, parajes de Fuentelhierro, las Villalvas, Cerratillo, Santillana, La Cotarra de las Mochuelas. Los Llanos, las Villalvas, San Cristóbal, La Aldea con su Parroquia, hoy despoblada.
 
MANANTIALES Y FUENTES
 
Contribuye a la feracidad de estos campos y bondad de sus producciones, el ser abiertos de poros sus términos, particularmente los de Fuentecirio, Barco de Llorente, Barco de Royón, Fuentejera, Fuente Pino, Fuente Hinojo, La Mocha, La Heredera, Pozos de Valdalar, Balcabado, y de Juan Calvo, Huerta de Cantarero, Fuentevidal, S. Román, Fuente de los Mozos, Despezonadera, Pigazo, Fuentelyerro, el Caño, Fuentecanal, Fuente de las Perdices, Valdeburgos, Santolaya, Fuentes del Chozo, Pradera del Oyo, Carraherrera, Solacueva, Fuentecaña, Tantada, Valdemadera, donde hacen erupción varios manantiales, que sirven para humedecer sus inmediaciones, beber los animales que por ellas se crían, ganados que por allí pastan, montaneros que cortan y queman leña de sus montes, labradores que trabajan y cultivan sus terrenos.
 
Siendo las aguas de estos unas más potables que otras, con particularidad las de Valdemadera, de cuya claridad, delgadez y dulzura, hacia ponderación el guarda de Fuentecirio, que diariamente las bebía, y los de Tierra del Vino y Esgueva que cuando van y vienen a Palencia pasaban por donde nacen y aseguran que de cuantas veces fatigados y sudosos las han bebido jamás han experimentado movimiento alguno interno dañoso, diciendo de su provechosa bebida lo mismo los montaneros y pastores de los próximos montes y páramos de lanayuso, desde donde no bastándoles para sosegar los ardores del Sol, la sombra de los matorrales, peñas y concavidad de inapurable ondura, que abajo de una se encuentra en ellos, vienen a beberlas para refrigerarse.
 
Son de la mayor beneficiencia y utilidad para la población a un cuarto de legua de ella por el mediodía, sobre el término de Santilisanti, propio de los Templarios, que en él tuvieron Convento, la fuente de La Cobata, así llamada por una cueva embovedada en forma de arca, donde se recogen las aguas, que trasudan sus laderas y páramos dominantes y salen luego por un caño que las arrija en un pilón, las coge al caer y beben los del pueblo a pasto común, por ser estas aguas en sus cercanías las más dulces, sabrosas y saludables, de las que sus médicos titulares se han hecho lenguas, hasta decir uno de ellos, que pisó las losas de la Universidad de Salamanca y se ejercitó en sus aulas, que mereció el magisterio de sus cátedras, de las que lo apartó una rara casualidad, estuvo asalariado en esta villa, las probó, comprendió sus quilates y a su costa puso junto a donde vierten, asientos para beberlas, que era un sorbo sin duda medicinal, anti maligno y prodigiosos para haber con él sanado de una úlcera envejecida que no le habían podido curar otros remedios.
 
El manantial de Fuente Santiago, nomenclatura que le da una ermita del Santo que allí tuvo el lugar despoblado de Terrados, donde por las cejas de un vallejuelo, que pisan sus páramos a distancia de tres cuartos de legua del poblado, sale un chorro de agua delgadísima, de gran delicadeza y sumo gusto, que conducida por un caño sobre un pilón, coge y bebe el pueblo continuamente, abre las ganas de comer y está graduada por los inteligentes y la experiencia, de medicinal desopilante.
 
Por la misma parte algo más cerca, el de Orreo, pago de dicho lugar de Terrados, que hace cuarenta años estaba a campo tieso, le gozaban los vecinos de Valtanás y hoy se halla lo más de el plantado de viñedo y frutales, cercado como una legua en contorno de paredes de piedra labrada, en altura de de dos varas y media, con su casa, bodega, lagar y colmenares dentro, en el cual está la fuente antigua de su mismo nombre, del Orreo, reducida a mejor forma y encañada hasta en un pilón, aguas casi las mismas que las de Fuente Santiago, las que cogen y beben el cachicán y trabajadores de tal posesión y aun se la traen a Valtanás, para que beban los de la casa de don Lorenzo Calvo, Canónigo de Cuenca, Inquisidor de Llerena, de Valladolid y la Suprema, que es quien de sus rentas eclesiásticas ha costeado su nuevo ser y engrandecimiento, logrando por pleito con esta villa su propiedad y por una real cédula título de Señor de ella y el de Orreo para su hermano don Antonio.
 

 
Fuente La Cobata
 
Igualmente lo es el manantial que existe por el poniente a media legua cerca de la ermita de San Gregorio Nacianceno, edificada allí, porque el nueve de Mayo de 1626, llenos los campos de langosta, fue el pueblo en rogativa con la imagen de Nuestra Señora de Revilla, dijo el cura en altar portátil misa y concluida milagrosamente, levantó toda y tanta langosta como si una densa nube se hubiera interpuesto , que cubrió el Sol.
 
El manantial de Fuentemoral, así nombrado por uno que en él hubo, donde las venas de la tierra rotas en un pozanco embovedado sueltan cantidad de agua, que aunque gruesa y algo cruda, beben frecuentemente muchas gentes y todas cuando en tiempos secos se esterilizan las predichas fuentes y sirve con particularidad para el jaboneo de las medias de lana en que tratan y comercian sus moradores.
 
Y por entre el mediodía y levante el manantial de Santillana, así apellidado por la ermita que en él hubo hasta el año de 1794, de Santa Juliana de Nicomedia, próximo a la cual rompe un golpe de agua, que encallejonada cien pasos entre dos paredes y una canal de piedra, sale a una bien formada arca y desde ella va corriendo por ollones a pasar por otra, el arroyo del ya insinuado valle de Fuentelacasa, prosigue por encima de su camino descansando en otras intermedias de su cañería hasta las inmediaciones de la huerta del convento de franciscanos descalzos, donde estos toman en un arca cerca del arroyo cierta porción, que conducen a un estanque de piedra labrada, grande y cuadrado, reparten el agua para sus oficinas y menesteres y continúa a entrar, esta entra por debajo de las casas de la población hasta su Plaza Mayor ( Esta fuente al escribir esto, no existe), en la que impedida de su propio peso y proclive curso, trepa por el hueco de un mármol redondo de piedra, hasta su cimera copa de lo mismo y vierte por tres caños largos de hierro, en un pilón ochavado, ancho más de catorce varas y alto una, donde los ganados de trabajo y huelga beben y cogen los vecinos para el gasto de las cocinas y otros usos, las aguas van desde su residuo por un canal de piedras, bien trabadas y metidas en tierra, por la calle de abajo de las Carnecerías a salir fuera de la puerta de la Fragua, donde se desperdicia, siendo esta agua en su nacimiento potable y desde que se mezcla con la del citado arroyo, es de conocido provecho para los animales, porque se desmejoran y se les conoce cuando interceptada, tienen que beber y beben las de fuentes Viejas y de los Piojos, que con sus caños y pilas tiene para iguales usos esta población, en el tránsito a su arrabal, bajo el estanque con el nombre de Tejanco, enlosado allí y lleno de agua, que le surten sus testeros manantiales, estas aguas eran especiales para lavar cualquier ropa y conceptuada por salir caliente, de mineral y curativa.
                                        
HISTÓRIA
El Cerrato

Existen evidencias que este lugar fue habitado por los vacceos, ya que existió un castro vacceo en el actual cotarro del Castillo (891 m.). 
Mucho antes de los vacceos, el primer humano del que se tiene conocimiento en la zona cerrateña es el Homo Antecessor. Su cultura se encuentra dentro del canto tallado. Posteriormente aparece otra especie humana, el Homo Ergaster, con una antigüedad de más de 300 milenios. Su cultura se ha documentado en las terrazas del río Arlanzón, en Villafría, -Burgos-, y en el río Pisuerga, en Fuensaldaña.



Mapa del Cerrato

Los vacceos fueron un pueblo prerromano y uno de los que se asentaron en el Cerrato, en el sector central de la cuenca y al norte del Duero (España), también en la zona del Pisuerga, por supesto en el Cerrato, a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², en la zona a la que se le dio el nombre de región Vaccea.​​ 
 


      
Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. .
Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C. de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro).
Principales ciudades :
Intercatia, Pintia, Amallobriga, Tela, Pallantia, Helmántica, Bargiacis, Viminacium, Porta Augusta, Autraca, Lacobriga, Avia, Segontia Paramica, Gella, Albocela, Rauda, Segisama Julia, Cougium, Cauca, Octodurum, Sentica, Sarabris y Ocalam.
Eldana, hoy denominada Baltanás, fue la capital importante de una parte de la región vaccea y actualmente de la capital histórica del Cerrato.
En el año 178 a. C. el pretor Lucio Postumio Albino celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. 
Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C., dirigidas por Pompeyo y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos que no acabaron definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península ibérica.
Los vacceos están considerados dentro del grupo de los celtas peninsulares, y su origen hay que buscarlo en los pueblos centroeuropeos que desarrollaron la cultura de Hallstatt. Practicaban una agricultura de tipo colectivista​ y ganadería trashumante. 
En aquella época la comarca ya era definida por las crónicas como una región «libre y descubierta» y «un país abierto, de trigales, tierra desarbolada».
Hace unos años se hablaba de ellos como un pueblo de origen celta, perteneciente al grupo de los belóvacos,​ quienes habrían partido desde el norte de Europa en torno al año 600 a. C. junto a otros pueblos del grupo celta de los belgas, a consecuencia de las presiones ejercidas por los pueblos germanos, alcanzando las tierras del interior peninsular en la primera mitad del siglo VI a. C., junto a otros pueblos como los arévacos (nombre que no significa otra cosa que vacceos orientales).
Alguien puede pensar que las distancias de hoy, entre por poner un ejemplo Soria y nuestro Cerrato, Valdecañas, no se veía como tal distancia en kilometros, sino como una distancia en "cabalgadas" y jornadas a caballo.


Restos arqueológicos vacceos.
Uno de los rasgos más destacados de la organización socioeconómica de los vacceos, aparte de su genética, era la existencia de una importante actividad agrícola cerealista (donde se cultivó fundamentalmente el trigo y la cebada), basada en un régimen de propiedad colectiva. 
Su producción era de tal magnitud, que numantinos y arévacos dependían de los vacceos para aprovisionarse del cereal. Y esta dependencia era tal, que Escipión Emiliano, cuando sitió Numancia entre 134 y 133 a. C. saqueó las cosechas de los vacceos para impedir de cualquier forma el aprovisionamiento de Numancia, pues eran los vacceos, quienes según Apiano, suministraban grano a los numantinos. 
Esta tradición cerealista ya proviene de la primera Edad del Hierro, por lo cual en época de la guerra numantina estaba muy arraigada en tierras vacceas. Esta actividad cerealista se testimonia en los poblados de la facies cultural de Soto de Medinilla. Pero no era la actividad agrícola cerealista la única actividad económica del pueblo vacceo, pues era un complemento de la actividad principal, la ganadera, como en el resto de las poblaciones de la Meseta norte, aunque en el caso vacceo, el complemento agrícola era de mayor importancia[6]​ que en el resto de los pueblos vecinos.
Acerca del sistema agrario de los vacceos, el cronista griego Diodoro escribe lo siguiente:
El más avanzado de entre los pueblos vecinos a éstos [los celtíberos], es el conjunto de los llamados vacceos, pues éstos, cada año, distribuyen la tierra arable a los labradores, y poniendo en común sus frutos, entregan a cada uno su parte, y a los labradores que se apropiaban de alguna parte para ellos mismos, daban la muerte como castigo.
Muchas personas hablan sobre las características físicas de los pueblos que poblaron España, y qué personas, comunidades o hasta provincias han heredado tal o cual cualidad.
La antropología nos intenta ayudar clasificando las razas y hablándonos de ellas y sus características entre otras cosas.
Pero a veces también nos confunden sin quererlo, al igual que los historiadores. Ellos nos dicen frases como las siguientes: Los íberos eran morenos y de ojos marrones y los celtas eran rubios, altos y con los ojos azules. Sin embargo eso no es del todo cierto.
Es verdad que la mayor parte de estos eran así pero también es cierto que entre los íberos habría rubios con ojos azules y entre los celtas morenos con ojos marrones o negros inclusive. Por ello, muchos que tienen los ojos azules ya dan por hecho de que provienen de los celtas y esto no es así siempre, o en todos los casos no lo es.
Por ejemplo, de entre los pueblos que ocuparon España, además de los antedichos están los musulmanes, en primer lugar los bereberes y después los árabes. Muchos o algunos de éstos tenían también los ojos azules. Esto no solo se debió a la emigración vándala hacia África del norte sino porque también naturalmente habría algún núcleo pequeño pero existente.
No deja de ser cierto también de que la fisonomía de una persona nos habla acerca de las razas que han creado su cuerpo por decirlo así a lo largo de la historia. Pero recordemos también de que no todos los hermanos de una misma familia heredan las misma fisonomía. 
En el estudio de los yacimientos se encuentran elementos propios de la cultura vaccea sobre los restos de culturas anteriores (como en el caso del Soto de Medinilla, en Valladolid), donde existen evidencias de poblamiento desde el Neolítico hasta la II Edad de Hierro, (es decir, el periodo vacceo), lo que permite estudiar con cierto detalle la evolución de los grupos humanos de esta zona de la meseta, dando paso a la teoría evolutiva de esta civilización.

Quizás entre una persona y otra haya muchas diferencias aunque sean hermanos y los antepasados sean los mismos. La diferencia está en que uno adquirió genéticamente ciertos caracteres y el otro no. 
De un mismo matrimonio puede salir un hijo con ojos azules y el otro con ojos marrones. El uno demuestra cierto antepasado y el otro uno diferente pero que el éste aunque lo tiene también, no lo "superficializa" por decirlo así.
En el Cerrato se dá de antiguo una cierta endogamia.
Cada hijo hereda un 50% de cada padre por lo cual hay rasgos que se pierden en la memoria de los tiempos. Quizás un tataranieto hereda algo de ese progenitor sin que nadie sepa de donde vino ese rasgo, pero en sucesivas generaciones se pierden esos rasgos y solo se heredan los de los progenitores mas próximos.
El sistema agrícola hizo que la sociedad vaccea se viese libre del mal endémico del momento, el bandolerismo que alcanzó altas cotas entre sus vecinos, siendo los vacceos objeto preferido de razzias y correrías. Lo que nos pone de relieve la excepcionalidad del pueblo vacceo dentro del conjunto de los pueblos prerromanos de la meseta durante la edad del hierro.
 


