CEVICO DE LA TORRE - UN PUEBLO CON MUCHA HISTÓRIA DESDE EL SIGLO VIII (Corregir)
CEVICO DE LA TORRE
UN PUEBLO CON MUCHA HISTÓRIA
DESDE EL SIGLO VIII
Cevico de la Torre
“ Los pueblos que olvidan la historia de sus antepasados y renuncian a sus raíces decaen miserablemente, porque pierden, además de la gratitud, la memoria, y con la memoria, la ciencia y el valimiento... “
(Emilio Castelar)
INDICE
- GEOGRAFIA Y SITUACIÓN
- CLIMATOLOGÍA
- NOMBRES DE LUGARES Y PARAJES
- FLORA
- PLANTAS
- FAUNA
- TOPONIMIA
- HISTORIA DE LA COMARCA DEL CERRATO - CONTEXTO HISTÓRICO
- EDAD ANTIGUA
- EDAD MEDIA
- LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO
- LA REPOBLACIÓN
- LOS FORAMONTANOS
- EDAD MODERNA
- EDAD CONTEMPORANEA
- VIDA Y COSTUMBRES
- FIESTAS
- GASTRONOMÍA
- ECONOMÍA
- PATRIMONIO CULTURAL
- BODEGAS
- VOCABULARIO DE ÚTILES E INSTRUMENTOS BODEGUEROS
- CABAÑAS DE PASTOR
- CAÑADA REAL
- LA CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIONES
- SOBRE EL CARÁCTER
- OFICIOS ANTIGÜOS QUE HAN DESAPARECIDO
- LÉXICO AUTÓCTONO - VOCABULARIO CERRATEÑO
- CURIOSIDADES SOBRE LOS APELLIDOS Y VÍNCULOS DE PERSONALIDADES CON CEVICO DE LA TORRE
- HISTORIA DE LOS APELLIDOS MÁS COMUNES
- HISTORIA Y VIVENCIA DE LAS COFRADIAS EN EL CERRATO
- SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO
CEVICO DE LA TORRE, UN PUEBLO CON MUCHA HISTÓRIA, DESDE EL SIGLO VIII
Esta es la historia condensada de un municipio ubicado en la comarca del Cerrato palentino, una historia que todo “ceviqueño” que se precie, debería conocer.
Como Concejal de este Ayuntamiento de Cevico de la Torre, me siento orgulloso de serlo y quiero de alguna manera, aportar una pequeña dosis histórica y que quede publicado.
Quiero dedicárselo a todos los "ceviqueños".
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GEOGRAFIA Y SITUACIÓN
La insigne villa de Cevico de la Torre, ubicada en el valle del arroyo Maderano. es una de las poblaciones cerrateñas de mayor abolengo y tradición.
Dista de la capital, Palencia, 23 kms. y la villa está instalada a 766 metros de altitud, al socaire de la Cueva Grande (877 m), disponiéndose su núcleo urbano en forma de cuña, en la intersección de dos fértiles valles y de los arroyos que les formaron: Maderano y Valle de Cerrato. Entre sus fuentes destacan Carravalles, Valdesanjuan y del Horno.
Cevico de la Torre limita con por el norte con Hontoria de Cerrato, Valle de Cerrato y Vertavillo por el este, con Alba de Cerrato, Población de Cerrato y Cubillas de Cerrato por el sur, y con la provincia de Valladolid y Dueñas por el Oeste .
Tiene un clima con las siguientes características: • La precipitación anual varía entre los 400 y los 500 ml. de lluvia • Los días de precipitaciones al año superan los 100 • La temperatura media anual está entre los 11 y los 12° C • La diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la del más frío son unos 18°C • En invierno las temperaturas medias son inferiores a los 6° C • Son muy numerosas las heladas (desde noviembre hasta abril) • El verano es la estación seca con altas temperaturas y escasez de agua. Su clima es continental, con inviernos fríos y secos. Los veranos son cálidos. Las primaveras y otoños, son cortos y placenteros.
FLORA
En cuanto a la vegetación, el bosque autóctono es de tipo mediterráneo, de encina y carrasca, adaptado al clima y el suelo.
En medio de la sequedad del término, pueden verse bosquecillos a las orillas de los riachuelos. Allí crecen árboles como el chopo, el sauce y el olmo común, aunque este último va desapareciendo poco a poco por la enfermedad de la grafilosis.
Los pastos de la cuesta se han aprovechado para el pastoreo desde tiempos remotos, pero últimamente ha sido tan intenso el apacentamiento que ha dejado el suelo desnudo y expuesto a la erosión.
PLANTAS
En el término de Cevico de la Torre, se producían en estos sus labrantios y montuosos campos, otros vegetales, como raíces y yerbas medicinales, modificativas, naturativas, supurativas, mundificativas, diuréticas, aperitivas, extractivas, incarnativas, atemperantes, atenuantes, rarificativas, diaforéticas, penetrativas, resolutivas, anodinas, lenitivas, sedativas, mordientes, cáurticas indurativas, repercusivas, astringentes, consolidantes, coagulantes, descoagulantes, narcóticas, soporíferas, pectorales, cordiales, lombrifugas, febrifugas, nervinas, balsámicas, y de otras calidades, porque se crían en ellos.
Haciendo alfabética relación de algunas, el Aro, Abrotano, Agricoma, Arrayan, Acederas, Amapolas, Buptalmo, Bardana, Brionia, Blugosa, Becabunga, Bellota, Betónica, Brunela, Calaminta, Chicorias, todas las especies, Cicuta, Centaura menor, centinodia, Cinoglosa, Dormideras, Deipsaco, Eringio, Enebro, Epitimo, Etetro, Erissino, Espárrago, Espliego mucho y granado, Estepa con abundancia, Escorzonera, Escordio, Eufrasio, Escabrosa, Endivia, Fumaria, Fabaria, Filipéndula, Gammón, Gremma, Gordolobo, Gayubas a montones, Gatuñas, Geranio, Genciana, Hisopo especial y bastante, Hipericón, Hirundinaria, Linaria, Lirios, Llanten, Lingua cervina, Malvaviscos, Madreselva, Majuelas, Manrubio, Mejorana, Meltiloto, Millefolio, Manzanilla fina, Milpies, Mastuerzo, Ombligo de Venus, Orégano, Ortigas, Pentaphilon: Pencedano, Primilaveris, Pilosela, Peonia, Pinpinela, Pinillo, Platero, Poleo, Quinquefolio, Rubia, Romero, Ruda, Retama, Salvia, Sabina, Siempreviva, Solana, Simphito, Sanguinaria, Senecio, Taraxacón, Tlaspios, Tomillo, Verbena, Beleño, Viscoquerquino, Zaragatona.
Cangrejos (Astacidae) -muy apreciada su pesca en los arroyos del municipio-. En los páramos y valles: Perdices, Codornices (Phasianidae). Liebres, Conejos (Leporidae). Tórtolas. Palomas torcaces (Columba palumbus). Palomas zurita (Columba oenas). Tórtolas (Columbidae). Sisones, Avutardas (Otididae). Picazos o Urracas (Corvidae). Vencejos (Apodidae). Golondrinas. Pardales. Calandrias. Terreras. Bisbitas. Collalbas rubias. Currucas. Aguilucho cenizo.
En cuanto a la fauna también tiene especies únicas como la alondra dupont o un tipo especial de verderón, además de aves rapaces, patos azulones, lobos, jabalís y muchos otros animales.
TOPONIMIA
HISTORIA DE LA COMARCA DEL CERRATO
CONTEXTO HISTÓRICO QUE AFECTÓ A CEVICO DE LA TORRE
A mitad y finales de la Edad de Bronce (2200-900 a. C.), existen vestigios del fenómeno campaniforme, procedente sobre todo de la zona cantábrica y Álava. En esta época predominó la metalurgia del cobre y a finales de ella se originaron los diferentes pueblos prerromanos, que los cartagineses y los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica.
El 29 a. C., Estatilio Tauro, llevó a cabo una campaña contra los vacceos. Trasladó su campamento a Sasamón en Burgos, cerca de Castrojeriz. En aquel tiempo, El Cerrato se denominaba Campus Gothorum.
EDAD ANTIGUA
Al analizar los orígenes de los primeros pobladores de la comarca cerrateña, cabe mencionar a los vacceos y los arévacos, pueblos de origen celta que se instalaron por estas tierras, allá por el siglo III a. C.
Ocuparon la zona, marcando los límites al Este, los ríos Pisuerga y Arlanza. Palenzuela, fue una población de gran importancia para el pueblo vacceo, cuyo castro dominaba toda la zona. Los castros hispano-romanos, los ce-vicos, y castrillos, fueron con el tiempo derivando en las villas de origen medieval, fortificadas.
Estas fortificaciones, estaban construidas en mampostería, sillarejo y sillería. Hoy en día, muchas de las piedras de sillería de estas construcciones, han terminado siendo expoliadas y utilizadas para la construcción de otros edificios.
En el año 447, el emperador romano Teodosio II, arrasó Pallantia hasta que en el 510 comenzó el poblamiento visigodo del territorio. El rey Leovigildo quedó como único monarca en un reino muy fragmentado.
Son numerosos los hallazgos arqueológicos encontrados en la zona a lo largo de los años. Uno de los más interesantes se dio en el año 1895, cuando un vecino encontró en una cueva huevos de ánsar -una especie de ganso grande de la familia de las aves acuáticas Anatidae, esta especie de ganso también es conocido como ganso común u oca común - , del Mioceno - comenzó hace 23 millones de años y terminó hace unos 5 millones de años -.
Este hallazgo de gran valor por su escasez y fragilidad, se encuentra en la exposición permanente del Museo de Ciencias Naturales, “El Origen de la Tierra y la Vida”, en Madrid.
EDAD MEDIA
Existían también las behetrías, que eran una especie de repúblicas o señoríos, que elegían por jefe o señor a quien les parecía, entre los de un determinado linaje. Los concejos hacían rechazo de los mandatos reales que estimaban contrarios a los fueros, de ahí proviene la histórica frase castellana: «Las órdenes del Rey son de acatar, pero no son de obedecer si son contra fuero».
Las Merindades, comprendían a bastantes municipios, al frente de las cuales estaba un Merino, que actuaba como representante del Rey. Entre las Merindades de Castilla, se encontraba la Merindad del Cerrato.
Los Jueces o los Sayones, que desde un castillo regían pequeños territorios, llamados Alfoz o suburbios y las aldeas, centros de población local, de entre 5 y 20 familias, cada una con un Concejo de Villa, que era el que gobernaba. También se gobernaba por la costumbre.
Cevico de la Torre fue una de las soberanías en la que el poder de la comunidad emanaba del pueblo. Los alcaldes se elegían democráticamente. Las asambleas solían celebrarse en los atrios exteriores de las iglesias o plaza pública, «estando ayuntados a campana repicada según lo habemos por uso e costumbre de nos ayuntar», dice textualmente un acta concejil.
El pueblo se fortificó con una sólida muralla para defenderse de los sarracenos. Castilla se dividía en dominios. En el año 750 la comarca vivió una espantosa hambruna que obligó a los moros a ausentarse de estas tierras.
En el documento se hace una referencia a que este monasterio pertenecía a la familia real desde antes pudiendo remontarse al conde Fernán González. Junto al monasterio de Retortillo se incorporan a Arlanza estas posesiones: San Millán de Belbimbre, Santa Juliana de Burgos, San Fausto de Cerezo, pozos de sal en Añana, la iglesia de San Román de Carazo, San Juan Bautista de Huerta de Rey, bienes en Quintanaraya, Zayas, Arauzo de Salce y de la Torre; Hontoria de Valdearados.
Es de suponer que, en época visigoda, siguiera poblado este lugar, máxime teniendo en cuenta su excelente situación geográfica y la fertilidad de sus campos.
Se sabe con certeza, que este término estuvo poblado como otros muchos del Cerrato, en tiempos mozárabes (siglos VIII y IX), pues fueron hallados sarcófagos de esta época. También fueron halladas en este término municipal, monedas árabes , dirhemes.
Parece ser que fue lugar murado - poner muros o murallas alrededor de un terreno o ciudad - , que encerraba el “vico” (poblado).
En el último tercio del siglo IX, al ser reconquistada esta zona por las tropas cristianas de Don Alfonso III “El Magno”, fue fortificado y repoblado este lugar.
Es decir que los reconquistadores cristianos, no solamente cercaron con murallas el antiguo casco de la villa, sino que, también, levantaron una imponente torre o atalaya, que enlazaba con las murallas, para otear el horizonte, advertir la presencia del enemigo y comunicarse con otras fortalezas.
Todo parece indicar que la torre medieval de Cevico se hallaba ubicada en el montículo donde hoy se asienta el templo parroquial de San Martín de Tours. Es probable que, en la construcción de esta Iglesia de San Martín, fueran aprovechadas las piedras de dicha desaparecida torre o atalaya.
En 1059, figura el lugar de “alio Cevic”, (“el otro Cevico”) en un documento (donde ya se ha mencionado a “Cevic Nabero”) y que corresponde a Cevico de la Torre. En este documento el Rey Don Fernando I confirmó las donaciones que hizo su padre Don Sancho “El Mayor” a la Diócesis de Palencia, restaurada por éste último en 1035.
Fernando I de León, llamado «el Magno» o «el Grande» (c. 1016-León, 27 de diciembre de 1065), fue conde de Castilla desde 1029 y rey de León desde el año 1037 hasta su muerte, siendo ungido como tal el 22 de junio de 1038.
Fernando I de León
En 1119, la Reina Doña Urraca de Castilla hizo donación de la villa de Cevico de la Torre a favor de de su co hermana Doña Estefanía de Armengol, nieta del Conde Don Pedro Ansúrez.
En el siglo XII, fue construido el primitivo palacio que perteneció, en el transcurso del tiempo, a distintos personajes de la nobleza, entre los que figuraban el Duque de Arcos y el Conde de Oñate. Dicho palacio estuvo defendido por cuatro torreones, barbacana y muralla. En el siglo XVIII, todavía se mantenía en pie, hoy solo quedan restos de dicho edificio.
En el siglo XII, fue construido el Monasterio del Aguachal.
En 1255, el Rey Don Alfonso X dio a Doña Mayor Arias, viuda de Garci Fernandez, Mayordomo Mayor de la Reina Doña Berenguela, en recompensa por sus servicios, el señorío y demás derechos pertenecientes a la Corona, en Cevico de la Torre, excepto el ejercicio de la Justicia y el tributo llamado de moneda; pero, dicho monarca mandó destruir la “torre” y prohibió que en lo sucesivo, en esta villa se construyera ningún castillo ni torre, sin previa autorización suya.
Alfonso X de León y II de Castilla, llamado «el Sabio» (Toledo, 23 de noviembre de 1221-Sevilla, 4 de abril de 1284), fue rey de Castilla y de León.
En el siglo XIV, se documenta < Ceuico de la Torre, con sus iglesias de sanct Martín y santa María >
En 1345, la villa de Cevico de la Torre ya era Cabeza de Arciprestazgo en el Arcedianato del Cerrato de la Diócesis de Palencia.
Por entonces, existían en esta villa dos templos parroquiales, la primitiva Iglesia de San Martín - anterior a la actual, de la misma advocación - y la Iglesia de Santa María, hoy desaparecida. Ambos edificios, quizá, fuesen de estilo románico.
En 1352, en lo civil, Cevico de la Torre era lugar solariego de la Merindad de Cerrato y pertenecía a Don Nuño de Vizcaya, heredándolo posteriormente Doña Juana de Lara.
El señorío de esta villa pasó después a los Condes de Oñate, herederos de los Señores de Vizcaya.
El condado de Oñate es un título nobiliario español creado el 18 de septiembre de 1481 por
los Reyes Católicos a favor de Íñigo Vélez de Guevara y Ayala, XIII Señor de Oñate, Adelantado Mayor del Reino de León, Miembro del Consejo del Rey, etc.
Este título lo había concedido previamente el rey de Castilla Enrique IV en 1469 a Íñigo Vélez de Guevara y Ayala, pero no fue confirmado hasta 1481 por su hermana, la reina Isabel.
Se concedió la Grandeza de España en 1640, por parte de Felipe IV, a Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, casado con Catalina Vélez de Guevara, V condesa de Oñate.
Su denominación hace referencia a la localidad de Oñate, provincia de Guipúzcoa, España.
Escudo de los Oñate
También existía en Cevico de la Torre, el Palacio del Conde de Oñate, posteriormente Casa Palacio de los Tovar (siglo XIV), con sus escudos de armas y de la cual, se conserva escondida entre el caserio anejo, una de las cuatro torres circulares que disponía en las cuatro esquinas de la mencionada casa fuerte.
El Palacio de los Oñate, es una construcción del S. XIV. En el S. XIII el Rey Alfonso X manda destruir la torre. Tuvo cuatro torreones y una muralla de mampostería. En la actualidad sus restos se encuentran revestidos de construcciones modernas. Por encima de las viviendas pueden verse restos de sillería pertenecientes al palacio. En la parte posterior una torre cilíndrica construida en piedra blanca irregular. En el interior de una de las viviendas se conservan alfarjes con su decoración pictórica primitiva de origen mudéjar. Entre los escudos heráldicos que se conservan podemos ver el de los Tovar, los Castilla y los Sarmiento.
Los escudos de los Tovar y de Castilla, supone que este edificio se levantó durante el Señorío de Juan Fernández de Tovar y Leonor de Castilla, en el siglo XIV. Existen también los escudos heráldicos de los Sarmiento, con los trece roeles aportados por la esposa de Sancho Fernandez de Tovar.
En el siglo XIV, Cevico de la Torre era ya Señorio de los Tovar, siendo Francisco de Tovar con quien se acaba la sucesión, pasando esta villa por compra a la Casa de los Manuel.
Don Juan Manuel, Obispo de Zamora y Siguenza y Señor de Cevico de la Torre, fusiona en 1589 la Casa de los Manuel con el Ducado de Nájera, declarando como sucesor y heredero a su sobrino Don Manrique de Lara Acuña.
En 1474, existían judios en Cevico de la Torre. Por el repartimiento de tributos efectuado dicho año por Rabbi Jacob Aben-Nuñez, a las aljamas de Cevico de la Torre, Castrillo de Onielo y Pinilla, se sabe que dichas juderías pagaban, en conjunto, 700 maravedies.
Los Condes de Oñate fueron los últimos dueños y Señores de Cevico de la Torre.
LA REPOBLACIÓN EN EL CERRATO PALENTINO
ANTECEDENTES
En un principio, allá por los albores del siglo VIII, la expansión musulmana se realizó de manera rápida por toda la Península Ibérica hundiendo en la miseria a los antiguos pobladores visigodos.
Sanchez Albornoz, habla de despoblamiento total al paso de las hordas árabes. Menezdez Pidal, indica que nunca se despobló del todo. Los textos árabes indican que las tierras cerrateñas, lo mismo que otras aledañas, fueron asoladas además, por una tremenda y prolongada sequía , que obligó, tanto a los cristianos como a los bereberes, a replegarse hacía zonas más propicias.
Estas circunstancias facilitaron las campañas de Alfonso I, el Católico, yerno de Don Pelayo, y su hijo Fruela, que desertizó los "campos quos dicunt goticos usque ad flumen Dorium eremanit", prendiendo fuego y arrasando todas las villas y ciudades.
La crónica de Alfonso III añade que "en todos los castros, villas y aldeas que ocupó, mató a todos los pobladores árabes y a los cristianos se los llevó consigo, sus rebaños y enseres a las tierras del Norte". Se ubicaron en tierras cántabras de Liébana, Reinosa y Santander. Otros lo hicieron en Losa, Mena, Carranza o Encartaciones. En definitiva, fue una masiva repoblación de lo que hoy conocemos como Asturias, Cantabria y parte de Burgos y Vasconia ( Bardulia o Vardulia).
Como consecuencia, hubo un aumento importante de la población en los valles cántabros al recibir a los hispanogodos y mozárabes, que llegaban huyendo del invasor desde las llanuras de los rios Arlanza, Pisuerga y Duero y un cambio en los hábitos y formas de vida de los cántabros y vascones, asimilando las instituciones hispanogodas y transformando sus comportamientos culturales, sociales y económicos, hasta entonces muy atrasados, en un "proceso de aculturación", influjo del monacato, que se instala en estos valles, fundando cenobios y monasterios, especialmente en los territorios de Liébana y Bardulia, en los siglos VIII, IX y X.
Con motivo de la crisis mozárabe en Al-Andalus y la revuelta "muladí" -cristianos pasados al islam-, se debilitan sus dominios en los territorios que ocupa el actual Cerrato palentino; la densidad de población, que el historiador Plinio daba para el "conventus asturiense" ,una población que no llegaba a 6 habitantes por km2, a partir de la huida de los habitantes de la Meseta hacia los refugios del Norte, los valles cantábricos se superpueblan.
Esta huida de los cristianos , seguidos de sus obispos, es descrita así por un Anónimo Mozárabe: "Dirigiéndose fugitivos a las montañas, sucumben de hambre" . Por otro lado, La Crónica de Alfonso III dirá: "Entre los godos que no perecieron por la espada o de hambre, la mayoría se refugió en esta patria de los asturianos".
El monje de Arlanza dice: "Eran en poca tierra muchos hombres juntados. Visquieron castellanos grand tiempo mala vida; en tierra muy angosta de viandas fallida. Lacerados muy grand tiempo a la mayor medida; véyense en grand miedo con la gent descreyda".
LA REPOBLACIÓN
Al finalizar el siglo IX, los ejércitos cristianos reconquistaron el lugar, con lo que se inició su repoblación, que sucedió reinando Alfonso III el Magno. Durante la época de la Reconquista, entre los repobladores se encontraban gentes procedentes del Norte, como los cántabros, llegados a la zona del Cerrato, a través de la «ruta de los foramontanos», y no pocos mozárabes provenientes de Al-Ándalus, o parte de la población musulmana que permaneció bajo señores cristianos en los territorios conquistados.
Estos convivieron con el colectivo judío existente. Muchos de estos repobladores, eran descendientes de antiguos moradores de la zona cerrateña, que decidieron emigrar hacia zonas no controladas por la morisma, más al norte, hacia el Cantábrico.
Los primeros repobladores del Cerrato y por ende los primeros "ceviqueños", van a convertirse en pequeños propietarios libres.
Si la presura denota una sociedad desorganizada, la repoblación concejil será, más tarde, un nuevo paso hacia el sistema organizado, dando lugar a los municipios con sus límites perfectamente marcados por los reyes y condes, que los enriquecerán con fueros y cartas-pueblas.
Realizaron presuras de terrenos, restauraron iglesias y recuperaron molinos con el fin de labrarse una nueva tierra donde vivir. Cada familia recibía en base al derecho de presura, la superficie de tierra que se podía arar en un día.
El poema de Fernán González lo canta así: "Villas y castillos tengo, todos a mi mandar son; dellos me dejó mi padre, dellos me ganara yo. Los que me dejó mi padre poblelos de ricos hombres, los que yo me hube ganado poblelos de labradores. Quien no había más que un buey, dábale otro que eran dos; el que casaba su hija le daba yo rico don; cada día que amanece por mi hacen oración..."
El Conde Rodrigo reorganiza el movimiento repoblador tras la ocupación de las fortalezas de Amaya, Mave y Saldaña. Se traduce todo ello en privilegios, libertades, exención de impuestos y cargas fiscales para favorecer la expansión en toda la zona cerrateña.
Durante el reinado de Ramiro I, hubo un parón en la repoblación por tierras de Castilla. En esta época era II Conde de Castilla, "por la gracia de Dios", Diego Rodríguez, hijo de Rodrigo, y con él, se creó una nueva línea defensiva siguiendo el curso del río Arlanza.
Los condes levantan sus fortalezas y castillos para defender a quienes trabajan en el llano. Ejemplos son los de Palenzuela, Valdecañas, Hornillos, Baltanás, Cevico de la Torre, etc. Los monjes hacen una repoblación monástica con predominio de la riqueza ganadera sobre el cultivo. Un ejemplo es el Monasterio de San Pelayo Martir en Cevico Navero, según documento de Doña Jimena, esposa del Cid.
El sistema de ocupación de la tierra tiene una estructura social abierta que ya se podría llamar "democrática, pues aquellos hombres libres se rigen por sus propias costumbres locales antes que por el rígido Fuero juzgo".
