CERRATEANDO SOBRE LAS IGLESIAS, ERMITAS, HERMANDADES Y COFRADÍAS DE BALTANÁS
LAS IGLESIAS, ERMITAS, HERMANDADES Y COFRADÍAS DE BALTANÁS
CERRATEANDO
SOBRE LAS IGLESIAS, ERMITAS, HERMANDADES Y COFRADÍAS DE BALTANÁS
Baltanás, a la que yo denomino “La Perla del Cerrato”, la capital histórica del Cerrato, por cédula dada por los Reyes Católicos, tuvo en el siglo XVIII tres capacidísimas iglesias, que la hacían de un agradable aspecto por la hermosura de sus fábricas,
En el distrito de poco más de una legua, en Valtanás, después Baltanás, los "valtanasenses - baltanasiegos", han estado venerando y dando culto en siete iglesias, seis parroquiales y un convento, San Francisco, al Santísimo Sacramento del Altar.
La iglesia principal, dedicada al Patrono de la Villa, San Millán, la dedicada a Nuestra Sra. la Virgen de Revilla, la de San Pedro, además del Convento de San Francisco.
IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MILLÁN
La iglesia más importante de la villa de Baltanás corresponde a la titular de su patrono, la parroquial de San Millán, que tenía una cuadrangular alta torre de piedra de sillar, con chapitel de pizarra, hoy desaparecido, con seis campanas y una esquila-campana menor.
Hoy me quiero referir a ella en primer lugar, cuya estructura fue construida en el siglo XVI y se localizada en el cerro del Castillo, la parte más alta de la localidad, junto al Barrio de Bodegas.
La actual Iglesia Parroquial de San Millán, de empaque catedralicio, quizá esté edificada sobre el mismo solar que una anterior de la misma advocación y en su construcción se haya empleado, tal vez, la piedra sillar procedente del desaparecido castillo medieval cercano.
La advocación a San Millán, cuyo nombre se deriva de Sanctus Aemilianus, San Emiliano, puede remontarse a los siglos X o XI.
Por haber experimentado su auxilio en la expulsión de los moros, a San Millán, le pagaron voto como a Santiago y deben tributarles cultos, por haber nacido en su suelo y sido el primero que plantó la regla de San Benito en ellas, enseñado y edificado con el buen ejemplo de su vida centenaria a su tierra la Rioja, consagrado con el ejercicio de su mortificación y virtudes en los montes Distercios, encinas, soledades y alturas que habitó por más de cuarenta años, se hizo terrible a los Demonios, agradable a Dios, subió a los grados de perfección, que lo distinguen por uno de los mayores Santos de la nación española, verdaderamente venturosa por tal hijo.
En 1585, fue subastada la obra de construcción de este monumento de estilo renacentista; la obra fue rematada por Francisco del Rio Pontecillas, maestro de cantería, de Voto-Bádames, en la Merindad de Trasmiera, en Cantabría, dicho remate era conforme a una traza y condiciones del gran arquitecto Alonso de Tolosa.
Estas son algunas de las obras que este gran maestro cantero de Trasmiera realizó en la comarca del Cerrato :
- Cevico de la Torre, en 1580, junto a Pedro del Río, se hicieron cargo de las obras de la Iglesia de San Martin de Tours.
- Villaviudas, en 1590, estaba a cargo de la construcción del puente.
- Reinoso de Cerrato, en 1637, hizo las trazas para una nueva reparación del puente.
- Palenzuela, en 1645, interviene en la obra del puente.
- Quintana del Puente, en 1646, interviene en la obra del puente.
Fuera del Cerrato, pero en la provincia de Palencia realizó obras en :
- Palencia, en 1584, en la capital traza junto a Juan de Ribero y Francisco de la Puente, intervino en las obras del Puente Mayor.
- Palencia, en 1589, en la capital intervino en las obras de las Casas Episcopales, trazando los corredores.
- Meneses de Campo, en 1565, le contratan para hacer las obras de la sacristía de la iglesia.
- Herrera de Pisuerga, en 1590, junto a Domingo de Carecedo hace las trazas del puente.
- Lantadilla, en 1596, cede las obras de la iglesia y el puente que estaban a su cargo.
- Carrión de los Condes, en 1640, se adjudicó las obras del puente.
- Cardaño de Arriba, en 1640, hizo la obra del puente.
- Castromocho, interviene en las obras de la iglesia de Ntra. Sra. de Colaña.
Está claro que la especialidad de este gran cantero eran las iglesias, pero sobre todo, los puentes.
Alrededor del templo religioso se encuentran las escalinatas de entrada realizadas en piedra, con una zona vallada con una inscripción de su fecha de construcción, 1891.