Pieza vaccea de la Edad de Hierro.
La valoración de los aspectos culturales relacionados con la meseta castellana de España, apenas tenidos en cuenta en las primeras investigaciones, así como los datos que aportan los estudios realizados sobre la ruta interior del estaño, han posibilitado a partir de 1970 avanzar notablemente en el conocimiento de la formación de la civilización vaccea.
Sus viviendas estaban generalmente construidas con adobes revocados con un manteado de barro, comprendían planta rectangular, donde se encontraba la estancia principal, con bancos corridos adosados a las paredes.
Y entonces llegaron los romanos.

A mitad y finales de la Edad de Bronce (2200-900 a. C.), existen vestigios del fenómeno campaniforme, procedente sobre todo de la zona cantábrica y Álava. En esta época predominó la metalurgia del cobre y a finales de ella se originaron los diferentes pueblos prerromanos, que los cartagineses y los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica.
Los romanos, dispusieron rápidamente de infraestructuras en Hispania Nova Citerior. Construyeron obras civiles como, acueductos, calzadas y puentes -Torquemada y Quintana del Puente, son un ejemplo-, como base para el asentamiento de sus poblaciones en Quintanilla de la Cueza -siglo IV d. C.- y La Olmeda, en Pedrosa de la Vega, cerca de Saldaña, descubierta en 1968. Licinio Lúculo asumió el cargo de Cónsul y Pretor, en la Hispania Citerior -151 a. C.-, fue belicista, venció en Cauca y en otras poblaciones, pero fracasó en su intento de conquistar Pallantia.
En el verano del 142 a. C. y aprovechando las labores del cereal, el cónsul romano Cecilio Metelo, saqueó las tierras vacceas, las cerrateñas. El Gobernador Metelo Nepote, sometió en el 56 a. C. una rebelión de las tribus vacceas. En el 49 a. C., desembarcó Julio César y después de derrotar a los Pompeyanos, consiguió el apoyo de toda Hispania, y dejó como Gobernador de la Citeror a M. Emilio Lépido.
El 29 a. C., Estatilio Tauro, llevó a cabo una campaña contra los vacceos. Trasladó su campamento a Sasamón en Burgos, cerca de Castrojeriz. En aquel tiempo, El Cerrato se denominaba Campus Gothorum.

EDAD ANTIGUA

Los orígenes de Baltanás se pierden en la noche de los tiempos. Lo más probable sería que, a la llegada de las legiones romanas a la Meseta Norte, existiera un castro vacceo en el actual cotarro de El Castillo, dada su inmejorable situación estratégica.
 
Durante el Imperio Romano, iría creciendo la población en el término baltanasiego, a juzgar por los hallazgos arqueológicos registrados en diferentes épocas.
 
Algunos historiadores han llegado a suponer que en esta villa de Baltanás se encontraba situada la antiquísima Eldana, ciudad de los vacceos, mencionada por Ptolomeo en su "Geografía" (siglo II). Pero, nada se puede afirmar ni negar a este respecto, no solamente porque hasta la fecha no se han encontrado ruinas monumentales de importancia -y, particularmente, inscripciones- sino también porque tenemos en cuenta la multitud de errores que contiene la citada "Geografía".
 
Esta importante villa y antigua Cabeza de Partido Judicial de la Provincia de Palencia, fue Cabeza de Alfoz en la Edad Media y, después Cabeza de la Merindad de Cerrato, con posterioridad a Palenzuela. En la actualidad, es la capital histórica del Cerrato Castellano y del Cerrato Palentino.
 
CONTEXTO HISTÓRICO

Al norte del Duero se produce durante los siglos IX y X un proceso de repoblación altomedieval, que más tarde se transformará durante los siglos XI y XII hasta convertirse en las áreas centrales en un esquema en el que los núcleos responden a recintos murados, especialmente en la áreas centrales de la meseta.

LA ÉPOCA ALTOMEDIEVAL. 840-1035. LA REPOBLACIÓN AL NORTE DEL DUERO 

La estabilización de la frontera cristianomusulmana en la línea del Duero desde 940 hasta 1085 divide la meseta en dos zonas cuyo carácter en cuanto al sistema de asentamientos va a ser completamente diferente. En la mitad septentrional se fue decantando una red, que en un primer momento será indiferenciada para posteriormente estructurarse y jerarquizarse. 

Toda una serie de fenómenos tuvieron lugar, primero durante los siglos X y XI, en que se produce la primera etapa de asentamientos, para, imperceptiblemente, durante la segunda mitad de este siglo (XI) y sobre todo durante el siguiente llegar a un sistema más complejo y articulado, en el que los núcleos urbanos empiezan a consolidarse. 

Se estableció un sistema de comunidades de Villa y Tierra en el que una villa asumía todo el poder institucional y de control del territorio y el resto eran aldeas dependientes de la cabecera y carecían de muralla. Hemos visto como la zona norte, profundamente desarticulada tras los sucesos del siglo VIII, había quedado extremadamente deprimida desde el punto de vista demográfico.

Todo hace pensar que las estructuras territoriales visigóticas y tardo-romanas se descompusieron efectivamente. De la antigua red urbana queda el nombre y prestigio de algunos asentamientos tal como lo reflejan las crónicas del siglo X. Tales núcleos apenas estarían habitados, siendo a lo más pequeños puntos débilmente fortificados sobre las ruinas de ciudades anteriores. No sólo las crónicas sino sobre todo los cartularios de los grandes monasterios, que concentrados en el tercio norte de la meseta irradiaron su potente efecto de dominio sobre el medio, nos han dejado gran cantidad de testimonios sobre el tipo de asentamiento que se produjo en este período. 

Tres son las denominaciones más habituales que se dan a los lugares habitados en este época: civitas, castrum y villae. Son tipos de núcleos cuyos perfiles no aparecen claramente definidos y a veces presentan una cierta ambigüedad en sus términos. La “civitas” es una denominación común al occidente europeo y denomina a un tipo de poblaciones en las que se desarrolla un cierto poder institucional y una ascendencia sobre el territorio circundante que, en numerosas ocasiones, incluye la dignidad episcopal. 

En la meseta existen poblaciones que habían sido sede episcopal durante la época visigótica (Astúrica, León, Auca, Palantia, Salmántica, Avila, Segovia y Uxama). 

Junto a ellas, otras ciudades comienzan a desempeñar un papel decisivo y adquieren el carácter de "civitates", asumiendo las funciones episcopales. Poder militar, poder eclesiástico y dominio sobre el territorio son tres aspectos que definen el carácter de estos núcleos. Son sin duda los que presentan mayor complejidad urbana de toda la meseta en estos tiempos altomedievales.  

El origen de la denominación "castrum", "castro", aparece muy tempranamente en las crónicas referidas a poblaciones. Ya desde el siglo VIII queda claro su carácter genuinamente militar y de control del territorio. Muchos de ellos se levantan sobre asentamientos preesxistentes ibéricos o hispano-romanos, pero en otros casos son de nueva creación. En ocasiones la existencia de un punto ya poblado atrae de manera explícita a los repobladores, pero en otros casos la fractura histórica del siglo VIII y parte del IX supone una solución de continuidad en la ocupación de dichos lugares. Como todo sistema de ocupación y control, las líneas defensivas de los castros, claramente estructuradas durante la repoblación tienen una imbricación absoluta con el territorio. 

Una visión espacial de la localización de las principales líneas establecidas es muy reveladora de la visión del espacio que tuvieron los repobladores. Hay que señalar que van a ser los valles los elementos fundamentales que atraerán la atención de los nuevos pobladores para controlar el territorio. 

En la zona del reino de León la dirección norte-sur de las corrientes fluviales va a ser decisiva en la configuración de la trama urbana. Órbigo, Esla, Cea, Valderaduey, Sequillo, Carrión y Pisuerga van a ser ejes de control y penetración en el territorio. En Castilla, sin embargo, la dirección este-oeste de los cursos determinará el establecimiento de tres barreras paralelas a lo largo del Arlanzón, Arlanza y Esgueva.

Hay un tercer factor que es fundamental a la hora de conocer el territorio y su ocupación en la meseta superior, sobre todo en sus zonas centrales y es el contacto campo-páramo que se produce en ellas. En efecto, el páramo y la campiña son dos realidades complementarias que marcan el carácter de los diversos ámbitos. El páramo, boscoso en tiempos medievales, más pobre agrícolamente, determinará una ocupación extensiva muy adecuada para la explotación ganadera. La campiña por el contrario es más apta para el cultivo de cereal y permite una ocupación más intensiva del territorio. Ambas están separadas por las nítidas cortadas, tan características del paisaje de la meseta. 

No tiene por tanto nada de extraño que sea en estas zonas de contacto, frecuentemente apoyadas en escalones naturales que marcan la diferencia de cota de los dos espacios, donde surjan los puntos de control del territorio desde los que es posible abarcar una gran extensión. La configuración de los castros era prácticamente homogénea en toda la región. 

Consistía en un pequeño recinto cercado, donde la función militar y residencial estaban estrechamente imbricadas. Sistemáticamente se asentaban en elevaciones del terreno, más o menos abruptas, con la misión de controlar el territorio. Su envolvente es casi siempre circular o elíptica, adaptándose a la cima del promontorio en el que se asientan. El tipo es absolutamente homogéneo en toda la mitad septentrional de la meseta. 

La documentación alto-medieval está repleta de menciones de “villae”. Se trata sin duda de la célula residencial básica de asentamiento de la primera repoblación y, aunque las acepciones de "villa" ofrecen diversos matices y no obedecen a una realidad homogénea, hoy conocemos con suficiente aproximación su constitución. 

La tipología de "villa" no es homogénea en todo el territorio. En el páramo la estructura de asentamiento consistía en una "hereditas" en torno a un minúsculo núcleo formado por la "corte" con sus casas, herrenes, corrales, etc. 

Estas fueron de origen familiar, cuyos vínculos continuaron manteniendo los pobladores. La unidad de explotación villa-heréditas se mantuvo durante los tiempos altomedievales, siglo IX-X. 

Sin embargo en la campiña se detectan poblaciones más complejas en las que las propiedades se delimitan en las transacciones mucho más detenidamente. Parece que estos núcleos de población estaban ya formados en el siglo X por yuxtaposición de diversas cortes, en las zonas más ricas de la campiña. Dos son los aspectos que interesa plantear desde el punto de vista de la configuración espacial de estos núcleos. De la documentación se deduce casi invariablemente un carácter cercado o al menos el carácter cercado del espacio denominado "corte" que se puede asimilar al inicial embrión de la villa. Sea de una forma o de otra, nos encontramos a finales del siglo X con pequeñas “villae” que comprendían varias cortes, cada una de ellas con su cerca y calles o carreras que entre ellas discurrían. 

La transformación de estos primeros núcleos, y fundamentalmente las "villae" como célula primaria de ocupación del territorio, en comunidades de aldea o núcleos mayores constituye una de las claves del entendimiento del proceso de la formación urbana de Castilla y León. 

Aunque es un fenómeno paulatino, y ya se manifiesta durante el siglo X, será a lo largo de toda la centuria siguiente cuando se produzca de una manera determinante la cristalización en una red de asentamientos jerarquizada. Varios factores coadyuvarán a este proceso de decantación natural, que desde una estructura indiferenciada llevará a una red mucho menos dispersa y más concentrada de núcleos. 

La evolución demográfica, en constante progresión durante esos períodos, y el control del suelo, propio del continuo proceso de feudalización que se produce durante este período, son dos aspectos que matizarán y cualificarán este fenómeno de concentración de la población, que por otra parte se nos aparece como la natural transformación entre un primer asentamiento de carácter más primitivo a una segunda etapa más estructurada y racional desde el punto de vista de la ocupación del territorio.

LA ÉPOCA PLENOMEDIEVAL. 1035-1300. 
LA CONSOLIDACIÓN DE LA RED URBANA AL NORTE DEL DUERO 

La época en que cristaliza la formación urbana de Castilla y León es aquella que abarca desde la mitad del siglo XI hasta que se consolida dicha red a mediados del siglo XIII. Las tendencias apuntadas a principios del siglo XI de concentración y jerarquización del habitat se acentúan hasta llegar a la eclosión durante el siglo siguiente, que se manifiesta en la aparición de un gran número de núcleos de carácter protourbano, embriones de ciudad y que ya suponen una clara jerarquización y dominio sobre el territorio. 

Al norte del Duero, esta estructura territorial tendrá un carácter muy distinto según nos refiramos a las zonas centrales de la meseta -los Campos Góticos, los valles bajos del Esla, Carrión, Pisuerga y el propio Duero, junto con los páramos centrales intercalados entre ellos- o a las zonas periféricas del este, norte y oeste de la meseta, en las que los procesos de formación urbana fueron menos intensos. 

El sistema utilizado recoge la experiencia que se ha producido durante todo el siglo al norte del Duero, de tal modo que se instituye el sistema de las Comunidades de Villa y Tierra, que permiten ocupar con elevada eficacia grandes territorios con una clara organización territorial y económica. 

Al norte los procesos son más complejos. Como norma general podemos afirmar que se produce un fenómeno de desaparición de numerosos núcleos y su concentración en entidades de mayor magnitud, que en numerosas ocasiones constituyen ya un embrión de ciudad. Aquí es necesario resaltar cómo el proceso de formación urbana se completa con la creciente importancia de algunos núcleos que ya comienzan a descollar durante el siglo XII y comienzos del XIII como verdaderas ciudades, aunque aún es pronto para hablar de tales en el sentido bajo-medieval. 

Hay núcleos que sobre ese primer escalón de poblaciones de carácter proto-urbano comienzan a despuntar. Algunos de ellos no alcanzarán después el grado de ciudad (como Dueñas, Carrión o Castrojeriz), pero otros, que serán en el futuro las principales ciudades de la región, ya destacan en esta época. 