Dirá Sánchez Albornoz, que la intervención popular en la vida política era directa, fruto de "ese dramático resistir y batallar de un pueblo libre en que se habían fundido tres razas como la cántabra, la germana y la vasca". También hay vestigios arquitectónicos y artísticos de mucho valor en la zona, de aquella época.
LOS FORAMONTANOS
La palabra "foramontanos" se deriva de las latinas "foras monte" = fuera de la montaña.
Hacia el año 814, Los Anales castellanos dan la noticia: "Exierunt foras montani de Malacoria et venerunt ad Castella".
Perez de Urbel comenta el texto diciendo que: "es una emigración en masa de gentes de las estribaciones orientales de los Picos de Europa, donde estan las Mazcuerras, hacia Bricia, Campoo, Saldaña. Bajan de Cabuérniga y Cabezón por la Braña del Portillo hasta el nacimiento del Ebro; pasan cerca de Reinosa y al penetrar en la llanura se convierten en "foramontanos" .
Dice Jusué: "El término foramontano, responde a un concepto de geografía humana y alcanza a los habitantes de estirpe astur, cántabra y vasca que ocupaban las comarcas situadas al sur de nuestra Cordillera Cantábrica".
La Ruta de los Foramontanos que nos ocupa pasaba por Cabuérniga y los Sejos, llegaba a Campoo, atravesando el Puerto de la Palombera y cruzando el río Camesa. Continuaba por Brañosera, por el puente romano de Nestar, el Pisuerga hasta adentrarse en Tierra de Campos y el Cerrato.
Se desplazaban de norte a sur lentamente, cultivando tierras y defendiéndolas tras las fronteras naturales de ríos como Arlanzón, Arlanza y Pisuerga, viviendo a la sombra de los castillos que reforzaban aquellas mismas rayas fronterizas. Aquí experimentan la dureza de la vida y la pobreza de aquellos tiempos.
El foramontano, que había salido del valle angosto y húmedo del Norte, se asentaba en la meseta o el páramo; en ese momento comenzaba un valiente. Luchaba con una mano y con la otra cultivaba su campo y alzaba su casa. Estos hombres se movían impulsados por un instinto de libertad, amparados por el Fuero.
Era la exigencia de su libertad, lo que se podría llamar "democracia" castellana, que tiene su expresión en el "concejo abierto y a campana tañida", en el pórtico de las iglesias.
Nacieron los jueces que se encargarán de resolver por el sistema de "albedrío" los espinosos asuntos comunes. Obispos y clérigos, abades y gasalianes, libres y siervos comenzaron a ocupar, a deforestar, a labrar la tierra inculta y a llenarla de pueblos con nombres de raíces cántabras, vasconas, mozárabes y visigodas.
Dirá el juglar: "Harto era Castilla pequeño rincón cuando Amaya era cabeza y Fitero mojón". Empiezan a ser cultivadas las ricas tierras cerealistas en el límite de los tres antiguos pueblos, de los Vacceos, Turmogos y Cántabros, por el que cruzará la calzada romana que a partir de aquellas fechas se inscribirá en la historia como "camino de foramontanos".
Diego, hijo del conde Rodrigo, continuará el avance hacia el sur, repoblando Villadiego y el Cerrato palentino, en el año 881. Como ya hemos indicado, en la repoblación son límites de referencia y seguridad los ríos, el Pisuerga, en el occidente, y de norte a sur, Arlanzón, Arlanza y Duero. Junto a ellos se van levantando castillos y fortalezas, tales como Monzón y Dueñas; junto al Pisuerga, Palenzuela o el de Hornillos. Junto al Arlanzón, Castrojeriz. A orillas del Arlanza, Carazo, Lara. Junto al Duero, Roa, Peñafiel.
Dirá Peréz de Urgel que "no se da un paso sin levantar un castillo". Alguien añadirá que las tierras cerrateñas, junto al Arlanza y el Arlanzón fueron "el granero que mató el hambre secular de los foramontanos". En la etapa que va del 850 al 911, y coincidiendo con los grandes condes de Castilla, estos aprovechan las nuevas oleadas que salen de sus refugios "intramontanos" para extender la frontera y la repoblación hasta el Duero.
Como se ha podido deducir en muchos casos los apellidos que pueblan los municipios cerrateños y Cevico de la Torre es uno de ellos, son de origen "foramontano", osease de procedencia cántabra, vascongada o más concretamente de la Bardulia.
Castilla, Cantabria, Vasconia. He aquí unos nombres entrecruzados, unidos, en el momento en que como se dice en el Cantar de Mío Cid: "a priessa cantan los gallos / e quieren quebrar albores". Esto significa que cuando los gallos de nuestra empresa histórica del Medioevo quieren quebrar albores para empujar a la morisma a sus lejanos reductos, se presenta lo cántabro, lo vascón y lo castellano como una masa común
Esto es, a grandes rasgos, el fenómeno de la histórica repoblación castellana llevada a cabo por unos protagonistas llamados foramontanos.
Cevico de la Torre, al igual que otras localidades de la zona, sería repoblada a raíz de la reconquista de estos lugares en el último tercio del siglo IX y era lugar de behetría de Juan Rodríguez de Sandoval, teniendo como señores naturales a los Lara, Vizcaya y Valverde.
El señor recibía la otra mitad de la martiniega y yantar. Además, por infurción cuatro celemines de cebada y tres de trigo, así como media cántara de mosto y un sueldo viejo. Los Lara y los Vizcaya recibían como deviseros, 6 maravedís, y el resto 4.
En 1145, bajo la protección de Alfonso VII, pasa a los Canónigos Regulares y en 1156 o 1159 a los Premostratenses. Fue filial de Nuestra Sra. de la Vid (Burgos).
En 1352, las behetrias de la Merindad de El Cerrato, pertenecían a Juan Rodríguez de Sandoval, nombrado caballero en Burgos, por el Rey Alfonso XI de Castilla en 1330, junto al que lucho en la reconquista de Algeciras en 1344. Estuvo casado con Juana de Castañeda.
El señorío natural de ambos lugares pertenecía a la Casa (linaje) de los señores de Lara, Vizcaya y Valverde. También tuvo mucha influencia el linaje, la familia de los Velasco, Condestables de Castilla.
EDAD MODERNA
En 1475, esta villa seguía adscrita a la Merindad de Cerrato y pagaba 22.493 maravedies de tributos.
En 1545, Cevico de la Torre seguía siendo Cabeza de Arciprestazgo en el Arcedianato de Cerrato de la Diócesis de Palencia. Pero por entonces solo figuraba un Párroco, quizá porque ya no estuviera abierta al culto la desaparecida Iglesia de Santa María.
En el último tercio del siglo XVI, se construyó la actual Iglesia Parroquial de San Martin de Tours, de colosal fábrica renacentista, que vino a sustituir al primitivo templo de igual advocación, sin duda por hallarse este en ruinas.
Sin lugar a dudas, la Iglesia de San Martín de Tours es la seña de identidad de Cevico de la Torre.
La edificación de este templo monumental, que subsiste en la actualidad, fue encargada a Francisco del Río, maestro de cantería, de la Merindad de Trasmiera, en Cantábria, pero este, en 1580 tuvo que traspasar la ejecución de dicha obra a Pedro y Francisco del Río, ambos, maestros de cantería de la misma Merindad, ya que el primero de los citados no pudo cumplir su compromiso por estar al servicio del Rey Don Felipe II, en la grandiosa obra del Monasterio de El Escorial.
En 1.600 continúa la obra Martín de Uriarte, pero se interrumpió debido a los pleitos que mantuvo su viuda Ana Gricio con el clero.
Esta monumental Iglesia Parroquial de San Martín de Tours es renacentista, el estilo imperante en la época de su construcción, y está ubicada sobre un montículo 760 m. al que se sube por una gran escalinata de piedra bien labrada, de 92 peldaños.
Su finalización completa llegó en 1611 con Bartolomé de la Calzada, con una esbelta torre de cuatro cuerpos cuyo cuerpo final, alojando la campanería, es obra de ésta época.
El acceso actual se realiza por el lateral de la epístola a través de una portada de principios del siglo XVII, y en el interior se aprecia una arquitectura regia como la exterior. La cubierta en gran parte de la nave es de construcción moderna en madera, ya que las bóvedas originales se derrumbaron en el año 2003. Hacia la cabecera puede apreciarse el último cuerpo de bóveda, que si que conserva las yeserías originales. En la sacristía, por otro lado, se conservan unas elaboradas yeserías rococó del siglo XVIII para la bóveda que cierra su techo.
En su interior se aprecian un retablo mayor y tres retablos menores, además de numerosas imágenes repartidas por el espacio del templo. El retablo mayor fue construido entre los años 1666 a 1670, por Cristóbal Ruiz de Andino y Antonio de Villota, y dorado en 1676 por Gaspar Díez del Pozo. Contiene pinturas de gran formato de la Santa Cena, la Inmaculada, la Resurrección, y la Asunción.
El conjunto escultórico de San Martín y el mendigo y el Calvario son obras del escultor Andrés de Oliveros de 1672, mientas que el tabernáculo contiene un Cristo de marfil del siglo XVIII.
En el lado del Evangelio se sitúa un retablo barroco de 1624, labrado por Marcos de Garay, con seis pinturas sobre tabla con asuntos de la vida de la Virgen, y escultura de la Virgen con el Niño, atribuible a Francisco Alonso. A su lado, y sobre el acceso a la sacristía, hay un cuadro de Cristo Vestido de Sacerdote del siglo XVII del taller de Felipe Gil de Mena, y más adelante, entre imágenes del siglo XIX distribuidas a lo largo de las paredes, destaca una escultura de San Miguel del siglo XVII, del taller de Juan de Ávila.
En el lado de la epístola se halla un retablo barroco del siglo XVIII con una gran pintura de San Martín y el pobre y motivos de ánimas, atribuible al pintor de Dueñas, Alonso Caballero y frente a él una pila bautismal del siglo XV.
Continuando por este lateral se encuentra un retablo del siglo XVIII sin dorar que contiene una Virgen del Rosario y un San Sebastián. Por este recorrido se encuentra también una escultura de Juan Bautista también atribuible al taller de Juan de Ávila.
En la capilla situada al pie de la nave central, en su día zona de acceso preferente al templo, se encuentran depositadas varias imágenes, entre ellas la más valiosa la Virgen de Nuestra Señora de Palacios, talla románica de los siglos XII-XIII, que fue trasladada allí desde la ermita de dicho nombre.
En el coro un magnífico órgano barroco con el que también se cuenta en el templo es obra de Francisco Fernández de Valladolid, de 1790. Fue restaurado recientemente y su caja de rico colorido está coronada por un ángel músico.
Anteriormente, hubo dos órganos, uno de 1745, obra de Antonio Rodríguez de Carvajal y otro que se quemó, construido en 1730 por Domingo de Galarza.
Esta iglesia está abierta al público durante los veranos durante mañanas y tardes, y una vez al año se ofrecen conciertos de órgano.
Organo en el interior de la Iglesia de San Martín de Tour
Este conjunto arquitectónico religioso, está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
En 1752, Cevico de la Torre era villa de señorío de la Provincia de Palencia, con Gobernador y Teniente. Pertenecía al Duque de Arcos, Maqueda y Nájera.
El Ducado de Arcos es el título nobiliario español que la reina de Castilla Isabel I la Católica concedió el 20 de enero de 1493 a Rodrigo Ponce de León, por elevación del Condado de Arcos, compensación que, junto con la permuta de Cádiz por el Condado de Casares, se hizo por la supresión del Marquesado y del Ducado de Cádiz, que revirtieron en la Corona.
Escudo del Ducado de Arcos
Es uno de los títulos nobiliarios más importantes de España, y se le concedió la grandeza inmemorial de 1520, por el Emperador Carlos V.
Su población era de 302 vecinos y había 216 casas habitables y 3 inhabitables. Entre los edificios habitables figuraba el palacio del Duque de Arcos.
Dentro de su término había también 34 colmenares y dos molinos harineros. Uno de estos molinos estaba situado en el arroyo principal (Maderano), en el pago de Vadillo y el otro en el pago de Matamar.
Su territorio comprendía 7.824 obradas; de las cuales, 1.850 eran tierras de sembradura de secano, 1.500 de viñedo, 86 y media de prados, 2.128 de montes y el resto, de pastizales, laderas, etc. Asimismo, Cevico de la Torre tenía un término comuniego con Tariego, de páramo raso, de 4.328 cuartas de superficie, de las cuales, la mitad pertenecían a cada villa de las citadas.
En 1785, Cevico de la Torre era villa de señorío secular del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia, con Alcalde mayor nombrado por el Duque de Nájera.
El Ducado de Nájera es un título nobiliario español, originario de la Corona de Castilla, concedido por la reina Isabel I de Castilla el 30 de agosto de 1482 a Pedro Manrique de Lara y Sandoval, II Conde de Treviño y Ricohombre de Castilla, en premio a sus servicios a la Corona, «Acatando los muchos e buenos e grandes e leales e señalados servicios que nos habedes fecho e facedes cada día».
En 1520 el emperador Carlos I de España distinguió a los duques de Nájera con la dignidad de Grandes de España.
En el siglo XVIII, algunas de las familias residentes en esta villa poseían entre otros, los siguientes apellidos : Aguirre, Alvarez, Antolino, Aragón, Arnáiz, Atienza, Barrio, Bujedo, Calzada, Calleja, Castañeda, Coloma, Cuadra, Chacón, Francos, Herrero, Medina, Monedero, Montoya, Nieto, Palenzuela, Patiño, Portillo, Quevedo, Ribas, Salas, Torres, Trejo y Zamora.
En Cevico de la Torre residieron, en diferentes épocas, bastantes personajes de la nobleza. Los vecinos de esta villa que probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid, fueron Don Diego Angulo (año 1559) y Don Lorenzo de Barona Santiago (año 1770).
Además, algunos edificios ostentaban escudos heráldicos de los Oñate, Aguirre, Monedero, Salas y Nieto, antepasados de mis buenos amigos, Juan Ramon Nieto de Cossio y Eduardo Gil Lang, este descendiente de los Condestables de Castilla y los Duques de Frías.
Rápida ojeada histórica desde el siglo XI hasta nuestros días
EDAD CONTEMPORANEA
En 1826, Cevico de la Torre era villa secular del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia, con Alcalde Mayor de primera clase y dos Ordinarios. Su población era de 520 vecinos (1.861 habitantes).
En aquel tiempo, además del templo parroquial, existían cinco ermitas.
Nuestra Señora de Palacios o Santa Palacios, situada junto al cementerio actual, con restos góticos - pertenecía a la Orden de San Juan de Jerusalen hasta la Desamortización en el siglo XIX y fue Iglesia de los Templarios en la Edad Media, hasta el siglo XII, siendo el templo más antiguo de la localidad. Este pequeño edificio de apenas 75 m2., conserva aún restos románicos en el ábside y en su portada, aunque el aspecto que ofrece hoy es fruto de remodelaciones.
Fue reedificada en 1933 con fondos de la Fundación Monedero y por ello contiene desde 1925 un mausoleo con los restos de D. Pedro Monedero Martín, filántropo natural de esta villa y fundador del Asilo de Santa Eugenia, con una escultura del mismo que tiene su verdadero rostro, realizada a partir de una máscara mortuoria.
En su momento en este templo se encontraba expuesta la imagen de Nuestra Señora de Palacios, en un retablo del siglo XVIII sin dorar, con signos de expolio.
Asimismo, el edificio se encuentra en estado de ruina. La pequeña imagen románica de madera repintada, se encuentra hoy en día en la iglesia de San Martín de Tours.
Ermita de la Virgen del Monte o de Rasedo
Las otras ermitas, Nuestra Señora del Monte o del Rasedo (siglo XVI), con pequeña imágen de la Virgen del Monte esculpida en alabastro y que según relata la tradición, apareció escondida en el tronco de un roble en 1548.
Esta ermita está situada sobre un cerro de 876 m. de elevación. El aspecto que ofrece hoy es fruto de una reconstrucción casi completa en 1942, en la que se amplió en un cuerpo la nave central y se construyó la espadaña. La portada original del templo era de estilo renacentista con un frontón triangular y un acceso porticado.
Contiene un retablo de principios del siglo XVIII de tipo camarín, que recientemente ha sido restaurado, en él está colocada la sagrada imagen.
Los lienzos que también contiene este altar representan las imágenes del Nacimiento y Muerte de la Virgen, San Ildefonso, Santa Cecilia, y Maria Inmaculada. Este altar se halla separado del resto de la ermita por una verja de hierro con púlpito.
En la sacristía se conserva el camarín propiamente dicho, que contiene una azulejería renacentista más antigua que el retablo, y se admiraron también en su momento en ella cinco tablas góticas de los misterios de la Encarnación, Visitación, Presentación en el templo, Circuncisión y Adoración de los Reyes Magos.
La ermita de Santa Ana, construida en el siglo XVIII, situada en el centro del pueblo, con fachada de espadaña, conserva en su interior retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII. Este templo está advocado a San Joaquín y Santa Ana y consta de una nave con crucero. En la sacristía se conserva una bóveda de exuberantes yeserías barrocas.
Ermita - Iglesia de Santa Ana
Fue en 1.631, aún sin terminar el la edificación del templo parroquial de San Martín de Tours, cuando Doña María Gonzalez, esposa del Teniente Gobernador de la Villa, manda según testamento, 4.000 ducados para convertir la ermita de Santa Ana en Iglesia.
En su momento contuvo un retablo mayor central, presumiblemente de esta misma época y que hoy en día ha desaparecido, y a los laterales se encuentran dos retablos barrocos del siglo XVIII que contienen las imágenes de la Inmaculada y de San José.
En la zona del altar se conservan las esculturas de San Joaquín, Santa Ana con la Virgen y un Cristo Crucificado.
En 1847, Cevico de la Torre era villa con Ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás en la Provincia de Palencia. Su población era de 387 vecinos (2.300 habitantes) y había 413 casas.
Entonces, esta villa seguía siendo Cabeza de Arciprestazgo en la Diócesis de Palencia y además de la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, subsistían las Ermitas de Nuestra Señora del Monte o de Rasedo, Nuestra Señora de Palacios o Santa Palacios y Santa Ana.
La villa tenía tres plazas bastante grandes y en una de ellas, la Plaza de la Olma, había una olma - olmo muy corpulento y frondoso, autóctono - de seis varas de circunferencia.
La villa poseía también un Pósito y su paisaje era muy pintoresco, pues estaba rodeada de montes de encina por el Noroeste y sur.
Conserva en la actualidad algunos de los típicos soportales posteados de la característica arquitectura castellana.
La principal actividad de los habitantes de esta villa era la agricultura, la que se componía de 6.000 obradas labrantías y varias huertas. Hay además numerosas bodegas en la periferia del pueblo, dada la popular tradición de viñedos en la zona.
La industria estaba formada por dos molinos harineros, minas de yeso, canteras de piedra y dos alfarerías.
La cultura estaba representada por dos escuelas de primeras letras, una para niños y otra para niñas.
En 1899, el historiador Don Matías Mena y Zamora publicó “El Libro de Cevico de la Torre”.
A finales del siglo XIX comienza la construcción de una de las mayores obras de Beneficiencia que existieron en toda España, el Asilo de Pobres y Desamparados de “Santa Eugenia”. Su fundador fue Don Pedro Monedero Martín. El 20 de agosto de 1900, quedó definitivamente fundada.
La fuente de Don Pedro, más conocida como “La Samaritana”, una estatua de hierro fundido, cuyo nombre artístico es “Ninfa de la Fuente”, está situada a la entrada del municipio, cuyo autor es el escultor Albert Carrier - Bellouse, se erigió en 1903, gracias a la generosidad y agradecimiento de Don Pedro Monedero.
En el municipio también existían situadas al norte en el regazo del pico Castillo y la Cueva Grande, un conjunto de más de cien cuevas habitadas hasta hace apenas 60 años, las del Cotarro de la Horca, las de Cameros y las de la Tejera.
Entre los activos que se ubican en los campos del término municipal, se encuentran siete cabañas o corrales de pastor, siendo los más importantes la denominada El Dragón o el Romeral
Entonces este municipio contaba con una población de 2,235 habitantes.
Por último, en 1930, la villa de Cevico de la Torre contaba con una población de derecho de 1.859 habitantes y poseía 550 edificios y 338 albergues.
En 1950 la villa contaba con 1.600 habitantes.
En la década de los 70, después de la emigración de los años 50 y 60, la villa contaba con 739 habitantes de derecho y 50,90 los km2 de superficie de su término municipal.
En la actualidad (2018) el municipio cuenta con 490 habitantes.
Hallándos e picando en una choza, el reciño Crispulo Ebolet, aparecieron el añ o 1895 curiosísimos huevos fósiles, indudablemente antidiluvianos, que e l sencillo é ignorante campesino, sin pararse á meditar sobre la causa y origen de tan feliz hallazgo, se los entregaba á los chicos, según los iba sacando, para que los pequeños jugasen; destruyendo así objetos tan estimados y que por sí solos constituían para el hombre estudioso un completo tratado de geología y la historia de toda una religión. Afortunadamente pronto corrió la noticia por e l pueblo é ilustradas personas de él recomendaron al campesino guardara los que pudiera hallar en lo sucesivo. De este modo pudiérons e reunir algunos
PATRIMONIO CULTURAL Y ARTÍSTICO
Patrimonio religioso
Iglesia Parroquial de San Martín de Tours
Patrimonio civil
Bodegas
Hay además numerosas bodegas en la periferia del pueblo, dada la popular tradición de viñedos en la zona.
Escultura La Samaritana
También llamada Ninfa de la fuente. Es una escultura de hierro fundido esculpida en 1903 por el escultor francés Albert Carrier Belleuse. Fue fundida en la fundición de arte del Valle de Osne en la Mante-Masne francesa. Esculturas iguales a esta se encuentran en la plaza del hotel de la villa de Pans y en el Jardín de la Alameda de México.
VIDA Y COSTUMBRES
Decía del hablar de los cerrateños de esta zona, el profesor Pablo Cepeda Calzada: "He observado la manera despaciosa de hablar de estos hombres de Castilla, que habitan en los Valles del Cerrato y laboran rudamente en la vega y en el páramo, vapuleados por la inclemencia de las estaciones".
Hay en ello un capricho y una zancadilla verbal, un medirse sutilmente cara a cara con el otro. Por lo tanto, el carácter del cerrateño, es serio, es prudente, y sin embargo alegre.
Es trabajador, sufrido, muy amante de su tradiciones y conocedor de sus oficios. Fuera de su ambiente natural, se muestra un tanto observador y desconfiado al principio, hasta su plena adaptación.
Son sobrios y enérgicos, y sin perder la compostura y aplomo, saben ver el lado oblicuo de las cosas, haciendo piruetas de sorna y sarcasmos agridulces.
El lugar es rico en refranes y dichos como: • «Del Cerrato, moza, miel y gato». • «Estás como un tito». Usado para referirse a alguien que está moreno del sol . • «Un tonto aburre a ciento si le das lugar y tiempo». Empleado para negar la autoridad a alguien.
También se observan vocablos, voces y verbos, como: Abulto. Tolón, persona que exagera. Andalubios. Reguero que dejan las aguas de lluvia en las laderas. ¡Ábate!. Cuidado. ¡Diosle!. Imprecación. Mujeriegas. Estilo de montar de las mujeres. Marrotar. Estropear. Amargacenas. Viento que se levanta al atardecer. ¡No te amuela!. ¡No te fastidia!. ¡Cojona!. Expresión de asombro. Cenacho. Vago. Rodea. Servilleta y trapo de cocina. Pequeñarra. Niño pequeño. Chigüito. Niño. Peribolo. Alguien que no pinta mucho. Ordiga. Golpe. ¡Jobar!. Al fin. Escolumpiar. Balancearse en el columpio. Destrozaterrones. Desgarbado. Cenacho. Persona que no vale mucho. Bobalán. Bobo. Alelao. Lelo. ¡Quiá!. No puede ser. Ceroño. Persona bebida. Zaraballo. Pedazo de pan.
LÉXICO DE LA ZONA CERRATEÑA
Se puede comprobar que en muchos casos, las frases y vocablos, se alargan a modo de cierto cante en la penúltima sílaba. Ejemplo : <Abu…ulto >.