En la explanada junto a la torre se encontraba el antiguo cementerio.

La Cilla.
Uno de los elementos arquitectónicos que llama más la atención es la robusta torre del campanario, construida a finales del siglo XVII en piedra de sillería.
Tiene tres tramos y en la parte superior se encuentra el campanario. Actualmente conserva tres campanas, de las seis que tenía. Además, en cada cara de la torre hay relojes. La torre se termina en su zona más alta con ocho pináculos, que la hacen más esbelta.
Esta torre actual podría no ser la primera, pues quizás hubiera podido haber existido una torre más antigua desaparecida, anexa a la actual.

Torre actual.
La torrecilla con la campana-menor se eliminó, se retiró exactamente en la década de los 60 , el entonces párroco, consideró que no debería reponerse (...)
Los “baltanasiegos” estuvieron divididos en cuanto a restituir o no el cimborrio - torrecilla.
En una campana reza el grabado que dice :
“ Campana María me llamo, cien quintales peso, si no te lo crees, me cójes a peso “

La torre con el cimborrio-torrecilla desaparecida, desde el "Castillo".

Vista de la torre desde la Plaza España.

La torre en la actualidad.
El templo se edificó en el último cuarto de siglo XVI en estilo renacentista a partir de otro templo de estilo románico o gótico.
La actividad en el siglo XVI por los miembros de la familia de Alonso de Tolosa (Tolosa- Guipuzcoa) como constructores y trazadores, tuvo lugar en un espacio geográfico amplio, es de sobra conocida la actuación junto a su padre, Pedro de Tolosa (1525-1583) en construcciones de edificios en Avila, Madrid, en el Escorial, Cuenca, Toledo y Valladolid.
Al visitar Alonso de Tolosa en 1586 esta iglesia, pudo comprobar que había un templo anterior, por lo que mandó hacer los pilares y enlazarles mediante arcos de medio punto y así realizar las bóvedas, fue construida por el maestro Francisco del Río, cantero del Valle de Arás, en la comarca cántabra de los grandes canteros, Trasmiera.
El interior, de planta salón, está dividido en tres naves, separadas por pilares de los que arrancan arcos puntados, cubriéndose toda la iglesia con bóveda de crucería.
El coro alto se sitúa a los pies y posee un rico antepecho plateresco.
Elementos decorativos