Las cinco ciudades que se consolidarán como sedes episcopales al norte del Duero serán con el tiempo destacados núcleos urbanos. Astorga y León, la última capital del reino, se levantaron sobre los muros de los antiguos establecimientos romanos. Burgos se erigió pronto en el principal núcleo del Condado de Castilla, y potenciado por el Camino de Santiago aparece en el siglo XII como una verdadera ciudad. Zamora verá ampliado durante estos dos siglos (XI y XII) el primitivo recinto que surgió a raíz de la posición conseguida por Alfonso III. 

Palencia, cuya evolución como núcleo urbano corrió pareja con la fundación del Obispado en 1035, fue una población de señorío episcopal y ya en el siglo XIV era la principal ciudad del entorno, con creciente hegemonía sobre Dueñas, Paredes, Becerril o Monzón. 

Estas villas -no confundir con los núcleos altomedievales- serán núcleos amurallados, contarán generalmente con una organización urbana más compleja, con una estructura pluriparroquial, con la aparición de espacios específicos para las funciones urbanas (plazas o lugares de mercado) y con una clara función de hegemonía territorial. 

El origen de estos núcleos puede obedecer a primitivos puntos neurálgicos del territorio o a transformaciones posteriores, debidas a una mejor aptitud comercial o agrícola, una vez desaparecida la primitiva función militar.

En estas últimas el hábitat fue siempre más disperso, mientras que ya en la transición hacia la llanura surgió la red de aldeas que conocemos de las otras zonas. Incluso alguna de las posiciones hegemónicas en los primeros momentos fueron cediendo su importancia a localidades situadas más al sur: Cea o Amaya son ejemplos de ello, pero también Saldaña, que, aun conservando después el carácter de villa amurallada, perdió su primitivo rango de sede condal frente a la más próspera Carrión, situada aguas abajo del río ya en contacto con las llanuras centrales de la meseta, potenciada su importancia por el Monasterio de San Zoilo y por el paso por ella del Camino de Santiago. 

Como se explicó con anterioridad, nos encontramos ante el paisaje más característico de la meseta: a una cota superior los páramos, formados por calizas pontienses, que componen extensas llanuras cubiertas de monte bajo, dividiendo los amplios valles de sección de artesa invertida, como el bajo Arlanzón, Arlanza, Pisuerga, Carrión, Esla, Duero; y en contraste las extensas campiñas suavemente onduladas y muy aptas para el cereal. 

Esta zona, de evidentes aptitudes para una economía agrícola medieval, ejerció durante los tiempos medievales un gran poder de atracción, constituyéndose en el centro neurálgico de la meseta. No en vano, tras la división del reino por Alfonso VII (1157-1230), en los conflictos fronterizos entre sus sucesores fue la zona más disputada y problemática de la frontera. 

La zona central, la más próspera de la meseta, a caballo de los dos reinos unificados durante las monarquías de Fernando I, Alfonso VI y Alfonso VII, va adquiriendo una creciente importancia, como lo demuestra la fundación del Obispado de Palencia con un notable señorío y la expansión de la ciudad de Valladolid, que durante el siglo XII se convierte en un próspero asentamiento comercial. 

Desde la división de los reinos por Alfonso VII en 1157 hasta su definitiva unificación en 1230 por Fernando III, la frontera entre ambos fue teatro de avatares y conflictos, pero sobre todo de un intenso proceso de creación urbana por parte de los monarcas de ambos reinos, aunque más del leonés, cuyo resultado fue una densa red de villas reales en Tierra de Campos y en los principales cauces fluviales leoneses, sobre todo el Esla. 

Sobre esta zona, la densa red de "villae" del siglo X se va transformando durante los siglos XI y XII en una red de núcleos amurallados o cercados que cubren la totalidad del territorio. Sólamente algunos pequeños asentamientos altomedievales permanecen sin cercar durante estos dos siglos. 

Paralelamente al proceso de concentración y fortalecimiento de todos estos núcleos se produce la paulatina despoblación y consiguiente desaparición de otros núcleos. La aparición de numerosos despoblados documentados durante los siglos XI, XII, XIII son el resultado del proceso de recomposición del hábitat y de la concentración en determinados núcleos. 

De los diversos casos conocidos, se deduce que los nuevos pobladores de estos núcleos proceden en gran medida del entorno próximo, esto es, de antiguos vecinos de los núcleos que van quedando despoblados. 

Ello dejaba el campo abierto a los señoríos para trasvasar y concentrar la población en aquellos núcleos que garanticen, mediante un hábitat más estructurado, una más racional ocupación del espacio y un mejor dominio económico del territorio, a la vez que le permiten controlar más eficazmente los movimientos de población. 

En torno a un pequeño núcleo inicial, surge una ampliación muy superior en extensión que recibe contingentes humanos de pequeños núcleos vecinos, que consiguientemente desaparecerán. En estas ocasiones, la fundación de una villa venía precedida de una intensa actividad de adquisición y preparación de suelo, frecuentemente en terrenos de la iglesia, a la que se compensaba con los beneficios de las futuras parroquias, así como de traslado de pequeños núcleos que desaparecían como tales y llevaban consigo la propia iglesia y su advocación. 

En este proceso desempeñarán un papel muy importante no sólo el control del suelo y la lotificación en solares para uso privativo o viviendas y el suelo público, para egidos o futuros asentamientos, sino de otros elementos trascendentales en la configuración de estos núcleos, como son las parroquias. 

EDAD MEDIA


LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO PALENTINO

ANTECEDENTES


En un principio, allá por los albores del siglo VIII, la expansión musulmana se realizó de manera rápida por toda la Península Ibérica hundiendo en la miseria a los antiguos pobladores visigodos.

Sánchez Albornoz, habla de despoblamiento total al paso de las hordas árabes. Menendez Pidal, indica que nunca se despobló del todo. Los textos árabes indican que las tierras cerrateñas, lo mismo que otras aledañas, fueron asoladas además, por una tremenda y prolongada sequía , que obligó, tanto a los cristianos como a los bereberes, a replegarse hacía zonas más propicias.

Estas circunstancias facilitaron las campañas de Alfonso I, el Católico, yerno de Don Pelayo, y su hijo Fruela, que desertizó los "campos quos dicunt goticos usque ad flumen Dorium eremanit", prendiendo fuego y arrasando todas las villas y ciudades. La crónica de Alfonso III añade que "en todos los castros, villas y aldeas que ocupó, mató a todos los pobladores árabes y a los cristianos se los llevó consigo, sus rebaños y enseres a las tierras del Norte". Se ubicaron en tierras cántabras de Liébana, Reinosa y Santander. Otros lo hicieron en Losa, Mena, Carranza o Encartaciones. En definitiva, fue una masiva repoblación de lo que hoy conocemos como Asturias, Cantabria y parte de Burgos y Vasconia ( Bardulia o Vardulia).
 


Castillo - Torre de los Velasco en Lezana de Mena (Burgos)

¿Podría tener algún tipo de relación, el "vascuence-euskera" y los dialectos provenientes y utilizados por los bereberes que se asentaron en la época en Vasconia?. Algunos eruditos dicen de esa posible relación, por las coincidencias que se observan entre ambas lenguas, la "euskaldun" y la "bereber". Esta es una investigación que todavía está en vigor, dada la singularidad del idioma vasco.

Como consecuencia, hubo un aumento importante de la población en los valles cántabros al recibir a los hispanogodos y mozárabes, que llegaban huyendo del invasor árabe desde las llanuras de los rios Arlanza, Pisuerga y Duero y un cambio en los hábitos y formas de vida de los cántabros y vascones, asimilando las instituciones hispanogodas y transformando sus comportamientos culturales, sociales y económicos, hasta entonces muy atrasados, en un "proceso de aculturación", influjo del monacato, que se instala en estos valles, fundando cenobios y monasterios, especialmente en los territorios de Liébana y Bardulia , en los siglos VIII, IX y X.

Con motivo de la crisis mozárabe en Al-Andalus y la revuelta "muladí" -cristianos pasados al islam-, se debilitan sus dominios en los territorios que ocupa el actual Cerrato palentino; la densidad de población, que el historiador Plinio daba para el "conventus asturiense" ,una población que no llegaba a 6 habitantes por km2, a partir de la huida de los habitantes de la Meseta hacia los refugios del Norte, los valles cantábricos se superpueblan.

Esta huida de los cristianos , seguidos de sus obispos, es descrita así por un Anónimo Mozárabe: "Dirigiéndose fugitivos a las montañas, sucumben de hambre" . Por otro lado, La Crónica de Alfonso III dirá: " Entre los godos que no perecieron por la espada o de hambre, la mayoría se refugió en esta patria de los asturianos". El monje de Arlanza dice: "Eran en poca tierra muchos hombres juntados. Visquieron castellanos grand tiempo mala vida; en tierra muy angosta de viandas fallida. Lacerados muy grand tiempo a la mayor medida; véyense en grand miedo con la gent descreyda".

LA REPOBLACIÓN

Sin vanalizar el tema, alguien ha comparado el fenómeno repoblador foramontano de Castilla y por ende del Cerrato, con la conquista del Oeste americano. Los impulsores de tan impresionante aventura fueron gentes humildes y, tras ellos, reyes, condes y abades. A estos últimos les interesaba ocupar zonas deshabitadas y ponerlas en cultivo, lo que supondría por parte de las autoridades dar todo tipo de facilidades a quienes quisieran repoblar aquellos territorios. Más que repoblar, se podría decir que era organizar aquel territorio abandonado a su suerte.

La tierra pertenecía al rey y cualquiera podía hacerse dueño de ella por el simple hecho de roturarla u ocuparla sin más, este fenómeno se conoce como "de presura"; esta se hace efectiva no cuando se ocupa, sino cuando se trabaja y explota.

Los primeros repobladores del Cerrato y por ende los primeros "baltanasiegos", van a convertirse en pequeños propietarios libres. Si la "presura" denota una sociedad desorganizada, la repoblación concejil será, más tarde, un nuevo paso hacia el sistema organizado, dando lugar a los municipios con sus límites perfectamente marcados por los reyes y condes, que los enriquecerán con fueros y cartas-pueblas.

El poema de Fernán González lo canta así: "Villas y castillos tengo, todos a mi mandar son; dellos me dejó mi padre, dellos me ganara yo. Los que me dejó mi padre poblelos de ricos hombres, los que yo me hube ganado poblelos de labradores. Quien no había más que un buey, dábale otro que eran dos; el que casaba su hija le daba yo rico don; cada día que amanece por mi hacen oración..."

Esta repoblación tan singular de hombres libres, que se da en el territorio que con el tiempo se llamará Castilla, comienza en el año 800. El conde Rodrigo reorganiza el movimiento repoblador tras la ocupación de las fortalezas de Amaya, Mave y Saldaña. Se traduce todo ello en privilegios, libertades, exención de impuestos y cargas fiscales para favorecer la expansión en toda la zona cerrateña. Los condes levantan sus fortalezas y castillos para defender a quienes trabajan en el llano. Ejemplos son los de Palenzuela, Valdecañas, Hornillos, etc. Los monjes hacen una repoblación monástica con predominio de la riqueza ganadera sobre el cultivo. Un ejemplo es el Monasterio de San Pelayo Martir en Valdecañas o Cevico Navero, según documento de Doña Jimena, esposa del Cid.

El sistema de ocupación de la tierra tiene una estructura social abierta que ya se podría llamar "democrática, pues aquellos hombres libres se rigen por sus propias costumbres locales antes que por el rígido Fuero juzgo". Dirá Sánchez Albornoz, que la intervención popular en la vida política era directa, fruto de "ese dramático resistir y batallar de un pueblo libre en que se habían fundido tres razas como la cántabra, la germana y la vasca".

LOS FORAMONTANOS

La palabra "foramontanos" se deriva de las latinas "foras monte" = fuera de la montaña. Hacia el año 814, Los Anales castellanos dan la noticia: "Exierunt foras montani de Malacoria et venerunt ad Castella". Perez de Urbel comenta el texto diciendo que: "es una emigración en masa de gentes de las estribaciones orientales de los Picos de Europa, donde estan las Mazcuerras, hacia Bricia, Campoo, Saldaña. Bajan de Cabuérniga y Cabezón por la Braña del Portillo hasta el nacimiento del Ebro; pasan cerca de Reinosa y al penetrar en la llanura se convierten en "foramontanos" .

La repoblación Norte-Sur, fue salir de los montes hacia las tierras castellanas. Esta salida y emigración para algunos como Ibn Idhari, fue forzada por un hambre generalizado; para otros, fue la audacia, la aventura o la ambición.
 


                                                        Monumento a los Foramontanos

Dice Jusué: "El término foramontano, responde a un concepto de geografía humana y alcanza a los habitantes de estirpe astur, cántabra y vasca que ocupaban las comarcas situadas al sur de nuestra Cordillera Cantábrica".

La Ruta de los Foramontanos que nos ocupa pasaba por Cabuérniga y los Sejos, llegaba a Campoo, atravesando el Puerto de la Palombera y cruzando el río Camesa. Continuaba por Brañosera, por el puente romano de Nestar y cruzaba el Pisuerga hasta adentrarse en Tierra de Campos y el Cerrato.

Para estas gentes de tan distintas procedencias y culturas, la parte de las llanuras cerrateñas , aparece como una tierra de promisión, soleada y rica de pan llevar, donde aquellos hombre -mitad guerreros, mitad trabajadores-, poniéndose en marcha a toque de bígaro, arreaban las vacas tudancas y avanzaban, azada al hombro y espada al cinto hasta llegar a su destino... quizá las riberas de los ríos y arroyos cerrateños y valdecañeses, más concretamente.

Se desplazaban de norte a sur lentamente, cultivando tierras y defendiéndolas tras las fronteras naturales de rios como Arlanzón, Arlanza y Pisuerga, viviendo a la sombra de los castillos que reforzaban aquellas mismas rayas fronterizas. Aquí experimentan la dureza de la vida y la pobreza de aquellos tiempos.

El foramontano, que había salido del valle angosto y húmedo, se asentaba en la meseta o el páramo; en ese momento comenzaba un valiente. Luchaba con una mano y con la otra cultivaba su campo y alzaba su casa. Estos hombres se movían impulsados por un instinto de libertad, amparados por el Fuero. Era la exigencia de su libertad, lo que se podría llamar "democracia castellana", que tiene su expresión en el "concejo abierto y a campana tañida", en el pórtico de las iglesias. Nacieron los jueces que se encargarán de resolver por el sistema de "albedrío" los espinosos asuntos comunes.