Y el resultado es este trabajo donde se recogen frases de rancia solera, propias del medio rural de la subcomarca de los Valles del Cerrato, construidas con términos de uso habitual en los pueblos del Cerrato y que se definen en el vocabulario, para facilitar su comprensión:
* Llevamos dos semanas que se vienen alternando el ábrigo y el bajero. Hasta que no sople el cierzo o el regañón, no dejarán de caer aguarradas; pero con el cambio, pueden amanecer los árboles con carama.
* No tendrían otra cosa que hacer esos alipendes, que pasar el tiempo dando voltinetas y chingoletas en el pajiguero de la era. Se han puesto de tamo hasta el garbagero y uno va anqueando.
* Como no has querido agarrar del cornijal, he topinado y me he pegado la trapajada al ir a vaciar el costal, en las trojes del desván.
* No me extraña que la gente vaya en manguetas y pernetas. Como el verano siga así, vamos a terminar todos en folguetas, o acabaremos ajigolados en estos retosteros.
* Vi un matacán comiendo mielgas junto a un majano. Le azupé los perros y si que le guiparon, pero al rato volvieron aspiados y con galbana.
* Antes de emparvar, procura abaliar el balaguero y sacar las espigas a la tendida para que se trillen bien y no salgan granzas al beldar.
* Ya me dejarás otro día el macho para coyuntar, porque al llegar al repecho del cotarro del páramo con la yunta, se rompió la costilla del ubio y no pude binar la tierra.
* No hay manera de que arregostes. El otro día ya te caíste relocho por jugar al quiricojo en esos andurriales, y hoy seguro que te esbaras y terminas escalabrado o mancado.
* Antes de las mosterías, tenemos que hacer un lagarejo a ese perillán; que es un fato y nos va a tomar por cenorios a quienes se asusta con sacamantecas.
* Trae los hocinos, las zoquetas y la hacina de los vencejos, que vamos a segar cuatro emelgas al páramo, porque en la vega aún está cerollo.
* En la matanza se pipó de almorzaderas y se chingó unos cancarros de media azumbre, con lo que terminó pilili; y volvió a casa dando argallones. Estaba más atufado que la zarcera.
* Abrígate bien con la pelerina y la chalina; que si no, vas a terminar arrecida con tantafriura como cae. Yo, casi cojo un pasmo por salir sin ponerme la pelliza y el tapabocas.
* Que si once, que si doce arrobas. Tanto porfiar con el peso del cochino, que no quedó más remedio que echar mano de la romana, y empezamos tarde a estazar.
* El viernes santo, las campanas no pueden tocar ni a clamor; así que los monaguillos tocan las carracas y las matracas para que la gente acuda a los oficios y a la carrera.
* El gato del vecino las está pasando canutas. Esta noche "andaba en marzas" y le atinó con las trébedes en todo el espinazo. Debe estar esguarnillado o eslomado.
* Ya tengo preparados todos los belezos para la matanza. Las orzas, la duerna y los barreñones, lavados. Las zafras están llenas y la sal preparada para los perniles y el jamón.
* Si quieres secar bien la ropa, coloca el brasero con la alambrera puesta en el centro del azufrador, para que no se asure ninguna prenda.
* ¡Entrepato!, que no sabes ni hacer adobes ni con la mincalera. En vez de candajear, escorréate con el montero, que si no vas a probar los gabilanes.
* Ayer cerní la harina con el cedazo y ya tengo la masa con la levadura en la artesa; sólo me falta hacer las hogazas y marcarlas con la artera antes de meterlas a la padilla del cocedero.
*Como llovía, preparamos la porronada en el contador de la bodega y pusimos el pozalen la mesa. De avío tuvimos unos chicharrones y unas botagueñas, que acompañamos con un ojogallo "del país" que tenía zurrapas.
* Ya hemos "dado corte". Alcanza los tablones, los machones y el marrano que vamos preparando el castillar, y cuando vengan más aparceros al lagar, giraremos el husillo para que suba el pilón, baje la viga, exprima las uvas y "ganemos trinchera".
* Hoy también había un huevo en álgara, en el gallinero. He cogido todos y he dejado el güero en el nial.
* Por el solano hay dimudo. Estas nubes y la canícula de esta mañana, barruntan tormenta.
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DICHOS - EXPRESIONES
¡ Ábate !: Cuidado.
! Andanda !: Pues fijate.
¡ Diosle !: Imprecación.
! Dejaile !: Expresión derivada del "dejadle".
¡ No te amuela ! - ! No te jiba !: ¡ No te fastidia !.
¡ Cojona !: Expresión de asombro.
! Jobar !: Al fin.
¡ Quiá !: No puede ser.
Tomar la fresca: Al atardecer.
! Virgena !: Imprecación.
! Calla la boca !: A la hora de mandar silencio.
Mismamente: De la misma manera.
! Acémila !: Insulto.
Abulto. Tolón: Persona que exagera.
Andalubio: Reguero que dejan las aguas de lluvia en las laderas.
Mujeriega: Estilo de montar de las mujeres.
Marrotar: Estropear.
Amargacenas: Viento que se levanta al atardecer.
Cenacho: Vago.
Rodea: Servilleta y trapo de cocina.
Pequeñarra: Niño pequeño.
Chigüito: Niño.
Peribolo: Alguien que no pinta mucho.
Ordiga: Golpe.
Escolumpiar: Balancearse en el columpio.
Destrozaterrones: Desgarbado.
Cenacho: Persona que no vale mucho.
Bobalán: Bobo.
Alelao: Lelo.
Ceroño: Persona bebida.
Zaraballo: Pedazo de pan.
Refiriéndose a estos pueblos, Miguel Delibes hizo este comentario cuando se rodó en Valdecañas de Cerrato, la película “Las ratas”, basada en su novela:
"Son burgos chicos, que mezclan adobe, piedra y ladrillo en su caserío."
Refiriéndose a los agricultores, dijo:
"En suma, en estos pueblos los hombres miran al cielo más que a la tierra, porque aunque a ésta la mimen, la surquen, la levanten, la peinen, la asignen y la escarden, en definitiva lo que haya de venir, vendrá del cielo. "
"El labrador cerrateño" . Dibujo sobre cartón hecho con rotulador y crayola.
VOCABULARIO CERRATEÑO
A
ALIPENDE Chico revoltoso.
ALJECERA Yacimiento de yeso
ARRECIRSE Entumecerse de frío.
ARREOSCorreajes que se ponía a los machos.
ARRODILLAR Pasar el rodillo por la tierra de labor
ASURARAbrasar o quemar la ropa con la plancha o por su proximidad al fuego.
ATALAYAEncina alta y solitaria
ATUFAR Desmayarse por respirar tufo. Llenar de mal olor un recinto.
AVIOProvisión de los pastores o labradores para alimentarse o vestirse el tiempo que iban a estar fuera.
AZUELAPequeña azada.
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B
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Y
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Z
FIESTAS
Las Letanías. Son las fiestas en honor a la Virgen del Rasedo, patrona del pueblo. Se celebran dos días antes de La Ascensión. En este día, se sube la imagen de la Virgen del Rasedo en procesión desde el pueblo hasta la ermita, y una vez arriba se hacen varias celebraciones.San Martín de Tours. Es el Santo titular de la parroquia y patrón del pueblo, su fiesta se celebra los días 11 y 12 de noviembre.
Corpus - Christi. Fiesta ésta de gran tradición donde el sentir religioso va unido a la tradición de la danza. Es costumbre que el sacerdote portando la custodia con el Santísimo y bajo el palio recorra las calles del pueblo donde se colocan numerosos Altares adornados con flores, va acompañado por Los Danzantes, quienes al son de la dulzaina y el redoble, bailan ante el Santísimo durante toda la procesión. En su recorrido destaca la subida de los noventa y dos escalones de la gran escalinata hasta San Martín bailando, tradición singular del pueblo
GASTRONOMÍA
CUANDO, COMO Y QUÉ SE COMÍA EN EL CERRATO
El relato lo haré partiendo de la época de la Edad Media hasta nuestros días.
En la comarca del Cerrato palentino, en la Edad Media y en la época de la "repoblación", la gastronomía (que es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente ), mayormente se reducía principalmente a comer, cocinados o crudos, los alimentos vegetales o animales, que los habitantes sembraban o los silvestres que hallaban en los campos, aparte de los animales que criaban en sus casas.
Cuando se comía
En aquella lejana época la sociedad medieval comía dos veces al día: almuerzo, cercano a la hora del mediodía y una merienda ligera.
El desayuno era, por razones prácticas, elaborado para muchos trabajadores, niños, mujeres y enfermos, siempre a horas muy tempranas. Las normas sociales también dictaron que el alimento de las clases obreras o bajas se debían refinar menos que el de la élite social, puesto que se creía que el trabajo manual duro requería un alimento con características más bastas y baratas.
La Iglesia a menudo accedía a demandas de excepciones regionales, debido a la inexistencia o escasez de productos alimenticios alternativos a los productos cárnicos.
Las excepciones de cuaresma a veces se extendían a niños, viejos, peregrinos, trabajadores, etc. La ciencia médica durante la Edad Media tuvo una influencia mayor de lo que se piensa sobre todo a la hora de intentar discernir entre lo que es sano y lo que es nutritivo.
Todos los alimentos fueron clasificados en escalas que iban desde los calientes hasta los fríos, o entre los secos y los húmedos.
De qué manera se comía
La comida medieval era ingerida principalmente con ayuda de cucharas hechas mayormente de madera, estando la otra mano sin otro cubierto. Se empleaba el cuchillo en la mesa, pero generalmente no se incluía con el plato ya que se esperaba que cada uno de los comensales llevara consigo uno.
La práctica más habitual era compartir las copas y recipientes donde se bebía, en la actualidad todavía existe la costumbre con el porrón, la bota, esta práctica era muy común, así como partir el pan o remover en la fuente central de carne ubicado en el centro de la mesa para ofrecer un pedazo al comensal vecino.
Se sabe que era típico en aquella época comer sentado en mesas plegables y empleando escudillas de madera y no se empleaba el tenedor, siendo habitual comer con los dedos.
En el siglo XII se conoció una mejora en la alimentación, con dos y aún tres comidas, al modo visigodo.
La Reconquista que acabó a finales del siglo XV dio lugar a un gran movimiento de personas a lo largo de la Península Ibérica, lo que originó un gran intercambio de experiencias culinarias. En algunas zonas de Castilla la Vieja quedó la costumbre los sábados del denominado día de grosura, siendo el viernes día de abstinencia de carne, el sábados se comían despojos.
La forma de sentarse en la mesa cambia y aparece una nueva cubertería que consiste en: tenedor, cuchara y cuchillo.
Que se comía
Las carnes más populares eran la del cerdo y pollo, mientras que la ternera era muy poco común, en comparación con la actualidad.
El bacalao y el arenque formaban parte de los ingredientes de pescado más habituales.
El cereal, generalmente en forma de pan y menos en pasta, era considerado como la ingesta de alimentos más común entre todas las clases sociales. Los granos más empleados en esto eran trigo, centeno, cebada y avena. También los granos de cereal, tanto en pan como en harina, eran muy empleados como espesantes de cocidos y estofados, también denominados "rellenos".
Aunque los cereales eran la fuente primaria de alimentos diarios, muchos vegetales como las coles, las remolachas, las cebollas, el ajo y zanahoria se consideraban como material alimenticio primario, sin embargo, aunque muchas de estas plantas se ingerían por los trabajadores a diario, en forma de sopas principalmente, las verduras eran consideradas menos prestigiosas que otras formas de alimentos, tales como la carne.
En los potajes, la forma más básica de su preparación era en forma de sopas o estofados. Varias legumbres, como los garbanzos, habas y los guisantes eran considerados como las fuentes más importantes de proteína.
Los ingredientes vegetales que hoy se consideran muy comunes, tales como las patatas, las judías verdes, tomates, pimientos, (el pimentón), fresas y maíz evidentemente no estaban disponibles en las cocinas medievales, hasta bien pasado el siglo XV con el descubrimiento de América.
La cocina española, por ende la castellana y cerrateña, durante este periodo medieval sufriría un enriquecimiento de nuevas técnicas procedentes de tres culturas, con tres religiones diferentes, la cristiana, la judía y la musulmana, con normas dietarias diferentes impuestas por sus religiones.
Tres formas diferentes de comer, de preparar los alimentos y que al convivir generaron una diversidad culinaria en el territorio peninsular poco conocida en Europa hasta esa misma época, en la comarca del Cerrato también convivieron las tres civilizaciones.
Hay que remarcar que en este periodo medieval los pobladores se alimentaban habitualmente de simples gachas (elaboradas con cereales o frutos secos) y pan, otros alimentos como puede ser la carne, los huevos y el pescado eran completamente estacionales.
Algunos detalles de la cocina de la época se pueden ver en poemas literarios como el Cantar de Mio Cid, en el que los caballeros cristianos adoban el conducho, pan y vino mezclado con algún grano de trigo.
Los métodos de conservación de alimentos eran escasos, y se reducían al control mediante su inmersión en sal: los salazones.
Las legumbres al no ser muy panificables, generalmente se molían en forma de harina y se disolvían en potajes. La mayoría de la población comía gachas (harina toscamente molida y remojada), antes de la llegada de los moriscos, igual que en el periodo romano.
En algunas ocasiones se remojaba un pedazo de pan en una salsa, que contuviese vino, leche o cualquier otra sustancia líquida, a esto llamaban sop.
Todos ellos precursores primitivos de los potajes y cocidos que posteriormente se elaborarían con mayor empeño a lo largo de la geografía española. El uso de cereales era exclusivo en estas preparaciones, dando poco paso a legumbres y verduras.
De los musulmanes hemos heredado preparaciones cárnicas entre las que se encuentran las albóndigas (elaboradas de carne de cordero) . Y entre los ollas, la más popular era la adafina (precursora de los cocidos posteriores).
Los sefardíes cocinaban a menudo en aceite de oliva (por ser un alimento kosher), rehuían del uso de tocino (prohibido por las normas dietarias judías). Era común que los platos sefardíes tuvieran un gran contenido de ajo y su olor era un signo identificativo de su cocina.
El pan (generalmente de harina de centeno o mezcla con harina de trigo) se acompañaba con otras viandas, la mayor parte de ellas en salazón: tocino. Se incluía en las elaboraciones de las sopas de harina, las sopas (o cocidos), etc.
Las sopas de los cocidos eran parte de la alimentación diaria en Castilla durante estos siglos. Se comía poca carne y cuando se hacía era con motivo de una celebración.
Sopas de ajo
Sopas avahadas. Hervidas a fuego lento en cónco o cazuela. Si se hacen en un cónco suele crearse una tosta alrededor, en el interior. Se las denomina "secas".
Quizás sea el plato más humilde del recetario español, ya que su calor reconfortó a muchos miles de personas en las épocas más duras de nuestra historia, incluso debió salvar más de una vida.
La sopa de ajo, es un tipo de sopa típicamente castellana y leonesa que contiene fundamentalmente agua o caldo, pan (que suele ser pan duro que ha sobrado de días anteriores), pimentón, ajo y aceite de oliva.
Ha sido un almuerzo muy frecuente en la antigüedad en muchos sitios de España. Se desayunaba al alba, para mantener las fuerzas, se tomaban las sopas de ajo, generalmente con uno o dos huevos dentro, que se cocinaban con el calor de la sopa.
Se trata de un plato adecuado a las costumbres religiosas al no incluir carne, y su textura y composición recuerda mucho a la estética y sobriedad de estas fechas.
Es costumbre además que se sirva esta sopa tras noches de actividad y algunos autores mencionan lo sano de esta ingesta matutina debido a que es de fácil digestibilidad, actuando al mismo tiempo como emoliente y neutralizante de la mucosa estomacal irritada por los abusos.
No se le atribuían entonces virtudes terapéuticas que más tarde las han elevado a la categoría de recetas de médico, recomendada singularmente para la cena de algunas personas de edad que quieren prolongar su vida con parsimonioso y prudente régimen.
Sin embargo, lo que no sabían nuestros literatos más o menos bohemios del pasado siglo, que fueron grandes consumidores de sopa de ajo, lo proclamaba en una letrilla refranera que dice así: “Siete virtudes tienen las sopas: quitan el hambre, y dan sed poca. Hacen dormir y digerir. Nunca enfadan, siempre agradan. Y crían la cara colorada”.
La cara colorada ha sido siempre para el pueblo español la señal cierta de buena salud.
Alejandro Dumas comió las sopas de ajo con enorme prevención y le parecieron bien. Copió la receta que le dieron y la divulgó en Francia, salvo que en su horror al aceite preceptuó en su receta la grasa, sin precisar cuál debía emplearse.
Las sopas de ajo no están bien, sino cuando se las hace con buen aceite. Con buen aceite y con buen tino; ningún plato como este, que parece sencillísimo, exige una mayor habilidad en el cocinero para elegir el momento preciso en que han de retirarse del fuego.
https://www.youtube.com/watch?v=9m-r3tSnBKY
Los alimentos más comunes del pueblo llano era el pan que aparece como acompañamiento de toda preparación, el vino (generalmente adulterado) y que era considerado alimento. Ambos eran considerados alimentos básicos de la época.
El tocino y el aceite se empleaban tanto para freír cómo asar, a veces como acompañamiento. El aceite era la grasa de los días de abstinencia, puesto que el tocino era de cerdo.
Los pescados en salazón en el interior de la península eran famosos: abadejo, truchas y bacalao.
El empleo de legumbres en las ollas empezaba a ser popular. Los guisos en abundantes ollas (el cocido en todas sus variantes regionales vertebra la cocina española desde esta época), embutidos diversos procedentes de matanzas y en tradiciones culinarias del siglo XVI que permanecían entre la población.
La matanza del cerdo era y es un procedimiento habitual de sacrificio de uno o varios cerdos con el objetivo de aprovechar su carne y a menudo para proporcionar embutidos durante un año para la alimentación de una familia, además de manteca usada durante varios meses.
Se efectúa una vez al año, generalmente coincidiendo con los meses más fríos del invierno. Suele tener un lado festivo y de celebración, además del económico.
El agua, hoy en día es tomada como una elección neutra para poder beber en una comida.
En la Edad Media existían serias dudas acerca de su pureza y de esta forma su bajo prestigio y las recomendaciones médicas hicieron de esta bebida la de menor preferencia frente a las bebidas alcohólicas como el vino, cerveza, hipocrás (que tenía como principales ingredientes el vino y la miel, empleada como un edulcorante de la bebida, ya que el azúcar era considerado en la cocina medieval como un lujo reservado a muy pocos) y se le añadía algunas especias como nuez moscada, canela, clavo, jengibre, pimienta negra, etc.), hidromiel (agua, miel y levadura orgánica), sidra y perada (bebida alcohólica de color ámbar similar a la sidra, obtenida de la fermentación del jugo de pera, de la cual, a su vez, se puede elaborar aguardiente de pera o vinagre), que generalmente eran más preferidas.
Todas ellas eran consideradas más nutritivas y beneficiosas para la digestión que el agua.
El vino se consumía a diario en la mayoría del territorio donde las uvas eran cultivadas.
La leche pura no fue consumida por los adultos, excepto aquellos que eran pobres o estaban enfermos, siendo reservado para los bebés o para los mayores, utilizada generalmente como suero de leche o suero de mantequilla (leche mazada). La leche fresca y los productos lácteos eran ante todo mucho menos común de lo que son hoy en día, debido en parte a la falta de tecnología necesaria para procesar y conservar adecuadamente los productos lácteos.
A pesar de todos estos avances en los pueblos, en las áreas rurales, lejos de los núcleos urbanos, la cocina española no sufre cambios apreciables y se continúa aplicando las mismas artes culinarias que en el siglo XIX.
El lechado asado
El lechazo asado ha de ser de la raza "churra" de la zona. Chuletillas de cordero, elaboradas en parrilla.
Lechazo asado se asa sobre manojos de sarmientos de los majuelos.
El lechazo asado es una variedad de asado (asado castellano) de un cordero aún sin destetar, de ahí su sobrenombre de lechazo. En la cocina española es muy popular en la tierra de Castilla y León y por supuesto en nuestro Cerrato, donde es frecuente el turismo gastronómico".
Es tradicional ser servido a los comensales caliente, con la carne exterior crujiente.
Uno de los mejores maridajes a la hora de servirse caliente es el vino de la tierra, como el D.O. Arlanza.
El cordero asado, junto con el cochinillo asado, forman parte de la cocina castellana desde la invasión del Imperio Romano en tierras de Hispania y lógicamente, el Cerrato palentino.
El cocido
Es un plato muy completo puesto que tiene todos los ingredientes necesarios para una dieta adecuada, sobre todo si se tiene en cuenta que era comida de gente que hacía mucho más ejercicio físico que se hace ahora.
Se comía principalmente en invierno, cuando en casas con calefacción medianeja (menor que lo habitual), era bueno para añadir calor corporal y por eso, lo que se considera como verduras tradicionales (nabos, zanahorias y repollo) son típicas del invierno.
Los restos del cocido, revueltos a veces con huevos, se tomaban de cena o al día siguiente, con el nombre de ropa vieja.
Mientras que todas las formas de caza salvaje eran populares entre aquellas poblaciones que podrían obtenerla, la mayoría de la carne vino de animales domesticados, ganado vacuno, ovino, porcino, de corral.
La carne de ternera no era tan común como hoy porque criar un ganado era una tarea muy relacionada con el trabajo de agricultura, de esta forma los bueyes y las vacas eran mucho más valiosas como animales de tiro que como potenciales productores de alimentos tales como la carne o leche.
La carne de animales sacrificados estaba disponible sólo cuando no podían servir más o su carne eran particularmente menos apetitosa y por lo tanto valorada menos.
La más común de las carnes domesticadas procedía del cerdo, que requería menos atención y era más barata.
Hay que entender la matanza como un periodo largo, que comprende: El engorde, desde la compra del cerdo y su cebado hasta el día de la matanza, donde se procede al sacrificado. Su duración depende de cuando se compra el cerdo, aunque lo usual son 10 meses.
La matanza en sí, que suele durar dos o tres días.
El curado, dependiendo del uso que se haga de los productos que puede durar desde días hasta varios años.
También era muy popular la carne de cordero, lechazo y cabra.
Las aves de corral eran otro de los manjares, así como los conejos.
Resumiendo, los lugareños como los ceviqueños, a la hora de comer se abastecían principalmente de lo que había en casa, en el corral, con cochineras, gallineros, conejeras, palomares y en el huerto.
Además se suministraban de setas en el campo, de cardo, champiñones
Se incluye en la alimentación cárnica una amplia gama de aves, que incluyen la codorniz, la perdiz, la alondra, así como cualquier pájaro salvaje que podría ser cazado con éxito.
Cangrejos, caracoles, el escabeche, los bacalados y los salados
Mientras que el pescado fresco era consumido en cierta cantidad, era de destacar aquel que era tratado para ser preservado, como por ejemplo las salazones (Un ejemplo claro incluso hoy en día es el bacalao), los ahumados, etc.
Comparado con la carne, el pescado era mucho más caro para las poblaciones del interior, por lo tanto, no era una opción para la mayoría.
Los pescados de agua dulce más comunes de ver en los platos eran los lucios, las carpas, las percas, los barbos, las lampreas y las truchas.
En los arroyos, estaban los preciados cangrejos.
Las tortillas
Las tortillas se solían elaborar de distintas maneras, de patata, con cebolla, con chorizo y otros. Era un alimento muy popular.
La miel y el queso. Postres
El azúcar era un producto muy caro en la Edad Media, y el consumo era por lo tanto muy moderado.
La caña de azúcar podía ser cultivada en las partes más del sur de Europa y la remolacha de azúcar estuvo ausente durante varios siglos más.
El edulcorante más común era la miel, también frutas secas y los mostos de uva (una especie de sirope). El manjar blanco es en España y otras partes de Europa una crema dulce aromatizada con canela y piel de limón que se toma como postre.
En la cocina medieval esta comida se preparaba con pechuga de pollo, almidón de arroz, azúcar, almendras y a veces leche y otros ingredientes.
Frutos silvestres : moras, endrinas, jerbas y los orujos
La costumbre de secar al aire hortalizas, preparar dulce de membrillo (dulce de bimberío en ladino), mermeladas, etc.
Flora para cocinar : Plantas aromáticas, romero, espliego, tomillo, manzanilla
Era muy común emplear como condimento las hierbas que crecían localmente.
Salvia, mostaza y, especialmente, el perejil, romero, espliego, tomillo, manzanilla, que crecían en toda España, eran especias de amplio uso en casi todas las regiones, de la misma forma la alcaravea, la menta y el hinojo, el eneldo y la mostaza.