Retablo del altar Mayor.
El retablo mayor es de estilo barroco y fue realizado en 1664. En la parte central cuenta con una escultura de San Millán (titular del templo), alrededor de ella se encuentran cuatro obras pictóricas de la vida del santo, obras del pintor Felipe Gil de Mena. En la parte superior del retablo, en el ático, se encuentra el Cristo del Miserere, un Cristo crucificado, de estilo románico del siglo XIV.
El coro alto se sitúa a los pies y posee un rico antepecho plateresco.
En los 9 altares de de la Parroquia de San Millán se veneran además de al Santo Patrón, a los Doce Apóstoles, San Gregorio, San Ambrosio, San Juan Nepomuceno, San Pedro Mártir, San Juan Evangelista, la Magdalena, Santa Elena, San Ildefonso, San José, San Pedro Apóstol, San Juan Bautista, Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, San Lorenzo, San Antonio Abad, San Vicente Ferrer, San Pedro de Alcántara, San Enrique, San Roque, San Sebastián, Santa Bárbara, Santa Gertrudis, Santa Rita de Cássia, Santa Lucía, San Miguel, San Gabriel, San Rafael.
Cuenta la leyenda que en el siglo XIV unos campesinos encontraron la imagen del Cristo crucificado en las ruinas de una iglesia cercana a Baltanás, la montaron en un carro tirado por bueyes y se dirigieron a su pueblo, que no era Baltanás.
Llegando al paraje de Cuatro Caminos el carro se paró y los bueyes no querían seguir, entonces la mujer de uno de los campesinos se dirigió a Baltanás para hablar con el clero del municipio y varios baltanasiegos junto con el clero se dirigieron en procesión hacia el lugar donde se encontraba el Cristo crucificado en el carro.
Además del retablo mayor, el templo alberga en las naves laterales, pequeñas capillas adosadas a la pared con retablos del siglo XVIII.
Una de las capillas es la dedicada a San Mateo, en la que se encuentra el sepulcro gótico de la familia Maté, una familia adinerada de Baltanás que costeó esta capilla para ser enterrada.

Sepulcro gótico de la familia Maté.
En la parte alta de esta capilla se encuentran unas yeserías de estilo gótico isabelino representando un calvario con Cristo, la Virgen María y San Juan.
En el sobre púlpito de yeso, un tanto deteriorado, se puede ver, eso sí con dificultad como en su interior, adosado a la columna se halla un escudo en piedra de un obispo, el mismo escudo, más reciente, que no igual, se encuentra a la vista en la columna de enfrente.

Sobre púlpito con escudo obispal en su interior.
Al fondo del templo se encuentra la pila bautismal construida en piedra de una sola pieza y de gran tamaño, ya que antes en el bautismo se realizaba por inmersión total.
Junto a ella, se encuentra el Cristo de la Salud del siglo XVI, al se le llama así porque hace tiempo, una mujer que estaba enferma se encomendó a la imagen, se la sacó en procesión y cuando volvió de esa procesión a la iglesia, la mujer estaba curada.

Santo Cristo de la Salud.
A los pies de la iglesia, en su parte superior, se encuentra el coro alto, decorado con figuras geométricas y vegetales. En la parte de dentro del coro se ubica la sillería del coro, estalos, que conserva 17 sitiales y el facistol de madera de nogal. El facistol es un atril grande donde se pone el libro o los libros de canto en las iglesias.
Además, en la tribuna se encuentra un impresionante órgano de estilo plateresco, construido en 1795 por Manuel de San Juan, con tallas doradas y policromía de gran belleza, antepecho de piedra.

Órgano.
Otras de las obras de arte que alberga el templo en sus naves laterales son:

Santo Cristo de Balaguer.
- El Cristo de Balaguer del siglo XIII, de estilo entre románico y gótico, llamado así, por su gran parecido con el Cristo de la localidad de Balaguer (Lérida).
- Un pequeño retablo del siglo XVIII con relieves y esculturas marianas, dos sepulcros de estilo gótico ubicados en los laterales de la iglesia.
- Una imagen del Ecce Homo de Gregorio Fernández del siglo XVI.
- Una imagen de Jesús Nazareno del siglo XVII
- Pijantes, en las cúpulas de los laterales. Pinjante es el motivo ornamental en forma de florón colgante que está colocado en la intersección de los nervios de la clave de una bóveda, en la dovela central de un arco o cualquier otro elemento arquitectónico. Los más comunes son los empleados en los centros de las bóvedas en la arquitectura gótica flamígera.