Obispos y clérigos, abades y gasalianes, libres y siervos comenzaron a ocupar, a deforestar, a labrar la tierra inculta y a llenarla de pueblos con nombres de raíces cántabras, vasconas, mozárabes y visigodas.

Dirá el juglar: "Harto era castilla pequeño rincón cuando Amaya era cabeza y Fitero mojón". Empiezan a ser cultivadas las ricas tierras cerealistas en el límite de los tres antiguos pueblos, Vacceos, Turmogos y Cántabros, por el que cruzará la calzada romana que a partir de aquellas fechas se inscribirá en la historia como "camino de foramontanos".

Diego, hijo del conde Rodrigo, continuará el avance hacia el sur repoblando Villadiego y el Cerrato palentino, en el año 881.

Como ya hemos indicado, en la repoblación son límites de referencia y seguridad los ríos, el Pisuerga, en el occidente, y de norte a sur, Arlanzón, Arlanza y Duero. Junto a ellos se van levantando castillos y fortalezas, tales como Monzón y Dueñas junto al Pisuerga. Junto al Arlanzón, Castrojeriz. A orillas del Arlanza, Carazo, Lara. Junto al Duero, Roa, Peñafiel, entre otros muchos incluido el de Valdecañas, Palenzuela o el de Hornillos. Dirá Peréz de Urgel que "no se da un paso sin levantar un castillo". Alguien añadirá que las tierras cerrateñas, junto al Arlanza y el Arlanzón fueron "el granero que mató el hambre secular de los foramontanos".

Tras morir al-Hakam I, su sucesor 'Abd al-Rahman II ha de hacer frente a multitud de rebeliones internas. Aun así, viendo el progresivo avance asturiano por la zona del Ebro, realizó una primera incursión el verano del 822. 'Abd al-Karim invade las tierras de Álava, saqueándolas. Tras recibir promesa de sumisión por parte de castellanos y alaveses, 'Abd al-Karim volvió a Córdoba llevando en garantía numerosos rehenes.
Esta terrible expedición afectó casi únicamente a la región de Álava. Y en noviembre de ese mismo año, va a haber nuevas repoblaciones en la zona de Valdegovia.
En el norte de Palencia la repoblación no se detiene. Un conde magnate, llamado Munio Núñez, fue dirigiendo a los foramontanos hacia la zona de Aguilar de Campoo. El fuero de Brañosera, concedido por dicho conde y su esposa Argilo el 13 de octubre de 824, es posiblemente el primero en Europa.
En la etapa que va del 850 al 911, y coincidiendo con los grandes condes de Castilla, estos aprovechan las nuevas oleadas que salen de sus refugios "intramontanos" para extender la frontera y la repoblación hasta el Duero.

Como se ha podido deducir en muchos casos los apellidos que pueblan los municipios cerrateños y Valdecañas es uno de ellos, son de origen "foramontano", osease de procedencia cántabra, vascongada o más concretamente de la Vardulia.

Esto es, a grandes rasgos, el fenómeno de la histórica repoblación castellana llevada a cabo por unos protagonistas llamados "foramontanos", con los que nos ha llegado su influencia montañesa reflejada en nombres y apellidos.

Nada se sabe de las vicisitudes por las que pasó el término baltanasiego durante las invasiones de los Bárbaros del Norte y de los musulmanes, puesto que es durante la Reconquista cristiana cuando aparecen las primeras noticias históricas.
 
Una buena parte de su casco urbano estába ubicado en la falda del cotarro de El Castillo, en cuya cima existió, hace mucho tiempo, una imponente fortaleza medieval.
 
El primitivo castillo medieval de Baltanás -hoy, desaparecido- sería levantado, tal vez, en el último tercio del siglo IX, durante las victoriosas campañas, del Rey Don Alfonso III "El Magno".
 
La villa estuvo amurallada y tuvo varias puertas almenadas, entre las que figuraban las de El Sol, La Fragua y Barriuso.
 

LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO 
Y POR ENDE EN BALTANÁS



LA INQUISICIÓN

La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, tres siglos antes, especialmente la fundada en Francia en el año 1184.
La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía. Su abolición fue aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812 por mayoría absoluta, pero no se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, encuadrada en el inicio del reinado de Isabel II.
Escudo de la Inquisición española. A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73», frase en latín que traducida al castellano significa: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73

LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO

La Inquisición tuvo presencia propia en El Cerrato, desde que el 1 de noviembre de 1478, que el papa Sixto IV, le abrió la puerta en España con la bula “Exigit sincerae devotionis affectus”. 
Esta presencia queda patente y visible, entre otras manifestaciones, en diversos escudos, como el del inquisidor Rodrigo Maté, Comisario del Santo Oficio de Valladolid, que puede verse en la fachada de la que fue su casa en Castrillo de Onielo, localidad en la que ejerció como sacerdote y en la que también existe una judería que conserva en su fachada imágenes como un ángel exterminador, un masoreta con la torá (la palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos ), unas tijeras de circuncisión…, y en la que no se conservan más símbolos porque los posteriores dueños de la casa destruyeron muchos de ellos en un intento de restar valor histórico al inmueble, por miedo a que se le expropiasen si tenía excesivo valor histórico.
En la época de la Inquisición, la Iglesia tenía un gran poder y era la primera fuerza en los pueblos, junto con los señores.




Un Tribunal de la Inquisición.

Todos los vecinos tenían que entregar la décima parte de sus cosechas y ganados, es decir el diezmo. Con el diezmo se pagaba un tercio a los curas del pueblo, otro tercio al Obispado de Palencia y el tercio restante al Papa, que lo cedía al rey de España y éste al Duque de Béjar, aunque un tercio de éste último tercio, de decir una novena parte, se retenía para reparaciones y mejoras del edificio o fábrica de la Iglesia. Estos diezmos se almacenaban en la panera o troje de la Iglesia, cuyo edificio pasó a llamarse después Cilla o Tercia. El sistema continuó hasta 1838.
Además la Iglesia tenía ingresos por otros conceptos, como las primicias y novales (tierra que se cultiva por primera vez), los derechos de sepultura dentro de la Iglesia, los honorarios de misas y oficios religiosos, y recibía bienes por testamento. También existían las Fundaciones, que eran bienes dejados por una persona para que con su producto se comprara, por ejemplo, aceite para que estuviera encendido siempre un Cirio en la Iglesia, o se dijeran misas por su alma.
Como muestra de su poder baste decir que por ejemplo en un pueblo podía llegar a tener 13 clérigos y 1 sacristán. De los 13 clérigos, 4 eran sacerdotes o curas, 2 diáconos (les faltaba un grado para ser curas) 1 subdiácono (un grado menos) y 6 tenían órdenes menores (primer paso para ser curas). Hacia 1585 sin embargo hubo que reducir el número de clérigos al servicio de la Iglesia. La influencia o poder no sólo era económico, sino también cultural.
En Valladolid fue determinado en las Ordenanzas dadas a la Real Audiencia y Chancilleria en Medina del Campo en 1489, el alto Tribunal de Justicia, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde permaneció hasta su supresión en 1834. Estos monarcas establecieron la división de la administración de Justicia en dos demarcaciones: una, al norte del Tajo, bajo la jurisdicción de la Chancillería de Valladolid y la otra, al sur de este río.
Sobre la brujería en Palencia, se puede consultar en el Archivo Histórico Nacional, un total de 45 legajos, que son un autentico conjunto de autos propiamente dichos, de la Santa Inquisición, que van desde los siglos XV al XIX, conteniendo una buena colección de herejías, proposiciones heréticas, expresiones malsonantes, supersticiones, hechicería, brujería, invocaciones al demonio, bigamia, solicitaciones, blasfemias, etc., y otros delitos como perjuicio o decir misas sin órdenes.
Juderías (viviendas y barrios judíos, y por tanto objeto de persecución por la Inquisición) hubo varias en el Cerrato.




Juderia castellana.






En Palenzuela, donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, con sus respectivos estatutos, existió una de las más importantes de la provincia de Palencia. En Dueñas, además de una judería con gran influencia en la población y mucho poder (tanto que contribuyó con 23.550 maravedíes a la guerra de Granada), se celebró en 1534 un Consejo General de la Inquisición. En Magaz al parecer existió un potro de tormentos.
En Valdecañas de Cerrato, Tomás González Tevar, natural de la localidad, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”, a la que dotó de rentas en Tabanera de Cerrato, Villahán, Dueñas y Valdecañas, logrando más de 100.000 maravedíes anuales destinados a misas, dotes para huérfanos, pagos a maestros de escuela o ayudas para estudios universitarios. Estas rentas se depositaban en la iglesia de Valdecañas de Cerrato, en un arca con tres llaves, custodiadas por tres patronos-administradores perpetuos. En 1940 se redujeron sus dotes a 2.465 pesetas. En 1982 esta institución pasó a depender de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia, y en la actualidad sus fines se limitan a la celebración de actos de carácter religioso.




Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana, sufrió un proceso secreto por parte de la Inquisición, al ser acusado de sodomía con algunos esclavos negros, considerada “crimen pessimun”. Posteriormente sería asesinado, al parecer para evitar el escándalo que este encausamiento inquisitorial suponía.
La institución inquisitorial, pese a lo que muchos creen no es una creación española, aunque la mayoría crea que fue fundada y creada en España y siendo más “europea” que española, se le acusa y carga toda la “leyenda negra” contra ella.
La Inquisición fue establecida en 1184, casi 300 años antes que entrara en vigor en España, mediante la bula del papa Lucio III, Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía albiguense-cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo.
En España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia.
La primera Inquisición, la Episcopal, fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III, como un instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. Cincuenta años después, en 1231-1233, el papa Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la Inquisición Pontificia, que se estableció en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media. En cuanto a los reinos cristianos de la península ibérica, la inquisición pontificia sólo se instauró en la Corona de Aragón, donde los dominicos catalanes Raimundo de Peñafort y Nicholas Eymerich fueron destacados miembros de la misma. Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución casi olvidada, aunque legalmente vigente.
La Inquisición, como tribunal eclesiástico, solo tenía competencia sobre cristianos bautizados. Durante la mayor parte de su historia, sin embargo, al no existir libertad de culto ni en España, ni en sus territorios dependientes, su jurisdicción se extendió a la práctica totalidad de los súbditos del rey de España.
En la Corona de Castilla la represión de la herejía corrió a cargo de los príncipes seculares basándose en una legislación también secular aunque reproducía en gran medida los estatutos de la Inquisición Pontificia. En Las Partidas se admitió se admitió «la persecución de los herejes, pero conducirlos, ante todo, a la abjuración; sólo en caso de que persistieran en sus creencias podían ser entregados al verdugo. Los condenados perdían sus bienes y eran desposeídos de toda dignidad y cargo público». 
En el reinado de Fernando III de Castilla fue cuando se impusieron las penas más duras a los herejes. El propio rey ordenó marcarlos con hierros al rojo vivo, y una crónica habla de que «enforcó muchos home e coció en calderas».






CONTEXTO HISTÓRICO


Gran parte de la península ibérica había sido dominada por los árabes, y las regiones del sur, particularmente los territorios del antiguo Reino nazarí de Granada, tenían una gran población musulmana. Hasta 1492, Granada permaneció bajo dominio árabe. Las grandes ciudades, en especial Sevilla y Valladolid, en Castilla, y Barcelona en la Corona de Aragón, tuvieron grandes poblaciones de judíos, que habitaban en las llamadas «juderías».
Durante la Edad Media, se había producido una coexistencia relativamente pacífica —aunque no exenta de incidentes— entre cristianos, judíos y musulmanes, en los reinos peninsulares. Había una larga tradición de servicio a la Corona de Aragón por parte de judíos. El padre de Fernando, Juan II de Aragón, nombró a Abiathar Crescas, judío, astrónomo de la corte. Los judíos ocupaban muchos puestos importantes, tanto religiosos como políticos. Castilla incluso tenía un rabino no oficial, un judío practicante.
No obstante, a finales del siglo XIV ,hubo en algunos lugares de España una ola de violencia antijudía, alentada por la predicación de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Fueron especialmente cruentos los pogromos (saqueos y matanzas de gente indefensa por una multitud enfurecida, y en especial, los que se produjeron contra los judíos ) de junio de 1391, en Sevilla, Córdoba, Valencia o Barcelona, donde fueron asesinados cientos de judíos, y se destruyó por completo la aljama.




Judería.


Una de las consecuencias de estos disturbios fue la conversión masiva de judíos. Antes de esta fecha, los conversos eran escasos y apenas tenían relevancia social. Desde el siglo XV puede hablarse de los judeoconversos, también llamados «cristianos nuevos», como un nuevo grupo social, visto con recelo tanto por judíos como por cristianos. Convirtiéndose, los judíos no solamente escapaban a eventuales persecuciones, sino que lograban acceder a numerosos oficios y puestos que les estaban siendo prohibidos por normas de nuevo cuño, que aplicaban severas restricciones a los judíos. Fueron muchos los conversos que alcanzaron una importante posición en los reinos hispanos del siglo XV.


Conversos eran, entre muchos otros, los médicos Andrés Laguna y Francisco López Villalobos (médicos de la corte de Fernando el Católico); los escritores Juan del Enzina, Juan de Mena, Diego de Valera y Alfonso de Palencia y los banqueros Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que financiaron el viaje de Cristóbal Colón.


Los conversos —no sin oposición— llegaron a escalar también puestos relevantes en la jerarquía eclesiástica, convirtiéndose a veces en severos detractores del judaísmo. Incluso algunos fueron ennoblecidos, y en el siglo XVI , varios opúsculos (obra científica o literaria de poca extensión) pretendían demostrar que casi todos los nobles de España tenían ascendencia judía.


La revuelta de Pedro Sarmiento , cortesano de Juan II de Castilla, repostero del rey y miembro del Consejo de Castilla, sustituyó a Álvaro de Luna en el máximo puesto de confianza tras la batalla de Olmedo (1445), tuvo como principal elemento movilizador el recelo de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos, sustanciado en los estatutos de limpieza de sangre que se extendieron por multitud de instituciones, prohibiéndoles su acceso.






Creación de la Inquisición en España


El dominico sevillano Alonso de Ojeda convenció a la reina Isabel I, durante su estancia en Sevilla entre 1477 y 1478, de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a solicitud de los soberanos por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por el dominico “cerrateño” Tomás de Torquemada, (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498, fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV). Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos. Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada, tío de Tomás, en su libro Claros varones de Castilla, corroboró este aserto.