El anís fue empleado como un saborizante de pescados y de carne de pollo, y sus semillas cubiertas de azúcar para servir carnes confitadas al final de las comidas.
Dulces Orejuelas: Famoso por ser propio de la zona. en otras partes se las conoce como hojuelas o orejas de carnaval. Leche frita.
Rosquillas ciegas: Dulces para acompañar el café en el desayuno.
Rosquillas de palo: Dulce más famoso de Valdecañas. Es el producto que más se exportaba de la "Casa Royuela", conjuntamente con las "magdalenas", el "pan de hogaza" y las "tortas".
Orujo-Aguardiente: Destilado a partir de los ollejos y bagazos de la uva de los majuelos la zona.
ECONOMÍA
BODEGAS
ÚTILES E INSTRUMENTOS BODEGUEROS
VOCABULARIO
A
ARADO DE PALO : Arado viñero. Forcates y vertederas eran los aperos que se utilizaban para airear la tierra y a la vez, arrancar las hierbas. Cuando hacía tempero y la tierra estaba en buena disposición para las labores, se le pasaba un arado borracho, un tipo de arado con la camba curva que permitía zigzaguear entre las cepas, evitando golpearlas. Arrastrado por una sola caballería.
ARTESA : Cajón cuadrilongo, por lo común de madera, que por sus cuatro lados va angostando hacia el fondo y sirve para amasar el pan y para otros usos, como medir capacidades.
AZUFRADORA : Bote de hojalata de forma cónica con pequeños y numerosos agujeros, por los que se esparcía el azufre en polvo, presionando el fuelle, sobre las viñas atacadas por el oidium.
B
BARREÑO : Recipiente troncocónico con asas o recortes en su borde superior, similar en uso y formas a las tinas y los cubos, y fabricado en diferentes materiales: barro, madera.
BOTA : Cuero cosido por un lado, con un brocal en el cuello, que sirve para echar vino y beber.
BOTIJO : Vasija de barro de dos bocas, una para echar el agua y otra para beber.
C
CANCARRO : Vaso grande de vino; de trago largo.
CANDIL : Utensilio para alumbrar que se compone de dos vasos superpuestos, de cobre o latón. En el interior se pone aceite, la mecha sale por el pico.
CANILLA : Grifo de madera para sacar el vino de las cubas.
CAPAZO : Cesta grande de cáñamo o esparto. Se usa para ir a comprar o transportar algo.
CARBURO : Producto químico que se usa para la combustión en luminarias.
CARRAL : Cuba de menos de 20 cántaros que abunda en las bodegas.
CASTILLETE : Conjunto de tablones de madera donde descansa la piedra y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto, que cae en la pila del lagar (pozal).
COLOÑO : Cesto grande, hecho por lo común, de mimbres.
CONCHA : Pieza del lagar donde se enrosca el husillo.CORQUETE : Instrumento exclusivo de la vendimia, se caracteriza por su hoja curva y afilada, con mango de madera.
CUBA : Barrica, cuba, o tonel es un recipiente de madera utilizado para la crianza de vino. La barrica oxigena el vino lentamente y le aporta textura y aroma para suavizar su sabor. Suelen tener una capacidad de 220 litros. Si es de 225 litros es llamada "barrica bordelesa".
E
EMBUDO : Instrumento hueco, ancho por arriba y estrecho por abajo, en forma de cono y rematado en un canuto, que sirve para trasvasar líquidos.
G
GARILLO : Hoz pequeña para cortar racimos de uvas.
H
HERRADA : Caldero de cinc.
HUSILLO : Pieza de madera enroscada utilizada en el lagar, para subir o bajar la piedra de la prensa, generalmente hecha con madera de jerbo.
L
LAGAR : Otra de las estancias de la bodega es el lagar, donde se prensa la uva para la elaboración del vino, aunque originalmente no todas las bodegas disponían de lagar. El lagar en unos casos se encuentra al fondo de la bodega o en otros casos se encuentra en un lateral. El lagar consta de una larga viga de madera y de una gran piedra que se eleva del suelo, dando vueltas mediante un husillo de madera, roscada a la viga. La piedra se coloca encima de unos tablones de madera (castillete) y hace de contrapeso (palanca), de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal). Actualmente pocas bodegas conservan el lagar.
LLAVE : Generalmente de un tamaño considerable, realizadas a mano.
M
MARRANA : Madera que está encima del “castillete”. Cimbra plana, generalmente de forma circular, que forman los maderos trabados en cadena sobre la que se levanta la obra de albañilería que reviste el interior del pozo en el lagar.
N
NAVAJAS INJERTADORAS : Con hoja de acero de tipo marinera, de filo simple, con espátula de resina blanca simil hueso para apartar el injerto. Empuñadura de madera.
P
PALANCA : En el lagar, contrapeso, de manera que aplasta la uva y el mosto cae en la pila del lagar (pozal).
PELLEJO : Odre de piel para transportar vino, de 3 o 4 cántaras
PEÑICA : Porción, medida que se contabiliza por un tasador con una “tablilla”.
PIEDRA DE LAGAR : Piedras pesadas labradas que por el efecto del husillo prensa la uva antes de que el liquido llegue a la pileta.
PIPA : Cuba de alrededor de 25 cántaras.
PORRÓN : Recipiente de vidrio que tiene un largo pitón en la panza y es para beber vino a chorro.
R
ROMANA : Instrumento usado para pesar.
S
SERÓN : Especie de alforja, generalmente de paja, que se usa para transportar cargas y que se coloca sobre la albarda de los burros, mulas, etc.
SULFATADORA : Artefacto que sirve para fumigar. Los labradores las cargaban a las espaldas a modo de mochilas con las que sulfatar, accionando con el brazo, lanzando el sulfato a través de una bomba.
T
TIJERAS DE PODAR : Instrumento que se empleaba en la poda, están formadas por dos brazos metálicos y el mango de madera.
TORCIDA : Mecha de algodón o trapo retorcido que se pone en los velones, candiles, etc. para que arda.
V
VENDIMIA : La vendimia es la recolección o cosecha de las uvas, generalmente refiriéndose a las que servirán a la producción de vino o licor. En el caso de las uvas de mesa se usa simplemente el término cosecha. El período de vendimia varía entre agosto y octubre (en el hemisferio norte). Esto depende del grado de maduración de la uva que se desee, es decir, del momento en que la relación porcentual entre los azúcares y los ácidos en el grano de uva han alcanzado el valor óptimo para el tipo de vino que se desea producir (Véraison). Si bien este parámetro es genéricamente válido para la uva de mesa, en el caso de la uva destinada a la producción vinera es necesario considerar otros parámetros para decidir cuando es tiempo de vendimia. Esto puede depender de:
Condiciones climáticas: al aumentar la latitud, la uva madura más tarde.Zona de producción: las uvas de las viñas expuestas al Sur ,en el hemisferio norte maduran primero. Al aumentar la altitud, la uva madura primero.
Tipo de uva: los viñedos de uva blanca maduran generalmente primero que las de uva negra.
Tipo de vino que se quiera obtener, determinado por la mayor o menor presencia de algunos componentes, tales como:
Azúcares: una mayor cantidad de azúcar aumentará el grado alcohólico del vino producido; presentar una justa cantidad de azúcar es indispensable para iniciar la fermentación alcohólica.
Ácidos: las sustancias ácidas son necesarias tanto para evitar la proliferación de bacterias causantes de enfermedades como para la conservación sucesiva del vino.
Componentes aromáticos: varían durante la maduración de la uva, contribuyen a determinar las características orgánicas del vino.
Además a la hora de realizar la vendimia hay que tener en cuenta una serie de factores para que la recolecta se realice de la manera más óptima posible:
La uva debe estar seca en el momento de la recolecta.Es recomendable que se realice la vendimia nocturna, de esta manera la recogida se realiza a baja temperatura para evitar al altas temperaturas durante el día e impedir la fermentación de las uvas.
Debe pasar el menor tiempo posible entre la recogida y la llegada a la bodega.
Los recipientes en los que se deposita la uva deben de ser planos y con poca capacidad (normalmente cajas de plástico o madera de 10-15kgs.), antiguamente se utilizaban coloños, canastas o capazos para que el fruto no se aplaste.
VIGA DE LAGAR : Pieza de madera, generalmente de castaño, que sirve para girar el lagar (recipiente donde se pisa la uva), mientras ésta pieza sea más larga, menos esfuerzo físico se necesitará para pisar la uva.
Las cabañas de pastor, en otros sitios conocidas como chozos, suponen un patrimonio singular y característico del Cerrato.
Las cabañas eran las viviendas de los pastores cuando cuidaban de sus rebaños en el campo.
Se construían con la piedra caliza que se amontonaba en los majanos tras las sucesivas labores del campo, sobre terrenos poco productivos, en medio de los páramos o cerca de las laderas de los barcos.
El Cerrato ha sido una comarca tradicionalmente agrícola y ganadera, aunque éste último oficio, el pastoreo es residual en la comarca y sus usos y costumbres han evolucionado, lo que hace que prácticamente los pastores ya no utilicen las cabañas y corralizas para su refugio y el del ganado. Atrás quedaron esas largas temporadas que pasaban los pastores en el campo con el ganado.
Estas cabañas o chozas de pastor, junto con otros tipos de "construcciones", son uno de los últimos vestigios de una época pasada, la de los Vacceos, antiguos pobladores de estas tierras "cerrateñas".
Las cabañas o chozas de pastor, son una de las construcciones más características de la arquitectura cerrateña.
Son de forma circular con pequeño hueco de entrada. Son sencillas y originales construcciones que se hallan diseminadas por el campo valdecañés y baltanasiego, mimetizadas con el paisaje, a modo de tenadas o corralizas, donde los pastores albergaban y cuidaban sus rebaños de ovejas pernoctando en ellas durante temporadas.
Construidas por ellos, con piedras sueltas, apiladas "a hueso", sin ningún tipo de argamasa, con la puerta de acceso, casi siempre está orientada al sur.
Mediante estos habitáculos, el pastor evitaba el descarríe de las ovejas y el ataque de los hoy casi inexistentes lobos.
Los orígenes de las cabañas de pastor en el Cerrato palentino y en el resto de Castilla, se remontan a los tiempos de los primeros pobladores, los vacceos, que desarrollaron técnicas de pastoreo organizadas, en lo que hoy se denominarían suertes.
Los vacceos pueden ser considerados como uno de los primeros pueblos con presencia estable en la Meseta Norte documentada en los tiempos históricos.
Las cabañas son una herencia, en parte, que hacen referencia arquitectónica a como se construyeron en la antigüedad los castros. La planta circular como se construyeron ambas, así lo atestiguan y está considerada como de las más antiguas, tienen aspecto de cono.
Algunas cabañas de planta circular, coexistieron con las de planta en parte rectangular, pero estas son con mucho, más minoritarias.
Se trazaba una circunferencia para delimitar la base y se iban rellenando las dos hojas, la cara interior y exterior de la pared, sin argamasa. Las piedras empleadas para hacer las hiladas eran más o menos planas y los huecos de las más grandes se encajaban con otras pequeñas.
A partir de la altura de un metro, las piedras de la cara exterior se iban inclinando con el fin de lograr la aproximación, obtener impermeabilización, formar la bóveda que se cubría de tierra y cerrar la cabaña por el humero.
Uno de los elementos singulares es la entrada. Así es, pues siempre se orienta al sol del mediodía, para que no entre el aire encañado, como dicen los cerrateños. Además, las entradas se hacen de poca altura, no más de un metro, con el fin de conservar mejor la temperatura. El dintel era de una sola piedra, la llamada piedra puente y el suelo, de tierra, donde el pastor esparcía paja para dormir.
Las cabañas de pastor, tienen una base de unos 3 mts. de diámetro y una altura aproximada de unos 5 mts., el grueso de los muros eran de cerca de 1 m.; los cercados o corrales, de unos 2 mts. de altura; anexos, se situaban en lugares estratégicos y eran construidos con piedras, fáciles de obtener.
Hechas con piedras sueltas, sin ningún tipo de mezcla que las una, sin ningún tipo de argamasa, algunas incluso estaban construidas con piedras de “sillar” (...) .
A diferencia de los materiales utilizados en otros territorios, para la construcción de las cabañas, en el Cerrato no se utilizaban materiales vegetales, tales como el “teito”, sino que solo se utilizaban piedras sueltas, que colocaban una encima de otra, sin ningún material que las uniera y soldara.
La palabra “teito” es una voz asturleonesa que designa cualquier cubierta de cualquier edificio hecha con material vegetal. Esa es una cualidad que las hace diferentes y únicas a las cabañas cerrateñas, como forma de arquitectura popular y rural autóctona.
Son pocas las que han resistido el paso del tiempo, pero ha sido más que nada, por su no ocupación para las que fueron construidas.
Estas edificaciones son vestigios del Neolítico, que con el paso del tiempo, los pastores las construyeron para aplacar las inclemencias del clima y como habitáculo más confortable que la intemperie y para el descanso, sin tener que regresar cada día a su domicilio habitual y familiar y volver con el ganado al lugar de pastoreo, distancia que en ocasiones era larga y con los rebaños, se multiplicaba.
Estas construcciones con forma de cono, también servían en ocasiones para dar hospedaje a los pastores y rebaños de la “mesta”, a su paso por la Cañada Real Segoviana o Burgalesa, a su paso por las cercanías de Cevico de la Torre, en busca de pastos para el ganado lanar.
Así empezaron a surgir las cabañas de pastor, edificaciones que a cierta distancia, pueden parecer simples montones de piedras, que hoy podemos contemplar diseminadas por los páramos y los valles, al socaire de los cerros cerrateños, eso sí, en la mayoría de los casos, con un lamentable aspecto de deterioro, que con el paso del tiempo, si se han convertido en eso, un montón de piedras.
Los pastores levantaban y construían estas cabañas, corrales y “majanos”, (construcción esta menor, a modo de muro que les servía para resguardarse del aire principalmente) eran de un trabajo complejo y las hacían solos o en grupo, pero eso si, exclusivamente con las manos.
Las cabañas eran las viviendas de los pastores cuando cuidaban de sus rebaños en el campo. Se construían con la piedra caliza que se amontonaba en los majanos tras las sucesivas labores del campo, sobre terrenos poco productivos, en medio de los páramos o cerca de las laderas de los barcos.
El Cerrato ha sido una comarca tradicionalmente agrícola y ganadera, aunque éste último oficio es residual en la comarca y sus usos y costumbres han evolucionado, lo que hace que prácticamente los pastores ya no utilicen las cabañas y corralizas para su refugio y el del ganado.
Atrás quedaron esas largas temporadas que pasaban los pastores en el campo con el ganado.
Las cabañas de pastor, son la muestra de una riqueza de subsistencia, con régimen económico de autosuficiencia, con criterios conservadores, transmitidos entre los pastores, de padres a hijos, dedicados secularmente a la labor de pastoreo.
Los arqueólogos consideran a estas edificaciones del periodo protohistórico, como una necesidad de sus moradores, de estar influidos por el clima y la capacidad de mantener a los animales bien vigilados día y noche, al ser su gran riqueza y objeto de subsistencia.
En definitiva, las cabañas responden al apelativo medieval, entendido como pequeñas “casillas” rusticas y toscas, donde se resguardaban los pastores y sus rebaños.
Creo que es una pena que no se conserven y estén expuestas a la desaparición y ruina. Es fundamental que la gente aprecie lo que tiene, que lo conozca y que luego se esfuerce por difundirlo.
Las cabañas o chozos de pastor son un elemento muy singular del Cerrato, que debemos conservar para las futuras generaciones, por lo que todas las iniciativas, públicas y privadas, son necesarias para preservar este patrimonio.
Debemos concienciarnos de lo que han supuesto estas cabañas para los pastores y promocionarlas como elementos de alto valor cultural. Aquí es fundamental la implicación de las instituciones para promocionar el turismo interior para Palencia y otras latitudes de Castilla y León.
Incluso sería interesante que además de señalar rutas para visitarlas, se pudieran señalar en Google Maps para su localización y situación actual de sus edificaciones, para una posible posterior conservación en honor a una arquitectura rural y a sus constructores.
Las cabañas de pastor no son lo que a simple vista pueden parecer, un "montón" de piedras....
Durante la Edad Media y con el paso del tiempo a la Mesta, como pasará a ser conocida, se le añade nuevos privilegios reales otorgados por los Reyes Católicos y una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, hasta 1836, en que es abolida. Los pastores pasaban por las Cañadas dos veces al año por itinerarios concretos.
El cargo dirigente principal de la Mesta era el de Presidente, al cual lo ayudaban cuatro Alcaldes de Cuadrilla y los Alcaldes Mayores. Sobre la Mesta ha habido todo tipo de especulaciones y al respecto se ha creado una "leyenda negra". Fue una de las causantes de la deforestación sufrida a lo largo de la historia, debido a que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse.
Cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles..., para repartir el ganado por las zonas de pastos.
De aquella grandeza, hoy solo quedan en la actualidad las ruinas de infinidad de cabañas, corrales para pastores y rebaños, junto a algunas ruinas de algunos caseríos diseminados en las cercanías cerrateñas de la Cañada Real.
LA CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIONES
OFICIOS ANTIGUOS QUE HAN DESAPARECIDO
Quiero hacer mención a los cuarenta y cuatro oficios y quehaceres que antaño eran muy populares y existían en cada villorrio o población castellana, española y por ende, en la comarca del Cerrato palentino y que a la llegada de los tiempos modernos han ido desapareciendo, en cantidad, hasta casi su extinción en la actualidad.
Los enumeraré por orden alfabético, haciendo una somera mención sobre la mayoría y en los que sean, o bien por su importancia, por haber sido de gran utilidad o por haber llegado hasta nuestros días, ogaño, manteniéndose con una concepción diferente a la antigua o por cualquier otro concepto, me extenderé un poco más.
ALFARERO : Era la persona que dominaba el arte de elaborar objetos de barro o arcilla y, por extensión, el oficio que ha permitido al hombre crear toda clase de enseres y artilugios domésticos a lo largo de la historia. En el Occidente culturalmente tecnológico, la alfarería popular, cacharrería ruda, era evocadora obra de artesanos barreros. La industria alfarera, además de la vajilla y la cacharrería, abarca la azulejería sencilla, la tejería, la ladrillería y la fabricación de baldosas sin esmaltar. Popularmente, alfarería es sinónimo de cerámica. Otras técnicas cuyos términos se asocian a la alfarería y la cerámica son la loza y la terracota. El factor geológico como base de la materia prima era necesario para obtener el material primario, la arcilla, y también era necesaria la existencia de árboles para conseguir la leña que se usaba en la posterior cocción en hornos. El clima fue un factor importante, había y hay grandes desfases entre regiones de la costa con las de la Meseta. Así mismo se sabe que durante los meses de invierno no se llegaba a trabajar a causa del frío.
AFILADOR : El afilador o amolador, es un comerciante ambulante, que ofrece sus servicios de afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte. En Occidente, ya es historia la imagen del artesano recorriendo las calles del pueblo o la ciudad anunciando su paso con el "pito del afilador" o "chiflo" (una pequeña flauta de Pan hecha de cañas) con su breve melodía haciendo sonar las notas de su escala tonal. En el pasado, los amoladores solían ser también reparadores de paraguas.
ALPARGATERO : Se llama alpargatero al artesano encargado de fabricar alpargatas. Para fabricar las alpargatas realiza las siguientes operaciones. Clasifica el cáñamo rastrillado en cuatro calidades: el más fino es el padre, el entrefino el hijo, el de tercera clase estopa y el de la cuarta tamo. Despelota el tamo y se va formando una veta que se devana en ovillos. Con tres ramales de esta veta forma la trenza o soga de la suela. Los buenos alpargateros a fuerza de práctica llegan a prescindir de taloneras, caballetes y horma; todo lo hacen a mano supliendo los instrumentos con la mano izquierda.
AGOSTERO : Los agricultores, necesitados de mano de obra para las faenas del campo, durante la recolección de cereales, para "hacer el verano", durante esta temporada, eran ayudados por otros contratados, llamados "agosteros", también denominados "parameses" y lo mismo ocurría con los pastores, a los que ayudaban los "zagales" o "motriles", para el cuidado del ganado. El motril, era un muchacho de 8 a 12 años que ayudaba a cuidar rebaños de ovejas merinas sólo durante el verano y en general, en las labores del campo.
BOTERO : Persona que se dedicaba a fabricar "botas", pellejos y odres para vino, aceite, etc. Hacía "botas", odres pequeños recubiertos de pez por su parte interior, que remata en un cuello con boquilla. También los hacían en tamaños mayores, como el "pellejo", hecho generalmente con la piel de cabra, que una vez curtida se ataban las puntas de las extremidades delanteras y el resto iba con cosidos muy resistentes, para poder transportar el vino.
CALDERERO : Un calderero es una persona que se dedica a la construcción de calderas metálicas o de madera con aros de metal.
CAMPANERO : El que tiene por oficio tocar las campanas una vez están instaladas en las torres de las Iglesias y espadañas de las ermitas. Es un oficio de origen medieval en su concepción actual, que se remonta al mismo momento de la historia en que se crean las campanas. Para que la campana desarrolle su función, es preciso contar con una o varias personas que se encarguen de tocarlas cuando es necesario. Además de los toques, repiques y volteos, el campanero revisa el estado de las ataduras de los badajos, la tensión de los cables de los electromazos, la tensión de las correas del volteo de las campanas, el engrase de las cajas desmultiplicadoras y los cojinetes, y la supervisión del reloj de las horas. El estudio de las campanas y de sus sonidos es la campanología.
CANTERO : La cantería es el oficio y arte de labrar la piedra para su empleo en construcciones. Los diferentes artesanos que participan en el proceso se denominan cabuqueros, entalladores, canteros y tallistas o labrantes. Antaño, en la Edad Media, por la parte del Cerrato se aposentaron, canteros de la zona de Trasmiera, en Cantábria y gracias a ellos, hoy se pueden admirar bellos edificios de sillar. En Valdecañas de Cerrato hay varias construcciones que reflejan su buen hacer. Fue a partir del siglo XV cuando se sabe por documentos, que estaban trabajando por toda Castilla y que tenían puestos de gran responsabilidad. El oficio de cantero tenía una buena preparación y era tradicional y conocido más allá de sus fronteras trasmeranas. Durante los siglos XV al XVIII se dio el gran auge en España, Portugal y colonias americanas. Muchos de ellos trabajaron en obras tan especiales como el Monasterio de El Escorial y la catedral de Sigüenza y en grandes monumentos de Galicia, como la catedral de Santiago. Sin embargo no dejaron apenas huella en Cantabria. Se sabe que a principios del siglo XII, un gran número de canteros de Trasmiera fueron llamados para trabajar en la construcción de las murallas de Ávila. A partir del siglo XV se sabe por documentos que estaban trabajando por toda Castilla y que tenían puestos de gran responsabilidad. Se vieron en la necesidad de crear una agrupación de gremio, agrupación cerrada y esotérica en la que se comunicaban por medio de una jerga especial que sólo ellos conocían. Esta jerga lingüística se llamaba la pantoja. El oficio se trasmitía de padres a hijos, por lo que estos últimos gozaban de un aprendizaje especial que les permitía ser maestros y dirigir obras de catedrales antes de los 30 años. El trabajo de cantera se ha mecanizado en gran parte y se destina su producción, preferentemente, a la restauración de edificaciones de alto valor arquitectónico y patrimonial, el revestimiento de fachadas y la elaboración de paramentos de sillería.
CANTARERO : Persona que fabrica artesanalmente cántaros y otras vasijas de barro cocido, se le quería diferenciar del "alfarero".
CAÑICERO : Persona que se dedicaba al tejido de cañas, que sirve para armazón en los toldos de los carros, sostén del yeso en los cielos rasos, etc. El cañizo es un conjunto de cañas dispuestas paralelamente y amarradas entre sí, con las cuales se construye desde la antigüedad cubiertas, techos, empalizadas y armazones. Puede estar hecho de caña de bambú o común de río, si es para cubierta del sol puede ser hecha de mitades aligerando la estructura. La caña común como la de bambú son materiales muy longevos, resistentes a la humedad y a la intemperie, la estructura de sus fibras largas y laminadas para absorber el agua por capilaridad de abajo a arriba y que los rayos solares no la deshidraten, son las características que lo hacen un material natural idóneo para aislar y reforzar techos y tabiques.