Nuestra Madre Dolorosa
- Nuestra Madre Dolorosa del siglo XVII.
- Púlpito de estilo plateresco.
En 1780, los templos de Baltanás, disponían de nueve beneficios patrimoniales, los cinco presbiteriales, (Presbítero : del latin, presbyteros que significa "el más anciano", "decano", es un líder religioso), tres elevados a la misma categoría, con la carga que antes tenían dos de evangelio y dos de epístola, que se reunieron para la elevación, uno de graderías con la de órgano y dos curas que regularmente eran dos de sus beneficiados, (Clérigo de grado inferior, que goza de un beneficio eclesiástico que no es curato o prebenda), habiendo en cada una un sacristán con salario y dotación.
En 1352, Baltanás pertenecía al Maestre de Santiago y tenía vasallos de la Orden de San Juan, Juan Rodriguez de Sandoval y otros, que se llamaban “Escuderos de Baltanás”.
En 1752, la máxima autoridad eclesiástica era don Atanasio Nieto, Presbitero, Cura Teniente más antiguo en la Iglesia parroquial.

Confesionario y reclinatorios.
ERMITA - IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE REVILLA

Ermita de la Virgen de Revilla.
La ermita de Nuestra Señora de Revilla que data de los siglos XVII - XVIII, se sitúa en un altozano en el barrio de Revilla.
Es la iglesia parroquial del barrio del Arrabal o Revilla (segunda villa), de donde procede su nombre. El templo actual se asentó sobre la iglesia medieval de Santa María, mencionada en la estadística que la diócesis de Palencia efectuó en el año 1345.
Nuestra Señora de Revilla, su iglesia ermita, estaba destinada para decir misa, administrar los Sacramentos y enterrar con comodidad a los de sus arrabales, que separan de sus cercas la canal arroyo del valle y varias huertas.
Su arquitectura es de estilo renacentista y barroco, mientras que su mobiliario interior responde a diversas variedades estilísticas del barroco.
La ermita cuenta con dos espadañas, una los pies y otra en la cabeza. Cada una de ellas cuenta con dos vanos y en la espadaña de la cabeza está localizada una campana, en el siglo XVIII, tenía dos campanas.
La advocación a Nuestra Señora de Revilla, que venera el misterio de la huida a Egipto de la Sagrada Familia y según decían los abuelos haber oído a sus antepasados, que aparecida en una olma, donde hoy está su iglesia, que venida de Revilla, lugar que está séis leguas más arriba (legua= 4,82 kms), en el arzobispado de Burgos y distante once leguas de Valtanás, después Baltanás, intentaron sacarla y llevársela los revillanos, pero no lo permitió la imagen, queriendo quedarse a habitar con los valtanasenses para siempre.
Los feligreses dejaron los votos colgados del techo y paredes del templo, que agradecidos lo reedificaron y adornaron con retablos, pinturas, dorados y alhajas, que le hicieron uno de los más vistosos y admirables santuarios del Obispado .
Era tradicional que no solo los “baltanasiegos” antes “valtanasenses”, sino también de otros pueblos cercanos, acudieran a pedir favores a la Virgen de Revilla, especialmente por la escasez de agua.

Atrio de la Ermita de Nuestra Señora de Revilla.
El atrio de la ermita es un patio circundante rodeado por una pequeña valla construida en piedra de mampostería que da acceso a la entrada de la ermita.
Interior
El templo actual se asentó sobre la iglesia medieval de Santa María, mencionada en la estadística que la diócesis de Palencia efectuó en el año 1345. La actual ermita, tiene una sola nave y planta de cruz latina. Su interior alberga una bóveda de medio cañón y una cúpula decorada con yeserías de estilo barroco.
Elementos escultóricos y decorativos
Además del retablo mayor, el templo alberga en las naves laterales, pequeñas capillas adosadas a la pared con retablos del siglo XVIII. Una de las capillas es la dedicada a San Vicente Ferrer y San Martín de Tours.
La escultura más importante del templo es la Virgen de Revilla, una talla de belén del siglo XVIII, considerada la figura de belén más antigua de España, que representa la huida a Egipto con la Virgen María y el Niño encima de la borriquilla y San José al lado, junto a una palmera.