El Inquisidor General Juan de Torquemada






Para descubrir y acabar con los falsos conversos, los Reyes Católicos decidieron que se introdujera la Inquisición en Castilla, y pidieron al Papa su consentimiento. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sinceras devotionis affectus, por la que quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla, y según la cual el nombramiento de los inquisidores era competencia exclusiva de los monarcas. Sin embargo, los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, no fueron nombrados hasta dos años después, el 27 de septiembre de 1480, en Medina del Campo.






La actividad de la Inquisición


La actividad de la Inquisición se divide en cinco períodos. El primero, de 1480 a 1530, estuvo marcado por la intensa persecución de los judeconversos, las fuentes discrepan en cuanto al número de procesos y de ejecuciones que tuvieron lugar en esos años, la cifra aproximada, basada en la documentación de los autos de fe, fue de 2000 personas ejecutadas.


El segundo, de principios del siglo XVI, de relativa tranquilidad.


El tercer periodo, entre 1560 y 1614, en el que vuelve a ser intensa la actividad del Santo Oficio centrada en los protestantes y en los moriscos.


El cuarto periodo ocuparía el resto del siglo XVII, en el que la mayoría de las personas juzgadas son cristianos viejos .


El quinto, el siglo XVIII, en el que la herejía deja de ser el centro de atención del tribunal porque ya no constituye un problema.


La cifra de los judíos que salieron de España no se conoce, ni siquiera con aproximación. Los historiadores de la época dan cifras elevadísimas (Juan de Mariana habla de 800 000 personas, e Isaac Abravanel de 300 000). Sin embargo, las estimaciones actuales reducen significativamente esta cifra (Henry Kamen estima, de una población aproximada de 80.000 judíos y más de 200. 000 conversos, aproximadamente —unos 40. 000— optaron por la emigración).




Acto de Fe inquisitorial.


Los judíos españoles emigraron principalmente a Portugal (de donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España, establecerían florecientes comunidades en muchas ciudades de Europa, como Ámsterdam, y el Norte de África, y, sobre todo, en el Imperio otomano.


Los que se quedaron engrosaron el grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España, que había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. Puesto que en el lapso de tres meses se produjeron numerosísimas conversiones —unas 40.000, si se acepta la cifra de Kamen— puede suponerse con lógica que gran parte de ellas no eran sinceras, sino que obedecían únicamente a la necesidad de evitar el decreto de expulsión.


El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta 1530.


En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición",​ gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la posición católica en materia de documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía la Santa Sede en el campo espiritual.


De acuerdo a esta posición, es un mito hablar de genocidio en países como España por brujería, en cambio, los protestantes lo exageraron seguramente para mejorar su oposición al Imperio español de la época.


La leyenda negra es un movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. A pesar de originarse en tiempos de fuerte rivalidad política, comercial y religiosa hace más de tres siglos, la leyenda ha llegado hasta nuestros días en forma de interpretaciones falseadas de tinte antiespañol sobre episodios históricos como la conquista de América, la Inquisición, o la Reconquista.


El Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española define leyenda negra como «Relato desfavorable y generalmente infundado sobre alguien o algo».


La Organización


Aunque el Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey, su nombramiento debía ser aprobado por el Papa. El Inquisidor General era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos), salvo un breve período (1507–1518) en que existieron dos inquisidores generales, uno en la Corona de Castilla y otro en la de Aragón.


A lo largo de su existencia, se produjeron distintas fricciones entre Roma y los Reyes de España por el control de la Inquisición. Sixto IV había promulgado una bula en 1478 por la que daba a la corona española plenos poderes para el nombramiento y destitución de los inquisidores, pero al enterarse de los abusos cometidos por estos en Sevilla, revocó la bula en 1482, haciendo que los inquisidores se sometieran a los obispos de sus diócesis. Ante la protesta elevada por Fernando el Católico, el Papa llegó a decir que :


“La Inquisición lleva tiempo actuando no por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza, y muchos verdaderos y fieles cristianos (...) han sido encerrados (...) torturados y condenados como herejes relapsos, privados de sus bienes y propiedades, (...) dando un ejemplo perniciosos y causando escándalo a muchos.“


Como respuesta a ello, el rey acusó al Papa de favorecer a los conversos, y se permitió decirle esto:


“Tenga cuidado (...) de no permitir que el asunto vaya más lejos, y de revocar toda concesión, encomendándonos el cuidado de esta cuestión.”


Ante tanta resolución, Sixto IV se echó atrás y dejó en manos de la corona el control de la Inquisición.




Tribunal de la Inquisición.






El Inquisidor General presidía el Consejo de la Suprema y General Inquisición (generalmente abreviado en «Consejo de la Suprema»), creado en 1488, formado por seis miembros que eran nombrados directamente por el rey (el número de miembros de la Suprema varió a lo largo de la historia de la Inquisición, pero nunca fue mayor de diez). Con el tiempo, la autoridad de la Suprema fue creciendo, y debilitándose el poder del Inquisidor General.


La Suprema se reunía todas las mañanas de los días no feriados, y además los martes, jueves y sábados, dos horas por la tarde. En las sesiones matinales se trataban las cuestiones de fe, mientras que por la tarde se reservaban a los casos de sodomía, bigamia, hechicería, etc.


Dependientes de la Suprema eran los diferentes tribunales de la Inquisición, que en sus orígenes eran itinerantes, instalándose allí donde fuera necesario para combatir la herejía, pero que más adelante tuvieron sedes fijas. En una primera etapa se establecieron numerosos tribunales, pero a partir de 1495 se manifiesta una tendencia a la concentración.






Composición de los Tribunales


Cada uno de los tribunales contaba al inicio con dos inquisidores, un «calificador», un alguacil y un fiscal. Con el tiempo fueron añadiéndose nuevos cargos.


Los inquisidores eran preferentemente juristas, más que teólogos, e incluso en 1608, Felipe III estipuló que todos los inquisidores debían tener conocimientos en leyes. Los inquisidores no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, unos dos años. La mayoría de los inquisidores pertenecían al clero secular (sacerdotes), y tenían formación universitaria. Su sueldo era de 60.000 maravedíes a finales del siglo XV, y de 250.000 maravedíes a comienzos del XVII.




Inquisidor.






El procurador fiscal era el encargado de elaborar la acusación, investigando las denuncias e interrogando a los testigos.


Los calificadores eran generalmente teólogos; a ellos competía determinar si en la conducta del acusado existía delito contra la fe.


Los consultores eran juristas expertos que asesoraban al tribunal en cuestiones de la casuística procesal.


El tribunal contaba además con tres secretarios: el notario de secuestros, quien registraba las propiedades del reo en el momento de su detención; el notario del secreto, quien anotaba las declaraciones del acusado y de los testigos; y el escribano general, secretario del tribunal.


El alguacil era el brazo ejecutivo del tribunal, a él competía detener y encarcelar a los acusados.


Otros funcionarios eran el nuncio, encargado de difundir los comunicados del tribunal, y el alcaide, carcelero encargado de alimentar a los presos.


Además de los miembros del tribunal, existían dos figuras auxiliares que colaboraban en el desempeño de la actividad inquisitorial: los familiares y los comisarios.


Los familiares eran colaboradores laicos del Santo Oficio, que debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios. Aunque eran muchos los nobles que ostentaban el cargo, la mayoría de los familiares eran de extracción social popular.


Los comisarios, por su parte, eran sacerdotes regulares que colaboraban ocasionalmente con el Santo Oficio.


Uno de los aspectos más llamativos de la organización de la Inquisición era su forma de financiación: carentes de un presupuesto propio, dependían exclusivamente de las confiscaciones de los bienes de los reos. No resulta sorprendente, por tanto, que muchos de los encausados fueran hombres ricos. Que la situación propiciaba abusos es evidente.


En los primeros tiempos cuando la Inquisición llegaba a una ciudad, el primer paso era el dar «edictos de gracia». En la misa del domingo, el inquisidor procedía a leer el edicto: se explicaban las posibles herejías y se animaba a todos los feligreses a acudir a los tribunales de la Inquisición para descargar sus conciencias. Se denominaban «edictos de gracia» porque a todos los autoinculpados que se presentasen dentro de un «período de gracia» (aproximadamente, un mes) se les ofrecía la posibilidad de reconciliarse con la Iglesia sin castigos severos. La promesa de benevolencia resultaba eficaz, y eran muchos los que se presentaban voluntariamente ante la Inquisición. Sin embargo, a partir de 1500 los «edictos de gracia» fueron sustituidos por los llamados «edictos de fe», suprimiéndose esta posibilidad de reconciliación voluntaria.


Como la herejía no era sólo un pecado sino un delito, no bastaba con la confesión para ser absuelto —de hecho se recordaba en los «edictos de fe» que los sacerdotes debían remitir a la Inquisición a aquellos que se acusaran de pecados contra la fe— por lo que su confesión debía ser pública.


El acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores, un privilegio que los testigos tenían en los tribunales seculares. Este era uno de los puntos más criticados y así fue denunciado, por ejemplo, por las Cortes de Castilla en 1518 o por la ciudad de Granada en 1526, que en el memorial que redactó denunció que el sistema de secreto era una invitación abierta al perjurio y al testimonio malévolo.


Familiar del Santo Oficio


En algunos lugares del Cerrato existió también la figura del Familiar del Santo Oficio, una especie de inquisidor por delegación, delator y encargado de aplicar la jurisprudencia de la Inquisición en los lugares en los que no había Tribunal del Santo Oficio. Esta figura existió en varias localidades cerrateñas, como Baltanás, Población de Cerrato, Esguevillas de Esgueva, donde la Inquisición persiguió la creencia en la leyenda de la Fuente de la Mora; Valoria la Buena, donde ejercieron esa función José y Francisco González Guerra, etc.


La Inquisición en Baltanás


El investigador Juan Manuel Monge, ha documentado la presencia de esta figura la del Familiar del Santo Oficio en Baltanás, visible en un escudo fechado el 2 de abril de 1737, en el que aparecen la cruz, las armas de la Inquisición (una espada y una rama de olivo, que representan el trato a los herejes y la reconciliación con los arrepentidos respectivamente), el nombre de Agustín Puertas y la leyenda EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM 73 (“Álzate, o Dios, a defender tu causa. Salmo 73”).








Agustín Puertas Núñez, nacido en Baltanás el 28 de agosto de 1702 y fallecido el 21 de agosto de 1767, casado en este municipo con Doña Francisca Calleja Villoldo el 7 de junio de 1734. Ejerció de Familiar de la Inquisición en esta localidad. Había varias categorías de Familiar del Santo Oficio, Acompañante y salvaguarda de los inquisidores, considerado como miembro de su propia familia, de ahí el nombre.


Había por un lado, Familiar de a pie frente a Familiar de caballo, siendo estos últimos pertenecientes a la oligarquía urbana, aportando prestigio social y apoyo político. Por otro lado, Familiar de número frente a Familiar Supernumerario, que eran los que estaban a la espera de que surgiera una vacante para pasar a ser oficiales.


Para ser Familiar de la Inquisición se requería limpieza de sangre, ejemplaridad de vida, vivir con honestidad, no realizar oficios considerados de clase baja ni actividades comerciales, no ser hijo ilegítimo, no ser extranjero, no ser clérigo y tener más de 25 años.


Ejercer de Familiar del Santo Oficio daba acceso a la hidalguía, además de otra serie de privilegios como portar armas, exención de gastos de guerra, etc. Entre sus funciones, figuraban la vigilancia de sospechosos, la detención de herejes, la toma de testificaciones, el traslado de reos a prisión, colaborar en la revisión de establecimientos como librerías o de actividades de comercio exterior, controlar el cumplimiento de preceptos eclesiásticos, participar en actos del Santo Oficio (principalmente en los Autos de Fe).


Los Familiares del Santo Oficio eran coordinados y controlados por los Comisarios del Santo Oficio, que debían ser clérigos con al menos 40 años y ser previsores, prudentes, ejemplares en sapiencia y costumbres, y estar llenos de celo por la Santa Fe, según se contempla en el Directorio de Eymerich, publicado en 1376. Tenían jurisdicción y gozaban de los mismos poderes que los Inquisidores Generales salvo el de dictar sentencias.








Hay otro escudo sito en Baltanás que alude de forma indirecta a un Comisario. En este escudo aparece la flor de lis y una alusión al bachiller Don Francisco Núñez de Prada, sobrino-nieto de Francisco Álvarez de Prada. Nacido el 2 de septiembre de 1582 en Baltanás, hijo de de Don Francisco y Doña Francisca Peral, donde fue Beneficiado y Cura, siendo también Comisario del Santo Oficio en Valladolid, así como creador de la procesión de Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre. Don Francisco Nuñez financia la construcción de la torre de la Iglesia de San Millán.








Inquisidores


El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).




Inquisidor.






Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.


El inquisidor general o gran inquisidor (en latín: Inquisitor Generalis) fue la máxima autoridad oficial de la Inquisición española. El primero y probablemente el más famoso fue el “torquemadino” Tomás de Torquemada, religioso dominico.


Entre los “baltanasiegos” lo fueron :


Sancho de Mata y Acebes, Inquisidor General del Obispado de Astorga (donde luego fue Obispo) y Vicario General e Inquisidor del Arzobispado de Zaragoza.


Pedro Maté de Mendoza, Inquisidor en el Arzobispado de Zaragoza


Pedro Maté de Salcedo, Inquisidor General en Cartegena de Indias, siendo el primer inquisidor que mando la Corona Española a América.


Lorenzo Calvo de la Cantera, Inquisidor General de Llerena, de Valladolid y de la Suprema, en el siglo XVIII.




Baltanás (Palencia). Casa solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo






Comisarios del Santo Oficio


El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el Tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.


La parte más interesante del juicio, la que casi siempre decide de la suerte de los reos, se hallaba confiada a los comisarios.


La red de Comisarios del distrito inquisitorial proporcionaba un control eficaz durante los siglos XVI y XVII, entrando en declive a partir del XVIII.


Estos “baltanasiegos” lo fueron :


Don Francisco Núñez de Prada. Don Juan Calvo de la Cantera. Don Josef Sanz Puertas. Don Tomás Diago.