CAPADOR : Hombre que tiene el oficio de capar. Una especie de veterinarios empíricos que recorrían las haciendas ganaderas para prestar sus servicios de “castrar” o “capar” animales (extirpación de testículos). Utilizaban los capadores para anunciarse, castrapuercas o castrapuercos, un silbato compuesto de varios cañoncillos unidos.
CARBONERO : El término carbonero puede referirse a la persona que fabrica carbón en una carbonera a partir de leña. La carbonera se forma de modo artesanal colocando los propios troncos de leña en forma de cono y cubriéndolos de una capa de tierra de unos de 20 cm de grosor. En la parte superior del horno se practica una chimenea y se hacen respiraderos en la base para avivar el fuego. Se introducen brasas por la chimenea y se alimenta con tacos de madera regularmente. Al cabo de unos 20 ó 30 días los troncos de madera se han reducido a carbón. Carbonero también puede referirse al mozo que distribuía el carbón entre los consumidores.
CARRETERO : Persona que conduce carros y carretas o los fabrica.
COLCHONERO : Existía la figura del colchonero que era un profesional que viajaba de pueblo en pueblo aireando, rellenando y ahuecando los colchones de lana. Antiguamente, los colchones constaban de una funda rellena de materiales orgánicos como paja, lana, hojas, etc. que eran nido de pequeños insectos (ácaros, pulgas, chinches) por lo que había que ventilarlos y airearlos periódicamente. Los colchones de lana fueron populares en Europa hasta bien entrado el siglo XX. El colchón relleno de lana llegó a Europa tras las Cruzadas, cuando los europeos adoptaron la costumbre árabe de dormir sobre cojines. El nombre deriva del latín culcĭta, colcha, cobertura de cama.
COMPONEDOR - ESTAÑADOR : Existía el oficio de componedor (llamado también estañador o hojalatero), una especie de artesano ambulante que iba de pueblo en pueblo con un aparato soldador manual, reparando cacharros metálicos, ponía parches o "pegotes", remiendos en definitiva, en baldes, en calderos, arreglaba paraguas y todo tipo de utensilios, no sólo caseros, sino a veces también aperos de labranza.
CORDELERO - YUTERO : Las personas que trabajaban fabricando cuerdas, cordeles, sogas, maromas. Un cordel es una cuerda compuesta por dos o más pequeños filamentos o hilos trenzados. Las fibras naturales utilizadas para hacer cordeles incluyen algodón, yute, cáñamo, esparto, algodón, yute, seda, lana, pelo, sisal, henequén y fibra de coco. A los extremos de la cuerda se les denomina chicotes mientras que a su parte media seno.
CUCHILLERO : Se llama cuchillero a la persona que fabricaba cuchillos y otros instrumentos cortantes, como las tijeras. Antes de pasar a ser un proceso industrializado, la fabricación de cuchillos seguía las siguientes fases. El obrero prepara unas y otras a la fragua, tomando mas o menos precauciones en este trabajo según el grado de la materia y de las láminas que desea formar: los perfecciona a la lima y después los templa para darles la dureza conveniente. Como es difícil darle precisamente el punto que exige cada instrumento, según la calidad y el grosor del metal, se prefiere el dárselo subido, siempre que por una operación subsiguiente se conduzca el acero a un estado en que sea menos duro y menos quebradizo; y esta operación es la que se llama recocer o repetir. Consiste simplemente en hacer calentar el metal hasta cierto grado de calor que fácilmente se conoce en el color que toma y en retirarle al punto de la fragua para dejarle enfriar lentamente. Hecho esto, se pasa por la muela y la pulidora para darle el filo. Para pulimentar sus obras hace uso el cuchillero de diversas sustancias que se designan con el nombre de pateas y deben estar en polvo impalpable para producir un pulimento fino: he aquí las que son mas usadas.
El carbón de madera blanca, para los cuernos y los metales.
El blanco de España, para dar la última mano a toda suerte de obras de cuchillería.
El tripoli, para toda especie de materias.
La piedra pómez, que sirve para suavizar.
El esmeril, que sirve principalmente para suavizar y pulimentar los metales según su finura.
La potea de estaño, que igualmente sirve para pulimentar los metales.
El rojo de Inglaterra, que conviene particularmente al hierro y al acero.
La potea de acero, solo o mezclada con la de estaño, resulta excelente para bruñir el acero templado.
Maderas indígenas, tales como el olivo, el ciruelo, el cerezo.
Diferentes materias animales como son los huesos, la concha, el marfil, el nácar
CURTIDOR : Es aquel que domina el curtido, que es el proceso de convertir la piel putrescible en cuero imputrescible, tradicionalmente con tanino, un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color. El curtido vegetal usa tanino (de donde procede el término «tenería», que junto a «curtiduría», designan el lugar o fábrica donde se curten las pieles). El tanino se produce naturalmente en la corteza de algunos árboles, siendo los más usados, los de castaño, roble, y cerezo. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa. Los antiguos usaban el cuero para odres, bolsos, arneses, botes, armaduras, aljabas, vainas, botas y sandalias. Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Una vez que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo. Cuando el pelo era eliminado, los curtidores ablandaban el material machacando estiércol sobre las pieles o mojándolas en una solución de sesos de animales. Las heces de los perros eran las preferidas para este fin. El cuero sobrante podía transformarse en cola. Para ello, los curtidores ponían trozos de pieles en una cuba de agua y los dejaban pudrir durante meses. La mezcla se ponía entonces al fuego hasta evaporar el agua y lograr así el pegamento.
ESPARTERO : Se llama espartero al artesano que trabaja en formar toda obra y pieza de esparto. Estos artesanos compran el esparto ya crudo o machacado, hecholiñuelo, lía, pleita, etc. y con estos materiales laborean todas las piezas que se les encarga. En los lugares en que los vecinos se dedican a coger el esparto de las atochas, lo hacen enrollando las puntas en un palito llamado collazo, antes de venderselo a los esparteros, como es el niñuelo, guita, tomicilla y teguillo. En el otoño es la temporada que está el esparto en su madurez y por consiguiente cuando se debe coger.
ESQUILADOR : Esquilador, es una persona que se dedica a cortar la lana o el pelo de los animales, y que habitualmente desempeña su labor en las explotaciones agrícolas. Se trata de un oficio muy antiguo, de un trabajo extenuante, en el que se requiere mucha experiencia para realizar la esquila correctamente, porque de ello depende la calidad de la lana resultante que después se comercializa. Antes de la entrada del verano, que es cuando hay que realizar la esquila del ganado, es la época con mayor carga de trabajo para estos profesionales. En España "La Salve de los esquiladores", era una oración que los esquiladores recitaban al finalizar su labor y que estaba dedicada a una Virgen, generalmente la del pueblo en que se hallaban.
GUARNICIONERO - TALABARTERO : Operario que trabaja o hace objetos de cuero, como maletas, bolsos, correas, etc. Que se dedicaba a la fabricación o arreglo de sillas de montar de caballería, albardas y aparejos para asnos y mulos. Solian usar otros materiales además de el cuero como la lona, lanas gordas denominadas estambre con las que se elaboran las guarniciones o dibujos sobre las monturas o aparejos e hilos de colores. La guarnicionería o talabartería es el arte de trabajar diversos artículos de cuero o guarniciones para caballerías.
GASEOSERO : Dicese de la persona que producía y comercializaba este tipo de bebida refrescante. La gaseosa (también llamada refresco, bebida carbonatada, soda o cola, dependiendo del país) es una bebida saborizada, efervescente (carbonatada) y sin alcohol. Comienza la fabricación de bebidas carbonatadas en Nueva York en 1832, cuando John Matthews inventa un aparato para mezclar agua con dióxido de carbono, y además agregarle sabor. De la popularidad de la bebida nacen negocios que mezclan el agua carbonatada con sabores a elección, llamadas fuentes de soda. Sabores como naranja, limón o uva eran muy demandados. En aquella época la gaseosa también se vendía en farmacias como remedio para curar diversos males.
HELADOR : Persona que cuando nevaba en las montañas, acudía a recoger la nieve, vivía del proceso de producción del hielo y lo comercializaba . Con cestas, sacos, etc., la llevaba a neveras para depositarla, que podían ser pozos, hoyos cavado en el suelo o casas de piedra rudimentarias en lugares sombríos. Una vez allí prensaban la nieve con instrumentos de madera y hacían capas de diferente grosor (que podía ser de 30, 40 o 50 cm.) y que separaban con helechos, hojas de haya u otros vegetales para facilitar su posterior separación. Los bloques resultantes estaban separados del suelo con estructuras de madera y no tocaban las paredes, con el objetivo era evitar que se derritieran. Tomando estas medidas podía aguantar todo el año. En el siglo XVII se tomaban helados y melones helados. Era una época en la que el hielo comenzó a ser accesible para toda la gente. Los pueblos y las personas adineradas podían alquilar las neveras por años y en determinadas condiciones. El hielo se transportaba desde su lugar de almacenamiento en la montaña a depósitos más cercanos a las poblaciones. El precio se encarecía si no había nevado y se tenía que transportar el producto desde lugares más alejados. El hielo era muy apreciado no solo por lo comestible, sino también como conservante de alimentos y por su uso terapéutico. Con este producto se paraban hemorragias, se empleaba como anestésico, y era muy corriente tener una botella con agua de nieve y unas gotas de aceite para tratar las quemaduras.
HERRERO : Un herrero es una persona que tiene por oficio labrar el hierro. Generalmente el metal es calentado hasta que se vuelve incandescente, al «rojo vivo», y posteriormente se somete al proceso de forjado. Algunas manufacturas de los herreros son elementos de hierro forjado, rejas, muebles, esculturas, herramientas, artículos decorativos y religiosos, campanas, utensilios de cocina y armas. Un herrero con suficiente experiencia puede realizar con el mínimo de esfuerzo y energía, productos de aspecto refinado que combinan talento y originalidad. Uno de las tareas especiales de algunos herreros consiste en clavar o poner herraduras en los cascos de los caballos.
HERRADOR : El herrador es la persona encargada de herrar los caballos, mulas y burros. Este oficio tuvo gran importancia en toda Europa desde la Edad Media y en Norteamérica desde el siglo XVIII hasta la revolución industrial dado el elevado número de ganado equino que había. Con la industrialización del campo y la aparición del automóvil la ganadería equina disminuyó enormenete su número. En muchos pueblos el herrero era también el herrador, sin embargo existían también herradores itinerantes que iban de pueblo en pueblo herrando aquellos animales que lo necesitaban. Era común la existencia depotros en los pueblos, una estructura realizada generalmente en piedra y madera donde se sujetaban los animales para facilitar la labor del herrador. Algunos intrumentos utilizados por los herradores son:
La legra, herramienta para alisar la pezuña.
LAMPARERO - LAMPARISTA - FAROLERO : Persona que cuida las lámparas, generalmente las de alumbrado público, limpiándolas y encendiéndolas. Encargado de cuidar de los faroles del alumbrado.
LEÑADOR : Persona que se emplea en cortar leña y venderla. En tiempos antiguos el leñador era una de las personas más populares, ya que la leña era el material más común para calentar y cocinar: en efecto, la leña se utilizaba (y utiliza aún) para quemarla en estufas, fogones, parrilleros, y barbacoas, tanto en casas particulares como en establecimientos abiertos al público, y también servía para las cocinas y hornos de los domicilios, e incluso (p.ej: durante la guerra) como combustible en los coches de gasógeno. La recogida de leña y con ella el trabajo del leñador artesanal ha disminuido en los tiempos modernos, ya que la leña utilizada como combustible ha decaído en los entornos industriales, quedando reducida a su uso en algunos domicilios a través de su quema en los hogares a leña.
MOLINERO : Persona que tiene a su cargo un molino o trabaja en él.
PELLEJERO - CURTIDOR : Persona que se dedica profesionalmente a curtir, adobar o vender pieles. De hecho, los antiguos métodos de curtido eran tan malolientes que las tenerías que los emplean aún siguen estando aisladas de las ciudades. Los antiguos usaban el cuero para odres, bolsos, arneses, botes, armaduras, aljabas, vainas, botas y sandalias. Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Una vez que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo.
PEÓN CAMINERO : Obrero destinado a la conservación y reparación de los caminos públicos.
PREGONERO : El pregonero era antiguamente en España y sus colonias, el oficial público que en alta voz daba difusión a los pregones, para hacer público y notorio todo lo que se quería hacer saber a la población. Los pregoneros oficiales o públicos tienen su precedente en los praecones romanos. También existieron pregoneros en lo judicial, teniéndolos las audiencias y alcaldías mayores. Su función era, acompañando al reo, pregonar el delito de éste, en las penas de muerte o previo a los azotes públicos, y para vergüenza de los implicados. Con todo, en los Ayuntamientos, especialmente en los rurales o de poblaciones pequeñas, se conserva este empleado para dar a conocer aquellos acuerdos de carácter general y urgente que interesan a todo el vecindario, así como para dar difusión a anuncios comerciales de carácter particular y circunstancial, pérdidas de objetos, etc. En algunos lugares se conserva esta figura por tradición, en fiestas y en celebraciones locales. Llegado a este punto, debo recordar con orgullo, que yo fuí pregonero de las fiestas en honor a la Virgen del Campo, Patrona de Valdecañas de Cerrato, en el año 2007.
RECITADOR - RAPSODA - ACTOR - MÚSICO : Recitador ambulante que cantaba poemas u otros temas épicos y versos, acompañándose de algún instrumento musical.
SACAMUELAS : Dentista. Persona que tenía por oficio sacar muelas. Las enfermedades han aquejado a la humanidad desde sus mismos inicios, en especial el agudo y lancinante dolor dentario producido por una caries profunda o un absceso periapical. Tiempo después esta profesión fue asumida por los barberos quienes además de los servicios de cortes de cabello, asumían las extracciones dentales de los clientes aquejados de dolor.
SILLETERO - CESTERO : La cestería es un proceso de confeccionamiento mediante tejido o arrollamiento de algún material plegable, un recipiente (cesta o canasto) u otro artefacto. Las personas dedicadas a este trabajo se denominan canasteros o cesteros. es una de las artes más antiguas de la humanidad, practicada a partir de tiras o fibras de origen vegetal (mimbre, junco, papiro) y también de origen animal o cabello humano.
TEJEDOR - HILANDERA : Era el artesano que realiza el tejido textil. El hilado de fibras consiste en transformar la fibra en hilo, esta operación tiene lugar en unahilatura o hilandería. Hilar es retorcer varias fibras cortas a la vez para unirlas y producir una hebra continua; cuando se hilan (retuercen) filamentos largos se obtienen hilos más resistentes, llamados también hilaza o hilados. La lana de la oveja se hila fácilmente, ya que es rizada por naturaleza, pero también puede hilarse el pelo de otros animales. Es posible hilar simplemente con los dedos, pero para hacerlo con mayor exactitud y rapidez se utiliza un huso. El huso de mano es un palo con un pequeño disco en su extremo. El disco se llama nuez, volante o tortera y suele ser de madera, arcilla o piedra. El hilo se ata al huso y se tuerce a medida que gira la rueda. La hilandera añade más fibras a la hilanza, tomándolas de uncopo que sujeta con la mano o tiene enrollado en un palo llamado rueca.
TEJERO : Persona que se dedica profesionalmente a fabricar tejas, ladrillos o adobes.
TENERO : Los que hacían calceta y medias de lana.
TINTORERO : Tintorero es el artesano que tiene por oficio teñir tejidos y prendas de vestir. Documentado en Oriente y más tarde en la cultura greco-romana, el oficio de tintorero se desarrolla en la Europa medieval como actividad gremial, que evolucionó más tarde como pequeña y mediana industria. La desconfianza suscitada por el conjunto de las labores de teñido fue norma común desde la antigüedad. Pero en la Europa medieval cristiana se agudizaría, manifestándose tanto en el ámbito real como en el legendario. Abundan fuentes que subrayan el carácter inquietante, si no diabólico, de un oficio prohibido a los clérigos y desaconsejado al común de los creyentes. De ahí que el tintorero siempre estuviera vigilado y marginado. Con los curtidores -otros artesanos sospechosos por su contacto con cadáveres de animales -, el bien en litigio era el agua del río. El curtidor necesitaba el agua limpia para dejar macerar sus pieles, condición que imposibilitaban las materias colorantes de los tintoreros. La lana para teñir se coloca primero en un baño concentrado de alumbre que actúa como mordiente. Luego se tiñe con un baño colorante y, posteriormente, se pone a secar al sol. Antes de la aparición de los tintes sintéticos (la anilina, por ejemplo, se descubrió en 1856), los tintoreros empleaban solamente tintes naturales extraídos de sustancias vegetales:
Las hojas del índigo daban un azul que podía ser muy oscuro, casi negro.
Las hojas de la vid proporcionaban los amarillos, también obtenidos a partir del azafrán (color más delicado).
El verde se obtenía mezclando azul y amarillo con sulfato de cobre.
TRAJINERO : El trajinero o "trajinante" era la persona que hacía recados para otros.
TRILLERO : El que fabricaba trillos. Un trillo es un apero o antigua herramienta agrícola que se destinaba a separar el trigo de la paja, es decir, a trillar. Es un tablero grueso, hecho con varias tablas, de forma rectangular o trapecial, con la parte frontal algo más estrecha y curvada hacia arriba (como un trineo) y cuyo vientre está guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas). Las dimensiones de los trillos variaban, pero, en España, suelen tener hasta dos metros de largo, por metro y medio de ancho (aproximadamente). Habiendo trillos más pequeños, hasta llegar a un metro de ancho por metro y medio de largo, más o menos. El grosor de los listones de los trillos es de unos cinco o seis centímetros.
YESERO : El que fabrica, vende, ó conduce el yeso al sitio donde se está haciendo obra.
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Estas son algunas de las historias, hechos, anécdotas y recuerdos de las Cofradías y Hermandades que en la antigüedad, en los siglos XVI y XVII, ocurrieron.
Con el fin de estimular la participación de la gente del pueblo en la vida religiosa de la Iglesia se fomentó las Cofradías, es decir, Asociaciones Religiosas que honraban a un Santo Patrón, como ejemplo de vida, y se regían por determinadas Reglas o Estatutos. Aunque las Cofradías existieron desde los primeros tiempos de la Iglesia, sin embargo después del Concilio de Trento en 1542 tuvieron un gran impulso.
Una de sus principales obligaciones era atender y prestar ayuda a pobres y transeúntes. También se cuidaban como obligación a los cofrades enfermos, y en caso de fallecimiento le hacían la tumba, aunque la familia les debía de dar pan y agua por su trabajo o nada si eran pobres. Algunos vecinos encargaban su entierro, pagando, a la Cofradía.
La Cofradía de la Santa Vera Cruz, tuvo las primeras reglas conservadas, que fue fundada siendo Obispo de Palencia, Luis Cabeza de Vaca, con Provisor, antes de 1650.
Las cofradías de la Santa y Devota Vera Cruz, han sido de las más antiguas de España, Palencia y el Cerrato.
Lo primero que se exigía a los cofrades es “que no sean revoltosos y puedan sufrir la disciplina”. Había dos tipos de cofrades, los de disciplina (porque tenían que azotarse) y los de luz , a partir de los 50 años, porque solo llevaban velas. Al frente estaba el Prioste o Preposte; también existía el cargo de Mayordomo. Su casa estaba en el Hospital de la Villa.
Los cofrades daban a la Cofradía las llamadas "domingueras" de sus cabras, es decir la leche que les era ordeñada los domingos y que suponía unos 6 kilos de queso anuales. El día del Corpus Christi celebraban una fiesta. Todos los cofrades debían de ir a la vigilia el día anterior con sus cirios y el día del Corpus acompañar al Santísimo en la procesión hasta su vuelva a la iglesia. Otra fecha importante era la Semana Santa, pues el jueves y el viernes Santo debían de estar todos con sus hachas de cera (velas) encendidas.
Celebraban un ritual muy particular que era el siguiente: El jueves Santo a la puesta del sol se reunían en casa del Mayordomo con sus túnicas y disciplinas e iban en procesión a la Iglesia con el crucifijo por orden de antigüedad, primero los que alumbraban y luego los disciplinantes, después iban descalzos todos y disciplinándose (los cofrades de disciplina); volvían, dejaban el Cristo en el Monumento en la Iglesia e iban a casa del Mayordomo que tenía preparado vino y unción caliente para lavarles. Esta obligación alcanzaba hasta los 50 años, no más, salvo que el tiempo pudiera afectar a su salud. Los mayores de 50 debían de ir con su candela encendida o con la cruz en la mano.
Se reunieron en una ocasión en la parroquia y les pareció que la edad de 50 años era muy subida y que las edades estaban muy menoscabadas y que era gran daño darse azotes a partir de los 40. Se aprueba por tanto que a partir de esa fecha pasen a ser cofrades de luz. Su fiesta principal se celebraba el día de la Cruz, es decir el 3 de Mayo; había vísperas, fiesta y al día siguiente misa por los difuntos. Esa tarde de la Cruz había un "refresco" que consistía en pan, vino, 2 huevos y 1 cuartillo de aceitunas (las que cabían en un recipiente de casi medio litro); en cambio el refresco dado al padre Predicador y al Ayuntamiento incluía vino y bizcochos.
Otra fiesta era el día del Corpus, en la que se juntaban a comer y pagaban "a escote", pero el dinero lo adelantaba la Cofradía; eso ocasionó dificultades de cobranza por lo que el obispo mandó que lo pagaran los cofrades directamente. Ese día acompañaban al Santísimo, que salía en procesión, hasta que volvía a la Iglesia. En las vísperas debían estar en la Iglesia con sus hachas encendidas. Se pagaba por llevar la Cruz de la Parroquia, era una fiesta importante porque algunos años se consignan gastos. Se pagaba por portar el Cristo y las Insignias en Semana Santa. Tenían por costumbre decir 1 misa al mes, normalmente el tercer domingo de cada mes, eran misas solemnes cantadas por el sacristán, con exposición del Santísimo, y procesión después de la misa.
Datos históricos y legendarios vinculados con la celebración festiva La fiesta está ligada a la Cofradía del Santísimo Sacramento, que ya no existe en la actualidad. La regla de esta Cofradía es aprobada por el maestre escuela y canónigo de Palencia, D. Fernando Rodríguez el 1 de abril de 1638. Estaba regida por un Abad, un Alcalde, dos Mayordomos y un Llamador. En la iglesia de S. Martín se guardaba el arca de cera, > TIPO Y DISTRIBUCIÓN TEMPORAL DE LOS ACTOS Recogida de autoridades en el Ayuntamiento. Misa. Procesión. Palencia > TIPO FESTIVIDAD FECHA DURACIÓN Religiosa Corpus Christi Domingo de Corpus Christi Por la mañana Palencia 354 Bernardo Calvo Brioso | Ed. Junta de Castilla y León MASCARADAS DE ASTILLA Y LEÓN MASCARADAS DE ASTILLA Y LEÓN Bernardo Calvo Brioso | Ed. Junta de Castilla y León pero el cabildo se reunía en la ermita de Santa Ana. La regla no cita para nada a los danzantes ni al Birria. Sin embargo, por los libros de cuentas, que comienzan en 1653, sabemos que todos los años hay gastos en danzas para la procesión del día del Corpus, al igual que se gasta bastante dinero en alfombrar las calles con tomillo, juncias, masiegas, ... También, de forma intermitente, aparecen gastos para las comedias del día del Corpus: 1661, 1665,...Vemos también gastos para “aderezar” las esquilas, lo que quiere decir que, como en otras localidades, irían prendidas en el traje de los Birrias y, tal vez, en los de los danzantes. Popularmente, como se desconoce el origen de estas danzas, la gente las atribuye a los templarios, que dicen dominaron la torre del castillo que hubo en la localidad, hasta su arrasamiento por Alfonso X.
http://www.jcyl.es/jcyl/patrimoniocultural/mascaradas/fichas/palencia/12%20PA%20CEVICO%20DE%20LA%20TORRE.pdf
Al vaquero le pagaban anualmente, por cada res que cuidaba, una fanega de trigo y media de centeno; para obtener el cereal tenían algunas tierras que los cofrades cultivaban haciendo "la senara" o “serna”, tierra de labor que como plus de salario daban los amos a ciertos criados para que la cultiven por su cuenta, es decir aportando días de trabajo no remunerado. Cuando se hizo el apeo de sus tierras, en esos momentos tenía dos alcaldes. Luego cambian de animales y ya no hay vacas, sino 38 cabras.