Nuestra Señora la Virgen de Revilla.
Además de esta figura, en el templo se conservan otras imágenes de la Virgen de Revilla en marfil, madera y alabastro, como por ejemplo una pequeña figura de la Virgen tallada en piedra que se encuentra sobre el pórtico de la entrada a la ermita.
Otro de las joyas de la ermita es su órgano, que data del año 1796, construido por Manuel de San Juan como se puede ver en la inscripción situada en el arca de tiples que figura: "Me hizo Don Manuel de San Juan de Logroño a honra y gloria de Dios. Año 1796". Este órgano de estilo neoclásico se encuentra en la tribuna, al lado del Evangelio, con acceso por el coro alto.
IGLESIA DE SAN PEDRO
A la salida por el poniente, situada en las cercanías del actual parque de La Carolina, estaba la ermita de San Pedro, con una pequeña espadaña con campanilla.
Construida a principios del siglo XVIII.
Junto a la ermita daba comienzo un Calvario de cruces de piedra de buena altura, construido en el año 1728, que iba subiendo hasta la Parroquia de San Millán y prosiguiendo, concluía en la capilla del Convento de San Francisco, casa de los Franciscanos de la Orden Tercera, que con su espadaña y campana, tenían los monjes dentro del cementerio de su iglesia.
Algunos días del año, la gente del pueblo acostumbraban a visitarlo.
Esta devoción fue promovida por el día y por la noche y se veía a personas practicándola con oraciones y jaculatorias.
ERMITA DE SAN GREGORIO

Ermita de San Gregorio y campera.
La ermita de San Gregorio es un monumento religioso construido en el siglo XVIII. Se encuentra en el extrarradio del municipio, está ubicada en la denominada Campa de San Gregorio a una distancia de 2 km de la localidad.
Se construyó porque el 9 de mayo de 1626, cuenta la leyenda que una terrible plaga de langosta asoló los campos de Baltanás en 1629. Los baltanasiegos acudieron a la Virgen de Revilla en rogativa para que les liberara del castigo y en procesión suplicaban la intercesión para que terminara la plaga.
Al llegar al lugar donde se encuentra la ermita de San Gregorio, de improviso, milagrosamente, una densa nube cubrió el sol y de inmediato quedó fulminada la plaga de langosta, lo que se atribuyó a un milagro de la patrona la Virgen de Revilla.
Los baltanasiegos tienen asumido como otro Patrón de Baltanás a San Gregorio Nacianceno, junto al Patrón principal de la Villa, San Millán.
La ermita de una sola planta, está construida en su totalidad con mampostería de piedra caliza, vigas de madera y materiales tradicionales. En el exterior de la ermita a un lateral se encuentra en un nivel más alto un altar exterior cubierto por un techado de madera, construido no hace muchos años, además la ermita cuenta en su cubierta exterior con una pequeña espadaña de piedra que alberga una campana.

Interior de la Ermita de San Gregorio.
En su interior alberga un pequeño altar de madera policromada y bancos corridos. En las paredes interiores hay diversas imágenes pictóricas del santo titular y de la Virgen.
Desde el siglo XVIII se celebra todos los 9 de mayo la fiesta de San Gregorio con una romería donde se traslada una talla del santo en procesión desde la iglesia de San Millán hasta la campera, acompañado por baltanasiegos y autoridades del municipio y se celebra una comida comunal, donde acude todo el pueblo a celebrarlo. El plato más degustado y tradicional en ésta comida son las tortillas de patatas en diferentes sabores.