Tomás González Tevar, natural de Valdecañas de Cerrato, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”.




Escudo de Tomás González Tevar, ubicado en la ermita de la Virgen del Campo, en Valdecañas de Cerrato






Familiares del Santo Oficio


Familiar de la Inquisición o familiar del Santo Oficio era el nombre que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.


Sin necesidad de tener ningún tipo de voto monástico ni ingresar en el clero, sus funciones eran las de informar de todo lo que fuera de interés para la institución y ocurriera dentro de la sociedad en la que estaban integrados,1​ como una tupida red de espionaje o servicio de información. Se beneficiaban económicamente de sus delaciones, además de estar protegidos ellos mismos de una posible persecución por las mismas causas que informaban. El hecho de que los acusadores en los procesos inquisitoriales no fueran públicos ni pudieran ser conocidos por los acusados, les hacía temibles. Debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios, entre ellos, que podían portar armas.


Estos “baltanasiegos” lo fueron :


Andrés y Manuel de Ruifernández, abuelo y nieto. Agustín Puertas Núñez, y Joaquín su hijo. Manuel Gutiérrez Calvo, José Atienza Mena, Josef Tristan Martínez, todos siglo XVIII.






El conjuro de la Bruja


Roberto Gordaliza, en su libro “Historias y Leyendas Palentinas”, relata una leyenda relacionada con la Inquisición, “El Conjuro de la Bruja”. Localizada en Vertavillo, cuenta que en una bodega apareció un manuscrito muy antiguo, que habría sido escondido allí para no ser descubierto por la Inquisición ya que relataba prácticas de brujería, en concreto un conjuro para atraer la lluvia.


Dado que las novenas y rogativas al uso no habían surtido efecto y la pertinaz sequía seguía asolando los campos cerrateños, los habitantes del pueblo debatieron si cambiar dichas novenas y rogativas por el conjuro encontrado, con todos los temores propios de sustituir a la Providencia por el poder de las brujas. Y decidieron probar. El manuscrito decía que para que lloviera había que invocar a la bruja en una noche de luna llena, alrededor de un fuego, recitando el conjuro 7 veces mientras 7 doncellas vírgenes saltaran el fuego 7 veces; después apagarían el fuego con 7 chorros de vino agrio, y si todo había sido hecho correctamente pasados 7 días comenzaría a llover abundantemente.


Buscaron a 7 doncellas del pueblo y lo hicieron todo según el manual, recitando el conjuro que decía: “Bruja de lata, ¡qué mala pata!. Bruja de paja, sube al cerezo, rueda en la rama, bruja sin pelo. Saca la escoba, prende la hoguera, cara de gato, bruja de esparto. Diente de araña, cola de sapo, Noche de noche, sangre de hiena, busca a la bruja, vuela que vuela. Miente la piedra, llora la luna, canta el diablo, ¡bruja, so bruja!. Yo te conjuro, sal de la cueva! ,bruja de lata, ¡deja que llueva! .


Después apagaron el fuego como indicaba el manuscrito, y esperaron los 7 días. Pero ni gota de lluvia. Releyeron el manuscrito, convencidos de que algo habrían hecho mal, pero todo había sido correcto: la noche era de luna llena, la hoguera se encendió correctamente, el conjuro había sido recitado 7 veces, el vino estaba realmente agrio, las doncellas habían saltado 7 veces…, pero cayeron en la cuenta de un detalle que no podían asegurar que se cumpliera: ¿en verdad serían vírgenes las doncellas?


Francisca Hernández


Villavaquerín de Cerrato y Castrillo Tejeriego, albergaron episodios de la vida de Francisca Hernández una de las mujeres más famosas de la España de su época.


Nacida en Canillas (Salamanca), siendo beata franciscana conoce en 1517 en la capital charra al bachiller Antonio de Medrano, que estaba allí estudiando, iniciando con él una “estrecha relación”. Dado que el Santo Oficio castigaba las relaciones “escandalosas” entre las beatas y sus devotos, en 1519 incoa un proceso contra ella, citándola a comparecer ante el Tribunal de Valladolid el 15 de diciembre, quedando con arresto domiciliario en casa de don Bernardino Velázquez.


Antonio, también fue detenido, acusado de poner las ideas de Francisca por encima de las de doctores teólogos. Ya por entonces el Santo Oficio sospechaba que ella tenía relación con los alumbrados o iluminados, secta de carácter místico relacionada con el protestantismo.Dado que el Iluminismo no estaba aún perseguido, Francisca es absuelta, mientras a Antonio se le impone la prohibición de tener comunicación directa con ella. Pero la incumple, ya que Francisca se quedó a vivir en Valladolid en casa de Pedro de Cazalla y Leonor de Vivero (matrimonio luterano) y Antonio se instala en una vivienda cuya ventana da a la de ella, y con frecuencia la visita y pernocta con ella. Este incumplimiento provoca que en 1522, Antonio sea desterrado a 5 leguas a la redonda de Valladolid, destierro que también incumple, por lo que es obligado a irse.


Vuelve a Salamanca, donde es acusado de “deshonestidades” con mujeres y sospecha de herejía, por lo que también es expulsado de allí, yéndose a su pueblo, Navarrete (La Rioja), donde ejerce como sacerdote y clérigo beneficiado. Desde allí mantiene correspondencia con Francisca, y mediante mensajeros (unos familiares) le envía pañuelos y otras prendas. Litigios con otros clérigos provocan su excomunión, y las denuncias de varias mujeres le llevan en 1526 ante el Tribunal de la Inquisición de Logroño.


La falta de pruebas contundentes hacen que la sentencia sea leve: es obligado a abjurar de sus ideas, no predicar en privado (solo desde el púlpito), no dar la comunión a personas niñas, prescindir de su ama de llaves y pagar 100 ducados de multa.


Desde el Edicto de Toledo de 1525 la persecución del Iluminismo ya era oficial. Es considerado una secta herética por afirmar estar alumbrados o iluminados (de ahí el nombre) por la gracia de Dios, con quien tienen contacto directo a través del Espíritu Santo, lo que les llevaba a rechazar la autoridad y jerarquía de la Iglesia, así como sus dogmas. Siendo Dios quien dicta directamente su conducta, consideran que no es posible pecar, por lo que tampoco se someten a confesión.


En este contexto es detenido de nuevo Antonio de Medrano, acusado de epicureísmo (como epicureísmo se denomina el sistema filosófico fundado por Epicuro que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte. Es considerada una rama del hedonismo) y de cometer 35 delitos. Es condenado a tormentos, y las severas torturas que le son infligidas provocan que haga declaraciones referentes a Francisca: relata los goces “espirituales”, y “carnales, aunque con intención limpia”, así como conductas que los inquisidores consideraron perversiones: cocinar para ella, vestirla, calzarla, cortarle las uñas de los pies… En su descargo indicó que si Dios no se hubiera encarnado en Cristo lo hubiera hecho en Francisca, por lo que estar a bien con ella significaba estar a bien con Dios, cuando se enojaba era Dios quien estaba ofendido, y que en definitiva Francisca le hizo pensar que los gozos de la vida no eran incompatibles con las cosas de Dios, por lo que retozar con ella no lo tenía como pecado.


Ello entronca con uno de los postulados del Iluminismo: la mezcla de una fe profunda con las pasiones de la carne. Y es que Francisca Hernández sublimaba las pasiones y las fantasías de sus devotos, que se arrodillaban ante ella como si fuese una divinidad, pero a la vez ejercían con ella actividades libidinosas. Así, otro devoto suyo, Fray Francisco Ortiz, consejero de la Orden de San Francisco de Asís, “mamaba de sus pechos la leche del Espíritu Santo y vertía sobre ella el caudal de amor y ternura que sus votos le impedían dirigir hacia otras mujeres”, según relata Ángela Selke de Sánchez en su libro “El caso del bachiller Antonio de Medrano, iluminado epicúreo del siglo XVI”, del que están sacados los datos históricos.


Las acusaciones fueron en cadena y el 31 de marzo de 1529 es detenida Francisca, encarcelada en Toledo, comienza un proceso inquisitorial contra ella que se prolonga hasta 1532, encontrando el Santo Oficio motivos para ajusticiarla.


Con ella cayó gran parte del grupo de erasmistas y luteranos de Valladolid, en el que estaba encuadrada. Su gran amistad con Doña Catalina de Guevara, hija de los señores de Villavaquerín de Cerrato, propició que uno de los encuentros con Antonio de Medrano tuviera lugar en esta localidad. Además, Doña Catalina y su esposo, Don Bernardino de Velasco, señor de Castrillo Tejeriego, la acogieron en su casa de esta localidad en el verano de 1527 y allí vivió un año y medio para estar alejada de la epidemia de peste que sufría Valladolid.


En Castrillo Tejeriego nació Miguel Delibes en 1920.


Cuando fue apresada por la Inquisición, esta pareja de cerrateños la asistieron y se ofrecieron a depositar la fianza que fuese necesaria para librarla .
En dicha época -y posteriormente- sería repoblado este lugar con gentes de diversa procedencia -entre las que figuraban cántabros y vascones- cuyo origen étnico se vislumbra al estudiar la etimología de algunos de los apellidos actuales de la comarca cerrateña. Entonces, Baltanás sería erigido en Cabeza de Alfoz con jurisdicción sobre bastantes pueblos del contorno.
El primer documento histórico que menciona a Baltanás supónese que pertenece al año 1030, en cuya época el Rey Don Sancho "El Mayor" hizo donación al Monasterio de San Isidro de Dueñas de la Iglesia de San Miguel de "Valle de Atanasio" (Baltanás).
En 1059, aparece Baltanás en otro documento por el que el Rey Don Fernando I confirma las donaciones hechas por su padre Don Sancho II Mayor a favor de la Diócesis palentina, restaurada por éste en 1035.
En 1061, Zite Memez y su esposa Gotina hicieron donación de varias heredades al Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), entre las que figuraban las situadas en el lugar de "Arniellas" (despoblado de Arnillas, del término de Baltanás).
En 1081, García Gundisalbiz y su esposa Eldoara ceden a dicho Monasterio de San Pedro de Cardeña un solar en "Arniellas" y el Monasterio de "Valle viride" (Valverde, del término de Baltanás).
En 1155, el Conde Don Gonzalo de Marañón, por orden del Rey Don Alfonso VII, hizo el deslinde municipal de los Concejos de Baltanás, Palenzuela, Royuela y Antigüedad.
En 1299, durante la minoría de edad del Rey Don Fernando IV, se juntaron en Baltanás sus enemigos los Infantes Don Juan y Don Alfonso de la Cerda en unión de otros magnates, en la entrada que hicieron en Castilla hasta apoderarse de León y ponerse, sobre Mayorga.
En 1345, la villa de Baltanás era Cabeza del Arciprestazgo de su nombre en el Arcedianato de Cerrato de la Diócesis palentina y poseía los templos parroquiales de San Millán y Santa María.
La actual Iglesia Parroquia de San Millán de la Cogulla (siglos XVI al XVIII), de empaque catedralicio, quizá esté edificada sobre el mismo solar que la anterior de la misma advocación y, en su construcción se haya empleado, tal vez, la piedra sillar procedente del desaparecido castillo medieval. San Millán (cuyo nombre es una de las formas romances derivadas de la latina "Sanctus Aemilianus": San Emiliano) fue un anacoreta y Presbítero hispanogodo del siglo VI y, su antiquísima advocación en el primitivo templo baltanasiego. quizá, se remonte al siglo X o al XI. Según la tradición, en el paraje de Santaloya existió una Ermita rural. Este hagiotopónimo -que es una de las formas romances derivadas de la latina "Sancta Eulalia"- pudiera, tal vez, ser anterior al siglo XI.
En dicho año de 1345 y dentro del actual término municipal de Baltanás, existían los siguientes poblados con sus correspondientes templos parroquiales: Santa María de la Aldea (La Aldea) con su Iglesia Parroquial de Santa María; Valverde (dehesa de Valverde), con San Salvador; Penidillo (hoy, despoblado), con "Santoveña" (Santa Eufemia); Vilialba (hoy, despoblado), con San Juan; Terrados (hoy, despoblado), con San Martín; Arniellas (hoy, despoblado), con Santa María; Renedo de Baltanás (hoy, despoblado), con San Cristóbal y, Fuentcirio (hoy, despoblado de Fuente Cirio), donde no figuraba ningún templo parroquial. Dichos lugares medievales pertenecían, en lo eclesiástico, al citado Arciprestazgo de Baltanás.
En 1352, la villa de Baltanás -en lo civil- se hallaba formando parte de la Merindad de Cerrato y pertenecía al Maestre de Santiago. Además, allí tenían vasallos la Orden de San Juan, Juan Rodríguez de Sandoval y otros que se llamaban "Ecuderos de Baltanás".
En dicha época, Valverde era lugar solariego perteneciente a Juan Rodríguez de Sandoval; Villalba (entonces, yermo) era lugar de behetría del citado Juan Rodríguez de Sandoval y, Terrados también era lugar de behetría de Juan Rodríguez de Sandoval, siendo señores naturales el mencionado Juan Rodríguez de Sandoval y los de Aza (Haza). Los tres citados lugares medievales se encontraban situados, también, en la Merindad de Cerrato.
En 1442, por resolución arbitral, se ordenó que Gutierre Fernández de Arenas dejase a la villa de Baltanás el señorío que pudo pertenecerle en los lugares de Terrados y Villalba, de¡ Alfoz de Baltanás, así como otros. derechos o títulos que poseyera. A cambio de esto, el Concejo de Baltanás quedó obligado a indemnizar a Gutierre Fernández de Arenas con la cantidad de 75.000 maravedíes y a nombrarle Alcalde perpetuo de la villa baltanasiega. 
En 1451, las fortalezas de Palenzuela y Homillos de Cerrato, ocupadas por las gentes armadas del Almirante de Castilla Don Fadrique Enríquez, Don Alfonso, hijo de dicho Almirante, Juan de Tovar, Señor de Astudillo, Juan Carrillo y otros caballeros, se sublevaron contra el Rey Don Juan II y su favorito Don Alvaro de Luna. Dichas tropas se apoderaron de Baltanás, Tabanera y otros pueblos de la comarca cerrateña.
Pasados estos disturbios, Don Juan II mandó a Garci Martínez de Astudillo abriera información de los daños y perjuicios sufridos por Baltanás y otros pueblos del contorno durante la citada rebelión.