Entre las noticias que aparecen en relación con los vecinos y la Cofradía destacamos que había donantes, incluso en testamentos. Uno ordenó en su testamento: "que venga la Cofradía de la Vera Cruz y Congregación de las Benditas Ánimas", de esta villa y se la de de limosna 50 reales". En el siglo XVII, la Cofradía vende un novillo por 572 reales; en la misma época hay varias ventas más.
Tenían su cabildo "en dicha parroquia parte dedicada y en donde tenemos de uso y costumbre de nos juntar...". Había 3 alcaldes y 12 cofrades. Las cabras de la Cofradía también se arrendaban, eran 29 cabras y el arrendatario tenía que pagar una renta de 5 reales y 25 maravedíes por cada una, que se rematan en público remate el día de San Pedro (30 de junio).
Para entrar en la Cofradía de la Vera Cruz, los hombres tenían que pagar 14 reales y si era con su mujer 16. Al frente de los Cofrades estaban los Alcaldes a los que se les daban varas de mando. Estos alcaldes tenían que mandar, pues, como ejemplo, un cofrade que era hidalgo, le dio “un gran pechugón” a otro cofrade, este era ya mayor y de no haberle sujetado se había desnucado, por lo que se echó al otro de la Cofradía. También había dos curas o Abades,
En otros pueblos del Cerrato, también hubo Cofradías de Ánimas, como en Antigüedad, pero en el único pueblo que ha perdurado hasta el día de hoy es Vertabillo, quizá porque tenía cargos con nombre militar, vestimentas parecidas a las militares (la botarga) y actuaciones con un componente pseudomilitar como el revoleo de banderas de colores al son de las tamboras el martes de carnaval.
Las Cofradías de Ánimas y su protagonismo en la celebración de los carnavales fue, a partir del siglo XVIII, un denominador común en la historia etnográfica y antropológica del Cerrato. Los profundos cambios que se han producido en las últimas décadas en los núcleos rurales, han hecho desaparecer estas asociaciones de un tiempo en que la religiosidad y la sociabilidad se entendían de otra manera. Cofradías con idéntica titularidad se habían constituido ya en otros pueblos del Cerrato a lo largo del siglo XVII.
Existe constancia documental de las Cofradías de Ánimas, además de en Valdecañas, en Alba, Castrillo de Onielo, Cevico de la Torre, Cubillas, Espinosa, Magaz, Población, Tabanera, Tariego, Villaconancio, Villamediana y Villaviudas.
La Cofradia de Ánimas celebraba su fiesta en el segundo día de la Pascua Florida (Domingo de Resurrección), es decir el lunes llamado de Aguas. Iban todos los cofrades a la ermita y se pagaba a un predicador. También celebraban el día de las Ánimas (2 de Noviembre), en la noche previa se pagaba a los que tocaban las campanas. Finalmente el segundo domingo (o Dominica) de Noviembre traían también un Predicador.
Cada año, el martes de carnestolendas (carnaval) tenía la Cofradía Oficio General por las Benditas Ánimas de la parroquia con vigilia, misa conventual y procesión, como el día de los difuntos y después lo celebraban evitando así "profanar día tan santo", el miércoles de ceniza, en que oficialmente da comienzo la cuaresma.
Pagaban 20 reales para ser cofrade, pero luego se rebaja la cuota a 14 reales; se reunían en la Iglesia, “parte dedicada” se decía , convocados por el esquilón de la Cofradía. Su finalidad principal era ayudar a las ánimas del purgatorio (especialmente la de los cofrades) a salir de allí y gozar de Dios, con ayuda de las misas y de los rezos. Se decían tres misas para ellos: una el segundo domingo de Cuaresma, otra en un Domingo de Mayo y la última el segundo domingo después de Todos los Santos, en Noviembre.
En 1782 se apunta en este concepto un gasto de 40 reales y 12 maravedíes de 4 cántaras de vino a precio de 10 reales la cántara, y 53 reales al año siguiente. Los obispos de Palencia venían desde hace tiempo aconsejando la moderación de estos gastos profanos a cuenta de dineros espirituales, que en algunas cofradías eran reiterados y elevados. En su visita de septiembre de 1783, revisando las cuentas de la Cofradía, el obispo José Luis de Mollinedo, aunque reconoce que el gasto que se hace en el refresco es "de corta entidad", lo prohíbe.
Sus ingresos, y su mejor situación económica respecto de otras Cofradías procedía de las cuotas de entrada de hermanos y de las limosnas que sacaban los limosneros de pedir los días de fiesta a la puerta de la iglesia, la financiación principal de la cofradía en estos años viene del hato de ovejas que posee, de la lana y los corderos que vende, además tenían "reses", a cargo de un vaquero, que vivía en una casa de la Cofradía; por ello se consignan gastos para la sal de las reses, y a veces también por los daños que causaban cuando venían al pueblo a tomar la sal.
En otros pueblos de la diócesis de Palencia, había Cofradías de similar nombre y reglas, especialmente las principales que veremos. Como resulta de la visita del Obispo de 1568 en la que se dice que todas las cofradías son pobres y con pocos cofrades, de forma que se emplea casi todo el pueblo en oficios de las mismas, por lo que ordena que se junten.
Las Cofradias tenían Alcalde o máxima autoridad, Mayordomo encargado de la hacienda, Mullidor (Muñidor o llamador) y Abad (el cura). La víspera de la fiesta principal, ha de haber Cabildo o reunión de los cofrades y reuniéndose todos los cofrades ha de dárseles una colación moderada. Tenían Predicador y entonces le obsequiaban con una gallina para comer. Traían también tamborilero y tiraban docenas de “cuetes”, o fuego de mano que se traían la víspera.
Las Cofradías de Ánimas y su protagonismo en la celebración de los carnavales fue, a partir del siglo XVIII, un denominador común en la historia etnográfica y antropológica del Cerrato. Los profundos cambios que se han producido en las últimas décadas en los núcleos rurales, han hecho desaparecer estas asociaciones de un tiempo en que la religiosidad y la sociabilidad se entendían de otra manera. Cofradías con idéntica titularidad se habían constituido ya en otros pueblos del Cerrato a lo largo del siglo XVII.
Existe constancia documental de las Cofradías de Ánimas aparte de la de Valdecañas en Cerrato, la de Alba, Castrillo de Onielo, Cevico de la Torre, Cubillas, Espinosa, Magaz, Población, Tabanera, Tariego, Villaconancio, Villamediana y Villaviudas.
También celebraban el día de las Ánimas (2 de Noviembre), en la noche previa se pagaba a los que tocaban las campanas. Finalmente el segundo domingo (o Dominica) de Noviembre traían también un Predicador.
Cada año, el martes de carnestolendas (carnaval) tenía la Cofradía Oficio General por las Benditas Ánimas de la parroquia con vigilia, misa conventual y procesión, como el día de los difuntos y después lo celebraban evitando así "profanar día tan santo", el miércoles de ceniza, en que oficialmente da comienzo la cuaresma.
De entrada pagaban 20 reales para ser cofrade, pero luego se rebaja la cuota a 14 reales; se reunían en la Iglesia, “parte dedicada” se decía (probablemente en el soportal), convocados por el esquilón de la Cofradía. Su finalidad principal era ayudar a las ánimas del purgatorio (especialmente la de los cofrades) a salir de allí y gozar de Dios, con ayuda de las misas y de los rezos. Se decían tres misas para ellos: una el segundo domingo de cuaresma, otra en un Domingo de Mayo y la última el segundo domingo después de Todos los Santos, en Noviembre.
En 1782 se apunta en este concepto un gasto de 40 reales y 12 maravedíes de 4 cántaras de vino a precio de 10 reales la cántara, y 53 reales al año siguiente. Los obispos de Palencia venían desde hace tiempo aconsejando la moderación de estos gastos profanos a cuenta de dineros espirituales, que en algunas cofradías eran reiterados y elevados. En su visita de septiembre de 1783, revisando las cuentas de la Cofradía, el obispo José Luis de Mollinedo, aunque reconoce que el gasto que se hace en el refresco es "de corta entidad", lo prohíbe.
Sus ingresos, y su mejor situación económica respecto de otras Cofradías procedía de las cuotas de entrada de hermanos y de las limosnas que sacaban los limosneros de pedir los días de fiesta a la puerta de la iglesia, la financiación principal de la cofradía en estos años viene del hato de ovejas que posee, de la lana y los corderos que vende, además tenían "reses", a cargo de un vaquero, que vivía en una casa de la Cofradía; por ello se consignan gastos para la sal de las reses, y a veces también por los daños que causaban cuando venían al pueblo a tomar la sal.
En 1798 se ordenó por el Gobierno la desamortización o venta de todos los bienes de las Cofradías, lo que supuso un duro golpe para ellas, pues hacia 1820 habían desaparecido todas.
Cargos de las Cofradías. Al frente de la Cofradía había un Abad o más de uno, que eran sacerdotes. Luego estaban los Alcaldes, uno antiguo y otro moderno; también el Prioste o Preposte, los Mayordomos, y el Muñidor o Mullidor, a veces llamado Llamador.
Fiesta de las Cofradías. Todas las Cofradías tenían en común que celebraban un día de fiesta en honor a su patrón, fiesta que empezaba ya la víspera. En ese día principal se celebraba la Función con una misa, que era celebrada por un Predicador, que era un cura o fraile que lo traían de algún convento. Después de la Función se daba un refresco o colación a los cofrades y también se traían “cuetes” o fuegos de mano a partir de 1750, y música con un tamborilero y danzantes, que eran niños. El segundo día solía haber misa por los cofrades difuntos.
Bienes de las Cofradías. Solían tener reses (vacas) y también cabras. Para cuidarlas contrataban un vaquero o cabrero. A veces tenían tierras y entonces los cofrades debían de trabajar gratis para la Cofradía haciendo lo que se llamaban “senaras” para arar, rozar, sembrar, segar, beldar, y trillar, aunque la Cofradía les daba pan, queso y vino.
SOBRE LA INQUISICIÓN EN EL CERRATO
LA INQUISICIÓN
La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. La Inquisición española tiene precedentes en instituciones similares existentes en Europa desde el siglo XII, tres siglos antes, especialmente la fundada en Francia en el año 1184.
La Inquisición española estaba bajo el control directo de la monarquía. Su abolición fue aprobada en las Cortes de Cádiz en 1812 por mayoría absoluta, pero no se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, encuadrada en el inicio del reinado de Isabel II.
Escudo de la Inquisición española. A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73», frase en latín que traducida al castellano significa: Álzate, oh Dios, a defender tu causa, salmo 73
La Inquisición tuvo presencia propia en El Cerrato, desde que el 1 de noviembre de 1478, que el papa Sixto IV, le abrió la puerta en España con la bula “Exigit sincerae devotionis affectus”. Esta presencia queda patente y visible, entre otras manifestaciones, en diversos escudos, como el del inquisidor Rodrigo Maté, Comisario del Santo Oficio de Valladolid, que puede verse en la fachada de la que fue su casa en Castrillo de Onielo, localidad en la que ejerció como sacerdote y en la que también existe una judería que conserva en su fachada imágenes como un ángel exterminador, un masoreta con la torá (la palabra masoreta tiene su raíz en la palabra hebrea mesoret (מסורת), que quiere decir 'tradición' y llegó a usarse para referirse a las notas que los masoretas pusieron en los textos ), unas tijeras de circuncisión…, y en la que no se conservan más símbolos porque los posteriores dueños de la casa destruyeron muchos de ellos en un intento de restar valor histórico al inmueble, por miedo a que se le expropiasen si tenía excesivo valor histórico.
En la época de la Inquisición, la Iglesia tenía un gran poder y era la primera fuerza en los pueblos, junto con los señores.
Un Tribunal de la Inquisición.
Todos los vecinos tenían que entregar la décima parte de sus cosechas y ganados, es decir el diezmo. Con el diezmo se pagaba un tercio a los curas del pueblo, otro tercio al Obispado de Palencia y el tercio restante al Papa, que lo cedía al rey de España y éste al Duque de Béjar, aunque un tercio de éste último tercio, de decir una novena parte, se retenía para reparaciones y mejoras del edificio o fábrica de la Iglesia. Estos diezmos se almacenaban en la panera o troje de la Iglesia, cuyo edificio pasó a llamarse después Cilla o Tercia. El sistema continuó hasta 1838.
Además la Iglesia tenía ingresos por otros conceptos, como las primicias y novales (tierra que se cultiva por primera vez), los derechos de sepultura dentro de la Iglesia, los honorarios de misas y oficios religiosos, y recibía bienes por testamento. También existían las Fundaciones, que eran bienes dejados por una persona para que con su producto se comprara, por ejemplo, aceite para que estuviera encendido siempre un Cirio en la Iglesia, o se dijeran misas por su alma.
Como muestra de su poder baste decir que por ejemplo en un pueblo podía llegar a tener 13 clérigos y 1 sacristán. De los 13 clérigos, 4 eran sacerdotes o curas, 2 diáconos (les faltaba un grado para ser curas) 1 subdiácono (un grado menos) y 6 tenían órdenes menores (primer paso para ser curas). Hacia 1585 sin embargo hubo que reducir el número de clérigos al servicio de la Iglesia. La influencia o poder no sólo era económico, sino también cultural.
En Valladolid fue determinado en las Ordenanzas dadas a la Real Audiencia y Chancilleria en Medina del Campo en 1489, el alto Tribunal de Justicia, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde permaneció hasta su supresión en 1834. Estos monarcas establecieron la división de la administración de Justicia en dos demarcaciones: una, al norte del Tajo, bajo la jurisdicción de la Chancillería de Valladolid y la otra, al sur de este río.
Sobre la brujería en Palencia, se puede consultar en el Archivo Histórico Nacional, un total de 45 legajos, que son un autentico conjunto de autos propiamente dichos, de la Santa Inquisición, que van desde los siglos XV al XIX, conteniendo una buena colección de herejías, proposiciones heréticas, expresiones malsonantes, supersticiones, hechicería, brujería, invocaciones al demonio, bigamia, solicitaciones, blasfemias, etc., y otros delitos como perjuicio o decir misas sin órdenes.
Juderías (viviendas y barrios judíos, y por tanto objeto de persecución por la Inquisición) hubo varias en el Cerrato.
Juderia castellana.
En Palenzuela, donde convivieron en armonía cristianos, judíos y musulmanes, con sus respectivos estatutos, existió una de las más importantes de la provincia de Palencia. En Dueñas, además de una judería con gran influencia en la población y mucho poder (tanto que contribuyó con 23.550 maravedíes a la guerra de Granada), se celebró en 1534 un Consejo General de la Inquisición. En Magaz al parecer existió un potro de tormentos.
En Valdecañas de Cerrato, Tomás González Tevar, natural de la localidad, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”, a la que dotó de rentas en Tabanera de Cerrato, Villahán, Dueñas y Valdecañas, logrando más de 100.000 maravedíes anuales destinados a misas, dotes para huérfanos, pagos a maestros de escuela o ayudas para estudios universitarios. Estas rentas se depositaban en la iglesia de Valdecañas de Cerrato, en un arca con tres llaves, custodiadas por tres patronos-administradores perpetuos. En 1940 se redujeron sus dotes a 2.465 pesetas. En 1982 esta institución pasó a depender de la Dirección Provincial de Trabajo de Palencia, y en la actualidad sus fines se limitan a la celebración de actos de carácter religioso.
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.
Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana, sufrió un proceso secreto por parte de la Inquisición, al ser acusado de sodomía con algunos esclavos negros, considerada “crimen pessimun”. Posteriormente sería asesinado, al parecer para evitar el escándalo que este encausamiento inquisitorial suponía.
La institución inquisitorial, pese a lo que muchos creen no es una creación española, aunque la mayoría crea que fue fundada y creada en España y siendo más “europea” que española, se le acusa y carga toda la “leyenda negra” contra ella.
La Inquisición fue establecida en 1184, casi 300 años antes que entrara en vigor en España, mediante la bula del papa Lucio III, Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía albiguense-cátara y desde los Estados Pontificios fue implantada durante un tiempo más o menos largo o con más o menos rigor según el país europeo o la colonia de que se tratara; en España, por ejemplo, duró mucho tiempo.
En España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia.
La primera Inquisición, la Episcopal, fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III, como un instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. Cincuenta años después, en 1231-1233, el papa Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la Inquisición Pontificia, que se estableció en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media. En cuanto a los reinos cristianos de la península ibérica, la inquisición pontificia sólo se instauró en la Corona de Aragón, donde los dominicos catalanes Raimundo de Peñafort y Nicholas Eymerich fueron destacados miembros de la misma. Con el tiempo, su importancia se fue diluyendo, y a mediados del siglo XV era una institución casi olvidada, aunque legalmente vigente.
La Inquisición, como tribunal eclesiástico, solo tenía competencia sobre cristianos bautizados. Durante la mayor parte de su historia, sin embargo, al no existir libertad de culto ni en España, ni en sus territorios dependientes, su jurisdicción se extendió a la práctica totalidad de los súbditos del rey de España.
En la Corona de Castilla la represión de la herejía corrió a cargo de los príncipes seculares basándose en una legislación también secular aunque reproducía en gran medida los estatutos de la Inquisición Pontificia. En Las Partidas se admitió se admitió «la persecución de los herejes, pero conducirlos, ante todo, a la abjuración; sólo en caso de que persistieran en sus creencias podían ser entregados al verdugo. Los condenados perdían sus bienes y eran desposeídos de toda dignidad y cargo público». En el reinado de Fernando III de Castilla fue cuando se impusieron las penas más duras a los herejes. El propio rey ordenó marcarlos con hierros al rojo vivo, y una crónica habla de que «enforcó muchos home e coció en calderas».
CONTEXTO HISTÓRICO
Gran parte de la península ibérica había sido dominada por los árabes, y las regiones del sur, particularmente los territorios del antiguo Reino nazarí de Granada, tenían una gran población musulmana. Hasta 1492, Granada permaneció bajo dominio árabe. Las grandes ciudades, en especial Sevilla y Valladolid, en Castilla, y Barcelona en la Corona de Aragón, tuvieron grandes poblaciones de judíos, que habitaban en las llamadas «juderías».
Durante la Edad Media, se había producido una coexistencia relativamente pacífica —aunque no exenta de incidentes— entre cristianos, judíos y musulmanes, en los reinos peninsulares. Había una larga tradición de servicio a la Corona de Aragón por parte de judíos. El padre de Fernando, Juan II de Aragón, nombró a Abiathar Crescas, judío, astrónomo de la corte. Los judíos ocupaban muchos puestos importantes, tanto religiosos como políticos. Castilla incluso tenía un rabino no oficial, un judío practicante.
No obstante, a finales del siglo XIV ,hubo en algunos lugares de España una ola de violencia antijudía, alentada por la predicación de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Fueron especialmente cruentos los pogromos (saqueos y matanzas de gente indefensa por una multitud enfurecida, y en especial, los que se produjeron contra los judíos ) de junio de 1391, en Sevilla, Córdoba, Valencia o Barcelona, donde fueron asesinados cientos de judíos, y se destruyó por completo la aljama.
Judería.
Una de las consecuencias de estos disturbios fue la conversión masiva de judíos. Antes de esta fecha, los conversos eran escasos y apenas tenían relevancia social. Desde el siglo XV puede hablarse de los judeoconversos, también llamados «cristianos nuevos», como un nuevo grupo social, visto con recelo tanto por judíos como por cristianos. Convirtiéndose, los judíos no solamente escapaban a eventuales persecuciones, sino que lograban acceder a numerosos oficios y puestos que les estaban siendo prohibidos por normas de nuevo cuño, que aplicaban severas restricciones a los judíos. Fueron muchos los conversos que alcanzaron una importante posición en los reinos hispanos del siglo XV.
Conversos eran, entre muchos otros, los médicos Andrés Laguna y Francisco López Villalobos (médicos de la corte de Fernando el Católico); los escritores Juan del Enzina, Juan de Mena, Diego de Valera y Alfonso de Palencia y los banqueros Luis de Santángel y Gabriel Sánchez, que financiaron el viaje de Cristóbal Colón.
Los conversos —no sin oposición— llegaron a escalar también puestos relevantes en la jerarquía eclesiástica, convirtiéndose a veces en severos detractores del judaísmo. Incluso algunos fueron ennoblecidos, y en el siglo XVI , varios opúsculos (obra científica o literaria de poca extensión) pretendían demostrar que casi todos los nobles de España tenían ascendencia judía.
La revuelta de Pedro Sarmiento , cortesano de Juan II de Castilla, repostero del rey y miembro del Consejo de Castilla, sustituyó a Álvaro de Luna en el máximo puesto de confianza tras la batalla de Olmedo (1445), tuvo como principal elemento movilizador el recelo de los cristianos viejos hacia los cristianos nuevos, sustanciado en los estatutos de limpieza de sangre que se extendieron por multitud de instituciones, prohibiéndoles su acceso.
Creación de la Inquisición en España
El dominico sevillano Alonso de Ojeda convenció a la reina Isabel I, durante su estancia en Sevilla entre 1477 y 1478, de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a solicitud de los soberanos por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por el dominico “cerrateño” Tomás de Torquemada, (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498, fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV). Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 a 1530. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos. Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada, tío de Tomás, en su libro Claros varones de Castilla, corroboró este aserto.
El Inquisidor General Juan de Torquemada
Para descubrir y acabar con los falsos conversos, los Reyes Católicos decidieron que se introdujera la Inquisición en Castilla, y pidieron al Papa su consentimiento. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sinceras devotionis affectus, por la que quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla, y según la cual el nombramiento de los inquisidores era competencia exclusiva de los monarcas. Sin embargo, los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, no fueron nombrados hasta dos años después, el 27 de septiembre de 1480, en Medina del Campo.
La actividad de la Inquisición
La actividad de la Inquisición se divide en cinco períodos. El primero, de 1480 a 1530, estuvo marcado por la intensa persecución de los judeconversos, las fuentes discrepan en cuanto al número de procesos y de ejecuciones que tuvieron lugar en esos años, la cifra aproximada, basada en la documentación de los autos de fe, fue de 2000 personas ejecutadas.
El segundo, de principios del siglo XVI, de relativa tranquilidad.
El tercer periodo, entre 1560 y 1614, en el que vuelve a ser intensa la actividad del Santo Oficio centrada en los protestantes y en los moriscos.
El cuarto periodo ocuparía el resto del siglo XVII, en el que la mayoría de las personas juzgadas son cristianos viejos .
El quinto, el siglo XVIII, en el que la herejía deja de ser el centro de atención del tribunal porque ya no constituye un problema.
La cifra de los judíos que salieron de España no se conoce, ni siquiera con aproximación. Los historiadores de la época dan cifras elevadísimas (Juan de Mariana habla de 800 000 personas, e Isaac Abravanel de 300 000). Sin embargo, las estimaciones actuales reducen significativamente esta cifra (Henry Kamen estima, de una población aproximada de 80.000 judíos y más de 200. 000 conversos, aproximadamente —unos 40. 000— optaron por la emigración).
Acto de Fe inquisitorial.
Los judíos españoles emigraron principalmente a Portugal (de donde volverían a ser expulsados en 1497) y a Marruecos. Más adelante, los sefardíes, descendientes de los judíos de España, establecerían florecientes comunidades en muchas ciudades de Europa, como Ámsterdam, y el Norte de África, y, sobre todo, en el Imperio otomano.
Los que se quedaron engrosaron el grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España, que había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. Puesto que en el lapso de tres meses se produjeron numerosísimas conversiones —unas 40.000, si se acepta la cifra de Kamen— puede suponerse con lógica que gran parte de ellas no eran sinceras, sino que obedecían únicamente a la necesidad de evitar el decreto de expulsión.
El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta 1530.
En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición", gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la posición católica en materia de documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía la Santa Sede en el campo espiritual.
De acuerdo a esta posición, es un mito hablar de genocidio en países como España por brujería, en cambio, los protestantes lo exageraron seguramente para mejorar su oposición al Imperio español de la época.
La leyenda negra es un movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. A pesar de originarse en tiempos de fuerte rivalidad política, comercial y religiosa hace más de tres siglos, la leyenda ha llegado hasta nuestros días en forma de interpretaciones falseadas de tinte antiespañol sobre episodios históricos como la conquista de América, la Inquisición, o la Reconquista.
El Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española define leyenda negra como «Relato desfavorable y generalmente infundado sobre alguien o algo».
La Organización
Aunque el Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey, su nombramiento debía ser aprobado por el Papa. El Inquisidor General era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos), salvo un breve período (1507–1518) en que existieron dos inquisidores generales, uno en la Corona de Castilla y otro en la de Aragón.
A lo largo de su existencia, se produjeron distintas fricciones entre Roma y los Reyes de España por el control de la Inquisición. Sixto IV había promulgado una bula en 1478 por la que daba a la corona española plenos poderes para el nombramiento y destitución de los inquisidores, pero al enterarse de los abusos cometidos por estos en Sevilla, revocó la bula en 1482, haciendo que los inquisidores se sometieran a los obispos de sus diócesis. Ante la protesta elevada por Fernando el Católico, el Papa llegó a decir que :
“La Inquisición lleva tiempo actuando no por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza, y muchos verdaderos y fieles cristianos (...) han sido encerrados (...) torturados y condenados como herejes relapsos, privados de sus bienes y propiedades, (...) dando un ejemplo perniciosos y causando escándalo a muchos.“
Como respuesta a ello, el rey acusó al Papa de favorecer a los conversos, y se permitió decirle esto:
“Tenga cuidado (...) de no permitir que el asunto vaya más lejos, y de revocar toda concesión, encomendándonos el cuidado de esta cuestión.”
Ante tanta resolución, Sixto IV se echó atrás y dejó en manos de la corona el control de la Inquisición.
Tribunal de la Inquisición.
El Inquisidor General presidía el Consejo de la Suprema y General Inquisición (generalmente abreviado en «Consejo de la Suprema»), creado en 1488, formado por seis miembros que eran nombrados directamente por el rey (el número de miembros de la Suprema varió a lo largo de la historia de la Inquisición, pero nunca fue mayor de diez). Con el tiempo, la autoridad de la Suprema fue creciendo, y debilitándose el poder del Inquisidor General.
La Suprema se reunía todas las mañanas de los días no feriados, y además los martes, jueves y sábados, dos horas por la tarde. En las sesiones matinales se trataban las cuestiones de fe, mientras que por la tarde se reservaban a los casos de sodomía, bigamia, hechicería, etc.
Dependientes de la Suprema eran los diferentes tribunales de la Inquisición, que en sus orígenes eran itinerantes, instalándose allí donde fuera necesario para combatir la herejía, pero que más adelante tuvieron sedes fijas. En una primera etapa se establecieron numerosos tribunales, pero a partir de 1495 se manifiesta una tendencia a la concentración.
Composición de los Tribunales
Cada uno de los tribunales contaba al inicio con dos inquisidores, un «calificador», un alguacil y un fiscal. Con el tiempo fueron añadiéndose nuevos cargos.
Los inquisidores eran preferentemente juristas, más que teólogos, e incluso en 1608, Felipe III estipuló que todos los inquisidores debían tener conocimientos en leyes. Los inquisidores no solían permanecer mucho tiempo en el cargo, unos dos años. La mayoría de los inquisidores pertenecían al clero secular (sacerdotes), y tenían formación universitaria. Su sueldo era de 60.000 maravedíes a finales del siglo XV, y de 250.000 maravedíes a comienzos del XVII.
Inquisidor.
El procurador fiscal era el encargado de elaborar la acusación, investigando las denuncias e interrogando a los testigos.
Los calificadores eran generalmente teólogos; a ellos competía determinar si en la conducta del acusado existía delito contra la fe.
Los consultores eran juristas expertos que asesoraban al tribunal en cuestiones de la casuística procesal.
El tribunal contaba además con tres secretarios: el notario de secuestros, quien registraba las propiedades del reo en el momento de su detención; el notario del secreto, quien anotaba las declaraciones del acusado y de los testigos; y el escribano general, secretario del tribunal.
El alguacil era el brazo ejecutivo del tribunal, a él competía detener y encarcelar a los acusados.
Otros funcionarios eran el nuncio, encargado de difundir los comunicados del tribunal, y el alcaide, carcelero encargado de alimentar a los presos.
Además de los miembros del tribunal, existían dos figuras auxiliares que colaboraban en el desempeño de la actividad inquisitorial: los familiares y los comisarios.
Los familiares eran colaboradores laicos del Santo Oficio, que debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios. Aunque eran muchos los nobles que ostentaban el cargo, la mayoría de los familiares eran de extracción social popular.
Los comisarios, por su parte, eran sacerdotes regulares que colaboraban ocasionalmente con el Santo Oficio.
Uno de los aspectos más llamativos de la organización de la Inquisición era su forma de financiación: carentes de un presupuesto propio, dependían exclusivamente de las confiscaciones de los bienes de los reos. No resulta sorprendente, por tanto, que muchos de los encausados fueran hombres ricos. Que la situación propiciaba abusos es evidente.
En los primeros tiempos cuando la Inquisición llegaba a una ciudad, el primer paso era el dar «edictos de gracia». En la misa del domingo, el inquisidor procedía a leer el edicto: se explicaban las posibles herejías y se animaba a todos los feligreses a acudir a los tribunales de la Inquisición para descargar sus conciencias. Se denominaban «edictos de gracia» porque a todos los autoinculpados que se presentasen dentro de un «período de gracia» (aproximadamente, un mes) se les ofrecía la posibilidad de reconciliarse con la Iglesia sin castigos severos. La promesa de benevolencia resultaba eficaz, y eran muchos los que se presentaban voluntariamente ante la Inquisición. Sin embargo, a partir de 1500 los «edictos de gracia» fueron sustituidos por los llamados «edictos de fe», suprimiéndose esta posibilidad de reconciliación voluntaria.
Como la herejía no era sólo un pecado sino un delito, no bastaba con la confesión para ser absuelto —de hecho se recordaba en los «edictos de fe» que los sacerdotes debían remitir a la Inquisición a aquellos que se acusaran de pecados contra la fe— por lo que su confesión debía ser pública.
El acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores, un privilegio que los testigos tenían en los tribunales seculares. Este era uno de los puntos más criticados y así fue denunciado, por ejemplo, por las Cortes de Castilla en 1518 o por la ciudad de Granada en 1526, que en el memorial que redactó denunció que el sistema de secreto era una invitación abierta al perjurio y al testimonio malévolo.
Familiar del Santo Oficio
En algunos lugares del Cerrato existió también la figura del Familiar del Santo Oficio, una especie de inquisidor por delegación, delator y encargado de aplicar la jurisprudencia de la Inquisición en los lugares en los que no había Tribunal del Santo Oficio. Esta figura existió en varias localidades cerrateñas, como Baltanás, Población de Cerrato, Esguevillas de Esgueva, donde la Inquisición persiguió la creencia en la leyenda de la Fuente de la Mora; Valoria la Buena, donde ejercieron esa función José y Francisco González Guerra, etc.
La Inquisición en Baltanás
El investigador Juan Manuel Monge, ha documentado la presencia de esta figura la del Familiar del Santo Oficio en Baltanás, visible en un escudo fechado el 2 de abril de 1737, en el que aparecen la cruz, las armas de la Inquisición (una espada y una rama de olivo, que representan el trato a los herejes y la reconciliación con los arrepentidos respectivamente), el nombre de Agustín Puertas y la leyenda EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM 73 (“Álzate, o Dios, a defender tu causa. Salmo 73”).
Agustín Puertas Núñez, nacido en Baltanás el 28 de agosto de 1702 y fallecido el 21 de agosto de 1767, casado en este municipo con Doña Francisca Calleja Villoldo el 7 de junio de 1734. Ejerció de Familiar de la Inquisición en esta localidad. Había varias categorías de Familiar del Santo Oficio, Acompañante y salvaguarda de los inquisidores, considerado como miembro de su propia familia, de ahí el nombre.
Había por un lado, Familiar de a pie frente a Familiar de caballo, siendo estos últimos pertenecientes a la oligarquía urbana, aportando prestigio social y apoyo político. Por otro lado, Familiar de número frente a Familiar Supernumerario, que eran los que estaban a la espera de que surgiera una vacante para pasar a ser oficiales.
Para ser Familiar de la Inquisición se requería limpieza de sangre, ejemplaridad de vida, vivir con honestidad, no realizar oficios considerados de clase baja ni actividades comerciales, no ser hijo ilegítimo, no ser extranjero, no ser clérigo y tener más de 25 años.
Ejercer de Familiar del Santo Oficio daba acceso a la hidalguía, además de otra serie de privilegios como portar armas, exención de gastos de guerra, etc. Entre sus funciones, figuraban la vigilancia de sospechosos, la detención de herejes, la toma de testificaciones, el traslado de reos a prisión, colaborar en la revisión de establecimientos como librerías o de actividades de comercio exterior, controlar el cumplimiento de preceptos eclesiásticos, participar en actos del Santo Oficio (principalmente en los Autos de Fe).
Los Familiares del Santo Oficio eran coordinados y controlados por los Comisarios del Santo Oficio, que debían ser clérigos con al menos 40 años y ser previsores, prudentes, ejemplares en sapiencia y costumbres, y estar llenos de celo por la Santa Fe, según se contempla en el Directorio de Eymerich, publicado en 1376. Tenían jurisdicción y gozaban de los mismos poderes que los Inquisidores Generales salvo el de dictar sentencias.
Hay otro escudo sito en Baltanás que alude de forma indirecta a un Comisario. En este escudo aparece la flor de lis y una alusión al bachiller Don Francisco Núñez de Prada, sobrino-nieto de Francisco Álvarez de Prada. Nacido el 2 de septiembre de 1582 en Baltanás, hijo de de Don Francisco y Doña Francisca Peral, donde fue Beneficiado y Cura, siendo también Comisario del Santo Oficio en Valladolid, así como creador de la procesión de Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre. Don Francisco Nuñez financia la construcción de la torre de la Iglesia de San Millán.
Inquisidores
El término Inquisidor (del latín inquirere < quaerere, "buscar", aquel que "busca" o "inquiere") era la denominación de los presbíteros que se designaban a cada uno de los tres juzgados de la Inquisición, un tribunal y organización creada para extirpar la herejía religiosa, la heterodoxia ideológica y otros asuntos rechazados por la Iglesia católica mediante la censura o expurgo (libros, comedias etc.), el castigo jurídico (multa, confiscación, sambenito) o la ejecución por la hoguera (reos rebeldes), en efigie (reos huidos o desaparecidos), por la horca (reos de condición humilde reconciliados) o por el hacha (reos de elevada condición social).
Inquisidor.
Al inquisidor jefe de cada nación se le llamaba Inquisidor General. Los inquisidores tenían formación jurídica y como tales no se dejaban influir fácilmente por prejuicios populares, por lo cual raramente procedían a quemar brujas, costumbre más bien propia de ambientes rurales e iletrados. Su labor era principalmente castigar el delito ideológico y teológico y reprimir la heterodoxia.
El inquisidor general o gran inquisidor (en latín: Inquisitor Generalis) fue la máxima autoridad oficial de la Inquisición española. El primero y probablemente el más famoso fue el “torquemadino” Tomás de Torquemada, religioso dominico.
Entre los “baltanasiegos” lo fueron :
Sancho de Mata y Acebes, Inquisidor General del Obispado de Astorga (donde luego fue Obispo) y Vicario General e Inquisidor del Arzobispado de Zaragoza.
Pedro Maté de Mendoza, Inquisidor en el Arzobispado de Zaragoza
Pedro Maté de Salcedo, Inquisidor General en Cartegena de Indias, siendo el primer inquisidor que mando la Corona Española a América.
Lorenzo Calvo de la Cantera, Inquisidor General de Llerena, de Valladolid y de la Suprema, en el siglo XVIII.
Baltanás (Palencia). Casa solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo
Comisarios del Santo Oficio
El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el Tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.
La parte más interesante del juicio, la que casi siempre decide de la suerte de los reos, se hallaba confiada a los comisarios.
La red de Comisarios del distrito inquisitorial proporcionaba un control eficaz durante los siglos XVI y XVII, entrando en declive a partir del XVIII.
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
Don Francisco Núñez de Prada. Don Juan Calvo de la Cantera. Don Josef Sanz Puertas. Don Tomás Diago.
Tomás González Tevar, natural de Valdecañas de Cerrato, Comisionado del Santo Oficio que ejerció de canónigo racionero en Córdoba, creó en 1660 la “Obra Pía de Tevar”.
Escudo de Tomás González Tevar, ubicado en la ermita de la Virgen del Campo, en Valdecañas de Cerrato
Familiares del Santo Oficio
Familiar de la Inquisición o familiar del Santo Oficio era el nombre que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
Sin necesidad de tener ningún tipo de voto monástico ni ingresar en el clero, sus funciones eran las de informar de todo lo que fuera de interés para la institución y ocurriera dentro de la sociedad en la que estaban integrados,1 como una tupida red de espionaje o servicio de información. Se beneficiaban económicamente de sus delaciones, además de estar protegidos ellos mismos de una posible persecución por las mismas causas que informaban. El hecho de que los acusadores en los procesos inquisitoriales no fueran públicos ni pudieran ser conocidos por los acusados, les hacía temibles. Debían estar permanentemente al servicio de la Inquisición. Convertirse en familiar era considerado un honor, ya que suponía un reconocimiento público de limpieza de sangre y llevaba además aparejados ciertos privilegios, entre ellos, que podían portar armas.
Estos “baltanasiegos” lo fueron :
Andrés y Manuel de Ruifernández, abuelo y nieto. Agustín Puertas Núñez, y Joaquín su hijo. Manuel Gutiérrez Calvo, José Atienza Mena, Josef Tristan Martínez, todos siglo XVIII.
El conjuro de la Bruja
Roberto Gordaliza, en su libro “Historias y Leyendas Palentinas”, relata una leyenda relacionada con la Inquisición, “El Conjuro de la Bruja”. Localizada en Vertavillo, cuenta que en una bodega apareció un manuscrito muy antiguo, que habría sido escondido allí para no ser descubierto por la Inquisición ya que relataba prácticas de brujería, en concreto un conjuro para atraer la lluvia.
Dado que las novenas y rogativas al uso no habían surtido efecto y la pertinaz sequía seguía asolando los campos cerrateños, los habitantes del pueblo debatieron si cambiar dichas novenas y rogativas por el conjuro encontrado, con todos los temores propios de sustituir a la Providencia por el poder de las brujas. Y decidieron probar. El manuscrito decía que para que lloviera había que invocar a la bruja en una noche de luna llena, alrededor de un fuego, recitando el conjuro 7 veces mientras 7 doncellas vírgenes saltaran el fuego 7 veces; después apagarían el fuego con 7 chorros de vino agrio, y si todo había sido hecho correctamente pasados 7 días comenzaría a llover abundantemente.
Buscaron a 7 doncellas del pueblo y lo hicieron todo según el manual, recitando el conjuro que decía: “Bruja de lata, ¡qué mala pata!. Bruja de paja, sube al cerezo, rueda en la rama, bruja sin pelo. Saca la escoba, prende la hoguera, cara de gato, bruja de esparto. Diente de araña, cola de sapo, Noche de noche, sangre de hiena, busca a la bruja, vuela que vuela. Miente la piedra, llora la luna, canta el diablo, ¡bruja, so bruja!. Yo te conjuro, sal de la cueva! ,bruja de lata, ¡deja que llueva! .
Después apagaron el fuego como indicaba el manuscrito, y esperaron los 7 días. Pero ni gota de lluvia. Releyeron el manuscrito, convencidos de que algo habrían hecho mal, pero todo había sido correcto: la noche era de luna llena, la hoguera se encendió correctamente, el conjuro había sido recitado 7 veces, el vino estaba realmente agrio, las doncellas habían saltado 7 veces…, pero cayeron en la cuenta de un detalle que no podían asegurar que se cumpliera: ¿en verdad serían vírgenes las doncellas?
Francisca Hernández
Villavaquerín de Cerrato y Castrillo Tejeriego, albergaron episodios de la vida de Francisca Hernández una de las mujeres más famosas de la España de su época.
Nacida en Canillas (Salamanca), siendo beata franciscana conoce en 1517 en la capital charra al bachiller Antonio de Medrano, que estaba allí estudiando, iniciando con él una “estrecha relación”. Dado que el Santo Oficio castigaba las relaciones “escandalosas” entre las beatas y sus devotos, en 1519 incoa un proceso contra ella, citándola a comparecer ante el Tribunal de Valladolid el 15 de diciembre, quedando con arresto domiciliario en casa de don Bernardino Velázquez.
Antonio, también fue detenido, acusado de poner las ideas de Francisca por encima de las de doctores teólogos. Ya por entonces el Santo Oficio sospechaba que ella tenía relación con los alumbrados o iluminados, secta de carácter místico relacionada con el protestantismo.Dado que el Iluminismo no estaba aún perseguido, Francisca es absuelta, mientras a Antonio se le impone la prohibición de tener comunicación directa con ella. Pero la incumple, ya que Francisca se quedó a vivir en Valladolid en casa de Pedro de Cazalla y Leonor de Vivero (matrimonio luterano) y Antonio se instala en una vivienda cuya ventana da a la de ella, y con frecuencia la visita y pernocta con ella. Este incumplimiento provoca que en 1522, Antonio sea desterrado a 5 leguas a la redonda de Valladolid, destierro que también incumple, por lo que es obligado a irse.
Vuelve a Salamanca, donde es acusado de “deshonestidades” con mujeres y sospecha de herejía, por lo que también es expulsado de allí, yéndose a su pueblo, Navarrete (La Rioja), donde ejerce como sacerdote y clérigo beneficiado. Desde allí mantiene correspondencia con Francisca, y mediante mensajeros (unos familiares) le envía pañuelos y otras prendas. Litigios con otros clérigos provocan su excomunión, y las denuncias de varias mujeres le llevan en 1526 ante el Tribunal de la Inquisición de Logroño.
La falta de pruebas contundentes hacen que la sentencia sea leve: es obligado a abjurar de sus ideas, no predicar en privado (solo desde el púlpito), no dar la comunión a personas niñas, prescindir de su ama de llaves y pagar 100 ducados de multa.
Desde el Edicto de Toledo de 1525 la persecución del Iluminismo ya era oficial. Es considerado una secta herética por afirmar estar alumbrados o iluminados (de ahí el nombre) por la gracia de Dios, con quien tienen contacto directo a través del Espíritu Santo, lo que les llevaba a rechazar la autoridad y jerarquía de la Iglesia, así como sus dogmas. Siendo Dios quien dicta directamente su conducta, consideran que no es posible pecar, por lo que tampoco se someten a confesión.
En este contexto es detenido de nuevo Antonio de Medrano, acusado de epicureísmo (como epicureísmo se denomina el sistema filosófico fundado por Epicuro que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores que causan ideas como el destino, los dioses o la muerte. Es considerada una rama del hedonismo) y de cometer 35 delitos. Es condenado a tormentos, y las severas torturas que le son infligidas provocan que haga declaraciones referentes a Francisca: relata los goces “espirituales”, y “carnales, aunque con intención limpia”, así como conductas que los inquisidores consideraron perversiones: cocinar para ella, vestirla, calzarla, cortarle las uñas de los pies… En su descargo indicó que si Dios no se hubiera encarnado en Cristo lo hubiera hecho en Francisca, por lo que estar a bien con ella significaba estar a bien con Dios, cuando se enojaba era Dios quien estaba ofendido, y que en definitiva Francisca le hizo pensar que los gozos de la vida no eran incompatibles con las cosas de Dios, por lo que retozar con ella no lo tenía como pecado.
Ello entronca con uno de los postulados del Iluminismo: la mezcla de una fe profunda con las pasiones de la carne. Y es que Francisca Hernández sublimaba las pasiones y las fantasías de sus devotos, que se arrodillaban ante ella como si fuese una divinidad, pero a la vez ejercían con ella actividades libidinosas. Así, otro devoto suyo, Fray Francisco Ortiz, consejero de la Orden de San Francisco de Asís, “mamaba de sus pechos la leche del Espíritu Santo y vertía sobre ella el caudal de amor y ternura que sus votos le impedían dirigir hacia otras mujeres”, según relata Ángela Selke de Sánchez en su libro “El caso del bachiller Antonio de Medrano, iluminado epicúreo del siglo XVI”, del que están sacados los datos históricos.
Las acusaciones fueron en cadena y el 31 de marzo de 1529 es detenida Francisca, encarcelada en Toledo, comienza un proceso inquisitorial contra ella que se prolonga hasta 1532, encontrando el Santo Oficio motivos para ajusticiarla.
Con ella cayó gran parte del grupo de erasmistas y luteranos de Valladolid, en el que estaba encuadrada. Su gran amistad con Doña Catalina de Guevara, hija de los señores de Villavaquerín de Cerrato, propició que uno de los encuentros con Antonio de Medrano tuviera lugar en esta localidad. Además, Doña Catalina y su esposo, Don Bernardino de Velasco, señor de Castrillo Tejeriego, la acogieron en su casa de esta localidad en el verano de 1527 y allí vivió un año y medio para estar alejada de la epidemia de peste que sufría Valladolid.
En Castrillo Tejeriego nació Miguel Delibes en 1920.
Cuando fue apresada por la Inquisición, esta pareja de cerrateños la asistieron y se ofrecieron a depositar la fianza que fuese necesaria para librarla .
LOS TEMPLARIOS EN CEVICO DE LA TORRE Y EL CERRATO
Antecedentes históricos
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón (en latín: Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici), también llamada la Orden del Templo (y a menudo se dice en la forma afrancesada Orden del Temple), cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las más poderosas orden monástica militar católica de la Edad Media. Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos.
Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la primera cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista (principalmente desde la ciudad portuaria de Jaffa). La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén Garmond de Picquigny, que le impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro. Esta regla, dentro del contexto templario, es conocida como Regla latina.
Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes (celebrado en la catedral de la misma ciudad), la Orden del Templo creció rápidamente en tamaño y poder. Los caballeros templarios tenían como distintivo un manto blanco con una cruz ancorada roja sobre él. El 24 de abril de 1147, el papa Eugenio III les concedió el derecho a llevar permanentemente la cruz; cruz sencilla, pero ancorada o patada, que simbolizaba el martirio de Cristo, de color rojo, porque el rojo era el símbolo de la sangre vertida por Cristo, pero también de la vida. La cruz estaba colocada en su manto sobre el hombro izquierdo, encima del corazón.»
Militarmente, sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las cruzadas. Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica dentro del mundo cristiano. Crearon, incluso, nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco. La orden, además, edificó una serie de fortificaciones por todo el mar Mediterráneo y Tierra Santa.
De paso, se enriquecían arrasando pueblos y aldeas y fundando en consecuencia palacios, conventos y monasterios por diferentes lugares de Europa. Por otro lado, disponían de las grandes fortunas que traían muchos de los nobles que entraban en la Orden, aparte de la cantidad de herencias y donativos que recibían de parte de muchos fieles.
Sería en Gran Bretaña, Francia, España y Portugal donde contarían con posesiones de mayor importancia. Sólo cien años después, a principios del siglo XIII, ya se habían convertido en la principal potencia económica de Europa, lo que comenzó a levantar ampollas entre buena parte de los poderosos de la época, reyes incluidos.
Estos recelos y envidias desembocaron en una de las persecuciones más sangrientas de la Historia.
Fue Felipe IV, junto a la Inquisición francesa y el Papa Clemente, el principal instigador de este acoso. Incapaz de saldar la deuda económica que tenía con el Temple, decidió acabar con la Orden fuese como fuese. Les acusó de blasfemos, de practicar la sodomía y adorar a falsos ídolos, de renegar de Cristo y de juguetear con la magia.
Así, más de 15.000 templarios fueron arrestados de la noche a la mañana. Se les torturó con fiereza y muchos de ellos acabaron quemados en hogueras, a la vista de ese pueblo llano que pocos años antes les consideraba sus héroes y salvadores y les vitoreaba cuando regresaban triunfantes de las campañas militares. Entre ellos se encontraba el Gran Maestre Jacques de Molay, quien maldijo al rey y al Papa antes de morir quemado vivo frente a la Catedral de Notre Dame. El Papa fallecía apenas 30 días después y Felipe IV sólo siete meses más tarde.
Lo curioso es que hace no mucho tiempo, los archivos secretos del Vaticano desvelaron un secreto a voces: los documentos oficiales confirmaban que la Orden del Temple no había cometido herejía.