Procesión de San Gregorio.
En 2013 la ermita experimenta una gran restauración completa del interior y exterior gracias al voluntariado “Palencia a huebra”, por este proyecto se le concedió al municipio el premio al mejor proyecto de restauración “Palencia a huebra 2013”.
ANTIGUO CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Convento de San Francisco.
El antiguo Convento de San Francisco fue un monumento religioso fundado en 1587 por Pedro de Zuñoga y Ana Enríquez de Cabrera, primeros Marqueses de Aguilafuente, dueños de Baltanás, según la carta de venta que el emperador Carlos V firmó en Valladolid el 21 de septiembre de 1543.
Por la parte de levante, está con espadaña y campana, con la advocación de Santa Ana por haber alargado la vida de una ermita que allí tenía de este nombre, la del convento de religiosos que los Marqueses de Aguilafuente, fundaron para ayuda del pasto espiritual del pueblo al que se creían obligados, por medio de capellanes, con bulas apostólicas, casa de misión, de la que eran Patronos.
Tienen panteón para enterrarse, la contribuyeron con doscientos ducados anuales y se mantenían y residían, con otros de coro, legos de capilla y cogulla, varios operarios evangélicos, de quienes los prelados eclesiásticos de los Obispados de Castilla la Vieja, se valían para catequizar, escobar y limpiar de excesos, culpas y pecados en sus territorios.
En el Convento se veneraban en sus cinco altares a San Francisco de Asís, a Santo Domingo de Guzmán, San Pedro de Alcántara, San Antonio de Padua, San Pascual Bailón, San Benito de Palermo, San Miguel y Santa Rosa.
También se veneraban antaño en el Convento dos reliquias, una de la cabeza de Santa Flora y otra de un pedazo de la Cruz de Cristo, que trajo en el pectoral el Reverendísimo Señor Don Josef García, General de los Franciscanos y Obispo de Sigüenza, descendiente de una familia de Baltanás.

Interior, zaguán del Convento
En la desamortización, la huerta y los edificios fueron destinados primero a cárcel del partido, luego a silo y después vivienda, así que se ve en lateral un balcón tendido entre dos contrafuertes o las ventanas domésticas rasgadas en el muro conventual.

Convento de San Francisco.
En 1849, el lugar de Renedo (de Baltanás), del término de esta villa, se hallaba despoblado, ignorándose, por entonces, las causas de su despoblación y todavía existían algunos vestigios que demostraban dónde estuvo situado.
En el distrito de poco más de una legua (4.190 mts.) se veneraba y daba culto en 7 iglesias (6 parroquiales y un convento, el de San Francisco) y 14 ermitas .
San Miguel, situada a la salida por el norte del pueblo.
San Roque en la primera cima de la cuesta de Zacarías.
San Pelayo, más abajo hacia la cañada.
San Cristóbal en Cerratillo.
Santa Juliana, en Santillana.
Santa Colomba, en la cotarra de las Mochuelas.
En el año 1345, existían los siguientes poblados con sus correspondientes templos parroquiales:
Santa María de la Aldea (La Aldea).
En 1846, el lugar de La Aldea, del término municipal de Baltanás, se hallaba despoblado y todavía existían algunos cimientos de lo que parecía haber sido Iglesia y de lo que sería y se llamaba "Castillo", que era un cotarro aislado, de bastante elevación, donde había varias salas subterráneas llenas de tierra y escombros. Una de las causas de la despoblación de este lugar se creía haber sido la falta de aguas.
San Salvador, templo en la dehesa Valverde.
Santa Eufemia, en Penidillo, con “Santoveña”.
Santa María, en Arniellas,
Además ...
En Terrados, que era lugar de behetria de Juan Rodriguez de Sandoval, San Miguel en la parroquia; San Martín, allí de inmediato; San Pedro, en las Villalvas; San Cristóbal, en su iglesia; San Esteban, protomártir en la suya en Fuentecirio; a Santiago en Los LLanos; a un lado San Martín Sabarita y en la cotarra y senda para Fuentemoral, Santiago; en Tablada, a Santa Eulalia de Barcelona y en el convento de los Templarios, cercano a la fuente de La Cobata, en el paraje de Santasantili, a San Alejandro, Evencio, Teódulo y Juvenal.
Los baltanasiegos, veneraban a dichos santos con procesiones de rogativa por los campos y cuando pasaban frente a sus iglesias y ermitas.
COFRADIAS Y HERMANDADES PENITENCIALES