EDAD MODERNA
La fortaleza de Baltanás, junto con las de Palenzuela y Hornillos de Cerrato, estuvieron implicadas durante el siglo XV en la sublevación del Almirante de castilla contra el Rey Juan II y su favorito Don Alvaro de Luna, y en las guerras que los Reyes Católicos mantuvieron contra los partidarios de "La Beltraneja".
Es en esta época, con el reinado de Isabel y Fernando, cuando la villa de Baltanás recibe su mayor grandeza al ser nombrada capital de la Merindad del Cerrato, que hasta entonces la ostentaba la otra noble villa cerrateña de Palenzuela.
Durante la Guerra de las Comunidades, Baltanás estuvo del lado Comunero de Castilla y en contra de las tropas imperiales.
En 1475, durante la guerra entre los Reyes Católicos y Don Alfonso V de Portugal, cuando éste avanzaba con sus tropas en auxilio del castillo de Burgos -del lado de "La Beltraneja" y sitiado por Don Fernando El Católico- sostuvo batalla con el Conde de Benavente -partidario de Doña Isabel La Católica- y apoderóse del castillo de Baltanás; pero, viendo los portugueses, las dificultades de vencer a las guarniciones castellanas de Palenzuela, Torquemada y Pampliega, abandonaron a su suerte al castillo de Burgos y retrocedieron hasta la actual Provincia de Zamora, donde fueron derrotados, en 1476, por las tropas de los Reyes Católicos en la memorable batalla de Toro. 
En dicho año de 1475, los Concejos de Baltanás, Terrados, Valverde "Huenteçerio" (Fuente Cirio) y Renedo (de Baltanás) seguían perteneciendo a la Merindad de Cerrato y satisfacían de tributos las siguientes cantidades: Baltanás (con Santa María de La Aldea), 24.499 maravedíes; Terrados, 3.273 mrs.; Valverde, 4.303 mrs.; "Huençerio", 633 mrs. y, Renedo (de Baltanás), 1267 mrs..
Durante el reinado de los Reyes Católicos, la villa de Baltanás llegó a la cumbre de su grandeza al ser establecida en ella la Cabeza o capitalidad de la Merindad de Cerrato, que anteriormente lo había sido la muy histórica y noble villa de Palenzuela. También, los Reyes Católicos otorgaron a Baltanás el privilegio de que sus Alcaldes pudieran ir con vara levantada hasta ciertos pueblos de su jurisdicción .
Valtanás, después Baltanás, pueblo desairado en la historia, se escribía por 1700, porque apenas se acuerdan de él los que han escrito magistralmente de la población civil y eclesiástica de España, pues estuvo sin embargo reconocido de ser por cartas reales, villa realenga, incorporada a la Orden de Santiago.

Fue en virtud de Bulas apostólicas expedidas por Clemente VII en 20 de septiembre de 1529 y Paulo III en 17 de Agosto de 1536, desmembrada de su mesa maestral en la Encomienda de Castroverde el año 1548, y con poderes del Emperador Carlos V y su madre doña Juana, vendida a don Pedro de Zúñiga, entrando por este conducto en la casa y estados, de los Condes de Aguilar, Marqueses de Aguilafuente.

Luego que se vieron señores de ella, comenzaron a mandar y estuvieron mandando en ella, con un alcalde mayor, que conocía de las causas en primera instancia, a prevención con los dos ordinarios, y como Juez de apelación de las sentencias de estos en segunda, haciendo cada año elección de ellos, y confirmación de cuatro regidores y dos alcaldes de la Santa Hermandad, la mitad de unos y otros nobles, y la otra mitad plebeyos, precedida siempre la propuesta de sujetos capaces y beneméritos por uno y otro estado.

Había dos Procuradores, nombrados, uno del noble por los nobles, y otro del general por los vecinos, juntos aquellos, y estos en público Concejo el día de los Santos Reyes y tres escribanías de número, que según iban vacando daban, estaba todo el gobierno de esta villa, hasta el año de 1781, que con el fin de estar, recurriendo a tantearse, se tanteó y se sacudió el yugo toparchico, y quedo libre e independiente, sobre si, y con el gobierno desde entonces, de dos alcaldes ordinarios, dos de la Santa Hermandad, cuatro regidores, dos Procuradores, dos Diputados, y un personero, nombrados estos tres últimos, por quien y según prescribe la ley de su establecimiento.

Los demás nombrados por los capitulares de Ayuntamiento, que por uno y otro estado fueron los dos años anteriores, y con el derecho de presentar, cuando vacasen las tres escribanías numerales, y cualquiera otra, que á la jurisdicción tanteada perteneciese.
 
Mereció esta noble villa de Baltanás, antes Valtanás, de los Reyes Católicos, el privilegio Real, de que sus Alcaldes de la Santa Hermandad, pudiesen ir con vara levantada hasta ciertos pueblos; y la gloria de ser cabeza de merindad hasta el año de su desmembración y venta referidas, que por el tratado que entonces intervino, quedó resumido este merino fuero.
Fue en sus principios de corta vecindad, cuando entro en la casa de los Zuñiga, de trescientos vecinos, y de más de seiscientos en la actualidad, en 1800.
Fue Cabeza de Arciprestazgo y Vicaria de la Diocesis de Palencia, de su partido, y de la comprensión del Real Adelantamiento de Campos.
Según la precipitada venta a don Pedro de Zúñiga, y el privilegio Real de Agregación al Adelantamientos de Campos, al Corregimiento de Palencia en el año de 1629, no siendo antes de ser vecindad de dicho Adelantamiento.

En 1545, la villa de Baltanás continuaba siendo Cabeza de Arciprestazgo en el Arcedianato de. Cerrato de la Diócesis de Palencia. A dicho Arciprestazgo seguían perteneciendo el poblado de Valverde y los lugares -ya despoblados- de Terrados y Arnillas.
En 1585, fue subastada la obra de construcción de la monumental Iglesia Parroquia¡ de San Millán de, la Cogulla, de esta villa de Baltanás, siendo rematada en Francisco del Río, maestro de cantería, de la Merindad de Trasmiera. Dicho remate era conforme a una traza y condiciones de Alonso de Tolosa.
Durante los siglos XVII y XVIII, edificóse la también monumental Ermita de Nuestra Señora de Revilla, de Baltanás. Dicho templo fue Ayuda de Parroquia y debe su título a estar situada en: la "revilla" (segunda villa o arrabal).
Como ya dijimos al llegar al siglo XIV, por aquellas épocas, la villa de Baltanás era señorío del Maestre de Santiago. Después, lo fue del Duque del Infantado y de los Calvo, que lo vendieron al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros y fueron Inquisidores Generales en el reinado de Don Felipe II.
En 1752, “Valtanás” era villa de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, quien tenía la regalía de nombrar Teniente Alcalde Mayor y dos Alcaldes Ordinarios, por ambos estados y, percibía los derechos de portazgo y "martiniega" o Mesa maestral, por razón de vasallaje.
Las autoridades civiles de la villa baltanasiega eran Don Francisco Javier Aguado Pardo y Manuel de Ruifernández, Alcaldes Ordinarios por ambos estados (noble y general).
La máxima autoridad eclesiástica era Don Atanasio Nieto, Presbítero, Cura Teniente más antiguo en la Iglesia Parroquial.
La villa tenía entonces una floreciente industria.cuatro fábricas de curtidos (de suela, becerros y cabras), tres alfarerías, varios molinos de una piedra y hornos de cal que, unido a la producción de trigo, cebada, morcajo y avena, compensaba la balanza con la producción de cuarenta mil cántaros de vino y "rubia" (planta originaria de Oriente, cuya raiz servía para preparar un colorante de color rojo, muy usado en tintorería).
En extramuros de esta villa se hallaba un Convento de religiosos Franciscanos Descalzos intitulado de "Santa Ana", con 32 monjes. En dicha época, Baltanás tenía una población de 450 vecinos y poseía 420 casas habitables.
La riqueza de su término municipal era la siguiente: 10.600 obradas de tierra de sembradura de secano; 500 obradas de prados y pastos; 5.500,obradas de monte y páramo; 3.000 obradas de laderas y tierras improductivas y, de viñedo, unos "6.000 obreros de cava". Baltanás poseía, además del monte Principal, otros dos: uno de ellos, era El Berdugal (de roble y algunos enebros), de 1.355 obradas y, el otro, era el monte comuniego de Los Alfoces, de 7.889 obradas, que compartía con las villas de Antigüedad, Villaconancio, Cevico Navero y el Monasterio de San Pelayo de Cerrato. También había numeroso ganado de todas clases y existían en el término tres molinos harineros -sobre el arroyo que baja de la villa de Antigüedad y Dehesa de Valverde- y 77 colmenares.
En dicho año de 1752, "Fuentecirio y Tablada" era despoblado de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de San Vicente, quien nombraba Alcalde Mayor. No había más que una casa, habitada por el guarda, como único vecino del lugar.
Aún existía la Ermita de Santa Olalla (Santa Eulalia) -que en el siglo XIV pertenecía al antiguo pueblo de "Tablada", hoy, caserío del término de Villaviudas- donde sólo se celebraba Misa el día de la Santa titular. También había un colmenar en el monte. El Alcalde Mayor de este despoblado era Don Juan de Ausín. El Cura Párroco era Don Francisco López. El término de este despoblado comprendía 1.930 obradas de terreno; de las cuales, 634 eran de monte, 1.293 de dehesa y laderas de pasto y 3 de labrantío .
En el repetido año de 1752, "Balverde de Zerrato" era despoblado y bosque de señorío de la Provincia de Palencia y pertenecía al Marqués de Aguilafuente, Conde de Aguilar, quien nombraba Alcalde Mayor con jurisdicción ordinaria. Sólo existía una casa, -habitada por el guarda, como único vecino del lugar-, una Ermita, dos colmenares, un palomar vacío y un pozo para guardar nieve, en desuso, todo del citado Marqués. Todos los años, durante los meses de Diciembre a Abril, venían a este despoblado tres criados de los serranos que pastoreaban el ganado vacuno en el bosque. El término de este despoblado comprendía 3.700 obradas de terreno; de las cuales, 3.000 eran de monte, 170 de prado y, el resto, de páramos rasos y laderas.
1785, Baltanás era villa realenga del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia, con Alcalde Ordinario.
En 1802, era dueño y Señor del "orrio" de Terrados, Don Antonio Calvo de la Cantera, vecino de la villa de Baltanás.
 
EDAD CONTEMPORANEA

En 1826, Baltanás continuaba siendo villa realenga del Partido de Cerrato, en la Provincia y Obispado de Palencia, con Alcalde Ordinario. Por entonces, su población era de 605 vecinos (2.840 habitantes) . Poseía una Parroquia, una Ayuda de Parroquia y un Convento de Misioneros. La villa tenía un Pósito y su término producía 28.000 fanegas de todo grano.  

En 1847, Baltanás (o Valtanás) era villa con Ayuntamiento y Cabeza de Partido Judicial de la Provincia de Palencia. Su población era de 495 vecinos (2.575 habitantes) y había 686 casas. Por entonces, la Ermita de Nuestra Señora de Revilla era Ayuda de Parroquia y, fuera de la población, se hallaban las dos Ermitas rurales de San Pedro y San Gregorio, el Convento de San Francisco y un cementerio que se construyó en 1804. En la plaza principal, se encontraban la Casa Municipal y el Palacio del Duque de Abrantes. 
Había en la villa una Escuela pública con 60 niños, una Escuela particular para niños y otra para niñas, con 40 niños de ambos sexos cada una y, un Hospital costeado por el señor Godoy. 
El vecindario se surtía de aguas de las fuentes tituladas "Vieja" (dentro de la villa), "La Covata" (a medio cuarto de legua) y “Fuente Santiago” (a tres cuartos de legua). Entonces, la industria de Baltanás estaba compuesta por dos fábricas de curtidos y tres molinos harineros, de una rueda cada uno, sobre el arroyo que baja de Antigüedad. 
En cuanto a la agricultura, la cosecha (promedio anual en un quinquenio) era de 10.000 fanegas de todo grano y de 15.000 cántaros de vino. Ya se encontraban descuajados los montes de los parajes de Santolaya, Valdeburgos, El Ojeo, La Aldea, Los Callejos, La Herradura, Sardón, El Vallejo, Pigeno y Valdelpozo; todos los cuales eran de roble y encina. Conservándose, solamente, el monte de El Berdugal y los montes comuneros de Los Alfoces y Girán, éste último compartido con Villaviudas. 
Los bienes propios de la villa eran los siguientes: Un mesón, un molino harinero con una piedra, 216 obradas de terreno, el derecho de portazgo y otros, varios. 
Las fiestas de mayor solemnidad en Baltanás -en 1847- eran las de San Millán (12 de Noviembre), San Gregorio -voto de villa (9 de Mayo) y La Natividad de Nuestra Señora (8 de Septiembre).
En 1846, el lugar de La Aldea, del término municipal de Baltanás, se hallaba despoblado y todavía existían algunos cimientos de lo que parecía haber sido Iglesia y de lo que sería y se llamaba "Castillo", que era un cotarro aislado, de bastante elevación, donde había varias salas subterráneas llenas de tierra y escombros. Una de las causas de la despoblación de este lugar se creía haber sido la falta de aguas.
En 1849, el lugar de Renedo (de Baltanás), del término de esta villa, se hallaba despoblado, ignorándose, por entonces, las causas de su despoblación y todavía existían algunos vestigios que demostraban dónde estuvo situado.
En 1930, Baltanás tenía una población de derecho de 3.097 habitantes y poseía 887 edificios y 408 albergues. Su término municipal comprendía, además de la villa de Baltanás, los caseríos de La Aldea, Los Alfoces y la Dehesa de Valverde, así como las casas de recreo de Villa Crescencia y Villa Lorenza y otros edificios diseminados.
Y por último, en 1974, fue ensanchado, por el Nordeste, el término municipal de Baltanás, al serle, incorporado el antiguo municipio de Valdecañas de Cerrato, en virtud del Decreto del Ministerio de la Gobernación, de fecha 21 de Febrero de dicho año.
Según D. Luciano Huidobro Serna, el escudo de Baltanás esta formado por "cinco castillos de oro en gules o rojo, puestos en sotuer"
Desde 1834, Baltanás fue cabeza del partido del mismo nombre hasta la década de 1970, en la que fue fusionado con el de Palencia.