Felipe el Hermoso, al borde de la bancarrota, había manipulado de un modo vil el desarrollo de la Historia y, abusando de su poder, se adueñó de las incontables riquezas atesoradas por los templarios durante dos siglos. Aunque dichos documentos reconocen que la Orden se relajó en sus buenos hábitos y comenzaba a asomar el indicio de la corrupción, la degeneración no era tal como para caer víctima de semejantes acusaciones y aún menos de morir tantos templarios en la hoguera.
Pese a que la Orden del Temple apenas sobrevivió dos siglos, su huella fue muy amplia en tierras castellanas. Bajo la protección de los soberanos castellanos, que los acogieron agradeciendo su ayuda en la Reconquista, expulsando a los árabes del país.
La orden se reconvirtió en Portugal en la Orden de los Caballeros de Cristo. Esta Orden tuvo un papel fundamental en la aventura colonizadora de Portugal en África, América y Asia, financiando infinidad de expediciones, la mayor parte de ellas al Nuevo Mundo.
Aprovechamos este dato para ahondar en esa leyenda, que mucho puede tener de realidad y a la que se ha dedicado más de un libro, que habla del rumor de que Cristóbal Colón no fuera el primer occidental en llegar a América.
Ya os hablamos en su día de que ese rol, el de los descubridores de un nuevo continente, hubiera podido haber caído anteriormente en vikingos o chinos. Pero también en los templarios, quienes durante décadas controlaron miles de kilómetros de costas europeas y contaban en su haber con unas de las flotas más importantes del mundo.
Cuando en 1307, el 13 de Octubre más concretamente, se les acusó de herejía y se les apresó, se cree que unos cuantos templarios consiguieron llegar hasta el puerto de La Rochelle en Francia, cargados con sus tesoros, y partieron en una quincena de barcos.
Nunca más se supo de ellos pero diversas teorías podrían verificar que su destino era América, ese Nuevo Continente que Colón no descubriría hasta casi dos siglos después. Se dice que cuando las tropas de Colón desembarcaron en México, los nativos dijeron «que otros hombres blancos habían estado allí mucho antes que ellos».
El éxito de los templarios se vincula estrechamente a las cruzadas. La pérdida de Tierra Santa supuso la desaparición de los apoyos a la orden. Además, los rumores generados en torno a la secreta ceremonia de iniciación de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, fuertemente endeudado con la orden y atemorizado por su creciente poder, comenzó a presionar al papa Clemente V para que tomara medidas contra sus integrantes. En 1307, un gran número de templarios fueron apresados, inducidos a confesar bajo tortura y quemados en la hoguera.
En 1312, Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV y disolvió la orden. Su abrupta erradicación dio lugar a especulaciones y leyendas que han mantenido vivo hasta nuestros días el nombre de los caballeros templarios.
Los Templarios.—Señores de horca y cuchillo.— Frailea de San Agustín.—Monasterio del Aguachal
Los caballeros Templarios, Hospitalarios y Teutónicos, fueron las tres órdenes militares que, constituyendo una milicia cristiana permanente, tuvieron origen el año 1000 en las Cruzadas.
Los Templarios, llamados así porque en Jerusalén vivían junto al templo, fueron instituidos por Balduino rey de aquella ciudad, con objeto de defender a los cristianos que iban á Tierra Santa; se regían por reglamentos heróicos y a la caida del reino de Jerusalén (1187) se esparcieron por Europa. Acusados en Francia de inmoralidad y sacrilegio, ó excitada la codicia de Felipe el Hermoso por las inmensas riquezas que poseían, fueron reducidos á prisión en un mismo día (15 de Octubre de 1307) en toda la Francia, siendo su gran maestre Jacobo Moley .
El papa Clemente V sucesor de Benedicto XI y amigo del monarca francés, dió una bula en 1312 suprimiendo la orden de los Templarios; entonces Felipe el Hermoso desplegó con ellos una crueldad tan terrible que hizo morir en las llamas a muchos de ellos que, protestando de su inocencia, emplazaron, se dice, al Rey y al Pontífice, a comparecer ante el Tribunal de Dios dentro de aquel mismo año, como sí se verificó.
Cuando a la caída del reino de Jerusalén las órdenes militares se diseminaron por el mundo, llegaron a Cevico de la Torre unos cuantos caballeros y monjes Templarios que fijaron su residencia en el lugar que hoy es cementerio, donde edificaron una gran casa conventual y junto á ella una pequeña iglesia que todavía subsiste como ermita ó capilla del Cementerio y á la cual trasladaron (desde el antiguo y medio derruido castillo ó palacio feudal), la imagen de Nuestra Señora. Por esta razón se llamó y sigue llamándose a la referida capilla «ermita de Santa Palacios» como santa de los palacios que era su imagen.
https://www.palenciaenlared.es/ermita-templaria/
Los Templarios, como también muchos caballeros de las órdenes militares españolas, y algunos señores particulares, disfrutaron el supremo derecho cuanto arbitrario y absolutista privilegio llamado de «Horca y cuchillo»; que consistía en poder perseguir, prender, juzgar y sentenciar á los delincuentes, así como nombrar verdugos y hacer cumplir las sentencias, aun cuando éstas fueran de infamante horca. Asi mismo estaban autorizados para usar cuchillo y espada con que llamaban al orden, imponían respeto y dirimían contiendas, representando así el poder de la fuerza sobre la barbarie.
El tirano, cuanto abusivo absolutismo imperando en una época en que no se conoció otro derecho que el del más fuerte, ni otra lógica que la de las armas.
En el cerro que se eleva al este de la ermita de Santa Palacios, y que todavía se le conoce con el nombre de «Cotarro de la horca» se levantó el ignominioso madero donde se castigó con tan terrible suplicio a muchos criminales, ladrones y otros malhechores; donde pagaron con sus vidas tantos, que por entonces conservaban reminiscencias de los almorávides y amohades, razas todavía imperantes en España pues no habían recibido el trascendental descalabro de las Navas de Tolosa.
La ermita de Santa Palacios única que nos queda del paso de los Templarios por Cevico de la Torre, es de pequeña s dimensiones (75 metros cuadrados), de una nave y contiene un solo altar retablo de madera en donde está colocada la ya referida imagen de Nuestra Señora del Palacio, primera sin duda que vino á este pueblo a ocupar una pequeña estancia del castillo feudal, y por lo tanto la más antigua de las imágenes sagradas que se conservan en Cevico de la Torre.
En 1255, el rey Don Alfonso X dio a doña Mayor Arias, viuda de Garci Fernández, Mayordomo Mayor de la reina doña Berenguela en recompensa de sus servicios, el señorío y demás derechos pertenecientes a la Corona en Cevico de la Torre, excepto el ejercicio de la Justicia y el tributo llamado “moneda”; pero, dicho monarca mandó destruir la "torre" y prohibió que en el futuro en esta villa se construyera ningún castillo ni torre, sin previa autorización suya.
No siendo capáz el convento de San Agustín de Dueñas para albergar en el siglo XIII á tantos que de todas partes solicitaban entrar en la comunidad, ya como novicios, legos ó profesos, que se vieron en la necesidad de fundar otro convento.
Para esto eligieron un lugar entre Dueñas y Cevico, situado á cuatro kilómetros y medio al suroeste del pueblo, cercano á un sitio en extremo remanadizo y llamado por esta razón el "Aguachal", donde edificaron un monasterio (del que solo se conservan algunos paredones de piedra sillar en inminente ruina, que pronto se vio lleno de religiosos sujetos al Prior de San Agustín .
De este modo el convento del Aguachal, vino á ser como una dependencia del de Dueñas, y sus monjes ocupados en un principio en aquello que desde San Agustín los ordenaban, vivieron atenidos a los escasos recursos que les proporcionaban algunas misas encargadas por los piadosos vecinos de Cevico de la Torre y a lo que recogían por los pueblos y caseríos cercanos los hermanos limosneros.
Después que el régimen feudal fue abolido con todos sus despotismos, abusos y tiranías, que se suprimió en absoluto la poderosa y absorbente orden de los Templarios y que la vencedora Cruz persiguió á la Medialuna hasta encerrarla dentro de los muros de Granada, los monjes del Aguachal ensancharon notablemente su radio de acción.
Los Reyes Católicos por medio de una pragmática, autorizaron a los agustinos de Cevico para roturar los alrededores del monasterio en un radio de cuatrocientos metros; cuyo terreno una vez roturado se destinó la parte norte, o de la vega a "terreno de pan llevar", y la parte sur o del monte se plantó de vides, dando con esto al convento medios propios de vida, y sus monjes, aunque de la orden y bajo la autoridad del Superior de San Agustín de Dueñas, pudieron disfrutar de alguna independencia.
Desde entonces los frailes del Aguachal fueron los encargados de cobrar las diezmas en Cevico de la Torre, cargo que desempeñaron hasta que á mediados del siglo XVIII una orden superior les obligó á abandonar el convento reconcentrándos en el de Dueñas a donde llevaron cuantos muebles y riquezas poseían, y quedando los bienes inmuebles bajo la administración del Superior de San Agustín .
Pocos años después, abandonando también los agustinos este último convento en Dueñas, se fundaron con sus bienes y varios beneficios, disfrutados los de Cevico, por sacerdotes del pueblo en su mayoría y se crearon muchos censos hasta que el Estado confiscó aquellos bienes que, con los demás del Clero, fueron vendidos como bienes nacionales.
Los Agustinos del Aguachal, conocidos y admirados en sin número de villas y lugares, por sus grandes virtudes y ejemplar vida, no se daban punto de reposo, acudiendo ya al lecho del moribundo que necesitaba su espiritual y consolador auxilio en los últimos y tristes momentos de la vida y a accediendo gustosos a los deseos é instancias de muchos pueblos que, ofreciéndoles el púlpito, solicitaban su divina palabra.
Estos monjes llegaron á poseer cuantiosos bienes, grandes riquezas, como lo atestiguan las magníficas y espaciosas bodegas y lagares, distantes quinientos metros al sur de las ruinas del monasterio, que medio cenagosas, causan admiración a cuantos las visitan, tanto por su capacidad, como por las inmejorables condiciones que reúnen .
En ellas se podían elaborar, administrar y conservar de cinco á seis mil cántaras de vino.
Hoy solo nos queda del paso de los venerables frailes Agustinos por Cevico de la Torre, de su estancia en el Aguachal, una confusa y medio estingüida tradición, las ruinas próximas a desaparecer del monasterio, las cenagosas y derruidas bodegas y lagares y la sagrada imagen del Santo Fundador de la orden de frailes menores, del italiano San Francisco de Asís, que en el siglo pasado se trasladó del abandonado convento a la parroquia, donde se conserva en buen estado.
FIESTAS
Las Letanías. Son las fiestas en honor a la Virgen del Rasedo, patrona del pueblo. Se celebran dos días antes de La Ascensión. En este día, se sube la imagen de la Virgen del Rasedo en procesión desde el pueblo hasta la ermita, y una vez arriba se hacen varias celebraciones.San Martín de Tours. Es el Santo titular de la parroquia y patrón del pueblo, su fiesta se celebra los días 11 y 12 de noviembre.
Corpus - Christi. Fiesta ésta de gran tradición donde el sentir religioso va unido a la tradición de la danza. Es costumbre que el sacerdote portando la custodia con el Santísimo y bajo el palio recorra las calles del pueblo donde se colocan numerosos Altares adornados con flores, va acompañado por Los Danzantes, quienes al son de la dulzaina y el redoble, bailan ante el Santísimo durante toda la procesión. En su recorrido destaca la subida de los noventa y dos escalones de la gran escalinata hasta San Martín bailando, tradición singular del pueblo.
Día del Corpus / Día de los Danzantes
Datos históricos y legendarios vinculados con la celebración festiva La fiesta está ligada a la Cofradía del Santísimo Sacramento, que ya no existe en la actualidad. La regla de esta Cofradía es aprobada por el maestre escuela y canónigo de Palencia, D. Fernando Rodríguez el 1 de abril de 1638. Estaba regida por un Abad, un Alcalde, dos Mayordomos y un Llamador. En la iglesia de S. Martín se guardaba el arca de cera, pero el cabildo se reunía en la ermita de Santa Ana. La regla no cita para nada a losdanzantes ni al Birria.
Sin embargo, por los libros de cuentas, que comienzan en 1653, sabemos que todos los años hay gastos en danzas para la procesión del día del Corpus, al igual que se gasta bastante dinero en alfombrar las calles con tomillo, juncias, masiegas, ... También, de forma intermitente, aparecen gastos para las comedias del día del Corpus: 1661, 1665,...Vemos también gastos para “aderezar” las esquilas, lo que quiere decir que, como en otras localidades, irían prendidas en el traje de los Birrias y, tal vez, en los de los danzantes. Popularmente, como se desconoce el origen de estas danzas, la gente las atribuye a los templarios, que dicen dominaron la torre del castillo que hubo en la localidad, hasta su arrasamiento por Alfonso X.
La procesión es precedida por cruz procesional barroca de plata, a la que siguen los Danzantes, los niños de comunión y la custodia bajo palio de ocho varas. Los Danzantes siempre bailan dando pequeños brincos. Las danzas a lo largo del recorrido son “La pelegrina”, que es la que más ejecutan, el “Pasacalles” y una especie de jota, “El Santo”, siempre al ritmo de dos dulzainas y de la caja. De las ventanas y balcones penden colgaduras alusivas a la festividad y en muchos rincones del recorrido se han montado altares. Al llegar cerca de ellos cambia el ritmo y la disposición de los Danzantes. Los dos Birrias ocupan el frente de cada una de las filas y se producen cruces entre las mismas, rodeando siempre el altar antes de dirigirse hacia el Santísimo, quedando de cara a él. Tienen unos instantes de descanso mientras el Sacerdote, arrodillado, inciensa, dirige breves oraciones y da la bendición con la custodia. El calor es muy fuerte y va haciendo mella en los Danzantes. Hay media docena de altares dispuestos en distintas calles del recorrido. En esos pequeños descansos, aprovechan para beber agua o refrescarse. Les queda la prueba más fuerte: subir danzando y sin paradas los noventa y seis escalones que dan acceso al templo. Y lo hacen con frescura, bandeándose de un lado al otro, como la mies cercana movida por el viento; desde abajo o desde arriba el espectáculo es hermoso. Ni un traspiés, con coordinación, incluso de las más pequeñas danzadoras, sin tregua, subiendo peldaño a peldaño al llegar en esa ondulación al pie de la barbacana. Así penetran en el templo para llevar al Santísimo al altar mayor. Aquí termina la celebración.
Descripción y características de los personajes festivos Guirrios: son los personajes definidores de la fiesta. su función en la fiesta es provocar Los personajes festivos están incluidos dentro de la danza y son de tres tipos: Birrias: Hay dos. Realmente son unos Danzantes más, pues bailan como todos los demás. Uno de ellos, el que siempre van al frente, es, además, el coordinador de la danza, marcando el paso y, a golpe de silbato y señales con el pellejo de cordero, señalando los giros. Su función anterior, según recuerdan, era el del Birria delantero abrir el paso a la procesión e impedir, el de atrás, que se metieran en el grupo de danzadores. En danzas, como “La Pelegrina”, los dos Birrias van delante, encabezando las filas. Para ello se valen de la vara con el pellejo de cordero blanco que llevan y en la que quieren ver un símbolo de la Eucaristía, del Cordero pascual, de Cristo. Sin embargo, Margarita Ortega, muy precisa en sus descripciones, nos habla de piel de conejo (1992, 633), con la que “dirigen, asustan, amenazan y abren camino”. Difícilmente podrían hacer estas funciones con la vara llevada a modo de estandarte como la llevan ahora; posiblemente tengamos que imaginarnos una al modo del Colacho de Castrillo de Murcia: una piel de animal unida a un palo mediante una cuerda. Actualmente, dado que la afluencia de público es menor, no necesita usarla. Esto nos hace pensar que su función primigenia era, como en otros casos similares, no ir en las filas, sino moverse por todos los lados e intentar confundir a los Danzantes, pues, como demonios, tenían que entorpecer todo lo que fuera en honra de Dios. Mozos de banda: Son cuatro. Van encabezando y cerrando cada una de las filas en las que van los danzadores. Actualmente son unos Danzantes más, aunque pensamos que, antiguamente, ellos tendrían las funciones de los Birrias actuales, marcar giros y movimientos, para lo que siempre habría dos en cabeza independientemente de la dirección en la que fueran. Danzantes o Danzadores: Hoy habría que hablar de danzadoras, pues todas son mujeres, cuando antiguamente sólo podían ser hombres. La negativa de los muchachos a vestir faldas, por las bromas de que eran objeto, provocó que entraran, hace unos quince años, mujeres y hoy son la mayoría, pues sólo quedan dos chicos como mozos de banda. Su única misión es bailar. Actualmente son doce, pero su número es variable en el tiempo. Indumentaria Comparando con la descripción que da de la vestimenta Margarita Ortega (1992, 633), hay muchas diferencias. Danzantes: Llevan en la cabeza corona blanca; visten camisa blanca, con lazo rojo a modo de pajarita, banda roja cruzada desde el hombro derecho a la cintura del lado izquierdo, donde se anuda, los danzantes de la derecha y al contrario los de la izquierda y lacitos rojos en los codos; a la espalda una especie de M hecha con una cinta ancha de colores variados, prendida a broches con pedrería (quincalla) en tres puntos (hombros y centro de espalda) y cosida; llevan tres cancanes o enagüillas blancas y almidonadas, con encajes y bordados, sobre las que va otro cancán de color amarillo (a veces ha sido azul) recubierta por un tul transparente con adornos de quincalla. Se complementa con cinturón de falsa pedrería. Media blanca calada y zapatillas blancas con cintas rojas completan su atuendo. Portan castañuelas. El traje de estas danzantes lleva una compleja labor de almidonado -de dos a tres días- y de planchado, muy lento, para que esponjen los cancanes. El proceso de vestirlos también supone unas dos horas, pues todos los adornos de quincalla que llevan van prendidos y cosidos, por si se desprenden con el movimiento. Mozos de banda: Llevan camisa blanca con banda roja cruzada y lacitos amarillos en los codos, calzón negro por debajo de la rodilla y medias y zapatillas blancas anudadas en cintas azules y en la cabeza, pañuelo floreado, doblado y atado en la frente. Tocan castañuelas. Birrias: Visten traje formado por casaca y pantalón que llega a media pierna, hecho con tiras de paño de colores rojo y marrón, haciendo espiguilla. Las casacas llevan capucha, una terminada en dos cuernos de tela y la otra en una borla; los pantalones del que lleva borla en la capucha, tienen en su parte inferior, decoración de dos cabezas de serpiente. A la espalda de este Birria, dentro de una decoración abstracta aparece la fecha de 2005 y que hace referencia al año de su confección. La confección es copia de otros trajes conservados en la sacristía del templo, en uno de los cuales figura la inscripción “Ao 1876”. Llevan medias de distinto color, en concreto en el año 2011, una verde y otra roja. Calzan zapatillas blancas. Llevan una vara de la que cuelga pellejo de cordero blanco rematado en cintas de colores. Músicos: Visten camisa blanca, pantalón de traje oscuro y ancha faja roja. Tipos de música y melodías Intervienen dos dulzaineros y un redoblante. Todos son de la población y de la misma familia. Son tres las piezas que interpretan: Un Pasacalles, para avanzar por las calles, “La Pelegrina” al llegar a un altar y una especie de jota, “El Santo”, en lugares muy puntuales. Todas las danzas se ejecutan, según sus directores, dando pequeños saltitos.
Culturalmente la figura del Birria tiene algunos elementos que prueban su origen en las mascaradas invernales. Margarita Ortega (1992) sólo nos da una descripción de la fiesta y algún dato histórico, como el que antes los Danzantes, sólo con la banda puesta -hacen lo mismo en Laguna de Negrillos- intervenían en las Vísperas del Corpus. Y en cambio, el día del Corpus no se desvestían, pues salían por la mañana en la procesión, que duraba mucho, ya que sacaban a todos los santos y, por la tarde, asistían a los oficios. Podemos precisar, según nuestros informantes que se bailaba el día del Corpus (jueves), el sábado y, en efecto, en la octava o domingo, en que salían los niños de comunión acompañando la imagen del “Niño de la Bola”. Interesante, de forma colateral, es la aportación de César Augusto Ayuso (2003, 54- 59). Estudiando la Cofradía de Ánimas de Cevico de la Torre, ve como esta cofradía organizaba las fiestas carnavalescas y, en concreto, la conocida como Soldadesca, por salir oficiales con las insignias de capitán, alférez y sargento; era un complemento a la celebración, por mandato episcopal de 1652, de actos religiosos. Y para incrementar la asistencia a estos actos, había “una serie de actos complementarios, si bien profanos”. Por cierto, que por alargar estos actos al Miércoles de Ceniza “con repetidos paseos por dentro y fuera de la villa, disparando arcabuzazos, con las insignias militares, vestidos de galas y acompañando con otros disfraces que aún son indignos de hacerse en otros tiempos” van a ser condenados con pena de excomunión por el obispo Fray Alonso Laurencio de Pedraza en 1702 (2003, 54). Pues bien, entre los gastos de la cofradía figura en 1708 el vestido de un “botarga”, que costó 16 reales, “aunque a la cofradía se la cargó sólo la mitad, ya que lo compartían con la Cofradía del Santísimo Sacramento, que disponía de él en la fiesta y procesión del Corpus” (2003, 55). Aún más importante para conocer la función del Birria anteriormente es el mandato que hace el obispo D. Andrés de Bustamante en la visita de febrero de 1763: se entera de que el día de Carnestolendas e, incluso el Miércoles de Ceniza entran en la iglesia “un tambor y otra persona o personas con sus sacos que se titulan votargas...al tiempo de zelebrarse el S(to) sacrificio de la misa Popular, y con su toque y demostraciones que hacen con acciones rediculas impiden que los demas la sigan con la atencion y devoción que es debida, y lo que es mas causan irrision y vilipendio al S(to) Templo de Dios...” (2003, 57).
Interpretación de la fiesta Tenemos, así pues, en cuanto a los Birrias, que es lo que nos interesa como mascarada, unos personajes muy evolucionados. Por una parte, no llevan ya máscara ni cascabeles; el elemento fustigador es hoy decorativo; y no se ponen ni la capucha. Por otra, su actitud es la de director de danza; ya no tiene ni que abrir paso. Sin embargo, lleva los caracteres demoníacos cristianos impresos en su indumentaria: uno, cuernos; el otro, la serpiente, símbolo del demonio en el Paraíso. Sin embargo, los datos documentales aportados por Ayuso son muy esclarecedores. El botarga o Birria participa directamente en la mascarada carnavalesca, entra en la iglesia y hace tales mimos y ridiculeces que provoca la risa, estorbando los oficios divinos. Hace, así pues, de diablo, lo que nos lleva a considerar que su función primera en la danza sería también la de intentar confundir a los danzantes, mediante bromas, con el fin de hacer daño a la honra del Santísimo. Pero es importante el hecho de que intervenga en Carnaval, porque posiblemente de ahí proceda esa figura grotesca, que es utilizada por la Iglesia para atraer a más fieles a actos religiosos poco atractivos. Y, como hemos expuesto en lo relativo a Castrillo de Murcia, la carencia de procesiones de exaltación de misterios cristianos y, por tanto, alegres por parte de la Iglesia hasta el Concilio de Trento, le lleva a la necesidad de recurrir a figuras de corte pagano que atraiga a los actos religiosos a los fieles. Por ello, se recurre a zaharrones, que abren paso a las procesiones, al tiempo que divierten, zaharrones que proceden de las mascaradas invernales y que vivían en muchas localidades ocultas en los Carnavales, cuando no en las fechas del solsticio de invierno. Además, hay que tener en cuenta la relación entre las mascaradas invernales y los antepasados, que parece ponerse en evidencia al intervenir este personaje en una cofradía de Ánimas. Luego, la “degradación” de la figura de este Birria, no llega a ocultar sus orígenes paganos, ni sus modificaciones de demonio cristiano, selladas en su indumentaria.
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Plano de Cevico de la Torre
FIN
El autor del artículo Germán López Bravo
Referencias. Bibliografia y Citas :Manuel Vallejo del Busto
Gonzalo Alcalde Crespo
Pablo Cepeda Calzada
En 1899, el historiador Don Matías Mena y Zamora publicó “El Libro de Cevico de la Torre”.
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