LAS COFRADÍAS EN BALTANÁS Y EL CERRATO
Baltanás ha sido y es cabeza de Arciprestazgo y Vicaría de la Diócesis de Palencia.
Era en el antiguo Hospital, donde se recogían varios pobres, donde había una sala que llaman de la Cruz, en la que las Cofradías baltanasiegas celebraban sus juntas. Entonces en 1750, había en Baltanás, antes Valtanás, ocho cofradías:
Cofradía de La Santísima Trinidad,
Cofradía del Santísimo Sacramento
Cofradía de Jesús Nazareno, posteriormente denominada Santa Vera Cruz
Cofradía de San Andrés (agregada a la Santa Vera Cruz en 1650)
Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio
Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de Revilla
Cofradía de San Pedro
Cofradía de San Sebastian
* Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús
* Cofradía de la Virgen del Carmen
* Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de Revilla
* Cofradía de San Millán
* Cofradía del Santísimo ( solo tiene censado un Hermano Cofrade, Don Ventura)
* Cofradía de San Isidro ( desaparecida en los años 50 )
* Cofradía del Santo Cristo de Balaguer ( antes la Santa Vera Cruz )
* Cofradía de Nuestro Señor Jesús Nazareno y el Santo Sepulcro
* Cofradía de la Virgen de la Soledad - Dolorosa
* Hermandad del Santo Cristo de la Salud

Hermandad del Santo Cristo de la Salud.
PARROCOS Y SACERDOTES HABIDOS EN BALTANÁS EN EL SIGLO XX - XXI
Se echa en falta hoy en día algunas costumbres que los sucesivos párrocos “obligaban o invitaban” a cumplir, pero que ya hace tiempo que no están en vigor.
Por ejemplo, en las ceremonias de las bodas, a los novios, en el momento de intercambiarse los anillos, el párroco les ponía por encima de los hombros el paño de hombros, el que él llevaba en la procesión del Santísimo.
La madrina de la boda solía llevar un pan y una vela.
Otro motivo de devoción, era cuando pasaba el cura con el viático, para dar la Santa Unción a algún enfermo moribundo. Delante iba un monaguillo tocando una campanilla, a su paso todos los paisanos incaban la rodilla.
El comulgatorio, un largo banco que había donde se recibía la comunión, de rodillas. Era muy importante el ir a comulgar con velo y si alguna joven no lo llevaba, el párroco de turno, que tenía más de uno, se lo cedía y ya estaba. Generalmente las mujeres asistían a misa con velo, misal y algunas tenían su propio reclinatorio en la iglesia.

El Comulgatorio.
Algún párroco, más estricto, de los de ordeno y mando, en las procesiones de Semana Santa, al pasar la procesión por al lado de los bares del pueblo, donde estaban reunidos los baltanasiegos, solía parar la procesión y entraba al bar para “invitar” a los paisanos a que asistieran a la procesión.

En un momento dado, en Baltanás llegó a haber hasta 3 sacerdotes oficiantes.
D. Daniel Heredia
D. Castulo
D. Vicente del Campo (sobrino del Cardenal del Campo, en Filipinas )
D. Prudencio
D. Lucio Carazo Casado (auxiliar de D. Prudencio. de Valdecañas de Cerrato )
D. Venancio
D. Elias ( de Valdecañas de Cerrato )
D. Luís Simón
D. José Francisco ( Padre Carmelita descalzo )
D. Jesús Herrero ( de Villamuriel )
D. Rafael Nuñez Pastor
D. Miguel Lobo
D. Deogracias ( Padre, sustituto)
GALERÍA DE IMÁGENES :

Interior de la Parroquía desde el Altar Mayor.

Altar Mayor. Imágen del Patrono San Millán.



Pinturas en el Altar Mayor.

La Virgen Inmaculada Concepción.

Retablo de la Virgen del Carmen.

Llamando a una jaculatoria.

Recomendación.


Puertas de la Parroquía.
FIN

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