Durante la guerra Civil Española sufrió grandes bajas en su población que rondaba los 3000 habitantes a principios de la república. El hambre y el desempleo durante la década de los 50 condujo a muchos baltanasiegos al éxodo hacia las capitales.
La villa continúa siendo un centro comarcal de servicios para la comarca de El Cerrato, con buena ubicación en la carretera Aranda de Duero-Palencia. En la actualidad (2009), se está poniendo en marcha la creación de un Museo Comarcal en el antiguo "Palacio" de Baltanás. También está prevista la creación de un polígono industrial.
 
 
QUIEN FUE QUIEN EN BALTANÁS Y SU COMARCA
 
PERSONALIDADES Y PERSONAJES VINCULADOS A BALTANÁS Y SU COMARCA
 
Baltanás, la capital histórica del Cerrato, antigüamente Valtanás y que yo denomino “La Perla del Cerrato”, ha sido una población fecunda de familias entre las que había varios nobles y algunos descendientes según sus ejecutorias y escudos, de sangre real.
 

 
Don Pedro de Zuñiga
 
El primer documento histórico que menciona a Baltanás supónese que pertenece al año 1030, en cuya época el Rey Don Sancho "El Mayor" hizo donación al Monasterio de San Isidro de Dueñas de la Iglesia de San Miguel de "Valle de Atanasio" (Baltanás).
 
En 1059, aparece Baltanás en otro documento por el que el Rey Don Fernando I confirma las donaciones hechas por su padre Don Sancho II Mayor" a favor de la Diócesis palentina, restaurada por éste en 1035.
 
Baltanás, fue Señorio del Maestre de la Orden de Santiago y más tarde, de los Zúñiga, Marqueses de Aguilafuente.
 
También hubo entre los antepasados de esta noble y leal villa, aparte de expertos labradores, oficiales de las artes, agenciosos negociadores de comercio, terrestre y marítimo, valientes soldados de los ejércitos, Jefes de las Escuadras, diestros pilotos navegantes, caballeros de las Encomiendas, estudiantes en los seminarios y colegios mayores, maestros y profesores en escuelas y universidades, ministros de Audiencias, inquisidores, comisarios y familiares del santo Oficio, Obispos, Abades, chantres, priores y prebendados en las catedrales, arciprestes, clérigos, prelados superiores e inferiores, monjas en los claustros, beatas y ermitaños.
 
Solo parece que entre los hijos de Baltanás, no se encuentren santos reconocidos, lo que parece un tanto extraño tratándose de este dichoso pueblo.
 
En Baltanás hubo familias notables, los Tristanes y Aguados, maestros de cantería; los Calleja, Pascual y Baranda, madereros, tallistas, carreteros; los Calleja y Pérez, cerrajeros y herreros; los Casado, médicos; cirujanos los Garcia y Pascuales; los Zamora y Gutierrez, veterinarios, albeitares; sastres y zapateros, los Diez y Villafruela.
También había familias importantes, vinculadas a la soldadesca que derramaron su sangre en batallas en Italia, Portugal y Francia, como los pilotos marinos Maté, González; los caballeros cruzados Matas y Calvos; colegiales menores y mayores como los Monasterio, Sanz, Villafruela, Vicario, Calleja, Diago, Aguado, Pardo, Calvo; maestros de escuela y universidades como los Gutierrez y Moreno; Ministros de las Audiencias como los Maté, Mendoza, Salcedo y Calvo, Inquisidores; Comisarios de la Inquisición como los Nuñez, Prado, Sanz, Puertas, Calvo, Diago, Ruifernandez, Gutierrez, Atienza; Familiares de la Inquisición, los Aceves, Mata, Garcia, Obispo; Provisores de la Inquisición, los Valverde, Calvo, Izquierdo, Islas, Maté.
 
Abades y Priores, los de Salas, Cantera; Prebendados, los Ruiz, Garcia y los Calvo; Arciprestes, Párrocos, Padres de los Oratorios y Clérigos, los Nieto, Calvo, Vicario, Garcia, Villafruela, Atienza; Generales, de los Garcia; Operarios Evangélicos, de los Caballero, los Gonzalez, los Nieto; Monjas y Beatas, de los Calvo, los Cantera, los Aguado, los Villoldo, los Pedrosa, los Vicario, los Arredondo, los Espina; Ermitaños de los Miranda y Nieto; Fundadores de Templos, Capillas, Altares, Obras Pías, Hospitales, Memorias y Mayorazgos, de los Maté, Mendoza, Valverde, Cantarero o Nuñez.
 
Otros apellidos relevantes de Baltanás, antes Valtanás, fueron Alejo, Álvarez, Antonio, Arnáiz, Cabezudo, Calleja, Campóo, Diago, Diez, Galán, Guijas, Gutiérrez, Herrero, Mateo, Mena, Mínguez, Pardo, Pascual, Puertas, Redondo, Rodríguez, Ruifernández, Sáenz, Salas, Sanz, Sardón, Tapia, Varanda, Vélez, Zamora y Zeballos .
 
Familias Nobles e Hidalgas de Baltanás 
 
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, varios vecinos de esta villa probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid. Los referidos hidalgos ostentaban los siguientes apellidos:
Los Dorantes, descendientes de sangre real.
Los Calvo
Los Carvajal
Los Izquierdo
Los Garzón
Los Mena
Los Pedrosa
Los Pérez
Los Rodriguez
Los Rozas
Los Urizar
Los Aceves
Los Mata
Los Vélez
Los Ruiz
Los Becerra. D. Juan Becerra Sarmiento, Hidalgo. Ganó dicha condición en Valladolid en 1558.
En 1061, Zite Memez y su esposa Gotina hicieron donación de varias heredades al Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), entre las que figuraban las situadas en el lugar de "Arniellas" (despoblado de Arnillas, del término de Baltanás).
En 1081, García Gundisalbiz y su esposa Eldoara ceden a dicho Monasterio de San Pedro de Cardeña un solar en "Arniellas" y el Monasterio de "Valle viride" (Valverde, del término de Baltanás) .
En 1155, el Conde Don Gonzalo de Marañón, por orden del Rey Don Alfonso VII, hizo el deslinde municipal de los Concejos de Baltanás, Palenzuela, Royuela y Antigüedad .
En 1442, por resolución arbitral, se ordenó que Gutierre Fernández de Arenas dejase a la villa de Baltanás el señorío que pudo pertenecerle en los lugares de Terrados y Villalba, de¡ Alfoz de Baltanás, así como otros. derechos o títulos que poseyera. A cambio de esto, el Concejo de Baltanás quedó obligado a indemnizar a Gutierre Fernández de Arenas con la cantidad de 75.000 maravedíes y a nombrarle Alcalde perpetuo de la villa baltanasiega
Los Pedrosa
Los Salas. Del primer miembro de la familia del que se tiene conocimiento de haber vivido en Baltanás es D. Garcia de Salas Delgado, era el año 1598. Su hijo Francisco de Salas casó en Baltanás con Francisca Maté, el 25 de enero de 1620 y tuvieron un hijo, Francisco. D. Amado Salas Medina-Rosales, fue Presidente de la Audiencia de Cáceres y Burgos, casado con Dª Elena Jalón, de Baltanás. El hijo de Pablo Salas Quevedo, Pedro casó con Amada Jalón, de Baltanás. En Dueñas vivió su hijo Remigio y su nieta Amada, regenta la Bodega familiar “Remigio Salas Jalón” y es Presidenta de la Fundación Pedro Monedero, de Cevico de la Torre.
 
 

 
Armás y escudo de los Salas.
Los Rozas
Los Rodriguez
Los Villoldo
Los Calvo . Se establecieron en Baltanás a finales del siglo XVIII. Juan Calvo Caballero, nacido en Baltanás, hijo de Juan Calvo Ruifernandez y de María Caballero, de Villaconancio, probó su hidalguia en Valladolid en 1763. Entre sus descendientes tuvo a Juan Calvo Ruiperez de la Cantera, Caballero de la Orden de Calatrava.
 

 
Palacio de los Calvo.
Los Diez
Los Pérez
 
Obispos de las familias de Baltanás :
D. Diego Pérez de Osma. Murió el año 1207, su cuerpo está en Osma y su cabeza se llevó a Malaga.
D. Josef Garcia, General de la Orden de San Francisco y Obispo de Sigüenza. Siglo XVIII.
D. F.R. Obispo de Palencia.
D. Sancho de Mata y Aceves, Obispo de Astorga, Murió el 1515.
 
Abades :
D. F. Villafruela, Abad de Hérmedes de Cerrato.
 
Arcedianos :
D. Luis Picado, en Badajoz.
D. Manuel de la Cantera, Chantre en Sigüenza.
 
Provisores :
D. Juan de Valverde, en Avila. Siglo XVIII.
D. Manuel Izquierdo, en Teruel.
D. Lorenzo Calvo, en Cuenca.
D. Isidoro Isla.
D. Maté, en Zaragoza. Siglo XVIII
 
Priores :
D. Juan Salas, en Palencia.
 
Canónigos :
D. Manuel Ruiz.
D. Lorenzo Calvo Ruipez.
 
Caballeros Cruzados :
D. Pedro Ruiz de Mata, 1542. De la Orden de Alcántara.
D. Juan Calvo Ruipez, siglo XVIII. De la Orden de Calatrava.
D. Cristobal de Mata, 1575. Comendador
 
Arciprestes :
D. Juan y D. Antonio Nieto, siglo XVII.
D. Francisco Calvo Ruipez, siglo XVIII.
D. Juan Calvo de la Cantera, en Cifuentes, Obispado de Sigüenza. Siglo XVIII.
 
Inquisidores :
D. Pedro Maté Mendoza, en Zaragoza.
D. Pedro Maté Salcedo, en Cartagena de Indias (Colombia).
D. Lorenzo Calvo de la Cantera, en Llerena (Badajoz), Valladolid y la Suprema. Soglo XVIII.
 
Comisarios del Santo Oficio :
D. Francisco Nuñez de Prada. D. Juan Calvo de la Cantera. D. Josef Sanz Puertas. D. Tomás Diago.
 
Familiares . Inquisición :
D. Andrés y D. Manuel de Ruifernandez, abuelo y nieto. D. Agustin Puertas Núñez y D. Joaquin, su hijo. D. Manuel Gutierrez Calvo. D. José Atienza Mena. D. Josef Tristan Martinez. Todos en el siglo XVIII.
 
Pilotos Navales :
D. Manuel Mate Diago. D. Felix Galán Mate.
 
Jefes :
D. Manuel de la Cantera. D. Juan Calvo Ruipez y D. Manuel de Villafruela.
Andrés de Miranda y de Toro.
 
Hijo de Manuel de Miranda y Manuela de Toro, vecinos de Baltanás, bautizado en la parroquia de San Millán en 1703, se alistó en la Marina y sirvió al rey durante doce años y terminó como ermitaño, con el nombre de Andrés de San Antonio Abad. Murió el 10 de junio de 1763, en el Hospital del cardenal, en Cordoba.
Antonio Caballero González.
 
Hijo de Pedro Caballero y María Gonzalez, naturales de Baltanás, que cursando estudios en Salamanca, dejando todo, vistió el hábito de franciscano descalzo en el convento del Calvario, a los 17 años de edad, con el nombre de Fray Antonio de Santa María. Fue un gran predicador y marchó a predicar a Filipinas, cuidando a leprosos. Pasó más tarde a China, donde extendió la fe católica. Se caracterizó por ser un gran escritor. Trató con la V. María Magdalena de la Cruz, natural de Pinto, fundadora de las Clarisas de Manila. Se le despacharon Bulas pontificias de Prefecto apostólico de las misiones de China, dejando huella de su trabajo en Asía, como recuerdo de España. Murió en en Cantón a la edad de 67 años, el 13 de mayo de 1669, donde fue enterrado.
 
La historia de Baltanás está salpicada de personajes que han dejado su impronta en la villa, y de cuya existencia y linajes dan cuenta todavía hoy sus calles y fachadas. Una de las más interesantes es la iniciada por Juan Vélez Martínez de la Rabia, natural del Tejo en el valle de Valdaliga, en la Asturias de Santander, quien nació sobre el año de 1569 y fue relator de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid y del Juzgado de Vizcaya.
 

 
Baltanás
Su vinculación con la villa viene porque fue esposo de Francisca Dorantes Díaz de Pedrosa, bautizada en Baltanás el 15 de febrero de 1574 y casada en la catedral de Valladolid en 1594. Esta era hija de Francisco Dorantes Calderón y Catalina Díaz de Pedrosa; él bedel de la Universidad de Valladolid e hijo de Gaspar Dorantes y Salinas y de Francisca Calderón.
La llegada a Baltanás de la familia Dorantes Calderón vino motivada por ser Gaspar administrador de la casa de Pedro de Zúñiga Dorantes -señor de Aguilafuente y Castroverde, e hijo de Álvaro de Zúñiga, segundo duque de Béjar del Castañar- y de Catalina Dorantes, más tarde reconocido y heredero de Álvaro, por lo que la relación familiar con el mas tarde nombrado marqués de Aguilafuente y señor de Baltanás serían cercanas y familiares.
 
Catalina Díaz de Pedrosa, a su vez, era hija de Juan Alonso de Reinoso y de María Díaz de Pedrosa, y era la tercera nieta del escudero de Baltanás, Alfonso Díaz de Baltanás.
El caso es que Juan Vélez, sintiéndose enfermo, dictó junto a su esposa testamento el 18 de noviembre de 1608 en Valladolid, en el que pedía ser enterrado en Baltanás, junto a la sepultura de Juan de Pedrosa. La magnifica carta de hidalguía de este último se encuentra en el Museo del Cerrato. Ese testamento es importante para la historia de Baltanás. En él se incluyen diversas mandas entre ellas, 12 misas rezadas en

Comentarios

Entradas populares de este blog

“LA CASA DEL CORDÓN” UN EDIFICIO HISTÓRICO EN VALDECAÑAS DE CERRATO, DEL QUE TENEMOS QUE SENTIRNOS ORGULLOSOS

LÉXICO DE LA ZONA CERRATEÑA - VOCABULARIO CERRATEÑO

HISTORIA GENERAL DE VALDECAÑAS DE CERRATO - LA ANTIGUA VAL DE CANNAS